Los enojos no valen la pena si son mal infundados.
IRIE RYUEN
Martes 1 de Febrero del 2012.
Ya no he aguantado más el no saber de quién está enamorada Karen, admito sin ningún temor que me muero de celos y de coraje, lo de los celos es comprensible, pero lo de coraje se debe a que yo aun no arreglo bien mis pensamientos, desde que Cynthia y Paulina andan este asunto mío y de Karen me trae hecha pedazos de confusión, y Cynthia lo ha notado, ya que por lo mismo no he podido compartir su alegría de verla con Paulina, estoy feliz por ellas, pero por estar preocupándome por esto, a Cynthia no le he dado su debido lugar.
He intentado sacarle el tema a la maestra de ética, pero me da miedo lo que ella piense de mí, además, el que me guste Karen no significa que mis temas en sesión con la maestra hayan cambiando, seguimos hablando de lo sucedido con René y de qué forma debo de comportarme para tomar el control de mis emociones no dejar que mis emociones se apoderen de mí, la maestra dice que soy una chava muy fuerte, pero cuando alguien toca el tema del amor, ya no sólo de René, dudo y me pongo a pensar largo y tendido y eso no me gusta, me distrae del presente, pero no puedo evitar que este asunto deje de importarme.
A la maestra sólo le he comentado que hay alguien que me gusta, pero no le he dicho quien y menos que se trata de una mujer, ya que por ahora el objetivo de la maestra (además de que le pedí ayuda para ello) es que yo sepa diferenciar bien entre amistad y amor, aunque admito que el día de ayer lo que me dijo, o al menos lo que se me quedo grabado fue “todos nuestros buenos actos hacia nuestros seres queridos son producto del amor que tenemos por ellos, a cada uno lo amamos por igual, y el hacer lo correcto aun arriesgando muchas cosas, a eso le podemos llamar amor”.
Vaya ayuda, nada que pudiera aclarar mi mente, pero después me dijo algo que aclaro mejor las cosas, desde su punto de vista humanista, “El amor comienza con un encuentro entre dos personas, y de ahí se analizan las conveniencias y consecuencias de aquel encuentro, lo que el amor nos enseña es una nueva experiencia de lo que nos rodea desde el punto de vista de ambas personas, mucho más fuerte que la amistad, en el amor hay que amar a la persona como es, no como se espera que sea y vivir sin miedos en la relación. No debes de imaginarte cosas pues puede que la realidad sea otra. Cuando alguien piensa en el amor como un complemento, me temo que está equivocado, o al menos desde el punto de vista humanista, ya que al buscar el complemento es buscar lo que nos falta en alguien más, porque así es, en vez de que nosotros desarrollemos eso que nos falta. Si vemos defectos en ese alguien, estamos demostrando nuestras inseguridades y miedos, y el amor no se basa en ello. El amor, como tal, sólo se consigue cuando uno se quiere así mismo y está perfecto tal y como es, el amor no es complementarse, es compartir la felicidad de ambos, es decir, “Tú eres feliz, yo soy feliz, ambos somos felices y te amo sin condiciones” Si uno se comprende a sí mismo es capaz de comprender a su pareja y con la comunicación, la comprensión, la confianza, el respeto, etc. la relación se vuelve más fuerte e incondicional. Si quieres a alguien no debes de juzgar, sino de comprender, porque amas a esa persona, si te caes tienes que levantarte y se fuerte por ti misma, no por los demás”.
Y como siempre las palabras de la maestra están llenas de consejos muy útiles en la vida, y cualquiera que no los comprenda, en mi opinión, merece el peor de los castigos, pues concuerdo con ella y cada vez que pienso en René, veo mi forma equivocada del amor, a él yo lo veía como mi complemento, como la parte que me faltaba o lo que quería desarrollar, pero ahora lo veo todo más claro, y a quien quiero realmente es a Karen, para mí ella no es mi complemento, sino a alguien con quien puedo compartir todo y decirle lo que sea sin miedo a que me juzgue, salvo a este tema de que tal vez ella me gusta y con cada momento en que más pienso esto, más caigo en la cuenta de que de verdad me gusta, y mucho.
-Y eso es lo que sucede-dije abrazándome a mis rodillas mientras hundía la cabeza entre mis piernas.
-Ya veo-dijo Cynthia quien estaba sentada al lado de mí.
Yo le pedí a Cynthia que platicáramos el día de hoy sobre lo que me preocupaba, ya sé que ella no es precisamente la chica más sabía en estos asuntos del amor, pero sí es la persona adecuada para contarle lo que me preocupa y saber que ella me escuchara hasta el último momento, así que mientras estoy esperando a que Karen salga de su terapia con la de ética platico con mi amiga, además de que Cynthia está esperando a que Paulina salga de la oficina de la maestra de biología, al parecer Paulina reprobó un examen y en estos momentos está haciendo la reposición y tiene que irle muy bien, puesto que si lo vuelve a reprobar va a tener que presentar final de la materia, aunque no hay mucho riesgo de que lo repruebe, ya que Cynthia le ayudo a estudiar, mi amiga es una genio al igual que yo.
-Por ahora solo quiero saber quién le gusta y demostrarle a Karen que yo soy mil veces mejor que esa persona y ya.
-¿No crees que estás siendo un poco egoísta?-me dijo dándome un pequeño zape en la cabeza.
-Tal vez, pero creo que tú harías lo mismo si ves que alguien intenta quitarte a Paulina.
-Es cierto, me molestaría mucho-dijo enojándose un poco-¿Y ya descubriste quién es?
-No, Karen rara vez pone atención en alguien y es muy cordial con todos, tanto como con los de mi salón como con los demás. Si acaso de repente veo que le habla mucho un chavo de mi salón pero Karen casi no le presta atención o al menos no que yo me dé cuenta.
-¿Y quién es el chavo?
-Se llama Sergio, creo que llegaste a salir con él el año pasado en la fiesta de Navidad.
-Ah ya lo recuerdo-dijo Cynthia sorprendida-el de lentes color morado, ¿No?
-Ese mero-dije levantando el rostro-estoy un tanto segura de que es él.
-¿Y no te has puesto a pensar que tal vez serías tú?-me miro muy segura.
-Lo he pensado, pero a veces pienso que no soy yo, puesto que aunque me dedica mucha atención, no la suficiente como para que yo pueda decir que soy yo.
-Mira que llegas a ser babosa-me dijo dándome otro zape, pero este fue más fuerte.
-¡Oye, eso me dolió!-dije sobándome la cabeza.
-Es más que evidente que a ti te dedica mucha atención, más que a cualquiera, quizás tú no te des cuenta porque te enfocas en cosas sin sentido, pero yo te dijo que de verdad ella te presta mucha atención.
-Ok-dije insegura mientras me sobaba la cabeza.
