POV Key
Así que Minho había hablado con Jonghyun....
Suspiré. Aquello fue una noticia inesperada, sentí un retorcijón en el estómago que me hizo dejar lo que Mir me había preparado frente a la mesita frente a mi. Traté de lucir tranquilo pero era imposible si mi corazón trataba de escaparse de mi cuerpo para salir por mi garganta. Era una sensación horrible.
-Esta... trabajando. Preguntó por ti.
Miré el rostro de Minho y no me agradó en nada, apesar de el mínimo rayo de esperanza que me dió al oír esa frase. Era cierto que aún seguía dolido por todo el daño causado, por el y Jinki, pero no soy alguien rencorrozo, yo lo amo... Amo a Jonghyun desde que lo conocí, a pesar de que sea un torpe, un idiota, y quien más daño me a hecho, lo amo... y lo perdono, así como perdoné a Onew... Estoy debil y debo velar por mi bebé. No estoy preparado para esto, es tan repentino y extraño... Necesito ayuda, a Jonghyun.
-¿Si?.... -suspiré, bajando la mirada.-Pero no quiere volver.
Lo sabía.. una parte de mi sabía que Jonghyun no quería volver. Lo conozco, es normal, sabe que estoy molesto, debe pensar que lo odio, aunque en parte aún guardo dolor en mi, que me hace odiarlo, pero solo cuando recuerdo lo sucedido. Necesito dejar de pensar en eso... de verdad.
Me levanté del sofá y Mir me imitó, mirandome con preocupación. A veces me pregunto como se comportará cuando la barriga comience a crecer y me vuelve más idiota y quejumbroso de lo que ya soy. Es una gran persona y muestra mucho interes en mi... Pero....
-Debes decirle -la voz de Choi me sacó de mis pensamientos, haciendo que le mirase mientras revolvía mis cabellos, que por primera vez lucían desaliñados y descuidados,como todo yo en ese momento-. Tengo su número, quedó registrado en mi celular. -Extendió el aparato hacia mi y mi cuerpo se tensó cuando lo observé.
Me vi tentando a cogerlo, pero mi cuerpo no respondío, mi orgullo me lo impidió y mis labios se apretaron para no hablar.
Fruncí el ceño y relaje los labios y el cuerpo, permitiendome tomar el aparato, sin ser capáz de revisar el número.
-No puedo... No puedo Minho -le entregué el aparato a Mir y vi como este se lo devolvía a su dueño. Quería llorar... de verdad que quería hacerlo, pero la miradas de los chicos presentes me lo impidieron.
-Saldré, acabo de recordar algo. ¿Quieres algo, Key? -Mir alzó la voz, mirandome con preocupación mientras negaba-. Jinki esta por llegar... Te quedas con Minho... -dijo para luego salir por la puerta. Era cierto, Onew vendría a dejarme unos examenes de sangre que había solicitado para ver si todo estaba en orden.
Volví al sofá y Minho me siguió, casi molesto por mi actitud, pero no tenía ganas de defenderme o atacarlo con palabras, no tenía ánimos.
-Nunca creí verte tan mal.-No soy de hierro como la gente cree -espeté con voz sorprendentemente firme. En parte Minho me había hecho recordar mi verdadero yo, el que estaba dejando de lado por esta situación. Eso no estaba bien, para nada.
No debo perder mi escencia, debo ser fuerte.
-Lo sé -me sonrió, y por primera vez quise hacerlo también, por gusto-. Así que me creo que deberías salir, ir de compras o no sé, esas cosas raras que a ti te gustan -se encogió de hombros, pero sus palabras habían dado en el clavo.-Oh Minho, para algunas cosas eres un idiota -reí y el me miró con el entrecejo fruncido-, pero para otras, eres increíble.
Me levanté del sofá para ir al baño y arreglarme un poco.
Hace menos de cinco minutos me sentía como un completo inútil, devastado, triste... Totalmente gris, como esa gente que ni siquiera soporto... pero vamos ¡Soy Kim Kibum!, no es mi estilo sentirme así. Bien cierto es que suelo ser debil cuando se trata de mi corazón, de cosas que me importan, ya e sufrido muchas perdidas, pero debo aprender a sobrellevarlas, y si... Jonghyun aún no quiere volver, no puedo obligarlo, quiero sentirme bien, cueste lo que cueste. Me lo merezco.
Acomodé mi cabello, que a pesar de estar desaliñado, estaba limpio. Luego utilicé un poco de maquillaje para borrar las marcas bajo mis ojos, los cuales delinee ligeramente. Me cambie de ropa a un conjunto casual pero que me hiciera notar, como siempre.
