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Más allá de los recuerdos por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Oh!!! Sigamos celebrando en AMORYAOI ya soy la autora favorita (d usuarios registrados sin contar a los q no tienen cuenta) de 19 personas!!!! :´D un apaluso para todos!!!! Les prometo hacer cada vez mejor mi trabajo y espero que lo q escribo les sirva a muchos de ustedes, ya que todos mis fanfics, hasta los dos primeros (aunque no tanto) tienen un objetivo con el lector n.n


Además, celebremos xq como ya estoy de vacaciones ya actualizaré más seguido n.n espero q x lo menos cada semana XD

Y oh.... este cap,. estoy segura q les va a gustar :D Muchas gracias x leer mi fanfic, disfrútenlo n.n

IRIE RYUEN

Las dudas sólo traen más dudas.

IRIE RYUEN

 

Miércoles 12 de Enero del 2011.

 

Se suponía que hoy me regresaría casa con Karen como siempre, pero en lugar de ello tuve que tomar un camino contrario hacia una plaza comercial y ahora me encuentro en un elegante restaurante frente a el hermano de Cynthia, René, quien me citó para hablar, ignoró de qué, ya que él es muy impredecible, antes eso me volvía loca de él, ahora sólo me confunde un poco, aunque admito que sigue siendo atrayente.

 

Y se supone que mañana tengo examen de matemáticas y de etimologías, y no he estudiado para el de etimologías. A pesar de que el jueves pasado regresamos a clases, los profesores ya están con los exámenes, puesto que dentro de 3 semanas se entregan las calificaciones del segundo parcial y ya tienen que aplicar exámenes para evaluarnos.

 

Sé que hace poco declaré que René ya no me interesaba, pero acepte a venir a hablar con él, porque me guste aceptarlo o no, quería verle, además de ponerme a prueba a mí misma sí todavía me gustaba y descubrí que todavía llama mi atención.

 

Quizás nunca lo describí y me daré ese derecho de describirlo ahora, él es un chavo de 27 años, mide al menos 1.75 m, es de piel blanca, cabello oscuro y ojos café oscuro, fornido, de brazos y piernas bien formadas y musculosas y espalda ancha, justo el tipo de hombre por el cual muchas chicas suspiran y que admito, me encantan, antes tenía el cabello un poco largo, pero un día le dije que se vería mejor con el cabello corto y peinado aplanado y el fleco en punta hacia arriba, y se convenció de lo que le dije y al día siguiente se presento así ante mí, que bien se veía, hasta Cynthia admitió que así se veía más atractivo, y desde entonces ha usado el mismo corte de cabello sólo para mí, incluso ahora que está sentado frente a mí está peinado así.

 

-¿Y qué me querías decir?-le pregunte mientras fingía ver la carta, aunque realmente lo estaba viendo a él. Esa playera negra y pantalones oscuros le sientan muy bien.

-¿Qué te gustaría ordenar?-me pregunto con esa sonrisa encantadora.

-No tengo mucho tiempo, René, mañana tendré dos exámenes y no he estudiado muy bien.

-Entiendo-dijo viéndome a los ojos-pero tranquilízate, si te estresas las cosas saldrán mal.

-“Me estresa tenerte enfrente”-pensé mientras contemplaba su rostro-está bien, me tranquilizaré.

-Bien, además, pedí el día libre para poder salir hoy a comer contigo, disfrutemos este pequeño tiempo.

-De acuerdo-dije desviando la mirada.

-Entonces hay que ordenar-me sonrió.

 

Al poco tiempo llegó el camarero, tomo nuestra orden y se fue hacia la cocina. Una vez que pedí la orden contemple el restaurante, tenía un estilo contemporáneo bastante elegante y le entraba mucha luz por las grandes ventanas, sin duda un restaurante muy bello, ya que incluso había una fuente en el centro del mismo estilo, las mesas y sillas son de metal y las mesas están cubiertas por un bello y suave mantel blanco, pronto me puse a pensar que aquel era un restaurante muy lujoso y que él no tenía precisamente un trabajo muy bien pagado, así que era seguro que había ahorrado para esta ocasión si lo primero que me dijo al antes de entrar al restaurante fue “Ordena lo que quieras, yo invito”, lo que me lleva a pensar que la que debería de estar en mi lugar, por más que me duela admitirlo, es su esposa, no yo.

 

-Es un bonito restaurante, ¿No te parece?-me pregunto René rompiendo con el silencio incómodo.

-Lo es-dije seriamente-Se nota que ahorraste para venir aquí.

-Lo hice, sin duda-dijo acomodando su saco detrás de la silla-y quería que tú fueras la primera en venir aquí conmigo, este restaurante es caro, pero vale la pena venir con una mujer bonita.

-Si tanto quieres venir con una mujer bonita, mejor hubieras venido con TU esposa, conmigo estás perdiendo el tiempo-dije mirándolo con enojo, y es que realmente yo tenía razón, ¿Sino por qué carajos se casó?

-Tranquila-se río-no te alteres ¿Qué he hecho yo para que te enojes tanto?

-¿En verdad lo ignoras?-me cruce de brazos muy molesta.

-Tienes razón, la respuesta es muy obvia, sin embargo… tuve razones para hacerlo.

-¿Razones para qué?-lo miré muy furiosa, ¿Qué acaso él era un idiota?

-Para casarme con alguien que aunque ciertamente es una mujer bonita, no es tan hermosa ni inteligente y deseable como tú-en ese momento me enoje aún más, pero debía de mantenerme seria.

-Estás casado y aun así me sigues coqueteando, ¿Es que acaso no tienes vergüenza?

-Ciertamente no la tengo y menos la osadía de decirte mis razones, y es que aunque te las diga lo único que ganaría sería tu desaprobación y lo que menos quiero es que me odies.

-Pues no te odio-dije moviendo la ceja en señal de desaprobación-pero no tolero ya verte, ¿Tienes idea del daño que me hiciste?

-Sí, lo sé-dijo cerrando fuertemente los puños-y me odio a mí mismo por eso, me gustas…, no solo me gustas, te amo con todo el corazón, pero… lo siento-dijo mirando al suelo-lo siento-me miro directamente a los ojos tomando mis manos-lo siento-se veía al punto de llorar.

 

Sin duda René decía la verdad y yo le creía, y él jamás me mentiría, de eso lo creo incapaz, él puede a veces ser bastante impulsivo con lo que dice, decir lo que quiera y hacer su santa voluntad, pero sé que lo que hace por mí o dice por mí lo hace de corazón y le creo, pero esa no es razón para seguirme diciendo eso aun después de casado, no lo es. Y aunque me gusta que me diga eso, me duele saber que no me eligió a mí, sin embargo ya eso no me duele tanto, ya que, como bien dije antes, me está gustando alguien más. Antes hubiera perdonado a René al instante si me hubiera dicho eso, pero ahora sólo pienso en que él cometió un gran error casándose, y no lo digo porque no fue conmigo, sino porque a simple vista se le nota infeliz, y aunque estoy segura de que quiere a su esposa, ella no es con quien él quiere estar realmente.

