Love is not love which alters when it alteration finds or bends with the remover to remove.
IRIE RYUEN
Miércoles 26 de abril del 2011.
Desde que Karen le dijo a sus papás que somos novias puedo decir que ellos me han tratado muy bien, a veces hasta me da miedo, no lo sé… se siente como la calma antes de la tormenta, pero ellos ya me han asegurado muchas veces que no tienen malas intenciones aunque se les haga raro ver a su hija besándose con otra mujer pero sigo teniendo miedo, la sonrisa malévola de su papá cuando me amenaza de que no trate mal a su hija o la mirada asesina de Ingrid cuando me ve abrazando a Karen son cosas que realmente me asustan pero ni modo, por Karen corro el riesgo y si el premio es ella entonces no me importa todo lo malo que suceda.
Karen ha estado tratando de disuadir a sus papás de que ellos puedan reunirse y hablarse mejor más que pasársela peleándose, ok… quizás ya el amor entre ellos no pueda recuperarse, pero finalmente no están en malos términos y ser amigos es una posibilidad bastante grande para ellos, aunque ambas opinamos que como pareja se verían mejor.
-¿Pero no se te haría raro volver a ver como pareja?-le pregunto a Karen despreocupadamente.
-Pues sí, pero si ellos quieren estar juntos entonces tengo que adaptarme de nuevo, además son mis padres después de todo y ninguno de los dos ha salido con otra persona desde que se separaron.
-¿Entonces cuál fue realmente el problema de que se separaran?
-Pues fue como te dije una vez, mi papá viajaba mucho y finalmente perdieron la llama del amor, claro que la historia es más complicada que eso.
-¿Y por qué no me dijiste en ese momento?-pregunte algo curiosa.
-Porque en ese momento a penas comenzabas a gustarme… no quería hundirte en mis problemas y preocuparte más de lo que ya estabas.
-Pues me gusta mucho preocuparme por ti, me he vuelto una experta en eso-le dije cariñosamente.
-Tonta-me sonrió-hablo en serio.
-Yo también-la bese-perdóname por burlarme.
-Odio cuando me besas para que te perdone-me dijo sonrojada-siempre te funciona.
-Lo sé-reí amablemente-¿pero me ibas diciendo?
-Oh, sí-se cruzo de brazos-bueno… mi papá viajaba mucho tanto dentro como fuera del país, cuando viajaba al extranjero era cuando más se tardaba en regresar a casa, mi mamá es de las personas que eligen no preocuparse tanto por su pareja cuando está fuera para no perderle y que se el otro se canse por su constante preocupación y posibles exageraciones, pero creo que mi mamá mostro demasiado desinterés en mi papá al grado en el que él mejor se centro de lleno en su trabajo, sin embargo ellos jamás dejaron de ser buenos padres conmigo, siempre estaba alguno de ellos dos a mi lado, ya se apara cuidarme, jugar conmigo, leerme, llevarme de paseo o cumplir cualquier capricho conmigo. Cuando se separaron obvio que llore y les rogué que no lo hicieran, pero si ellos no podían estar juntos entonces no valía la pena condenar una relación. Aprendí de ellos que si ya no sientes nada por tu pareja entonces sepárate, nada bueno sale de seguir juntos y sólo terminas lastimando a quienes tienen cerca.
Pude ver clara preocupación en su rostro así que me acerque a ella para abrazarla y colocar su cabeza en mi hombro, deje que siguiera hablando.
-Cuando se empezaron los tramites del divorcio pues me dieron a elegir con quien me quería quedar, a pesar de que la ley estaba del lado de mi mamá, pues con el trabajo de papá yo no iba a poder estar con él, así que me quede con mamá y se arreglaron las visitas con mi papá. Una vez que se termino el trámite entre mis papás arreglaron que yo me podía quedar a vivir una semana con uno y la siguiente con el otro, ahora ya me dan a elegir, puedo quedarme a vivir tanto tiempo como quiera con uno, ya no respeto eso de una semana y una semana, pues papá vive muy lejos de la prepa, así que a veces me quedo con él los viernes y alguno que otro fin de semana.
-Ya veo.
-Además los has visto, los has oído, siguen llevándose bien relativamente, no como amigos pero tampoco como conocidos, después de todo tienen una hija entre los dos, sería imposible no poder dirigirse la palabra aunque sea para preguntar por mí en caso de que yo no me encuentre con alguno de ellos.
-Te entiendo-sonreí-y estoy segura que ellos entienden como te sientes, pero tampoco creo que quieran regresar a ser una pareja, no por ahora quizás. Mi opinión es que ellos no debieron de haberse separado pues se ve que todavía se hablan y se llevan bien, pero si dices que ellos ya no se toleraban como pareja, entonces las cosas están bien como están ahora, además no fue tu culpa nada de esto y de hecho ellos han buscado la manera de tenerte siempre con ellos a pesar de todo esto.
-Lo sé-me sonrió tristemente-solo espero que sigan estando a mi lado cuando más los necesite.
-Y así será-bese su frente.
Odio cuando Karen se pone triste, pero es una emoción humana, por supuesto que no puedo evitar que se ponga triste o algo así, pero si puedo hacer que se alegre más rápido. Por ahora solo me queda abrazarla y hacerla sentir que conmigo está segura. Sin embargo ya tengo hambre, estamos esperando en la sala del departamento de su mamá a que sus papás traigan la comida. Su supone que mañana les diremos a mis papás sobre nuestra relación y los papás de Karen han acordado estar con nosotras esperando a fuera de mi casa, siguen sin ser un tanto partidarios a que esté con su hija, pero odiarían aun más no vernos juntas, ya se han dado cuenta de que en verdad nos amamos, así que esta noche el papá de Karen pasará la noche en el departamento, mientras que yo me iré a casa, después de cenar Ingrid me llevará de regreso.
El tiempo comenzó a hacerse lento y a pesar de eso sabía que cada segundo que pasaba me acercaba más a la hora de la verdad, algo que realmente me asustaba todavía más que decirle a los papás de Karen, mis papás pueden ser cariñosos, amables personas, trabajadores, etc… pero si hay algo que en verdad no soportan es la homosexualidad entre otros temas, digamos que tienen una mente muy cerrada en ese aspecto. Mis hermanos mayores por supuesto que ya los han hecho enfadar muchas veces pero ninguno de ellos ha provocado un problema tan grande como lo provocaré yo. Siempre creí que alguno de ellos metería la pata antes que yo, pero no… y no me mal entiendan, no considero que estar enamorada de alguien del mismo sexo sea meter la pata, a lo que me refiero es a provocarle un disgusto terrible a mis papás. Cene tranquilamente y mantuve una charla animada con todos, aunque era obvio que tanto sus papás como Karen estaban preocupados por mí.
