Naruto regresaba a su residencia, había ido a dejar a Gaara a su casa y en el trayecto de regreso venía pensando en el incidente del ascensor y la actitud un tanto molesta de Sasuke, y si piensa que soy algo raro, se decía, que soy un promiscuo por estar debajo de Gaara, o un fácil, o un niño en el mejor de los casos por estar jugando en el ascensor. Naruto no podía creer lo malo de la situación, lo primero que haría cuando llegara a casa sería disculparse con Sasuke y explicarle la situación, pero no se creía con suficiente confianza para hacer eso. No, y que tal si a Sasuke no le importa y ya lo olvidó, ¿no sería peor?... si, eso es, no creo que sea de las personas que sacan conclusiones precipitadas, pero aun así siguió preocupándose.
Una vez llegando a su edificio se bajó del auto y empezó a caminar hacia la entrada, tan distraído iba que no se percató que alguien salía hasta que lo golpeó en la cara con la puerta de cristal.
-¡Auch!- dijo tocándose la frente por el dolor
- Lo lamento iba distraído- dijo un apenado moreno sin saber a quien se dirigía en realidad
-¡¿Sasuke?!- preguntó Naruto quitando la mano del rostro un tanto confundido
-¿Naruto?- dijo el sorprendido aludido - ¡que pena! discúlpame, tenia otras cosas en la cabeza. Pero déjame incorpórate, ¿te encuentras bien?- seguía diciendo un Sasuke entre afligido y molesto por su acción mientras intentaba tomar a Naruto entre sus manos para incorporarlo.
Un escalofrió, un relámpago, algo había cruzado entre ellos dos en el momento justo en que se habían tocado, sus miradas se enfrentaron y por una milésima de segundo cada uno tuvo la certeza de que había encontrado el final de su cordón rojo que los unía a la persona que amarían y los amaría hasta el final de sus días, incluso aún después de estos.
-Joven amo ¿se encuentra bien?- preguntó el chofer rompiendo el hechizo, el pobre había visto todo el incidente y apenas le había dado tiempo de nuevamente estacionar el carro y correr por la explanada hasta donde se encontraba su señor.
-No te preocupes Adriano estoy bien, iba distraído y no me fijé- dijo Naruto sonriendo.
-¿Está seguro?- preguntó nuevamente.
-¡Claro que si! Mira ni siquiera ha sangrado, estoy bien. Ya puedes regresar, no creo salir más tarde- dijo Naruto mostrando la mano
-Como usted diga joven amo, con su permiso me retiro- dijo el chofer inclinándose para después retirarse.
- ¡Vaya! Si que te cuidan- Dijo Sasuke interrumpiendo los pensamientos de Naruto
-Si, hay ocasiones en los que son demasiado sobreprotectores-
Sasuke no entendió por qué hablaba en plural, pero tampoco le dio mucha importancia.
-Bien, vamos, te acompaño hasta tu departamento-
Los ojos de Naruto se iluminaron, para después apagarse. ¿Y si lo dice solo por compromiso y no tiene tiempo en realidad? se preguntaba el Uzumaki.
-No te preocupes, puedo ir solo, disculpa que te haya quitado el tiempo-
-No digas eso yo fui el que te lastimó es justo que por lo menos me cerciore de que te encuentras bien-
-Pero tenias mucha prisa y yo no quisiera que perdieras más el tiempo-
-No yo solo salía para ir ha comprar- Salías ha compara, eso no te lo va ha creer, se regañaba mentalmente Sasuke
-¿Ha comprar?-
-Si… leche- ¡Leche! ¡Quién es su sano juicio sale a comprar leche a las 5 de la tarde!, se decía Sasuke internamente
-¿Leche?-
Te lo dije, no lo iba a creer
-Bueno, yo tengo mucha leche- Pero en cuanto terminó de decirlo se dio cuenta de lo que había dicho, cómo no iba a tener mucha leche si cada día salía a comprarla para poder así a su regreso toparse con Sasuke, pensó Naruto, cosa que provocó un intenso color rojo en sus mejillas.
-¿Y te gustaría compartir en poco? Así ya no tendría que salir a comprarla y me cercioraría de que te encuentras bien y no desmallado en el pasillo o en el ascensor- dijo Sasuke sonriendo de lado.
Naruto se quedó impresionado por ver a Sasuke sonreír de esa forma, si era cierto que cada una de las veces que lo había encontrado en el ascensor habían tenido una plática, Sasuke siempre le había dado la impresión de una persona amable sí, pero también altamente reservada y seria, él nunca le había visto sonreír de esa manera.
- Bien, si te es muy incomodo. . . – dijo Sasuke disimulando su desilusión
-¿Qué?, no, para nada, sería maravilloso que fueras a mi departamento por un poco de leche- al darse cuenta de lo que había dicho tan abruptamente, Naruto se sonrojó. Hay Naruto así o más obvio, se reprochaba –bueno quiero decir…
El Uchiha se quedó anonadado por la respuesta del Uzumaki pero después volvió a sonreír.
