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Mientras duermes por Winy9

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Notas del fanfic:

 

 

-          ¡Cho Kyuhyun, mueve tu culo hasta aquí!

Para nadie es un secreto en Super Junior que Ryeowook odia que le toquen sus cosas, que entren en su habitación sin su permiso, que lo molesten mientras cocina y que le llamen bajito. Por eso a nadie le sorprende ese mal carácter con el que ha llamado al maknae, que ahora mismo se dirige orgulloso, tranquilo y sonriente hacia la habitación de su compañero, desde donde proviene la voz. El dulce y tierno Wookie desapareció en el mismo momento en el que el más pequeño le robó su osito de peluche.

Porque eso es otra cosa que todos saben, Ryeowook no puede dormir si no es abrazado a ese osito peludo y enorme al que parece tenerle un cariño especial. Fue el mismo Kyuhyun quien se lo regaló en algún cumpleaños anterior, pero ahora ha decidido que es hora de quitárselo. Por eso, esa misma mañana, cuando Wook hacía el desayuno para todos, él entró en el dormitorio y reemplazó al osito por una notita.

No te preocupes, está en buenas manos… por ahora.                                               

Kyuhyunnie.

-          Has infringido dos de mis normas más importantes – le sigue gritando aunque ya está junto a él -. ¡Devuélvemelo!

Kyuhyun niega con la cabeza sin perder un ápice de esa tranquilidad que no suele abandonarlo. Ryeowook comienza a respirar profundamente, está claro que él no piensa tener la misma paciencia que el otro. Lo señala con el dedo índice y camina hasta estar a pocos centímetros del pequeño.

-          O me lo das o te juro que enveneno tu cena.

-          No. No tienes esa picardía, no todo el mundo tiene mi don – le guiña un ojo y le saca la lengua burlonamente -. Tendrás que hacer algo por mí.

-          ¡Es mi osito y lo quiero, Kyuhyun, no tengo por qué hacer nada para recuperarlo!

A nadie podría extrañarle ahora que sea una de las voces principales del grupo. Kyuhyun se aparta de él para prevenir una futura sordera que puede adquirir si siguen tan cerca. De todas formas sigue sonriendo cuando se encoge de hombros y le da la espalda para marcharse. Ryeowook debe reconocer que tiene razón, no tiene la valentía necesaria como para dejar algo suyo en manos del perverso maknae.

Así que lo sujeta por la muñeca, baja la mirada y se prepara para humillarse como está esperando Kyuhyun. Algún día, cuando pase mucho, mucho, mucho tiempo y él ya no se acuerde de esto y no pueda culparlo por ser una venganza, borrará todas sus partidas en cada juego. Já, a ver quién tiene picardía y quién no.

Pero, mientras tanto…

-          ¿Qué quieres que haga?

Kyuhyun acaricia su mejilla con delicadeza, parecería un gesto tierno de no ser por su sonrisa triunfante y un tanto maquiavélica que le pone los pelos de punta a Ryeowook. Le da un manotazo a la muñeca de Kyu para apartarlo de él y este se ríe de todas maneras.

-          Quiero que me acompañes al cine.

¿Eh? ¿Al cine? ¿Solo eso? Ahora es el turno de Ryeowook para sonreír.

-          ¿Y a ti te llaman Evil Maknae? – dice burlón.

-          No tientes a la suerte, pequeño.

 

Y entiende a lo que se refiere cuando llegan al cine. Su cara se vuelve roja por completo cuando empieza la película y entiende qué clase de película es. Kyuhyun no puede dejar de reír, ¡ni que estuvieran en una comedia! Oh, por favor, ¿y si alguien los ve allí? ¿Qué dirán de ellos? ¿Qué será de su imagen pública? ¡Podrían meterlo hasta en la cárcel!

Bueno, vale, nadie va a la cárcel por ver una película porno en el cine, pero de todas formas, esto es asqueroso. Apenas hay tres personas más en la sala y prefiere no saber qué hacen. ¿Por qué lo ha traído aquí? ¿Qué pretende? Si ya sabía él que últimamente el pequeño se estaba juntando mucho con HyukJae.

-          Deja de reírte, capullo – murmura dándole un codazo, intentando ocultarse tras el sillón de delante.

-          Esa boca, Wookie – lo regaña entre risas.

-          ¡¡¿Esa boca?!! ¡¡¿Te has dado cuenta de dónde estamos?!! ¡¡Vámonos de aquí!!

