Si dices la verdad, estás reconociendo tu error.
IRIE RYUEN
Miércoles 2 de Febrero del 2011.
Era claro que yo no iba a obedecer a Karen, en cuanto a salir con Fabián, si con quien quiero salir es con ella, y de eso ya estoy convencida, este lapso que he pasado sentada pensando en lo ocurrido me ha servido para llegar a muchas conclusiones, primero, me merezco una segunda oportunidad para amar, está mal sumirse en la desesperación de un viejo amor, que aunque dice amarme, solo me lastimaba. Segundo, mis sentimientos por René siguen siendo de cariño, más no ya de amor, ya no lo quiero como pareja y quizás fue este enojo con Karen lo que me hizo darme cuenta de que es por ella por quien estoy loca de enamoramiento, no hay que acelerarnos, aun no sé si esto es amor, de lo que sí sé es que me enamore de Karen, y ya; realmente esta pelea con ella me hizo darme cuenta de que es a ella a quien deseo y a quien quiero proteger, pero temo que así como la pelea trajo cosas buenas, como mis conclusiones, también trajo cosas muy malas, como el saber que le grite a quien me gusta, me siento tan mal, yo jamás le grite a René mientras afirmaba que él me gustaba, jamás me enoje con él tanto como me enoje ahora, y eso es muy bueno (el haberme enojado con Karen), porque significa que estoy dejando que mis verdaderas emociones y pensamientos salgan, y que no callen como lo hacían con René.
Tercero, supongo que Karen está furiosa conmigo, lo que hará muy difícil a partir de ahora nuestra relación y encima hemos metido sin querer a Paulina en esto, estoy seguirá que ella se pondrá de parte de Karen y Cynthia de mi parte, lo que claro las llevará a ellas a un problema de pareja, y no se me hace justo eso, en cuanto tenga oportunidad hablaré con Cynthia y le pediré que por favor no se meta y que intente convencer a Paulina de lo mismo. Esto de relaciones entre parejas es muy curioso, hasta ahorita me vengo dando cuenta de que cuando dos personas están juntas, siempre hay personas detrás de ellos que los apoyan, sin embargo si hay una ruptura o algún problema, es cuando todos se meten, y eso es muy malo, arruina amistades, que problema es esto de las parejas. Cuarto, quizás esta enojada con Karen ahorita, sin embargo mi enojo es inferior a mi arrepentimiento y vergüenza por haberla tratado como la trate, estoy en esas situaciones en las que digo “trágame tierra”, sin embargo tengo que verla, no puedo dejar esta situación así.
Estas fueron mis conclusiones, digamos que el tiempo que pase pensando en ello me fue muy productivo y ahora lo que más deseo es verla, abrazarla, disculparme, y volverla abrazar, pero claro, todo depende de la situación que se dé. Sin más en lo que pensar, me fije en mi reloj, faltaban diez minutos para que la clase de teatro comenzará, suspire y tome mis cosas, y camine con pesar aunque orgullosamente hasta la clase de teatro, había una parte de mí que me decía que todo iba a estar bien, pero también tenía mucha inseguridad y pensé que igual todo podría salir mal, sin duda ni con René había dudo antes, con el tiempo, me voy dando cuenta de que Karen me importa mucho más que cualquier otra persona, y al pensar en ello, me pongo aun más feliz y alegre y pienso en lo que dijo la maestra de ética, que el amor no es para dar felicidad, sino para compartirla, y de hecho, yo ahora ya soy muy feliz, y al pensar en todo lo que he vivido, aunque muchas cosas han sido tristes y otras felices, todo ello me ha traído hasta aquí, hasta donde estoy y he conocido a Karen, y ambas tenemos el mismo problema, ambas somos felices, sin embargo el tema de quienes nos gustaba aun nos saca de onda, pero yo he decidido salir adelante y Karen al parecer también lo ha decidido así y comprendo que ella dude y tenga miedo al darse cuenta de que alguien más le está gustando, pues ella juro amar por siempre a Armando, alguien que ya murió, cielos, sí que tengo problemas en cuanto a ese asunto, tendré que ver de qué forma puedo vencer a Armando y ganarme el corazón de Karen.
Si cualquiera se atreve a decirme que Karen no es feliz, no sólo por su relación con Armando, sino igual por lo de sus papás que están divorciados y luego la andan metiendo en medio de los problemas, puedo decir que Karen sabe bien como arreglárselas con sus papás y hacer que esos problemas duren al mínimo, y que aunque ya esto es parte de la vida de Karen, ella lo ha sabido sobrellevar pues yo me doy cuenta fácilmente de lo que piensa y siente, y ella siempre me ha contado sus sentimientos y es sincera conmigo, por ende, yo le creo, y sé que ella está bien, y que debo de ayudarla en esto de Armando. Pero esto sí que es gracioso, ya estoy haciendo planes de vida, justo cuando aun no se arregla este problema, pero… ¿Qué más puedo decir? Si Karen me hace sacar lo mejor y lo peor de mí.
Yo estaba decidida a hablar con Karen, ya había pasado por lo menos una hora y media desde nuestra pelea, así que tal vez ya se había calmado ella, nunca la había visto furiosa, así que ignoro cuanto tiempo le cueste calmarse, con pasos más seguros me comencé a acercar al auditorio para el ensayo, di la vuelta hacia los camerinos para ponerme mi traje e ir al escenario, cuando vi a Sergio parado en la entrada de los camerinos de mujeres, estaba hablando con alguien y sabiendo de antemano con quien hablaba me acerque muy enojada, los celos y enojo se apoderaron de mí, pero no debía de dejar que aquello me dominará completamente, así que me puse lo más seria que pude, tratando de ocultar lo que sentía y trate de colarme a los camerinos, pero Sergio abarcaba casi toda la puerta (no es que él fuera gordo, sino que la puerta era angosta).
