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Más allá de los recuerdos por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Pffff ahora si no me tarde tanto en actualizar XD es q estaba ansiosa por escribir este cap... cielos.. como ame escribirlo, espero q conforme vayan leyendolo se den cuenta de xq ame escribirlo, en fin, los dejo leyendolo XD disfrutenlo!!!! Sin duda este fanfic es otra de mis mejores obras!!!!


O y otra cosita, este no es aun el cap. q le prometí a A.O. q le dedicaría... este aun explica la historia :D pronto se lo escribire n.n

Y Q CREEN??? Va a venir Nightwish a México!!!! al d,f!!!!! estoy supr emocionada!!!! Ia pronto me comparé mi boleto para ir a verlos!!!!! Son mi grupo de música favorito!!!!!!

Siempre podrás contar con los que te apoyan incondicionalmente.

IRIE RYUEN

 

Domingo 10 de octubre del 2010.

 

-¿Con qué te gustaría empezar primero, Karen? ¿Con educación física o teatro?

-Uhm… educación física por favor-Karen me sonrió.

-De acuerdo, vamos-le dije respondiéndole la sonrisa.

 

Y por fin, después de tanto tiempo desde que le prometí a Karen que la ayudaría, finalmente la estoy ayudando, acordamos desde el viernes antes de separarnos en el camino a casa de que nos veríamos este domingo para practicar.

 

Le dije a Karen que viniera con pants, porque así sería más cómodo, y ella me hizo caso. No estamos reuniendo en mi casa, mis padres salieron a trabajar por unas horas, mi hermana está en la Universidad y mi hermano está en su casa con su esposa, así que la casa es para nosotras, nada mal, mis padres me dieron permiso para invitar a Karen.

 

Bien podríamos haber ensayado y practicado en el parque o en alguna plaza cerca de mi casa, pero no tengo muchas ganas de ver gente, no es que esté triste, sino que hay momentos en los que uno no tiene ganas de ver así ni a una sola persona, y pues hoy para mí es uno de esos días.

 

Mi casa es grande… aunque es aún más grande el patio, por eso es bueno para practicar educación física. Así que me puse a calentar con Karen al menos por unos 15 minutos, después le puse algunos ejercicios, como darle unas 6 vueltas al patio, saltar la cuerda, probar sus habilidades con el balón de futbol, y cosas por el estilo, al cabo de unas dos horas Karen y yo ya estábamos completamente agotadas y tiradas en el pasto viendo hacia el cielo, hay un enorme árbol en el patio, el cual nos tapaba perfecto del Sol, así que no había ningún problema de quemarnos la piel, nos pusimos a reír de solo recordar los intentos fallidos de Karen por tratar de dominar el salto con la cuerda y de cómo se me quedaba viendo atentamente cada vez que yo lo hacía perfectamente.

 

Admito que Karen no es una excelente deportista que digamos, pero se esfuerza en conseguirlo y eso es admirable, de hecho la mayoría de las cosas que le salieron mal no dejo de intentarlas hasta que mínimo vio que le salían regular. Eso para mí es muy admirable, quizás suene feo de mi parte, pero detesto a la gente que se rinde rápido, yo creo ciegamente en que todo sale esforzando por ello, no por arte de magia o suerte como muchos dicen.

 

Finalmente Karen se paro ya que se había cansado de estar acostada y se recargo en el árbol invitándome a acomodar mi cabeza entre sus piernas, obedecí y me recargue en ella, es rico acostarse en el suelo, aunque luego duele la cabeza y yo creo que Karen se dio cuenta y por eso me dejo recargarme en ella.

 

Ninguna de las dos dijo ni una sola palabra en ese tiempo que estuvimos así, son de esos momentos en los que decir una palabra arruinaría la tranquilidad del momento, como en esas ocasiones en las que piensas que no hay nada mejor que aquello, y en verdad eso era lo que estábamos pensando y lo sé porque Karen también lo comento más tarde. Era una sensación de tranquilidad indescriptible, de esas que no quieres que se acaben nunca, sin duda Karen era una grandiosa amiga, es muy diferente de Cynthia (y por supuesto que Cynthia es mi única y mejor amiga) aún así también disfruto mucho la compañía de Karen.

