Pov Taemin
Estaba parado frente a mi casa, tenía miedo de entrar, pero lo hice. Para mala suerte mía, mis hermanas estaban todas en la sala de estar, mirando la televisión junto a mi madre.
-Hola…. –me quede parado después de cerrar la puerta tras de mi.
-Por fin te…. –mi mamá empezó a hablar pero al pegar su vista en mí, cesó de sus palabras, pegando casi un salto para levantarse del sofá- ¡LEE TAEMIN! –gritó muy molesta y todas mis hermanas se esfumaron, huyendo a quien sabe donde.
-Y-Yo…. –tragué saliva cerrando unos segundos mis ojos para luego abrirlos viendo la cara de furia de mi madre frente a mi-. Mamá…. No es justo que... que tenga que fingir ser una chica –dije en apenas un murmullo.
-Agh... Este niño por dios. Tendré que buscarte un nuevo colegio… a menos que… -puso su mano derecha sobre su mentón, ocultando parte de sus labios.
No, no, no. Que se le va a ocurrir ahora… Temo por mi existencia.
-Podrías usar una peluca….
-¡NOOOOOOOOO! –Me apresuré a decir- ¡MAMÁ ESTAS LOCA!
-Más respeto niño… -puso sus brazos en jarra mirándome de pies a cabeza- Es que quiero que tú y tus hermanas se inscriban a un concurso de belleza que habrá en Seúl, hay mucho dinero de por medio y si se inscriben tendría más posibilidades de ganar… -otra vez pensando en el dinero. ¿Qué hice para tener una madre tan ambiciosa?- ¡Chicas vengan! –llamó a mis hermanas, las que aparecieron en un dos por tres, todas sonriendo con ¿miedo?, si al parecer si.
¿Este día podía ser peor?... lo único que quería era ir a mi cuarto y desahogarme... buscar el valor para encarar a Minho… pero veo que eso no va a suceder.
Nos sentamos todos en el sofá, bueno mis hermanas en el sofá grande, yo y mi madre en los individuales, justo frente a frente, solo que yo en el que estaba más cerca de la puerta principal. Cualquier cosa…. Tenía pensado huir, pero solo era un pensamiento absurdo, no creo que tenga que utilizar esa salida.
-Ya que la familia esta reunida…. –la voz de mi mamá era como la imitación barata de las familias aristocráticas del siglo XIX, algo estúpido, ya que no causa más que quitarle seriedad a sus palabras- Quisiera informar, que voy a inscribir a TODOS –recalcó esa palabra-, en el concurso de belleza en Seúl. TODOS… -volvió a recalcar mirándome exclusivamente a mi- tendrán que ir. Sin peros…. ¿Me escucho señor Lee Taemin? –curvó en sus labios una media sonrisa con algo de ironía. Por mi parte rodé los ojos y fruncí el ceño, levantándome del sofá.
-Mamá…. Entiende, yo soy hombre, un chico…. ¡TENGO PENE! No tengo por que ir a ese entupido certamen de belleza… -escupí esas palabras sintiendo la mirada de incredibilidad por parte de mis hermanas, por haber dicho eso, sobre todo haber dicho esa palabra en frente de mi hermana menor.
Mi mamá se paro de su lugar, con sus ojos abiertos de par en par. Era de esperarse que estuviera sorprendida, después de todo yo nunca subí mi tono de voz, pero hay un límite, todos tenemos un límite.
La ví abrir la boca, y antes que pudiera decir cualquier estupidez más, salí de la casa, dando un portazo, con tan solo unos cuantos billetes en el bolsillo, que la verdad, alcanzaba para poco y nada.
Caminé sin rumbo fijo, no tenía cabeza para percatarme a donde iba caminando, solo me dejaba llevar por mis pies, la rabia y pena que sentía en ese momento. Sentía mi corazón oprimido por las sensaciones y emociones que percibía, y para colmo, las personas que estaban a mis alrededores no mejoraban mi situación. Habían familias contentas, que se trataban con amor, parejas melosamente demostrando afecto, cosa muy rara, casi nadie muestra afecto en las calles, pero al parecer hoy si, debe ser esa celebración en donde se permite demostrar afecto, pero que voy a saber yo. Nunca e podido celebrarla.
Suspiré suave y preste atención a donde estaba, era una plaza, algo desierta, no había mucha gente. Me senté en una banca, mirando cada detalle a mí alrededor. En la calle de en frente había un edificio, me pareció haberlo visto antes, había muchas cosas que me parecían familiar. Seguí recorriendo con la mirada, a lo mejor así recordaría si conozco o no este lugar.
Frente a mi, aparcado en la calle, estaba un auto, gris, un Nissan 350z.
Mis ojos se abrieron de par en par al recordar de quien era ese auto y a donde había llegado siguiendo solo a mis pies….
-Mierda…. –solté de repente. Estaba frente el auto y el departamento de Minho.