-Permiso, por favor-dije poniéndome detrás de él, puse mi cara de seria, sin embargo mi rostro era de completa desaprobación y de coraje. Vi que con quien estaba hablando era con Karen, pero ella aun no se daba cuenta de que yo estaba detrás, se veía ida y triste, lo que me hizo pensar que nuestra pelea le afecto mucho, o al menos lo suficiente para no ponerle atención a Sergio.
-Claro-me dijo Sergio haciéndose a un lado-disculpa, Laura.
Pase a lado de Karen, nuestros hombros chocaron y en cuanto sentí el rose, me detuve un solo segundo, y la vi de reojo, también me estaba viendo, pero se veía triste y apenada, yo sólo desvié la mirada, pues me enoje mucho de verla con Sergio, pero no valía la pena iniciar otra pelea, no ahora.
-Gracias por prestarme tu cuaderno de química-le dijo Sergio a Karen-te lo devuelvo mañana.
-De nada-dijo Karen seriamente.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.
Ambos solo se despidieron de palabra, no de beso en la mejilla, lo que me hizo pensar que por qué si Karen quería con él, no se despidió al menos de beso de mejilla de él, y él… él la trato como trata a cualquier chica, la trato como a una compañera de clase y ya, y a Karen aquello no pareció importarle. Lo que me llevo a pensar en lo que me había dicho Paulina, que Karen me había mentido sobre quien le gustaba, pero… ¿Por qué? Eso no lo sabía, pero viendo como se trataron ellos entre este momento, ahora ya me quedaba claro que Karen me había mentido.
-¿Estás bien, Laura?-era Cynthia que se estaba poniendo la camisa-Oye, despierta-me dijo poniendo su mano en mi hombro para sacarme de mis pensamientos.
-¿Eh?-pregunte un poco ida.
-Estabas toda confundida amiga-me dijo riéndose.
-Perdón-dije devolviéndole la sonrisa.
Desviándome del tema de Karen, ahora veo a Cynthia mucho más alegre que de costumbre, de por sí mi amiga es muy alegre y activa, pero desde que está con Paulina, la veo mucho más alegre y me da gusto por ellas, sin embargo aun siguen manteniendo si relación a escondidas, y eso es feo, no me imagino lo que deben de estar pasando, el salir con quien te gusta y no poder ni darle un beso en público, supongo que en algún momento tendrán que arreglar eso, sin embargo ellas se enfrentarán a muchas personas para poder ser aceptadas, después de todo, ambas son de las chicas más guapas de la preparatoria, que son muy conocidas por haber salido con muchos chicos.
-Hola-me dijo Paulina poniendo su mano en mi hombro-¿Ya estás mejor?
-Sí-dije poniéndome los pantalones-mucho mejor, gracias-dije viendo como Cynthia y Paulina se tomaban de la mano y me miraban preocupadas-Ya le contaste a Cynthia ¿Cierto?-le pregunte a Paulina.
-Sí, hace un rato que llego le dije-Paulina me sonrió tristemente.
-Ok-me puse las botas-solo les pido que por favor no se metan, esto es entre Karen y yo, no quiero causarles problemas a ustedes también poniéndose de parte de alguna de nosotras-agache la cabeza.
-Mira que eres tonta-me dijo Paulina dándome un pequeño golpe en la cabeza.
-Paulina tiene razón-dijo Cynthia mientras ella se agarraba fuerte del brazo de su novia y me sonreía.
-Nosotras no vamos a ponernos de parte de alguna de ustedes dos, si ambas sienten lo mismo por la otra-me sonrió Paulina mientras me revolvía el cabello.
-¿Ya hablaste con ella?-le pregunte curiosa.
-No, cuando te fuiste, ella también se fue por su parte, aunque es más que obvio lo que sienten justo ahorita.
-Puede que seas una genio en las materias, teatro y deporte-dijo Cynthia mientras me tomaba de la mano-pero en estas cosas del amor aun necesitas que te ayuden a abrir los ojos, nosotras sabemos bien lo que les pasa, aunque por la situación que tienen ustedes en estos momentos, es más que lógico lo que pasa en su relación, échale ganas amiga, yo sé que tú puedes.
-Confiamos en ustedes-dijo Paulina abrazando a Cynthia.
-Gracias, chicas-dije mientras les sonreía alegremente-hablaré con Karen después del ensayo, aunque me da curiosidad saber porqué vino al ensayo Karen si está muy enojada conmigo-dije un poco confundida mientras veía a Karen de reojo.
-Tonta-me dijo Paulina-si vino por ti, vino a verte y a ensayar contigo.
-¿De verdad?-pregunte sorprendida y alegremente.
-Pues sí-sonrió Cynthia-es más que obvio.
-Pero si está enojada conmigo-me puse nerviosa.
-Puede que este enojada contigo, pero el cariño que siente por ti y las ganas que tiene de verte son más fuertes que su enojo-me dijo Cynthia que se soltaba de Paulina y se acercaba a mí-mira que te lo digo yo-me susurro al oído-que me sucedió lo mismo con Paulina-Cynthia volvió a los brazos de su novia.
-Ella tiene razón-dijo Paulina-ahora cámbiate y vamos al ensayo, y quita ese ceño fruncido que te vas a arrugar-Paulina puso un dedo en mi frente mientras me hacia burla.
-Que graciosa eres-dije sarcásticamente.
Así, termine de cambiarme y para cuando me di cuenta, sólo Karen y yo quedábamos en los camerinos cambiándonos, por un momento nos quedamos viendo, y aunque ninguna de las dos sonrió, era claro que estábamos arrepentidas y tristes por lo ocurrido, sin embargo ya podíamos oír a Beltrán gritándonos desde el escenario para que fuéramos ya con el grupo. Karen fue la primera en salir, seguida por mí, y aunque ambas deseábamos con ganas hablarnos, nuestros sentimientos no nos dejaban.
