Naruto algo apresurado y preocupado saco de su bolsillo un pequeño pañuelo y lo coloco en la mejilla del moreno para evitar un poco que dejara de sangrar.
-mh… no sabia que alguien tan lindo como tú se preocuparía por mí, pero no es para menos…- dijo Sasuke sonriendo de forma conquistadora y de un solo movimiento atrapo los labios del rubio. Fue el error más grande que puedo haber cometido pues él Uzumaki Naruto no era un chico que se dejara besar por cualquiera, aunque no podía negar que besaba bien aquel moreno, pero aun así no sería un cualquiera.
De un momento a otro, el puño del blondo se dirigía hacia el perfecto rostro del moreno dando un certero golpe, logrando que la herida en su mejilla se abriera más y sangrara.
-¡ERES UN MALDITO IDIOTA ENFERMO!- grito con todas sus fuerzas, para después levantarse y aventarle el pañuelo a la cara, dejando a un moreno muy desconcertado y muy adolorido.
-pero que demonios…- susurro el moreno agarrando el pañuelo que le había quedado en la cara y se dio cuenta que por primera vez alguien no caía ante sus encantos, en el pasado había estado con uno que otro chico, pero ninguno lo había rechazado, él estaba completamente seguro que no había hombre o mujer que le fuera indiferente, pero hasta ese momento se dio cuenta de lo equivocado que estaba.
Se levanto del piso y acomodo los cuchillos de nuevo en la caja, con el pañuelo que le había arrojado Naruto, limpio un poco su mejilla y emprendió el camino de nuevo, pero en su rostro se notaba una clara mueca de molestia, sin duda alguna buscaría de nuevo a ese rubio para decirle unas cuantas cosas.
Por su parte Naruto caminaba con pasos rápidos pero firmes mostrando su molestia y aun mantenía su mano herida bien sostenida para evitar que sangrara, pero el sangrado era lo de menos, en su mente regresaba la escena de ese moreno que se había atrevido a besarlo, pero quien se creía para besar a las personas cuando quisiera, sin duda alguna era un patán y egocéntrico de lo peor, si lo volvía a ver sin dudarlo un segundo le terminaría de romper su perfecto rostro de top model.
Tras casi correr completamente furioso llego a la enfermería donde lo atendió una linda chica de cabellos castaños con el típico uniforme blanco de enfermera, la cual le vendo con mucho cuidado la mano.
-listo, recuerda tener más cuidado- la chica le regalo una muy cálida sonrisa, la cual fue contestada de la misma manera.
-gracias, en verdad pensé que casi moría- dijo Naruto con una gran sonrisa en el rostro, para esas alturas su enojo había disminuido un poco. Ahora que pensaba mejor las cosas, no debió de haberle dado ese puñetazo a ese chico, porque lo más seguro sería que le haya abierto más la herida, pero se lo tenia bien merecido por pasarse de listo con él, ese tipo no sabia con quien se había metido, Uzumaki Naruto no era un chico que se dejara besar y mucho menos por tipos engreídos como ese.
Mientras un azabache se cubría la mejilla mientras caminaba con algo de rapidez, ese rubio si que se había pasado con ese golpe, él aceptaba que le gritaran y lo insultaran pero que no se fueran directamente a los golpes directamente, eso en verdad lo molestaba y el pequeño sentimiento de venganza crecía en su interior, sin duda alguna Uchiha Sasuke se vengaría de ese chico por haberlo golpeado.
Salió de sus pensamientos al sentir el peso de los cuchillos que debía dejarle a su hermano en el salón de gastronomía. Después de unos minutos que le parecieron eternos hasta llegar al salón y dejar los utensilios sobre el escritorio general, cuando escucho los gritos agudos de un grupo de chicas, las cuales eran las alumnas de su hermano y siempre lo perseguían y lo acosaban, decidió salir corriendo para evitar que vieran la herida en su perfecto rostro.