 

-Oye, Laura-dijo de repente Karen interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Dime?-le pregunte amablemente.

-Lamento interrumpir el momento, pero creo que deberíamos de ponernos a ensayar al menos un rato lo de teatro… ¿no lo crees?

-Oh, sí-dije incorporándome-claro-me puse de pie-voy por el guión.

-Va.

 

Rápidamente fui a mi cuarto y agarre ambos textos tanto el de Karen como el mío, además que tome algunas botellas de agua para ofrecerle de beber a Karen y me regrese con ella, la encontré descansando bajo la sombra del árbol, así que aún contra mi voluntad  (es que estaba descansado) le avise de que traía los textos y que debíamos de ensayar.

 

-Bueno-me dijo convencida pero con flojera, eso me pareció muy divertido.

-Toma-le di su guión.

-¿Qué parte sugieres que ensayemos?

-¿Qué te parece la parte en la que Darcy y Elizabeth hablan junto con Caroline Bingley? Podemos saltarnos perfectamente la parte de Caroline Bingley por ahora-sugerí.

-Me parece perfecto-dijo emocionada Elizabeth-esto será bueno-sonrió.

-Claro-dije-da tu mejor esfuerzo… está escena es bastante complicada a mí parecer.

 

(Caroline Bingley se pasea por el salón con andar airoso y figura elegante, pero Darcy a quien iba dirigido este acto ni el menor caso hice y Caroline decide aprovecharse de la señorita Bennet)

 

Caroline Bingley:

                Señorita Bennet, ¿podría acompañarme a dar un paseo por este salón? Créame, es muy placentero.

 

(Darcy levanta la vista una vez que ve a Elizabeth Bennet caminar)

 

Caroline Bingley:

                ¿No desea unirse a nosotras señor Darcy?

 

Sr. Darcy:

                Por supuesto que no, eso arruinaría el objetivo.

 

Caroline Bingley:

                Pero qué raro se encuentra el día de hoy señor Darcy, ¿Señorita Bennet usted puede entenderlo?

 

Elizabeth Bennet:

                De ninguna manera, y seguro que lo dice por alguna razón maliciosa, así que la mejor manera de molestarle será no preguntarle por esos objetivos.

 

Caroline Bingley (sin hacer caso a la señorita Bennet):

                Insistimos en saber lo que piensa, señor Darcy.

 

Sr, Darcy:

                Pienso que ustedes eligen pasar el tiempo de esta manera o porque quieren hacerse alguna confidencia o hablar de sus asuntos, o tal vez sea para lucir bien su figura. Si es por lo primero, si me uno a ustedes no haría más que molestarles, si es por lo segundo las puedo admirar mucho mejor sentado desde donde me encuentro.

 

Caroline Bingley:

                ¡Qué horror! ¿Cómo podríamos castigarle por aquellas palabras señorita Bennet?

 

Elizabeth Bennet:

                Nada más fácil, señorita Bingley, ríase de él.

 

Caroline Bingley:

                ¿Reírme del señor Darcy? Nunca, es un hombre sin defecto alguno.

 

Elizabeth Bennet:

                Qué lástima que no podamos reírnos de él en ese caso… ya que me encanta tanto reír.

 

Sr. Darcy:

                Caroline me ha dado una mayor importancia de la que me merezco. Aunque suena lógico que el más sabio de los hombres o la mejor de las acciones puedan ser una broma para alguien que sólo se ríe de los demás.

 

Elizabeth Bennet:

                Tiene razón, señor, pero me temo que no estoy entre las personas que se ríen de todo. Espero que yo nunca llegue a ridiculizar lo que es bueno o sabio. Sin embargo, toda acción que merezca burla, tales como las tonterías, incoherencias, burlas, y hasta caprichos, son las cosas que me hacen reír. Pero… supongo que estás son cosas de las que usted carece.

 

Sr. Darcy:

                He evitado en lo más posible ese tipo de acciones en mi vida, debilidades que exponen al ridículo a cualquier persona inteligente.

 

Elizabeth Bennet:

                Y un buen ejemplo son la vanidad y el orgullo.

 

Sr. Darcy:

                Es cierto que la vanidad es un defecto, pero el orgullo es válido en personas de inteligencia superior.