-¡Valencia, Palacios!-nos grito Beltrán una vez que nos vio entrar al escenario y unirnos con nuestros compañeros-¡Son la pareja principal, de deben de llegar tarde!-nos gritaba mientras se acercaba a nosotras-¿Está claro?-nos pregunto poniéndose frente a nosotras con esa pose tan imponente suya, de por sí Beltrán es alto y fornido y con ese ceño fruncido da más miedo que de costumbre.
-Sí-dijimos Karen y yo.
-Por una vez que lleguen tarde no está mal-dijo la maestra Delia mientras nos sonreía y se aferraba al brazo de Beltrán-¿No lo crees, cielo?
-De acuerdo-dijo Beltrán ya más tranquilo-a sus lugares, señoritas.
Vaya, hasta Beltrán es más cordial y amable cuando la maestra Delia está cerca, eso sí que es amor, y no es que Delia esté cambiando a Beltrán, sino que Beltrán se vuelve mucho mejor, de por sí el maestro no es grosero ni agresivo, pero debe de imponerse como tal ante los alumnos, lo que claro, conlleva a que muchos lo califiquen de agresivo y pedante, sin embargo él no es así, y gracias a la maestra Delia está consiguiendo calmarse poco a poco.
Sin embargo, Beltrán volteo a vernos una vez más y se dio cuenta de nuestros rostros, primero miro a Karen y se preocupo, Karen se veía triste y algo ida, sin embargo guardaba la postura, y yo mantenía mi expresión seria aunque un poco dolida, después de ver a Karen me miro a mí, luego a Karen un poco confundido y finalmente a mí, pero se notaba furioso conmigo, sin embargo no me dijo nada y se fue con la maestra Delia a tomar asiento entre los asientos del auditorio, que raro que Beltrán se comporta así y más conmigo.
-¡Bien! ¡Hoy ensayaremos la escena de la primera declaración de amor que le hace el Señor Darcy a Elizabteh Bennet, después haremos otras escenas!-grito Beltrán desde su lugar.
-“¡¿Qué cosa?!”-grite en mi mente mientras veía asustada a Karen-¡De por sí las cosas ya están mal ¿Y quiere que ensayemos esa escena?! ¡Debe de estar loco!”
-¿Algún problema señoritas?-nos miro muy enojado Beltrán mientras veía nuestras expresiones, hasta Cynthia y Paulina se tensaron cuando escucharon a Beltrán decir que ensayaríamos esa escena.
-No, ninguno-dijimos Karen y yo mientras nos veíamos un poco confundidas.
-¡Bien! ¡Todos a sus lugares!
Como en esta escena solo estábamos en el escenario Karen y yo, todos se hicieron a un lado y desaparecieron, dejándonos solas a nosotras dos, yo me hice a un lado del escenario para preparar mi entrada, mientras veía como Karen se concentraba.
(Darcy entra precipitadamente al escenario sorprendiendo a Elizabeth, Darcy intenta articular palabra pero no puede, hasta que casi medio minuto después de su llegada, él habla)
Sr. Darcy:
He luchado en vano, y ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que la admiro y la amo apasionadamente.
(Elizabeth Bennet palidece, mira asombrada al señor Darcy, pero no dice nada).
Sr. Darcy:
Declaro que soy plenamente consciente de que actuó contra los deseos de mi familia, amigos, y claro, contra mi buen juicio. La diferencia social entre su familia y la mía hace que nuestra unión sea considerada extremadamente censurable, incluso yo lo considero así como hombre razonable que soy, pero no puedo evitarlo. Desde la primera vez que la vi, he llegado a sentir por usted una apasionada admiración y respeto, y con ellos todas las objeciones racionales a nuestra unión la he dejado atrás. Le ruego fervientemente que alivie mi sufrimiento y acepte ser mi esposa.
Elizabeth Bennet (enojada tras las palabras de Darcy, por la evidente situación que él presentaba contra su unión):
En casos como este, se deben de agradecer los sentimientos expresados. Pero yo no puedo. Jamás he deseado su buena opinión y usted me la ha otorgado muy en contra de su voluntad. No me gusta herir a alguien, pero ha sido de forma inconsciente y espero que su duración sea corta.
Sr. Darcy (se aleja un poco con expresión pensativa y muy enojada, para después voltearse):
¿Y esta es toda la respuesta que debo de esperar? ¿Podría saber por qué soy rechazado con tan poca cortesía?
Elizabeth Bennet:
¡¿Y yo podría preguntar por qué, con tal deseo de ofenderme viene a decirme que me ama contra su voluntad, su juicio y su carácter?! ¿Qué acaso esa falta de respeto no es suficiente excusa? Tengo todas las razones del mundo para pensar mal de usted. ¿Cómo pudo haber creído que iba a aceptar al hombre que ha contribuido a destruir la felicidad de mi hermana más querida? ¿Puede negar que usted lo planeo?
Sr. Darcy:
No lo negare, hice todo lo que estaba en mi poder para separarlos y me regocijo de mi éxito. He sido mejor con él que conmigo mismo.
Elizabeth Bennet:
Pero no es sólo en este asunto en lo que se funda mi antipatía. Mi opinión de usted se formo mucho antes de que este asunto tuviera lugar, se decidió cuando escuche la historia del señor Wickham sobre su forma de tratarle. ¿Cómo puede defenderse en esa cuestión?
Sr. Darcy:
¡Se toma mucho interés en los asuntos de ese caballero!
Elizabeth Bennet:
¡¿Quién que no conozca sus desventuras, puede evitar sentir interés por él?!
Sr. Darcy:
¡¿Sus desventuras?! Sí, claro, sus desventuras han sido grandes.
Elizabeth Bennet:
¡Y por culpa suya! Usted lo ha reducido a su actual estado de pobreza. Y aun así trata sus desventuras con desprecio y burla.