 

-No me tengas lástima, por favor-me dijo acercando mi mano a su mejilla-odiaría que de entre todas las personas, tú fueras quien me tuviera lástima por ser tan infeliz sin ti.

-No te tengo lástima-dije apartando mi mano gentilmente-es sólo que ahora aceptar tus sentimientos es algo que no puedo hacer.

-¡¿Por qué?!-muchas personas en el restaurante se nos quedaron viendo al oírle gritar a René.

-Porque tú elegiste tu propio camino y yo el mío, y… aunque te quise mucho… te ame, tú no puedes ser la persona para mí si te apartaste de mí, sin importar cuales fueran tus razones.

-Pero…

-Además, todo lo que has hecho sólo ha sido para ponerme en duda de si seguirte amando o no y tú, aún casado me sigues pretendiendo y eso es algo que no podré perdonarte fácilmente, porque le estás faltando el respeto a tu esposa y a ti mismo, y yo no quiero estar con alguien que lástima a quien ama.

-Laura…

-Yo creo en el tipo de amor en el que las dos personas que se aman hacen hasta lo imposible por estar juntos y por cuidar uno del otro, y tú te has separado, es prácticamente imposible que tú y yo estemos predestinados.

 

Sin duda él sabe sacar mis verdadero sentimientos, y es verdad todo lo que he dicho, salvo que mi definición sobre qué es el amor está incompleta, sin embargo él no tiene derecho a saberla completa si ya está claro que no podemos ni vamos a estar juntos.

 

Lo que le dije le basto para quedarse callado y pensando y ninguno de los dos volvió a pronunciar palabra durante la comida, sin duda un silencio incomodo, aunque para mí fue de lo más ventajoso y agradable, si él en verdad me ama debe de saber cómo me siento y lo infeliz que fui cuando él se caso, yo opino que si amas a alguien, tú debes ser la última persona en ignorar los sentimientos de la persona amada, y él lo hizo conmigo, hizo cuanta cosa quiso sin darse cuenta de lo mucho que me hirió y aunque me diga sus razones, dudo mucho que sean aceptables, le conozco y sé que sus razones no deben de ser muy poderosas, lo que lamentablemente me lleva a la conclusión de que él nunca me amo por más que lo proclame.

 

-Está bien-dijo finalmente mientras se acomodaba en la silla-sé que me equivoque y ninguna disculpa hará que dejes de sentir lo que sientes ahora por mí, pero al menos dame el permiso de decirte por qué me case con alguien más.

-No lo sé-dije cruzándome de brazos.

-Por favor.

-Está bien-dije echando la vista de lado.

-Yo me case porque tú eres muy joven, 11 años menor que yo y aún tienes muchas cosas que vivir, ir a la Universidad, conocer a más personas, etcétera, y temí porque fueras a conocer a alguien más, quería que solo fueras mía, sin embargo esa diferencia de edad siempre me preocupo… había demasiados pensamientos en mi mente, como “¿Qué pasaría si ella se enamora de alguien más?” o “Envejeceré y ella se va a aburrir de mí” y un miedo terrible se apoderó de mí, y no importaron los esfuerzos de Cynthia para convencerme de los contrario, ya que me decidí a tratar de olvidarme de ti y empecé a salir con Viviana, pero no soportaba la idea de andar con alguien más que no fueses tú, y aun así seguí andando con ella para olvidarte, y un día pensé que si me comprometía con Viviana tú irías por mí y me dirías que no me casará.

-Entonces…-lo interrumpí-¿te casaste sólo porque querías que te detuviera?-era el colmo, ahora sí él de verdad la había cagado.

-Sí… Pensé que tú me detendrías, pero no lo hiciste y fue ahí cuando me di cuenta de lo imbécil que fui, dejando una decisión tan grande y que no te correspondía sobre ti, todo lo que sucedió después fue enteramente mi culpa, y con eso arruine tu vida y la mía.

 

En ese momento me enfurecí tanto que me levante y le di una cachetada, ya me tenía harta, él sólo mencionaba el detalle de la edad y por supuesto que eso a mí me preocupaba también, pero en el amor no hay reglas, y eso incluso es evidente con Beltrán y la maestra Delia, que se nota que en verdad se aman, ¡pero entre René y yo sólo puede existir inseguridad! ¡Y yo no quiero una vida así con alguien!

 

Las personas al instante se nos quedaron viendo, pero a mí no me importo, yo miraba a René muy furiosa y él impactado tenía la cabeza de lado por la cachetada que le di.

 

-¡Te lo mereces!-sentencie-¡Y para que lo sepas tú no desgraciaste mi vida! ¡Sólo has arruinado la tuya! ¡Yo voy a seguir adelante con la mía y no importa lo que me digas! ¡Yo no puedo ni amaré a alguien como tú que sólo duda! ¡El amor no se trata de eso! ¡Entiende!

 

René volteo a verme y me sonrió gentilmente aunque estaba llorando y tenía la mejilla muy roja, sin duda le había golpeado muy fuerte, pero estoy segura que lo que más le dolió fue mi rechazo.

 

-Tú no eres con quien yo quiero pasar el resto de mi vida-dije tomando mis cosas-no estuvo bien arruinar algo como lo nuestro y aunque yo te quería ahora comprendo que no te amaba.

-Pero yo a ti te amo-dijo tratando de defenderse.

-Y sin embargo te casaste con alguien más-lo fulmine con la mirada-quiero que entiendas que no voy a estar contigo y que eres afortunado de que no te odie, y sólo podré perdonarte si me prometes una cosa.

-Lo que quieras.

-Ama a Viviana y quiérela de verdad, porque con ella te casaste.

-Pero yo no la amo…

-Eso debe ser problema tuyo, no mío-me puse la mochila al hombro-no soporto estar más aquí, me voy.

-Espera-rápidamente René me detuvo del brazo-te llevo a casa.

-No, gracias-me aparte de su agarre.

-Por favor-me volvió a agarrar.

-Está bien-dije muy enojada.

-Vamos-me dijo mientras pedía la cuenta.

 

El camino de regreso a casa fue de lo más incomodo, con cada minuto que pasaba dentro de su auto me daban ganas de saltar e irme caminando a casa. Pero René puso los seguros automáticos para evitar que yo escapará y afortunadamente cumplió su promesa, me llevo a casa y me dejo justo en la puerta principal.

 

-Adiós-dije una vez que note que él quitó los seguros.

-Laura, espera-me dijo acercándose a mí.