-Si quieres puedo echarte la mano dando algunos consejos para conquistarla-me guió el ojo.
-No, gracias, quiero conquistarla por mis propios medios.
-Vale, eso te llevará siglos, pero bueno-me dijo burlándose.
-Si necesita ayuda ya te llamaré-dije dándole un pequeño golpe en el hombro.
-Ok-me sonrió mientras me abrazaba-te quiero, tontis.
-Yo también-dije sujetándome de sus brazos, casi me caía.
-¿Por qué no le preguntas directamente?-me dijo Cynthia después de un tiempo.
-¡Estás loca! ¡No!
-¿Y por qué no?
-Para empezar porque no quiero saberlo, además no ganaría nada.
-Pero es una buena idea, además así no sospecharía que eres tú quien quiere andar con ella. Anda inténtalo-me rogo como perrito triste.
-Bueno, mañana le preguntaré en clase-dije cerrando los ojos en señal de desaprobación.
-De acuerdo-me sonrió.
Al poco tiempo se nos unió Paulina que salía de su examen, y nos platico de cómo le había ido mientras sostenía fuertemente la mano de Cynthia, debe de ser horrible salir con alguien y no tocarle ni besarle como te gustaría por temor a lo que pueda ocurrir, y es obvio que no están nada contentas con esto, pero por ahora lo creen lo más prudente y opino igual.
Se podía sentir perfecto una sensación de incomodidad, la de ellas por no poder ni besarse y la mía por el problema que tengo, pero fue gracias a Karen por quien la atmósfera mejoro pues en pocos minutos salía de su cita con la maestra y muy alegremente nos fuimos, Paulina se fue con Cynthia a su clase, iba a tomar al menos una clase de la tarde con ella, y Karen y yo nos fuimos a casa, en el camino me moría de ganas por preguntarle sobre quién le gustaba, pero decidí aguantarme hasta mañana. A ver qué pasa.
Miércoles 2 de Febrero del 2011.
A pesar de estar en un grupo de más de 50 alumnos, es raro que entre nosotros nos hablemos, yo le hablo a la mayoría del salón, sin embargo cada quien siempre va por su lado y eso no me agrada, ya que siempre son muy secos en su forma de tratar a quienes no sean de su grupito con los que siempre se juntan y aunque me llevo muy bien con algunas chicas, como Ana, Carolina y Karla, y con algunos chicos como Alejandro, Osvaldo, Daniel y Héctor, no es a veces muy divertido hablarles, ya que se dejan influenciar, ya Paulina me ha dicho muchas veces que no intente hacer amigos con los del salón, ya que ellos no saben apreciar a los demás, pero yo insisto en que sólo deben de darse una oportunidad para hacer amigos. ¿Y por qué digo esto? Porque hoy que he llegado y me he puesto a verlos a todos, puedo ver bien como el salón está perfectamente dividido, lleno de prejuicios y malos deseos para los demás, se supone que todos debemos de llevarnos bien y ser buenos amigos, pero esto no es así.
Y para colmo, el profesor de etimologías no vino a clase, así que tenemos dos horas libres, pero como nadie quiere dejar el salón ya que afuera hace un poco de frío, todos estamos dentro, María y Julián platican de quién sabe qué cosa aunque al parecer están enojados entre sí, Oscar y Paulina salieron a la cafetería por unos dulces y Karen y yo nos hemos quedado platicando, al principio de cosas cotidianas pero ni idea de cómo la conversación se torno en uno de los temas que más detesto últimamente, en Armando, el chico al que Karen amaba, y digo que odio este tema porque odio ver a Karen triste, aun se sigue entristeciendo pero ya no tanto como antes.
-Él era una grandiosa persona-me dice sonriéndome tristemente.
-Si tú lo dices-dije sarcásticamente, ella no se dio cuenta.
-Amable, sincero, tierno, cariñoso,…
Con cada supuesta descripción que ella daba de él, más loca de coraje me ponía yo, ¿Qué acaso no se daba cuenta de la realidad? La imagen de Armando en ella era muy diferente a todo lo que yo opino de él, y no es porque él sea de quien Karen estaba (o sigue) enamorada, sino porque a mi parecer Armando era todo lo contrario según lo que Karen me ha contado, y aun así ella opina muy bien de él, sin duda él es muy afortunado, ya que Karen sigue pensando muy bien de él, yo no haré que esa buena opinión cambie, aún así estoy bastante inconforme con lo ocurrido.
-¿Laura?-me mira Karen atentamente-¿Estás bien?
-Sí-dije saliendo de mis pensamientos-estaba distraída, perdón.
-No te preocupes-me dice con esa sonrisa que me vuelve loca de alegría.
-Claro-aparte la mirada.
-Él era el amor de mi vida-se recargo en sus manos.
-¿De verdad lo crees?-le pregunte, me sentía herida por dentro.
-Un poco, de hecho estoy dudando de ello, ya que me está gustando alguien más.
Por fin estábamos tocando el tema que me importaba, decidí preguntarle directamente, pero siempre y cuando se presentara este tema sin que yo la obligara a hablar de ello, para que no se notarán tanto mis intenciones, bien, aquí vamos.
-¿Y quién te gusta?-dije en caliente (directamente).
-¿Eh? ¿Qué?-me miro confundida.
-¿Qué quién te gusta?-volví a repetir la pregunta, me cruce de brazos y fruncí el ceño, de verdad yo estaba más que furiosa.
-Emmm Ah…
-¿Sucede algo?-pregunte tranquilamente.
-No, nada-me dijo viendo para todos lados, menos a mí.
-Soy toda oídos-dije fingiendo una sonrisa de alegría.
-Emmmm me gusta… me gusta…-miraba hacia todas partes en el salón hasta que su mirada se poso del lado izquierdo trasero del salón-emmmm… ¿Sergio?-dijo un poco insegura.
-¿Sergio?-pregunte seria-Sergio-afirme molesta.
-Sí… Sí-dijo un poco más segura pero sin verme a la cara, se veía confundida y temerosa.
-Ya veo-dije levantándome.
-¿A dónde vas?-me pregunto Karen mientras me veía salir del salón.
-Que importa-dije secamente y salí azotando la puerta.
Ok, quizás me comporte de manera infantil con Karen, pero de verdad me sentí muy mal cuando me dijo que le gustaba Sergio, y no podía soportar ni un minuto más en ese salón, de hecho una vez afuera camine seriamente hasta los jardines de la prepa y termine recostada de perfil en el pasto, está mojado, pero no me importa, hace frío y tampoco le prestó atención a eso, por ahora sólo quiero estar sola, y llorar, llorar hasta que me canse, por primera vez deseo que Karen no me vea, no tengo ganas de darla explicaciones y si me las pide no sabría que decirle, además de que me odiaría a mí misma por no decirle la verdad, pero tengo que afrontar el hecho de que yo no soy quien le gusta.