 

Elizabeth Bennet (oculta una sonrisa burlona):

                Señorita Bingley, he llegado a la conclusión de que el señor Darcy no tiene defectos. Él mismo lo ha reconocido.

 

Sr. Darcy:

                No he querido decir eso. Tengo muchos defectos, pero no tienen nada que ver con la inteligencia.  Mi carácter es intransigente, es verdad, en exceso para la conveniencia de los demás. No puedo dejar pasar fácilmente las faltas ajenas, ni las ofensas en mi contra. No es fácil que cambien mis sentimientos y podría ser acusado de rencoroso. Una vez que se ha perdido mi buena opinión, se perdió para siempre.

 

Elizabeth Bennet:

                Sin duda el rencor es un defecto. Pero tan bien ha elegido su defecto que no puedo reírme de él, consideresé salvado.

 

Sr. Darcy:

                Estoy seguro de que en cada persona hay cierta tendencia a un mal, que ni la mejor educación puede vencer.

 

Elizabeth Bennet (alterada):

                Y ese defecto es ser propenso a odiar a todo el mundo.

 

Sr. Darcy (alterado):

                Y el suyo es mal interpretar a todo el mundo.

 

Caroline Bingley (asustada):

                Escuchemos música.

 

-Que divertida escena-dijo Karen-¿No te parece?

-En sí es divertida-dije-pero a nosotras no debe de parecernos eso… yo soy Darcy y tú Elizabeth, tú estás molesta conmigo por mi actitud y yo estoy molesto contigo por tus malinterpretaciones.

-Bueno… cierto… creo que deberíamos de ensayar bien la escena, ahorita que la leímos no sentí el personaje… debo de intentarlo de nuevo ¿podemos?

-Está bien-dije sonriendo-sólo enójate conmigo como si de verdad fuéramos Darcy y Elizabeth.

-De acuerdo.

 

Ensayamos aquella escena por un lapso de una hora, sorprendentemente Karen es muy buena actriz, no tiene una técnica perfecta… pero no lo hace nada mal, práctica es lo que necesita para mejorar y ya, el talento lo tiene sólo le falta pulirlo.

 

Estaba realmente sorprendida de que no tuviera que ayudarla tanto para su papel, si acaso recordatorios del ambiente de la escena o recordarle la posición del cuerpo que debería de tener en ese momento, fuera de eso no había mayores problemas.

 

-Me sorprendes Karen-dije finalmente antes de tomar un poco de agua.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Porque puedes actuar muy bien-deje mi botella a un lado-tienes habilidades para el teatro sin duda-sonreí y le ofrecí una botella.

-Gracias-tomo la botella y la abrió-no es nada especial, ya he hecho teatro antes.

-¿En serio? No lo sabía.

-Es que realmente mi pasión no es el teatro y de hecho no soy muy hábil en eso de leer rápido o aprenderme un guión con facilidad y hay muchas cosas que me cuestan trabajo y realmente a veces dudo de mis propias habilidades. A la que en verdad admiro es a ti-me sonrió.

-¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo?

-Sí, te he visto en clases y así fuera de clases también, eres muy buena en todo lo que haces y rara vez ha sido el momento en el que te visto dudar por algo, tú haces las cosas y te salen sin mayor esfuerzo, en cambio a mí me cuesta trabajo, en verdad te admiro, quisiera ser como tú-me sonrió tristemente-no hay nada que te detenga.

-Oh, ya veo-sonreí, pues… emmm… te doy las gracias por decir cosas tan lindas de mí, pero…-me acerque a ella y al igual que hace mi hermano mayor conmigo cuando estoy triste, coloque mi mano gentilmente sobre su cabeza-debes de recordar que cada quien es diferente… si deseas ser como alguien más te estás perdiendo a ti misma para convertirte en alguien que no eres, y yo no quiero eso… me agradas tal y como eres y yo también te admiro-le sonreí, porque con esfuerzo consigues lo que quieres y de eso se trata vivir.

 

Karen se me quedo viendo muy sorprendida; somos de estaturas casi similares, si acaso por dos centímetros soy más alta, aún así era una escena bastante tierna, pues que a los pocos segundos de decir aquello Karen se lanzo a mis brazos y lloro… pero lloro de felicidad, como cuando a alguien le dicen algo muy bonito y que siempre espero escuchar.

