Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Gato y ratón por minima

[Reviews - 127]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

II

-Vamos Dennis, falta poco para nuestra gran fin de semana-

-Espera Coop, aun no termino de cerrar mi mochila-

Los chicos realmente estaban contentos, hoy irían a acampar, y no en el patio del castaño, o del asiático, si no que irían al bosque cerca de la ciudad, solos ellos y la naturaleza, ¡sin sus padres!, se sentían como si ya los consideraran adultos, cosa que les alegraba y enorgullecía enormemente, ya que tenían 16 años, y jamás los habían dejado acampar solos aparte del patio de uno de los dos.

-No sé por qué tu padre se empeñó en llevaras todas esas cosas- dijo el castaño ayudando al pelinegro a jalar del cordón de la mochila que ayudaría a cerrarla, aparte de una muda de ropa, un poco de comida enlatada, la bolsa para dormir y otros accesorios de acampar, el padre del pelinegro había insistido en que llevara varios objetos tecnológicos, un GPS, una radio, para mantenerse en contacto, una lámpara mata mosquitos, linternas, una tele y un pequeño generador con una mini antena, y si es que lo hubiera permitido, hubiera metido hasta su laptop, y máquinas para hacer palomitas y licuados entre otras cosas.

-Ya conoces a mi papá, es un amante de la tecnología-

Jalaron con todas sus fuerzas hasta parecer que el cordón se rompería, solo faltaba un poco para que cerrara por completo.

-Chicos, ¿Qué hacen?- pregunto el sr. B viendo como su hijo y el amigo de este forcejeaban con la enorme mochila del segundo.

-Tratando de cerrar la mochila de Dennis papá-

-Seguramente ese Henry nuevamente lleno tu maleta de cosas inútiles, cuando aprenderá que lo mejor es ser uno con la naturaleza, acampar es un rito que nos une con nuestros más viejos instintos, es una prueba que separa a los niños de los hombres y…-

-Papá, ¿podrías ayudarnos?- le interrumpió Coop en su monologo, no es que le desagradara esos discursos que a veces dejaba fluir su padre, pero realmente necesitaban ayuda, y no podían sacar nada de la maleta hasta llegar al campamento, esa había sido una de las condiciones de los padres de Dennis.

-Oh claro hijo-

Los tres varones tomaron de diferentes partes el delgado cordón y empezaron a jalar con todas sus fuerzas, ¡al fin lo habían logrado!, rápidamente Coop tomo el cordón y lo ato en un nudo, evitando que se abriera de nuevo, no dejaría que tanto esfuerzo se fuera al caño.

En el momento en que los dos adolescentes y hombre tomaban asiento en la sala tomando un pequeño pasaba delante de ellos la única fémina de la casa, Millie de 14 años.

-Hola cariño- saludo el padre a su hija.

-Hola papi- saludo la adolecente desde el pasillo que llegaba a las escaleras del segundo piso, la chica no había cambiado mucho desde que tenía 8 años, o al menos así lo pensaba su padre.

Millie había crecido dejando su figura regordeta de niña a una más alta y estilizada, pero no tanto, apenas estaba entrando en la adolescencia, era delgada, aun utilizaba esos lentes con marco rojo, y sus mejillas y nariz estaban escarchadas de pecas, había cambiado sus vestidos infantiles por jeans, faldas de cuadritos y camisas con diversos estampados y diseños, sus cabellos rizados azabaches siempre sostenidos por una media cola aun le daba ese aire infantil de cuando tenía 8, ella estaba muy alegre por sus nuevos cambios, pero, siempre hay un pero, no se quejaba por sus pecas, sus lentes o su cabello que en las mañanas era una maraña rebelde, si no por su figura, más precisamente la escases de algunas curvas en ella, era bonita, lo sabía, pero aun así deseaba tener un poco más de curvas, lo cual la acomplejaba un poco, y cada vez que pensaba en ello no podía evitar ver a su hermano con un poco de rencor.