Sr. Darcy:
¿Y esta es su opinión de mí? Mis faltas, según usted, son muy graves. Pero tal vez hubiera perdonado esas ofensas si no hubiera herido su orgullo, con la honesta confesión de los escrúpulos que durante tanto tiempo me han impedido confesarle mi amor. No me avergüenzo de mis sentimientos expresados, son justos y honestos.¡ ¿Esperaba que me regocijara con la inferioridad de sus parientes?! ¡¿Qué me congratulara por emparentar con personas cuya situación social está por debajo de la mía?!
Elizabeth Bennet:
Se equivoca, señor Darcy. El tono de su declaración solo me ha ahorrado la pena que podía causarme el rehusarme si se hubiera comportado de una forma más caballerosa. No habría podido ofrecerme su mano de ninguna forma posible que me incitará a aceptarlo. Desde el mismo principio sus modales me inspiraron el firme convencimiento de su arrogancia, su vanidad y su desdén hacia los sentimientos de los demás. Siempre he sabido que usted era el último sobre la Tierra con el que podría casarme.
Sr. Darcy:
Ya ha dicho más que suficiente. Comprendo perfectamente sus sentimientos. Sólo me queda avergonzarme de los míos. Perdóneme por haberle robado su tiempo y acepte mis mejores deseos de salud y felicidad.
(Sale el Señor Darcy y Elizabeth se queda pensando sobre lo sucedido)
-¡Muy bien!-grita Beltrán emocionado desde su asiento-¡No sé cómo han conseguido que esta escena saliera tan bien! ¡Pero mis felicitaciones! ¡Les ha salido estupenda! ¡Emociones tan bien logradas de enojo y coraje jamás había visto en un estudiante de teatro digno de llamarse actor! ¡Bien hecho señoritas!
-Gracias, profesor-dijimos Karen y yo sin vernos a la cara entre nosotras.
No negare que con cada palabra de Darcy, que yo tenía que decir por ser él mi personaje, me emocionaba más, pues de alguna forma, los sentimientos de Darcy, como los de enojo contra sí mismo, eran los mismos que yo sentía y me identifique con él de cierta manera, algo que por supuesto no puedo ignorar. Y Karen también se identificó con su personaje y eso era claramente evidente, pues con cada minuto que pasaba, ella más se enoja y yo también, y aunque fuese una pelea para la obra, realmente ambas estábamos liberando nuestras emociones, algo que nos hacía mucha falta en verdad y que, no negare yo más anhelaba liberar lo que sentía de alguna forma. Al terminar la escena, Karen y yo aun estábamos agitadas y algo enojadas, sin embargo ya más aliviadas y fue algo bueno hacer la escena, aunque no niego que esto es seguro que traiga problemas a nuestra relación.
Al final de la escena Beltrán pidió que no se repitiera más, pues nos había quedado perfecta y quería ver otras escenas con los demás personajes, así que Karen y yo ya no íbamos a ensayar por el día de hoy, pero teníamos que quedarnos a todo el ensayo pues aunque juntas ya no íbamos a actuar, separadas sí con los demás personajes. Por mi parte, yo me fui con Alma, ya que quería que yo me quedará a su lado para echarle ganas a su actuación, algo que sin duda me pareció tierno de su parte, se notaba que le había costado trabajo pedirme que me quedará a su lado por lo penosa que era y más porque últimamente ya casi no hemos hablado y ella es mi amiga, claro que ya sé que para ella yo soy más que una amiga, sin embargo a mí ella no me gusta, sino que con quien quiero estar es con Karen y creo que eso fue claramente evidente para ella, pues aunque durante el ensayo me mantuve a lado de Alma, no pude evitar mirar siempre a Karen a la distancia, algo que no sólo Alma noto, sino que también Cynthia y Paulina notaron, pero no me quisieron decir nada por temor a enfurecer a Alma, pues cada vez que Alma se daba cuenta de que yo sólo miraba a Karen, me jalaba a otra parte del escenario para que no la viera, aunque sin éxito de lograr su objetivo.
Mi mirada hacia Karen era penetrante pero tranquila, yo no estaba molesta, sino más bien preocupada y ella aunque varias veces me noto viéndola, trataba de desviar la mirada hacia los demás de forma esforzada, pues también era claro que no podía evitar el no verme, de pronto me sentí ridícula al pensar que por una pelea sin sentido ahora ambas estábamos separadas. De alguna forma me imaginaba a un abismo entre nosotras, aunque era un abismo que fácilmente podíamos cruzar si alguna de las dos se disponía a dirigirle la palabra a la otra, pero yo por ahora no quería dirigirle la palabra, sólo quería verla y ya, algo que también ella tenía en mente conmigo y sólo en una ocasión en la que nuestras miradas se cruzaron, nos sonreímos, aunque era una sonrisa triste y apesadumbrada, en el resto de las ocasiones en las que chocamos miradas, rápidamente las desviamos.
-¿Y qué piensas hacer?-me pregunto Cynthia una vez que nos estábamos cambiando al final del ensayo en los camerinos.
-No lo sé-dije quitándome la chaqueta-por primera vez no sé qué hacer, jamás me había pasado algo así. Quizás algo parecido con tu hermano, pero como siempre callé, sin embargo, esto se trata de Karen, me cuesta mucho trabajo pensar que no se me ocurre nada, cuando lo que en verdad quiero es resolver esto, pero no sé de qué forma.
-Ya veo-dijo Cynthia. Ambas callamos por algunos minutos mientras nos cambiábamos hasta que ella volvió a hablar-¿Te vas a regresar con ella a casa?
-No lo sé-dije tristemente. Intente buscar a Karen con la mirada en los camerinos, pero ya no la vi aquí, así por ende, ella ya se había ido a casa… sin mí-Creo… creo que ya se fue-Cynthia sorprendida comenzó a buscar a Karen con la mirada y ella tampoco la encontró.
-Creo que tienes razón, ya se fue-dijo mi amiga poniéndose la playera.