 

Yo, como estaba toda sacada de onda, la abrace poco después de que ella se me fue encima y la deje llorar encima de mí, hasta que se calmo unos minutos después, la sostuve gentilmente de los hombros y le ayude a limpiarse las lágrimas con la manga de mi sudadera.

 

-Perdona-me dijo ya más tranquila y sonriendo.

-¿Por qué?

-Por ser también una chillona.

-Está bien-la abrace-tranquila.

-¿Puedo quedarme así un rato más?-se refería a quedarse siendo abrazada por mí.

-El tiempo que quieras.

-Gracias-se sostuvo fuerte de mí.

 

Ignoro las razones que tiene Karen de pensar que ella es una inútil (por decirlo así), pero para mí ella es admirable, las personas que se esfuerzan por algo siempre merecen mi admiración, aunque en su caso es especial, la considero una grandiosa amiga y persona, aunque debería de confiar más en sí misma, no está bien hacerse menos a lado de los demás, supongo que también tendré que ayudarle en eso, no porque sienta que debo hacerlo, sino porque quiero ayudarla… aunque primero ella debe de aceptar mi ayuda, cielos, me estoy involucrando mucho con ella, no me molesta, pero siento que me estoy pasando un poco de la raya.

 

Acordamos ensayar la obra y practicar educación física todos los domingos en mi casa a partir de ahora.

 

Martes 12 de octubre del 2010.

 

Las cosas han estado muy raras últimamente, entre Julián, Oscar y María siguen sin hablarse, y por muchos intentos que hacemos Paulina, Karen y yo por saber la verdad, sólo conseguimos que Julián nos ignore, que Oscar se enoje y que María nos diga muy enojada “Ya les diremos todo después”, en sí no entendemos nada aunque ya no nos preocupamos por saberlo, lo bueno es que ya se dieron cuenta que con esa actitud solo nos incomodan, así que por ahora hasta se sientan separados lejos de nosotras, por supuesto que me preocupa que esto esté pasando, pero no puedo hacer nada, sólo que pase el tiempo y ya, nada difícil en mi opinión.

 

Por otra parte Cynthia me conto que ella ensayo con Paulina el sábado pasado, aunque realmente Bingley y Janne Bennet no tienen largas conversaciones y la mayoría del tiempo están con más personajes en escena, se podría decir que el único momento que tienen como pareja son cuando bailan, aunque me parece más creíble el hecho de que se vean para practicar los bailes, por lo que sé, Paulina ayuda a la maestra Delia a poner ciertos pasos para los bailes, así que asumo que Paulina debe de saberse al menos un baile y es el que le está enseñando a Cynthia.

 

Además de que Cynthia me ha contado que se vieron ayer y se van a ver hoy también después de clases, dice que Paulina es muy divertida y aunque en la vida real sea una diva, cuando actúa con ella también es muy buena, no tanto como Karen, pero se defiende en cuanto actuación, además de que Paulina es bastante activa y a eso Cynthia le encanta,  ella detesta la compañía de personas que no les gusta hacer siquiera algo… odia la flojera, así que ella congenia mejor con quienes siempre están haciendo algo… además de que Cynthia tampoco es una chica tan normal que digamos, de cierta manera también es diva, pero de las divas agradables e inteligentes como Paulina. Congenian entre ellas bastante bien.

 

Y otro evento igual de raro aunque feliz es ver a Alma más platicadora y social con sus compañeros de salón, a veces voy a visitarla hasta donde le toca clases y platicamos un rato, se alegra mucho cuando me ve y me gusta verla feliz, lo que si me da un poco de pena con sus amigos, pues cuando llego yo es como si Alma se olvidara de ellos y eso no puede ser, sinceramente a veces siento las miradas de odio de sus amigas y amigos encima de mí, por el simple hecho de que ella prefiere más mi compañía que la de ellos. Por mi parte yo procuro tratar a todos mis amigos y amigas por igual, aunque puedo hacer excepciones como con Cynthia, Karen, Alma y hasta con René y otros amigos de años anteriores, que son con quienes quiero pasar más tiempo.

 

Jueves 14 de octubre del 2010.

