Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Until We Bleed por Haru_Sence

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Esta en primera persona, narra Aoi.

La noche del 28 de Marzo fue de seguro una de las más bizarras en toda mi vida. Desde hacía semanas  no tenia más en la mente que tu imagen, tus recuerdos, tus palabras y las mías mezcladas con esas otras que nunca dije. Tus mirada, tu cabello claro, tu cuerpo, tus gestos al dormir, reír y hasta llorar.

-¿Por qué lloras?-

-Por que no quiero seguir siendo así- Refregué mi rostro contra las mangas del polerón color plomo que llevaba. -Por que no puedo olvidarlo, por que lo extraño y el a mí no, por que quiero confesarle esto que siento desde hace tanto, pero tengo miedo... por que siento que ser "diferente" ha arruinado toda mi puta vida- confesé finalmente mordiendo mi labio inferior con una sonrisa nostálgica mientras sentía nuevas lagrimas rodando por mi rostro.

-Pues ya no lo hagas más- me respondió incitándome a superarlo, luego me abrazó tiernamente, me saco una pequeña sonrisa inesperadamente cuando en mi oído susurraba lindos cumplidos esperando darme esa confianza que siempre me ha faltado. Entonces consideré la idea de salir con esa persona, se nota que me quiere de verdad, se preocupa por mi, tampoco esta mal en aspecto...pero no, no podía verme con nadie más que Uruha, a pesar de que no sabía de él desde que se mudó de ciudad con su familia. 

A eso de las cinco de la mañana ya estaba en casa, cómo de costumbre no había nadie en casa, habrán tenido alguna reunión, pensaba sintiéndome particularmente solo. Me encerré en el baño a llorar cerca de una media hora más para luego limpiar mi maquillaje corrido. 

-Soy patético- Dije viéndome al espejo. Esos ojos rojos y brillantes miraban con odio el reflejo de ese espejo; hacía tiempo que mi autoestima estaba destruida y la única persona que había logrado hacerme sentir bien ya no estaba más con migo. Volví a mi habitación,  mire con paciencia mis paredes llenas de papeles, dibujos y pósters. La mayoría eran dibujos de la calidad del de un niño de kindergarden, hechos por Uruha, con frases o representaciones de anécdotas que nos pasaban a diario, en el momento que llegábamos al centro de tokyo, éramos juntos unos rockstars, conocíamos a todos los jóvenes más extravagantes de la ciudad, habíamos salido con las mujeres más bellas de por aquí también, cada día conocíamos en promedio a unas diez personas nuevas y estábamos en el centro de cada fiesta y reunión social. Sentía que era de los populares por una vez en mi vida,  pero apenas te fuiste vi cómo dejaba de ser lo mismo, sin ti no veía razón por la cual salir, por la cual socializar, para que seguir hablando con esos hipócritas del centro de tokyo si podía ser que los perdiera en cualquier minuto cómo paso con tigo, no quería querer a nadie como a ti de nuevo, para no salir lastimado, me vi completamente solo casi antisocial en cosa de 8 meses. Y nunca me recobré. No veo por la misma razón a nadie que valga la pena, siento que a nadie le importo, ni nadie se preocuparía o lamentaría mi perdida. Ni mi familia me quiere, soy la oveja negra, el descarriado, una decepción.

Tomé un puñado de píldoras, cuando me las recetaron por intento de suicidio sentí que era una vil ironía, ¿cuantas veces había tomado pastillas sin receta para intentar matarse adormecido? ¿y para curar ese mal? Pues más pastillas.

-La estupidez humana me sorprende- sonreí sintiendo que sería la última vez que lo haría sinceramente. Mire las píldoras en la palma de mi mano, tan coloridas, llamativas, cualquier niño se las echaría a la boca sin comprender el riesgo de esto. Tan preciosas y  peligrosas, pensé antes de echármelas a la boca y tragarlas todas de una vez, no sentí ningún relajo, nada diferente así que tomé los frascos de nuevo y termine de vaciarlos ingiriendo hasta la ultima píldora de cada frasco. Calculé el tiempo que me quedaba consiente, deduje una media hora antes de no poder sostenerme de pie por el sueño.