-¿Quién ya se fue?-pregunto Paulina que se acercaba a Cynthia para abrazarla.
-Karen-dije viendo hacia la puerta con la esperanza de que regresará por mí.
-¿La viste irse, Paulina?-pregunto Cynthia a Paulina.
-Vi que se cambio rápido y salió de los camerinos, quizás ya se fue-hizo una mueca de desagrado-deberían de arreglar este problema y pronto-me dijo algo enojada.
-Lo sé, pero hoy no va a ser, puesto que ya se fue y encima enojada.
-No creo que esté enojada-me dijo Paulina-Más bien está triste, es seguro que le duele saber que están peleadas y también es fácil adivinar que está igual de confundida que tú, solo que es claro que a diferencia tuya, a ella le cuesta admitir lo que siente y seguro ya sabes por qué-me miro como si quisiera sacarme la verdad.
-Sí-dije viéndola a los ojos-sé que le cuesta decir la verdad y eso es por lo que sucedió con Armando, yo creo que es porque no quiere preocupar a los demás y que al final la relación que ella forme se vaya a la basura por algún error, sin embargo estoy consciente de que si no arreglo esto, la perderé y no quiero eso, quiero hacerle saber que me importa mucho y que debe de aprender a decirnos la verdad.
-¿Ahora me crees cuando te dije que ella te estaba mintiendo cuando te dijo que le gustaba Sergio? Sin duda ambas son unas burras-arqueo una ceja.
-Sí, te creo-dije mientras me ponía los tenis-por ahora me iré a casa y pensaré en lo ocurrido.
-¿Quieres que te acompañemos a la puerta de la prepa?-me pregunto Cynthia que se ponía la mochila y se tomaba de la mano de Paulina.
-No, gracias-tome mi mochila-me iré sola, gracias chicas, que se diviertan-me despedí de beso en la mejilla de ellas y salí de los camerinos.
Me alegraba mucho ver a mis dos amigas juntas, sin duda eran una pareja algo rara pero divertida y me daban mucho apoyo ambas, sin embargo al igual que Karen, yo odio ser una carga para los demás y aunque yo prefiero decir lo que siento, sí odio tener que estar metiendo a los demás en mis problemas y es por eso que casi no pido ayuda de ellas, sin embargo soy muy feliz cuando me la ofrecen y para mí ya es suficiente ayuda con que me den consejos. Eso sí que me ayuda bastante.
Estaba a punto de llegar a la entrada de la prepa, cuando sentí que alguien me jalaba gentilmente del brazo y me hablaba.
-Te tardaste mucho-me dijo aquella voz detrás de mí-¿Puedo aun acompañarte a casa?
Era Karen, sin duda era la voz de Karen. Yo me sorprendí y alegre mucho, rápidamente voltee hacia ella y le sonreí gentilmente y le dije que sí, que podíamos irnos a casa juntas. Ella también sonrió y nos fuimos a tomar el camión juntas, pensé que con aquello nuestra relación mejoraría, sin embargo aquellas palabras fueron lo único que nos dijimos durante el trayecto a casa, nos sentamos juntas en el camión y podía sentir como nuestros brazos estaban muy juntos, lo que hubiera dado por tomar su mano, sin embargo no lo hice por temor a lo que fuera a pasar, Karen y yo mirábamos a distintos lados, ella hacia la ventana del camión y yo hacia lo primero que llamaba mi atención, aunque realmente nada me atraía más que el saber que no podía hablarle a Karen y al parecer ella también pasaba por lo mismo.
En más de una ocasión se me ocurrieron mil ideas para hablarle, pero ninguna la ejecute, porque simplemente no quería arruinar más lo que tuviéramos ahorita, era cierto que yo estaba feliz por estar a su lado, pero odiaba el sólo saber que no podía si quiera hablarle. Así la mayor parte del trayecto me la pase enojada conmigo misma y no fue sino que hasta que llegamos a nuestro destino que nos separamos, sólo nos dijimos hasta mañana y ya, luego de ello nos fuimos por nuestro propio camino. Ella se despidió de mí de una manera educada, pero triste y seria y yo me despedí de ella de la misma manera, sin duda ambas estábamos igual y no pude evitar reírme al recordar que Paulina nos había dicho a ambas burras.
El resto de la tarde me la pase seria en mi casa, tanto que mis papás y mi hermana me preguntaron muchas veces si me encontraba bien, claro que yo les decía que sí, pero ellos sabían que no era cierto, pero al escuchar mi respuesta se daban cuenta de que no quería hablar de ello por ahora, era frustrante y triste el no poder decirle a mi familia lo que me ocurría, cuando pasó lo de René ellos sabían perfectamente lo que pasaba por mi mente y hasta me decían lo que opinaban pero desde hace mucho tiempo que se dieron cuenta que René ya no es la persona más importante para mí y mi familia no sabe qué hacer o qué decirme puesto que no les digo nada y quizás sea bastante lógico, pues de quien me enamoré es de una chica y dudo mucho que eso lo quieran entender, pero ahora aquello me viene importando poco, lo que me importa más ahora es saber qué hacer con Karen.
La tarde me la pase encerrada en mi habitación, haciendo tarea y tratando de distraerme pero sin éxito, ya eran las 9 pm cuando al fin conseguí terminar la tarea y me decidí a conectar al Messenger, quizás me encontraría con algún amigo o amiga del salón o de años anteriores y podríamos platicar de otras cosas, o igual podría encontrarme con Paulina y era seguro que ella me daría una mano tratando de distraerme pero al final las cosas saldrían igual. Pero tantas eran mis ansias por distraerme que incluso si Paulina me hacia hablar del tema, quizás eso me caería bien, así que me conecte. Sin embargo cuando abrí la lista de mis contactos favoritos en el Messenger, de casi los 10 contactos favoritos que tengo, 5 estaban conectados y casi me muero de la impresión cuando vi a Karen conectada, no supe qué hacer, me temblaban las manos y me mordía el labio constantemente, sin duda yo no estaba preparada para verla conectada.