 

Beltrán está ayudando a los demás personajes de la obra dejando sólo a Cynthia, Karen, Paulina y a mí ensayando con la maestra Delia y con los que van a hacer de parejas de baile en la obra, pero por ser nosotras las parejas principales la maestra ha puesto mucho empeño en ponernos coreografías espectaculares aunque cortas. Orgullo y Prejuicio es un libro maravilloso, aunque como obra de teatro debe ser el guio un poco más corto que la novela por el tiempo en el escenario, así que muchas escenas se acortaron, pero los bailes se quisieron hacer bastante bonitos y de hecho no le han quedado a la maestra nada mal, uso algunas canciones del soundtrack de la película y de hecho el baile en el que Lizzie y Darcy bailan es la misma canción que la película y siento bastante raro estarla bailando.

 

La canción se titula “A Postcard to Henry Purcell” y es hermosa en mi opinión, los de Hollywood son unos genios con los soundtracks. Por fortuna la maestra Delia no se baso en el baile de la película para la coreografía, sino que estudio algunos bailes de aquella época y los adapto a nosotros, aunque en sí ene se baile se fijo más en mí y Karen que en cualquier otra pareja.

 

Lo que más me recuerda la maestra Delia es la postura del cuerpo, porque luego se me olvida que soy hombre en la obra y pues mi figura en el baile se asemeja a la de una mujer bailando con otra mujer y pues no, Darcy es hombre, así que debo de bailar muy diferente, por fortuna la maestra Delia me ayuda a mejorar mi postura y no me equivoco tanto, en cambio con Karen en si no le dice nada, puesto que a ella sí le sale muy bien la postura, cualquiera que ya haya visto esa escena o la haya leído estará de acuerdo conmigo que no es algo fácil y que hasta cansa. Pero un hombre como Darcy para mí es admirable, sé que es un hombre de una novela, pero él hizo cuanta cosa estuvo a su alcance por amor a Elizabeth Bennet y eso es hermoso para mí, hacer las cosas por amor es como realmente pienso que debe ser también la vida. Me gustaría algún día hacer algo por alguien por amor, sé que René me gusta y me gusta muchísimo, lo amo, pero nunca he hecho algo monumentalmente grande como para decir que fue por amor, de haber sido así habría interrumpido su boda y me lo hubiera llevado lejos sólo para mí, pero no lo hice, ahora me arrepiento de ello.

 

-Señorita Palacios, recuerde que la espalda va recta, no se encorve por favor-me dice la maestra Delia-sostenga firmemente la mano de Karen pero no tanto como para lastimarla, con gentileza.

-De acuerdo-dijo obedeciendo.

 

Lunes 18 de octubre del 2010.

 

-¿Estás segura de que esto es lo correcto?-me pregunta Cynthia justo a lado mío frente a una puerta.

-No me queda de otra-digo acomodándome la mochila al hombro.

-¿Karen te va a esperar cuando salgas?

-Sí, sólo serán 50 minutos, ella estará en la biblioteca estudiando y mañana ella estará aquí mientras yo me voy a estudiar mientras la espero.

-Bueno… si así lo dices-no sonaba muy segura.

-Entonces te dejo amiga-se despidió de mí de beso en la mejilla-te quiero, mucha suerte.

-Gracias-le devolví el beso en la mejilla.

-Ya me contarás al rato como te fue en tu primera sesión con la maestra de ética como tu nueva psicóloga.

-Claro, te contaré-sonreí-¿Si sabes dónde está Paulina, cierto?

-Sí, me está esperando para ir a dejarme a mi salón.

-Ok-sonreí-que bueno que se estén haciendo más amigas.

-Suerte-me sonrió y despidió efusivamente con la mano.

 

Observe a Cynthia caminar hasta donde acordó verse con Paulina hasta que desapareció de mi vista, después gire lentamente hacia la puerta de la oficina de la maestra Miriam. Recuerdo haber hablado con ella el viernes y me dijo que ella podía recibirme los lunes a la última hora de mis clases, mientras que a Karen la iba a recibir a la última hora de los martes, así que aquí estoy.

