"Siempre que me digno a acercarme a mi madre ella simplemente me ignora o me pregunta: ¿De cuánto estamos hablando esta vez?", declaró Chiharu a su profesor de Filosofía Tachibana, quien levantó levemente su mirada sobre el libro que estaba leyendo, y lo miró por encima de sus lentes, " Ese no es mi problema; la clase terminó, retírate", indicó, y reanudó su lectura, el joven apretó sus puños y dijo "NO, yo necesito cariño y te he elegido a ti, ahora es tu responsabilidad!; no me rindo tan fácil!", el profesor tomó aire, cerró el libro y lo puso a un lado en su escritorio, se puso de pie, y se posó frente al joven, se aseguró de estar a su altura y le dijo lentamente "Qué es exactamente, lo que un joven treinta años menor, quiere de mí", Chiharu, temblando, nervioso y obstinado, puso sus manos en el cuello de la camisa de su sensei y unió sus labios a los suyos, el sensei, estaba atónito, sabía en su interior que debía alejarse de su alumno, pero por alguna razón sentía un tibio sentimiento que lo hizo permanecer inmóvil ante la situación.
Una vez que el joven se alejó de su sensei, totalmente rojo con el ceño fruncido para mostrar tenacidad, éste lo tomó de la mano y lo llevó hasta su auto, "espérame aquí", dijo, y volvió por sus libros, mientras el joven se sentía morir de nervios.
Cuando el maestro volvió al auto un abrumador silencio se tomó la palabra, hasta que llegaron a un café.
"Esto es una cita?", preguntó el joven, “No, esto es para despejar tus dudas", replicó el profesor y procedió a llamar al mesero “Una cerveza y una malteado", Indicó, "NO, que sean dos cervezas", corrigió el joven, "No le haga caso", repuso el profesor, "¿Quieres envejecer más rápido?!" , preguntó el profesor exaltado a lo que el joven le respondió "Ustedes los adultos, siempre pensando que lo saben todo, pero no practican lo que predican, le exijo que me lleve a su casa", el profesor no sabía qué hacer, "Lo que necesitas es un psiquiatra no un profesor de filosofía!", pero aun así lo llevó a su casa quería que todo terminara pronto.
Después de un par de copas y una larga charla, fueron hasta la casa del sensei, ya estando ahí, Chiharu no quiso esperar, se abalanzó a los labios de su sensei, quien confundido pensó en mil cosas, hasta llegar a una posible solución, marcar negativamente al joven de manera que nunca jamás lo volviera a molestar, lo tomó entre sus brazos, subió con él las gradas y lo tiró sobre la cama, "Ya veo, eres uno de esos alumnos con los que no funciona la teoría, te explicaré con la práctica".
Así, el profesor se quitó los zapatos negros, se aflojó su corbata gris y la tiró al piso lejos de él, miró fijo a su alumno, y aunque notó sus nervios, no se detuvo, se puso sobre él y besó su blanco cuello, el joven tragó grueso, su sensei acarició su cabello negro azabache, Chiharu puso sus manos sobre la espalda de su amado y sujetó su camisa fuertemente, pronto serían uno solo, los pantalones de ambos salieron de la escena sin previo aviso, el profesor, unió su cuerpo al de su alumno, su sudor se mezcló con lágrimas de pasión y estremecedores gemidos de placer, las ventanas se empañaron, las cosas no salieron como las tenía previstas Tachibana sensei, pues terminó disfrutando mucho más de lo planeado, mientras más acariciaba el virginal cuerpo de su amante, más quería de él, tanto que de hecho dejó marcas suyas en gran parte de su alumno, incluso puso sus dedos en boca del joven, la noche se llenó de goce, aunque el propósito era dejar la peor impresión en su alumno, terminó por desear darle placer, y no solo eso, lo llenó de amorosas caricias, aun sin saber de dónde surgían sus sentimientos y finalmente terminaron juntos.
Fue sólo hasta que vio la sangre sobre su sábana que el profesor entendió que había tomado más que un cuerpo, había tomado mucho más.
