Pov Taemin
-Ah~… ah... de-detente… -no podía dejar de soltar aquellos quejidos de placer, me sentía extraño… Estaba postrado sobre la cama y había alguien sobre mí, sentía su cercanía.
Tenía calor, mucha calor. Oleadas de placer recorrían mi cuerpo, a pesar de que dijera que se detuviera, mi cuerpo se encontraba deseoso de más…
Mi miembro había sido atrapado por una mano que no era la mía. Divise con mi mirada un rostro familiar… los escalofríos que recorrían mi cuerpo eran suaves, pero se sentían. Mi vista era nublosa. Todo lo que sentía era, de cierto modo, extraño… ¿Cómo había llegado a aquella situación?
-Sé que te gusta… -oí un susurró. Reconocí de inmediato esa voz… trate de moverme, pero no tenía la fuerza suficiente para hacerlo.
-M-Minho… a-ah~ -sentí algo entre mis piernas, una presión suave, nada desagradable. Un roce… Sentía mi cuerpo más caliente que antes, y la excitación comenzaba a apoderarse de mí. Llegaba sentir las sábanas pegadas a mi cuerpo, y casi no podía respirar. El oxígeno se sentía caliente.
De repente mis ojos se abrieron de par en par. Veía perfectamente... no había nadie, estaba solo en mi habitación, las sábanas estaban desparramadas por la cama. Aún sentía ese sofocante calor en todo mi cuerpo…. Había sido un sueño... el tercero de la semana, solo que este había sobrepasado el límite. Me levanté de la cama a penas, notando nuevamente un bulto entre mis piernas.
Desde que no había vuelto a ver a ese Keroro, me había puesto a soñar con el, pero no pasaban de los besos e inocentes caricias, hasta hoy.
Ese Minho me había provocado otra vez una erección.
-Agh... Malditas hormonas… -resoplé suave y me dirigí rápidamente al baño para tomar una ducha fría. De seguro eso calmaría esto.
Dentro del baño, bajo la regadera, la situación no mejoro. Mi amigo seguía despierto, me daba mucha pena seguir así, por culpa de un chico…
No me gustaba la idea de tocarme, por culpa de un sueño, pero era mi única solución, no pensaba ir al colegio con ese problema…
-Aigoo... Minho estúpido –susurré bajo bajando la intensidad de la ducha, haciendo que el agua cayera a menor escala mientras yo me ayudaba- Ah~… -gemía bajito para que ninguna de mis hermanas me oyera; no quería traumar a nadie.
Mis gemidos eran suaves, pero los reemplace por tediosos suspiros. Mi mente se concentro totalmente en Minho… Jodido idiota, lo que hago por ti…
Su imagen, sin polera, totalmente provocador no demoró en llegar mi mente… El movimiento de mi mano se hizo más rápido. Apoye la libre sobre la fría pared del baño sin dejar de detener mi accionar.
-Minho... ah… -los gemidos volvieron a mí hasta el momento en que me vine en mi mano, salpicando en la pared aquel líquido blanquecino…. Sentía calor en mi cuerpo, pero con la ducha se disipó, al igual que aquel accidente.
Una ves fuera del baño, arregle mi cabello y me vestí, bajando rápidamente las escaleras sin olvidar llevar conmigo mi bolso. Mis hermanas estaban por salir.
-Tanto que te demoras en el baño… -me regañó mi noona, Minzy frunciendo levemente el ceño- Nosotras nos vamos… Bye Minnie, te vemos en allá-.. –dicho esto se fue con todas mis hermanas.
-Adiós… -fue lo único que dije mientras iba a la cocina. Mi madre no estaba allí. Ni idea donde está esa loca mujer.
Me tomé un vaso de jugo de naranja y comí unas tostadas, no me daba tiempo para más, la verdad estaba algo atrasado.
Una vez fuera de casa, corrí lo más que pude hasta el establecimiento. De cierto modo tenía la esperanza de ver a Minho-hyung…
Aún me quedaban unos minutos antes de entrar a clases, así que camine lentamente por el pasillo, incluso pase frente a la oficina de la directora varias veces esperando verlo... pero nada.