Quiero estar sola, y no pensar en nada ni en nadie, pero por más que quiero evitarlo, no puedo dejar de pensar en Karen y en lo confundida que debe de estar ahora por mi miserable culpa, ella simplemente me dijo sus sentimientos y yo me comporté como una idiota e infantil, y sin decir nada me fui, que cobarde me vi y acabo de darle una nueva impresión de mí, sin duda Karen sabe sacar lo mejor y lo peor de mí, ni con René me había enojado tanto conmigo misma, de verdad que me dan ganas de golpearme contra algo, pero auto dañarme no es lo mío, así que me evitaré aquello por ahora.
Sin más que hacer o decir, me limpie el rostro, estaba llorando y mis lágrimas caían en el pasto mojado confundiéndose con las gotas en él, sin duda lo peor me ha pasado, me gustaría pensar que me ha mentido, por su rostro inseguro, pero yo misma estoy insegura, así que no puedo afirmar nada, más que aceptar que Sergio es quien le gusta, aunque no por eso aceptaré la derrota, debe de existir alguna forma para demostrarle a Karen mis verdaderos sentimientos y que ella me acepte, porque estoy segura que con esto seguro está enojada o al menos confundida con respecto a mí, y me mortifico pensando que ella piensa todo esto de mí. Pero por ahora no quiero saber nada de nadie, quién sabe, quizás me quede aquí las dos horas libres que tenemos, además de que me acabo de mover hacia una parte seca y me he quedado ahí acostada, no me voy a enfermar para nada.
Tan grandes fueron mis deseos de no pensar en nada ni en nadie que me quede dormida y me desperté hasta que mi celular estaba sonando, al levantarme me talle los ojos, los sentía pesados, y con justa razón, si me dormí llorando, y sin darle importancia a la llamada entrante me senté cómodamente y tome el celular con toda la calma, vi que era Paulina quien me llamaba y conteste.
-¿Diga?-pregunte tallándome de nuevo los ojos.
-Ven al salón ya, Laura-dijo en voz baja Paulina-el profe de mate acaba de llegar junto con la de biología, vienen a darnos nuestros exámenes para que los revisemos y les digamos si hay errores con la calificación.
-Voy para allá-dije tranquilamente-gracias por avisarme.
-De nada-me dijo en un tono de voz aun más bajo-no tardes.
-Vale-colgué.
Me levante como si nada, me limpie mi ropa que estaba llena de hojas de árbol, tome mis cosas y camine lentamente hacia el salón, el cuerpo me pesaba terriblemente, y aunque dormí las dos horas como tronco, no dormí nada bien. Tarde más o menos en llegar al salón 10 minutos más (aunque desde donde estaba son 3 minutos caminando), di un pequeño suspiro y llegue a la resolución de comportarme normalmente y no prestarle atención a Sergio ni a… Karen (aunque me duele aceptarlo), volví a dar otro suspiro y abrí la puerta.
Al instante todas las miradas de los de mi salón y el profesor de mate y la maestra de biología se me quedaron viendo muy enojados, yo en mi vida había llegado tarde a una clase, y para colmo hoy llego tarde, enojada y encima a la clase de los profes más estrictos, llegue casi 20 minutos tarde, 10 apenas son perdonables, pero 20 ya no, y tuve suerte de que solo me regañaran por llegar tarde y me ordenaran tomar mi lugar, no recibí un castigo, aunque ahora eso era lo que yo más deseaba por haberme portado tan mal con Karen, quien me miro confundida y preocupada en cuanto tome mi lugar junto a ella en nuestra mesa.
-¿Te sientes bien?-me pregunto en voz baja.
-Sí-dije secamente-estoy bien.
-¡Ustedes dos, ya dejen de hablar!-grito el profesor de mate.
-¡Sí!-dijo Karen, yo sólo asentí mientras acaba mis cuadernos para la materia.
-Les pasaremos primero el examen de biología que hicieron la semana pasada, una vez que acaben de revisarlo, veremos el examen de matemáticas-dijo la maestra Paty, quien se notaba un poco más calmada, fuera de clases la señora era una mor, pero ya en el salón se tornaba un poco seria o al menos era así últimamente.
-Yo los reparto profesora-dijo una compañera, ya saben, del tipo que siempre está de empalagosa con los profes solo para ver si así obtiene una buena nota, aunque no sea si sea tonta la chica, ya que eso nunca le ha funcionado y aún así lo sigue intentando.
-Toma-dijo el profe de mate dándole los exámenes de biología-tendremos 3 horas para checarlos, si acabamos rápidamente pueden retirarse temprano.
La orden era que nadie podía ver su examen aun si ya lo tenía frente a sí mismo, hasta que los profesores dieran la orden para verlos, sólo así todos podíamos checarlos, si veíamos algún error en la calificación o si teníamos alguna duda podíamos ir a preguntarles a los maestros o a nuestros compañeros, por mi parte yo siempre reviso mi examen, si veo algún error en mi calificación aviso a los profesores, me corrigen la calificación y me salgo del salón a esperar a mis amigos, claro, esa es la situación ideal sino es que antes algún otro de mi salón se le ocurre ir a preguntarme por alguna respuesta sólo porque se confundió en su respuesta, odio darles explicaciones o resolverles sus dudas, y no es porque yo sea mala persona, de hecho lo hago de buen modo y de lo más educada posible, pero ellos son muy desesperantes, además de que todos casi buscan mi ayuda o la de Oscar y María que somos los que generalmente sacamos las mejores calificaciones. Odio cuando personas que nunca me han hablado en su vida y se portan bien cortantes y mala onda conmigo y con mis amigos vienen a pedirme ayuda, esa es otra de mis razones para la cual los de mi salón no me caen nada bien, no los soporto ni en pintura. No habían pasado ni 5 minutos cuando una compañera con la que rara vez hablo se me acerco muy desesperada, afortunadamente yo revise rápidamente mi examen y no le vi ningún error en mi calificación, había sacado 8.9 y es muy raro ver que alguien saque 9 o se acerque al 9 en exámenes de la maestra Paty, estaba a punto de pararme a entregar mi examen con mi aprobación sobre mi calificación cuando esta chica me jalo del brazo.
-¡Laura, ayúdame por favor!-dijo la chava jalándome fuertemente y obligándome a sentarme de nuevo.
-¿Qué quieres?-la mire furiosa, no suelo ser grosera con las personas, pero bien dicen mis padres que trate a los demás de la misma forma en que me tratan, si ella me trata mal yo la trataré mal y eso no significa que yo me esté vengando de ella.
-¿Qué respondiste en la clasificación de los invertebrados?-me pregunto sin darse cuenta de que fui grosera con ella, además de que me hizo enojar más puesto que casi se le va encima a Karen por tratar de hablarme esta chica impertinente.