Pronto mil ideas comenzaron a surgirme sobre lo qué hacer en ese momento y todas me parecían excelentes y he de decir que ninguna idea mía estaba encaminada a hablarle, tenía miedo o quizás pena de hablarle por Messenger pero no se capaz de hablarle a la cara, me tarde casi 20 minutos en intentar saber qué hacer, una de las ideas que se me había ocurrido era ponerme como desconectada en el chat y hablarle a mis otros amigos, aunque eso iba a ser muy cobarde de mi parte y durante todo ese tiempo que me la pase en un dilema moral Karen tampoco hizo nada y eso me ponía aun más nerviosa, temía que ella se fuera a desconectar también por verme conectada pero no lo hizo y me intrigaba saber por qué y no fue que salí de mis locos pensamientos sino hasta que Paulina, quien también estaba conectada, me hablo por el chat.
Paulina Amador dice:
¿Ya le vas a hablar? ¬¬
Laura Palacios dice:
¿A qué te refieres?
Paulina Amador dice:
Es obvio que no sabes qué hacer en estos momentos porque Karen está conectada, ni me has hablado en todo este tiempo que llevas aquí en el msn, ni a nadie me atrevo a decir, vamos, no seas tonta y háblale.
Laura Palacios dice:
Pero… pero… no sé qué hacer.
Paulina Amador dice:
Pues háblale y haber que ocurre.
Laura Palacios dice:
¿Y por qué yo debería de hablarle? ¬¬ Además de que en parte la ofendida también debería de ser yo.
Paulina Amador dice:
Porque ya he intentado convencer a Karen de que te hable pero está muy nerviosa, antes de que te conectaras yo estaba hablando con ella y justo cuando te conectaste no dejaba de ponerme emoticones de risa, felicidad y en parte de pena… Sin duda eres la culpable de todos los sentimientos que le provocas y ella también es la culpable de lo que te provoca, ¡ya no sean babosas las dos y háblense!
Laura Palacios dice:
… ¿De verdad se emociono cuando me conecte?
Paulina Amador dice:
Y sigue emocionada, sin embargo no sabe qué hacer, aunque ella ya se te adelanto, me dijo que ya tiene la ventana del chat abierta para hablar contigo pero que no sabe qué escribirte y le da miedo que te desconectes para no hablarle.
Laura Palacios dice:
Jamás haría eso… o al menos no con ella.
Paulina Amador dice:
Lo sé, pero ya… ¡Hagan algo! Que odio verlas peleadas, además… créeme que todo irá muy bien :D no pasará nada.
Laura Palacios dice:
No lo sé… La verdad es que no solo quiero chatear con ella, sino que también quiero verla y escucharla… y abrazarla…
Paulina Amador dice:
… 0.0 … wow, eso fue lo mismo que ella me dijo hace rato… ¡Ya no sean idiotas y háblense! ¡Si desean todo eso, pues háganlo!
Laura Palacios dice:
Vale, de acuerdo… Le hablaré… aunque en un ratito más… deja que me tranquilice yo un rato.
Paulina Amador dice:
Si serás zonza. ¬¬”
El sólo saber que Karen estaba igual que yo me ponía loca de alegría y ahora todo enojo o cualquier sentimiento malo se había desvanecido en mí, ahora lo que más deseaba era hablarle y decirle lo mucho que lo sentía y lo mucho que la quería, sin embargo… yo me sentiría aun más feliz si quien me hablará fuera ella y no es que eso signifique que yo no le hable hasta que ella me hable primero, sin embargo creo tener razón cuando digo que la ofendida debería de ser yo por todo lo que está pasando. Y no lo sé… quizás sí termine hablándole primero yo… un momento… ¡¿Pero qué es esto?! ¡Ella me está hablando por el chat! ¡Me acaba de mandar un mensaje! ¡Oh, wow, soy tan feliz!
Laura Palacios dice:
¡Oh, wow, soy tan feliz!
Paulina Amador dice:
¡¿Por qué?! ¡Cuéntame! :D
Laura Palacios dice:
¡Me está hablando! ¡Karen me está hablando por el Messenger!
Paulina Amador dice:
¡¿Pues qué esperas?! ¡Contéstale! ¡Olvídate de mí y háblale!
Laura Palacios dice:
Vale, eso haré :D Oye… Gracias por ayudarnos :D de verdad que les debemos una a ti y a Cynthia, porque me han ayudado mucho a aclarar mis ideas y a ti también te doy las gracias por ayudar a Karen.
Paulina Amador dice:
Ni te creas tanto eso :D Que aquí, quién es la única responsable de Karen poco a poco mejoré eres tú, tú le compartes esa felicidad tuya y ella te comparte la suya y poco a poco me he dado cuenta que ambas sin duda deben de estar juntas. Yo sólo he ayudado a Karen cuando me lo pide, pero sin que a ti te pida algo, tú siempre la apoyas y ella siempre te apoya a ti, incluso si no se hablan, se tienen que estar viendo a escondidas, y eso lo digo por lo de hoy por ejemplo en el ensayo de teatro. ¡¿Qué esperas?! ¡Háblale! :D
Laura Palacios dice:
Gracias, Paulina :D Te quiero
Paulina Amador dice:
Yo también te quiero :´D Sólo no lo arruines.
Ahora yo estaba tan feliz, que ya cualquier cosa me podía importar poco, así que me decidí a sólo concentrarme en lo que estaba pasando ahorita con Karen y me olvide del resto de mis contactos conectados, ahora solo quería hablar con Karen y con nadie más.
Karen Valencia dice:
Hola Laura… ¿Cómo estás?...
Laura Palacios dice:
Hola Karen, estoy bien… ¿Y tú?
