Deidara fue más habil y subio un poco su cuello para besar sus labios, beso que fue bien recibido. El pelirojo aprovecho para meter una mano bajo la playera del menor,el que respondio cerrando los ojos fuertemente y suspirando. Sasori continuó el beso, que pronto se volvio salvaje y pasional.
El pelirojo se levanto junto con el rubio.
De la mano lo llevo hasta su recamara. Esta tenia paredes blancas sin ningun tipo de retrato o cuadro, lo unico que las cubria eran extrañas formas en espiral de color negro vivo. Tenia un ropero muy grande de cerdo al parecer. Su tocador tambien era grande, con cajones a los lados y puertas en medio. Tenia un espejo muy grande de forma de media luna que estaba sobre el. Más arriba estaba la pantalla, la cual, obviamente era de plasma, de unas... 80 puntadas, quiza más. El suelo era de madera pura, como lo era el de toda la casa, al menos de lo que habia visto.
La cama era muy grande, una jumbo. Una cosa que le sorprendio y le intrigo era que tenia tanto las almohadas como el edredón, rojo sangre, de tela similar a la seda. El cual era demasiado sugerente.
Deidara se pregunto si de verdad seria su habiatción, o seria la habitación del sexo debido a los adornos y el color de la cama.
Sasori avento al rubio hacia la cama y y se le subio encima. Le subio la playera que traia y la avento tambien, yendo a parar al suelo. Con algo de urgencia bajo sus manos y se desabrocho y bajo los pantalones, sacandoselos y tirandolos por ahi.
El ojiazul por su parte, se dejaba hacer. Con sus brazos encima de su cabeza y las piernas abiertas. Se sentia el ser más afortunado del mundo, ahi estaba a punto de hacer el amor con su artista favorito.
El de ojos cafes bajo su boca hacia el pecho del otro y atrapo un pezon entre sus dientes y el otro agarrandolo con sus dedos. El ribio gemia, de repente se lo sacudio de encima y tomo el control. Le quito los boxer negros que traia aquel y se llevo su miembro a la boca.
Jamás en su vida habia tenido sexo con un hombre, de ningun tipo de sexo. Podria decirse que era virgen en esas cuestiones. Sin embargo no era virgen, ya hacia mucho habia tenido que ver con una que otra mujer. No sabia como hacerlo, se limito a hacer lo que se imaginaba le gustaria a el.
Lamia desde la base y hasta la punta, donde daba toquecitos con sus dedos.
- Ahh.. - gemia el chico pelirojo.
¡Genial! Lo estaba haciendo bien. Era hora de continuar. Se llevo dos dedos a la boca mientras continuaba su trabajo con la mano. Luego los bajo hacia su entrada, sabia por instinto que tenia que ser asi, o si no doleria, y el que jamas lo hubiera hecho con un hombre no le preocupaba, el sexo te sale por instinto la primera vez que lo haces (supongo).
Se separo del ojicafe y se acosto boca arriba, abriendo las piernas. El otro se acerco con su miembro en mano y antes de introducirse le sujeto las piernas y se las puso en los hombros.
- ¿Estas listo?
- ... - solo asintio con la cabeza.
Puso la punta en la entrada e inmediatamente sintio las contracciones del cuerpo del menor. Sin querer producirle más dolor se metio de una sola vez.
- ¡¡Aahh!! - grito de dolor, una lagrima escapo de sus ojos.
El pelirojo comenzo a deslizarse por su interior rosado y virginal una y otra vez. El rubio lloraba.
Al pasar el tiempo Deidara dejo de llorar y gritar de dolor y comenzo a disfrutarlo.
- Ah...
- Aumm...
Llevo las manos a la espalda del otro y lo abrazo, apretandolo más, queriendo decirlo que lo hiciera más fuerte.
Este aumento el ritmo mientras entrelazaba sus dedos en el largo y rubio cabello del chico, el cual se extendia por todo alrededor de su cabeza, dandole una imagen tierna y dulce si le añadia que tenia las mejillas sonrojadas y los ojos cerrados.
- Sasori... Dame... más ¡más!
El miembro entraba y salia con fuerza, produciendo un sonido de chapoteo.
Sasori llevo la mano al miembro del rubio y empezo a masturbarlo, este se revolvio de placer. Dejo de hacerlo cuando se percato de que Deidara estaba por venirse. Llevo su mano mojada por el líquido pre-seminal del rubio a la boca de este y le obligo a lamerla. Este lo hizo sin mucha presion por parte del otro.
El otro le abrazó y levanto, bajando sus piernas hacia su cadera (las de Deidara). Asi comenzo a ebestirlo verticalmente mientras le besaba el cuello y el pecho.
- Sasori... ¡Aahh! - se inclino y mordio su hombro.
- Deidara...
Conitnuaron con las embestidas fuertes, hasta que gritando muy fuerte ambos se vinieron.
Se desplomaron sobre la cama y se quedaron dormidos casi al instante.
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Deidara desperto por un rayo de sol que le daba en la cara, se sento y tapo los ojos azules para protegerse de la cegadora luz. Miro la gran ventana que no habia notado la noche anterior ya que la cortina que la tapaba tambien era blanca. En ese momento estaba abierta y habia un pajarito posado ahi. Entraba una brisa ligera bastante agradable por ahi. El ave volo en cuanto el rubio se movio un poco.
El pelirojo no se veia por ninguna parte. Envolviendose en una de las sábanas, las cuales eran rosas salio a buscarlo, casi seguro de que encontraria una nota despidiendose. Era un artista y eso es lo que haria normalmente, despues de todo, el lo habia hecho algunas veces.
Se llevo una gran sorpresa al encontrarlo en la cocina sirviendose un cafe.
- ¡Sasori! - expuso alegre, pues ya se habia hecho ilusiones con el, aunque aun tenia sus dudas y creia que lo iba a echar despues de que se vistiera.
- ¡Deidara! Que bueno que ya despertaste. Ten - le acerca una taza de cafe.
- Gracias...
- ¿Que te sucede?
- ¿Eh? No, nada- se sienta y le da un sorbo a su cafe.
- Deidara...
- ¿Si? - le mira
- Por favor se mi novio - lo toma del menton.
- ¿De verdad? - dice sorprendido.
- Sí - sonrie.
- Claro que sí - salta y le da un beso.
- Bien - le abraza.
CONTINUARÁ...