-Escribí: poríferos, celenterados, platelmintos, nematelmintos, anélidos, artrópodos, moluscos y equinodermos.
-¡Oh! Ya veo, es que yo no puse a los platelmintos y nematelmintos-acto seguido se fue corriendo.
-Ni las gracias me dio-dije muy enojada.
-Tranquila-me sonrió Karen- al menos no fuiste grosera con ella.
-Claro-dije sarcásticamente y sin verla, y una vez más fue grosera con ella, cielos, me odio a mí misma por ser así con quien me gusta y todo por un berrinche.
-Laura, espera-me dijo Julián justo cuando me iba a parar para ir a corregir mi examen-¿Cuál fue tu respuesta en la clasificación del reino metafita?
-La respuesta era: clorofitas, feofitas, rodofitas, briofitas, y traqueofitas.
-Vale, gracias-me dijo anotando la respuesta en su cuaderno.
Estaba a punto de caminar rápidamente hacia la maestra junto con Oscar y María quienes ya habíamos terminado de revisar nuestros exámenes cuando fuimos asediados por el resto de nuestro salón, Karen me miraba divertida pero yo fingí no prestarle atención.
Atendimos entre los 3 a nuestros otros compañeros, todos llenos de preguntas que en nuestra opinión eran de muy fácil respuesta, pero todos estaban tan desesperados por obtener nuestra atención que se empezaron a pelear entre sí para poder hablar con nosotros.
-Para esa pregunta la respuesta era que la biogeografía aporta conocimiento de la distribución de las especies-dije poniéndole atención a un compañero-a esta otra pregunta-le dije a otra compañera-la respuesta era que la población es un conjunto de individuos que compartes las mismas características y es un sistema abierto porque mantienen entre sí intercambios genéticos-voltee a ver a otro chico que me jalaba del brazo-la respuesta que las especies comparten características similares entre sí, no hay características exclusivas en general-voltee a ver a otra chava que pedía mi ayuda-la respuesta era que el tipo de fosilización más común es la congelación, la inclusión en ámbar y la mineralización.
En sí el examen era sencillo, pero la maestra hizo un examen de dos unidades completas con muchísima información, entre mis amigos y yo hicimos una guía de estudio y en total obtuvimos 8 hojas escritas a computadora por ambos lados, ni idea de cómo logre aprenderme tanto, y por lo mismo en el examen la mayoría se confundió puesto que algunas preguntas necesitaban ser analizadas ya que las respuestas (o al menos las que eran de opción múltiple) eran engañosas, y en el caso de las preguntas abiertas, esas eran mucho más fáciles y de una sola y pequeña pregunta la maestra pedía una respuesta de al menos 5 líneas, escribiendo lo que se pide, la respuesta, un ejemplo visto en clase o en su defecto algún ejemplo que conozcamos y bien fundado, con cualquier cosa que le falte a tu respuesta eran puntos menos y como ya todos sabemos que rogarle a la maestra porque nos pase un error no sirve de nada, mejor cada quien estudia tanto como puede y procura jamás olvidarse de ninguna respuesta.
Al final logre entregar mi examen pero después de cómo 30 minutos de estarles explicando a mis compañeros sus patéticos errores, y por poco y me vuelvo a poner grosera con Karen y es que ya m tenían harta mis compañeros y me prometí a mí misma que al siguiente que me llamara le iba a dar un buen regaño y resulto ser que quien me llamo poco después fue Karen y yo casi la regaño pensando que era alguien más, pero Karen no podio mi ayuda, sino que se ofreció a llevar mi examen para entregarlo junto con el suyo y el de mis amigos, se lo di y le di las gracias. Y debo de decir que hasta Sergio se me acerco a pedir mi ayuda, se la di y le di la respuesta, aunque no completa, aun así ya de nada sirve que les diga la respuesta puesto que las calificaciones ya están en nuestra cuenta de internet de la escuela, solo las anotan en sus cuadernos para repasarlas después.
-Gracias-le dije a Karen una vez que ella regreso a sentarse conmigo y los demás.
-De nada-me sonrió cariñosamente.
-¡Bien!-dijo el maestro de matemáticas-sigue la revisión de su examen de matemáticas y como siempre la calificación más alta fue de la señorita María con 8.4, seguida de Laura con 8.2 y el señor Oscar con 7.9, se los repartiré de inmediato.
Quizás sea maldición de este profesor y es que a pesar de ser el mejor maestro de matemáticas de toda la prepa, sus exámenes son titánicos, aunque es raro si el examen llega a tener más de 14 ejercicios a resolver, por lo menos en promedio toma 10 minutos resolverlos a cada uno, hay uno que otro que de inmediato se resuelven, pero solo si se aplica bien la algebra aprendida del año pasado, ya que este año se estudia trigonometría y geometría analítica, y debo de estar orgullosa, pues esta ha sido una de las calificaciones más altas que he obtenido en los exámenes de mate hasta el momento, aunque nunca he podido ni podré superar a María, ella es muy buena en mate, y siempre yo termino en segundo en estos exámenes, aunque no me importa, perder contra María no es tan malo, además de que entre nosotras nos echamos la mano para estudiar, ella me dice cómo responder más fácilmente y yo le digo qué fórmula aplicar si a ella se le olvida el procedimiento, aunque claro, eso en clase, porque cuidado si en los exámenes en profe cacha a alguien copiando porque los manda directo a extraordinario sin posibilidad de negociar el final y si de plano no aceptas el extra, te manda a recursar la materia, además de exigente es muy estricto, da un poco de miedo pero sin duda es el mejor profesor de la prepa en cuanto a la materia de matemáticas al igual que la maestra de biología.
Al momento de recibir mi examen me dispuse a revisarlo, saque mi cuaderno y con él revise mis errores en el examen, los errores que tuve la mayoría fueron por algebra, se me olvido hacer alguna conversión o se me olvidaron algunas leyes de radicales, exponentes o logaritmos y es que en estos exámenes está prohibido usar formulario más que el de identidades trigonométricas, ya que el profesores asume (y está en lo correcto) de que leyes de exponentes, radicales y logaritmos se aprendieron en 4º de prepa, recuerdo algunas leyes pero no todas, son bastantes de cada una.
Casi me doy de topes contra mi mesa cuando vi que uno de mis errores de verdad había sido muy estúpido, pero es que al momento de hacer ese ejercicio yo ya estaba muy presionada y ya me había cansado mucho, ese examen de 18 ejercicios, lo resolví en una hora.
-Laura Palacios-dijo el profesor llamándome.
-¿Sí?-me pare.
-Pase a resolver el ejercicio número 7.
-Claro.
