POV TAEMIN
Esas palabras que habían salido por mi boca fueron la gota que derramó el vaso. En un solo movimiento Minho se acercó con algo de brusquedad hacia mi provocando incluso que el agua cayera desde la bañera disminuyendo su cantidad.
Mis gemidos se hacían más alto, no solo para complacer a mi hyung, si no por que lo que me hacia sentir, esas corrientes eléctricas que se propagaban con tanta facilidad en mi cuerpo, los labios del mayor sobre mi cuello, en descenso por mi pecho, todo eso era grandioso, cada célula de mi cuerpo pedía más y más de lo que estaba recibiendo en ese momento.
-Ah~ Minho…. –suspiré para luego tomar una bocanada de aire. Me levanté como pude del agua, la verdad el lugar comenzaba a hacer algo incomodo. Minho hizo lo mismo.
Quedamos ambos de pie, el agua solo cubría poca parte de nuestras piernas; el me abrazó de la cintura creando mayor roce entre ambos, podía sentir su erección más cerca de mi vientre por su altura. Yo me aparte un poco y fui deslizándome a la vez que sus manos soltaban mi cintura. Mi mirada estaba pegada en esos grandes ojos marrones; le regalé una sonrisa con algo de malicia para luego besar y lamer su vientre al avanzar.
Una de sus manos se posicionó en mi cabello, acariciando este a la vez que yo llegaba a la altura de su miembro. Di un pequeño soplo antes de continuar.
-Ahm… -esta vez fue el quien gimió algo reprimido, pero fue suficiente. Tome su extensión con una de sus manos, me acerqué lentamente y fui dando pequeños toques en el con mi lengua, le oía suspirar con algo de dificultad, yo solo seguía con lo mío, recorriendo lentamente su miembro con mi lengua, entre lapsus de tiempo, esperando la desesperación de mi hyung por mi acción tortuosa y lenta- ¡Dios Taemin!.... Hazlo ya –demandó de una manera tan sucia y suplicante que no pude negarme.
Introduje su erecto miembro en mi boca cerrando mis ojos al instante, era tanto la necesidad que me consumía en ese momento que las emociones que me embargaban no me hacían pensar con exactitud, nunca antes había pensado en hacer eso con alguien, pero el experimentarlo era grandioso. Los gemidos de mi hyung se hacían cada vez más alto al igual que la velocidad que empleaba al lamer su miembro, succionaba desde la base hasta la punta hasta que el mismo con la mano aun en mi cabello me indicaba incluso un movimiento más rápido, penetrando literalmente mi cavidad bucal. Su miembro chocaba hasta mi garganta, casi ahogándome, pensé en detenerme pero en ves de eso entrelacé mi lengua en su extensión y en más de una ocasión implante una traviesa mordida.
-Ah… Tae… Hm…. Es suficiente…. –me avisó entre suspiros y gemidos, pero yo, con una de mis manos apreté la base de su miembro liberando mi boca de este, impidiendo que se corriera.
-No hyung…. No puede aún…. –le mire desde abajo con un pequeño puchero en los labios- Tiene…. Tiene que acabar dentro de mi…. –me levanté de a poco soltando su miembro. Mi hyung me miraba con cara de asombro mientras mis manos se deslizaban por sus hombros y depositaba un pequeño y tierno beso en sus labios.
-Nunca…. Nunca dejas de sorprenderme…. –murmuró alzando mis caderas haciendo que enredara mis piernas en las de él.
-Hyung~…. –suspiré. La verdad yo mismo estaba algo impresionado con lo que decía y hacia, pero era tanto lo que me hacia sentir el, que era imposible contenerme. Con solo verlo en ese estado, todas mis hormonas se alborotaron de manera sofocante haciendo que perdiera todo rastro de cordura y timidez.
Minho apoyó mi espalda sobre las frías baldosas de la pared, se recargó contra mi cuerpo acomodando mi trasero sobre sus caderas, creando un tortuoso roce de su miembro con mi cavidad. Con cada toque mi cuerpo se estremecía y mis manos se aferraban con más fuerza a la espalda del mayor.
-Minho…A-Ah…. –una de sus manos se puso sobre mi cadera y la otra tanteaba mi entrada a la ves que sentía su miembro y sus dedos en esta. De pronto solo sentí uno de estos, era su aún caliente miembro que se hacia paso entre mis paredes.
