A la mañana siguiente Naruto despertó con los ojos hinchados y con un dolor en su pecho que jamas habia sentido en toda su vida. Se levanto y baño, planeaba salir para no ver a su pareja en todo el dia ya que aún estaba enojado y triste con el por que no le habia creido.
Salio de la recámara y camino por el pasillo. Su amante estaba sentado viendo la tv en ese momento. Con una fuerza de voluntad de hierro siguió su camino e ignoro a Minato.
- Naruto - le llamo el mayor al ver que pasaba de largo.
- Tú… me traicionaste… - interrumpio con nuevas lagrimas en los ojos apesar de que se habia dicho a sí mismo que ya no iba a llorar - Sabes que te amo, pero esa mujer es la que se acosto contigo después de que mamá murio ¿como querias que reaccionara?
Minato se quedo de hielo.
- Eso fue hace ya mucho tiempo - explico negando con la cabeza.
- ¿Ah, sí? Pues deberias de explicarselo a esa ramera, ya que ayer me dejo muy en claro que venia aqui para casarse contigo y dejarme a mi fuera del camino. Si por ella fuera me mandaria a Timbuctu para sí follar contigo sin interrupciones.
- ¡CALLATE! Ya aguante mucho de tus estupideces - Naruto se quedo en shock antes tal palabra - no tolerare que hables así de ella.
- ¡Esa mujer no sube de prostituta! - le grito y las lagrimas corrieron por sus mejillas.
Inesperadamente recibió un puño que le dolió más en el alma que en el cuerpo. Aquel puño significaba la importancia de la mujer en la vida de Minato… de su amante.
- Esa prostituta fue la que te cuido durante tus primeros meses de vida Naruto - le grito el mayor a punto de llorar tambien. No le gustaba pelear ni pegarle a su hijo y pareja, apesar de que era la primera vez que lo hacia - ¡Por si ya no te acuerdas tu madre se murio al tenerte y yo no podia cuidar de ti todo el tiempo!
- ¿¡Estas diciendome que me culpas por quedarte viudo!? ¡Ya no deberia de importarte! ¡Tu esposa ahora soy yo! - dijo señalandose a sí mismo - Pero, ¿que digo? ¡Mas bien era tu pareja, tu amante, porque me acabas de demostrar que no soy nada para ti más que un culo que te puedes coger cuando quieras! ¡Y esa mujer viene a reclamar que te la tiraste hace años! ¡Viene para que te la cojas a diario! - le grito llorando inconsolablemente.
De improvisto recibió otro puño. No iba a maldecirlo, ya que aunque le golpeara de esa manera y le demostrara que no confiaba en el, lo seguia amando ciegamente y quizas siempre lo haria, no importaba lo que hiciera Minato para que se olvidara, eso no se podia olvidar.
- Anda… pégame más, pero sabes que es cierto - le dijo en voz baja, ya se habia lastimado la garganta de tanto gritar.
- Era amiga de tu madre.
- Y aún así te acostaste con ella cuando mi madre recien habia fallecido, por eso viene a reclamar.
- ¡CALLATE! - no queria aceptar que Naruto tenia razón, aunque lo sabia de sobra.
Levantó de nuevo su mano pero esta vez se detuvo ¿porque? No lo sabia. Mejor decidió irse. Cerró de un portazo y no volvió en toda la
noche. Naruto por su parte, cayó al suelo de rodillas, haciendose daño, pero no le importaba el dolor físico, pues este era vanal en comparacion con el que lo carcomia en ese momento desde adentro. Ahora entendia a Sasuke y entendia que las relaciones eran dificiles y que podian romperse con suma facilidad. Como el destino se lo habia demostrado horas antes, todo solo por lo que ella dijo.
Ahi se quedo tirado mucho tiempo, hasta que el sol bajo hacia el otro lado (basicamente todo el día). Se movio solo cuando una lucecita en su cerebro le indico que era hora de irse a la cama. Se levanto y fue a acostarse. Rato después llego Minato, quien no se preocupo ni un segundo por el. Aparentemente.