Ya al momento de irme, Karen y Rodolfo (he sido obligada a llamarlo por su nombre también) nos acompañaron hasta la puerta de los departamentos, se estaba haciendo de noche. Ambos me abrazaron y Karen me beso profundamente, era clara su preocupación por mí, solo le sonreí y la abrace, “no hay nada que yo no haga por ti, te amo” fue lo que le dije antes de meterme al auto de su mamá, Karen me respondió pero ya no pude escucharla ya que estaba dentro del auto. Ingrid arranco el auto y nos dirigimos a mi casa.
-Tranquila-me dijo sonriéndome-tus papás no pueden ser tan malos si han logrado criar a alguien tan maravillosa como tú.
-¿Maravillosa?-pregunte incrédulamente-¿En qué sentido?
-¿No te has dado cuenta? Bueno, pues es obvio, eres una grandiosa persona, has logrado ayudar a Karen y hacerla entender lo que es el amor y de lo que es capaz, cuando ni su padre ni yo pudimos. Además de que estás haciendo todo esto por ella, estoy segura de que si no la amaras y fuera sólo un leve romance ninguna de las dos habría hablado con sus padres, pero tú quieres hacer lo correcto y hasta lo imposible por probar que le amas, haciendo su relación formal no solo ante sus amigos, sino antes sus padres también. Eso es admirable y respetable. No te ofendas pero ya no sé si eres muy tenas o algo tontina.
-Creo que un poco de los dos-reí-¿de verdad lo cree así?
-Sí, digo apenas han pasado pocos días desde que me confesaron que son novias, pero ustedes llevan más rato juntas y aunque aun no cumplen ni un año de conocerse ya han hecho muchas cosas por la otra, ambas se enfrentaron a los ex de la otra y nos dijeron a Rodolfo y a mí sobre su relación, si eso no es ser maravillosa y una persona respetable entonces no sé que lo sea, si esto es falso y se me haya comprobado, entonces no tengo la razón y nunca he visto a mi hija más feliz*.
-¿116?-pregunte alegremente.
-Correcto.
-Por un momento no pude reconocerlo.
-Es bueno saber que aun hay jóvenes que se interesan por la literatura.
-Es mi favorito-dije cerrando los ojos e imaginándome a mí misma recitándoselo a Karen.
-Más te vale un día leérselo a mi hija.
-En eso mismo estaba pensando-sonreí.
Al llegar a mi casa mis papás nos recibieron e invitaron a Ingrid a quedarse a charlar, pero ella tenía que regresar a su casa así que sólo saludo a todos y se fue. Nosotros nos quedamos en la calle hasta ver desaparecer su auto a la distancia, después entramos a casa. Yo ya no cene con ellos pues ya había comido en casa de Karen. Así que subí a mi cuarto, donde ya me esperaba mi hermana y sorpresivamente Cynthia.
-Hola-dije dejando mi bolsa en el librero-que sorpresa verte por aquí, Cynthia.
-¿Verdad?-me sonrió mi amiga-estaba charlando con tu hermana-se cruzo de brazos-… ¡¿Cómo es eso de que ya tuviste relaciones con Karen y no me habías dicho?! ¡Es lo primer que se comparte, babosa!-me saco la lengua-¿sabes? Es raro que te diga eso la hermana de tu mejor amiga-miro a Cecilia-¡se siente extraño!
-Perdona-dijo Cecilia-creí que ya le habías dicho.
-No-sonreí-era algo que quería conservar un rato más solo para mí y Karen, desafortunadamente tú nos viste en la mañana y pues te viste incluida en el secreto, aunque igual fue mi culpa por no decirte que no lo divulgaras.
-¡Aun así tengo derecho a saber eso! ¡Eres mi mejor amiga! ¿Qué nos ha pasado? Snif Antes me solías contar todo.
Cecilia y yo sonreímos ante el puchero de Cynthia, pero rápidamente se le paso pues me pidió detalles de aquella noche, estaba muy emocionada y no para de decir “Y pensar que fuiste la primera en tener relaciones, creía que con mi historial de parejas yo sería la primera pero mírate nada más, picarona”. Yo no podía evitar reír apenadamente y más porque mi hermana estaba ahí a lado escuchando todo lo que paso (al menos lo que quise compartir), no es nada gracioso hablar de eso con alguien de la familia a lado, pero igual ella nos había visto abrazadas desnudas en la mañana, así que ya no había mucho que temer o de qué apenarse.
-¿Y por cierto?-pregunte mientras me ponía el pijama-¿Qué haces aquí, Cynthia?
-¿Qué no es obvio? Vine para darte apoyo moral mañana, ¡da!
Cecilia asintió dándole la razón a mi amiga, ella ya llevaba tiempo platicando con Cynthia, ambas sabían muy bien lo que pasaría mañana y aunque Cynthia es mi mejor amiga, realmente no me gustaría que si algo malo pasará mañana ella se viera involucrada, trate de disuadirla de irse en la mañana, pero fue inútil ella no desistió en dejarme sola, lo que por supuesto agradecí. Claro que ella no iba a quedarse a mi lado cuando le dijera a mis papás, ella estaría en la cocina esperando para ver si sería necesaria su intervención, como he dicho… mis padres no toleran ese tipo de temas y por eso mi amiga insistió en quedarse, por otra parte Cecilia también se iba a quedar ahí a mi lado, al igual que mi hermano. A él le llamamos hace unos días entre mi hermana y yo, le dijimos que viniera hoy porque había importante que teníamos que decirle a él y a mis papás, aunque él todavía no sabe bien sobre qué creo que ya más o menos se da una idea, pues cuando le dije que era algo importante me pregunto si se trataba de mí y Karen, mire con enojo a mi hermana creyendo que ella también me había delatado con él, pero me dijo que solo le había comentado que nos había visto dormidas abrazadas cuando ella llego a casa, mi hermano no es para nada tonto y seguro que ya más o menos se da una idea, pues después dijo que iba a estar aquí sin falta y que no iba a importar lo que yo tuviera que decir pues yo soy y siempre seré su hermana menor, “estoy obligado a protegerte a ti y a Cecilia y mira que me cuesta mucho trabajo, aun así a pesar de sus personalidades las quiero”, no podría pedir mejor hermano que él, a lo que Cynthia respondió “¿Y si cambiamos de hermanos, Laura? Tú te quedas con mi estúpido hermano y yo con el tuyo” “¡nunca!” fue lo que respondimos Cecilia y yo.