-¿Qué quieres?-sentencie mientras volteaba, y él me beso de sorpresa-¡¿Pero qué te pasa?!-dije aventándolo lejos-¡No lo vuelvas a hacer o te juro que jamás te volveré a ver!

-Está bien-me dijo sonriéndome tristemente-pero… ¿Prometes que al menos nos seguiremos viendo como amigos?

-Ok-dije sin darle importancia-ahora vete.

-Muy bien-se puso el cinturón de seguridad-Laura-me llamo.

-¿Mande?-voltee enojada.

-Feliz Año Nuevo-me dijo tristemente.

-Gracias, igualmente-me encamine a casa.

 

René no arranco hasta que yo cerré el zaguán y lo último que vi fue su mejilla donde le había dado la cachetada, y que aunque ya no estaba roja, ya era un recuerdo para mí de mi coraje tras enfrentarme a él, y que aunque no estuvo bien golpearle, no pude resistirme.

 

Lunes 17 de Enero del 2011.

 

Hoy fui como siempre a mi platica semanal con la maestra de ética y le comente todo lo sucedido con René, sin omitir ni un solo detalle y la maestra no me interrumpió hasta que termine mi relato, y se notaba más que sorprendida cuando le conté que le di una cachetada a René, sinceramente eso no se lo esperaba y me dio mucha risa ver su rostro sorprendido.

 

Después me pregunto que cómo me sentí tras golpearle, le dije que me sentí bastante furiosa, pero que una parte de mí se  sentía liberada pues yo jamás habría sido capaz de hacerle algo así que sus razones ahora me parecían muy estúpidas pero en un pasado me habrían parecido justas, y que de cierta forma ahora a él lo veía muy diferente, ya no como la persona que amo, sino la que ame y con quien ya no tolero nada de lo que hace.

 

-Antes todo sobre él hasta me parecía excelente, sus acciones y palabras eran como la misma gloria, pero ahora no puedo evitar pensar en lo incoherentes que eran y en lo mucho que ahora me sacan de quicio-dije acomodándome los lentes.

-¿Entonces crees que ahora tu percepción es muy distinta de la que tenías de él en un principio al grado de ya no valorarle como antes?

-De hecho siento que fue como abrir los ojos a un mundo que yo antes no veía, como el mito de la cueva.

-El mundo de las apariencias contra el mundo inteligible-dijo la maestra entre cruzando sus manos.

-Así es quizás mi analogía no sea la más correcta, pero de esa forma siento que lo que digo está bien.

-Entiendo tu punto de vista y es aceptable, entonces ahora debes de poner bien en orden tus pensamientos y saber qué piensas de él.

-Pues ya no lo amo si eso es lo que quiere saber-sonreí.

-Te creo, pero a lo que me refiero es que debes de poner en claro tus metas, qué es lo que quieres tener que ver con él y sobre lo que piensas sobre él. Si quieres seguir adelante debes de resolver esas cuestiones primero.

-Si le soy sincera no sé qué es lo que quiero tener que ver con él, aunque sí sé que no quiero relacionarme con él por hacer lo que hizo, y…

-¿Y?

-Y si se llega a divorciar, sólo por mí… no tengo ni idea de cómo reaccionaría yo, quizás lo acepte, quizás no.

-Mi papel para contigo es para ayudarte a resolver cualquier clase de dudas-me sonrió-y te ayudaré a poner en orden tu pensamientos. Me gustaría que me dijeras si ya tienes algo decidido.

-Lo único que tengo decidido es que no quiero volver a ser lastimada por él, y no me refiero a que no lo soportaría, sino que los últimos sentimientos y pensamientos buenos que me queden de él se perderían para siempre, y una vez que mi buena opinión se ve pérdida, se perdió para siempre, y odiaría tener que verle diferente al grado de evitarlo todo porque él no decidió bien.

-¿Entonces?

-Quiero seguirle viendo, pero ya no para que me lastime, sino para que vea lo mucho que he mejorado a pesar de sus malas decisiones y que el que él tome decisiones equivocadas a mí no debe de afectarme.

-Bien-dijo la maestra levantándose y felicitándome-a eso quería llegar por lo menos a la sesión de hoy.

-¿A qué?-pregunté sin saber qué onda.

-A que tú tienes una vida propia que no debe de mezclarse con la de otra persona, eso sólo lleva a equivocaciones y a la perdición personal, cada quien es dueño de su vida y si se deja arrastrar por alguien en ese momento ya todo está perdido.

-¡Oh, ya veo!-dije más segura-vale, eso haré-dije sonriendo y me dispuse a ver la hora en mi celular, ya era tiempo de irme-muchas gracias maestra por la sesión con usted-dije tomando mis cosas.

-Es un placer, Laura-se levanto para darme la mano-me agrada verte cada día más decidida y feliz, ya no te veo triste y llena de arrepentimiento.

-Gracias-sonreí-y debo de decir que también es en parte a usted y a mis amigos y familia que puedo salir adelante.

-Eso es bueno, pero recuerda que nosotros solo somos apoyo, ya que la verdadera persona que decide ser feliz es porque lo decidió por sí misma, no para complacer a los demás-puso una mano en mi hombro-estoy segura de que lo decidiste por ti misma.

-Así es-sonreí-gracias.

-Un último consejo, siempre debes ser segura de ti misma, las dudas sólo traen más dudas.

-Entendido, gracias-tome el picaporte de la puerta y salí de la oficina dando las gracias con la cabeza a la maestra.

 

Saliendo de la oficina Karen ya me estaba esperando y como siempre al verme se levanto de donde estaba, me tomo del brazo y nos fuimos juntas a casa. Y la maestra tiene razón, la decisión de ser feliz reside en cada quien, no en otras personas, y debo de decir que es gracias a Karen por quien he podido salir adelante más rápido de lo normal. Y estoy segura de que yo también ya he tomado parte en la felicidad de Karen, ya no la veo tan al punto del llanto, sonríe más y sobre todo… me nota más, aunque no al grado del que me gustaría, aun así debo de pensarme muy bien las cosas, jamás me había gustado una mujer en mi vida y temo que yo tal vez este mal interpretando las cosas. Confundiendo enamoramiento con amistad, en eso también debo de pensar y llegar a una respuesta.

 

Miércoles 19 de Enero del 2011.

 

Y después de tanto tiempo, hasta el día de hoy Cynthia se presento a los ensayos de la obra de teatro y de pura suerte Beltrán no la asesino ni le quito su papel, pero sí le dio un buen regaño y sermón de casi diez minutos, y aunque me dieron ganas de ayudarla eso habría sido peor conociendo el carácter de Beltrán, y fue gracias a la maestra Delia que Beltrán no asesino a Cynthia.