Me estoy hundiendo en mi propia confusión… lo sé… pero no puedo evitarlo.
Ya daban las 8 en punto y yo aun no entraba en mi salón. Corrí hasta llegar, por suerte la profesora no se dio cuenta de mi presencia y pude llegar a mi pupitre sin problemas.
-Casi llegas tarde… -me dijo Amber mientras me sentaba a su lado. No le respondí, solo le sonreí algo apenado.
Tome atención en la clase… y las siguientes, para calmar mis pensamientos. En los recreos traté de no preguntar por el, ni mencionarlo. Llegué incluso a preguntar sobre ese grupito de chicas tan fresas que siempre se hacen notar, cuando la verdad, no me interesaba saber sobre chicas fáciles.
-No entiendo por que quieren llamar la atención…. –murmuré algo ido sin mostrar mucho interés en el tema.
-Ni idea. Así son ellas… -sentía la mirada de Amber sobre mi- ¿Estás bien? –se acercó a verme, yo por inercia ladee el rostro para toparme con su mirada. Le sonreí.
-Si… solo un poco ido... –reí un poco.
-Por cierto, habrá fiesta en mi casa, este sábado. Tienes que ir… -una amplia sonrisa de malicia se formo en sus labios. Dudé un poco. No pude evitar fruncir levemente mis labios ante mis sospechas, ella lo notó- Anda… Será divertido… -me empujó suavemente del hombro.
-Esta bien... allí estaré... –suspiré suave sin preguntar si Minho estaría allí. Sería mejor no saberlo-. Pero… hay un problema… -me acorde de Sulli, ella aún me seguía, era raro no verla pegada a mi justo ahora- Sulli aún debe “cuidarme” –hice comillas al aire con mis dedos en esa última palabra.
-Eso es estúpido… -bufó Amber rodando sus ojos-. De seguro ya no es así... –miró a sus alrededores- no la veo como los otros días. ¡Vamos! –Trató de alentarme- es viernes, a estado una semana pegada a ti, y como no a pasado nada, de seguro le contó a tu mamá y dejo de espiarte… -dijo muy convincente. La verdad tenía razón…
Ese día fue aburrido… llegué a casa a eso de las 5 de la tarde, y no tenía nada que hacer. Bueno… casi todos mis viernes eran así.
-Estamos en casa… -anunció Suzy mientras todos entrábamos, por suerte viajaba con mis hermanas, no quería caminar solo, eso me hacia pensar demasiado en mis problemas, en cambio con mis hermanas el camino es envuelto en risas y estupideces.
Dejamos las cosas en la sala y mi mamá apareció bien arreglada, lucía muy bien, con el cabello recogido en una media cola, un traje de oficina color negro, zapatos altos. Hace mucho que no la veía así.
-¡Guay! Omma, estás hermosa… -Sulli dio un pequeño brinco a ver a mamá de esa manera.
-Iré a una entrevista de trabajo – ¿es enserio? Eso sería fantástico- vuelvo en unas horas… -tomó sus llaves y se dignaba a salir, pero la detuve.
-Mamá…. –aclaré un poco mi garganta y ella alzó las cejas con una media sonrisa en la cara- Me invitaron a una fiesta mañana…. ¿puedo ir? –parpadee un par de veces formando un suave puchero sobre mis labios.
Ella soltó una risita y desordenó mi cabello.
-Te has portado bien, pero no te dejaré las cosas fáciles… ¿eh? Tienes que ordenar con tus hermanas la planta baja... –miró a mis hermanas- Deben ayudar, si no es así, su hermano no saldrá y ustedes tampoco… -dicho esto, se fue.
Yo tenía la vista puesta en la puerta y podía sentir la mirada fulminante de mis hermanas. Me voltee lentamente a ellas.
-¡Taemin! ¡Yo no quiero ordenar…! Si quieres que lo hagamos…. ¡Llévanos a la fiesta! –Krystal chilló haciendo que su voz retumbara en la sala.
-¿¡Estás loca!? No pienso llevarlas, la fiesta es de una amiga, no puedo… -protesté frunciendo el ceño.
