Pov Minho.
Mis ojos se abrieron con lentitud por una molesta luz que daba a mi cara. Noté que la cortina de la gran ventana de la habitación estaba corrida, dejando pasar toda la luz solar de la mañana. Apoyé mis manos sobre la cama levantándome un poco, al parecer el abrazo que había formado con Taemin se había cortado en medio sueño. Parpadee un par de veces antes de ver quien estaba a mi lado.
Me llevé una gran sorpresa al ver la espalda de alguien, cubierta ligeramente por un largo cabello castaño. Se me vino inmediatamente un nombre a la cabeza.
-¿Taeyeon? –murmuré incrédulo. Estoy loco.
Me senté sobre la cama mirando a la persona a mi lado, que aún dormía placidamente. Por lo que yo sé, yo compartí la noche entera con Taemin; al recordar aquello una boba sonrisa se formo en mis labios, sentí un pequeño murmullo como si alguien se quejara.
-Hm… -se levantó a penas con el ceño fruncido mirándome con su cabello suelto cubriendo parte de sus hombros. Era ella, no, era él…
Abrí mis ojos a más no poder. ¿Taemin era Taeyeon? …. Todas las imágenes que pasé con ambos llegaron a mi mente rápidamente, el día en que me encontré con Taeyeon, su abrazo, lo extraño que me sentía al abrazar su cuerpo, aquel beso…. El llamado que hicieron sus hermanas cuando ella llego: “Oppa, ¡Oppa!”, así que era para él. Ella es él. Su parecido, las mismas facciones y algunas actitudes… Todo se relacionaba.
Al digerir todos aquellos pensamientos me sentí engañado, no puedo explicarlo con claridad, pero era un sentimiento extraño. Pegué mi vista en mis manos, las cuales empuñaban las sábanas con rabia.
-H-Hyung…. –Sentí que Taemin se acercaba pero un quejido salió de sus labios y se detuvo.
Lo miré con disimulo- ¿Por qué fingiste ser Taeyeon? –Escupí aquellas palabras recordando que Amber me había dicho que este pequeño era hijo de su padrastro, en ves de decirme la verdad- ¿Por qué mentiste? Amber sabía de esto…–no lo podía creer.
Los ojos de Taemin se humedecieron mientras tocaba su cabello, al parecer recién se había dado cuenta que yo ya sabía de su “secretillo”.
-Yo… yo…. –sollozó dejando salir varias lagrimas mientras mordía levemente su labio inferior, se levantó de la cama cubriéndose con una de las mantas, pero en cuanto lo hizo. Calló al suelo. No hice nada para ayudarlo, se levantó como pudo quedando de rodillas en el piso- yo no mentí, yo... –soltó un suave suspiro pero ya no le miré no era capaz de verlo- yo no quería, nunca quise fingir ser una chica.
Salí de la cama colocándome los boxer y los pantalones rápidamente. Le di la espalda.
-No sé que pretendías…. Por tu culpa pasé por un estúpido embrollo…. –resoplé molesto. Los sentimientos que sentía ahora, eran de confusión, incredibilidad, molestia, pero por sobre todo pena. Por arruinar aquella fantástica noche, con esto.
Ya no se puede confiar en nadie, ¿verdad?
Pov Taemin
Me queje bajo cuando comencé a despertarme. Me dolía todo, todo mi cuerpo dolía, pero valió la pena.
-H-Hyung... –me reincorporé en la cama, soltando luego un quejido de dolor el cual me hizo cesar de mis movimientos. Mi trasero dolía a mares.
La mirada de Minho parecía perdida, pero pude notar que me miraba, de manera extraña. Sentí mi pecho oprimirse por ello.
-¿Por qué fingiste ser Taeyeon? –dijo secamente haciendo que mi mundo se cayera a pedazos. Me había descubierto- ¿Por qué mentiste? Amber sabía de esto… -agregó, a lo que mis ojos se humedecieron y llevé mis manos a mi cabello. Se había soltado y ahora estaba suelto en su esplendor, haciéndome ver como aquella chica que debía fingir ser por culpa de mi madre.
-Yo… yo…. –sollocé sin poder creer que esto estuviera pasando. Solté varias lágrimas, las cuales descendían rápidamente por mis mejillas. Mordí mi labio inferior en un intento de contener mis lágrimas y la rabia que comenzaba a sentir, pero era inútil. Con algo de fuerza me levanté de la cama cubriendo mi cuerpo con una de las sábanas, pero mi esfuerzo fue en vano, ya que el dolor en mi cuerpo aumento haciéndome caer al suelo. Trate de levantarme, pero no pude más que apoyarme sobre mis rodillas. El ver a Minho de esa manera, tan decepcionado y molesto hacía doler mi pecho de una manera que nunca pensé, para colmo los dolores físicos no eran mejores- Yo no mentí, yo... –suspiré suave cerrando un poco mis ojos, pero el ahora no me miraba- yo no quería, nunca quise fingir ser una chica –empuñé las sábanas que cubrían mi cuerpo, soltando más lagrimas al ver que el mayor se levantaba de la cama colocándose su ropa, todo esto dándome la espalda.