Coop, era más alto y delgado, pero no tanto como otros chicos, al menos Dennis compartía su altura, y que sus rasgos no fueran tan toscos como sus demás compañeros en la escuela, no era musculoso, pero tampoco un puro costal de huesos y cuero, y curiosamente lo que a Millie le acomplejaba, a él también, decir que tienes más curvas que tu hermana no es precisamente algo con lo que uno este orgulloso, tenía más cintura que ella y caderas más redondeadas, recordaba con horrenda vergüenza una vez que le confundieron con una chica de espaldas cuando fue a la playa hacia dos veranos, por eso siempre procuraba tener camisas algo holgadas para que nadie se fijara en su anatomía, al igual que Dennis, su eterno amigo no solo en aventuras sino también en esa clase de cosas y problemas, a él también lo habían confundido ese verano mientras acompañaba a su amigo y su familia a la playa.

-Millie, ¿estás segura que no quieres venir con nosotros?- pregunto por enésima vez el castaño a su hermana menor.

-No, Coop, no estoy de humor para desperdiciar mi fin de semana ayudándolos a sobrevivir en el bosque- 

Bueno, al menos lo había intentado, y nuevamente la chica lo rechazo, y ahí estaba su amigo y su padre de testigo que lo había intentado, desde la desaparición del sr. Gato Millie se había deprimido mucho, buscaron por cielo, callejones y alcantarillas, pensando que lo encontrarían como la última vez que se había escapado, más este nunca volvió, hasta él lo llego a extrañar un poco, era raro ver que esa presencia tan molesta desapareciera de un día para otro cuando ya te habías acostumbrado a ella y a sus atentados; la pelinegra había llorado, pataleado y gritado tan fuerte que los dos hombres de la casa pensaron que se quedarían sordos, incluso los vecinos llegaron a utilizar cubre orejas para aminorar el terrible chillido que era el llanto de la menor de los But, también hubo personas que se unieron a la búsqueda del señor Gato, no porque les diera lastima la niña, si no que deseaban que se callara, pero como ya se dijo, sr. Gato nunca apareció, por lo que con el tiempo la chica se hizo a la idea, dejo de llorar, patalear y gritar, y a sonreír de nuevo, claro está, para que el proceso fuera más rápido, de manera egoísta condujo toda su rabia a su hermano, culpándolo, no hallaba otra razón por la que señor Gato se hubiera ido que su tonto hermano mayor, Coop por su parte acepto, no porque creía al 100% que fue su culpa que el sr. Gato se hubiera ido, si fuera así ese animalejo ya se hubiera ido desde hacía mucho, si no que comprendía el dolor de Millie, y si odiarlo la hacía sentir mejor, aunque doliera, lo aceptaba, ese odio ayudo a cerrar la herida que dejo la ida de su mascota, él trato de animarla de muchas formas tratando de ser amable y dejarla odiarlo, pero su relación nunca fue muy buena, y lo intentos solo eran de su parte, por lo que con el tiempo dejo de insistir tanto, ciertamente ahora su hermana no lo odiaba tanto como cuando señor Gato desapareció, pero aún existía ese resentimiento en ella, lo que lo ponía triste a veces, después de todo era su hermana, y la quería.

-Está bien Millie, pero estaremos aquí hasta medio día si quieres cambiar de opinión-

La chica lo miro un momento, se excusó con su progenitor y se fue a su habitación a pasar el rato, los tres varones de la casa volvieron a estar solos, y Coop suspiro, sintió la mano de su padre confortándolo y dedicándole una mirada que decía que había hecho bien, al menos su padre ya no lo culpaba, ya que aunque nunca lo admitiera él también pensó que fue por su culpa que el gato calvo de Millie, que no era totalmente de su agrado, pero de todas formas ya era de alguna forma parte de la familia, se hubiera ido.

-Bueno chicos, será mejor que vallan poniendo sus cosas en el carro, les preparare unos bocadillos extras mientras lo hacen para su campamento-

-Gracias papá-

-Gracias señor Burtonburger-

El resto de la mañana paso rápida, cada quien alistando los últimos preparativos para su acampada, al final Millie no había salido de su cuarto y no los despidió cuando les toco irse, su papá le dejo un poco de comida hecha para que comiera, se tardaría un poco en dejar a los muchachos, un par de horas, una larga maratón de música sesentera de su padre y varias anécdotas después, llegaron a l algo B, donde ya se encontraban dos pelirrojos al parecer tratando de armar una tienda sin mucho éxito.