Cuando estuve listo, volví a la sala y ví como Jinki entraba al departamento, con el semblante intranquilo. Era raro viniendo de él.
-Onew.. -sonreí y el me miró extrañado, y no lo culpaba, siempre que venía me encontraba de lo peor.-Minho.. ¿Qué le pasa? -me ignoró.
-¡Lee Jinki! -agarré un cojín del sofá y se lo tiré causando que la rana riera y Jinki me mirara con reproche y extrañesa.
-Aigoo... Me pillaste desprevenido.
-Desprevenido nada, saldrémos y prepara tu tarjeta de crédito.
La expresión de Jinki era digna de una foto, más la risa de Choi interrumpio todo aquello, contagiandonos a todos.
-¡Hey, Rana! -reí-. También prepara la tuya.
POV Onew.
Estaba cansado, realmente cansado, había tenido un día horrible en el trabajo así que me tomé la tarde, para ir a buscar los examenes de Key e ir a su departamento, pero Minho me había abierto. Era extraño no ver a Mir. El siempre cuidaba de Key; a pesar de ser un buen chico sentía que lo único que quería era estar con la diva. Era un poco tonto si lo pensaba con calma, se conocían hace poco, por lo que me dijo Key, pero se habían hecho muy cercanos. Mir era agradable, raro pero agradable, aún así me inquietaba.
Saludé a Minho con pesar, y el lo notó de inmediato aunque no tuvo ni tiempo de preguntar ni yo de responder pues Key había hecho acto de presencia en la sala de estar.
Era la primera vez en días que lo veía con una sonrisa sincera en los labios y completamente arreglado, como es él.
-Minho... ¿Qué le pasa? -Miré a mi amigo y el sonrió, e iba a responder pero Kibum interrumpió con su voz chillona y un cojín que calló en mi rostro de lleno. Soy tan torpe que ni lo ví-. Aigoo... Me pillaste desprevenido.-Desprevenido nada, saldrémos y prepara tu tarjeta de crédito..
¿Qué? ¿Mi tarjeta?
Mis ojos se abrieron como platos y temí por mi cuenta bancaría. Minho reía como enfermo y Key le seguía, tan solo yo pude esbozar una sonrisa nerviosa.
-¡Hey, Rana! -Key volvió a reír y nos tomó por los brazos, estando él al medio-. También prepara la tuya.
Minho y yo nos miramos nerviosos. Cuando Key compraba era un caos... pero sé que esto le haría bien. Distraerse siempre es bueno.
-Pero.. Key, tengo tus examenes.. -antes de salir me acordé del sobre que aún sostenía. Key me lo arrebató y lo dejó al lado del telefono de la casa para luego arrastrarnos a fuera de su departamento.-Después lo reviso.
~~
El camino hasta el centro comercial lo hicimos en el vehículo de Minho. Kibum iba en el copiloto cambiando cada diez segundos la estación de radios, cantando partes de canciones que yo no conocía mientras Minho me dirigía miradas divertidas por el espejo retrovisor.Key se comportaba como si hubiese comido una tonelada de dulces y bebidas energeticas, así de hiperactivo.
¡Qué le pasaba!
Esa pregunta rondaba mi mente haciendome preocupar, pero luego mi subconsciente me recalcaba que era mucho mejor verlo así de animado que sumergido en su depresión por Jonghyun. Siempre que lo recordaba sentía un odio hacia mi mismo.... Había sido tan idiota que me había comprometido a arreglarlo, sea como sea.
A los diez minutos de viaje, ya con un Key totalmente aburrido de la música llegamos al centro comercial, así que no demoramos nada en ingresar a ese edificio para ir de inmediato a una de las tiendas partamentales favoritas de Key. Prada.
-¡Oh por Dios! es una nueva colección... -Key observó la vitrina emocionado, mientras Minho miraba a sus alrdedores y yo le prestaba atención a mi amigo-. ¡Vamos, vamos!
Los tres entramos y vimos como Key tomaba y tomaba prendas para ir al provador, nosotros preferimos esperar, sentandos.
-Fue mi idea -murmuró Minho mirando el probador donde había ingresado Key. Yo le imité y observé como sus pies inquietos se movían al cambiarse de ropa. Sonreí.
-Mala idea Choi -reí divertido y el golpeo mi hombro.-Prefiero que gaste dinero, aunque sea el nuestro a que siga fastidiandose con su depresión. Es peor que cuando murió su abuela..
