Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Faggot por amy

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Feliz cumpleaños po! *0*

Tu regalo C: 

 

 

 

 

A pesar de que casi va a acabar /facewall.

 

Me hace sentir mal el hecho de que tú escribiste algo sumamente bello para mi y yo te doy esto .___. emo mode:ON 

Notas del capitulo:

No me gustó, bueno, a decirverdad,siento que pudo, quizá, haber quedado mejor e__e Pero si lo hice con mucho cariño ;w;

No me gustaba el ReitaxKai, no me gusta el ReitaxKai y jamás me gustará el ReitaxKai e___é

Aclaro que no disfrute escribir esto(?) 

 

LOL;;

Hay dos cosas que Akira Suzuki no logra soportar, la hipocresía y la traición. Y ver a uno de sus mejores amigos revolcándose con su noviecita recién estrenada, quedaba perfectamente clasificada allí.


-Vamos, hombre, no es para tanto…- le intentó calmar Aoi. –De todos modos sabías que es una puta y ni siquiera te gustaba.- más que calmarlo, parecía reírse con cinismo oculto entre sus palabras.  Y Akira no lograba aguantar que se burlaran  así de él.


-Claro, igual de puta que tú, perro urgido.- verle con odio no alcanzaba más que a subir el ego de Akira, pero eso no alcanzaba a rellenar el perdido por semejante burla.


Y eso no se quedaría así.


-Putas.- masculló con odio, se sentía traicionado dolido y como un payaso. No lo demostraba, era obvio, además, Aoi no se volvió a aparecer frente a él en los últimos dos días después de haberle casi roto la cara.


¿Y qué hay de su preciosa novia? Pues nada, Akira fue gentil; después de decirle puta y demás adjetivos “cariñosos”, le escupió y publicó algunas fotos “sexys” que ella misma le había dado para desquitarse en las noches que no se veían. Así es, era muy considerado.


Sin embargo, aún faltaba algo, no se sentía completo, más por la traición y cinismo de su ”amigo” que por otra cosa, debía hacerlo pagar.


Y no esperaba que la solución le golpeara el pecho inesperadamente.


-Lo-lo siento…- murmuró con algo de temor, retrocediendo varios pasos para su protección.


Akira lo vio y no pudo más que sonreír macabramente.  ¿Cómo no se le ocurrió antes?


-A-Akira… ¿Estás bien?- preguntó con el flequillo casi cubriendo por completo sus ojos.


-Muy bien, Uke, muy bien…- respondió, recalcando su nombre en un tono que se le antojó sombrío al otro.


¿Qué mejor que desvirgar al preciado tesoro de tu enemigo?


--/--


Y fue así como Akira se vio en la casa de su presa, siendo tratado tan formalmente que empezó a darle asco la situación.


Nunca había tenido problemas con las personas homosexuales; podía ser un idiota pero los respetaba, por el puro hecho de compartir ciertos gustos con ellos. No era completamente gay, ni completamente hetero, estaba en un punto medio y le gustaba así. Sin embargo, jamás dejará que su culo fuera el profanado.


Sabía que Kai gustaba de él. Sabía que ese crío de quince años, ignorante y por demás casto, estaría dispuesto a entrar en su pequeño juego, sólo tenía que convencerlo, y eso, sería bastante sencillo.


Sin embargo, aguantar una conversación con esa empalagosa sonrisa no era lo suyo; él no hablaba mucho y menos con personas que apenas conocía e irradiaban alegría y energía hasta por los codos.


-¿Te sigo gustando?- preguntó directamente, cansado de la palabrería del menor, este se quedó helado al escucharlo. Le vio temblar.


-¿De qué hablas?- desvió la mirada con cierto nerviosismo, Akira sonrió.


-¿De qué ha de ser? Una vez te me declaraste, ¿no?- bajó la mirada, avergonzado. El rubio no pudo más que alegrarse.


-Ah, eso.- murmuró recordando su patética confesión hace apenas unos meses quizá. Ahora se arrepentía de haberse fijado en el mejo amigo de su hermano, cuatro años mayor que él. Había convivio varias veces con él, lo malo es que sólo eso bastó para atrapar su corazón de adolescente.


-¿Todavía es así?- preguntó ya un poco desesperado. No es que no tuviese corazón o algo parecido, su principal meta era hacer pagar a Aoi de su traición y esa era la mejor manera hacerlo explotar. Porque, desde hace meses, Aoi le había advertido de los sentimientos de Kai y le había prohibido rotundamente el que algo existiera entre ambos. A Akira no l gustaba tanto Kai, pero le atraía y si antes no había logrado algo con él, ahora era cuando.