Lo bueno de este profesor es que cuando en las revisiones de exámenes se le ocurre pedir que pase algún alumno a resolver el ejercicio, si lo resuelve bien el profesor puede decidir si subirle décimas o no al examen, y para mi buena suerte ese ejercicio aunque lo tuve mal en el examen, a la hora de revisarlo en este momento me di cuenta de mi error, así que ahora ya podía pasar a dar la respuesta correcta.
El profesor me dio un plumón y me dispuse a escribir el ejercicio completo. A Karen siempre le ha fascinado mi forma de resolver los exámenes de matemáticas, ya que los más complicados son los que casi siempre tengo bien, además de que no sólo ella sino mis otros compañeros nos felicitan a María, a Oscar y a mí, por nuestras calificaciones, y créanme que escuchar felicitaciones de parte de Karen me vuelve loca de alegría, además de que ahora siento un deseo enorme por demostrarle a ella que yo soy mil veces mejor que Sergio, que seguro reprobó el examen de matemáticas, ¿Qué más puedo decir de mí? Me gusta mucho competir, es cierto, no soy mala perdedora, pero a veces suelo ser un poco presumida en cuanto a mis victorias y en este caso estaría más que feliz en restregarle a ese tal Sergio que soy mucho mejor que él y demostrarle a Karen mis verdaderos sentimientos, quizás este sea uno de esos momentos en los que uno se siente poderoso y lleno de confianza, o al menos en estos momentos poseo la confianza suficiente para intentar declararme a Karen sin temer a su respuesta, pero por ahora eso tendrá que esperar, sólo un poco más.
-Lo que el problema pide-dije anotando el ejercicio en el pizarrón-es que se verifique la siguiente identidad trigonométrica: Sen A/Sec^2 A-1 =cos A cot A. Lo que se debía de hacer era transformar a: Sec^2 A-1 en tan^2 A, y entonces la expresión quedaba reducida a: Sen A/tan^2 A, lo siguiente era volver a transformar a: tan^2 A en: sen^2 A/cos^2 A, y quedaba la expresión de la forma sen A/(sen^2 A/cos^2 A), luego había que resolver el problema aplicando el algebra necesaria y la expresión quedaba de la forma cos^ A sen A/sen^2 A, entonces como sen A está multiplicando y sen^2 A está dividiendo, se eliminaba sen A y en la parte de abajo se elimina a el cuadrado, entonces quedaba: cos^2 A/sen A, después se factorizaba cos^2 A en: cos A cos A, quedando: cos A cos A/sen A, luego transformábamos un cos A/sen A dejando a un cos A solo, y cos A/sen A se transformaba en: cot A, entonces quedaba resuelto el ejercicio, siendo la respuesta: cos A cot A.
-Muy bien hecho, Laura-me dijo el profesor tomando el plumón que tenía en la mano-según recuerdo usted tuvo mal éste ejercicio, ¿No es así?
-Así es, me equivoque-sonreí-jamás se me ocurrió factorizar cos^2 A y por eso no pude continuar resolviendo el ejercicio.
-Correcto-me dijo el maestro sentándose en la mesa del escritorio frente a la maestra Paty-para la próxima vez que no se le olviden esos detalles de algebra, que a veces suelen pasar desapercibidos pero son muy importantes.
-Tendré más cuidado para la próxima-dije asintiendo.
-Bien, ya puede sentarse-le subiré dos décimas a su examen, ahora tiene 8.4
-Gracias-me fui a sentar.
Quizás 2 décimas signifiquen una grosería para muchos, pero créanme que a veces esas dos décimas pueden salvar mucho a una persona en su promedio general, en lo personal ese ejercicio era sencillo, pero siendo sincera, odio cualquier ejercicio que tenga que ver con esto de verificación de identidades trigonométricas, odio tener que estar aplicando tantas transformaciones porque luego me equivoco o se me olvida lo básico, y para colmo, en este examen 6 ejercicios eran de ese tema, y aun peor ya que el que acabo de pasar a resolver era de los más fáciles, y ni idea de cómo le hice para poder resolver el resto correctamente.
-Lo resolviste muy bien, Laura-me dijo Karen intentando recargarse en mí pero yo me aparte-¿Te sucede algo?-me miro preocupada Karen viendo como yo la rechazaba.
-No es nada-dije sin verla-estoy bien.
-¿Segura?-me miro aun más preocupada.
-Me has estado rechazando estas últimas horas y estás muy seria conmigo.
-No es nada-dije revisando mi examen.
-Bueno, si no quieres decirme no me digas-me dijo algo enojada, y tenía razón de estar enojada conmigo siendo que yo me estaba portando mal con ella, pero de verdad yo no tenía ganas de verla sino yo iba a romper en llanto de coraje y corría el peligro de arruinar nuestra relación o que al menos cambiáramos en nuestra forma de tratarnos mutuamente.
Paso el tiempo revisando el examen de matemáticas, el profesor le pedía a cada alumno que pasara a resolver algún ejercicio del examen y si lo resolvían bien también les subía algunas décimas, pero raro fue la persona que pasara a resolverlo correctamente y si el profesor veía que la respuesta era incorrecta o el procedimiento estaba mal, él pasaba a resolverlo quitándole el derecho a quien paso a subirle décimas en su examen. Y era cierto, cmuhos de nuestros errores eran de algebra mal empleada, y me siento un poco avergonzada por ello, sin embargo hay que recordar muchas reglas y luego llego a confundirlas, sé que eso no es una excusa suficiente, pero se puede remediar estudiando mejor para el siguiente examen.
-Karen Valencia, pase al frente a resolver el ejercicio 14-dijo el profesor dirigiéndose a Karen.
-Sí, maestro-dijo Karen parándose y tomando un plumón que estaba a lado del profesor.
Karen se notaba al principio un poco insegura, puesto que ese ejercicio ella lo había respondido mal en el examen, y yo aunque lo tenía mal no podía pasar a ayudarla, Karen intento buscar un poco de confianza volteando para todas partes mientras anotaba el ejercicio en el pizarrón, primero poso su mirada en Sergio, pero este ni la miraba o al menos yo creí ver que lo miraba a él, pero después vi como me miraba a mí, pero no se veía insegura, sino más bien confiada, como si conmigo hubiera hallado la respuesta, como diciendo “Mira, sé que puedo resolverlo”, yo le sonreí gentilmente pero a los pocos segundos me volví a poner seria y claro que Karen se dio cuenta de ello, así que también se puso seria, aunque se notaba más preocupada que seria y se dispuso a anotar el ejercicio y su respuesta, ya que el profesor estaba a punto de mandarla a sentar ya que se estaba tardando mucho.