 

Realmente no estoy acostumbrada a esto de ir al psicólogo ya que nunca había ido, pero ya no lo soporto más, puede que nunca lo diga o piense en lo triste que me siento aún por René, pero puedo asegurar a cualquier que he sido muy infeliz, la persona a la que amo se ha casado y no conmigo… ¿Cómo creen que me siento? Por eso he terminado aquí.

 

Toque dos veces la puerta y acto seguido la voz de la maestra me dijo que pasara y abrí la puerta entrando a su oficina, la maestra se encontraba sentada frente a su computadora revisando unos archivos, supongo que de su trabajo.

 

-Bienvenida-dijo apagando el monitor y acomodándose con su silla para quedar frente a mí-toma asiento por favor-me señalo a una silla que estaba frente a su escritorio.

-Sí, gracias-me senté y coloque mi mochila a un lado.

-Según tengo entendido lo que te sucede es que estás muy triste ¿no es así? Y necesitas de mi ayuda, con gusto de la daré, pero necesito que primero me cuentes la historia de lo que te sucede y después el cómo te sientes con todo esto.

-De acuerdo, verá… todo empezó hace muchos años…

 

Le empecé a contar mi historia con René sin perder ni un solo detalle, cosas como cumpleaños, salidas al cine, paseos, juegos y demás se lo conté todo, y llegue incluso a contarle sobre la vez en la que René llego con su prometida y su familia a mi casa a anunciar que se iba a casar, incluyendo mi última conversación con él en el msn, señalando que desde esa vez no me he vuelto a conectar en msn por miedo a verlo ahí.

 

La maestra me escucho pacientemente y hacia pequeñas anotaciones en una hoja de vez en cuando, no dijo ni una palabra hasta que acabe, no niego que decir todo esto me pone muy triste, pero ya no lloro… digamos que aun sigo en la última etapa del duelo, eso de llorar hace mucho que no lo hago, sólo estoy muy triste y decepcionada de él, y la maestra se dio cuenta.

 

-Bueno… con todo lo que me has contado asumo que ya sólo te falta aceptar lo que te está pasando.

-Sí, y es por eso que he venido con usted, es raro que algo me detenga o me haga sentirme mal, lo único que lo logra es esto, el tema de René y todo lo que tenga que ver con él.

-Bien, entonces ya sé de qué forma debo de trabajar contigo, en sí lo que haremos va a ser a ayudarte en tu proceso de convertirte en persona, porque se necesita manifestar emociones, motivaciones y lucha por un plan de vida, de eso se trata el humanismo y es mi forma de trabajar y por lo que he visto de ti, en clase eres muy decidida y en todo lo que haces, no dejas que nada ni nadie te detenga y eres muy responsable y buena persona, tu único problema es que dejaste ir a quien supuestamente amabas por no luchar por él.

 

En ese momento me enoje mucho, cerré los puños con tal fuerza que hasta me encaje las uñas en la palma de mi mano, me dolió mucho, pero no me importo, yo sabía que la maestra tenía razón, no luche por René como debí de haberlo hecho, y me arrepiento, pero es horrible cuando alguien te dice la verdad de esa forma.

 

-A lo que quiero llegar es que debes de darte cuenta de muchas cosas de las cuales hablaremos en esta hora que tengamos a la semana, en sí lo que hay que hacer contigo es que te des cuenta de lo que te rodea, quieres a las personas, eso es cierto, pero dudo mucho de que te perdones a ti misma, puesto  que te arrepientes de tus errores y te mortificas y dañas por ello, eso no está bien, no debes de hacerlo.

-¿Qué quiere decir?-pregunte un poco enojada.

-Uno de mis objetivos será que te perdones a ti misma y te des cuenta de lo que de verdad significa amar y lo que uno es capaz por amor, no me refiero a correr tras alguien o luchar por alguien, sino a traer a alguien de regreso cada vez que se pierda en la vida y hacer algo por amor a los demás y no para demostrarte algo a ti misma, que supongo es lo que realmente quieres lograr.

-Supongo que tiene razón-me calme un poco pero no deje de apretar mis puños-lo que yo realmente quiero es aprender lo que es amar a alguien de verdad, porque es cierto que René me gusta mucho y él será la primera persona a quien desee decirle te amo, pero no lo hice, ahora lo que quiero es poder olvidarlo todo y seguir adelante.