Karen Valencia dice:
Yo no estoy bien… :( siento mucho lo que paso hoy entre nosotras. Te trate muy mal y… no merezco que si quiera me hables, ni siquiera merecía que me acompañaras en el trayecto a casa y aun así te pedí que me acompañaras, pero es que yo deseaba verte, deseaba estar contigo y durante todo el camino sólo quería tomar tu mano, pero tenía miedo de que te enojarás más conmigo y aunque trate de distraerme con muchas cosas… no lo hice, no pude sacarte de mi mente, incluso después de que llegue a casa me costó trabajo terminar todos mis deberes. Quería hablarte, escucharte, abrazarte y decirte lo mucho que lo sentía… Me conecte con las esperanza de verte conectada y por fin, cuando te conectaste no tenía idea de qué hacer, estaba muy feliz de verte aquí, tanto que no se lo pude ocultar a Paulina y ella me dio ánimos para hablarte, perdóname, de verdad perdóname por todo lo que te hice hoy. Has hecho tanto por mí desde que nos conocimos y yo el día de hoy lo único que hice fue traerte problemas y tristeza y eres la última persona a la que hubiera deseado hacerle algo así. Me importas mucho… más de lo que te imaginas. ¿Me disculparías?
Yo me sorprendí por cada palabra que Karen me escribía, sin duda ella realmente lo sentía y estaba asumiendo la culpa por todo y me dolía verla tan afligida y triste, sin embargo no se me hizo correcto interrumpirla sino hasta que ver que ella realmente ya había acabado de escribir.
Laura Palacios dice:
Por supuesto que te perdono, yo jamás sería capaz de enojarme enormemente contigo y sea cual sea la razón que tuviste para mentirme, lo importante es que me estás diciendo la verdad y estoy muy feliz de que estemos hablando ahorita. Sin embargo también te pido perdón, te trate muy mal y me siento terrible.
Karen Valencia dice:
Yo te perdone desde que aquello paso, porque quien realmente tiene la culpa soy yo. Jamás me había sentido tan mal en toda mi vida y te lo digo en serio, es la primera vez en la que siento un coraje muy grande contra mí misma. Perdóname.
Laura Palacios dice:
No me gusta verte dolida, créeme que yo ya te he perdonado de todo corazón, por favor no te sigas atormentando.
Karen Valencia dice:
Es que, esto no se puede quedar así, el día de hoy te hice muchas cosas terribles cuando lo único que he recibido de ti son cosas maravillas que sólo contigo he experimentado. Tú tienes el derecho de saber qué pasó y la verdad, te he estado pidiendo perdón y no te he dicho por qué, sólo te pido que por favor… me creas y leas todo lo que te escribiré ahora. Para mí es muy importante que sepas todo esto, por favor.
Laura Palacios dice:
Leeré todo lo que tengas que decirme, tienes todo mi tiempo.
Karen Valencia dice:
Gracias. Bueno… Te pido perdón porque te mentí.
En ese momento me sorprendí mucho, Karen estaba diciéndome que me había mentido y de cierta forma eso me lo hizo notar muy bien Paulina, sin embargo para estar de acuerdo con ella, debería de escucharlo propiamente de Karen y ahora ella lo estaba admitiendo y yo como tal tenía que poner atención y averiguar lo que realmente pasaba por su mente, ya que nuestra pelea fue una mal infundada llega de equivocaciones y malas decisiones.
Karen Valencia dice:
Te mentí al decirte que me gustaba Sergio. Él no es quien me gusta, sino alguien más. Sólo que aún no estoy lista para decirte la verdad. No quiero que pienses que no confió en ti, sino que la verdad en todo esto es más complicado de lo que parece y quiero decírtelo en el momento adecuado y quiero que me escuches atentamente cuando eso pase.
Laura Palacios dice:
Haré todo lo que quieras que haga :D
Karen Valencia dice:
Sin duda eres la mejor persona que he conocido en toda mi vida, llena de alegría y amor por los demás y por lo que haces. Haces que cada vez que estoy contigo no desee estar con nadie más.
Laura Palacios dice:
Tú también eres alguien muy importante para mí, eres amable, cariñosa, me encanta verte sonreír y verte feliz. Y todo eso me hace pensar que quiero estar contigo por mucho tiempo.
Karen Valencia dice:
Entonces hagamos que así sea, por siempre :3
Laura Palacios dice:
Te lo prometo :D
Karen Valencia dice:
Te quiero :D
Laura Palacios dice:
Yo también te quiero. :3
Y así pasamos el resto de la noche hablando por Messenger, hablamos de cuanta cosa se nos ocurría, e incluso hablamos del ensayo de la obra y que ambas estábamos seguras de que nos salió muy bien debido a nuestras emociones encontradas el día de hoy. No paraba yo de reír con cada ocurrencia de Karen, me alegraba ver que seguía siendo la misma y que volvía a ser la misma, pues ahora todo este problema había quedado atrás. Sin embargo cerca de las 11 pm mis papás me enviaron a la cama con amenaza de castigarme si me quedaba más tiempo despierta. Así que me tuve que despedir de Karen y lo más divertido fue que a ella, su mamá también la estaba regañando para que se fuera a dormir. Así que nos despedimos y nos fuimos a la cama.
Sin embargo yo no podía dormir, estaba muy emocionada por todo lo que había pasado el día de hoy, sin duda el día más largo de mi vida hasta el momento, pero también el más feliz hasta ahora y lo único que deseaba era escuchar a Karen y verla, tanto que no tenía ni ganas de esperar al día de mañana para verla y me decidí a hablarle por teléfono a escondidas. Antes de ello me cercioré de que mis papás y mi hermana estuvieran dormidos y desconecte el resto de los teléfonos de la casa menos el mío para que no se dieran cuenta de si alguien estaba usando el teléfono, era seguro que si se daban cuenta yo iba a salir con una regañiza espantosa, pero no me importo, yo quería hablar con Karen y justo en el momento en el que regrese a mi cuarto después de desconectar los otros teléfonos y hablarle a Karen, sonó el teléfono y me decepcione al pensar que sería alguien de mi familia tratando de localizar a mis papás o igual por razones laborales, así que conteste un poco enojada pero casi me dieron ganas de hundir la cabeza de vergüenza en alguna parte cuando me di cuenta de que quien llamaba era Karen, afortunadamente no se dio cuenta de mi tono grosero y de hecho me hablaba en voz baja.