 

Sin más que decir Beltrán le pidió a Cynthia que se fuera a vestir ya que ahora el ensayo sería de dos horas puesto que ella no había venido anteriormente, y a pesar de que yo estaba con Alma, Karen y Paulina, Cynthia nos miro a todas menos a Paulina diciéndonos hola, evito la mirada de Paulina y pude ver como se sonrojaba al pasar frente a Paulina. Fue un poco inmaduro de su parte actuar así, pero no importa lo que ella intente al final tendrá que ensayar con ella.

 

Yo la acompañe a los vestidores para ponernos nuestros trajes, ya he dominado la postura y a regular mi voz seria y orgullosa, pero Cynthia al tener que ensayar con Paulina se pone muy nerviosa, de hecho en los vestidores me confesó que aún tenía duda de si ensayar o no, puesto que Paulina la sacaba de onda, que aún no tenía en orden sus pensamientos y lo único seguro era que cuando estaba cerca de Paulina se ponía nerviosa, a mí eso me pareció muy divertido, pero a Cynthia eso la traía muy enojada pues algo así jamás le había pasado.

 

-¿Entonces te gusta sí o no?-le pregunte mientras me ponía la chaqueta.

-No… no lo sé-dijo muy penosamente.

-Vaya-me acerque a ella y me recargue en su casillero-jamás te había visto en esta clase de apuros-me reí.

-Cállate, tonta-se río también y me empujo de broma, se volteo para ponerse la camisa.

-Pues ya decídete o puede que te la quiten-dije esperando sacarle la verdad, Cynthia es muy difícil que diga lo que en verdad siente si alguien le gusta y ya me la conozco bien, tengo que sacarle la verdad para que ella lo reconozca.

-¿Hay alguien tras ella?-me pregunto muy enojada y sin verme mientras se terminaba de abrochar la camisa.

-Medio mundo-dije recargándome en la pared.

-No me digas-dijo incrédulamente.

-Así es, así como detrás de ti hay muchas personas-me cruce de brazos.

-Eso es cierto-se puso la chaqueta, aun seguía enojada.

-Sólo piensa en lo que de verdad quieres-me deje de recargar en la pared-te conozco amiga, evítame la pena de verte incapaz de estar con quien te gusta.

-Ella no… no me gusta-agacho la cabeza.

-Eso no es cierto-dije sentándome frente a ella-yo sé que ella te gusta y eso es evidente.

-No sabes cómo me siento-me sonrió de manera orgullosa.

-Sí, lo sé-sonreí-sólo te falta reconocerlo.

-No es cierto.

-Piénsalo bien-puse mis manos en sus hombros-tú jamás has duda de andar con alguien, siempre vas a lo que vas, igual ella y ninguna de ustedes dos antes se había sentido tan insegura como ahora, Cynthia tú eres una chava muy presumida y alegre y buena amiga, pero cuando te menciono el tema de Paulina, aunque fuera un poco te enojas, te sonrojas y dices que ella no te gusta, aunque tu tono es inseguro y se nota que lo que realmente querías decir era todo lo contrario.

-Como te gusta joderme-me dijo sonriéndome alegremente-me conoces bastante bien.

-¿Y por qué crees que soy tu mejor amiga?-la mire incrédulamente.

-Está bien… ¿Quieres que lo reconozca? Ok, me gusta, pero eso es todo.

 

Jamás creí que escucharía decirle eso de Cynthia, y hasta pensé que me costaría mucho trabajo sacarle la verdad, pero se nota a simple vista que ella hablaba muy en serio, y que paso mucho tiempo pensando en lo que pasó entre ella y Paulina, hasta el punto que después de aquel beso entre ellas Cynthia no ha salido con nadie, quizás Cynthia termine enamorándose de Paulina, sólo espero que ambas sepan levar bien la situación, porque yo sé que ambas se quieren, sólo que Cynthia aun duda, Paulina también sin embargo al declararse a Cynthia quedo claro que ella se resignaba antes el destino aceptando que le gustaba una mujer y que al parecer aceptaba todas las consecuencias que aquello implicará, incluso que Cynthia la rechazará, pero por parte de Cynthia aun no estoy segura de qué es lo que ella haría por Paulina, Cynthia siempre tuvo miedo a enamorarse por temer a que le reompieran terriblemente el corazón como a mí, y sin embargo está aceptando que le gusta Paulina, quizás sea el inicio de algo o muy bueno o muy malo, quién sabe, sólo el destino podrá decidir el futuro de ellas dos.

 

-Bien-dije tomándola de las manos-te felicito por reconocerlo amiga.

-La verdad tiene poco tiempo que lo reconocí, pero ya me conoces, odio reconocer mis sentimientos-me abrazo-No quiero salir lastimada-me dice mientras me sujeta fuertemente.

-Te aseguro que eso es lo último que ella quiere contigo-le toque suavemente la cabeza-me ha contado lo que siente por ti y créeme que hasta ahora eso ha sido lo más lindo que he escuchado en mi vida.

-¡¿De verdad?!-Cynthia me miro como perrito feliz-¿Es sincera?

-Pues en mi opinión sí-le sonreí-pero eres tú quien debe de decidirlo.

-Bueno, entonces haber qué pasa-me soltó y comenzamos a caminar hacia el salón ya vestidas.

-¿Cuándo piensas hablar con ella?

-Cuando ella me pida hablar, aunque estoy segura de que eso será hoy-miro sus manos, estaba temblando de la emoción.

-Te trae loquita-me burle.

-Mira quién habla-me hizo puchero-mi ex cuñada que quiere andar con la amiga de quien me gusta.

-¿Eh? Yo no…

 

Cynthia me miro arqueando la ceja como quien dice “Te descubrí”.

 

-No me mientas-me dijo acercándose mucho a mí.

-Ok, lo admito, ¿Feliz?

-Bastante ¿Quién lo diría? Ahora ambas estamos enamoradas de otras mujeres.

-Pues creo que sí-dije-aunque yo aún debo de poner en orden mi mente, tu hermano no hace más que cagarla y ponerme en aprietos.

-Hiciste bien en cachetearle, le hubieras dado hasta tres cachetadas para que se le quite lo idiota.

-Muy cierto-ambas nos empezamos a reír.

 

Al llegar al escenario aun estábamos riendo y Beltrán nos miró bastante enojado, aunque se calmo y nos pidió que tomáramos nuestro lugar a lado de nuestras parejas, yo me reuní como si nada con Karen, pero Cynthia llego hasta temblando de la emoción frente a Paulina, aunque ocultaba su emoción tras una mirada seria, se nota que es actriz.

