La tarde acababa, dándole paso a la noche. En lo alto de una torre se hallaba acuclillado el shinigami Ryuk, con la Death Note en mano y apunto de escribir el nombre de aquel humano con el que había pasado los últimos años. Antes de que la tinta tocara siquiera la hoja de la libreta, el shinigami sintió una presencia detrás suyo y al voltear a ver sus ojos se abrieron de puro asombro. No hizo falta que preguntara nada pues el recién llegado habló sin que lo preguntase.
- Aún no es su momento – dijo y Ryuk dejó vagar la vista sobre su inesperado acompañante, empezando de abajo hacia arriba. Unas deportivas negras y blancas seguidas de un pantalón negro ajustado en las caderas y suelto en las piernas, de él colgaban varias cadenas de metal que tintineaban al tocarse unas con otras. El torso estaba cubierto por una remera negra ceñida al cuerpo con el cuello en V que dejaba ver parte del pecho. Un colgante con una cruz de plata y varias pulseras y muñequeras con tachas, una tira de cuero negro alrededor del pálido cuello. El shinigami se detuvo en los ojos tan rojos como los de él para luego observar el cabello con dos tonos: rubio con varios mechones rojo sangre. Todo esto sumado a la piel mortalmente pálida del joven le deba un aspecto atemorizante para cualquiera pero no para Ryuk, quien ya estaba acostumbrado.
- ¿A qué se debe su presencia? – el shinigami preguntó curioso, no era común que esa persona bajara al mundo humano - ¿y con esas ropas? – el joven frunció el ceño y miró molesto al shinigami.
- Deja la cortesía de lado Ryuk y vamos con el humano – dictaminó y se lanzó de la torre siendo seguido por el shinigami a una distancia prudente, por ahora Ryuk no tenía otra opción que seguir a ese joven, sabía que su castigo por engañar al Rey vendría después de que fueran con Light.
Llegaron a uno de los depósitos y observaron el cuerpo maltrecho y sangrante del castaño sin un ápice de lastima en la mirada. El rubio posó sus ojos en el humano tirado sobre aquellas escaleras.
- Light Yagami – pronunció el nombre sin ninguna emoción en su voz – se te dará otra oportunidad pero si la desperdicias la pasarás muy mal – dicho esto se acercó a Kira y lo cargó como si nada, a pesar de que el otro era mayor y más pesado que él – Ryuk, tú te quedas con el que tenga la libreta, es tu decisión si le dices a los otros humanos que Light Yagami sigue vivo pero hagas lo hagas no te librarás del castigo por engañar al rey – aquel joven que apenas parecía superar la edad de Near caminó con el cuerpo de Yagami a cuestas, manchándose de sangre, hasta llegar a una de las paredes del lugar para después atravesarla y desaparecer junto a Kira.
Minutos después Aizawa llegó seguido de Matsuda pero no encontraron nada, mientras que Ryuk observaba a Near desde lejos, pues él era quien tenía una de las libretas. La noche cayó pero no se pudo encontrar el cuerpo de Light Yagami por ninguna parte.
- Es muy improbable pero tal vez siga con vida – declaró N mientras jugueteaba despreocupadamente con un mechón de su cabello blanco, cuando su vista se posó en Ryuk una idea pareció formarse en su cabeza – Shinigami, ¿sabes dónde está Kira? – ante tal pregunta Ryuk rió y se decidió a hablar, al menos así no se aburriría cuando tuviera que volver a su mundo.
- Je,je, parece que Light fue salvado por otro ser – dijo tranquilamente y logrando picar la curiosidad de la policía y de la SPK.
- ¿Otro shinigami? – preguntó Ide.
- Sí y no – Ryuk rió al ver la cara de confusión de los humanos – en este momento debería estar enterándose de su situación, je, je, ¿me pregunto qué hará? ¡Ah! Les aviso que ni yo sé a dónde se lo llevó así que no tiene caso que pregunten.
- ¿Cómo saber que no mientes? – preguntó Gevanni.
- Je, no hay forma – dicho esto volvió a reír – yo sólo estaré aquí mientras la libreta no se acabe o su propietario muera – Ryuk miró a Aizawa y a Near - ¿Qué piensan hacer con la Death Note?
- Destruirla – contestó Near – esta libreta no tendría que existir, es sólo un arma homicida, Lidner hay que avisar de la desaparición de Light Yagami a su familia y a Misa Amane – la mujer asintió – si algún ser sobrenatural se lo llevó no quedará de otra que esperar a que le deje salir de donde sea que le tiene aunque organizaremos una búsqueda de todas formas.
- ¿Pero cómo? Podría estar en cualquier parte del mundo incluso puede que ya no esté aquí, será casi imposible ubicarlo – dijo el comandante Rester.
- Por eso mismo le pediremos ayuda a dos personas, su colaboración nos ayudará mucho – dicho esto Near tomó la libreta que él tenía y sacó un encendedor – es hora de destruir esto – miró a Aizawa, quien asintió y sacó la otra libreta para prenderla fuego junto a la otra.