-Entonces- dijo todavía sonriendo- vallamos adentro-
Caminaron hasta el ascensor y así hasta el departamento del rubio.
-Pasa Sasuke-
Y entrando el aludido se percató de los diferentes cuadros que se encontraban colocados en diferentes lugares, desde el pasillo del departamento hasta la sala, parecía más un museo que un departamento.
-Toma asiento enseguida traigo la leche-
-Me gustan tus pinturas, tienes buen gusto-
-Gracias- dijo un apenado Naruto- algunos son regalos de mis padres, otras adquisiciones mías-
-Pero esto es increíble- dijo Sasuke contemplando un gran cuadro de una mujer durmiendo puesto en el centro de la estancia- No conozco ha este pintor… ¿Kyubi?, lo lamento no soy muy versado en este arte-
-Bueno, como decirlo…-decía Naruto jugando con sus manos- digamos que en mi tiempo libre suelo pintar y…-
-¿Tú has pintado esto? Eres increíble, es realmente hermoso… tienes mucho talento- dijo con una voz grave que daba a notar la profundidad de su comentario y sobre todo la sinceridad de sus palabras
Sasuke estaba impresionado por el cuadro y tenía que aceptar que en cuanto Naruto había intentado explicarle la autoría de semejante cuadro, Sasuke no había tenido otra opción que creerlo, ya que en más de una forma estaba plasmado su carácter, y aunque lo conocía desde hacía 3 meses, no le cabía duda de que así era Naruto, libre, amable, bondadoso, con los pies en la tierra, pero siempre soñando, justo como sus pinturas.
-Gracias, aunque no es para tanto- dijo Naruto todavía más apenado- bueno, voy por la leche-
-Si, gracias-
Una vez que Naruto se quedó solo, observó con detenimiento cada pintura, cada parte de la estancia. Éste era el lugar en donde vivía el rubio, en donde soñaba, pero en una fracción de segundo su ánimo cambió drásticamente, aquí era donde había entrado el pelirrojo esa misma tarde acompañado de Naruto.
Naruto no cabía de la felicidad por la presencia de la persona que ocupaba sus pensamientos cada día, el que hubiese sido tan atento, el que le gustasen sus pinturas, todo esto solo contribuía a fortalecer ese sentimiento que durante 3 meses había estado alimentando con las pláticas fugaces.
-Está en mi casa, ¡está en mi casa!- Se decía saltando y riendo-calma Naruto- se decía, pero la realidad es que la emoción, la esperanza y el anhelo asían grandes estragos en su corazón.
Cuando regresaba a la sala Naruto llevaba bandeja con dos vasos de leche, colocó la bandeja en la mesita de centro para despues darle un baso a Sasuke con leche.
-Toma es leche fría- dijo Naruto extendiendo el baso- ¿te encuentras bien?- preguntó viendo la mirada seria, incluso molesta de Sasuke
-Si, disculpa las molestias- contestó Sasuke tomando el baso
Hubo un gran silencio y la incomodidad era visible para ambos. Sasuke no podía más y soltó la bomba.
-¿Y tu pareja no está en casa?-
Naruto palideció al instante.
-¿Pareja? yo no tengo pareja-
-Perdona, pensé que el chico con el que te encontrabas esta tarde era tu pareja- dijo Sasuke como quien comenta el clima
Naruto enrojeció. No puede ser, pensaba.
-No, él es mi amigo, Gaara- dijo en voz baja
-¿Y con todos tus amigos te llevas así?- preguntó Sasuke cada vez más molesto, como si el Uzumaki fuera exclusividad suya
-A que te refieres- A Naruto no le estaba gustando el comentario
-Bueno- dijo Sasuke como si fuera algo sin importancia- tienes que reconocer que la manera en que los encontré esta tarde no es la más común entre los amigos- terminó diciendo de la forma más fría posible.
-Sí lo es cuando juegas de una manera algo brusca con tus amigos, sí lo es cuando te lanzas sobre ellos para que te puedan cargar, sí lo es cuando tus amigos no te aguantan y por ende caen al suelo contigo, puede que sea muy infantil ya que somos adultos pero eso no significa que no nos podamos divertir como adolescentes mientras no incomodemos a terceros-
Todo esto lo dijo Naruto entre dolido y molesto. Tú no por favor, tú no me juzgues, pensaba el rubio con tristeza sin percatarse que sus ojos se volvían acuosos.
Sasuke se quedó pasmado, no era su intención ofender a Naruto y mucho menos lastimarlo, por lo general su mal carácter raras veces salía a flote y cuando lo hacía le importaba muy poco las consecuencias que traía consigo, pero con Naruto era diferente le dolía haberlo lastimado y sobre todo por un estúpido juego. Suspiró, dejo el baso y se acercó a Naruto.
-Perdóname- dijo Sasuke mortificado- no era mi intención ofenderte, he sido un estúpido pero es que… yo…- ¿qué es lo que estaba a punto de decir Sasuke? Ni el mismo Uchiha lo comprendía.