-¿Por qué lo preguntas?


-Tú  sólo contesta.


-Sí…


¿Qué más faltaba?


Akira lo acorraló contra el respaldo del sillón y atrapó sus labios ferozmente, los abrió y metió su lengua sin permiso ni cuidado alguno a su cavidad. Kai, por mientras, se colgó de su cuello y respondió al inesperado pero muy deseado beso.


Las manos del rubio ya se encontraban desabrochando la camisa escolar del menor, con ansias. Se desesperó con los últimos, por lo que, rompiendo el húmedo beso, se separó y arrancó, literalmente, y así poder quitarla y lanzarla al suelo.


-Akira... no…- le detuvo con la cara completamente roja.


-¿No qué?


-No… quiero…- murmuró avergonzado, estaba confundido por lo que pasaba, pero a ese desenfrenado beso no se había podido negar. Sin embargo, sabía las intenciones del rubio y le daba miedo.


-¿Por qué no?- recibió silencio. Sólo déjate llevar, yo me haré cargo de todo.- le aseguró con una sonrisa.


-Pero…- intentó replicar, más el rubio no se esperaría por contemplaciones. Lo calló con un beso igual de salvaje que el anterior. Quiso reír al ver la poca resistencia del menor, aunque era obvio ver una pronta erección en un adolescente con las hormonas alborotadas en tan poco tiempo, claro.


Dejó sus manos pasearse ansiosas por su pecho, recorriendo su liso abdomen, perdiéndose en sus caderas. Kai empezó a moverlas hacia delante, llegando a topar su miembro con el de Akira, robándoles a ambos un suspiro.


Las manos del menor, al contrario del otro, se encontraban temblorosas, enganchadas de la nuca del rubio. El cual yacía repartiendo sutiles besos en el cuello de su presa, mordiéndolo a propósito, dejando su marca en esa pálida piel y tan suave al contacto.


-Ahh… Akira.- gimió quedamente, echando su cabeza hacia atrás. El rubio aprovechó esta acción para seguir explorando su piel expuesta. Fue bajando, dejando un húmedo camino con su saliva, mordiendo la piel bajo sus labios de vez en cuando.


-Eres virgen, ¿no?- preguntó llegando a sus pezones, jugueteando con uno con su lengua, ensalivando, dándole vueltas a aquel indefenso botoncito.


-Sí…- respondió a duras penas, su cuerpo entero estaba paralizado, seguía teniendo mucho miedo pero deseaba a Akira desde hace tiempo, conocía su reputación de don juan, de calienta camas, de todo, pero, aun así, no le importaba, si lograba complacerlo una vez, podría hacerlo siempre y deberás que quería estar con él.


Akira sonrió. –Pues hoy se termina eso.- dijo con orgullo, al menos aún podría cumplir con su elaborado plan, y, más que otra cosa, complacerse por un buen rato.


-Akira…- el nombrado sintió su miembro temblar, no era la primera vez que lo hacia con un hombre, conocía sus mañas y sabía que podían ser más putas urgidas que una mujer. Sin embargo, los gemidos inocentones que se cargaba Kai le engatusaban y lo hacían ponerse ansioso, ya deseaba hacerlo suyo una y otra vez, metérsela todita hasta dentro, romperlo por completo.


Pero no.


Tenía que retrasar el momento todo lo que fuera necesario, quería que Aoi llegara y los viera en pleno acto, que se purgara al máximo por su atrocidad. Quería que fuera testigo de los gritos que su hermano podía dar.


-Vamos, Kai, compláceme un poco.- dijo separándose, acomodándose en el sillón.  El menor o miró con duda y se acercó despacio.


-¿Te has masturbado?- preguntó mientras desabrochaba sus pantalones, Kai se sonrojó y asintió levemente después de unos segundos.


-Entonces ayúdame con esto.- pidió, señalando su miembro que aún yacía oculto entre la tela del bóxer.


-Pero… Akira…


-Oh, vamos, ¿Acaso no quieres? Creí que me querías.- habló con un tono de decepción.


-Sí lo hago pero, ¿Y tú?- preguntó con cierta desconfianza.


-Si no, no estaría aquí.-respondió cínicamente, acercándose para terminar de convencerlo con un beso.  Ahora veía porque Aoi le había prohibido acercársele, el tipo era un ingenuo y crédulo de primera, debiera ser por culpa de lo consentido que le tenían, después de todo, era el nene de la casa.