A nadie parece importarle que grite, pues tampoco es el que guión de la película sea muy complicado de entender. Kyuhyun lo mira parando de reír por fin, lleva su mano hasta el muslo de Wook y comienza a subir lentamente, haciendo que el muchacho dé un salto en su asiento para apartarse de él.

-          ¿Qué se supone que haces?

-          Lo que todo el mundo hace aquí.

-          ¿Todo el mundo? ¿Te refieres a los tres pervertidos de la sala?

-          Cinco con nosotros, cariño.

El rubor de Wook ya no es solo de vergüenza, también de rabia. ¿En qué momento se dejó manipular por él? ¿Cómo pudo pensar que esto consistiría en una tarde amena y tranquila de cine? Bueno, lo único importante es que recuperará a su osito y no sentirá ese vacío con el que ha dormido inquieto durante toda esta noche.

-          Vámonos de aquí, Kyu – le dice con pena.

Pero esos trucos baratos no sirven con él. Lo abraza por los hombros y lo acerca un poco más a él, fijando la vista en la pantalla y bebiendo del refresco que se ha comprado tan tranquilo, como quien ve una película interesante y normal.

-          Kyu, vámonos – sigue suplicando cuando los gritos de la protagonista se hacen insufribles -. Porfa…

-          Si nos vamos te quedas sin el oso.

-          ¡No, yo vine, ese era el trato! – rodea la cintura de Kyu con un abrazo débil y esconde la cara en su hombro -. Kyu… ese hombre está haciendo movimientos raros, vámonos.

Kyuhyun se desternilla de risa de nuevo, abrazándolo con más fuerza, pero sin hacerle el menor caso. Ryeowook pasa en esa posición el resto de la película para no tener que verla, aunque no se libra de escuchar los ensordecedores gemidos. Al menos, Kyuhyun parece más distraído en acariciarle la espalda, revolverle el pelo y dejar algún que otro beso sobre su frente, que viendo la película.

¿Para qué lo habrá traído entonces? ¿Para humillarle aún más? Todo sería mucho más fácil si el muchacho no fuese de esta manera, si no se esforzara tanto por molestar a todo el mundo, si no se riera de todo (que no con todo), si tuviera la seguridad de que al decirle que está enamorado de él, no lo mandase a la mierda.

Pero sabe que sería así, que Kyuhyun y él no son compatibles, tienen personalidades muy diferentes. Y sin embargo, cuando quiere, el pequeño es un auténtico caballero, como ahora, aunque lo esté obligando a ver una película porno. Eso ha pasado a un segundo plano, pues cada leve caricia sobre su espalda lo hace estremecerse e irse muy lejos del lugar en el que están. Kyuhyun logra desestabilizarlo por completo.

Si quiere tanto a ese endemoniado oso es porque es un regalo del menor, porque imagina que lo está abrazando a él, porque hay veces en las que incluso roba la colonia del maknae para rociarla por el peluche para que huela como él y todo sea más real. Se conforma con eso y con verle cada día, no es justo que le robe su único consuelo la misma persona que le provoca necesitarlo.

Después de dos largas horas después (¿es necesario que algo sin sentido dure tanto?) la película acaba por fin y ellos dos son los primeros en abandonar la sala. Kyuhyun le pide que le acompañe al baño con una voz falsamente provocativa antes de volver a carcajearse en su cara. Algún día tendrá que madurar, Ryeowook sueña con ello cada día.

-          ¿Qué, te ha gustado? Mi hombro puede llegar a ser muy interesante – comenta bromeando.

-          Oye, Kyu, ¿nunca te has planteado que puedes llegar a hacer daño con estas cosas? – replica fastidiado.

-          ¿Y tú nunca te has planteado que noto cómo mi colonia se va gastando sin que yo la use?

Vale, el rubor que le cubría en el cine no tiene nada que ver con el de ahora. ¿Se da cuenta? ¿Y por qué sabe que es él quien lo roba? ¿Sabrá por qué? ¿Por qué la tierra no se abre en este momento y se lo traga? Sería el mejor momento de su vida ahora mismo.

Kyuhyun sonríe, pero esta vez lo hace sin maldad, parece incluso amable. Busca la mano del más bajo y la entrelaza en una suave caricia con la propia. Ryeowook hace como que no ha notado nada, pero el sonrojo cada vez más intenso lo delata. No puede ocultar que se le revuelve todo por dentro cuando Kyuhyun toma contacto con él.

