En la universidad Naruto estaba en la biblioteca estudiando para los exámenes junto a Gaara, un estudiante de intercambio el cual tenía un carácter especial ya que a pesar de que ponía atención a cada una de las palabras de su amigo su actitud era un tanto introvertida, pero Naruto sabía que eso era cuando estaban en público pero cuando se encontraban solos Gaara cambiaba completamente.
- ¿Tu crees que sirva las nuevas reformas al tratado de libre comercio?- preguntaba Naruto
- Es difícil saberlo, si los inversionistas no quieren dar su brazo a torcer y la inflación sigue creciendo no creo que se logre una gran mejoría-
-Si, lo entiendo. Lo paradójico de la situación actual es que no nos preparamos para salir bien sino para no salir tan raspados-
-Creo que tus palabras lo describen todo. ¡Bien! creo que es todo, ¿necesitas estudiar más? Yo estoy en mi límite y tengo hambre- dijo Gaara tocándose el estomago
-No te preocupes ya terminé, en dónde comemos en mi casa o en la tuya-
-En donde quieras-
-Creo que lo justo es que comamos en la mía, después de tres meses por fin terminé de desempacar, es increíble todo lo que mi madre me mandó- dijo Naruto con una mueca
-Eso me parece perfecto y con un poco de suerte puede que hasta conozca a tu misterioso vecino- comento Gaara
-No lo creo, el regresa hasta ya muy tarde- dijo nuestro amigo rubio un poco triste para posteriormente sonreír
- Ya se porque sonríes, ¿qué no te cansan de esas medias citas en el ascensor?
- Para nada, los momentos en los que lo puedo ver son cuando vengo a la escuela y curiosamente cuando salgo ha comparar un poco de leche y regreso, me lo encuentro justo enfrente al ascensor-
-Si claro, es todo una coincidencia-
Y es que para Naruto esos dos momentos de todo el día eran los más importantes ya que podía verlo y platicar, aunque fuese de cosas superficiales, con la persona que tenía su mente completamente ocupada.
- ¡Genial! Bonito complejo- Dijo Gaara cuando llegaron al edificio en donde vivía el rubio
- Gracias – Respondió Naruto
- ¿Crees que sería bueno si me mudo para tu edificio?
- Eso sería estupendo- dijo abrazando a Gaara por el cuello – entremos-
Estaban jugando cuando el ascensor se abrió revelando a los dos en una posición poco convencional. Naruto lo primero que vio después de tanto reír fue a un par de ojos negros llenos de incredulidad.
- Hola Sasuke- Dijo levantándose rápidamente – hoy llegas temprano – dijo nuestro amigo intentando no sonrojarse.
- Si, nos vemos Naruto- dijo el Uchiha entrando en su departamento
Naruto sintió una gran aprensión en el pecho por al actitud del Uchiha pero eso fue hasta darse cuenta de la posición en la que se encontraba y lo que se podrían interpretar y pensando en eso se cubrió el rostro recargándose en la pared.
- ¿Era él?- preguntó Gaara
-Si y mira como me vino ha encontrar espero y no se forme una idea rara de mi-
-Te refieres a que te gustan los hombres?-
-Sabes a lo que me refiero- dijo el rubio entre molesto y triste – vamos, entra,- dijo mientras abría su puerta y se tumbaba en un sofá.