 

Paulina miraba atentamente a Cynthia, la miraba tiernamente como si ella fuera lo más hermoso del mundo, y se notaba que se moría de ganas por abrazarla y por hablar con ella, pero Beltrán dio la orden de que todos guardáramos silencio y que estuviéramos quietos esperando su orden sobre qué escena íbamos a interpretar, así que Paulina tuvo que abstenerse de tocarla. Karen alcanzo a comentarme que ella noto lo mismo que yo, la inseguridad de Cynthia al estar con Paulina y yo sólo le comente que ya Cynthia había admitido que sentía algo por ella, Karen se emociono tanto que casi grita, pero cuando vio que Beltrán se nos quedo viendo se calló y se aferro fuertemente de mí, algo que a Beltrán le sorprendió y me dirigió una de esas miradas de “trátala bien o te corto la cabeza”.

 

Sé que esto parecerá raro, pero tengo la impresión de que Beltrán y Karen tienen cierta relación, no amorosa, por supuesto que no, pero que por lo menos tienen alguna relación que hace que Beltrán se torne de cierta forma sobre protector con ella y más al grado de que cuando yo estoy cerca me dirija esas miradas asesinas, pero bueno, igual es una suposición, ni idea de si esté en lo correcto o no.

 

-¡En estos momentos ensayaremos la parte del baile en Netherflied!-gritaba Beltrán ya que el auditorio es enorme y a él le desespera que haya estudiantes que no le escuchen-¡Valencia, Palacios! ¡Las quiero lo mejor posible en sus papeles, ya estamos a poco tiempo de la presentación! ¡Delgado, Alvarado, recuerden que están bailando en Netherfield, la propiedad del Señor Bingley, quiero que den lo mejor de sí para sus papeles y parezcan que están realmente enamoradas si notar lo que sucede a su alrededor!

-¡Sí!-dijeron Cynthia y Paulina.

 

Yo casi me muero de la risa al ver el rostro tan apenado y sonrojado de Cynthia y a Paulina en el cielo tras escuchar la palabra “enamoradas”, sin duda esa escena sería divertida de ver, pero yo no debo de ponerles atención ya que en esta escena bailo con Karen.

 

-¡A sus lugares, chicos!-dijo la maestra-¡Ensayaremos con todo y la música!

-¡Adelante!-grito Beltrán sentándose entre las butacas del auditorio con la maestra Delia en sus piernas y fuertemente abrazada a su cuello.

 

(Están múltiples parejas en el salón bailando, los que no están en el baile contemplan al Sr. Darcy y a Elizabeth con mucha admiración y sorpresa, tanto Elizabeth como Darcy se mantienen en toda la escena serios, formales y solemnes).

 

Elizabeth Bennet:

                Ahora le toca decir a usted algo, Señor Darcy. Yo ya he hablado del baile y usted debería de hablar sobre el salón o sobre el número e parejas.

 

Sr. Darcy:

                Estaré feliz de complacerla, por favor dígame qué le gustaría escuchar de mí.

 

Elizabeth Bennet:

                Su respuesta no está mal de momento. Quizás me convenza de que los bailes privados son más agradables que los públicos, pero pr ahora guardemos silencio.

 

Sr. Darcy:

                ¿Acostumbra usted a hablar al bailar?

 

Elizabeth Bennet:

                Pocas veces, pienso que es mejor hablar un poco a no decirnos nada, pero en atención de algunos hay que llevar la conversación de modo que sólo se diga lo preciso y necesario.

 

Sr. Darcy:

                ¿Habla de usted misma o lo dice por mí?

 

Elizabeth Bennet (Con coquetería):

                De ambos. He encontrado que somos parecidos en nuestra forma de ser, somos insociables, taciturnos y enemigos del habla, a menos que queramos decir algo que asombre a los demás y que aquello pase a la posteridad.

 

Sr. Darcy:

                Estoy seguro de que usted no es así, en cuanto a mí, no sabría decirlo, usted cree que ha hablado correctamente de mí.

 

Elizabeth Bennet:

                No puedo juzgar mis propias palabras.

 

(Pasan al menos 2 minutos sin decirse nada, hay tensión en el ambiente).

 

Sr. Darcy:

                ¿Usted y sus hermanas a menudo caminan a Meryton?

 

Elizabeth Bennet:

                Así es, cuando nos encontró usted el otro día, acabábamos de conocer a un nuevo amigo.

 

Sr. Darcy (enojado y respondiendo obligadamente):

                El señor Wickham tiene modales adecuados para hacer amigos fácilmente, sin embargo es poco capaz de conservarlos.

 

Elizabeth Bennet:

                Él ha tenido el infortunio de perder su amistad, lo cual es algo que le perseguirá toda su vida.

 

(Sir William Lucas hace una reverencia ante Darcy)

 

Sir William Lucas:

                Estoy sumamente complacido señor, un bailar como el suyo y con tan hermosa pareja no se ve con frecuencia, sin embargo estoy seguro de que veremos más de esto en cuanto cierto evento esperando se lleve a cabo ¿No lo cree señorita Elizabeth?  (Mirando al señor Bingley y a Jane Bennet). Pero no quiero importunarle, señor. Me agradecerá que no le prive más de la cautivadora conversación de esta señorita cuyos hermosos ojos me están también recriminando.

 

(Sale Sir William Lucas)

 

Sr. Darcy:

                La interrupción de Sir William me ha hecho olvidar de qué estábamos hablando.

 

Elizabeth Bennet:

                Hablábamos de temas sin éxito alguno. No tengo idea de qué podemos hablar ahora.

 

Sr. Darcy:

                En estos lugares no se piensa más que en el presente ¿Verdad?

 

Elizabeth Bennet:

                Así es. Recuerdo haberle oído decir en una ocasión que usted raramente perdonaba, que una vez perdida su buena opinión se perdió para siempre, me atrevo a suponer que eso lo ha vuelto cauto al concebir resentimientos. Los que no cambian de opinión de de tener cuidado al juzgar.

 

Sr. Darcy:

                Así es. ¿Puedo preguntar a dónde quiere llegar con esto?

 

Elizabeth Bennet:

                A conocer su carácter, estoy intentando descifrarlo.

 

Sr. Darcy:

                ¿Y a qué conclusión ha llegado?

 

Elizabeth Bennet:

                A ninguna, he oído muchas versiones de usted que me es imposible aclararlo.

 

Sr. Darcy:

                Reconozco que las opiniones de mí son diversas y le agradecería mucho, señorita Elizabeth que no tiente mi carácter en estos momentos. Aunque estaré feliz de brindarle más claridad en un futuro.

 

(Silencio, termina el baile  y Darcy se aleja, entra a escena Caroline Bingley).

 

Caroline Bingley:

                Por lo visto, señorita Bennet, usted está encantada con el señor Wickham. Le comento que aquel joven es el hijo del viejo Wickham, el último administrador del señor Darcy. Déjeme darle un dato, eso de que el señor Darcy le trato mal al señor Wickham es completamente falso, sino que siempre fue muy amable con él, aunque George Wickham se ha portado con él de la manera más infame, no sé los detalles y le aseguró que Darcy de ninguna forma es culpable de algo. La compadezco, señorita Elizabeth, por descubrir la culpabilidad de su favorito, pero teniendo en cuenta su origen no se puede esperar nada mejor.