-Minnie, no te preocupes… -Minzy palpó mi espalda con suaves golpecitos, Sulli se puso a su lado- Yo te ayudaré… -rió suave- yo tengo planes para mañana, así que no me interesa ir a la fiesta, solo quiero que omma me deje salir… -me sonrió amplio. Ella siempre era así conmigo, y con todas… por ser la mayor.
-Oppa…. –Sulli salió del lado de Minzy y se colgó en mi brazo-, yo igual quiero ayudar, mi no quiere que se quede sin salir después de haberme soportado tanto… -un puchero se apoderó de sus labios, lucía realmente tierna.
-¡No es justo! –otra vez Krystal- Yo quiero ir a esa fiesta… y de seguro Suzy tambien –volvió a chillar algo molesta.
-¿Qué yo que? –al parecer Suzy estaba en otro mundo. Se sacó los auriculares de los oídos y nos miró algo confundida. Yo solo reí. Krystal había quedado como una boba.
-Nada Su… debemos ordenar la casa si queremos salir mañana… -habló con calma y amabilidad Minzy.
Suzy asintió entusiasmada- Claro… así matamos el tiempo… pero pongamos algo de ¡música! –alzó los brazos.
La única molesta era Krystal. Era divertido ver que por alguna ves en su vida, no conseguía lo que quería.
Mis hermanas y yo nos disipamos de la sala, debíamos cambiarnos de ropa, ya que mamá nos mataría si ordenábamos con la ropa de colegio.
-~-~-
Pov Key.
Jonghyun me habló de una fiesta en casa de Amber, eso me emocionaba. Tenía que preparar mi vestuario desde ya. Pero no me gusta elegir solo, me gusta que alguien me de su opinión, y quien mejor que mi novio.
-Amor, amor…. Ayúdame a elegir la ropa, ¿si? –lo tomé fuerte del brazo, inflando un poco mis mejillas. El rió suave.
-Con lo que te pongas lucirás bien… -me regalo una amplia sonrisa, estuve a punto de derretirme allí mismo.
-Aigo… Puppy~... anda… vamos, podrás ver como me desvisto… -lo chantajee para que fuera conmigo. En un parpadeo tomo de mi mano y me haló hasta mi departamento. Era divertido verlo así.
Una vez dentro del departamento, fui yo quien lo arrastro hasta mi cuarto. Lo empuje suavemente para que quedara sentado sobre la cama. El me miraba con una media sonrisa formada en sus labios, de seguro creía que le haría algo.
Reí para mis adentros y me acerqué, ¿Qué tal si lo provocó un poco?
-Jjong… -acoté casi en un gemido mientras me arrodillaba entre sus piernas- ¿de verdad vas ayudarme a elegir la ropa? –posé mis manos sobre sus piernas, deslizándolas hacia arriba, mientras me acercaba a sus labios- Ah~ Jongie… -gemí suave pegando mi cuerpo al de él pasando mis brazos por sus hombros . Yo aún seguía con las rodillas en el suelo.
-Key… -susurró pasando sus fuertes brazos por mi cintura- Te ayudaré a lo que quieras…. –murmuró cerca de mi oído- pero tu debes ayudarme… -froto sutilmente su cuerpo sobre el mió. Sentí un escalofrío a causa de eso, puesto que pude sentir como ya su miembro había despertado. Este Puppy es demasiado predecible.
Me alejé despacio de él. La idea era solo provocarlo y ya lo había conseguido.
-Primero la ropa Jongie… -reí divertido acercándome al ropero.
El suspiro pesado. Eso me causó más gracia aún.
Comencé a sacar ropa…. Tenía demasiada, pero elegí las que más me llamaban la atención. Ropa en tonos rosas, rojos y negros, para combinar.
-Aquí esta todo…. Ahora solo debo elegir…. –miré a Jjong unos segundos, de verdad lucía algo afligido. Al parecer había sido demasiado cruel con el- Jongie… -murmuré suave acercándome a su lado. No respondió parecía ido. Se me ocurrió una idea.
Me saque la playera que traía puesta dejándola a mi costado, me levante de mi lugar y tome una prenda, dándole la espalda al mayor dejando a la vista mi delgada espalda.
La cama hizo un pequeño rechinado. Supe que se había levantado.