-No hay nada mejor que el aire puro del campo- el señor Burtonburger bajo de su carro y empezó a ayudar a bajar las mochilas de los chicos poniéndolas cerca del improvisado campamento de los hermanos pelirrojos amigos de la infancia de ambos chicos, Larne y Harley, que habían terminado atrapados dentro de la lona de la tienda de acampar.

-Gracias por traernos papá-

-Recuerden chicos, sea lo que sea llámenme si están en problemas, una llamada de celular y estaré aquí en menos de lo que crean-

-No te preocupes papá, no creo que nos metamos en problemas estando en el bosque-

-Claro- él señor vio por última vez antes de arrancar el carro y marcharse para su casa, era increíble lo rápido que pasaba el tiempo, un día tienes en tu casa a pequeños niños peleando todo el tiempo y al siguiente son todos unos adolescentes, al menos Millie estaba en la casa, sería bueno pasar un tiempo de calidad padre e hija.

-Adiós papá-

-Adiós señor B-

-Cuídense y recuerden todas las cosas que les enseñe-

No tardo mucho para que el carro viejo y verde del padre de Coop se perdiera entre la maleza del bosque yendo de regreso a la civilización, de nuevo la sensación de emoción y autosuficiencia los lleno, por fin, ellos solos, poniéndose a prueba como verdaderos hombres.

-Hola chicos- Coop saludo a una manta con dos bultos enormes, ahí estaban los pelirrojos, que no hallaban la forma de salir de la lona azul marino.

-¿Ya terminaron los bebés de despedirse de su niñera?-

-¿Y ustedes de hacer su intento de tienda de campaña?-

-Muy chistosos, ahora ayúdenos a salir de aquí, se siente como un sauna-

Si, ese sería un genial fin de semana, o al menos, eso fue lo que planearon y pensaron.



Cerca de Marte una gran nave reposaba flotando en el espacio, su forma ovalada era simple, más lo que resaltaba de ella era las extrañas marcas que había en su superficie, de un lenguaje extraño y mucho más antiguo que el hombre que habitaba en el planeta Tierra, su inmenso tamaño era comparado al de tres campos de futboll americano y luces verdes y blancas centelleaban a lo largo y ancho de ella, más lo que realmente importaba estaba en su interior, un general, un príncipe, un guerrero que regresaba después de tanto tiempo a terminar cierta cuenta pendiente que había dejado en ese pedazo de tierra y agua.

-Mi señor, el objetivo ha sido localizado- 

-Muéstrame las coordenadas y la imagen de la sonda que enviamos-

Frente a él en una pantalla varias imágenes empezaron a pasar, la oscuridad del espacio, manchas blancas y verdes que pasaban con gran rapidez hasta parar en una especie de claro en medio del bosque, y ahí estaba, después de tanto tiempo, había crecido, parecía tan igual y a la vez tan diferente, no pudo evitar sonreír mostrando sus afilados colmillos y estirando sus labios de un tono entre rosado y lila.

-Al parecer será, mucho más sencillo de lo que imagine, preparen una nave, dentro de 10 horas saldré en ella-

-Pero señor…-

-Es una orden de tu superior- una tercera voz corto al ingeniero que hablaba con su líder, tan imponente como la de él.

El ingeniero no hiso más protestas, ya que el que le cayó era uno de los soldados más temibles de su planeta al igual que su príncipe, además de ser su mano derecha y mejor amigo.

Ambos guerreros se desaparecieron por una de las puertas del laboratorio de observación y se empezaron a conservar en un pasillo solitario.

-Supongo que tu curiosidad no será saciada hasta que te deje acompañarme viejo amigo-

-Tiene razón, mi príncipe- más que por respeto, lo último lo dijo como un juego, ya que sabía que entre ellos no era necesario utilizar esas formalidades.