 

Elizabeth Bennet (enojada):

                Su culpabilidad y origen parece que son para usted lo mismo.

 

Caroline Bingley (con desprecio):

                Le ruego me disculpe, perdone mi entrometimiento, fue con la mejor intención.

 

Elizabeth Bennet (en voz baja):

                En tu ataque no veo nada más que tu terca ignorancia y la malicia del señor Darcy.

 

(Entra Jane Bennet para hablar con su hermana Elizabeth Bennet)

 

Elizabeth Bennet (dulcemente):

                Quiero saber lo que has oído decir del señor Wickham.

 

Jane Bennet:

                No tengo nada grato que contarte. Según el señor Bingley y su hermana, que a pesar de no conocer toda la historia, opinan que Darcy es un hombre integro, honrado y de buena conducta, y están convencidos de que el señor Wickham ha recibido más atenciones de Darcy de las que mereciere y que Wickham dista mucho de ser un joven respetable.

 

Elizabeth Bennet:

                Gracias Jane, seguiré pensando de ambos caballeros al igual que pensaba antes. Y tú debes seguirte esforzando para que tú y el señor Bingley sean muy felices.

 

Jane Bennet:

                No te negaré que abrigo esperanzas de estar con él, Oh, Lizzie él es todo lo que un hombre debe ser, atento, amigable.

 

Elizabeth Bennet:

                Te permito que te guste, te han gustado hombres mucho más simples.

 

 (Entra el señor Bingley)

 

Señor Bingley:

                Señoritas, espero estén pasando una agradable velada.

 

Elizabeth Bennet:

                Así es, muchas gracias señor Bingley.

 

Señor Bingley:

                Es un placer, damas más hermosas no he visto en mi vida.

 

Elizabeth Bennet (observando con atención a su hermana y al señor Bingley):

                Me retiro, que disfruten del baile.

 

(Salen todos).

 

-¡Bien! ¡Muy bien!-gritan Beltrán y Delia desde sus lugares elogiando nuestras actuaciones.

 

En lo personal, Karen ha estado fantástica, prácticamente ella estuvo en toda la escena y lo hizo muy bien y durante el baile no se equivoco ni me piso, además de que su actitud en ciertas escenas me inspiro cierto miedo y coraje (como debería de ser), sin duda es de las mejore estudiantes de teatro que he visto.

 

-Lo hiciste muy bien, Karen-le digo acercándome a ella mientras me acomodo la chaqueta.

-¿De verdad lo crees?-me mira muy emocionada.

-Sí, así lo creo, me gusto tu actuación, eres una bailarina y actriz admirable.

-Tú también estuviste fantástica, tu actitud seria y orgullosa son atrayentes-yo me sonroje en cuanto le escuche decir aquello.

-Gra… gracias-dije casi temblando.

-De nada.

-Luces preciosa con ese vestido-dije apenas y tocando su vestido.

-Y tú te ves muy “guapo” vestida así-me sonrió.

-¿Es burla?-pregunte divertida.

-No, no lo es, de hecho lo digo en serio, te ves muy bien, bonita.

-Cielos, gracias-me sonroje aun más.

 

Beltrán pidió repetir aquella escena por lo menos dos veces más y seguir con otras dos, al final todos estábamos agotados, aunque admito que estuvimos fantásticos todos, más Cynthia y Paulina, a quienes no se les notaba ni un poquito nerviosas mientras estaban juntas.

 

Al final del ensayo todos nos fuimos a cambiar. Y como siempre las que más demoramos al cambiarnos fuimos Cynthia y yo ya que nuestros trajes son bastante difíciles de poner y de quitar, Karen y Paulina ya nos estaban esperando, Alma en cuanto a cabo el ensayo se fue, sólo despidiéndose de mí, ya que no soporta ver a Karen, supongo que es natural enojarte cuando ves a la persona que te gusta con alguien más, sin embargo Alma no corresponde a mis gustos, sólo la quiero como amiga y sería muy cruel e injusto de su parte si me obligase a amarla.

 

-¿Nos vamos?-me pregunta Karen agarrándose de mi brazo.

-Sí-sonreí-pero espera… Tengo que ver qué va ser de Cynthia.

 

Pero justo cuando voltee a buscar a mi amiga, ella ya estaba con Paulina, platicando.

 

-Nos vemos mañana-dijo Cynthia acercándose a nosotras.

-Hasta luego-dijo Paulina detrás de ella.

-Hasta mañana-respondimos Karen y yo al ver como ellas caminaban juntas hacia el auditorio.

-Me muero de ganas por saber qué pasará-dijo Karen sosteniéndome de la mano.

-Ni idea-comente-pero ya mañana nos contarán.

-Supongo que sí.

 

Y no nos equivocamos, Paulina le conto a Karen lo sucedido y Cynthia a mí, de hecho Cynthia me conto lo que paso en la noche del miércoles mientras conversábamos por teléfono. Ella y yo nos encerramos en nuestros cuartos para platicar a gusto sin ser interrumpidas, por mi parte no habría problema ya que yo sólo la estaba escuchando, pero para Cynthia sí, puesto que ella vive con sus papás y ella es la que tiene muchas cosas que contar.

 

-¿Y qué paso?-pregunte muy emocionada mientras me aventaba a mi cama.

-¡Lo más increíble del mundo!-gritaba Cynthia muy emocionada.

-¡Pues cuéntame!-grite igual yo de la emoción.

-¡Ah!-gritamos las dos de felicidad, cual vil loquitas, con razón ella es mi mejor amiga.