Acto seguido, sentí sus manos pasar por mi cintura, sus labios sobre uno de mis hombros dejando suaves besos. Solté la polera mi me voltee, deslizando mis manos por esos fornidos hombros. Sus manos, en cambio, se deslizaban por mis costados hasta mi cadera, y luego mi trasero. Acaricio y apretó esa zona de una manera tan agradable, que no pude evitar suspirar. Sus labios se posaron en mi cuello, sentí como me besaba y lamía, pasando su lengua por aquel lugar mientras yo ladeaba el rostro para darle un mejor ángulo, con mis ojos cerrados; luego de unos segundos sus labios se posaron sobre los míos, lo besé, con algo de euforia y necesidad, un beso tan pasional y agradable que no dudamos en dar paso a nuestras lenguas. Me hice paso en su boca, saboreando aquel paladar, y el hizo lo mismo, nuestras lenguas luchaban tan exquisitamente, que creí que iba a ahogarme.
Me tomó de las caderas y me alzó, yo enredé mis piernas en sus caderas y me llevo consigo a la cama, dejándome allí, y el sobre mi, entre mis piernas, sin darse la molestia de cortar el beso. Al contrario, acompañó aquel placentero beso con caricias sobre mi abdomen. Sus manos acariciaban de forma ascendente y a su antojo, deteniéndose en un lugar sensible, mis pezones. Acarició los bordes y luego apretó, el placer me inundaba y por ningún motivo quería que se detuviera y ya sabía como conseguir aquello.
-¡Ah! ~ -gemí sobre sus labios, haciendo que el beso se cortara- Te quiero dentro… quiero sentirte Puppy… -dije en un tono suplicante sonrojándome por completo.
El no vaciló ni por un segundo, se deshizo rápidamente de mis pantalones, yo alcé mis caderas para hacer más fácil su tarea. Yo solo estaba con una prenda sobre mi, mis boxer y el aun vestido no era justo.
Lo empuje suavemente por los hombros, sentándome frente a él. Me incline un poco para que mi rostro quedara a la altura de su pecho. Desabotoné uno a uno los botones de su camisa con mi boca, pasando mi lengua por su torso a medida que lo hacia, hasta llegar a su pantalón. Le miré con malicia y el sonrió.
-¿Qué piensas hacer? –acotó en un tono ronco, tan sensual.
Besé su torso y puse mis manos sobre la cremallera de su pantalón lo bajé suave mientras el se quitaba la camisa.
Cuando acabé de desabrochar su pantalón, el mismo se encargó de quitárselo, solo que el se llevo con aquella prenda sus boxer, dejando ver en gloria su miembro erecto, rogando por atención.
-Hyung~ -casi gemí al hablar, casi nunca llamaba así a mi novio, pero a veces esa palabra podía usarse para provocarlo aún más, solo si se sabe usarla- Tengo hambre…. –susurré cerca de su rostro colando mis manos en su erección, apretando su miembro con una de mis manos- ¿me alimentas? –traté de usar un tono de voz suave y tierno.
-Cómeme… -demandó cerrando sus ojos, soltando un suspiró largo y agradable.
Hice que se recostara sobre la cama y fui dejando besos por su cuello, pecho y vientre, pasando mi lengua en el camino, lamiendo su ombligo y luego llegue hasta el premio mayor. Tomé su miembro con una de sus manos y repartí besos por su extensión, podía oír los suspiros del mayor incontrolables.
-K-Key… hazlo… métetelo a la boca… -suplicó, y yo solo le regale unas cuantas lamidas para haber cuando soportaba, pero para mi sorpresa, Jjong alzó las caderas haciendo que su miembro entrara bruscamente a mi boca. Por eso, le dí una mordida y el, soltó un sonoro gemido, entre dolor y placer.
Decidí acotar su orden, introduciendo su duro miembro en mi boca, lamiendo su extensión antes de moverme, autopenetrándome con su miembro la boca. De arriba abajo movia mi rostro, engulléndome su extensión como si de un caramelo se tratase, no podía más de la excitación que sentía en ese momento.