-El suficiente...- Dije marcando en el teléfono tu viejo numero de celular. Comenzó a marcar, primer intento, nadie contesta, segundo, tercero, hasta la quinta oí el chasquido del otro teléfono contestando. 

-¿Diga?- Bostezaste con una voz irritada.

-Uruha... - dije cómo en un suspiro, no sabía si tu voz había cambiado mucho, o llevaba mucho sin escucharla.

-¿Quien habla?-  dijiste en voz baja, de seguro no quería despertar a nadie.

-¿No me reconoces?- dije un tanto triste.

-¿A..Aoi eres tu?- oí tu voz alegrarse por un segundo.

-Si Uru, soy yo... perdón por despertarte- sentí mis ojos empañarse.

-No te preocupes, ¿Que hay de nuevo, cómo esta la gente allá en Tokyo?- 

-B-bien- Mentí, no tenía idea realmente. - Pues... la verdad te he extrañado mucho, más bien, me has hecho falta- Se escuchó ese pequeño suspiro que hacías cuando  reías avergonzado.

-Que raro eres Aoi- Reíste. -También te extraño-

-Bueno pero, que novedades tienes Uru-

-Pues...no hay mucho pero estoy saliendo con una chica muy linda, te gustaría es un poco de tu tipo- Sentí latir mi corazón de forma dolorosa.

-No me digas...-

-¿Y tú, aún tienes novia, o alguna chica nueva?-

-Pues en parte por eso te llamaba, quería contarte algo-

-¿Buenas noticias?-

-No exactamente-

-Cómo es eso...¿terminaron con tigo?- dijiste preocupado.

-Estoy enamorado Uruha... nunca había sentido algo tan fuerte por alguien- Dije mirando el piso sintiendo desde el fondo cada palabra que decía.

-¡Aoi, me sorprendes! ¿Cómo es ella?-

-No es cómo cualquier chica, Uruha. Esa persona es especial, me enamore por su carácter, su personalidad, su sonrisa, su elegancia, su risa... -

-Bueno, cálmate, cálmate- Reíste de nuevo. -Siquiera dime su nomb...

-C-cómo dices?- Sacudí mi cabeza, comenzaba a pesarme la mirada, debía apresurarme.

-¿!Quién es la afortunada!?- 

-No creo que lo sea- 

-Aoi, no te pongas así, sabes que eres atractivo, a demás de  ser gracioso, sociable, cariñoso y una persona difícil de olvidar- Trataste de consolarme.

-Te amo Uruha...- Un corto silencio provino luego de mi confesión. 

-¿C-cómo dices?-

-Siempre te he amado Uruha, perdóname, perdóname... pero no puedo dejar  de pensar en ti, por eso te llame, por que... me prometí que-

-Yo también... -Me interrumpiste.

-¿Que?-

-También te amaba-

-¿me amabas?, ¿acaso ya no?-

-No Aoi... Cuando me mude, decidí superarte y me costó en un principio, pero siento que ya lo he logrado en un 90% y creo que deberías hacer igual, no te imaginas cuantas personas morirían por tener a alguien como tu... gracias, de todas formas me hace feliz saber que no era solo yo-

Sentí cómo naturalmente me desplomaba sobre el piso con lágrimas en los ojos.

-Tu no entiendes, yo te amo, aún lo hago y no puedo superarte- Grité impotente ante tu respuesta.

-Lo sé, yo te entiendo, sentí lo mismo... pero- Comenzaste a defenderte con un tono afligido.

-No, no es igual. Por  que yo no pude seguir sin tenerte, así que no compares mi amor con el tuyo...- dije al borde del quebranto.