Mientras estaba acostado, Naruto recapacito sobre esos días, y le sorprendio lo rápido que habian cambiado las cosas, pero decidio afrontarlo aunque fuera solo un poco. Le dolia tener que irse, pero si asi Minato se daba cuenta de que habia cometido un error, entonces trataria de irse de todas las formas posibles, incluso... no queria pensarlo ni considerarlo, pero como estaban las cosas, tenia que, casi se sentia obligado a considerar todas sus opciones, aunque esta última en la que no queria pensar, fuera... para siempre.
Los días continuaron sumidos en un completo silencio por parte de ambos. Asi paso una semana más.
Cuando necesariamente se volvían a encontrar, el ambiente era demasiado incomodo y doloroso. Fue ahí cuando Naruto decidio comenzar a irse en la primera forma en que podia irse.
- Papá, me voy - le dijo un sábado cuando ambos desayunaban en silencio.
- ¿Eh? - no es que no lo haya escuhado, es que no queria procesar lo que le habia dicho.
- Si, está decidido - dijo sin expresion o emocion alguna en su rostro y voz, aunque se estuviera muriendo por dentro.
- Per…pero ¡Naruto! - no queria que se fuera. Aún estaba pensando en cómo podria decirle que lo sentia. Estaba entre una cena romantica, o una cita a diferentes lugares, o incluso... dejar que Naruto... fuera... el seme por una vez. Sabia que era un idiota y queria disculparse, pero parecia ser ya muy tarde.
- ¡Sólo no quiero volver a ver tu cara! le grito con la voz más potente que pudo interpretar.
Aquellas palabras él sabía que habían herido a su amante. Esa era la intención, no permitiria que ese lo lastimara más, ahora ese sufriría por él. Si queria que Minato lo tomara en serio, primero tenia que ser firme para irse, y luego avanzar por las distintas etapas que esto ameritaba, una por una, hasta alcanzar la última, la que no tenia regreso.
Se levanto y salio de la casa, no volvio hasta el anochecer. Al entrar vio a Minato acostado en el sofa viendo la tv, pero otra vez se encerro sin decir ni una palabra.
En la mañana, se encontraron en la cocina y Naruto simplemente le
dirigió la palabra para decirle unas cuantas cosas que tenía pensadas.
- Papá - pregunto con tono desconfiado.
- …
- Bien, no me importa si me respondes o no, sólo me interesa que me escuches. Me voy a vivir por aparte, como te lo habia dicho. Asi que ya puedes meter a esa honorable señorita para reemplazarme en la cama.
- … ¿Ah sí? - prefirio no contestarle nada que tuviera que ver con ella - Me alegro.
- … Algo así suponía que dirías - le contesto el menor con el dolor en su pecho más horrible que nunca.
- … - sabia que lo habia herido, pero no le gustaba nada que empleara ese tono con el.
Cogiendo sus maletas, que la noche anterior habia preparado, salió de la casa y al cerrar la puerta, Minato cogió su taza de café y la
estrelló contra la pared para después comenzar a gritar contra su brazo queriendo decir un montón de groserías que se quedaron atrapadas entre su llanto y el brazo.
- ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! - grito sintiendose impotente.
En su desesperación, llamó a Mizuho.
- ¿Ho-hola?
- ¿Sí? ¿Minato? - respondio la mujer.
- Mi… Mizuho… si quieres puedes quedarte desde hoy aquí en mi casa.
- ¿En serio?... yo no quiero que haya problemas con Naruto, yo creo que es mejor no…
- Él… él se fue así que… - No pudo terminar la frase, sus tristeza y su dolor se lo impedían, por alguna razón aquello había sido más duro que cualquier otra vez. Algo dentro de sí se había destruido y sabía que era solo su culpa, su culpa por ser tan imbécil.
- Está bien, llevare mis pocas cosas esta tarde - No podía ocultar en su voz su alegría. Había sido más fácil de lo que se había imaginado. No sabía que la relación entre ellos fuera tan frágil.
Ahora sí, el plan podía comenzar - adios - cuelga y se leva formando una sonrisa cruel en el rostro.
CONTINUARÁ...