-Ya es hora de irse a dormir chicas-dijo mi hermana levantándose-Mañana será un largo día, ¿A qué hora vendrán Karen y sus papás?
-¡¿Vendrás sus papás también?!
-Sí-dije-pero ellos se quedaran por la zona en caso de que los necesitemos. Estarán aquí mañana a las tres de la tarde.
-Yo opino que mejor los dejes con Cynthia en ese momento, su hija necesitará de ellos también-Cecilia suspiro.
-Tus papás sí que dan miedo, Laura-dijo asustada Cynthia-pero estoy segura que entenderán o que al menos se esforzarán-Cecilia y yo la miramos con incredulidad y nos reímos.
-Eso sería en el mejor de los casos-dijo mi hermana poniendo su mano en la cabeza de Cynthia como si la acariciara-pero es una de tantas posibilidades, desafortunadamente Laura y yo apostamos por una de las peores.
-Me temo que sí-suspire-es por eso que los papás de Karen estarán cerca.
-Insisto en que los dejes estar en la casa, estarán así más tranquilos además de que es muy rudo dejarlos fuera, ¿no crees?
-Vale hermana, ya entendí-reí-estarán contigo mañana, Cynthia.
-Ok, por mí no hay problema.
-¿Y tu querida novia, Cynthia?-pregunto mi hermana antes de irse.
-Está en su casa, ya es muy tarde para que salga, de hecho quería que fuera a una fiesta con ella hoy, pero como le dije que me quedaría con Laura pues ella ya no quiso ir a la fiesta.
-Qué lindo, no quiere ir a ninguna parte en la que no estés tú-sonrió Cecilia.
-Pues a mí eso me estresa-dijo Cynthia suspirando-digo, no es como que su mundo se acabará si yo no estoy con ella. De repente siento que es muy dependiente de mí.
-Contrario a ti-dije recargándome en mi brazo-que eres independiente de ella.
-Correcto-Cynthia alzo el dedo pulgar en señal de victoria.
Cecilia y yo suspiramos, sin duda Cynthia quería a Paulina, pero no de la misma forma que Paulina a ella, Paulina la amaba y de verdad quería estar todo el tiempo con ella, pero Cynthia quería… digámoslo así… su libertad, quiere hacer todo lo que le gusta sin necesidad de tener a su novia cerca, y la comprendo, no mal piensen, obvio que amo estar con Karen pero también hay veces en las que estar con los amigos y familia es bueno, además Karen jamás deja mis pensamientos y de vez en vez le mando mensajes para saber cómo está y decirle que estoy bien o sino simplemente le llamo si la urgencia por verla es muy grande, pero sin duda esto no es algo que haga Cynthia, ella simplemente no tolera que Paulina todo el tiempo esté detrás de ella y siento lástima por Paulina pero también debe de entender que perseguir demasiado a la pareja no está bien, además no tiene de qué preocuparse pues Cynthia sería incapaz de engañarla… creo…, mi amiga de verdad la quiere y si por algo sigue siendo su novia es porque de verdad se preocupa por ella, espero sui relación mejore, pues hasta donde acabaron de notar Cynthia y Paulina aun no tienen relaciones y si les soy sincera… dudo que sea pronto, si fuera por Paulina ella ya estaría a su lado prácticamente desnuda pidiéndole sólo una noche y Cynthia seguro estaría tratando de ponerle ropa encima y sacándola de la casa en ese mismo momento, sin duda no la tienen fácil esas dos, sin embargo se ven bien juntas, mi miga debe de aprender a ceder y a aclarar mejor sus sentimientos, espero pueda llegar el día en el que vea a Cynthia decirle “te amo” a Paulina, una escena tierna sin duda en mi mente.
-Ya deja de fantasear-me dijo mi amiga pasando su mano frente a mis ojos-despierta, ya vámonos a dormir.
-Cynthia tiene razón, a la cama-nos dijo mi hermana acercándose a nosotras.
-Buenas noches-dije recostándome de lado.
-Hasta mañana-dijo Cynthia estirándose un poco antes de taparse.
Mi hermana nos miro con ternura y se acerco a arroparnos.
-A veces olvido que ya dejaron de ser una niñas pequeñas-nos sonríe mientras nos tapa mejor-es bueno tenerlas en casa sanas y a salvo. Aun recuerdo cuando Iván y yo veníamos a arroparlas cuando ustedes eran muy peques y Luce anda por aquí.
-¿Complejo de hermana mayor?-pregunto en tono burlón Cynthia.
-Sí, exacto-sonrió Cecilia volviéndole a acariciar la cabeza solo que esta vez le desacomodo el cabello-además pronto volverá Luce, tendré el placer de volver a venir a asegurarme de que tengan una agradable noche.
-Hasta mañana-dije ya muy cansada y con sueño.
-Pase lo que pase mañana, tú siempre serás mi hermana pequeña y te protegeré al igual que Iván-me dio un beso en la frente-te has vuelto una persona valiente y respetable, eso es bueno-sonrió
-¡Hey! ¡Yo también quiero unos halagos!-dijo divertida Cynthia mientras se acurrucaba en mi espalda-Cecilia solo rio.
-Bye bye-dijo mi hermana apagando la luz y cerrando la puerta.
-Se despide igual que Luce, ¿no te parece?-me miro divertida Cynthia.
-Eso creo-sonreí antes de quedarme bien dormida.
Jueves 27 de abril del 2011.
Normalmente cuando Cynthia se queda a dormir conmigo es ella quien me despierta, ya sea saltándome encima o molestándome y creo que lo hace para tomar el lugar de Luce en su ausencia, pues la otra era quien siempre nos despertaba así; pero esta vez Cynthia me ha dejado dormir tranquila, no me ha molestado si quiera salvo que fue ella quien me despertó gentilmente cerca de las 11 a.m. ella estaba sentada al lado de mí tomando mi mano.
-Parecías tensa mientras dormías así que sostuve tu mano y te calmaste.
-Gracias-dije tallándome los ojos e incorporándome.
-Sabes, siento envidia de tu relación con Karen si te soy sincera-me sonrió mirando al techo.
-¿Eh?
