-¡Bummie!- Onew entró en el departamento con un precioso ramo de lirios blancos.- ¿Dónde estás bebé?- dijo al ver que no obtenía respuesta.
-En el comedor hyung.- respondió el chico, quien estaba acurrucado entre mantas pues había pillado un resfriado.
El mayor se dirigió ahí y le se sentó a su lado, escondiendo las flores.
-¿Estás mejor?- dijo apartando el batido de plátano que tenia entre sus manos y dándole las flores.
-¡Jinki!- agarró el ramo de flores y lo estrechó con cuidado entre sus brazos antes de levantarse y besar suavemente a su novio, cruzando sus manos en el cuello del mayor.- Son hermosas. Gracias hyung.
-De nada amor. Supuse que te gustarían y que te alegrarían un poco.- le besó la nariz mientras se perdía en sus recuerdos, pero sin dejar de mimar a su pareja, que siempre que estaba enfermo se dejaba mimar como nunca lo hacía. Le acercó su vaso con batido de plátano y le dio de beber, situándose detrás de él y dejando que reposara su cabeza en su pecho.
-¿Jinki?- la voz gangosa y débil de su novio le hizo levantarse del sofá con rapidez del sofá para ir a verle en el cuarto que ambos compartían.
-¡KiBum!- se acercó corriendo al verle todo rojo y sudado.- ¿Qué te ha pasado?- se arrodilló a su lado y posó sus labios en la frente, sintiéndola arder.- Ahora vengo, voy a por paños húmedos. Y un batido de plátano.- dijo sabiendo que eso era lo que su novio amaba mas tomar cuando estaba enfermo.
La Diva soltó un pequeño gemido y solo vio como su novio desaparecía por la puerta en dirección a la cocina.
Se llevó una mano a la frente, pues las pulsaciones que sufría le estaban volviendo loco pero bueno, eso le pasaba por haberse quedado debajo de la lluvia como un tonto solo porque le gustaba la sensación del agua fría en su piel.
-Te dije que no era una buena idea quedarte jugando ahí debajo y luego meterte a la cama sin siquiera secarte adecuadamente el cabello porque estabas cansado.- la voz del mayor le hizo virar la vista y dejar caer su mano hacia el colchón, completamente débil e indefenso.
-Lo sé…- susurró mientras sentía como el paño frío era colocado en su frente y su pelo apartado de ella a lo que él soltó un suspiro de satisfacción al notar el frío hacer contacto con su caliente piel.-Ahh… Siento molestarte en tu día libre yeobo.- se disculpó con sus ojos brillantes por la fiebre.
-Shhh…- se agachó y le besó los labios con cuidado.- Está bien, me gusta poder cuidarte, mi amor. Te ves tan endemoniadamente bien mi niño así tan tierno, indefenso y… bonito.- le sonrió con aquella sonrisa especial que tenía solo para él cuando estaban en situaciones tan románticas como aquella, pues el rubio no cada día estaba tan calmado como para dejar que le mimaran.
-¡No digas que solo soy bonito Lee Jinki!- dijo haciendo un puchero y girando levemente el rostro.- Yo soy el ser más perfecto del mundo.
-Ohh… Vamos amor, ya sabes que para mi eres el ser más talentoso, perfecto e incomparable de todo el universo, pero ahora mismo estás tan bonito así.- acunó el bello rostro entre sus mano y le besó los ojos, la frente, las mejillas, la nariz, la barbilla antes de llegar a sus labios.
-Solo te creo porque se odias mentir.- dijo sonriendo levemente.
-ya. Y porque te gusta que te lo diga. Y porque me amas. Y porque sabes que me gusta verte feliz. Y porque adoro esa sonrisa traviesa que tienes.- le dijo dejando más besos en sus labios.
-También.- dijo.- Túmbate a mi lado.
Sin decir nada se levantó, rodeo la cama de matrimonio y se acostó al lado del menor, al que movió hasta dejarlo entre sus brazos para que descansara mejor.
Y para que se sintiera más seguro.
-Te amo KiBum.- le susurró al oído.
-Y yo a ti, Onew.- le contestó a la vez que notaba como sus ojos se cerraban por la fiebre y el cansancio.
-¿Vas a aceptar mi chaqueta la próxima vez que te la ofrezca?- le preguntó Jinki acariciando el rubio pelo.
-Sí…- susurró el estudiante de diseñador.
-Bien.- le cubrió mejor con la manta y empezó a masajear sus sienes.- ¿Y que has hecho hoy, baby?
-Mirar doramas y beber batidos de plátano que trajo TaeMinnie la ultima vez que vino.- cerró los ojos y se dejó caer en el mundo de Morfeo.- Te amo Jinki hyung.
-Y yo a ti Key, y yo a ti.- dijo acariciando su cabeza para que se durmiera plácidamente y sin pesadillas.
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