En un impulso solté un fuerte quejido mientras mis manos se apretaban contra la espalda de mi hyung y mi boca se apoyaba en su hombro, el cual mordí luego para calmar el dolor que comenzaba a sentir.
-Minnie… me duele, recuerda… recuerda mi estado… -le oí reír y suspirar a la ves a lo que yo me aleje de aquella distracción, preferiría sentir ese ardor que me causaba la intromisión que Minho se detuviera por mi causa.
-Agh…. Es que…es que duele… ¡Ah! –por fin todo el miembro del mayor entro en mi. Solté varios suspiros y jadeos al sentirlo hasta que comencé a acostumbrarme.
-L-Lo siento, pero no me pidas que me detenga…. –susurró besando sutilmente mis labios.
-N-Nunca lo haría… Ahm~… -mis manos se pusieron tras de su nuca mientras mis caderas comenzaron a moverse, dándole a entender que iniciara con su accionar.
Minho comenzó a moverse a penas le indique, con un vaivén suave, delicado. Su miembro me invadía de forma placentera. El dolor comenzaba a sentirse en menor medida a cada minuto que pasaba transformando todos los gemidos y suspiros que expelía por el dolor, en gemidos de placer y excitación pura.
Mi miembro húmedo chocaba con cada embestida en el vientre del mayor; las estocadas que se sentían eran cada ves más profundas, las paredes de mi cavidad se contraían por inercia cada ves que el estaba dentro de mi.
-Ah… H-Hyung, más…. Más fuerte –dije con aire de suplica. Mi respiración era irregular y agitada, los jadeos más seguidos y los gemidos más constantes.
Llevé mis manos a su cabello, enredando mis dedos en el. Eché mi cabeza hacía atrás, cerrando mis ojos concentrándome en todas las sensaciones que me embargaban. De improvisto sentí la boca del mayor sobre mi cuello; su lengua se paseaba con total libertad para luego sentir como succionaba y mordía mi piel. Una de sus manos había tomado mi hombría, masturbándome al ritmo de cada estocada. Minho gemía al unísono conmigo, me hacía erizar la piel. Estaba tan estrecho a su cuerpo que el calor que expelíamos ahora solo era uno, nuestras respiraciones y todo sonido que salía por nuestras bocas se mezclaba de una manera exquisita.
-¡Aah!... M-Minho…. Ahí…. S-si…. –Una vez más Minho había hallado mi próstata en mi interior, y no dejaba de tocar con la punta de su miembro aquel sensible lugar, yo tampoco quería que se detuviera.
Entreabrí mis ojos buscando su mirada, ambos nos observamos, disfrutando del mutuo calor y el placer que nos recorría, podía ver en su mirada lo mucho que lo estaba disfrutando.
-Ngh…. Ah…. Taemin… -el oír mi nombre salir por su boca de esa manera tan sensual hizo que mi cuerpo se estremeciera y mis caderas se movieran en sentido contrario a sus estocadas, haciéndolas más profundas a la vez que mis paredes se volvían a contraer- Hm… Eres… eres delicioso…. –relamió sutilmente sus labios para luego juntarlos con los míos buscando de inmediato el pasó en mi boca. Yo recibí su lengua con gusto, entrelazándola con la propia sin resistencia alguna. Todo nuestro cuerpo seguía meciéndose al igual que nuestras bocas en aquel húmedo y pasional beso, hasta que el aire escaseo y tuvimos que separarnos.
-Ya…. Ya hyung, m-me vengo… ah~ ah~ -el sentir al mayor tocar tan fuerte mi próstata hacía mis piernas flaquear por el placer al igual que la forma en que bombeaba mi miembro, pero traté de aguantar un poco más.
-Ag-Aguanta un… poco -dio unos estocadas con alevosía gimiendo sonoramente sin detener el movimiento de su mano hasta el punto de que todo mi semen saliera de su lugar escurriéndose entre los dedos del mayor y nuestros vientres. Las estocadas se hicieron un poco más lentas hasta que sentí todo su semen invadir mi cuerpo, caliente, placentero.
Ambos nos miramos y soltamos unos cuantos suspiros, tediosos y largos.
-Hm…. –ahogué un gemido al sentir como Minho salía de mi interior sosteniéndome de mis caderas para no caer. Agradecí su gesto, mis piernas estaban débiles.
