Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jealousy por Mimmin

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

haha~ 

El viaje que tanto creyó iba a disfrutar el rubio, se estaba arruinando. A pesar de tener una cama frente a él, y poderla disfrutar las pocas horas que tenían de descanso, solo estaba sentado en una silla, frente a esa comodidad, enojado, triste y emocionado, ni siquiera sabía como sentirse.

Las imágenes todavía cruzaban por su mente, y a pesar de que él estuvo en el momento, en otras no había estado, y sí, aunque no quisiera admitirlo, se estaba muriendo de celos, por él no poder compartir la recamara, y sobre todo la cama con aquel castaño.
Se levanto empujando la silla a un lugar que le daba completamente igual, se miro al espejo, tratando de que este le diera más valor para poder salir de la recamara.

Sabía perfectamente que Sandeul lo había estado evitando desde que días antes se le había declarado aún estando en Corea, pero no entendía porque si este tímidamente le había dado el sí, después de eso, ni siquiera como amigo había bromeado con él. Miro su imagen unos segundos más en el espejo, tomo aire, se arreglo el cabello y salió.

-¡Hey! -Saludo entrando sin tocar a la recamara de enfrente.
-Baro… -La sonrisa del mayor desapareció cuando lo vio entrar, y es que le era casi imposible controlar lo nervioso que se sentía a lado del rubio, sabiendo que ahora su relación era otra.
-¿Y Jinyoung hyung?
-No esta…
-Eso ya lo note, tonto -Sonrió y se sentó a un lado de Sandeul en la cama. Si por alguna razón el castaño se había arrepentido de su respuesta, él no lo iba a obligar a nada, seguiría actuando como su amigo, aunque sus celos siguieran presentes.

El silencio fue incomodo, la mirada de Sandeul solo estaba en sus manos, y los pensamientos de Baro muy lejos de lo que en verdad el mayor sentía.

-¿Quieres tomarte fotos? -Y aunque no quisiera, la molestia en su voz se había notado, haciendo que Sandeul lo mirara extraño, frunciera el ceño y se negara.
-No, estoy despeinado y en pijama, debería dormir ya -Tomo las mantas y tapo su cuerpo hasta la cabeza, cerrando los ojos fuerte deseando que con eso el rubio se fuera.
-Bien, hasta que llegue nuestro líder me quedaré haciéndote compañía -Sintió un peso acostarse a su lado, y después una mano posarse por sobre la tela, en su cadera.

 Para que negar que desde hace tiempo cualquier acción hacia él de Baro, lo ponía completamente nervioso, y hacía que su corazón latiera más rápido de lo normal, y no era que le incomodara, al contrario, aunque hasta hace poco entendió bien porque sentía todo eso, siempre se sentía bien cuando la atención del rubio solo estaba en él. Sonrió al darse cuenta de lo tonto que se veía y sentía evitando al menor, cuando en realidad no quería estar así.

-¿Baro? -Se dio la vuelta quedando su cara cerca del cuello del rubio. -¿Te gusto…? -Bajo la voz, haciendo que la pregunta fuera casi un susurro, que si no fuera porque la habitación estaba en completo silencio no se hubiera escuchado. La risa del rubio acabo con todo ese silencio.
-¿Y todavía lo preguntas? Si me estoy muriendo de celos, porque no puedo verte dormir y despertar contigo, porque el tiempo que tenemos de descanso no lo estas pasando conmigo, y sobre todo por esas malditas fotos con Jinyoung hyung donde te vez más que hermoso. -Otra vez otro silencio donde el menor se dio cuenta de lo que había dicho haciéndolo sonrojar, igual que al castaño, pero este con una sonrisa que no desaparecía de su cara.

Se miraron a los ojos, y ya no tenían nada que decir, porque sus miradas lo decían todo.

-Justo ahora deseo que tu compañero de habitación nunca llegue -Sonrió el rubio, y si era posible el mayor se sonrojo más.

Sus labios se buscaron, conociéndose por primera vez, siendo completamente mucho mejor de lo que cualquiera de los dos hubiera imaginado, fascinados con la sensación, profundizaron más conociendo ahora el sabor de sus bocas y el toque de sus lenguas.
El menor cambio su lugar quedando arriba de Sandeul, sin despegarse ni un momento del fantástico sabor de la boca del mayor. Bajo sus manos a las caderas de este haciendo que rápidamente el beso fuera deshecho, para después escuchar las risas del castaño.

-¡No hagas eso! -Ahora era Baro quien lo miraba extraño -Me da vergüenza… Nunca he hecho este tipo de cosas…
-Yo tampoco… Esta bien -El rubio volvió a los labios ajenos dejando un pequeño beso, bajando ahora por el cuello del castaño, haciendo que los sonidos de su boca empezaran a salir, y el sonrojo aumentará.

Sus manos volvieron a las caderas, estando atento a las reacciones del mayor, que ahora solo se dedico a disfrutar, dándole más confianza al rubio, quien levantaba lentamente la playera del pijama, para dejar cortos besos en el abdomen del castaño. Se estaba muriendo por quitarle la ropa ya, pero quería ir despacio, quería que todo el momento se disfrutara.

Ahora era el castaño quien se estaba desesperando, Baro solo se dedicaba a darle besos, pero él también quería sentirlo y más. Tomo la playera del menor y la quito, dejándolo sorprendido, pero más sorprendido y sonrojado estaba él, que aunque antes ya había visto el cuerpo de su ahora pareja, en esas condiciones era completamente diferente, y su cuerpo lo sabía perfectamente, porque lo sentía cada vez más caliente. Baro no perdió tiempo, y también quito la playera del castaño, observando cada detalle de su blanca piel, beso su pecho, dirigiéndose a esos pezones que se veían tan bien para su gusto, haciendo que el mayor tapara su boca para no dejar salir gemidos por la vergüenza.