-Bueno, ya te cuento-dijo Cynthia al terminar de gritar-cuando termine de cambiarme yo estaba dispuesta a hablar con ella, pero cuando me voltee para seguirte afuera y encontrarnos con ellas, Paulina ya estaba detrás de mí, mirándome atentamente y mordiéndose los labios como si quisiera decirme algo. Yo le pregunte que qué sucedía y me pregunto si podíamos hablar en privado, así que le respondí que sí, entonces salimos a despedirnos de ustedes y después nos fuimos al auditorio donde estábamos ensayando, ya que afuera había mucho ruido y ahí dentro ya no había nadie, podíamos hablar muy bien sin ser molestadas, entonces la seguí, pero Paulina ya estaba tan desesperada por hablar conmigo que…. ¡Ah!-volvió a gritar y casi me truena el oído por su grito-¡Me tomo de la mano y me jalo más rápido! Así tomadas de la mano llegamos al auditorio, justo al centro del escenario y dejamos nuestras cosas pegadas a las cortinas y nos sentamos justo a la orilla del escenario, con los pies colgando donde se pone la orquesta. Yo quería hablarle, pero me daba mucha pena y se notaba que ella no encontraba las palabras necesarias para hablar conmigo, aun así se veía súper emocionada. Entonces ella se armo de coraje y hablo primero, me pregunto que por que no había venido antes a los ensayos y le dije que era por ella, entonces se sorprendió y se entristeció un poco al pensar que era su culpa, y aunque admito que su rostro apenado me gustó mucho, quería ver su rostro sonriente, entonces tome su mano y le dije que también había sido por ella por quien yo había vuelto y se emociono muchísimo, volteo a verme y estaba muy contenta, y yo desvié la mirada porque me sonroje y no quería que ella me viera así, entonces ella me detuvo y me tomo del mentón gentilmente y me pregunto “¿Qué es lo que sientes por mí ahora? Si lo que sientes por mí es lo mismo que sentías cuando te bese, dímelo y no volveré a intentar nada, pero si lo que sientes es distinto dímelo, quiero saber qué es lo que sientes por mí” ¡Ah! Su voz resuena en mi mente, dios, hasta me sonrojo de solo volver a recordarlo-mi amiga estaba tan emocionada que se notaba que estaba al punto del llanto-entonces yo me acerque más a ella y tome su mano entra las mías y cerré los ojos sintiendo como entrelazaba sus dedos con los míos y me seguía sujetando el mentón con su otra mano, entonces le dije “Yo… yo, lo que siento por ti ahora es tan diferente, creo… que me gustas” y le sonreí como nunca en mi vida, Paulina casi llora, entonces se empezó a acercar lentamente hacia mí, a punto de besarme, pero… ¡Ah! Yo me le adelante y me le fui encima,  la bese como nunca antes había besado a alguien, ella se asusto al principio, pero después me correspondió, me sujeto gentilmente y me acerco más a ella, poniéndome sobre sus piernas y con casi nada de espacio entre nosotras.

-¡Ah!-volvimos a gritar de emoción las dos.

-¡¿Y luego qué paso?! ¡Cuenta!

-Entonces ya cuando pude recuperar el aire nos separamos, aunque sólo un poquito, y no dejamos de vernos a los ojos, yo acariciaba su rostro y ella se dejaba consentir, jamás pensé que estaría así con alguien ¡Y menos con una mujer! Su aroma y voz son tan adictivos, entonces nos quedamos así por casi media hora, con besos ocasionales pero en la misma posición, entonces ella volvió a hablar “Ya no lo aguanto más. Quiero que salgas conmigo. Quiero que seas mi novia” entonces yo me emocione tanto que me abrace muy fuerte de ella que nos caímos en el escenario, yo encima de ella y le dije que sí, que sí quería ser su novia, entonces nos volvimos a besar.

-¡Ah!-volvimos a gritar las dos.

-¡Felicidades!-dije gritando y saltando de emoción en mi cama.

-¡Gracias!

-¡¿Y luego que paso?!

-Pues salimos a comer, y después a ver una película, aunque casi no le preste atención a la película, ya que me la pase viendo a Paulina y ella a mí, mientras nos sosteníamos de las manos. ¡Hasta compartimos las palomitas y el refresco!

-Wow, tú jamás habías hecho algo así-dije muy sorprendida.

-¡Lo sé! Pero no me importó, me gusto mucho ver su rostro apenado cuando le daba palomitas en la boca, y yo me apenaba mucho cada vez que sentía su brazo abrazándome. Después de la película me acompaño a casa, aunque nos despedimos a escondidas de beso sin que nadie nos viera.

-¿Y qué piensas hacer respecto a ese tema?

-Pues aun no lo sé, supongo que esperar un tiempo para decirles a mis papás, aunque quien sabe como lo tomen, porque dejando el tema de que alguien me gusta, estamos hablando de que estoy saliendo con una chica, y no sé como reaccionen mis papás.

-Tú siempre tendrás mi apoyo, amiga-dije muy emocionada.

-Gracias, igual yo a ti siempre te apoyaré.

-Te quiero, nena-sonreí.

-Y yo a ti, loquita, pero no más que a Paulina.

-Lo sé-ambas reímos-se nota que de verdad te gusta.

-¡Sí, y mucho!-grito Cynthia y una vez más casi me rompe el oído.

-Que bueno-dije sinceramente-ahora tienes que esforzarte para ver si de verdad estás enamorada.

-Sé que antes jamás le había dicho si quiera “te quiero” a los chavos con los que he salido-dijo en un tono muy serio-y tengo miedo a que me rompan el corazón y más si es Paulina, por que de todos con los que he salido es la primera persona que me trae completamente loca, sabe ponerme nerviosa y de verdad me gusta y quiero que las cosas funcionen con ella, pero aun no estoy segura al grado de decirle “te amo”.

-Eso es maldición-dijimos las dos burlándonos.

 

Desde siempre Cynthia y yo decíamos que si algún día le decíamos a alguien “te amo” sería porque de verdad era un sentimiento fuerte y de completo amor y cariño, y que por lo tanto, sentimientos así eran de lo más tenebroso porque en ese tiempo veíamos al amor como una completa devoción y entrega a la persona amada, aunque ahora vemos aquello como todo lo contrario. Por eso decimos que es maldición, es como un “bodacidio” (boda con suicidio).

 

Si bien es cierto que yo tampoco sé lo que quiero con Karen, es seguro que si algún día le digo “te amo” a alguien de verdad será porque son sinceros mis sentimientos, entonces deberé de pensar mucho mejor las cosas.

 

-¡Ah!-volvió a gritar Cynthia.

-¡Ouch! Está bien que te emociones pero ten cuidado que me vas a tronar el oído-dije riéndome.

-¡Me acaba de mandar un mensaje!

-¿Y qué te dice?

-Que descanse y que mañana nos veremos. Y termina con una frase que dice “Me gustas”-Cynthia pareció disfrutar decir aquella frase.

-Qué lindo.

-Lo sé. Oye, ya me tengo que ir, quiero responderle el mensaje y hablarle a su casa.

-Uy me cambias-dije en tono burlón-como una “mejor amiga” no le gana a la “novia” pues que me joda yo, ¿No?-me comencé a reír.

-No ¿Cómo crees? Yo jamás te haría algo así.

-Lo sé, sólo era para hacerte burla.

-Malvada.

-Vale, nos vemos mañana, nena, te cuidas y descansa, y sueñas con Paulina.

-Claro, obvio, eso ni se pregunta Laura-ella empezó a reírse, jamás la había escuchado tan contenta-Te quiero, loquita.

-Yo también te quiero, hasta mañana.

-Bye.

 

Jueves 20 de Enero del 2011.

 

Karen y yo estábamos recargadas en la mesa del salón donde estaba sentada Paulina y a su lado estaba Oscar, el cual ignoraba todo lo sucedido y sólo se reía de nuestras expresiones y de la cara toda roja y apenada de Paulina.