-Aoi... te quiero, te quiero mucho y te extrañaba pero no quiero enamorarme de nuevo, por que duele demasiado... amarte, duele más aún si te tengo lejos- Susurrabas reteniendo tu llanto que se hacía escuchar entre cada palabra.-Prométeme que... harás hasta lo imposible por cambiar tus sentimientos, por favor, no quiero que sufras-

-No sufriré más Uruha, puedes estar seguro- Apoyé mi cabeza en el piso, sentía cómo comenzaba a dificultárseme hasta el habla.

-Aoi kun... ¿no estarás pensando en?...- Reí un par de segundos, esa risa melancólica que me caracteriza al momento de ocultar algo.- Aoi, te pedí hace meses antes de mudarme, que me prometieras, que no cortarías mas tu cuerpo, que no intentarías ahorcarte de nuevo, no mientras yo viviera... me devastaría saber... que algo te pasa si no estoy cerca para salvarte de nuevo- Tenías razón yo te prometí no cortarme más, no hacerme desangrar... varias veces ya lo había hecho y una vez hasta casi muero, de no ser por que me encontraste en mi pieza frente un charco de sangre, ése día yo estaba semi-conciente pero dos días después desperté en el hospital, ni mis padres ni mis hermanos estaban allí, pero tú estabas dormido, tomando mi mano preocupado.

-No lo hice ni lo haré Uruha...Sin embargo ya no puedo poner marcha atrás-

-Yuu chan...que hiciste- guardé silencio completamente sumido en lagrimas oyendo el resonar de tu voz en mis oídos, gritaste-¡Yuu dímelo, maldición!-

-Me quedé sin suministros de antidepresivos digámoslo así, y mucho temo que tomé otros que ni siquiera sé que eran... pero estoy bien Shima, ya no me siento triste, sin embargo, lloro... lloro y no se  bien por qué es- dije con una sonrisa en mi rostro con un tono sarcástico oyendo cómo ahora lloras por el auricular del teléfono.

-Por que me haces esto... Aoi, por qué tenías que hacerlo- 

-Por que dolía tanto, por que paso tanto tiempo sin saber de ti, que me sentía muerto, la diferencia ahora será solo que no estaré conciente para sufrir tu ausencia. Ya no más- Suspiré sintiendo mi pulso bajar lentamente, sentí frío. -Nunca más Shima...-

-¡Takashima! ¡que haces despierto!- escuche con suerte a tu madre gritar. 

-¡Mamá tienes que llamar a los padres de Aoi, intentó matarse nuevamente, creo que hay poco tiempo, por favor!- te escuche gritarle,  ella se espantó en cosa de segundos escuche cómo tu madre gritaba histérica por el teléfono. -Aoi, Aoi, tienes que permanecer  despierto, tus padres van en camino, por favor, no te duermas Aoi, ¡no cierres los ojos!- me gritabas entre enojo, preocupación y un profundo llanto.

-Repítelo...- dije en un tono bajo.

-¿C-cómo?-

-Repítelo Shima... mi nombre, dilo con ternura de nuevo...- sonreí abriendo mis ojos y volteando a ver el techo. 

-Aoi... , Aoi... no te pongas así tienes que soportar un poco más... Aoi, yo te necesito, perdóname por no llamarte, perdóname por no decirte todo eso antes..Aoi...- 

-Te amo Shima... - Dije finalmente sintiendo mis dedos ceder y soltar el teléfono, y sentí como todo mi cuerpo se entregaba a ese sueño, del que no iba a despertar, era feliz de nuevo cómo no lo había sido desde tu partida oyendo cómo de nuevo llamabas mi nombre, quizás entre gritos, entre lagrimas, dolorosamente, triste, pero me llamabas a mí y a nadie más. Te amo, Te amo tanto pensaba antes de dar mi ultimo respiro y luego de eso, no sentí más, no oí ni un ultimo eco, ni nada y todo se volvió negro.

Notas finales:

No se por que escribo cosas tan deprimentes u___u ... asdf ojala les halla gustado <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).