-No sé que pretendías…. Por tu culpa pasé por un estúpido embrollo…. –resoplo soltando aquellas palabras de forma molesta, se notaba en su tono de voz, aunque no supe a que se refería exactamente con eso.
No sabía que hacer…. Después de haber tenido una increíble noche, no puedo creer que este pasando esto
-Hyung… déjeme –tragué un poco de saliva- déjeme explicarle…
-Necesito… -se volteo hacia mi, pero si mirada no estaba sobre mi. No me miraba, y eso dolía- necesito pensar…. Estoy con la cabeza caliente, y aún no entiendo el por qué…. –bajo la mirada- tenías que fingir ser una chica –murmuró caminando hasta la puerta de la habitación retirando el pestillo de esta.
-Minho… -le seguí con la mirada. ¿Tan mal reacciono al enterarse de mi estúpido secreto? No podía creer que todo haya salido así – Te amo… -susurré a la ves que le veía salir de la habitación, sin voltear a verme.
Me deje caer en el suelo, hecho un mar de lágrimas por los sentimientos que invadían mi ser. No pensé sentirme así… ¿Qué tanto habré dejado que el se metiera tanto en mi corazón? Creo que demasiado, y…. Lo de anoche es una prueba de ello.
Pov Amber
Un pequeño ruido me despertó ni idea que era, parecía como si alguien se hubiese caído de la cama. Me levanté mirando a todos lados totalmente somnolienta, a penas podía divisar a mis alrededores.
Estaba en la sala de estar, acostada sobre el sofá, al lado mió estaba Onew, aún dormía; Jonghyun y Key estaban en otro sofá, los dos muy juntos.
Restregué mis ojos para ver mejor. Mi casa era un completo Caos, solo estábamos nosotros, pero habían vasos por todos lados, botellas de licor, comida en el suelo.
-Me van a matar… -murmuré caminando hasta las escaleras.
Estaba subiendo cuando ví a alguien frente a mi.
-¿Minho?… -parpadee un par de veces. Si, era él- ¿Qué haces arriba? –se hizo a un lado ignorándome. Al parecer tuvo una mala noche. Lo deje irse sin molestar, lo que menos quería era pelearme con alguien. No en este estado en donde mi cabeza quiere explotar.
Llegué hasta la planta alta, escuchaba unos sollozos no muy a lo lejos. Agudicé mis oídos y dí con la habitación de donde venían aquellos sonidos. Entré sigilosamente, encontrándome con un Taemin en el suelo, cubierto solo por una sábana.
¡Mierda!, ¿¡QUE HIZO ESA RANA!?
-Taemin…. –el pequeño bajó la cabeza rápidamente, pero su cuerpo temblaba, delatando sus lágrimas que el trataba de ocultar. Me acerqué hasta él con cuidado- ¿Es…estás bien? –era claro que no lo estaba. Ash, Amber que tonta.
El asintió suavemente, pero era obvio que mentía. Lo abracé afectuosamente, después de todo, en un corto lapsus de tiempo nos hicimos buenos amigos.
-Dime…. ¿qué pasó? –me alejé un poco y el me miró, con sus ojos algo hinchados, sus mejillas totalmente sonrojadas y húmedas producto de las lágrimas. No quería que me contara TODO lo que pasó, eso ya lo sabía con tan solo ver su estado, pero… ¿por qué llora?
-El… el…. –dijo entre más sollozos y espasmos que hacían brincar su cuerpo. Inhalo una buena cantidad de aire y luego la expulso- el lo sabe…. –dijo al fin cerrando con fuerzas sus ojos- s-se m-molesto…
Al principio me costó unir los cabos sueltos. Pero ya sabía a que se refería…. Sabía lo de Taeyeon, por ende sabía que yo le había mentido con lo del hijo de mi padrastro, y más encima… luego de…. Suspiré pesado levantandome. Tomé las ropas de Taemin y se las entegue, el solo me miró con una mueca en la cara.
-Esto no se quedará así, tiene que oír el por qué tenías que fingir ser una chica. Y… -empuñé mis manos por la rabia que empecé a sentir olvidando el horrendo dolor de cabeza que sentía- no puede –aclaré mi garganta la verdad no quería decirlo- tener sexo contigo y luego molestarse por una estupidez e irse. Tsk….