Me levanté de mi lugar, pero mi cuerpo se petrificó al verlo salir de aquel edificio dirigiéndose hacia su auto. Tragué saliva.
Por favor que no me vea….
Pov Minho.
Después de salir de casa de Amber, no tenía cabeza para nada. Me sentía pésimo, así que como pude conduje hasta mi departamento; allí me tiré sobre la cama, no sé cuando pero había comenzado a llorar… las lagrimas brotaban por mis ojos sin poder contenerlas, miles de preguntas inundaron mi mente…. ¿Habré sido muy duro con él? ¿Debería dejar que me contara el por qué de las cosas?.... Por más que me preguntara, no encontraba la respuesta indicada.
Nunca pensé sentirme así, tan mal… tan vacío, pero después de todo, me había enamorado de Taemin, eso estaba claro, pero aún me sentía utilizado… no lo sé, es difícil de describir.
No se cuanto estuve allí, como un idiota estirado sobre la cama, pero parecía haber pasado bastante tiempo, así que me levanté de la cama y fui a darme una ducha, no pude evitar no pensar en él. Su imagen venía a mi, su sonrisa, su rostro, sus gestos…. Todo.
Terminé de ducharme y decidí salir de casa. No quería quedarme allí sumido en mis pensamientos, eso sería peor.
Tome las llaves de mi auto y salí del departamento, estaba cruzando la calle, hasta que ví a ¿Taemin?, si, era él… Había cortado su cabello.
Pegué mi vista en él, solo en el al cruzar… sin percatarme de nada más….
-¡MINHO!... –oí un grito, cerré mis ojos, luego oí un estruendo.
Sentí que caía con brusquedad al suelo, luego dolor… luego… oscuridad, solamente oscuridad….
¿Q-Qué pasó?
Sentí unos brazos sostenerme, y varias lagrimas que caían en mi rostro, pero yo no podía moverme, mi cabeza dolía. También podía sentir la respiración de alguien muy cerca de mi, luego unos labios que se posaban sobre los míos. Entreabrí mis ojos un poco viendo la imagen de mi dongsaen, lleno de lágrimas.
Taemin no llores…. Es-estoy bien. Por más que intente hablar no pude.
Mis ojos se habían vuelto a cerrar, la penumbra me consumió
Pov Taemin.
Minho me había visto, no dejaba de mirarme…. Eso estaba mal, un auto se dirigía hacia él; mi cuerpo por fin se movió.
-¡MINHO!... –grité a mas no poder, pero era tarde, un auto había chocado con Minho, dejándolo tirando a un lado de la calle, fue un golpe. El auto se detuvo y yo corría hacía él.
Lo tomé entre mis brazos y empecé a llorar, de su cabeza corría sangre, parte de su rostro y ropa estaba cubierto por aquel espeso líquido.
-H-Hyung… -sollocé mientras sentía que la persona que atropellaba a Minho llamaba a una ambulancia- Hyung… abre los ojos... –lo sacudí un poco pero nada, me acerqué a su rostro para sentir su respiración, era pausada y casi nula…. En un impulso bese sus labios, los cuales tenían un ligero sabor a metal a causa de la sangre. Sus ojos se abrieron levemente, eso me calmo un poco.
Solo fueron unos segundos en los cual sostuvo mi mirada, pero fue suficiente para saber que estaba bien, aún así, no podía dejar de sentirme preocupado y mal…
Al cabo de unos minutos la gente empezó a aglomerarse a nuestros alrededores, yo saqué del bolsillo del pantalón de mi hyung, su celular justo en el momento en que la ambulancia estaba allí. Tuve que separarme de él para que lo pusieran en una camilla. El señor dueño del auto que choco a Minho, me entregó su número de teléfono, nombre y dirección, el pagaría el hospital y cualquier cosa que necesitara… pero yo solo le miraba con rabia y enojo… Pero la culpa no era de él.
Suspiré e iba a subirme a la ambulancia hasta que me detuvieron.
-Solo familiares… -habló un hombre alto, algo joven.
-Y-Yo… -titubee, si les decía que era su hermano, no me creerían. No nos parecemos en nada- Soy su pareja… -dije al fin bajando la mirada.
Así me dejaron subir, yo estaba a su lado, sosteniendo su mano en todo momento, sin poder evitar llorar y murmurar cosas, que solo él pudiera escuchar. Espero que lo haga.
-L-lo siento…. Hyung…. –murmuré muy bajo a lo que enfermero junto a mi anotaba el pulso y otras cosas en una libreta- por favor... despierte. Ne-necesito que este aquí… -sorbí mi nariz un poco mientras que con mi mano libre limpiaba las lágrimas que recorrían mis mejillas.