-Hola ¿Te desperté?-me pregunto en voz baja y algo preocupada.
-No. De hecho yo iba a hablarte justo ahorita.
-¿De verdad?-me pregunto emocionada.
-Sí-sonreí felizmente.
-Wow, que raro ¿No? ¿Tanto deseabas escucharme?
-La verdad… sí-dije sinceramente.
-Awwww por eso te quiero.
-Yo también te quiero-la verdad es que si se trata de Karen, no me importaría decirle todo el tiempo que la quiero.
-No podía dormir. Estaba pensando en ti-me dijo muy feliz.
-Yo tampoco podía dormir-dije metiéndome a mi cama-te estaba extrañando demasiado.
-Tenía ganas de escucharte.
-Y yo de verte-me aferre aun más al teléfono. Aun es pronto para que me le declare a Karen y más si ella me quiere hablar de quien le gusta en un futuro, sin embargo, algo me dice que no debo de tener miedo ni desconfiar de ella, de hecho me siento muy feliz, algo me dice que será algo muy bueno para mí.
-¿Oye, te puedo hacer una pregunta?-pregunte. Había algo que aun me tenía algo inquieta del día de hoy y que ni ella ni yo aclaramos en nuestra plática del Messenger.
-Claro, lo que quieras.
-¿Qué era lo que te tenía tan enojada el día de hoy cuando estábamos con Fabián?-mi pregunta era directa y aunque Karen también se disculpo mil veces conmigo por haberme empujado, no me dijo porqué lo hizo.
-…-por un momento pensé que no respondería, pero sí lo hizo, sólo que se tardo por estar buscando las palabras correctas-Que Fabián te decía lo mucho que te quiere, pero yo no soy capaz de decírtelo-por fin había hablado ella y lo que me dijo me sorprendió, pero de cierta forma también me hizo muy feliz.
-Perdóname por haber sido tan grosera contigo-dije una vez más, aunque está vez era de voz, la anterior fue por Messenger.
-No, perdóname tú a mí, yo te mentí y nos metí en este lío-me dijo muy arrepentida-Pensé que te perdería cuando te echaste a correr.
-Jamás me perderás-sonreí-te lo prometo. Y si me llego a perder, sé que me traerás de regreso.
-Eso sin duda-me dijo cariñosamente-¡Oh, Dios! Tengo tantas ganas de abrazarte.
-Tendremos que esperar hasta mañana-dije muy alegre-ya mañana me podrás abrazar tanto como quieras.
-Vale.
Y así seguimos platicando en voz baja por teléfono, sin duda nuestro único consuelo de la noche y el mejor regalo que me pueden dar en un día cualquiera, escuchar a Karen feliz como siempre. Volvimos a hablar de muchas cosas, al parecer no hay tema que no nos parezca interesante y eso me divierte mucho. Sin embargo, casi me llevo un infarto cuando tocamos el tema de Beltrán, de que el día de hoy me dirigió una de esas miradas que matan cuando se dio cuenta de que Karen y yo estábamos pasando por un momento delicado y de enojo.
-Perdónalo por eso-me dijo Karen muy arrepentida-Es que odia verme triste, pero odia más a quien me trate así y lo peor de todo es que se adelanta a las conclusiones y no me pide explicaciones.
-¿A qué te refieres?-pregunte muy confundida-¿Por qué hablas de él con tanta familiaridad?
-Es que… él es mi tío-me dijo como si ya supiera mi reacción.
-¡¿Qué cosa?! ¡¿Beltrán es tu tío?!-casi me caigo de la cama en cuanto la escuche decir aquello.
-Sí, es primo de mi mamá. Por eso el apellido no lo tenemos igual. Es mi tío, pero lejano en cuanto a sangre, sin embargo se lleva muy bien con mi familia y cuando se dio cuenta de que estábamos peleadas, se enojo y de hecho luego en los ensayos se te queda viendo feo porque eres mi pareja en la obra y bueno… siempre se ha enojado con cualquiera que intenta acercarse a mí de forma amorosa. Pero no te preocupes, hablaré con él después.
-Ok… Que miedo-dije algo asustada.
Sin duda ahora también debía de cargar con el coraje de Beltrán si se llega a enterar de que me gusta su sobrina, vaya, cómo me encanta meterme en problemas.
-Oye, ya me tengo que ir-me dijo Karen en voz aun más baja-creo que mi mamá ya se dio cuenta de que estoy despierta.
-Vale, con cuidado-dije en voz baja-hasta mañana.
-Hasta mañana-la escuche realmente feliz-y… ¿Te puedo pedir un favor?
-Sí, lo que quieras.
-Mi cumpleaños como sabes será la siguiente semana y aunque el día de mi cumpleaños mi mamá me va a hacer una comida aquí en casa, y claro, tu familia, Paulina y Cynthia están invitados, bueno… quería ver si me podías acompañar al día siguiente a cierto lugar…
-Claro-dije-¿Y a dónde iríamos si se puede saber?
-Te lo diré ese día. ¿Vale?
-De acuerdo-dije un poco convencida.
-Hasta mañana, que descanses Laura, te quiero cómo no tienes idea.
-Que sueñes bonito, también te quiero mucho, hasta mañana.
Y con la pelea mal infundada resuelta, me vuelvo a poner tranquila, juró que jamás me había puesto yo tan inquieta en toda mi vida por alguien y por mí misma, en cierta forma es un sentimiento nuevo, pero agradable y es por eso que aun llego a la conclusión de que Karen me gusta con cada día que pasa.