-Será un camino difícil, más te vale estar lista, no quiero decir que te haré llorar en mis sesiones, sino que lo que quiero es que te des cuenta de tus verdaderas emociones y demás.

-De acuerdo-sonreí un poco.

-Por hoy hemos acabado-se levanto-se ha pasado el tiempo volando y no puedo atenderte tanto tiempo, aún tengo a muchos otros chicos que también necesitan ayuda-me sonrió y me dio la mano-espero que al menos lo que hayamos hablado hoy te sirva para pensar en lo que has hecho últimamente, no digo que te hayas equivocado, sino que razones lo que hiciste y porqué lo hiciste.

-Está bien maestra, gracias-me levante y tome mi mochila-nos vemos en clase.

-Claro, cuídate-me sonrió.

-¡Miriam, vamos a comer!-la maestra de biología entro estrepitosamente en la oficina y casi me golpea con la puerta sin querer, lo que sí consiguió fue tirarme pues prácticamente se me fue encima-ups, perdóname-me dijo ayudándome a parar, de un solo tirón me puso de pie.

-No hay problema maestra, gracias, hasta luego.

-Adiós-me dijeron ambas maestras.

 

Antes de que cerrara yo la puerta escuche como la maestra Miriam regañaba a la maestra Paty por haberme tirado sin querer, aunque por lo visto a la maestra le vino valiendo.  No camine ni unos pocos metros cuando me encontré con Karen que venía hacia mí.

 

-Te estaba esperando-me dijo alegremente encontrándose conmigo.

-Gracias-le sonreí.

-¿Cómo te fue?-empezamos a caminar juntas hacia la salida de la prepa.

-Uhm… pues bien… me dijo algunas cosas que me hicieron enojar pero otras con las que me puso a pensar-me reí-sé que fue lo correcto al haberme metido con ella, pero aún no sé cuánto tiempo he de estar en terapia.

-Bueno… yo te esperare cuando salgas todos los días que estés con ella-me sonrió-¿Tú también me vas a esperar cuando yo esté en terapia?

-Claro-le sonreí gentilmente-siempre podrás contar conmigo.

 

Martes 19 de octubre del 2010.

 

Hoy fue la primera sesión de Karen con la maestra de ética, yo la estaba esperando pacientemente en la biblioteca haciendo mi tarea, hasta que vi que faltaban cinco minutos para la hora en que se acababa su sesión, así que salí de la biblioteca y me dirigí hasta la oficina de la maestra, deje mi mochila en el suelo recargada en la pared y estaba a punto de sentarme en el suelo cuando la puerta se abrió y de ella salió Karen, estaba llorando.

 

Ambas nos sorprendimos, y no dijimos nada, sino que Karen se me fue encima, me abrazo y comenzó a llorar, otra vez yo no sabía qué hacer, simplemente la sostuve gentilmente y deje que llorara, ignoraba sus razones de llorar, pero me dolió verla así, así que la abrase tan fuerte como pude y la deje llorar. A los pocos minutos se calmo, me sonrió y me dio las gracias por dejarla estar así conmigo.

 

-No te preocupes-le dije sonriéndole y secando sus lágrimas con un pañuelo desechable-me alegra que ya estés mejor.

-Gracias-me abrazo fuertemente de la espalda sin lastimarme-te quiero-me dio un beso en la mejilla y se recargo en mi pecho.

 

Yo me quede toda asombrada y hasta me sonroje, lo único que se me ocurrió hacer fue corresponderle el abrazo, su cabeza quedo perfectamente acomodada en mi hombro y su cuerpo se sentía muy ligero, al parecer la de ética le dijo algo que había puesto a pensar a Karen al punto de hacerla llorar, en mi opinión lo que le dijo fue algo bueno, aunque no diré ni preguntaré nada hasta que Karen me quiera contar.

 

Viernes 22 de octubre del 2010.

 

Beltrán nos miraba bastante enojado a mí y a Karen, aún no le gustaban nuestras actuaciones mucho, separadas le gustaba como actuábamos, pero nunca antes ni Karen ni yo habíamos tenido un papel donde tuviéramos pareja en la obra, así que no se nos nota mucho en las partes en las que se supone que Darcy y Elizabeth ya están comprometidos y eso vuelve loco de coraje a Beltrán.