-Si me complaces yo te complaceré más, y así una y otra vez.- le susurró al oído, antes de morder el lóbulo de su oreja, a la par que sus manos intentaban desabrochar su pantalón. Kai temblaba pero su cuerpo ya estaba caliente y le impedía pensar y reflexionar las cosas más claramente.


Sin embargo, fue hasta que sintió al rubio acariciar su miembro, cuando mandó su cordura al a mierda.


-Aki… ahh… ah…- recargó su espalda en el sillón y apretó sus puños con fuerza.


-¿Te gusta?- preguntó con una sonrisa.


-Sí… ahh…


-¿Y qué tal esto?- sacó el miembro del castaño por completo de su prisión de tela y lo acarició de arriba abajo, dejando su pulgar en el glande, apretándolo con fuerza.


-Ahh… ¡Ahh!- jadeó y se sintió hundirse en el mullido mueble.


-¿Lo ves? Sólo debes dejarte llevar, yo me encargaré de darte placer, Kai…- fue de nuevo a sus labios y los beso con parsimonia, el menor le fue correspondiendo poco a poco.


Akira siguió acariciando el miembro del menor, ahora con ambas manos, sus dedos subían y bajaban por toda su extensión, apretándolo y enterrando sus casi inexistentes uñas en  él, haciendo gruñir al castaño.


Después de unos minutos más, Kai no pudo evitar correrse en las manos del rubio, soltando un agudo gemido pegándole a grito.


-Akira… lo… siento…- dijo con la respiración entrecortada y la cara más roja que un semáforo, señalando su flácido miembro manchado de su propio semen.


-No importa, pero ahora tú me tienes que complacer, ¿bien?- el castaño asintió lentamente  colocó sus manos sobre la erección del rubio. –No, no, así no.- espantó sus manos y para cuando Kai le miró con las cejas alzadas, preguntando que hacer, la mirada del rubio se ensombreció.


-Ponte de rodillas.- ordenó, acomodando su posición en el sillón ya manchado de blanco.


El menor le obedeció y se hizo lugar entre las piernas de Akira, tal y como le había indicado.


-Ahora, quiero que te lo metas todito en la boca.- el semblante de Kai no pudo deformarse más de lo que ya estaba y Akira aseguraba que seguramente estaba por desmayarse.  –Hazlo, que no te va a morder.- le animó, riendo.


No le quedaba de otra, ¿no?


Kai miró la erección del rubio, ahora entre sus manos. Con sumo nerviosismo, fue acercando su boca hacia la punta.


-Así… ahora… baja…- el castaño obedeció y fue introduciendo el miembro del ubio por completo en su boca, sintiendo ligeras arcadas.


-Ahh… así…- gimió y tomó sus cabellos, jalándolo hacia arriba y soltándolo, Kai le entendió y él solo empezó a meter y sacar su miembro de su boca.


-A-priétalos…- dijo refiriéndose a sus testículos, como sino fuera suficiente. Sin embargo, Kai le obedeció, coló sus dedos entre ellos y los apretó con un poco de fuerza, luego volvió a sentir un jalón de cabello, por lo que siguió con sus lamidas.


Era un principiante, por lo cual,  era obvio que no supiera qué rayos hacer, pero, aun así, lograba saciar un poco del apetito sexual que crecía y crecía en su interior.


-Ya, apártate.- el castaño así lo hizo, sintiendo sus labios entumecidos al tener dentro la polla de Akira.


El rubio vio sus manos aún manchadas de aquel líquido viscoso, sonrió. –Lame.- colocó tres dedos frente a Kai.


-¿Para qué?


-Para que no te rompa tan feo el culo, dulzura.- explicó y vio con sorna como ponía los ojos en blanco. –Anda ya.- le apresuró y, una vez más, el ingenuo de Kai, tuvo que ceder. Sacó su lengua y recorrió los dedos del mayor, sintiendo el sabor amargo de su propio semen.


Cuando los sintió suficientemente húmedos, los sacó y obligó a Kai a ponerse en cuatro rente a él, dejando su trasero a la mejor vista posible.


Sonrió y le tomó de las caderas, luego tanteó cerca de su entrada.


-Espe- espera… Akira…- tartamudeó al sentir los dedos del rubio encima de su trasero.