-Bueno, ustedes prácticamente se ve que están destinadas la una a la otra y mira que yo odio eso del destino y esas mafufadas, pienso que solamente son una carga pero cuando las veo a ustedes dos pienso que es todo lo contrario, es decir, a penas llevan poco tiempo saliendo juntas y de conocerse y ya han hecho demasiado la una por la otra, ya hasta tuvieron relaciones cosa que nunca hiciste con mi hermano y de la que estoy agradecida, considero que en verdad se aman y que no me sorprendería si siguen juntas por el resto de sus vidas.
-¿A dónde quieres llegar?-pregunte sonrojándome al imaginarme estar siempre con Karen.
-Que estoy celosa-rio-Paulina piensa que nosotras estaremos igual juntas para siempre pero yo no estoy tan segura, de hecho pienso que algún día igual podríamos separarnos, por supuesto que la quiero y que siempre la considerare alguien importante para mí pues me ayudo a ver el amor de distinta forma en el sentido de que también me interesan las mujeres y que realmente el amor no conoce fronteras-me miro-o limites.
-Ya veo-sonreí mientras me levantaba-ya verás que todo saldrá bien amiga, tú también tendrás tu historia de amor perfecta y sea con quien elijas tener esa vida yo siempre te apoyare.
-Gracias.
-Además debes de tener cuidado con quien decidas estar, te conozco y sé que tú no estarías con alguien que no amaras pero por eso mismo considero que eso puede traerte problemas, deberías de pensar muy bien las cosas y por si fuera poco, Paulina realmente te quiere creo que deberías de darle una oportunidad para que te demuestre hasta cuanto te quiere.
-¡Agh! De acuerdo-se levanto y bufo en señal de derrota-te haré caso.
-Bien, ahora vamos a cambiarnos de ropa.
Una vez que estuvimos listas bajamos a desayunar, ya estaban reunidos mis papás y mis hermanos, los primeros con su cara de confusión pues mis hermanos y yo les pedimos que no salieran el día de hoy por nada del mundo, mientras que mis hermanos estaban súper serios y Cynthia y yo muertas de miedo. Desayunamos calladamente y cada quien se dispuso a lavar y limpiar lo que uso. Al terminar todo mis papás propusieron que viéramos una película, íbamos a decirles que sí pero en ese momento sonó el timbre, mis papás curiosos por saber quién era se levantaron para salir al jardín y abrirle a nuestros invitados, al instante recibí un mensaje de texto era de Karen avisándome que estaban a fuera.
-¿Ya es hora?-pregunto Cynthia levantándose.
-Sí-dije guardando mi celular en mi bolsillo pero de los nervios se me cayó al suelo, Iván lo levanto.
-Toma-me dijo amablemente-aun no sé bien de qué va todo esto pero a juzgar por tu cara y tus acciones es algo muy importante para ti aunque te mueras de miedo-me abrazo-tranquila, tu hermano mayor está aquí-me abrace fuerte de él.
-Gracias-sonreí.
-¡Anda! ¡Cambiemos de hermanos mayores, por favor!-me dijo Cynthia quejándose-¡el tuyo es un amor!
-Me rehusó-dijo riendo mi hermano.
Estábamos todos conversando tranquilamente cuando entraron mis papás seguidos de Karen y sus padres, en ese instante mis hermanos, Cynthia y yo nos congelamos de miedo, por un momento quise echarme a correr jalando a Karen conmigo pero ya estaba ahí era inútil dar vuelta atrás, no cuando ya habíamos llegado tan lejos.
-¡Pero qué sorpresa que vengan a visitarnos!-dijo mi mamá alegremente-vengan, siéntense con nosotros, estábamos a punto de ver una película.
-Son más que bienvenidos en nuestra casa-mi papá le tendió la mano a los recién llegados.
-Muchas gracias por recibirnos-dijo Karen que estaba frente a sus papás, ellos lucían muy tranquilos aunque si se les miraba bien tenían un semblante serio.
-Vengan, les presentaremos a nuestros otros hijos-mis hermanos se levantaron-ellos son mis hijos mayores.
-Mellizos por cierto-sonrío mi mamá abrazando a mi papá.
-Cecilia e Iván-mis hermanos mayores hicieron una pequeña reverencia con la cabeza y fueron a saludar a Rodolfo e Ingrid de la mano.
-Mucho gusto-dijeron ambos.
-El placer es nuestro, chicos-los papás de Karen sonrieron complacidos.
-Y está chica de aquí-mi papá puso sus manos en los hombros de Cynthia-creo que ya la conocen, es la mejor amiga de Laura y prácticamente nuestra hija también, la consideramos parte de nuestra familia.
-Hola-sonrío alegremente mi amiga.
-Yo ya le conocía, es un gusto volver a verte-dijo Ingrid.
-igualmente señora.
-Mucho gusto-dijo el papá de Karen seriamente.
-Bueno, pasen a tomar asiento ¿Gustan alguna bebida?-ofreció mi mamá.
-De hecho quisiéramos hablar con ustedes-dijo Karen algo asustada pero tratando de mantenerse tranquila.
-¿Eh? Ah, claro-mi papá sonaba confundido.
-A solas-dije cruzándome de brazos.
Acto seguido los papás de Karen y Cynthia se levantaron, Cynthia les indico que la siguieran y los llevo a la cocina, antes de que se marcharan Cynthia se acerco a mí y me dijo al oído que no me preocupara, que ella mantendría ocupados a los papás de Karen pero que si algo malo sucedía ellos saldrían en nuestra defensa, yo solo puse mi mano en su hombro y le dije que no se preocupara que confiara en mí, ambas nos sonreímos antes de que ella guiara a Rodolfo e Ingrid a la cocina.
-¿Qué les gustaría beber? Mamá y papá Palacios tienen excelentes bebidas alcohólicas, también hay agua y jugo por si gustan algo más leve-fue lo último que escuche decirle a Cynthia antes de que ella cerrara la puerta de la cocina, afortunadamente hay una barra en nuestra cocina donde los tres pueden sentarse y platicar un rato.
-Bueno, nos hemos quedado a solas. ¿Qué es lo que nos tienen que decir, chicas?-sonrío mi papá. Mis hermanos se sentaron a lado de cada uno de ellos cruzados de brazos.
-Bueno… iremos al grano-dije levantándome, tenía a mis padres frente a frente, me empezaron a sudar las manos.