La risa de Baro interrumpió el momento, reía porque le encantaba ver al castaño tímido, sabía que estaba haciendo su mejor esfuerzo para dejarse ver tan libremente, pero no podía evitarlo, le encantaba cada faceta que tenía, y más si solo las mostraba con él. Claro esta, recibió una mirada molesta por parte del mayor.

Los pantalones y la ropa interior de los dos también salieron, dejándolos en las mismas condiciones. Ahora que el castaño estaba completamente desnudo, el rubio aprovecho tocando cada piel que podía, llevando sus manos hacia su miembro.

-Mnnnh… Baro… -La mano del menor subiendo y bajando lentamente, lo estaba volviendo loco, y parecía que toda vergüenza desapareció cuando sus caderas se empezaron a mover buscando que el contacto con aquellas manos fuera más rápido. Y como si se lo hubiera pedido, el rubio aumento el ritmo, disfrutando cada cara de placer que tenía el mayor, quería ver y escuchar más de ese Sandeul excitado, y sin pensarlo más, utilizo su boca -Ahh…

Para cuando Sandeul reacciono e iba a quitarlo, el rubio ya se había separado de su miembro, volviendo hasta su cara para poder besarlo. Se volvieron a besar muchas más veces, disfrutando de cada caricia que se daban. Sabían la parte que seguía y ambos querían alargarla un poco más, pues no tenían experiencia y el miedo los empezaba a invadir.

-Si duele podemos parar… -Le sonrió Baro. Era obvio que Sandeul tenía miedo, pero confiaba en el rubio, y sabía que si en algún momento quería parar, su pareja se detendría. Vio como el menor llevaba sus dedos a la boca, mojándolos unos segundos, le encanto esa vista, lo hacía ver mucho más sexy, y se alegraba de que solo el pudiera verlo.
Separo sus piernas, cuando los dedos de Baro estuvieron listos. Un escalofrió recorrió su cuerpo al sentir como por primera vez su entrada estaba siendo tocada, y después una incomodidad se presento, sintiendo el primer dedo dentro de él, pero por nada quería parar. Un segundo dedo y el dolor ahora se apodero de su cuerpo, cerrando fuerte los ojos, tratando de poder soportarlo, haciendo que el menor se asustara, queriendo parar ahí, pero no lo iba a dejar, realmente quería estar con él, y sabía que ese dolor tenía que pasar.

-Si paras te voy a golpear -Rio aún incomodo, haciendo reír a Baro también, que se encontraba más que nervioso.
-¿Ya? -Pregunto temeroso. El mayor asintió y tomo aire, sintiendo como el rubio se posicionaba entre sus piernas.

La sensación era inexplicable, sintiendo dolor y disfrutando el placer de la mano de Baro atendiéndolo, mientras este, se sentía completo, estaba dentro de la persona que le hacía sentir millones de sentimientos que ninguna otra, de la que realmente quería.

En ningún momento sus miradas se despegaron, y es que para el rubio era como estar en el paraíso, las caras del castaño simplemente lo volvían loco, era capaz de verlas siempre y jamás cansarse. Masajeo un poco más el miembro del mayor, volviendo a causar la salida de esos sonidos a los que ya se había echo adicto, y que ahora eran libres sin pudor alguno.

Movió un poco su cadera, dándole a entender al rubio que podía empezar. Sus pensamientos parecieron irse cuando el miembro ajeno entro y salió de él, haciendo cada vez las embestidas más rápidas.

-Ahh… más… lento -Pidió. ¿Cómo podría ir más lento? Si tan solo mirar su cuerpo quería ir más rápido y hacerlo sentir como él se estaba sintiendo, Baro simplemente no podía ir más lento.
-Sandeul… -Y con todo su esfuerzo iba hacer lo que se le pidió, porque tampoco quería lastimarlo, pero otro gemido más fuerte que todos los anteriores lo excito mucho más. Todo fue a causa de la voz ronca de Baro al mismo tiempo que tocaba aquel punto que le daba un placer que jamás pensó sentir, y ahora lo que menos quería es que fuera lento, quería volver a sentirlo. Otra vez las palabras sobraban, como si el rubio hubiera leído su mente, sus embestidas fueron aún más rápidas.

Sandeul estaba por terminar, podía sentirlo. Vio una vez más a Baro, pasando sus brazos por el cuello de este para poder besarlo, una estocada más profunda fue suficiente para que su gemido se perdiera en el beso y su líquido ensuciara la mano del menor, haciendo que el orgasmo del mayor fuera suficiente para terminar también, dentro de él.

El cuerpo sudado y cansado de Baro cayó en la cama, para después el castaño subirse encima de él apoyando su cabeza en el pecho, entrelazo sus dedos y cerro sus ojos, disfrutando todavía el cuerpo del rubio.

-También me gustas Baro… -Sonrió abriendo sus ojos para verlo a la cara -No  es necesario que te pongas celoso -Rio, provocando que el menor frunciera el ceño acercándose para callarlo con un beso.

Recordó las fotos que se había tomado con su líder, y rio, porque este no se había aparecido en todo ese tiempo, parecía que su salida había sido planeada para dejarlos, sin duda los conocía muy bien.

Los celos habían desaparecido completamente desde que Sandeul le entrego su cuerpo, demostrándole que el cariño era de ambos, y no iba a dudarlo en absoluto…
Ahora dormiría tranquilo y con la persona con la que quería despertar.

Notas finales:

19/06/12

Bueno, en si quería intentar el lemon .-. xd


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).