-Me vendría bien tu compañía, como ya te comente ese terrícola puede tener varias sorpresas-

-Si tú lo dices, aun no comprendo porque deseas hacerlo-

-Supongo que lo comprenderás cuando lo veas por ti mismo-


La noche ya había llegado y todos se encontraban rodeando una pequeña fogata asando algunos malvaviscos, ya habían armado las casas de campaña, mejor dicho, Denisse y Coop las habían hecho, los hermanos pelirrojos no pudieron armar las suya por más que lo intentaron por lo que los otros dos les ayudaron haciéndola, ahora compartían como trato justo los malvaviscos que ellos habían traído, y como siempre, en este tipo de situaciones no podía faltar las tradicionales historias de terror.

-Y entonces cuando solo quedaba los dos, se asomaron por la ventana y vieron que ahí estaba…-

-¡EL TEMIBLE MOSTROU DE CARAMELO!-

De repente frente a Denisse y Coop apareció el rostro deforme de color miel del monstruo de la historia, más no se asustaron o se inmutaron, ya que sabían perfectamente quien era.

-Buen intento chicos, pero ese truco ya lo usaron un par de veces en los campamentos pasados- comento aburrido el asiático, bostezando para acentuar su aburrimiento.

-Deberían aprender trucos nuevos- secundo el castaño, estirándose en su lugar.

-Lo que pasa es que ustedes son unos aburridos- se defendió el más alto de los pelirrojos, y ayudaba a su hermano que al parecer se le había atorado la máscara en la cabeza.

-Claro y… ¡Oh por Dios ¿Qué es eso?!- Coop grito agitado mientras apuntaba atrás de los hermanos, Dennis también lucia asombrado y agitado, mientras temblaba en su lugar al igual que su amigo.

-No caeremos tan fácilmente chicos-

-No somos tan ingenuos-

-Es enserio chicos, hay algo realmente espantoso detrás de ustedes- secundo Denise, con una igual cara de espanto que su amigo.

Ambos pelirrojos dudaron, pero al final voltearon, encontrándose con nada.

-No hay nada, realmente esperábamos algo mejor que… ¡Haaaa!-

El grito resonó por todo el bosque, asustando desde a las pobres aves que se encontraban dormían hasta los osos dentro de las cuevas, frente a ellos estaba la imagen más espantosa y asquerosa que habían visto en todo el mundo, la foto de la señora Manson con una bata de baño, una máscara verde de crema de aguacate y el cabello despeinado, era realmente horrible.

-Esta expresión no tiene precio- Denis había sacado su celular y tomado una foto a los hermanos, ya veía porque se divertían tanto los hermanos con su cámara de video.

Había sido traumante ver a la señora Manson salir con esas fachas para recibir un paquete, el pobre cartero había reaccionado igual o peor que ellos o los pelirrojos, reuniendo mucho valor y coraje tomaron el celular de Coop y tomaron la foto, pero valió la pena.

-Eso no es justo, casi nos matan del susto-

-Esa era la intención-

Después de ese incidente la noche prosiguió entre bromas y risas, intentaron quemar la foto de la señora Manson, pero esta voló con una ráfaga de viento alejándose, al menos se había desecho de ella, cuando ya estuvo refrescando y el aburrimiento y cansancio les pesaba, fueron a sus respectivas tiendas de campaña, sin saber que les esperaba esa noche.


Ambos caminaban entre la maleza y demás vegetación, siendo sincero no era de su agrado estar en ese lugar, no tenía muchos gratos recuerdos en esos agrestes lugares, pero era una buena ventaja táctica si a emboscadas se refería, con tanta maleza no los verían, habían mil y un lugares donde esconderse, y gracias a lo apartado del lugar, no tendría escapatoria, suerte o destino, que haya decidido ir a campar en estos momentos, y sin su progenitor o hermana era una gran ventaja.

Habían dejado la nave cerca de una montaña a un par de kilómetros para no hacer ruido y llamar su atención, bien sabia lo curioso que era, y el elemento sorpresa le ahorraría algunas molestias, como ya se había cerciorado, no estaba su progenitor o hermana, pero no estaba solo, no es que fueran un gran reto un grupo de subcreaturas en desarrollo.

Por fin estaban al lado de la tienda de campaña donde descansaba su presa, la diversión estaba por comenzar…

Notas finales:

Bueno, este fic ya teiene unos cuantos capitulos, y como podran notar, es otra idea loca...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).