De un momento a otro, me separe y retiré el resto de mi ropa. Creo que era mi turno de disfrutar, aunque a Jonghyun no le agrado mucho la idea que dejara de hacerle sexo oral, pero no era justo…
-Ha-házmelo Jonghyun…. –puse la diestra en mi miembro para masturbarme, mientras el me veía con sed de hambre por mi cuerpo. Se abalanzó sobre mi y cambio mi mano por la de él, acomodándose entre mis piernas dando roces con su miembro en mi entrada. La cordura y paciencia se habían esfumado de mi mente- ¡aah!~ Jonghyun, n-no me tortures… me-métemela… -eche mi cabeza hacia atrás sintiendo sus dedos sobre mis labios.
-¿Tanto me necesitas? –introdujo sus dedos en mi boca una ves que la abrí. No pude responder, me le hice saber que así era por como lamí sus dedos, mordiendo de ves en cuando antes de que los retirara- te daré lo que me pides diva… -beso mis labios con suavidad llevando sus dedos a mi cavidad, introduciendo uno con cuidado, aún así, un gemido de dolor salio por mi boca.
-A-ah~ n-no t-te detengas… -dije en un suspiro mientras sentía aquel dedo colarse por mi interior mientras aferraba las sábanas y Jjong llevaba su mano libre a uno de mis pezones, acariciando con suavidad, haciéndome sentir placer, hasta que introdujo el segundo dedo, el dolor se hizó más intenso al igual que mis gemidos. Siempre era así…
-Estas muy estrecho amor… -movió sus dedos dilatando mis paredes unos segundos más, para luego retirarlos, reemplazándolos por su miembro. El dolor se hizo más grande y palpable, al sentir su grueso miembro entrar en mí. Una ves que estuvo dentro, miré a mi novio, lucía tan sensual sobre mi.
Enrede mis piernas en sus caderas y puse mis manos en sus hombros mientras el tenia las suyas a los costado de mi rostro.
-Mue-muévete… -moví suavemente mis caderas para que el se moviera dentro de mi, y lo hizo a un delirante ritmo. El intruso se movía suave, haciendo que el dolor desapareciera lentamente. De dolor paso al placer, un placer incontenible.
Jonghyun aumentó el ritmo de sus estocadas, y comenzó a masturbarme nuevamente, mis paredes se contrarían y relajaban cada ves que el entraba y salía, con tanta fuerza y gana, que ambos soltábamos gemidos incontenibles.
Deslicé mis manos por su espalda, enterando mis uñas en ella, sentía su calor tan cerca del mío. Me encantaba sentirme así con el, tan suyo…
-Aah … ahí… -Jonghyun había encontrado mi próstata y no dejaba de moverse hasta dar con ella, haciéndome delirar y gritar de placer, mi cuerpo sufría de pequeños espasmos y mis piernas flaqueaban. No sabía cuanto más iba a soportar.
Busqué sus labios a tientas y le besé, entre suspiros, gemidos y sonoros jadeos, lamiendo sus labios, devorándolos al igual que el a mi, correspondiéndonos mutuamente.
-Ngh~… ya amor… ya casi… -me avisó y yo mordí su labio inferior, realmente ya no podía más. Mi cuerpo deseaba expulsar ya aquella excitación que sentía a flor de piel.
-¡ah! ¡ah!~ me.. me … Hm… -relamí mis labios hasta el momento en que me vine en su mano, sintiendo mi respiración caliente y agitada. El se vino dentro de mí, inundando mi cuerpo con su caliente esencia.
Se quedo allí estático unos cuantos segundos, que a mi parecer eran eternos, hasta que se retiro de mi interior recostándose a mi lado.
-Mañana…. Te dolerá todo…. –murmuró entre pausas sonriéndome-, ¿igual irás? –me abrazó y yo apoye mi rostro en su pecho. La verdad no había pensado en eso. Aunque si iré a esa fiesta, aunque mi trasero duela.
-Si… -suspire y tome una bocanada de aire- iré… y si es necesario tú me cargaras…. –me acerque a su rostro y bese su mejilla.
El cubrió nuestros cuerpos con una manta y nos pusimos a descansar…. Después de todo aquello, era lo mejor… para luego tomar una ducha… Juntos.