-Ambas queremos hablar con ustedes-Karen se levanto, me abrazo y tomo gentilmente de la mano, eso me calmo mucho. Pude notar la cara de preocupación de mis hermanos, mis papás no tenían ni idea de lo que estaba pasando.
Mire a Karen a los ojos y supe que en ese momento no podría haber chica más hermosa, tierna y cariñosa que ella en el mundo, por ella arriesgaría todo lo que tengo y soy, por lo tanto algo como esto sería pan comido para mí. Coloque su brazo como si la estuviera llevando caballerosamente por la calle y su mano sobre mi puño.
-Lo que queríamos hacerles saber-dije amablemente-es que Karen y yo somos pareja, yo la amo y quiero estar con ella, como su novia.
Mis hermanos me miraron complacidos, Cecilia ya sabía de antemano de lo que íbamos a hablar así que fue la única que no se sorprendió desde el inicio, en cuanto a mi hermano al principio si abrió sus ojos de plato pero después se calmo y me sonrío, al parecer ya sabía lo que íbamos a decir pero jamás espero verme tan decidida siendo la hermana menor. Mire a mis padres, a ambos pareció afectarles gravemente la noticia, ambos tenían muy abiertos los ojos y por algunos segundos ninguno dijo palabra, estaba comenzando a calmarme cuando vi que mi padre se levantaba muy agresivo así que rápidamente avente a Karen hacia el sillón y al segundo con su grande y pesada mano me dio una cachetada, entonces la histeria comenzó.
Mi mamá empezó a llorar desesperadamente como si le hubieran dicho que yo era una asesina o pecadora, mientras que mi padre se ponía cada vez más rojo de cólera, mi hermana abrazo a mi mamá quien lloraba desconsoladamente mientras mi hermano corrió a detener a mi papá, pero este con su otra mano le derribo haciendo que él chocara contra la mesa auxiliar cayendo en el suelo con un fuerte golpe en el costado de su pecho. Karen miraba la escena aterrada, ese golpe iba directo hacia ella pero al empujarla yo fui quien recibió el golpe, trato de incorporarse y justo en ese momento Cynthia y los papás de Karen salieron de la cocina y corrieron hacia nosotras.
-¡Deténganse! ¡No se acerque nadie!-grite de coraje. Todos se quedaron quietos en su lugar-Cynthia, llévate a Karen-le ordene a mi amiga que rápidamente se coloco a lado mío e intento jalar a Karen.
-¡No! ¡Yo no me alejare de ti!-grito mi novia parándose y colocándose a mi lado.
-¡¿Qué mala broma es esta?!-me pregunto furioso mi padre.
-¡Cynthia, llévatela!
-Laura-dijo mi madre entre sollozos-¿Cómo has podido hacernos esto, hija?
Yo los mire con tremendo enojo a ambos, pero no les respondí me preocupaba más que Cynthia sacara a Karen de aquí, pero Karen se resistía, se aferraba fuertemente de mi ropa renuente a dejarme sola con mis padres. Cerré los ojos y me puse a pensar en la forma más fácil de hacer pensar a mis padres cuando de nuevo hablo mi padre.
-¡Tu madre te ha hablado! ¡Respóndele!
-¡Yo no he hecho nada malo!-grite furiosa-¡Enamorarse nunca es un error! ¡¿Por qué no pueden entender algo tan sencillo?!
-¡¿Sencillo?! ¡¿Llamas a esto sencillo?! ¡Laura, esto no está bien, deshaz esta relación en este instante antes de que te castigue de por vida!
-¡¿Y qué podrás hacerme que haga que ya no la ame?! ¡Nada!
-¡No me provoques!
-¡Señor!-gritó Karen a mi lado-¡Nosotras no hemos nada malo! ¡Yo estoy enamorada de su hija y ella de mí! ¡¿Desde cuándo estar enamorado de alguien se ha convertido en un error?!
-¡Desde el momento en el que son parejas del mismo sexo!-grito mi madre.
-¡Es antinatural!-grito mi padre.
-¡Padre, cálmate! ¡Las chicas están haciendo lo correcto! ¡Su relación no es una enfermedad contagiosa o mortal! ¡Son una pareja como cualquier otra!-mi hermano se aferro del brazo de mi padre que estaba dispuesto a darme otro golpe.
-¡Detente, papá! ¡No hagas algo de lo que te arrepentirás después!-mi hermana se colgó de su otro brazo.
-¡¿Arrepentirme?!-grito aun más furioso mi papá-¡Pero si esto es un error!-de un solo movimiento quito a mis dos hermanos de sus brazos aventándolos al suelo. Mi madre corrió a auxiliarlos.
-¡Un padre no debería de tratar mal a sus hijos!-grito Rodolfo desde el otro lado de la sala que estaba siendo detenido por Cynthia e Ingrid-¡Suéltenme! ¡Karen está ahí!
-¡Héctor, detente!-le gritó Cynthia a mi papá-¡Es tu hija! ¡Es la pequeña Laura! ¡Ella jamás haría algo para tenerlos tristes!
-¡¿Pero qué he hecho mal para que esto le esté pasando a mi familia?! ¡Esto está mal!-gritaba una y otra vez mi papá.
-¡¿Crees que has hecho algo terrible en un pasado para merecer esto?! ¡Qué tristeza me das entonces, padre!-le grite decepcionada, mi padre me miro furioso.
-¡Laura, cuidado!-Karen me advirtió de un golpe de mi padre que venía directo hacia mí, logre ver el golpe pero no lo esquive, decidí no hacerlo, me dio un puñetazo en el estomago que me saco el aire, en ese momento entendí que ahora quien era mi padre era mi enemigo, un padre no debería de pegarle a sus hijos cuando estos no han hecho nada malo.
-¡Laura!-mi madre gritó desesperada por mí y corrió a mi lado, me coloco en sus piernas.
-Su… suéltame-dije tratando de incorporarme, el golpe me saco el aire pero eso no fue lo que me hirió en lo más profundo, sino que mi padre me hubiera golpeado. Empecé a llorar, pero me mantuve firme y me incorpore.
-¡Laura! ¡Estás herida, no puedes levantarte!-me grito mi mamá tratando de regresarme a su regazo.
-¡Déjame!-quite su brazo de mi cuerpo-¡Tú estás de su parte! Aun así gracias por preocuparte por mí, sin embargo mi problema es con él-señale furiosa a mi padre quien me veía atónito, al parecer su golpe no fue lo suficientemente fuerte como para tenerme tirada en el suelo.
