Un día más en el que él problemático pelinegro tendría que despertarse para ir a la dichosa escuela, el lugar menos deseado a su parecer. Nunca había prestado atención a los estudios como debería ya que no era dedicado, en cambio sentía gran pasión por el deporte, prefería ir a practicas que entrar a clases, por si fuera poco su conducta dejaba mucho que desear, variados reportes había tenido hace apenas una semana.
Si no fuera porque aún mantenía buenas notas, dejaría de asistir. El somnoliento chico terminaba de abrocharse los botones de la camisa blanca del uniforme mientras ocultaba la rebelde cabellera con una gorra al azar. Bajó las escaleras decidido mientras iba visualizando de reojo el lugar. Ella estaba ahí nuevamente en la sala discutiendo tras el teléfono, quejas era lo único que se escuchaba de su parte. Era algo del diario pero esta vez no se quedaría a soportar como su madre le seguía reclamando cosas a su distante padre, cualquier opción era mejor. ''Me voy, regresaré algo tarde.'' le hizo saber antes de salir de una sola.
Llegaría mas temprano que de costumbre al salón pero la posibilidad de reconciliar el sueño le alentaba.
Dejó pasar el transporte sentenciándose a caminar las cinco cuadras necesarias para llegar al plantel. Su reproductor de música en opción aleatoria era el único acompañante importante en aquellos momentos, Ignorar por completo su alrededor y solo prestar atención a sus artistas preferidos, ese era el plan. En corto tiempo había pisado la entrada principal, grandes rejas blancas entre abiertas y los primeros árboles aparecían.
Ignorando la agradable mañana que se presentaba se adentró hasta el edificio donde estaba su salón asignado. Revisó el reloj de su diestra que marcaba justamente las 7:00 a.m, llegaría tarde a la primera clase pero que más daba, la puntualidad era otra cualidad que no poseía.
Esperaba encontrarse con gente en los extensos pasillos pero no fue así. Para verificar mejor se retiró los auriculares guardando estos junto con el aparato en el bolsillo delantero del pantalón. Sin demorar giró la perilla adentrándose a la especie de aula. ¿Porque no había nadie? luego de un corto transe, el intento de estudiante recordaba que era miércoles, la primera hora comenzaría en el laboratorio y no a las siete si no a las ocho para ser mas exactos. Maldijo de una y mil formas su mala memoria al paso que bajaba las escaleras, a mano derecha por fin encontraría el tan hablado laboratorio. Entró sin siquiera pedir permiso, tampoco se molestaría en hacerlo, reconoció algunas caras que confirmaban sus suposiciones. Con un corto saludo se situó en una de todas las mesas de parejas, no tenía deseos de compartirla por lo que le permitió a su mochila tomar asiento a su lado.
Extendió ambos brazos estirándose para regresarlos formando una almohada con los propios antebrazos dándole mas comodidad al recargar su frente. Esperaba así que surgiera una oportunidad de dormir un poco antes de que todos los demás llegaran dando inicio con la aburrida clase.
- El joven de gorra oscura, Ya despierte.- Una ronda de risas se propiciaron después de aquellas palabras, el profesor había llegado sin siquiera avisar.
- Estoy despierto.- Reclamó tratando de defenderse el malhumorado chico volviendo a reincorporar su cuerpo en la silla.
- Y bien ¿Quién te dijo a ti que estaba permitido usar gorra durante clases?.- Preguntó retante el estricto mayor en un intento de intimidar al chico.
- En ninguna parte del reglamento lo prohíbe así que no pienso quitármela si es lo que está esperando que haga.- Era de admirarse que tan maleducado adolescente pudiera defenderse tan bien. Sus compañeros se encargaban de formar una atmosfera sofocada exclamando sonidos al unísono.
- ¡Guarda silencio si no quieres que te saque de mi clase!.- Fue lo único que puntualizó la autoridad del grupo antes de tomar asiento en la silla tras el escritorio. El mas joven había ganado la guerra de palabras.
No hubo más respuesta después de eso. Había pasado apenas media hora de clases y ya estaba pensando en una excusa para poder salir, sacó su libreta comenzando a dibujar garabatos innecesarios o improvisados ya que solo prestaba atención para escuchar el pase de lista, el sorteo de nombres había comenzado y el suyo no tardaría en hacer presencia. ''Cha SunWoo'' se escuchó al aire y con desgano aquel nombre.
- Presente.- Había respondido una voz profunda y bastante peculiar. La verdad era que este chico estaba lleno de sorpresas.