-El ejercicio pedía demostrar que “x” era igual a 2 en una función logarítmica, el ejercicio era 9^log en base 3 por X donde todo era igual a 2. Lo que había que hacer era… transformar a 9 en 3^2 y aplicar una de las leyes de los exponentes y todo quedaba de la forma 3^log base 3 por X^2 y todo igual a 2. Luego como 3^log 3 es igual a 1, se baja X^2 y todo igual a 2, entonces se despeja el cuadrado de X^2 y todo igual a 2, entonces se despeja el cuadrado de X^2, y la respuesta es que X=sqrt(2). Y para comprobar sólo había que sustituir sqrt(2) en X^2, donde raíz cuadrada y el símbolo de “al cuadrado” quedaban eliminados y quedaba la igualdad 2=2.
-Bien hecho-dijo el maestro tomando el plumón-no era tan complicado resolverlo, ¿o sí? Porque recuerdo que usted resolvió mal este ejercicio.
-Sí, lo tuve mal, pero fue no se me ocurrió transformar el 9 a 3^2.
-Bueno, para la siguiente ocasión será mejor que abra más su mente hacia nuevas respuestas y caminos, hay ejercicios que se pueden resolver de distintas formas, pero esta respuesta que acaba de dar es una bastante lógica y fácil, muy bien, ya puede irse a sentar, le subiré a su examen 4 décimas, ahora tiene de calificación 7.6 en este examen.
-Gracias, profesor-Karen se fue a sentar a mi lado.
El resto de la clase transcurrió en un silencio sepulcral entre Karen y yo, Karen porque no sabía qué estaba pasando y yo porque estaba muy enojada, de sólo pensar que a ella le gustaba Sergio y que él ni le hacía caso, pero no podía obligar a Karen a que dejara de gustarle Sergio ni a él a obligarlo a que le gustará Karen, porque aunque odie admitirlo prefiero ver a Karen feliz con quien le gusta a obligarla a estar conmigo si yo no le gusto, sin embargo admito que me dan muchas ganas de declararme a Karen y decirle que quiero que esté conmigo compartiendo nuestra felicidad, pero aun hay un fuerte problema entre ella y yo, además de que el hecho de que ambas somos mujeres y quien sabe cómo tome ella esto si es que me llega a elegir, pero volviendo al problema principal es que a ambas aun nos falta decir que somos verdaderamente felices, ya que es como dice la de ética, en el amor se comparte la felicidad, no se complementan entre ellos, sé que Karen aun tiene sentimientos por Armando y yo aun los tengo por René, aunque para ambas ya no es con la misma intensidad que antes, y eso es algo bueno, sin embargo aun nos falta superar esa parte, ni idea si la maestra ya hablo con Karen sobre el tema del amor, o si Karen ya le menciono a ella sobre que le gusta alguien más que no es Armando, sólo espero que ambas salgamos bien de esto.
Al salir de la clase aun faltaban al menos 2 horas más hasta la clase de teatro, Julián, María y Oscar se despidieron de nosotras y se fueron a sus casas, ya que ellos hoy no tenían más actividades en la prepa y Karen, Paulina y yo nos fuimos a recostar a uno de los patios en la prepa. Al llegar ahí me senté y me recargue en mi mochila, mientras sacaba mi guío de la obra de teatro y me disponía a repasarlo, aunque la verdad era que quería fingir que estaba haciendo algo para que Karen no me dirigiera la palabra por ahora, y sí, cuando vio que saque mi guío, ya no se intento acercar a mí, pero Paulina se dio cuenta de mis intenciones y un poco molesta, se levanto y camino hacia mí.
-Tú vienes conmigo-me dijo jalándome del brazo.
-¿Eh? ¿Qué?-pregunte bastante confundida.
-¿A dónde van?-pregunto Karen quien se veían tan confundida como yo.
-Vamos a la cafetería a comprar algo, no tardamos-dijo Paulina sacándome de ahí rápidamente.
-¡Oye, suéltame!-dije intentando zafarme, pero Paulina es muy alta y bastante fuerte y encima me jalaba como a un vil costal, así que ni zafarme pude.
Sin escuchar ninguna suplica mía porque me soltara, terminamos en la cafetería comprando unos helados, Paulina se veía muy furiosa conmigo y me daba una idea de por qué, pero aun no era momento para estar sacando conclusiones.
-¿Por qué estás tan grosera con Karen?-me pregunto directamente mientras caminábamos de regreso con Karen, para llegar a ella nos faltaban 5 minutos caminando, tiempo suficiente para hablar cómodamente entre nosotras dos.
-Supongo que Cynthia ya te conto lo que siento por ella ¿no?-le pregunte sin darle importancia si me respondía o no-además de que mi comportamiento con ella ha sido bastante evidente.
-Sí, me he dado cuenta de que ella te gusta. Pero aun no entiendo por qué te enojaste.
-Es que hace rato le pregunte que quien le gustaba, y me respondió que Sergio, el de nuestro salón, el chavo de los lentes morados.
-¡¿Qué cosa?!-grito muy enojada Paulina.
-Lo que oíste-dije comiendo un poco de helado-Karen quiere con Sergio.
-¿Estás segura?
-Sí, ella misma me lo dijo.
-¿Y te lo dijo así muy segura o cómo?
-Pues me respondió dudando, como si buscara alguna respuesta y al primero que vio fue a Sergio.
-Entonces puede que Sergio no sea quien le guste, sino que estaba buscando una respuesta de momento, quizás realmente seas tú.
-Lo dudo-dije-sabes muy bien que Karen rara vez demuestra sus verdaderos sentimientos, más que conmigo y a veces contigo, si ella me dijo que es Sergio debe de ser Sergio.
-¿Y prefieres pensar que es Sergio quien le gusta a ti?
-¡Obvio que no!-grite muy enojada-¡Yo quiero ser quien le guste! ¡Pero me respondió que le gusta ese estúpido que ni la mira! ¡¿Cómo carajos crees que me siento?!-la mire muy enojada, y ya hasta yo estaba llorando de coraje.
-Sé que te sientes muy mal-me dijo sosteniéndome gentilmente de los brazos-pero no debes de desesperarte, además, seguro Karen te estaba ocultando la verdad, de hecho me sorprende que ella haga esto, ella siempre es muy sincera, y sé de sobra que te quiere muchísimo, pero…
-¿Pero qué?-pregunte aun muy enojada.
-Aun es un poco pronto para que ambas admitan que están enamoradas una de la otra ¿No?-me revolvió el cabello.
-¿A qué te refieres?
