III
Cacería
Sabía que se encontraba dormido, pero estaba en una de esas etapas del sueño en donde puedes percibir todo tu alrededor consciente o inconscientemente, el silbar del viento moviendo las ramas de los árboles, el casi imperceptible ronquido de Larne en su propia tienda de campaña, también percibió el ulular de un búho a lo lejos, y el crujir ligero de las hojas secas, y más que eso, un presentimiento, vivir en amenaza constante en su infancia, cortesía del felino mascota de su hermana, había agudizado ciertos sentidos de su ser, cierto escalofrió recorrió su espina dorsal, obligándolo a salir de su inconciencia, aun somnoliento abrió los ojos encontrándose con el techo de su tienda de campaña, no era necesario voltear y verificar que Denis dormía a su lado, escuchaba su respiración y sentía su calor, estaba decidido a seguir durmiendo con los sonidos de la naturaleza cuando se percató de algo, la sombra.
Primero pensó que podría ser la de algún árbol, o tal vez Larne y Harley tratando de hacerles una broma, pero aun escuchaba el ronquido de su amigo pelirrojo, y Harley nunca haría una broma sin su hermano, trato de enfocar mejor su vista, era algo largo y se dividía en cinco al final, un brazo, un brazo que al acercar su mano a la tienda de campaña dejo ver como una luz tenue y rojiza dejara salir de sus dedos.
Antes de que siquiera aquel brazo tocara la carpa de su tienda movió a Dennis tan brusco como pudo para despertarlo, justo a tiempo para que viera como unas garras rojizas traspasaban la tela del techo de su refugio, más que cortarla, la quemo, lo supo por el ligero olor a humo, que ni siquiera duro ni cinco segundos, ambos adolecentes despiertos y asustados no pudieron ni gritar cuando vieron la figura de un hombre alto y delgado, eso fue lo que apenas pudieron percibir por la escasa luz del bosque, los arboles cubrían la poca luz de las estrellas y de la luna en cuarto menguante.
Vio a su presa, se sorprendió un poco verle despierto, el factor sorpresa no había servido de nada, bueno, en realidad no se molestó mucho por eso, así sería más divertido, ya veía el miedo y el asombro en los jóvenes ojos que le miraban.
Que comience el juego de gato y ratón…
Apenas pudieron reaccionar cuando el brazo pálido se acercó a ellos, el miedo y adrenalina fueron sus aliados para salir a tropezones de la tienda antes de que los atrapara, el instinto de supervivencia les gritaba que corrieran, sea lo que fuera esa cosa era peligrosa, ya fuera de la tienda vieron la figura afuera de su tienda de campaña, y no estaba sola, había un segundo al otro lado de su desgarrada tienda de campaña, también notaron para su horror, que aquellos “hombres”, tenían una cola, sus pieles eran pálidas de una tonalidad demasiado extraña para la de un ser humano común, y sus ojos, tan profundos y oscuros, brillaron al verlos, haciendo que un tremendo escalofrió recorriera su cuerpo.
-Mpf chicos dejen de hacer ruido, si van al baño háganlo en silen…- Harley se había asomado por la puerta de su casita de campaña, su sueño se fue lo mismo que sus amigos y se quedó congelado y con la boca abierta al ver como aquellas dos figuras se acercaban hacia ellos.
Las tiendas de campaña se encontraban una frente a la otra, por lo que cuando Coop y Dennis se arrastraron en el suelo tratando de crear la mayor distancia entre ellos y esas cosas, chocaron sus espaldas con la de los hermanos pelirrojos, se encontraron con el rostro petrificado de su amigo al ladear un poco la cabeza, bien, al menos sabían que no era una alucinación o una pesadilla, voltearon a ver esas figuras y notaron como sonreían, mostrando unos dientes filosos como los de los monstruos de sus películas de la infancia, pero estos eran de verdad, y al parecer se encontraban muy divertidos por como los tenían acorralados y asustados.
Coop sintió la penetrante mirada de uno de ellos dirigida hacia él, solo hacia él, y sintió como su sangre se helaba y un horrendo escalofrió recorrió su columna vertebral, y más para su sorpresa sintió demasiado familiar esa mirada, una que se le clavaba como dagas hasta el alma, fría y cruel, con un brillo de diversión en sus ojos ante el miedo de su víctima, una que no había visto por algunos años, pero que seguía fresca en su memoria, pero era imposible, inaudito, ese sujeto, esa cosa era…
-Señor Gato…-
-¿Qué?- Dennis miro como si su amigo hubiera dicho la mayor locura del universo, y eso era, ¿el engendro que tenia de mascota su hermana esa cosa?, aunque pensándolo mejor, no era una idea del todo disparatada, pero si eso fuera verdad –estamos perdidos-
Ambos cazadores sonrieron en total diversión y éxtasis, nada se podía comparar ante el inicio de un reto, una cacería, el miedo y sorpresa impregnados en aquellos ojos hacia que corrientes de adrenalina corrieran por sus venas, ya no pudiendo esperar más empezaron a dar un par de pasos, y esto fue suficiente aviso para ambos chicos que si no se movían de una vez por todas se arrepentirían dentro de poco.