Llegan a casa, Ryeowook impaciente le obliga a sacar de su escondite, cualquiera que sea, a su peluche y que se lo dé de inmediato. Kyuhyun le dice que espere en su cuarto que enseguida se lo lleva, porque un trato, es un trato. Y cuando lo ve aparecer con el peluche bajo el brazo, sin ninguna delicadeza, quiere matarlo, pero también quiere envolverlos a ambos en un abrazo eterno que los deje sin respiración a los dos.

-          Jamás haría algo que pudiera herirte, Wook.

-          Me quitaste mi peluche – dice con pena.

Kyuhyun sonríe y se acerca a él, sentándose a su lado en la cama. Suspira y le entrega el odioso peluche de una vez, que huele a Kyu más que nunca. Wookie lo estrecha con fuerza y absorbe su aroma por la nariz con alegría contenida, sin poder tampoco contenerse demasiado. Lo ha echado mucho de menos.

La risa de Kyuhyun le recuerda que no está solo y, aunque no deja de abrazarlo, intenta controlar un poco su emoción por haberlo recuperado. Después de todo, no ha sido tan fácil como había pensado en un primer momento.

-          Tengo otra cosa para ti.

Ahora entiende por qué no ha dejado que viera su mano izquierda hasta ese momento en el que le tiende una cajita envuelta no muy grande. Ryeowook la coge con cierta sorpresa, Kyuhyun no suele ser muy detallista, más bien es del tipo de personas que roba las cosas a los demás. Por eso intenta controlar el temblor de sus manos, pero la emoción se lo impide. Y ya no sabe si reír o llorar cuando ve que lo que le ha regalado es un frasco de su misma colonia.

Kyuhyun sonríe con esa amabilidad que acaba de adquirir, por eso ahora no le importa que le acaricie la mejilla con el dorso de la mano, ni que su rostro esté más cerca de lo esperado cuando voltea la cara para agradecerle el regalo.

-          Yo… esto… siento haber cogido tu colonia sin permiso – dice Wook rápidamente, intentando pasar ese mal trago cuanto antes.

-          Y yo siento haberme dado cuenta de que lo hacías por poner demasiada atención en ti.

La sorpresa en su expresión es evidente, pero Kyu interrumpe un “¿qué?” que se moría por salir de sus labios, cuando los entierra bajo los propios. Tarda en reaccionar, el tiempo y su propio corazón parecen haberse detenido, jamás hubiese esperado algo como eso. Pero lo ha imaginado tantas veces que le cuesta resistirse a saborear los labios del más pequeño, a entregarse por completo a un beso tan real que le recuerda a sus mejores sueños.

Kyuhyun le quita el peluche de las manos al tiempo que junta sus frentes, cortando un beso que le ha dejado sin aire. Lo deja en el suelo con cuidado y abraza a Wook por la cintura, sonriendo una vez más.

-          Solo quería pasar tiempo contigo – susurra dejando un nuevo y leve beso en sus labios -. Me gustaría ser al único que abrazas mientras duermes.

Ryeowook sonríe, agradeciendo que la sorpresa por todo lo ocurrido le impida reaccionar de alguna manera, porque sabe que se echaría a llorar de poder hacer algo. Aún con un temblor que le invade todo el cuerpo abraza a Kyuhyun, se sube completamente en la cama buscando una mayor cercanía con él, y lo besa sin miedo ni vergüenza, sabiendo ahora que será correspondido siempre.

-          Podría acostumbrarme…

Se ve aprisionado en un dulce abrazo de Kyuhyun, que parece ser incapaz de dejar de sonreír. Él mismo siente su pecho henchido de tanta felicidad, algo imposible, o que él creía como tal, se ha hecho realidad de la forma más absurda posible.

-          De hecho ya no le echo de menos – prosigue en un susurro.

-          Claro que no, el original es mejor – bromea refiriéndose a sí mismo.

Wook lo empuja riendo, pero Kyuhyun lo abraza inmediatamente, sin perder tan solo un segundo, ambos quedando tumbados en la cama.

-          Tienes razón – reconoce Wook cuando lo abraza con fuerza -. Tu hombro es un buen lugar en el que quedarse para siempre.

-          Já, supera eso – dice Kyu dirigiéndose al peluche aún en el suelo.

Ryeowook se ríe acomodándose aún más cerca de su cuerpo. Puede que ahora el centro de sus bromas ya no sea él nunca más, aunque tendrá que defender a su pobre peluche de los ataques de Kyuhyun. 


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