-Será… será mejor tomar una ducha…. –susurró entre pausas sonriendo un poco por haber transformado su baño de relajación en una sesión de sexo.
Yo solo asentí despacio mientras el dejaba a correr el agua tibia de la regadera. Masajeo mi cuerpo con sumo cuidado aunque más de una ves apretó mis muslos y me atrajo demasiado a su cuerpo.
-¡Hey!... –solté una pequeña risa a la vez que me alejé despacio de él, pero el aún seguía sujeto de mis caderas.
Disfrutamos del agua que recorría nuestros cuerpos, aún sentía mis piernas temblar con suavidad, pero al estar sujeto a el me hacía tener un poco más de confianza con que no me desplomaría allí mismo.
Minho apagó la regadera y me sacó de la ducha con cuidado, para luego rodear mi cuerpo con una toalla. El envolvió sus caderas en otra y, por mucho que me negué, me llevó entre sus brazos a la cama.
-No hyung, usted debe descansar… -dije antes de que el me dejara sobre la cama.
Me acomodé un poco y comencé a secarme con algo de dificultad.
-Ahora lo dices, después de haberme tentado y de haber conseguido lo que querías… -se defendió mientras aún estaba de pie y se secaba.
-Ambos lo disfrutamos –agregué mientras inflaba infantilmente mis mejillas.
-Lo sé, lo sé –rió un poco.
Sacó unos boxer colocándose uno, para luego entregarme otro a mi, que por cierto me quedaba bien. Dejó las toallas húmedas sobre unas sillas y se acomodó a mi lado, soltando un pequeño y casi imperceptible quejido.
-¿Estás bien? –pregunté bajito con algo de vergüenza en mis palabras.
-Si, no te preocupes, estoy… un poco cansado –suspiro y me atrajo más a él. Estábamos dispuestos a dormir cuando un sonido hizo que mi hyung se levantara de la cama. Llamaban a la puerta.
-Ya vengo dongsaen… -murmuró con desgana tomando una bata para luego ir a la sala de estar.
Desde donde estaba podía oír muy poco.
-Ho-Hola Hyung…. –esa era la voz de Minho, que por alguna razón sonaba un poco avergonzada, me invadió la curiosidad y me levanté, asomándome desde la puerta de la habitación del mayor.
Ahí los ví. Minho y Kyuhyun. El último lucía preocupado, un poco afligido.
-Supe lo que pasó… -hablaba Kyuhyun mientras Minho se sentaba en uno de los sofás e indicaba a su compañero que hiciera lo mismo- ¿estás bien?
-Si, por eso estoy en pie –Minho rió un poco sonrojándose levemente.
Pov Minho
Luego de aquel incidente tan repentino y delicioso en el baño quería descansar con mi dongsaen, los dolores musculares comenzaban a aparecer nuevamente y no quería demostrarlo estando aún con Taemin a mi lado, no quería que se sintiera culpable, tanto el como yo, estamos agotados y adoloridos por causas similares, aunque el dolor que yo sentía ameritaba la culpa al incidente de auto.
Lo abracé contra mi cuerpo para disfrutar de su compañía hasta que sentí que alguien golpeaba la puerta de mi departamento.
-Ya vengo dongsaen… -murmuré desanimadamente, no quería levantarme.
Me coloqué una bata y fui a abrir.
-Ho-Hola Hyung….
-Minho… -era Kyuhyun. Lo hice pasar a la sala, su mirada notaba que ya sabía lo que me había ocurrido.
-Supe lo que pasó… -me senté en uno de los sofás haciendo ademán con una de mis manos para que el tomara asiento- ¿estás bien? –agregó con tono de preocupación y amabilidad.
-Si, por eso estoy en pie –reí un poco recordando el por que me había levantado de la cama en primera instancia, no pude evitar no sonrojarme levemente.
Kyuhyun soltó un suave suspiro que fue apreciado por mi, aunque al parecer el ignoro la forma en que lo hizo. Sus ojos se habían entrecerrado y miraba fijamente sus manos.
-Jonghyun no me quiso dar de talles de lo ocurrido, esta muy afectado, supongo que sabes a lo que me refiero –hizo una pausa esperando una respuesta de mi parte, a lo que yo solo asentí con la cabeza para que continuara con su charla-. Es por eso que vine a corroborar que estas bien. En un momento me asusté cuando supe lo ocurrido… -murmuró alzando la vista un poco.