-Ok. Está bien que entre ustedes se gusten, pero las conozco a ambas y debo de decir que en estos momentos conozco mejor a Karen que tú a ella-eso me enojo un poco, pero admito que Paulina tenía razón-tú sabes bien la situación que ella atraviesa ahora, puede que a ella le gusten muchas personas, pero solo es un gustar y ya, porque ella afirma que a quien realmente ama es a Armando, y si tú dices que ya te estás olvidando de René y quieres tener una relación seria con Karen, debes de saber a lo que te enfrentas, no estamos hablando solo de el problema con lo que los demás opinen, eso no tiene importancia, sino el pasado de ustedes dos, en que no deben de permitir que su pasado interfiera con su presente, en ir más allá de los recuerdos y enfocarse en el presente. Si quieres estar con Karen debes de enseñarle que tú eres mucho mejor que Armando y estoy segura que ella hará lo mismo contigo demostrándote que es mejor que René una vez que usted dos se digan que se gustan, hasta entonces no te enojes en vano. Los enojos no valen la pena si son mal infundados. Si Karen te dijo que le gustaba Sergio para ocultarte la verdad debe ser porque aun no está segura de lo que siente y tú misma has admitido que no sabes aun bien cuáles son tus sentimientos e intenciones hacia Karen, primero piensa bien las cosas antes de meterte al fuego, si quieres atravesar el peligro, primero debes de extinguirlo-me sonrió confiadamente mientras me acariciaba en la cabeza.
-Quieres decir, que primero debemos de aclarar bien lo que sentimos y dejar ir al pasado para poder estar juntas. ¿No es así?-dije algo confundida.
-Eso es más que obvio-me volvió a sonreír de manera confiada-sé que ambas se gustan y quién sabe, tal vez Karen resulte ser el amor de tu vida y tú de su vida. ¿No sería eso estupendo?
-Sí-sonreí felizmente.
-Entonces ya no la sigas cagando y ponte de acuerdo con tu loca mente en lo que deseas y ayuda mucho a Karen, no a convencerla de abandonar el pasado, ya que eso ella tiene que decidirlo, sino a apoyarla cuando te necesite, y ponle mucha atención, porque tú y yo sabemos muy bien que Karen odio ser una carga para los demás, así que siempre hace todo lo posible porque nadie se dé cuenta de cómo se siente realmente. Sé que tú sabes muy bien cuando ella está muy triste. Sólo demuéstrale que ella te importa mucho. Y ya no te enojes, ve y ofrécele una disculpa.
-Vale-dije muy segura-gracias, Paulina-la abrace-eres una gran amiga.
-De nada-me volvió a revolver el cabello-anda, regresemos con Karen, que la pobre ha de estar muerta de confusión.
-Vamos-sonreí mientras caminaba a lado de Karen.
Íbamos caminando hacia donde estaba Karen, cuando la vimos sentada en el pasto, al parecer estaba platicando con alguien y se veía molesta, al verla así me preocupe y estaba a punto de echarme a correr para ayudarla cuando Paulina me jalo y del jalón casi caigo al suelo.
-No seas imprudente-me dijo en voz baja-primero pon atención a la situación-me dio la mano para levantarme.
-Ok-dije recargándome en ella para levantarme.
Nos acercamos sigilosamente para que qué le pasaba y con quién hablaba, grande fue mi sorpresa cuando que con quien hablaba era con Fabián, el chavo que desde que me conoció ha querido ser mi novio, en ese momento vi que Karen se estaba enojando cada vez que hablaba con él, así que me acerque para evitar que Karen pasara un mal rato.
-Fabián-dije secamente mientras me ponía a lado de Karen, poniendo una mano en su hombro.
-Hola, mi querida Laura-intento abrazarme pero me aparte-¿Cómo estás?-me pregunto alegremente, como si el que me hubiera apartado no le hubiera hecho ni el más mínimo daño.
-¿Qué se te ofrece?-pregunte rápidamente.
-Nada, solo estaba hablando con tu amiga Karen, diciéndole lo mucho que te quiero, lo mucho que me importas y lo genial que eres como persona.
-¿Así?-lo mire desafiante-por lo visto la hiciste pasar un mal rato y dudo mucho que le hayas dicho eso.
-Es cierto-dijo Karen poniendo su mano sobre la mía-él estaba hablando sobre ti conmigo.
Me sorprendió escuchar a Karen tan seria y un poco desanimada.
-Él… te… te quiere mucho-dijo tristemente Karen sin verme.
-¿Ves?-me miro confiado Fabián-Yo jamás te mentiría, Laura.
Al parecer cuando Fabián dijo que nunca me mentiría Karen se puso muy tensa y sostuvo fuertemente mi mano, sin ver a nadie más que al suelo. Y eso me preocupo, sé que Karen se arrepiente de algo, pero ni idea de qué se trate.
-En fin-dijo Fabián acercándose a mí-como ahora últimamente Cynthia, la madre superiora, no me ha estado amenazando para que no me acerque a ti, aprovecho para hablar contigo, y créeme Laura, yo pienso que eres una persona maravillosa y que vale mucho la pena, y me gustaría salir contigo, ser tu novio, estar juntos, y sé que tú no tienes de mí la mejor de las opiniones, pero me esforzare mucho para que algún día podamos salir juntos.
Las palabras de Fabián me tocaron en lo más profundo, y no porque me diera gusto escucharlo, sino porque de cierta forma me identifique con él. Él pensaba hacer lo mismo que yo por Karen, y me puse a pensar que igual la decisión final de aceptarme dependía de Karen, no de mí, sin embargo aquí era claro que yo sólo a Fabián lo veía como un amigo, no como un prospecto a novio, sin embargo no sé cómo me ve Karen, puedo tener esperanzas para andar con ella o bien puedo no tenerlas, todo depende de si tengo el coraje para preguntarle si le gusto o no.
-Gracias, Fabián, eso es muy amable de tu parte, pero me temo que yo no puedo corresponderte-toque cariñosamente el hombro de Karen-a mí me gusta alguien más-afirme, sentí como Karen se ponía tensa pero seguía sin mirarme.
-Ya veo-dijo Fabián-pero eso no significa que me dé por vencido-me sonrió cariñosamente, algo que casi nunca suele hacer. Su sonrisa es cálida, pero no me tranquiliza.
-Perdona-dije devolviéndole la misma sonrisa.
-Sólo quiero que recuerdes que yo te quiero muchísimo y que me importas más que nadie y encantado acudiría a ti con una sola llamada tuya, soy sincero cuando digo que me gustas, y soy muy feliz con solo pronunciar tu nombre.
Quizás era mi imaginación, pero con cada palabra de Fabián, Karen se ponía más y más tensa, pero a la vez se desanimaba más, yo podía sentir aquello con solo tener mi mano en su hombro y me daban ganas de abrazarla, pero en esos momentos tenía que dejarle en claro a Fabián que no tenía intenciones de andar con él, puede que yo le guste muchísimo y que todo lo que me dice sea muy lindo, pero sé que yo no soy con quien puede compartir su felicidad, y con cada pensamiento como este, me identifico mucho con él pensando que estamos en la misma situación, él por mí y yo por Karen, y quizás esto se considere un triángulo amoroso sólo si yo le gustase a Karen. Vaya suerte que tengo. Fabián no es alguien malo, de hecho es muy buena persona, no piensen mal de él, quizás a veces su carácter sea mal interpretado por ser un poco presumido y muy directo, pero no es malo.