-¡Laura!-gritaron mi madre y Karen al mismo tiempo mientras me abrazaban para detenerme y no irme contra mi padre.
-¡Padre! ¡¿Cómo es que no puedes entender?! ¡Yo amo a Karen y estoy haciendo todo esto porque quiero estar con ella! ¡Si no puedes entender esto entonces te lo haré comprender a la fuerza!
Estaba a punto de lanzarme furiosa contra mi padre cuando Karen me detuvo, me sostuvo fuertemente y empezó a llorar en mi camisa, podía sentir su tristeza y preocupación por mí.
-¡Laura, no lo hagas!-me grito desesperada-¡Detente por favor, esto no está bien!
Sus palabras me llegaron a los más profundo de mi corazón y sonriéndole complacida coloque mis manos en sus hombros y le asegure que me detendría, ella contenta me abrazo yo estaba a punto de devolver el abrazo cuando vi que una vez más mi padre intento golpearnos e hice a Karen a un lado disponiéndome a recibir el golpe, pero en el último momento mi padre se detuvo a escasos centímetros de mi mejilla y se nos quedo viendo, no podía adivinar en lo que estaba y por un segundo pensé que habría comprendido nuestra situación cuando vi que volvía a tomar fuerza dispuesto a golpearme y una vez mas decidí recibir el golpe cuando pude haberlo esquivado, el golpe fue certero y muy doloroso, me derribo en un instante sobre los brazos de mi madre y de Karen, ambas me miraron horrorizadas, no sabía lo que estaba pasando hasta que me toque la cara, estaba sangrando al parecer logro rasguñarme cerca del ojo y me lastimo de la boca de donde también estaba sangrando.
-¡Ya basta!-grito Rodolfo quien se quito del agarre de Cynthia y corrió hacia mi padre dándole un puñetazo en la mandíbula y otro en el costado que le derribaron dejándolo inconsciente en el suelo-¡Imbécil! ¡A los hijos hay que amarlos tal cual son!
Los siguientes momentos quedaron borrosos en mi memoria, recuerdo pocas cosas como el que mis hermanos fueron los que llevaron a mi papá hasta su cuarto para atenderlo, mientras que Rodolfo con ayuda de mi mamá me llevaron a mi cuarto. Cuando recobre la consciencia yo estaba en mi cama acostada con Karen a mi lado y mi mamá del otro, mis hermanos estaban con Cynthia y los papás de Karen al otro lado de mi cuarto y mi papá no estaba por ninguna parte. Trate de incorporarme pero en ese momento sentí como Karen se me iba encima abrazándome y decía mi nombre una y otra vez muy contenta de que yo estuviera consciente, yo sólo la abrace muy aliviada y le daba besos una y otra vez en su frente, todos nos miraban complacidos hasta mi mamá. En cuanto la note a mi lado abrace con seguridad a Karen y la coloque a mi lado de forma protectora, mi mamá me miro preocupada y sonrió tristemente.
-No estoy aquí para regañarte, Laura-me dijo muy decidida-sino para pedirte disculpas, me porte muy mal con ustedes dos y permití que tu padre actuara de la forma en la que lo hizo, me arrepiento mucho de eso y quiero disculparme con las dos.
Antes de que yo pudiera articular palabra Karen sonrió y acepto las disculpas de mi mamá, yo me mantuve callada y no muy segura de qué hacer pero Karen me miro y con esa única mirada me aseguro que mi madre decía la verdad y que estaba de nuestra parte, así que le creí y solo asentí ante las disculpas de mi mamá, ella contenta al ver que ambas la habíamos perdonado se nos fue encima abrazándonos por igual y asegurando que siempre nos iba a apoyar de ahora en adelante. Todos los demás miraron complacidos y sonrieron, pude ver que mi hermano tenía algunos vendajes en su brazo y que mi hermana se sobaba el costado, sin duda también la tuvieron difícil controlando a mis padres, ambos me miraron y me aseguraron que se encontraban bien, me daba gusto saber eso.
-¿Qué le hizo cambiar de opinión, Leticia?-pregunto Rodolfo quien se encontraba recargado en la puerta de mi cuarto.
-Cuando vi cómo Laura se enfrentaba a su papá con mucha seguridad comprendí que algo importante le estaba pasando en su vida y que quería hacernos participes de ella, Laura nunca tuvo la intención de ponerse en nuestra contra o de lastimarnos físicamente aun sabiendo que las cosas salieron mal, ella se preocupo por todos nosotros hasta el último momento y defendió a Karen aceptando un castigo que nunca debió de tocarle-acaricio mi rostro, específicamente mis heridas. Entendí que ella realmente amaba a Karen y aunque sigo pensando que cosas como esta no son correctas, me duele ver más a mi hija lastimada por sus propios padres, yo también la lastime terriblemente al no ponerme de su parte y me arrepentiré de ello toda mi vida, estoy segura de que ella me perdona de todo corazón pero si hay algo de lo que estoy segura es que Laura nunca olvida, es mi hija después de todo.
-Ya veo-dijo Ingrid-¿Las aceptas entonces?
-Sí y aunque me cueste trabajo, cambiare mi forma de ver las cosas por su bien, tan pequeña y ya ha causado una revolución en la familia-todos reímos. Karen me miro muy contenta y me dio un fuerte beso.
-¿Entonces no te molesta que a Laura le gusten las chicas?-pregunto Cynthia.
-No.
-Que bueno-dijo suspirando-¡Entonces también saldré del closet! ¡Yo también salgo con una chica!
Mi mamá abrió sus ojos de plato una vez más mirando a Cynthia de forma curiosa mientras los demás solo reímos, posteriormente mi mamá suspiró y se unió a nuestras risas, al parecer tenía que aceptarnos a las tres ahora. Pasados unos minutos Karen se encargo de revisar mis heridas, al parecer quede un buen rato perdida pues me habían vendado el abdomen donde había recibido el puñetazo de mi papá y tenía curaciones donde había sangrado, me dolía mucho reír o siquiera respirar pues tenía que hacer esfuerzo debido al golpe; mi mamá ayudo a Karen a revisarme, al parecer intentaba llevarse bien con ella en u intento por demostrar que realmente estaba arrepentida y Karen al tener tan buen corazón acepto su ayuda y le sonrió.
-Creo que Laura tomo la decisión correcta-dijo sonriéndome y viéndonos a las dos.
-¿A qué se refiere?-preguntó Karen quien sostenía un pañuelo mojado y me limpiaba la herida de la boca, se había vuelto a abrir después del beso que me dio.