Aquel instinto que caracteriza a todas las creaturas, primitivo y básico, del de querer sobrevivir y evitar situaciones de riesgo, les gritaba y ordenaba que salieran inmediatamente de ese lugar, y ellos no eran nadie para contradecirle y menos en esa situación, Coop tomo la mano de su amigo a tientas, y siendo el más rápido en reaccionar se paró y jalo a Denisse consigo, no paso ni un par de segundos para que ya se encontraran corriendo por el bosque, descalzos y a ciegas, conscientes de que estaban siendo perseguidos.
-Hermano, ¿Qué es todo ese ruido?, no dejan dormir… ¡Santo cielo!, ¿Qué paso aquí?- Larne después de tanto alboroto al fin se había despertado encontrándose a su hermano asomando la cabeza por la puerta de la tienda, al asomarse él también se encontró también con la tienda de sus amigos destrozada y su hermano aún seguía en shock.
Sentían las ramas golpear mejillas y piel expuesta, también las piedras encajarse con cada pisada en las plantas de sus pies, pero eso nada importaba, solo deseaban alejarse lo más posible, huir, sus pulmones ardían, los pies palpitaban y sangraban de una que otra herida, y escuchaban como ramas y algunos troncos eran rotos atrás de ellos, les estaban pisando los talones.
Ellos los seguían, tan cerca que prácticamente podían sentir sus garras, era una situación desesperante, sus cerebros aún seguían sorprendidos y solo seguían el instinto de huir, pero Coop reacciono, con aun la sangre corriendo llena de adrenalina por sus venas recupero un poco de calma, la suficiente para que su cerebro procesara más que el correr y percibiera mejor los detalles de su alrededor, recordándose que esa no era la primera situación peligrosa que había vivido, y si había logrado salir de los miles de atentados de la siniestra mascota de su hermana, se encargaría que esta no fuera diferente, y fue cuando lo vio, más adelante, una rama larga y gruesa, pero no tanto, saliendo del tronco de un árbol más delante de ellos.
-Dennis-
El aludido volteo un par de segundos para encontrarse con la mirada decidida de su amigo, decisión que logro transmitir al asiático y que comunico sin necesidad de palabras lo que pensaba.
La situación les resultaba entretenida, sintiendo como aquel instinto salvaje que solo afloraba en momentos de mayor emoción, como en las guerras y batallas, los dominaban, los hacían sentir vivos y extasiados, y más cuando lograban su objetivo, y esa no sería diferente, claro, no sería tan fácil, y eso lo supieron al sentir un repentino golpe en sus pechos arrojándolos al suelo.
Habían llegado hacia el árbol, tomado la rama y jalado hasta sentir como crujía, por un momento temieron romperla antes de soltarla, antes de verlos tan cercas que también temieron no poder soltar la rama a tiempo, fue apenas una fracción de segundo, fracción en que si no la hubieran soltado a tiempo esas dos figuras de piel pálida los hubieran atrapado con facilidad, pero la soltaron, y el asombroso golpe a los dos cuerpos más grandes los había arrojado casi dos metros, y roto la rama, no se quedaron, ya que sabían que eso no sería suficiente para dejarlos fuera de combate, pero si para darles una pequeña ventaja al huir.
-Tenías razón… esto será realmente entretenido-
-Claro, no podía esperar menos de esa sabandija escurridiza-
Aun en el suelo ambos seres de piel pálida se sonrieron de manera algo siniestra, si las presas no ponían resistencia, la cacería no sería divertida.
Coop y Dennis considerando lo suficientemente lejos de sus persecutores decidieron esconderse en una especie de fosa u hoyo debajo de un tronco, encontrada más por suerte que otra cosa, el asiático tropezó con ella mientras corrían y al ver que tenía suficiente espacio para los dos decidieron meterse en ella para recuperarse un poco de tremenda carrera.
-Esto es malo, esto malo, realmente malo- quería gritar pero lo dijo en susurros el asiático consiente a pesar de estar lleno de miedo y pánico que si gritaba ellos, esos… lo que sean, los encontrarían en monos de un parpadeo.
-Ya lo sé, lo sé, y ahora no es solo es Sr. Gato, si no que trajo refuerzos-
-¿Estas realmente seguro que ese… lo que sea era Sr. Gato?-
-Reconocería esa mirada donde fuera, a pesar de que ya no parezca un gato calvo… tal vez esa siempre fue su verdadera forma-
-Esto es malo, no solo por su nueva apariencia, sino que son dos, apenas podíamos con uno cuando niño, pero ahora…-
-Cálmate Dennis, tú mismo lo dijiste, antes éramos niños, ahora somos más grandes, y por nada del mundo nos rendiremos a lo que sea que tengan planeado Sr. Gato y su nuevo amigo-
-Sí, tienes razón-
-Somos un equipo invencible-
Ambos en la oscuridad de su escondite entrelazaron sus manos en un apretón de mutuo apoyo y confianza, no, no se rendirían, darían pelea hasta no poder y más, y eso, aunque no lo supieran, le fascinaría mucho a sus cazadores.