Estaba algo sorprendido. Debo admitir que no esperaba que actuara de esa manera, tan distinta a como siempre era conmigo, en donde dejaba la amabilidad de lado y solo se disponía a conseguir algo más de mi. Pero ahora me estaba mostrando un lado más dulce y amable. Eso era bueno.
-Gracias hyung –curvé una media sonrisa sobre mis labios una ves que el acabo con sus palabras-. Ahora solo necesito descansar… -reí por lo bajo estirando un poco mis brazos.
El mayor se levantó de su lugar inclinándose levemente en forma de despedida. Yo hice lo mismo y me dirigí a la puerta junto a él.
-Vendré pronto, por lo menos para venir a dejarte los apuntes de la clase… -comentó antes de salir por la puerta principal.
-Oh… había olvidado eso, de verdad lo agradecería… por cierto, saludos a Donghae-hyung
Nos despedimos nuevamente y yo cerré tras de él. Me quede allí unos segundos no sé por que…
-Hmp~… -un pequeño sonido me hizo voltear topándome con Taemin apoyado en una de las paredes, dejando ver su delgado cuerpo ya que había salido de la cama solo con la prenda que yo previamente le había pasado. Se había cruzado de brazos y ahora, al acercarme, sus mejillas comenzaban a llenarse de aire tomando una expresión demasiado tierna e infantil.
-¿Qué ocurre? –pregunté en un tono suave mientras pasaba mis manos tras su cintura despegando su cuerpo de la fría pared. El aún me miraba de esa manera, sin soltar ninguna palabra- ¿Estas… celoso? –fue lo primero que se me ocurrió, por lo que no dude en preguntar.
-Anni -se apresuró a decir en un tono algo elevado, expulsando así, todo ese aire que había guardado en su boca- No son celos… -puchereo cerrando sus ojos unos segundos.
En ese momento, me acerqué a sus labios a robarle unos cuantos besos inocentes.
-Si… son celos… -reí con ligereza por su actitud.
Taemin deslizó sus manos por mis hombros acercándose así el a mis labios, solo que con sus ojos abiertos.
-Te digo que no… -dijo con molestia fingida acortando la distancia entre ambos para propinar una traviesa mordida en mis labios, a lo que después se escabullo de mis brazos volviendo a la habitación.
-¡No te creo! –le grité al verlo huir caminando hacia el mismo destino, pero apenas entre me había aventado un almohadón el cual calló de lleno en mi cara- ¡Heeeey!
Me acerqué a él sentándome sobre la cama mientras el abrazaba otra almohada, la cual trate de quitar alzando una de mis manos.
-Es mío… -chilló suave a la ves que ambos tirábamos de aquel objeto, pero tanta fue la fuerza que utilicé que causé que terminara en mis brazos mientras sus suaves mejillas tomaban un exquisito color rojo- Y n-no estoy ce-celoso –murmuró desviando la mirada.
-¿A no?… -reí un poco tomando su rostro desde el mentón para poder así apreciar mejor la vista a sus mejillas sonrojadas- Entonces… ¿Por qué actúas así?
-Hmp…. –calló unos segundos-. El no solo te coquetea a ti, coquetea a uno de mis hermanas… Grrr~ -soltó un tierno gruñido frunciendo el ceño por eso.
Yo no hice más que reír, la verdad Kyuhyun nunca perdía el tiempo, siempre esta coqueteando, es algo que es normal en el… la verdad no me extraña, pero ¿Hermana de Taemin? ¿HERMANA? ¿MUJER? Me costaba creerlo.
-No te rías… y mejor durmamos…. –formó un puchero volviendo a la cama, acomodándose bajo las mantas. El día había pasado rápido, no me había fijado hasta oír sus palabras.
-Ya, ya… -reí por última vez y me acomodé a su lado, sin antes depositar un pequeño beso sobre sus labios- Descansa Taemin…. –susurré observando su rostro. Sus ojos estaban cerrados y sobre sus labios estaba dibujada una sonrisa sincera y dulce, su imagen denotaba tranquilidad y paz, una paz que nunca pensé encontrar.
-Te quiero Minho…. –le oí murmurar muy bajo, cosa que hizo que sonriera automáticamente.
-También yo…. –murmuré de la misma manera cerrando mis ojos al instante dejando que el cansancio de aquel agitado día se convirtiera en un profundo y placido sueño…