-¡Ouch!-me dolió el que si quiera me tocará.
-Perdón, tendré más cuidado-me dio un beso en la mejilla-mi mamá volvió a sonreírnos.
-Me refiero a que de verdad se quieren, que se aman. Amor es también cuando al tomar una decisión, eliges la correcta. Ambas han elegido estar al lado de la otra, amándose y protegiéndose, ustedes nunca han hecho nada malo, fuimos nosotros y les pido disculpas nuevamente-nos acaricio el rostro.
-También nosotros pedimos disculpas-dijeron los papás de Karen.
-Esto no fue algo que planeamos para sus vidas, pero si hay un error que un padre siempre comete es pensar que los hijos vivirán de la forma en la que lo hemos deseado-se cruzo de brazos Rodolfo-y ustedes se han encargado de dejárnoslo muy en claro.
-Jamás quisimos lastimarlas y aceptamos todas sus decisiones tanto malas como buenas-dijo Ingrid acercándose a nosotras y acariciando a Karen pues era la más cercana a ella.
-Es bueno ver que entre hermanos también se apoyan-dijo Cynthia viendo orgullosamente a mis hermanos, los que sonrieron y me miraron complacidos.
En general no me gustan mucho los sentimentalismos, odio las cursilerías a menos que no sea el momento adecuado o se trate de Karen, pero este era sin duda el momento adecuado, solo faltaba mi padre, me daba mucha tristeza pensar que él podría seguir muy enojado en alguna parte de la casa tratando de hacernos daño, pero sin duda los tenía a todos ellos para ayudarnos a Karen y a mí a hacerles frente.
-La próxima vez no quiero que me alejes de tu lado en el peligro-dijo regañándome Karen-yo también estoy para protegerte y amarte, ¿quedo claro?-me puso un dedo sobre mi nariz.
-Entendido-la mire curiosa-pero realmente lo hice para alejarte y tenerte a salvo, no quería que nada malo te pasara, además de que lo hice para demostrarte lo mucho que te amo, de lo contrario no verías lo fuerte que soy gracias a ti en mayor medida y me hubieras dejado en algún momento.
-Tonta-me dio un pequeño zape en la cabeza-no hay nada que digas o hagas que me provoque dejar de amarte. Peleare contra lo que sea también para tenerte a mi lado-me sonrió acercándose a mí hasta que nuestras frentes se tocaron-te amo.
-Yo también te amo-nos besamos.
Era la primera vez que nos besamos apasionadamente frente a nuestros padres y debo de decir que los tres se esforzaban por no separarnos, hasta que notaron que quizás ya nos estábamos emocionando de más pues Karen se coloco sobre mis piernas mientras me acariciaba el rostro y yo profundizaba el beso.
-Bueno ya, mucho amor ¿No les parece?-nos dijo Cynthia separándonos, a Karen la alejo gentilmente mientras que a mí con una mano me aventó hasta dejarme tirada de nuevo en la cama.
-Está bien, ya entendí-reí admitiendo mi derrota.
-¿Ya lo hago pasar?-preguntó mi hermano que se dirigía a la puerta.
-Creo que ya es buen momento, Iván-dijo Ingrid que se levantaba y se colocaba al lado de Karen y mi mamá se ponía del mío. Yo ni sabía lo que estaba pasando. Cynthia se puso a lado de mi hermana y Rodolfo en posición defensiva, mi hermano abrió la puerta.
-Ya puedes pasar.
Mi papá entro a mi cuarto, yo no podía creerlo y abrí los ojos de la sorpresa, sin duda me tomaron con la guardia baja pero en ese momento todos se le quedaron viendo furiosamente, hasta mi mamá y Karen era una de las principales con la mirada asesina sobre él. Mi papá entro fingiendo que no pasaba nada, pero al sentir tantas miradas sobre él era obvio que estaba siendo intimidado y su cuerpo comenzaba a mostrar nerviosismo, así siguió hasta colocarse del otro lado de mi cama frente a mí. Tenía su camisa medio abierta dejando ver que también estaba vendado del costado mientras que su mandíbula mostraba señales de daño pero no severo.
-Quisiera hablar también con ambas-nos miro a Karen y a mí. Mi novia me miro preocupada, esta vez no estaba segura de lo que hacer así que la sujete fuerte de la mano indicándole que estaba bien, ambas miramos a mí papá en señal de que le escucharíamos.
-Adelante-dijimos las dos.
-Quisiera preguntarte algo primero, Laura ¿Por qué no te quitaste en las veces que te golpee? Con tus habilidades físicas pudiste haberte quitado e incluso haberme devuelto el golpe-yo suspire y lo mire desafiante, la misma mirada que él tenía, la tenía que heredar de él.
-Porque yo tengo razón independientemente de si me pegas o no. Si mi opinión no se moverá, entonces yo tampoco. El cuerpo y el corazón siempre nos dicen cómo actuar. Yo amo a Karen y arriesgaría todo lo que tengo y soy por su bienestar-el semblante de mi padre cambio, parecía ablandarse-Cuando la veo más me enamoro de ella, más quiero protegerla, cuidarla, amarla y estar a tu lado, le pertenezco en cuerpo y alma. Ella a quien yo encuentro perfecta, digna de mi admiración y cariño, así como yo del suyo-su semblante parecía ablandarse más, ya no se mostraba enojado pero tampoco contento, más bien pensativo.
-Laura, te conozco, sé que no arriesgarías nada a menos que no valiera la pena. Has actuado según tu corazón y tu mente aun sabiendo que podrías perder mucho por eso.
-Quienes aman demasiado, pierden poco-le sonreí alegremente, mi papá pareció comprender mis palabras y vislumbre una leve sonrisa en su rostro, la mía de cuando quiero ocultar mi sonrisa a pesar de todo lo malo-Mi mayor miedo es que algo le pase y por eso logro lo que me propongo y siento que no he perdido nada, al contrario, al amarla me he vuelto más respetable. No me dejaré vencer así de fácil y lo sabes, padre.
Abrace a Karen por la cintura. Los papás de mi novia me miraron orgullosos. Mi padre me sonrió y suspiro antes de volver a hablar.
