Los Uchihas estaban sentados frente a la iglesia, donde había un jardín muy grande y arbustos donde podían esconderse y hablar tranquilamente. Era
- ¿Como te diste cuenta de que decía la verdad? - le pregunto Itachi sin mirarlo.
- Supongo... que ya lo sabía - acaricia la mano del otro - ¿Me perdonas?
- ¡Oh, Sasuke! - pone una expresión torturada y lo atrae hacia su pecho - No hay nada que perdonarte. Al contrario... ¡Perdoname tu! - casi se le salían las lágrimas.
- Pero Itachi... cuentame que paso. ¡Necesito saberlo! - a el sí se le escapo una lágrima. Amaba a su novio, pero no se olvidaba de esas fotos.
- Ella... ella vino antes de que tu llegaras, y...
- ¡Ya no quiero escuchar nada mas! - se aleja de su pecho.
- ¡No, no! ¡No paso así! ¡Ella llego a decirme que no quería que nos casáramos pero que ya no había nada que hacer. Entonces iba a protestar, pero puso té y bebimos té y luego me desmaye!
Todo lo había dicho en voz alta y rápida, el menor no entendió nada.
- ¿¡Que!? - le preguntó
- Ah... Dije que ella vino para hablar de la boda, me drogo con el té.
- Eso suena bastante difícil de creer - se quejó.
- Pero te juro que es la verdad - tomo su rostro y lo miro fijamente - ¿Me crees?
- (Sonríe suspirando) Sí, te creo.
El mayor sonríe y va por sus labios, los que se come con mucha desesperación.
Al separarse ambos suspiran de nuevo, liberándose.
- Y este anillo... - mira el anillo en su dedo y sonríe inconscientemente - ¿me contaras su historia?
- Ahh - frunce el ceño - sí.
- Bueno, espero.
- Veras... Hace 8 años, en aquel accidente que se llevo a nuestros padres... quizás no lo recuerdes, pero estábamos ambos ahí con ellos, en el auto...
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En la carretera que los llevaría a su casa:
Dos niños venían jugando a las luchitas en la parte trasera del auto mientras su padre manejaba y su madre los miraba jugar.
- ¡Muere! - exclamo el mayor "estrangulando" a su hermanito"
- ¡Itachi! - protestó su madre riendo - deja en paz a Sasuke.
- Pero el empezó - excuso levantándose y distrayéndose. Momento que el menor aprovecho para aferrarse a su cuello torpemente.
- ¡No! - gritó el mayor riendo.
- ¡Ya niños! - grito su madre, disfrutando del momento.
Pero ellos no se callaban.
- ¡Niños! - los riño por vez primera su padre con voz fuerte.
Al instante se callaron y se sentaron en su lugar, su padre podía ser muy estricto a veces.
- Bien niños, ahora queremos decirles algo muy, muy importante - Mikoto mira a su esposo, quien le regresa la mirada - La verdad es que vamos a tener...
Un estruendoso golpe sonó en el interior del auto. El sonido de el cristal siendo roto en miles de partes y el del metal magullandose se hicieron presentes justo después.
Todo paso muy rápido. Un segundo estaban bien, y al siguiente el carro estaba completamente boca abajo.
Silencio total.
Itachi salió arrastrándose del carro, el cual estaba destrozado. Le dolían algunas partes, pero estaba casi seguro de que no era nada serio.
Cuando logro ponerse en pie, diviso a su hermano a pocos metros de el, tenía algunos rasguños, pero tampoco parecía tener nada serio.
Se acerco y se aseguro (o trato) de que estuviera bien.
Todo el paisaje lo veía rojo, el auto humeando del motor y piezas esparcidas.
Se acerco de nuevo al lugar del incidente y miro a su padre dentro. Rápidamente dio la vuelta para encontrarlo. Se agacho y lo meneo un poco del hombro.
- Papá - le llamó y el otro no contesto - Papá - volvió a pronunciar el llamado, y de nuevo no tuvo respuesta.
Paseo la mirada por el cuerpo de su progenitor y se percato de que en la altura del vientre tenía una herida, la cual sangraba mucho... su padre estaba muerto.
- ¡Papá! - comenzó a llorar, pero a lo lejos oyó un lamento y eso lo distrajo.
- ¡Máma! - corrió hacia donde venía el sonido, y efectivamente, era ella.
- I-Itachi - le llamo.
Mikoto tenía un gran corte en pecho, donde podía verse un pedazo de cristal. No podía ser salvada ya.
- ¿Sí, mamá?
- Cu-cuida de Sasuke.
- Lo haré mamá - lloraba.
- Nunca... lo dejes solo... cuida de el.
- Shh, no hables mucho, mamá. Lo haré.
Ella con mucho esfuerzo levanta el brazo izquierdo y se saca el hermoso anillo de compromiso.
- Este anillo... este anillo... prometeme que se lo darás a- a la mujer que amarás... por el resto de tu vida...
- Lo prometo madre - alargó la mano y tomo la joya entre sus dedos, que se mancharon de sangre.
- Te quiero hijo... cu-cuida... a tu... her-mano.
Después de decir esto fue cerrando los ojos y cuando lo hizo, también dejo de moverse.
Itachi sollozo sobre el cadáver de su madre, llorando su pérdida.
Poco tiempo después decidió empezar a cumplir su promesa, y fue donde Sasuke. Le tomó en brazos y se sentó en césped, a esperar ayuda, mientras que le colocaba el anillo en su dedito. Ya había decidido quién sería, aunque no podía demostrarlo.
Por el momento lo haría.
Pasaron solo 15 minutos antes de que la ayuda llegara. Las autoridades se llevaron el cadáver de sus padres. Tiempo después el mayor se enteró de que iban a separarlos, fue entonces cuando huyeron a la Hoja. Los buscaron por tres largos años. Luego no lo hicieron más, ya que Itachi era mayor de edad y podía cuidar oficialmente a su hermano.
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- Esa es la historia - le dijo el de cabello largo.
- ¿Porque no sabía eso? - le reprocho con voz suave el otro.
- Es algo que no deseaba recordar ¿Entiendes no?
- Sí - lo abraza - lamento que hayas tenido que recordarlo.
- Era necesario - lo abraza también - Espero que ahora comprendes mejor el porque acabo de poner ese anillo en tu dedo, hoy.
- Sí - sonríe - gracias.
De repente Itachi se levanta de la banquita donde ambos se encontraban, y en un acto muy simbólico, tomó la mano izquierda de Sasuke y suspiro antes de hincarse enfrente de el y mirarle fijamente.
- Sasuke Uchiha, prometo amarte todos los días de mi vida y estar ahí en las buenas y en las malas. ¿Me dejarías ser la persona que te acompañe de por vida, hasta después de la muerte? ¿Me... concederías el honor de ser el hombre más feliz del mundo?
El menor, que desde hace rato estaba llorando, se cubrió la boca con la mano derecha y asintió enérgicamente.
- Sí...
Dijo y después le abrazó fuertemente, a lo que el otro respondió besándolo muy dulcemente.
CONTINUARÁ...