-Por ahora me retiro-dijo acercándose a mí para darme un abrazo-te cuidas mucho-me abrazo-y cualquier cosa que se te ofrezca ya sabes que tienes mi teléfono-con su mano simulo un celular mientras me sonreía gentilmente-te quiero-me soltó-hasta luego señoritas-dijo muy animado a Karen y a Paulina.
-Hasta luego, Fabián-dijo Paulina dirigiéndole una sonrisa.
-Bye-dijo Karen sin verlo, de hecho no veía a nadie, más que al suelo mientras se sujetaba fuerte de mi mano.
-Es muy directo-dijo Paulina cruzándose de brazos y mirándome.
Yo no le puse mucha atención a Paulina puesto que me preocupaba más Karen, preocupada me agache, vi que Karen estaba llorando pero vio que yo la estaba viendo así que se cubrió el rostro con sus manos, me sorprendí e intente quitarle las manos de su rostro gentilmente para limpiar sus lágrimas, pero lo único que conseguí fue que me empujara mientras ella se limpiaba las lágrimas con la manga de su suéter.
-¿Estás bien?-me pregunto Paulina que había corrido a ayudarme, estaba sorprendida de que Karen me rechazara, yo no entendía nada.
-Sí-le dije sin verla-estoy bien-me levante recargándome en Paulina y volví a caminar hacia Karen quien se veía más que furiosa-Karen… ¿Qué tienes?-pregunte muy preocupada pero Karen volvió a empujarme, solo que esta vez no tan fuerte como la anterior.
-Deberías de salir… con él-dijo Karen casi inaudiblemente.
Me sorprendí ante tal afirmación de Karen. De hecho hasta me asuste, quien me gustaba me estaba diciendo que saliera con alguien más, que coraje. Traje un poco de saliva y seguí intentado acercarme a ella, pero me volvió a detener, solo que estaba vez no me tiro, solo se sostuvo de mí, tomándome de la mano, mientras con su otra mano libre se cubría su rostro lloroso.
-¿Por qué me dices eso?-le pregunte muy preocupada-¿Karen?-la llame, ya que ella no me respondía. Mis ojos estaban fijos en ella y pronto todo a mi alrededor dejo de importarme.
-¡Él te quiere mucho!-me grito furiosa y me miró quitándose la mano del rostro.
-No te entiendo-dije secamente-¿Qué me quieres decir con todo esto?
-Tú te mereces la mejor de las felicidades con alguien que te merezca y que te quiera mucho y yo…-Karen palideció.
-¿Tú qué?-pregunte cruzándome de brazos.
-No, nada, olvídalo-se levanto y aún sostenía mi mano-ahora se veía su rostro muy rojo de coraje-¡Vete con él!-me grito.
Paulina y yo palidecimos, jamás habíamos visto a Karen comportarse así.
-¡Espera!-le grite-¡No quiero irme con él!
-¡¿Y por qué no?!-estaba a punto de golpearme con ambos puños pero la detuve.
-¡Porque él no me gusta!-estábamos frente a frente, ahora ambas estábamos muy enojadas.
-¡Pues intenta enamorarte de él!
-¡¿Eso es lo que de verdad quieres?!-ahora yo ya estaba más que encolerizada, jamás pensé que tendría una pelea con Karen, pero de alguna forma esta pelea me está ayudando a desestrezarme y se nota que a Karen también, quizás esto era lo que ambas necesitábamos, gritar. Aunque puede que me esté equivocando.
-¡Déjame sola!-trato de zafarse de mí.
-¡No!-la sujete aun más fuerte-¡No hasta que hables conmigo y me digas qué te sucede!
-¡Suéltame!-ahora saltaba de desesperación para que la soltará.
-¡¿Qué te ocurre?!-pregunte ya muy enojada y desesperada.
-¡Nada! ¡Sólo vete con Fabián!-echo la mirada de lado y ahora estaba llorando mientras yo la sujetaba fuertemente.
-¡¿Así que no me piensas decir nada?!-grite mientras la soltaba agresivamente de las muñecas-¡Bien! ¡Que así sea entonces!-tome mis cosas-¡Gracias por darme explicaciones sin sentido!
-¡Laura, espera!-Paulina me intento detener, pero yo me zafe de su agarre agresivamente- seguro que todo es un mal entendido.
-¡No!-la mire muy enojada-¡No quiero saber nada de nadie!-mire por última vez a Karen antes de echarme a correr, pero ella solo se cruzaba de brazos y estaba llorando, se veía muy triste-Si tanto quieres que me vaya con Fabián, bien-me acerque desafiante a Karen-¡Entonces tú deberías irte con tu amado Sergio!-mi respiración era agitada y me eche a correr furiosa mientras lloraba de coraje.
Sin duda Karen sabía sacar lo peor y lo mejor de mí, y en estos momentos ella ya había visto suficientes cosas malas de mí, ahora me sentía muy mal por tratarla como la trate, e igual yo había conocido un lado nuevo de ella y era un lado atrayente, ya que de alguna forma conocí más de ella. Corrí tanto como pude y me detuve a recostarme en el pasto de uno de los jardines del otro lado de la prepa, donde llore por unos momentos, y créanme que jamás tuve intenciones de correr tras Fabián, sólo quería estar sola y arrepentirme de lo mal que trate a Karen.
Cualquier en persona en mi posición podría sentirse enojada y hasta ofendida por el trato de Karen, pero créanme que no era así en mi caso, yo cuando le estaba gritando a Karen me creía fría y en perfecta tranquilidad, pero no era así, yo estaba en un horrible estado de desesperación y enojo contra mí misma, por estar tratando de esa manera a quien me gusta, pero no podía evitar decir lo que pensaba, cosa que con René jamás hubiera hecho, con René yo era taciturna y seria sin importar la situación, pero con Karen soy todo lo contrario y me alegro mucho, ya que con ella demuestro lo que de verdad siento, solo que aun el detalle de que ella me gusta no he podido decírselo y ahora menos, estoy segura de que está muy enojada conmigo, fue muy cruel de mi parte decirle que se fuera con Sergio. ¿Pero qué más podía yo hacer si ella me pedía que me fuera?
Y sin embargo, después de todo lo ocurrido, quiero verla, quiero abrazarla y decirle lo mucho que lo siento, pero por ahora sólo quiero estar sola, la veré, y tiene que ser hoy mismo, después de la clase de teatro si es posible, yo iré al ensayo y estoy segura de que Karen también estará ahí, sólo me cabe esperar lo mejor y conociéndola, seguro está muy enojada conmigo.