Era cierto. Esa vez que la abuela de Key había fallecido, Kibum había estado en una depresión horrible, siempre decaído y casi ni comía. Fue una época horrible, meses después de conocer a Jonghyun. Suerte que el pudo ayudarlo. Ahora nos tenía a nosotros y debíamos tratar de que se sintiera mejor.
-Espero que no compre demasiado -murmuré-. Acaban de pagarme, pero no quiero gastar todo mi dinero en el.-Onew... -Minho me miro fastidiado, y caí en la cuenta de lo que había dicho.Pase saliva y bajé la mirada mientras recibía un nuevo golpe en el hombro acompañado de la risa de Minho.
Segundos después apareció Key, vestido increíblemente bien, pero Minho insistía que lucía horrible, y lo único que consiguió fue que Key le golpeara constantemente en la cabeza y pecho. Yo solo podía reír.
Pasamos media hora en esa tienda. Kibum compró dos tenidas allí, que estaban realmente caras. Era raro que solo comprara dos, pero luego supimos que era por que quería ir a otra.... La situación fue similar, pero esta vez Key compró unos accesorios de muñecas, unos gorros, y una chaqueta de cuero rojo que se entallaba a su cuerpo.Creo que en total estuvimos unas tres horas en el centro comercial. Pero lo mejor que pudimos comprar fue un par de enteritos para bebé, un regalo de parte de Minho y yo -aparte de toda la ropa que le compramos a Key-, elegimos un color neutro, verde agua. Era muy pequeñito y a Key le encantó, inclusó soltó unas pequeñas lagrimas cuando sostuvo la prenda sobre su pecho. Creo que incluso imaginó al bebé llevando dicha prenda, aunque luego promeo con que teníamos mal gusto para elegir ropa, pero fue lo de menos.
Cuando llegamos a su departamento eran exactamente las nueve de la noche. Minho decidió dejarnos fuera del edificio y luego marcharse, mientras yo cargaba las bolsas de Key a su departamento.
Mir nos recibió.
-¡Ah Miru! Debiste ir con nosotros... Me compré mucha, mucha ropa -Alardeo Key mientras yo dejaba las bolsas sobre el sofá y Mir miraba con incredibilidad el ánimo de la diva. Yo estaba igual antes.-No preguntes... -le murmuré y el asintió con suavidad.
-Por cierto -Mir abrió la boca acaparando la atención de Key-, ¿No tenías que ver tu examen?
¡Que bueno que Mir lo recordó! Casi lo olvidé.
Cogí el sobre de donde Key lo había dejado y se lo entregue, causando que este lo abriera con lentitud y tranquilidad, pero su desplante cambió cuando leyó el contendio.Me preocupé.
-¿Qué dice? -Mir preguntó de forma rápida mientras Key dejaba caer el brazo pero se lo impedí al tomar aquel papel.
Lo leí dos veces por si las dudas... pero al final pegué la vista en el amigo de Kibum.
-Sufre de anorexia.
Miré a Key con preocupación mientras el suspiraba, cansado. Me acerqué a él y tomé su rostro, por primera vez note sus ojos ojerosos, a pesar del maquillaje, y sus
mejillas ligeramente ahuecadas. Fruncí el ceño.
-¿Por qué no comes?
-No quiero -respondió levemente desviando la mirada de la mía mientras yo soltaba su rostro.
-¿Qué haces con la comida que yo te doy? -Mir se acercó a nosotros y le tomó del brazo con cuidado, pero luego se retracto.
-La boto cuando no te das cuenta.
Esto no estaba bien... Al contrario estaba muy mal. Kibum necesitaba comer, de verdad estaba muy delgado, eso no le haría bien. Definitivamente ahora si teníamos que interferir de mejor manera en su alimentación, tal vez aumentando las vitaminas o esas cosas.
Quizá hasta el pollo pueda ser la solución.
Sí, tiene que ser. Haré que Kibum coma de mi preciado pollo frito, aunque no quiera por el contenido de grasas y esas cosas que el deteta, pero le hará bien.
-Ok... mañana comenzaras la dieta del pollo -sonreí. No tenía caso enojarse por ese tema, tan solo hay que apoyarlo para que no sufra más.
A pesar de no recibir respuesta, supe que Key negaba la idea, pero que la agradecía. Lo corroboré cuando sus delgados brazos me abrazaron y su cuerpo se sintió debil, pero fue un abrazo cariñoso uno que yo no merecía.
Era tiempo de remediar mi daño.