Al haber concluido, la clase de Química daría inicio. En el pizarrón se expresaban diversos esquemas nada complicados para el pelinegro que solo se dedicó a descansar sobre la alargada mesa, nadie sospecharía pues fingía escribir como si realmente le preocupara sus apuntes. Su mente estaba en otro lado, pensar en que haría saliendo de por lo menos las tres horas que tenia planeado tomar, el que le diría a su madre regresando y en como alegrarla, ya nada funcionaba.
Ni siquiera se percató de la llegada de alguien que sostenía un pequeño recibo entre manos y por si fuera poco obstruía la vista del esquema dibujado.
Parecía estar hablando o preguntándole ciertas cosas al profesor, desde donde estaba no se podía apreciar muy bien su apariencia.
- Chicos, al parecer tienen un nuevo compañero.- Se escuchó por parte del encargado de clase quien aún leía ese papel blanco que incluía su información.
- Viene de Busán y es su primer día aquí en el plantel, trátenlo bien. ¿Por qué no te presentas?.- Había dicho lo básico y necesario, ahora le tocaba a hablar a tan nervioso joven.
- Buenos días, mi nombre es Lee Jung Hwan pero se me conoce más por Sandeul.- Comenzó a presentarse por si mismo con un tono de voz que dejaba reflejado su nerviosismos, trataba de ocultarlo con una perfecta sonrisa.
''Otro engreído'' Fue lo primero que pensó el despreocupado chico brindándole un poco de atención por un momento. No era alguien novedoso, parecía desenvolverse con facilidad cada que pronunciaba palabra, usaba el uniforme correctamente y eso indicaba que se preocupaba mas que él en los estudios. No quiso saber mas del nuevo alumno y regresó a intentar dormir.
- Hay un asiento libre a lado del chico que parece que no hace más que dormir.- Le había ayudado indicándole con señalamientos el lugar que solo era ocupado por una pequeña mochila. El chico con los ojos entrecerrados solo chasqueó la lengua al darse cuenta lo que había mencionado el profesor.
Ya no iba a poder descansar durante el resto de la clase así que Solo se resignó retirando la mochila oscura que traía desde casa, su compañero de mesa había tomado lugar y ahora le quedaba mucho más cerca aunque este ni siquiera le había saludado. Le dio la impresión de que era de ese tipo de chico que no son sociables con facilidad. No lo vio venir pero él engreído tan bien portado parecía ser distinto. Un curioso pelinegro observaba el perfil del relajado castaño quien acomodaba sus pertenencias sobre la mesa, ya había comenzado a tomar notas.
'''¿Esa es su forma de hacer amigos en su primer día?'' se cuestionaba internamente él tan fijado y nada discreto chico. Era más que obvio que le miraba pero el contrario no parecía ni siquiera notar su presencia, este se encontraba muy intrigado moviendo la pluma que llevaba en mano.
Era la primera vez que alguien ignoraba por completo al llamativo chico, prácticamente cruzaba palabra con todo el salón y aunque sabía de ante mano que nunca llegarían a ser amigos necesitaba hacer presencia, su orgullo se lo dictaba.
- Oye, ¿Por qué tanto apuro por copiar todo el pizarrón? eso viene en el libro.- Fue el chico de gorra quien intentó iniciar una conversación.
- Porque son los apuntes de la clase... Tú también deberías estar escribiendo.- Sonaba muy decidido aquel nuevo alumno que no despegaba la vista ni su concentración de su libreta. Quien estaba a su lado se llevó una gran sorpresa por su contestación.
- No los necesito pero gracias por el consejo.- Expresó el chico irónicamente mientras se acomodaba apenas su gorra amortiguando su comentario con una ligera risa.
- De nada.- Se escuchó cortante la persona que no se había unido al juego de risas del contrario.
Si que era extraño, nunca le había costado tanto trabajo conversar con una persona, tal vez no era su estilo pero por alguna razón le intrigaba mucho el comportamiento de aquel chico.
Decidió inspeccionarlo más, ver su perfil tan resaltado, no creía posible que pudiera conservar ese castaño claro con finos cabellos lacios en su lugar, sus ojos oscuros y sonrientes, esa pequeña nariz que se respingaba al final, sin mencionar esos pómulos resaltados que daban un gran énfasis a su rostro cada que levantaba la mirada. Aunque se negara a hacerlo no podía evitar descender la vista topándose con unos peculiares labios, delgados pero de un rosa muy propio, ambas comisuras parecían tener la misma forma, se notaban por igual. Su rostro tenía el complemento perfecto, no había visto algo parecido pero peor aún ¿por qué estaba prestándole atención a esos detalles? seguía siendo un hombre. Aún así era muy difícil creer que una combinación así fuera posible.