Al llegar la mañana, el alumno tomó su uniforme, y cuando intentó ponerse de pie, cayó al suelo, "Sensei, puede ayudarme?" preguntó desde el suelo, el sensei que yacía sobre la cama fue a socorrerlo, lo tomó entre sus brazos y lo puso en la cama, "sensei, lo amo", Tachibana se estremeció, nunca nadie se lo había dicho y lo había sentido tan real, así, que se acercó y besó al joven en la cabeza, "eres un pequeño terrorista, qué dirán tus padres?!, no llegaste anoche", divagó el profesor, a lo que chiharu respondió “nada, ellos nunca dicen nada, ni siquiera permanecen en casa, ni me piden cuentas de nada", el profesor se quedó mirando sus profundos ojos azules, y perdido en ellos se acercó, lo besó apasionadamente y puso su mano en su zona prohibida, el joven desconcertado no sabía qué hacer, así que sólo empuñó la sábana, cuando el profesor volvió en sí se alejó de inmediato, "es un joven muy sexi", pensó, "pero no debo dejarme llevar", el sensei puso su mano en su boca y fue a bañarse para ir a trabajar, "soy un pervertido", pensó en la ducha.
De repente, el Chiharu entró en la ducha, Tachibana se exaltó...."sensei", susurró mientras lo tomaba por la cintura, "prométame, que no me dejará", dijo, y prosiguió con besar su pecho...el corazón de Tachibana se sintió cálido a pesar de estar en la ducha, entonces comprendió que no se libraría del chico tan fácil.
En el colegio el tiempo transcurría como si nada, Tegui, el único amigo de Chiharu notaba su cambio, incluso, notó las marcas en su cuerpo…”no quiero parecer imprudente, pero tienes marcas como hechas en el sexo…, nos vemos hoy en el patio de atrás”, decía una nota que Tegui le arrojó en la cabeza a Chiharu.
Al terminar las clases, todos salieron del aula, Chiharu, se tardó un poco más en salir, tomó sus libros, ajustó un poco la puerta y besó a su maestro rápidamente, y antes de que este reaccionara si quiera, Chiharu ya se había marchado y dejad un bento casero en el escritorio.
Al ver su almuerzo sonriendo, Tachibana dejó escapar una pequeña sonrisa, que el joven logró apreciar escondido antes de ir por su amigo ^w^
Una vez en el patio de atrás, Tegui se atrevió a centrarle un gran golpe a mano cerrada en su rostro, “Cómo pudiste hacerme esto?!”, preguntó sollozando, “sabes lo mucho que me importas…te saliste con la tuya!, fue Tachibana sensei… no es así?”, preguntó a Chiharu que permanecía en silencio…”No puedo perdonar, una traición de esta magnitud”, dijo Tegi, mientras tras él salían jóvenes busca pleito, “adelante”, indicó Tegi, a los jóvenes que se acercaron a Chiharu con el fin de golpearlo, y de hecho así lo hicieron, durante todo el descanso, hasta que sonó la campana y todos volvieron a clase, Tegui besó la mejilla de Chiharu, “no hagas más esas cosas, te amo”, y se marchó, mientras el joven se quedó en el suelo, retorciéndose.
Justo cuando la vida parecía ser injusta y vacía ante la cansada percepción de Chiharu, llegó Tachibana al patio, lo tomó entre sus brazos y lo llevó a enfermería.
La vida escolar de Chiharu era inusual…cada tarde llevaba obentos para él y su sensei, y en secreto, almorzaban juntos, salían a tomar helado de vez en vez, además, después del ataque se sufrió por causa de sus compañeros, Tachibana lo llevaba y lo traía en su auto, lo que generaba polémicas en torno a ellos.
“Sabes, mi nombre se escribe con el kaji de mil primaveras…”, dijo Chiharu, recostado en las piernas de su maestro, era de noche, se encontraban sobre una colina con una vista hermosa hacia la ciudad, rodeada de hermosas flores y que se encontraba convenientemente sola…”Ya veo, supongo que hay cosas que no se pueden evitar”, exclamó Tachibana poniendo su mano en la cabeza de su alumno, ”está mal tener mal tener pensamientos sucios hacia un estudiante, que aparte de ser menor treinta años es varón, pero creo que era inevitable…de otra manera, si no fuera por este niño extrañamente sexi y terrorista, nunca habría superado la muerte de mi amada Alicia, perdona, pero siento que te roo juventud, y que abuso de ti…pero aunque mi mente dice…está mal…mi corazón, me traiciona, encima la sociedad…está en juego mi trabajo…”, pero al igual que al principio, con un simple beso, Chiharu logra alejar a su sensei de la razón…Tachibana, que se encontraba sobre una manta, sentado al lado de Chiharu, se puso sobre él, -no me llames “sensei”, di mi nombre”…y prosiguió a besar su cuello, así termina la historia de cómo un alumno persigue su sueños…y se enfrenta a miles por amor…sin embargo, su relación continuará a lo largo de sus vidas…en el cielo, quienes murieron negando sus deseos y más profundos sueños, los miran sonrientes y nostálgicos, enviándoles fuerza para enfrentar futuras adversidades…