Naruto al escuchar las primeras palabras levantó su vista hasta al de su acompañante, sorprendido.
-Yo…- Sauke suspiró- he tenido mucho trabajo últimamente y supongo que solo he estado buscando una forma de liberar toda mi tensión, te repito, discúlpame, no era mi intención lastimarte- terminó el apenado
Naruto esperaba escuchar otra cosa, pero supuso también que sólo era él el enamorado, sonrió con melancolía, no todo siempre era como queríamos que fuese.
-No te preocupes, yo entiendo, mi papá en algunas ocasiones llegaba a casa muy serio y se encerraba en su despacho, así que sé que es sentirse frustrado con el trabajo, no te aflijas por lo que tengo entendido eres un hombre muy capaz, mientras tanto yo te voy a distraer un poco, claro si no tienes planes para más tarde-
Sasuke estaba desconcertado, había insultado a Naruto pero este en lugar de correrlo de su casa le había propuesto distraerlo para que dejara sus preocupaciones afuera, él no se merecía eso pero cual egoísta se aferró a lo que le ofrecían.
-No, no tengo planes de salir y me encantaría distraerme un poco de mis responsabilidades-
-Perfecto- dijo Naruto con una gran sonrisa que hacía que los ojos se le iluminaran- ¿te gusta la música?- pregunto mientras abría unas puestas corredizas para dejar ver un hermoso piano
-Bonito piano, hace mucho tiempo que no me siento a tocar uno- dijo el Uchiha acercándose y acariciando el instrumento- Supongo que lo sabes tocar muy bien-
-Jeje, si te soy sincero no lo toco tan mal, pero lo mio es el violín-
-Que bien y podrías tocar algo para mi-
-Si tu quieres para mi será todo un honor- dijo Naruto mientras tomaba su violín de un estuche que se encontraba en un banco- ¿Y que le gustaría al señor que tocara?-
-Mmm… no lo se, ¡sorpréndeme!-
-Bueno para usted tocaré un concierto de mi compositor favorito, Vivaldi-
Y así Naruto comenzó a tocar, la energía que proyectaba su violín decía mucho de su personalidad, pensaba Sasuke, al igual que sus pinturas, su música reflejaba gran parte de lo que era Naruto y eso cautivó el corazón del escucha hasta que terminó la interpretación.
-Eres realmente bueno para el violín, dime ¿Qué otras cosas sabes hacer? Tal vez estoy hablando con un prodigio y no me he dado cuenta-
-Bueno la pintura, el violín y el piano han formado parte de mi formación desde pequeño, pero dime, no mejor toca, has dicho que tocas ¿no?-
-Está bien pero recuerda que no estoy al cien por ciento de mi capacidad, ¿qué te gustaría escuchar?-
-¡Sorpréndeme!- dijo Naruto con entusiasmo
Sasuke se acomodó al piano y empezó a tocar una melodía profunda, con unos matices delicados y vivaces. Naruto cerró los ojos, la música se le colaba por los sentidos, podía claramente ver por medio de la música de Sasuke su personalidad, veía a un hombre de diferentes matices, con fuerza pero también con mucha delicadeza. Cuando terminó de tocar la última nota Naruto sonrió y abrió los ojos.
-¡Qué hermoso!, y eso que no estas en tu mejor forma, dime que es-
Sasuke sonrió- es un estudio de Chopin, para ser exactos es el estudio numero 9 creo que opus 10-
-Genial, toca una pieza más-
Y así estuvieron hasta ya bien entrada la noche, tocando, preparando la cena, cenando, platicando de un sinfín de temas sin percatarse de la hora que era, hasta que Naruto bostezó.
-Creo que ya tienes sueño- dijo Sasuke sonriendo como a Naruto le gustaba que lo hiciera- creo que te he quitado mucho tiempo-
-No para nada, apenas son las… ¡la 1:40! Creo que ya es muy tarde y tu tienes que trabajar mañana-
-No te preocupes, no tengo que ir a la empresa mañana, es más ¿quieres pasar el día conmigo? Claro, si no tienes que ir a la universidad- decía mientras caminaban hacia la entrada del departamento.
Naruto se sentía que no cabía de felicidad, todo parecía un sueño.
-No tengo clases mañana, que te parece si nos vemos para desayunar y así planificamos el día-
-Me parece buena idea-
-Bueno me voy… Naruto, ha sido una agradable velada y – decía Sasuke mientras sonreía – yo me la pasé muy bien, gracias.-
-También para mi ha sido una bonita velada yo espero que mañana sea igual o mejor que esta noche-
-Si, yo también lo espero- dijo Sasuke mientras pasaban de una puerta ha otra y el abría la respectiva
-Que tengas buena noche- dijo Naruto regresando a la propia
-Gracias, tu también- contesto
-Gracias, adiós- dijo Naruto mientras cerraba despacio su puerta.
Sasuke sonrió y después hizo lo propio.