Otra razón para que su molestia se incrementara. La inquietud iba haciéndose mas notoria, por más que intentaba distraerse observando en otra dirección no había nada que le ayudase, todos trabajaban excepto él, no tendría con quien platicar.
- ¿Terminaste?.- Se atrevió a preguntar lo obvio al ver a ese castaño guardar su libreta. Se había quedado sin nada que hacer más que aguantar ser ignorado nuevamente.
- Así es.- Respondió con seriedad aquel alumno ejemplar bajando su mochila para obtener espacio libre donde recargar sus codos. - Por cierto. ¿Cómo te llamas?.- Fue la primera seña de amabilidad que dejó relucir el castaño, haciendo que su compañero extendiera un tanto sus ojos al encontrarse con su mirada, había conseguido que fuera él quien preguntara algo.
- Me llamo Cha SunWoo aunque todos prefieren decirme Baro.- Se escuchaba confiado mientras relajaba sus hombros, le daba el presentimiento que ahora sería más fácil hablar con el chico nuevo.
- ¿Baro? que extraño apodo, pero te va.- ¿Era un insulto o un alago? sus palabras le habían confundido, su cara se tornó seria y enarcó una de sus cejas.
- ¿Qué quisiste decir con eso? además, ¿Qué me dices de Sandeul?- Regresaba a cuestionar dejándose expuesto, fue una de esas personas que le habían prestado atención mientras se presentaba.
- Nada, solo es curioso. Por lo de mi apodo, no lo sé me dicen así desde hace mucho.- Y una sonrisa bastó para que el alterado chico cambiara su expresión, olvidando cualquier rastro de molestia o inquietud.
- Nunca lo había oído.- Confesó quitándole los ojos de encima, le comenzaba a afectar el mirar de su compañero.
- Tampoco me agrada mucho pero bueno. Baro, no sé si es mucho pedir pero ¿Me podrías enseñar las instalaciones durante la hora de descanso?.- El nombrado dio un sobresalto en su lugar, le tomaba desprevenido aquella confianza que había adquirido el pequeño sonriente, tampoco pudo ignorar que le agradaba que le llamara por su apodo.
- No creo ser buen guía turístico pero seguro que podría mostrarte lo principal.- Ahora dejaba ver su única sonrisa de igual manera, aunque sus planes fueran otros, no podría rechazar al chico nuevo al fin y al cabo era su primer día y justo era que conociera parte de la compleja escuela.
- Gracias.- Sin decir más se puso de pie retirando su asiento al cabo que se colocaba la mochila de gran tamaño tras sus hombros. Su compañero le miraba sin entender aún su acción.
- ¿Por qué te vas?.- Era lento en reaccionar pero había atinado a levantar la vista mirando a su alrededor.
- Ya es hora de salir, se escuchó el timbre hace un rato.- Explicó él castaño dirigiéndose al igual que los demás a la puerta.
- ¡Ey! espérame, no es bueno para alguien nuevo estar solo, parecerás perdido y se podrían burlar de ti.- Quizo excusarse en aquello poniéndose de una sola de pie mientras jalaba su mochila consigo.
- Tu tenias de compañero a tu mochila antes de que llegara y no veo que se burlen.- Esa personalidad regresaba causándole desconcierto al más alto ¿Le gustaba jugar con lo que decía?
- Sandeul ese no es el punto.- Le clavó una mirada profunda fingiendo enojo para asustarle mientras caminaba a su lado, ambos sabían la dirección del siguiente salón.
- Entiendo, ¡Pero cambia esa cara!.- Propuso realmente animado antes de detenerse en seco guiando ambas manos al rostro contrario, con los dedos índices de sus manos se había encargado de simular una sonrisa en sus comisuras ladeándolas un tanto.
El de aspecto rebelde nunca entendió porqué se alteró al sentir sus manos sobre su propio rostro, él porque de esa sonrisa que le dedicaba, no era una sonrisa común, esta te transmitía felicidad al instante, era contagiosa. Su apariencia era parecida a la de un niño inmaduro pero sus comentarios te hacían pensar si esta iba acorde a su personalidad.
¿Quién era realmente Sandeul? se había equivocado, sí se molestaría en averiguarlo para responderse todas esas confusas preguntas. Porque le daba tanta curiosidad, tal vez no lo sepa en estos momentos pero en fin de cuentas es su primer día, aún tendría tiempo para descubrirlo.
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