-A-Amber… -Taemin se sonrojó aún más bajando su mirada- este…. Y-yo n-no puedo m-moverme…. –dijo en apenas un susurro.
-Llamaré a Key, el debe saber que hacer…. –dicho esto me marche en busca de Key. Era hora de despertarlo.
Pov Taemin
Me quería morir allí mismo después de las palabras de Amber y para colmo va por Key…. Agh, no es no…
Me paré como pude y me vestí, soltando varios quejidos de dolor en el proceso, pero lo logré. Luego iría a casa a darme una ducha.
Salí de la habitación y baje las escaleras Amber estaba despertando con cuidado a mis hyung, el único despierto era Onew.
-ah Taemin… pudiste levantarte…. –las palabras de Amber fueron serias, con un deje de molestia. Era de esperarse, después de Todo…. M-Minho fue muy cruel al molestarse tanto, pero no lo culpo….
Un travieso suspiro se escapó de mis labios y Onew se acercó a mi sonriente, no se notaba que tuviera resaca alguna.
-Buenos días dongsaen… -rió un poco. Yo solo me limité a sonreírle, no tenía ánimos de nada más.
Al cabo de unos minutos Jjong y Key despertaron, algo somnoliento y quejándose por un dolor de espalda.
-Iremos a casa de Minho… -demandó Amber, pero yo me acerqué y la tome del brazo, con ojos suplicantes de que cesará con esa idea- Taemin, tenemos que ir…. –negué con la cabeza frenéticamente, mis piernas comenzaron a flaquear y mis ojos volvieron a amenazar con nuevas lágrimas. Me voltee para que ninguno de ellos me mirara.
-Y-Yo… -trague un poco de saliva, mi voz se quebraba- iré a casa… n-nos v-vemos… -dicho esto salí de la casa de Amber, dejando a todos algo confundidos, pero no deje que nadie me detuviera, lo que menos quería era llorar en brazos de alguien.
Llegué a casa a eso de las 12 del día, entre sin ir a saludar a nadie, solo anuncié mi llegada con un simple “Estoy en casa” y luego subí hasta mi cuarto, me despojé rápidamente de mis ropas, tomé nuevas prendas y algo para secarme, ya que luego fui a darme una ducha.
Dejé que el agua recorriera todo mi cuerpo, me dí el tiempo de mirarme. Tenía muchas marcas que ahora eran de un suave tono rojo. Las imágenes de esa noche volvieron a mi mente. No pude evitar llorar, había sido una linda experiencia con el, pero ahora dolía, no por el hecho de que mi cuerpo estuviera adolorido, si no por lo frío que fue conmigo esta mañana, por culpa de algo que yo no quería ser, fingir ser una chica.
Sacudí mi cabeza y terminé de ducharme, sería mejor no pensar en eso. No ahora.
Volví a mi habitación, me había cambiado de ropa en el baño, así que solo fui a buscar dinero. Bajé las escaleras sin decir nada, salí de casa, ya después encararía el reto con mi mamá, mi cuerpo dolía menos, pero mis pasos eran cortos y pausados. Tenía pensando hacer algo…
Llegué hasta una calle donde habían muchos locales, de comida, cachivaches, cosas por el estilo, pero yo venía por uno en especial. De seguro esto me causaría más problemas, pero ya que.
Entre en una peluquería, la que tenía menos gente atendiendo. Me senté a esperar, no importaba cuanto se demoraran en atenderme, yo cortaría mi cabello, así dejaría de lado esa estupidez de seguir fingiendo ser una chica. No lo soy.
Pasaron unos minutos, no demasiado y ya era mi turno. Me senté en aquella silla acolchada, una mujer pasó por sobre mis hombros, rodeando mi cuello una tela y se dispuso a revisar el largo de mi cabello.
-Lo quiero corto, con flequillo, pero quiero dejar de tenerlo tan largo… -fue lo único que dije. Cerré mis ojos y la mujer hizo su trabajo. Sentía mi cabeza más liviana, por decirlo así. Entreabrí un poco mis ojos sin ver el espejos, solo los mechones de cabello que estaban siendo cortado, luego de eso los volví a cerrar.
Al cabo de unos minutos, la mujer dio por terminado con su trabajo, abrí mis ojos de par en par y me miré en el espejo. Realmente lucía diferente, ya no era una chica, era yo… Simplemente yo.
Sonreí amplio y me levanté de la silla haciendo una pequeña reverencia sacando luego la billetera de mi bolsillo trasero- Muchas gracias… -pagué y salí de allí, volviendo a casa. En donde problemas me esperaban.