Capítulo 1
Un día mortalmente aburrido en la sekundaria. Literalmente. Un chico que apenas conocía había caído muerto de aburrimiento a mitad de la clase. Dib ni siquiera sabía que eso era posible. Su profesor de Ciencias era tan aburrido y tedioso que los hacía extrañar a la señorita Bitters. Al menos su antigua profesora tenía historias tenebrosas para espantarlos y no los mataba de aburrimiento.
Dib miro al otro extremo del salón y vio a Zim en su pupitre, con la cabeza apoyada en su mano, la boca abierta, babeando y a nada de seguir el mismo destino que Bob que ahora estaba recibiendo choques eléctricos para revivirlo. Y el profesor ni cuenta se había dado. Al menos Bitters los hubiera incitado a que observaran el paso de la vida a la muerte.
Finalmente sonó la campana y todos se levantaron, al segundo siguiente el salón estaba vacío excepto por el profesor y Bob. Hasta los paramédicos habían dejado el aula y lo habían abandonado.
Apenas llevaba una semana en la sekundaria y Dib sabía que sería igual que en la eskuela. Todos sus compañeros ya lo llamaban raro, loco, anormal y muchas cosas más. En cambio Zim seguía siendo solo el chico extranjero un poco raro al que todos toleraban.
Suspiro resignado sabiendo que la vida de un héroe era solitaria y llena de sacrificios. Camino detrás de Zim (como llevaba años haciéndolo) y espero en una esquina hasta que lo vio entrar a su base, luego camino a su propio hogar más tranquilo. Iban a cumplirse tres años desde que conoció al invasor y en todo ese tiempo las cosas entre ellos no habían cambiado. Aunque últimamente Dib noto que su peor enemigo no estaba poniendo el mismo entusiasmo que antes en sus intentos por destruirlo.
Dib se encontró a Gaz en la siguiente esquina y fueron juntos a casa. Su padre había desayunado con ellos esa mañana por lo que su desayuno familiar anual había pasado por ese año. Su hermana fue directamente a su habitación y Dib salió al garaje donde seguía trabajando en la nave de alguna vez fue de Tak.
Luego de unas horas de trabajo mecánico y justo cuando iba a apagar la maquina por completo su comunicador espía en la base de Zim detecto una llamada de larga distancia de la Tierra a... ¡La Inmensa! Dib había visto varias transmisiones entre Zim y sus líderes gracias a la tecnología Irken de su nave y ahora que la había mejorado podría observar unos minutos más a La Inmensa antes y después de que Zim cortara la transmisión y los Altos la aceptaran.
Una pantalla apareció frente a él y Dib coloco un disco para grabar la conversación. Ahí estaban los dos Altos, el rojo y el púrpura, riéndose y comiendo rosquillas.
-Espera... –el rojo intentaba ponerse serio pero el púrpura no podía dejar de reírse- Es Zim...
-Sí, sí... ¡No puedo! –"ahahahaha" ambos comenzaron a reír como maniáticos y pronto el resto de los irkens que estaban con ellos los acompañaron- No puedo creer que después de todo este tiempo Zim siga creyendo que está en una misión de verdad –el corazón de Dib golpeo con fuerza su pecho al darse cuenta de que se estaban burlando de su enemigo-
-Shhhhttt... –lo silencio el rojo, el púrpura se hecho a la boca más rosquillas para evitar seguir riéndose- Siempre ha sido un tonto. Y siempre he querido deshacerme de él
-Mmpht, yo también –dijo el púrpura aún con rosquillas en la boca- ¿Por qué no lo matamos y ya?
-¿Recuerdas lo que le paso al supervisor Reymi cuando lo intento? ¡Voló en pedacitos!
-Sí, eso fue divertido... Zim logra que hasta los irkens estallen. Sobre todo los que intentan borrarlo.
-Exacto... Hay que esperar a la purga orgánica y arrojarlo como carne de cañón
-Mmm... Tal vez haga que explote el planeta ¡Me gustan los fuegos artificiales! –aplaudió el púrpura contento- Muy bien, acepta la llamada
-¡Mis Todopoderosos más Altos! –saludo Zim con movimiento militar, Dib sintió un pinchazo de algo en el corazón-
-¿Qué quieres ahora Zim? –pregunto el rojo con fastidio-
-Sólo reportando mis avances mis Altos. He estado trabajando en...
-Escucha Zim, tenemos cosas que hacer. Cosas importantes. No nos llames ¿sí? Nosotros te llamaremos –lo despacho el púrpura y cortaron la transmisión- ¿Cuándo nos desharemos de él? No ha sido más que una amenaza para el Imperio desde que nació... Y yo quiero ver como explota el planeta cuando lo arrojemos contra el
-Pronto, espero. Si Zim termino haciendo que la Todopoderosa Miyuki y el Todopoderoso Spork fueran tragados por una masa gigante no sé qué clase de cosa horrible podría provocarnos a nosotros.
-¿Qué tal si esa cosa regre...? –la transmisión se cortó también para Dib. El chico sujeto el disco con las manos temblorosas y subió directamente a su habitación-
Ahora entendía la megalomanía de Zim... Por eso eran tan egocéntrico; intentaba poner en sí mismo toda la confianza que necesitaba que los demás pusieran en él. Dib se refugiaba en lo paranormal para no sentirse solo pero Zim no tenía a nadie más...
¿Y si le mostraba la grabación?
Tal vez así vería que sus Altos no confiaban en él de verdad y así evitaría que la Tierra fuera invadida y la humanidad destruida. No era un mal plan. Pero por ahora tenía que dormir.