 

-¿Y a ustedes qué les pasa?-pregunto Oscar recargándose en la mesa viendo nuestras caras.

 

Karen y yo estábamos en la mesa que compartíamos, volteando a la mesa de atrás que era de Paulina y Oscar, recargándonos en su mensa con los codos y con las manos debajo de nuestras barbillas y con la cara de “Cuéntanos qué paso, loquilla” y con nuestra sonrisa de oreja a oreja.

 

-¿Qué sucede?-pregunto desconcertado Oscar-¿Por qué siempre soy el último en enterarse de todo?

-¿De verdad quieres saber?-le pregunto de manera orgullosa Paulina, mientras Oscar se sorprendía de su actitud.

-La verdad sí, con sólo ver las caras de chismosas de Karen y Laura me muero de ganas por saber.

-¿Chismosas?-preguntamos irritadas Karen y yo-si nosotras ya sabemos qué pasó.

-Bueno, pero no se enojen-dijo asustado Oscar al vernos enojadas.

-Está bien, les contaré-dijo Paulina levantándose-pero aquí no-dijo mirando a los de nuestro salón que al parecer también habían notado nuestra actitud y ellos de verdad eran chismosos, pues algunos hasta se habían sentado más cerca-vamos al área de descanso, aun falta media hora para que llegue el profe.

-Vamos-dijimos Karen y yo siendo seguidas por Oscar.

-¿A dónde van?-preguntaron Julián y María que nos veían muy atentos sentados detrás de Paulina y Oscar.

-No tardamos-fue lo único que dijo Paulina.

 

Una vez en el área de descanso, Paulina nos hablo de todo lo ocurrido con Cynthia, Oscar casi pega un grito de la impresión, aunque lo calmamos rápido para no hacer de aquello un circo.

Y su versión era la misma que la de Cynthia, una que otra palabra diferente, pero ambas recordaban muy bien lo que se habían dicho, incluso después nos conto su plática por teléfono y de el cómo casi cachan a Cynthia hablando cariñosamente con ella por teléfono sus papás. Paulina dijo que aún no sabe cómo van a afrontar su relación ante los demás, pero al menos les basta con que ahora nosotras que somos sus amigas y Oscar, estemos de acuerdo con su relación.

 

-¡Jura que sales con Cynthia!-grito Oscar sorprendido.

-Sí-sonrió muy feliz Paulina.

-Pero si ella es la belleza más deseable del horario de la tarde, es como tú, pero tú lo eres de la mañana.

-Así es-sonrió con mucha confianza Paulina-Y si tienes algún problema, dímelo-lo miro muy enojada, como si Oscar intentará bajarle a Cynthia.

-¿Eh? No… para nada-dijo Oscar asustado, ya que Paulina le hecho una cara de asesina serial.

-Al parecer vas a tener muchos detrás de ti muy enojados tras quitarles a Cynthia-dijo Karen tomando de su boing.

-Es cierto-dijo Paulina resignada-pero por ahora hemos acordado aparentar que somos amigas frente a toda la escuela y familiares, pero ya en confianza o el lugares “seguros” sí seremos pareja con todas las de la ley, en lugares donde sepamos que por ahora no es seguro, sólo nos tomaremos fuertemente de la mano.

-Qué lindo-dice muy contenta Karen-que tiernas se verán.

-Un momento-dice Paulina sonriendo mientras revisa su celular, había recibido un mensaje y era obvio que de Cynthia.

-¿Qué te dice?-le pregunto en tono burlón.

-Que le gusto mucho-sonríe muy felizmente Paulina.

-Vaya suerte que tienes-dice Oscar envidiando un poco a Paulina-tú que eres la chica más deseada de la mañana sales con la chica más deseada de la tarde, que mundo tan loco.

-Es cierto-dice Paulina recargándose en su brazo y contestándole a Cynthia-y me alegro mucho de salir con Cynthia. Sé que Karen y Laura no dirán nada, pero quiero que me des tu palabra Oscar de que no dirás nada-Paulina se acercó peligrosamente a Oscar, dejando en claro de que sí Oscar abría la boca, Paulina lo destruiría.

 

Al finalizar el ensayo de teatro, Cynthia y Paulina se fueron corriendo, querían tener otra cita y Paulina iba a invitar a Cynthia a comer, ya que el día de ayer fue Cynthia quien pago el cine y todo, la verdad es que jamás lo había pensando, pero mi amiga y Paulina se ven muy bien juntas, ambas son chavas muy hermosas y de cierta forma son idénticas, sin embargo aunque ambas vayan muy enserio, Paulina debe de aprender a conocer bien el carácter de Cynthia por el miedo que ella tiene a enamorarse.

 

-Se parecen mucho y han terminado juntas, ¿No te parece lindo?-me pregunta Karen mientras se recarga en mí.

-Demasiado-dije tomando de mi boing.

-Quisiera tener una historia de amor igual a la suya-se recarga más en mí, al parecer Karen tiene sueño.

-Te aseguro que la tendrás-le dije recargándome en ella-y hasta más hermosa-le susurré al oído.

-Tú también te mereces una así-me tomo de la mano-estás suavecita-se río.

-Si quieres duérmete un rato encima de mí, no hay problema, yo te despertaré.

-Gracias.

-¿Por qué te dormiste tan tarde?-le pregunto mientras la acomodo mejor en mí.

-Estaba pensando en quien me gusta y se me fue el tiempo.

 

De inmediato el tiempo se detuvo para mí, recordando el enorme detalle de que a Karen le gusta a alguien y no tengo ni idea de quién se trate, sería yo muy feliz si se tratase de mí, pero no tengo ni la más mínima idea y eso me trae loca de coraje.

Notas finales:

Whoa!!!!! Ame escribir este cap!!!!! Paulina y Cynthia me gustan mucho como pareja, aunque claro, ellas deben de superar sus propias historias y Cynthia debe de superar su miedo a enamorarse y Paulina debe de aprender a querer de verdad. n.n y tranquis, este fanfic tiene planeado durar muchoooo tiempo así q esperen grandes sucesos, momentos tristes, momentos felices y por sobre todo, emociones encontradas XD

Un aplauso para ustedes y para mí n.n Gracias x apreciar mi trabajo y x hacerme una d sus autoras favoritas, muchas gracias.

Y otra cosa... A.O. si sigues leyendo mi fanfic, creeme q no m he olvidado d ti y d la promesa q t hice por dedicarte un cap. d mi fanfic n.n sólo q dame tiempo para llegar a ese cap. ya q aun falta un poquito para q lo tenga q escribir, tkm.

Y una ultima cosa... aun no subo fanarts d este fanfic, pero esperenlos pronto XD voy a empezar a trabajar en un promo para la obra q ellas van a representar d ORGULLO Y PREJUICIO :D

Muchas gracias, y disfruten d la vida.

IRIE RYUEN


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