~~
En el hospital, lo llevaron de urgencia, yo aproveche que tenía su celular y empecé a llamar a quienes podrían ayudar en esta situación. Llamé a su mamá, pero ella no contesto. Me estaba desesperando hasta que llamé a Jonghyun, Key, Onew y Amber, aunque apenas podía hablar por celular cada ves que decía lo sucedido las lagrimas me consumían y mi corazón se agolpaba en mi garganta impidiéndome articular palabra alguna.
Al rato, los chicos estaban allí. Yo me encontraba recorriendo la sala de espera de un lado a otro, con la cabeza baja, hasta que sentí unos brazos rodear mi cuerpo… era Amber. Me abracé a ella y solté todo lo que tenía, todas esas lágrimas que quería liberar hace unas horas. Todas ellas salían como si el mundo se fuera acabar… Era algo inevitable.
Nos sentamos a esperar noticias, pero al salir el doctor encargado del estado de Minho, lo primero que hizo fue preguntar por un familiar, pero ninguno de nosotros era pariente de él.
Me acerqué a él para poder platicar sobre el estado de mi hyung.
-No pude c-contactarme con su madre… -murmuré en un tono bajo, mis ojos ardían y apenas podía mantenerlos abiertos-. P-Pero d-dígame… ¿está b-bien? –titubeé bajo mirando entre mis orbes al doctor.
-Si, esta bien, ahora esta descansando. Dentro de un rato pueden ir a verlo. Fue una contusión en la cabeza, pero puede que no recuerde algunas cosas, el golpe dañó parte de su memoria a largo plazo. –dicho esto, el doctor se fue dejándonos a todos más preocupados que tránquilos.
¿Y si no me recordaba?....
Tratamos de comunicarnos con su madre, pero fue inútil, no contestaba; por último decidimos llamar a la secretaria del colegio, Amber tenía su número, pero ella solo nos dijo que la señora Choi estaba de viaje con su marido y volverían en unas semanas, y que era casi imposible comunicarse con ella. Perfecto… Resopló suave y me quede sentando, apoyando mi cabeza en el hombro de Amber mientras Onew hacia unas llamadas y Jonghyun con Key iban a comprar algo para comer.
Pasaron unos minutos hasta que una enfermera nos indicó que podíamos entrar a ver a Minho. Los chicos me dejaron ir primero a solas.
Entré con miedo y nervios a su habitación. El estaba con su cabeza vendada, con unos moretones en la frente que ahora eran de un tono rojizo y morado. Sus ojos estaban cerrados en una expresión relajada. Eso me alegró un poco.
Me acerqué a él lo suficiente hasta tomar una de sus manos, estaba frío. Acaricie el dorso de su mano con cuidado para que entrara en calor, pero en ves de eso el comenzó a abrir sus ojos con lentitud, pestañeando en el proceso.
-Hyung…. –susurré una ves que el me miraba, entre confundido y contento. Una media sonrisa estaba dibujada sobre sus labios.
-¿Taemin? –Me recordaba- ¿Do-dónde estoy? –Se acomodó en su cama soltando un quejido, tocándose la cabeza- ¿Qué pasó? –Seguía haciendo preguntas y yo solo le miraba, sintiendo que pronto iba a llorar nuevamente- Taemin…. –su rostro cambio a uno de preocupación- No llores….
Me arrodille en el piso apoyando mis manos sobre su camilla, ocultando mi rostro en la misma, soltando unas cuantas lagrimas, mientras el acaricia mi cabello.
-N-No llores… -repitió y yo alcé la vista para verlo.
-Minho-hyung…. Usted…. Usted… -retiré el camino de lágrimas en mis mejillas y las que pronto caerían por mis ojos antes de seguir hablando. En ese momento el tomó mi rostro entre sus manos, por lo que tuve que levantarme, el me acercó su rostro y yo me deje guiar por sus movimientos hasta que nuestros labios se encontraron en un beso suave, a lo que automáticamente cerré mis ojos para disfrutar del contacto que solo duró unos segundos.
En el momento en que nos separamos el resto de los chicos ingresó, a lo que tuve que alejarme más de mi hyung sentándome en una de las sillas que estaba en su cuarto, pero acercándome de igual manera al mayor, no quería alejarme de él.
-¡Rana!... ¿Cómo te sientes? … -Jonghyun empezó a tocar la cabeza de mi hyung.
-Aaaah! No me toques perro… -Minho trato de esquivar la mano de Jjong entre alaridos, creo que había sido muy brusco.
-Ya…. Par de animales, déjense de tonterías… -Key habló y tomo una de las manos de Minho, la otra yo ya la había vuelto a sostener- Minho, como se te ocurre cruzar la calle sin mirar hacia los lados… eres un babo… -soltó su mano dejándola a un costado, frunciendo el ceño al decir esas palabras.
-¿ah? La verdad no recuerdo eso… -murmuró y miró hacia la nada.
-Om~… Minho-hyung, ¿qué recuerdas con exactitud? –pregunté en un tono bajo sin mirando nuestras manos aún unidas. La verdad temía su respuesta.