-¿Qué?- preguntó con cierta molestia, pero sin detenerse. –No es momento de dudar, Kai. No te haré daño, ¿si?- le habló con dulzura y besó su espalda, no esperó respuesta cuando ya introdujo uno de sus dedos en el ano del menor. Provocándole un desgarrador grito que hizo eco en la casa entera.


-Akira, no… sácalo, ¡Duele!- lloriqueó cayendo al suelo, pero su trasero permanecía arriba, debido a que el rubio lo tenía firmemente agarrado.


-Shhh… cálmate.- dijo Akira, cansado de tantas contemplaciones, pero tampoco haría del caso una violación o sería contraproducente su pequeña venganza.


Kai mordió su labio e intentó hacerle caso, el rubio acarició sus caderas, luego su espalda, pero tuvo otra idea mejor, por lo que debía llevarla a cabo.


Después de uso minutos, Akira introdujo el segundo dedo, recibiendo un quejido, finalizando con el tercero, terminando en un suspiro.


Hizo círculos cada vez más grandes, tampoco quería cogerse un hoyo del tamaño de una puta. No, de hecho, Akira veía una oportunidad única, lo haría con un hombre virgen menor que él. Era un poco emocionante.


Se cansó. Lo obligó a recargar todo su peso en sus rodillas nuevamente. –Ahora, dulzura, viene lo bueno… Demuéstrame cuanto me quieres, precioso…- sacó sus dedos y oyó al otro jadear. Tomó su miembro aún erguido y lo dirigió hacia el ano del otro, restregó la punta en las orillas.


-Ahh… Aki….- gimió apretando sus puños.


Akira sonrió y, sin avisar y sin más contemplaciones, introdujo su miembro de lleno y bruscamente en su interior, provocando que volviera a caer y casi se diera de bruces en el suelo, lo que provocó una inclinación no planeada, pero que le gustó.


-Shh…- le calló al oírlo quejarse por el dolor y, sintiéndose embriagado de la calidez que desprendía su entrada y lo caliente que estaba su miembro, decidió agradecerle de alguna forma. Deslizó una de sus manos por sus caderas, hasta llegar al miembro de Kai, el cual tembló al contacto de sus dedos.


No faltaron más palabras, Akira empezó a embestirlo con fuerza, sin miramientos,  sin importarle nada más que morir ahogado entre los gemidos mezclados de dolor y placer de Uke, le valía todo en esos momentos, tan sólo quería romper ese culito que le sabía gloria.


-Ahh… Aki…ra…. Ahh…- al fin podía disfrutar del vulgar contacto, movió sus caderas al compas de las embestidas, o eso intentó antes de sentir como el rubio acariciaba frenéticamente su miembro.


-Ahh… Kai… eres… delicioso…- gimió mientras daba otra estocada, inesperadamente que hizo gritar fuertemente al castaño. Akira sonrió e intentó dar en ese lugar nuevamente, lográndolo.


-¡Ahhh! ¡Akira!... Ahhh… joder… ahh…- gemía imparablemente, cegado del placer que ese acto le provocaba, no quería que se detuviera.


El rubio siguió con sus fuertes y certeras embestidas, mientras su mano seguía masturbando ferozmente al castaño debajo suyo.


Kai no resistió por mucho más, su miembro lleno explotó al sentir el orgasmo azotar su cuerpo, toda su esencia quedó impregnada en la alfombra.


Akira le siguió después de unas cuantas embestidas más,  se corrió casi por completo dentro pero el sonido de la puerta lo obligó a salir y manchar el trasero del castaño con su semen.


¿Qué se siente ver el culo de tu hermano profanado y a él gritando como perra en celo?

Notas finales:

Qué tal? -espera jitomatazos-

 

Sólo espero que te haya gustado aunque sea un poco ;A;9 

Y ahora si, diré mi discurso cursi e__e (?

Akuma, Xime (xDDDD), po'

Tú fuiste de las primeras que conocí cuando empecé a escribir en jmusic, fuiste mi primer amiga y me has apoyado en todo, tanto en mis fics como en mi vida personal. No sabes cuanto lamento que vivamos tan lejanas y sean pocas las veces que hemos convivido (dos lol xDDD) pero vos sabe que eres una persona muy importante para mi.

Aunque no puda hacer mucho, pudes confiar en mí y sabes que tienes mi apoyo en todo.

Le cursi mode: off

 

Bueno, disculpa por darte esto tan tarde :c Ya sabes que mi bro es culei y me quita e____é

En fin, enserio espero que te haya gustado .___.

Yap, te quiero un ch!ngo C: ~

 

 

Amy fuera!! 8DD

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).