La herida en su rostro comenzó a arderle cada vez más y con paso presuroso llego a la enfermería, cuando el sonido de su celular lo hizo distraerse y solo escucho un grito de advertencia de una voz que aquella mañana había escuchado.
-¡HEY TU ENGREIDO, MÁS VALE QUE NO VUELVAS A INTENTAR ESO DE NUEVO!- a unos metros de distancia se encontraba ese rubio, el cual se atrevía a amenazarlo y señalarlo de una manera muy vulgar, sin duda alguna eso hizo que su orgullo se sintiera pisoteado.
De un momento al otro el rubio se dio media vuelta y salió corriendo hasta desaparecer de a vista del moreno.
Entro a al enfermería con una clara mueca de molestia en el rostro y fue atendido por la enfermera de inmediato.
Naruto corría a toda velocidad por haber hecho aquella estupidez de gritar a todo pulmón su amenaza; jamás pensó volver a encontrarse con ese chico tan pronto, pues él había salido de la enfermería y apenas había avanzado unos pasos cuando un pequeño presentimiento lo hizo mirara hacia atrás encontrándose con aquel sujeto, y ahí creció el sentimiento de ira en su interior. Aunque los pocos segundos que lo miro de frente aunque estuvieran alejados noto que aun sangraba y no pudo evitar sentirse mal de nuevo por haber causado que eso pasara.
En definitiva ese rubio las pagaría muy caro, nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE SE METERIA CON ÉL y se encargaría de hacerlo sufrir lenta y dolorosamente por sus acciones tan viles.
La enfermera lo revisaba y ponía las pomadas, cicatrizantes y desinfectantes necesarios para después colocarle un parche realizado con gasas para evitar que se le infectara.
-bien… la herida de tu mejilla no es de preocuparse, solo labala hoy por la noche y mañana en la mañana y sanaras más pronto de lo que crees- dijo la enfermera con un leve sonrojo, pues desde que lo vio entrara se dio cuenta de lo atractivo que era.
-¿me quedara alguna cicatriz?- pregunto Sasuke mirando hacia la ventana aun con esa mirada sombría llena de molestia, generando un aura asesina que la pobre enfermera pudo percibir de inmediato.
-no… bueno si te cuidas como es debido no quedara cicatriz…- miro de nuevo el parche que le había puesto en la mejilla para asegurarse que cubriera a la perfección la herida.
-gracias- se levanto y se dispuso a irse cuando la voz de la enfermera lo hizo detenerse.
-sabes, ahora que lo pienso Naruto-kun también venia herido- dijo la mujer con una pequeña risilla en el rostro, vaya que ese chico si era descuidado, casi siempre estaba en la enfermería con unas pequeñas heridas.
-¿tu lo conoces?- pregunto el azabache dándole la espalda a la enfermera.
-sí, él viene muy seguido porque se lastima mucho y creo que estudia psicología y gastronomía- dijo la mujer tratando de recordar lo que el rubio le había dicho en una de sus tantas visitas a la enfermería.
Esa respuesta vaya que lo hizo sorprenderse, tal vez él era estudiante de su hermano o algo por el estilo y otra pregunto salió de sus labios.
-¿de casualidad no sabes cuando estudia gastronomía?- giro un poco el rostro para ver de reojo a la enfermera, la cual seguía tratando de recordar, pero parecía imposible pues solo tenia una vaga idea.
-mh… creo que los martes y miércoles por la mañana o…- no pudo continuar pues Sasuke la interrumpió.
-Gracias por todo- y salió del lugar tranquilamente y con una sonrisa de medio lado en el rostro, ahora solo quedaba preguntarle a su hermano si tenia a ese chico como alumno o no.
Vaya que esa mañana si había sido toda una cajita llena de sorpresas para ambos, pero bien dicen la vida esta perfectamente planeada y te encuentras con las personas que menos te esperas.