-Con esos golpes-miro arrepentido y enojado mi rostro-me aleje demasiado de tu vida, no… mejor dicho, todo empezó desde el momento en el que decidiste ocultarnos todo esto sabiendo que nosotros íbamos a reaccionar como lo hicimos con tal de proteger a quien ahora se ha vuelto la persona más importante para ti-miro a Karen-y así todo lo que te enseñe y eduque termino haciéndose añicos y ahora no puedo permitir que algo así pase de nuevo.
Todos le miramos atónitos, ¡Mi papá estaba comprendiendo las cosas! Cynthia hasta se levanto muy emocionada sin embargo no dijo palabra pues mi papá aun iba a hablar, a decir verdad era necesario, esas palabras no eran suficientes para dar a entender sus acciones.
-Una vez cuando eras niña te caíste de una resbaladilla en el parque de la colonia, caíste sobre una rebaba de metal de la resbaladilla y te hiciste una gran herida en el brazo, yo estaba muy asustado pues sangrabas mucho, llame al hospital y te llevaron a urgencias donde te detuvieron el sangrado y te suturaron-¡oh! Algo nuevo de lo que me entero en mi vida, con razón tenía esa gran cicatriz en mi brazo, nunca se me ocurrió preguntar por qué-Estaba muy asustado por ti, jamás me había pasado algo así con tus hermanos, yo estaba solo contigo y por un momento no supe cómo reaccionar, el miedo se apoderó de mí pero al verte ya bien en el cuarto donde te estabas recuperando empecé a llorar de que estabas a salvo y me aseguraste que me perdonabas, que no fue mi culpa el que te hubiera pasado eso y que serías más cuidadosa al jugar, desde entonces entendí que mi único trabajo, deber y deseo como padre era cuidarte y protegerte, pero hoy ese trabajo se rompió.
-Papá…
-Todo el problema empezó desde el momento en el que empecé a descuidarte como hija y verte como un adulto responsable y fiel de mis leyes y desde entonces comencé a perderte hasta el grado en el que hoy te he lastimado severamente cuando me jure a mí mismo que jamás lo haría-mi papá empezó a llorar desesperadamente, cayó sobre sus rodillas en el suelo mientras con una mano se cubría el rostro y con la otra se sujetaba fuerte la herida, también estaba severamente lastimado, igual que yo tanto de corazón como de cuerpo.
-Señor-le dijo Karen acercándose a él-si quiere arreglar las cosas con Laura, vaya y abrácela asegurándole que no volverá a pasar algo así, usted es su padre y sé que lo último que deseo fue lastimarla-mi papá la miró atónito, de todas las personas ahí reunidas fue Karen quien se acerco a calmarlo-estoy segura que si se disculpa amablemente y con sus acciones le demuestra que está arrepentido, ella no tendrá ningún problema en perdonarle.
-¿Y tú también me perdonaras? Aunque no te hice ningún daño físico, también resultaste lastimada y me parece increíble que estés aquí dándome palabras de alivio.
-Créame que para mí también es algo que jamás me espere hacer, en realidad por un momento le odie tras ver cómo trató a Laura y a sus otros hijos, pero he visto que usted realmente lo siente y le he perdonado, sin embargo una persona no solo se define por lo que dice, sino por lo que hace, para que yo también le pueda perdonar completamente debe de demostrarme que lo siente y la única forma de hacerlo es haciendo lo que le dije-le sonrió angelicalmente, mi papá la miro impresionado-no es amor el amor, que al percibir un cambio cambia o que obliga al distanciado a distanciarse-papá se puso aún más impresionado pero sonrió complacido y seguro de sí mismo y de Karen-vamos, le ayudo a levantarse-le tendió la mano a mi papá y él no dudo un segundo en aceptar su ayuda, Cynthia corrió a su lado para ayudarle a levantarse también.
-Vamos Héctor, ve y discúlpate con todos, nos debes una disculpa. Además de que debes de prometer no decirle a mis papás nada sobre mí aun.
-De acuerdo-le miro mi papá agradecido-te prometo que no diré nada.
Karen y Cynthia le ayudaron a acercarse hasta donde estábamos nosotros, los más cercanos eran mis hermanos a los cuales abrazo y les pidió disculpas por lastimarlos físicamente también cuando ellos se había arriesgado por mí, les aseguro que no lo volvería a hacer y que también los amaba y apreciaba mucho como sus hijos mayores, ellos le miraron con cariño y le dijeron que lo se lo perdonarían si esto volvía a pasar. Después fue mi hermano quien le ayudo a moverse hasta llegar con los papás de Karen y mi mamá, los tres adultos le miraban muy enojados y con justa razón, se atrevió a golpear a sus hijos y a faltarle el respeto a mi novia con sus padres presentes; papá esperaba otro golpe por parte de Rodolfo pero este solo le sonrió y le puso su mano en el hombro en señal de que le perdonaba y se puso a lado de su hija mientras que Ingrid y mi mamá le miraron inseguras, pero después de compartir algunas miradas también lo perdonaron, papá abrazo fuertemente a mamá y la beso dándole las gracias, ambos lloraban, ahora sólo quedaba yo, mi mamá le ofreció su brazo para llevarlo hasta mí pero papá se negó, caminó con esfuerzo por sus heridas hasta mí.
-De todas las personas a las que he lastimado hoy, a quien más le he hecho daño ha sido a ti, perdóname-se sentó a mi lado, yo le miraba furiosa. ¡Rayos! Tengo el mismo carácter que él-te prometo que te demostrare hasta el último día de mi vida lo arrepentido que estoy y de lo mucho que te quiero-lo vi sorprendida, esas pocas palabas me llegaron al corazón-perdón-comenzó a llorar, debo de decir que pocas veces lo he visto llorar y aun menos de tristeza,
Karen se coloco a mi lado y me tomo de la mano, no sé qué sería de mi vida sin ella, Karen podrá no ser toda mi vida, pero sí mi parte favorita, la adoro, la quiero, la amo.
-Te perdono, papá.
Coloque mi mano sobre la suya. Mis palabras también le llegaron y nos abrazo tanto a Karen como a mí, estaba segura de que al esturarse tanto tenía que dolerle mucho la herida y al parecer era así pues por un segundo puso cara de dolor, pero el tenerlos a las dos dejándonos abrazar por él hizo que todo dolor dejara de ser importante, yo también lo abrace y me paso lo mismo, pero al tener ahora a toda mi familia unida aun más que antes y Karen a mi lado hizo que el dolor se fuera.
-Sin duda deben de amarse mucho-dijo mi papá viéndonos muy orgulloso-ahora veo de lo que es capaz la una por la otra, les deseo lo mejor del mundo.