Sasuke caminaba tranquilamente, seguía recordando a aquel rubio que se topo dos veces en ese extraño día y de un momento al otro lo escucho gritar fuertemente, eso le causo una media sonrisa muy burlesca.
-Vaya… Naruto-kun sí que grita fuerte.
Dijo Itachi acercándose a al azabache menor con una media sonrisa.
-¿tú lo conoces?–
Pregunto incrédulo, Itachi solo asintió levemente al ver la cara de su hermano menor.
-¿de dónde lo conoces específicamente?-
Lo miro con un poco de recelo.
-Ah… pues… umh…-
Sasuke lo miro con furia, pues que tanto le podía costar decirle de donde lo conoce, para él no era una pregunta del otro mundo, pero por su parte Itachi no podía decirle todo su plan macabro y perfectamente planeado, tendría que pensar una buena mentira y se le vino a la mente su amado novio.
-pues lo conocí por parte de Dei-chan, son muy buenos amigos-
Sin duda alguna era un genio para decir buenas mentiras, aunque no fueran muy creíbles, pero su hermanito no dudaría, además él casi no conocía a su novio Deidara y sino le fallaba la memoria, Naruto y el eran primos.
-Ya veo... –
Fue la única respuesta de Sasuke y decidió seguir caminando hasta llegar a su salón de clases mientras una media sonrisa se dibujó en su rostro al tocar el parche que tenía en la mejilla, tenía que aceptarlo ese rubio era muy lindo, a pesar de la ropa que traía puesta se notaba que hacia ejercicio, además esos colores con los que iba vestido le resaltaban el azul de sus ojos y se arriesgaba a asegurar que Naruto era doncel.
Al entrar al salón 235, en el cual era su primera clase del día un chico de cabello y ojos negros muy parecido a él se le abalanzo dándole un fuerte abrazo.
-SASUKE-KUN!... por Dios que fue lo que te paso en la cara… Te dejaron más feo de lo que estas-
Dijo el chico picándole sobre el parche mientras reía con mucha burla, pero dejo de reír al ver como su amigo lo miraba de forma asesina y acercaba sus manos peligrosamente al cuello níveo el otro.
-eres un idiota, Sai…-
Dijo al tiempo que lo soltaba de su fuerte agarre, sonriendo de medio lado con prepotencia.
-además no reflejes tu fealdad en mi… hmp-
Dijo sonriendo con mucho orgullo, por lo cual Sai solo rodo los ojos y se preguntaba cuando llegaría la mujer u hombre que se atreviera a dominarlo o por lo menos bajarle ese ego que se cargaba.
-claro como sea… pero dime ¿Qué fue lo que te paso?-
Pregunto de nuevo caminando a su lado hasta llegar a sus asientos.
-pues choque con alguien y yo traía unos chuchillos de mi hermano, entonces cayeron sobre mí y él-
Relato Sasuke con una media sonrisa, se le hacía tan gracioso como habían ocurrido todos esos eventos tan inesperados, pero sin duda debía agradecer el haber conocido a ese rubio de esa forma tan inesperada. Tan metido estaba en sus sentimientos que no noto cuando una chica pelirroja se le acercaba para besarle en los labios, pero regreso al mundo de inmediato al sentir el aroma de su perfume cerca de él.
-¿Qué demonios crees que hacer, Karin?-
Le pregunto mirándola con enojo y alejándola de él con fuerte empujón.
-Pero Sasuke, yo solo quería darte el beso de los buenos días, ¿Por qué no me dejas?-
Le dijo mirándolo con ojos de borrego a medio morir, cosa que irrito más al moreno, ante la mirada llena de odio que le lanzaba decidió alejarse de ahí lo más rápido que pudo.
-es la única mujer con la que nunca pasarías ni una sola noche…-
Dijo Sai mirándolo con los ojos entrecerrados y sonrió feliz al ver como su amigo solo asentía cerrando los ojos y frunciendo el ceño.
En otra parte de la universidad para ser más exactos en la zona de gastronomía, se veía a Naruto caminar con total calma, por lo menos eso aparentaba su cuerpo, pero en su mente estaba hecho un lio y ¿Por qué?, pues simple, como le haría para tratar con el hermano de su sempai Itachi, pero de algo estaba seguro, si lo sacaba de sus casillas le diría unas cantas verdades, además debía de ver la situación como una forma de aplicar sus conocimientos y comenzar a tratar a pacientes como buen psicólogo que sería.
Sin duda ese pensamiento lo alegro mucho y sin duda alguna se esforzaría al máximo para poder ayudar a ese hombre que tenía bastantes traumas debido a la muerte de sus padres y así camino más animado hasta llegar al gran salón de gastronomía que siempre usaba Itachi y que pronto seria de él, claro que por muy poco tiempo.
-¡Naruto!-
Al escuchar su nombre volteo y logro ver a su amigo Gaara, quien era un pelirrojo de ojos aguamarina y piel muy blanca, eran compañeros en gastronomía, aunque se conocían desde que estaban en pañales.
-¡Gaara! ¿Qué haces tan temprano por aquí?
Pregunto el rubio acercándose a su amigo para darle un cálido abrazo.
-tenía que entregar unos trabajos y ¿tu?
Naruto lo miro un poco sonrojado, sabía que su amigo lo iba a regañar cuando le contara todo lo que le había pasado en el día, Gaara solamente lo miro extraño, pero después cayó en cuenta que su amigo había cometido alguna tontería, su expresión cambio por completo.
-¿Qué fue lo que hiciste hoy?-
Naruto solo sonrió nervioso y comenzó a sudar frio, si Gaara se lo proponía podría llegar a ser realmente temible, así que resignado dio un suspiro.
-acompáñame al salón de Itachi-san-
El pelirrojo solo asintió y camino junto a él, Naruto comenzó a relatar desde que se despertó hasta lo que le paso con Sasuke, pero al llegar la parte de la petición de Itachi dudo un poco en si continuar o no.
-¿sabes Naruto? No puede ocultarme las cosas y todo lo que me has contando es raro, pero ¿cuál es la parte mala de todo esto?-
La mirada acusadora de Gaara inquieto a Naruto por completo, sin opción el rubio término de soltar completamente la sopa y cerró fuertemente los ojos al ver la expresión furiosa de su amigo.
-¡NARUTO, QUE TE HE DICHO SOBRE ACPETAR MAS RESPONSABILIDADES!-
El aludido solo se cubrió la cara con las manos temblando un poco por el miedo que le provocaba su amigo.
-pero… solo tengo que visitarlo y despertarlo… eso es todo-
Ese susurro fue escuchado atentamente por el de ojos aguamarina, logrando que se molestara mucho más.