 

-¡Palacios!-gritaba una y otra vez-¡Ya te dije que debes de concentrarte, que te salga del alma tu papel y no que lo hagas por hacerlo! ¡Tú también Valencia! ¡Se supone que son la pareja principal y no se les nota! ¡Todavía la señorita Cynthia y a Paulina se les nota bastante y eso que no son la pareja principal!

-Lo sentimos-decíamos una y otra vez Karen y yo.

-¡No me importa que lo sientan, me importa que lo hagan!

-Tranquilo querido-decía una y otra vez la maestra Delia a Beltrán, el cual estaba muy furioso-¿Por qué no las pones a ensayar algo más que no sea este guion? No que las saques de la obra sino que lean otros textos de enamorados y veamos si así les sale mejor ¿Qué opinas, querido?

-No es mala idea-dijo Beltrán más calmado-bien… les dejare leer unos textos y espero que los practiquen juntas para que les salga mejor eso de ser pareja en esta obra.

-De acuerdo-dijimos las dos un tanto enojadas.

-Les dejare una serie de poemas seleccionados de Mario Benedetti, espero los lean juntas y al menos se den cuenta de lo que deben de sentir, primero les daré uno, ya mañana les daré los otros.

 

Beltrán es un devorador de libros de todo tipo y más si son de poesía o literatura inglesa, yo creo que por eso nos va a dar poemas de Mario Benedetti y nos puso a actuar orgullo y prejuicio, no tiene malos gustos, y conociéndolo es seguro que traiga textos de distintos poetas en su portafolio, que aunque es bastante delgado no tengo ni idea de cómo es que le caben cientos de textos en él. Y no me equivoque, de él saco unas hojas que nos paso a mí y a Karen.

 

-Por el momento sólo poseo este poema de Mario Benedetti, podría ponerles otros poemas, pero dudo mucho que les entiendan aún puesto que su vocabulario es muy diferente al que conocen y en mi opinión nadie mejor que Benedetti para plasmar en la poesía el corazón y alma humana-nos sonrió de manera orgullosa, confió en que comprendan el texto y se den cuenta de lo que deben de sentir realmente.

-Bien-dijimos ambas tomando las hojas que nos dio.

-El poema se titula “Te quiero”, léanlo aquí mientras ensayamos con sus otros compañeros, en sí ya la obra está lista y se presentará el próximo jueves, confió en que para este lunes ya le salga bien su actuación, el baile ya está perfecto, pero cuando están juntas sólo les sale la parte en la que se pelean. Vayan.

-Ven, Karen-le dije-vamos a ensayar a una parte del salón.

-Bien-me dijo siguiéndome.

 

Nos colocamos en una de las esquinas del salón y leímos el poema.

 

Te quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

 

-Vaya-dijimos las dos sorprendidas-me gusto mucho-

-Este poema es hermoso-dijo Karen-me encanto.

-Mario Benedetti es de mis poetas y escritores favoritos y coincido contigo, este poema es precioso-dije-¿Quieres volverlo a leer?

-Claro, creo que ya me estoy dando una idea de cómo debo de actuar.

-Yo también, supongo que a veces se necesita una guía para saber qué hacer y nada mejor que esto en mi opinión para nuestro caso.

-Cierto-me sonrió-volvamos a leerlo.

 

Una vez que terminamos de leer muchas veces el poema, nos pusimos a practicar un poco las partes en las que Darcy y Elizabeth ya eran pareja, y cuando nos cansamos nos pusimos a ver a los demás, Cynthia y Paulina lo hacían muy bien, se notaba que enserio se metieron en sus papeles y estaban bien juntas y los demás también lo hacían muy bien, la chica que personificaba a la Sr. Bennet era muy divertida y a veces hasta exageraba un poco su papel en la obra, haciéndolo muy gracioso, Beltrán le dio permiso de hacer aquello, pues era como ponerle su propio toque al personaje por parte de la chica.

 

Una vez terminada la clase, acompañamos a Cynthia hasta su salón de clases y la dejamos hablando un ratito más con Paulina, mientras que Karen y yo nos fuimos de la prepa. Caminamos hasta la parada del camión y nos subimos al que nos llevaba a nuestro destino, durante algunos minutos ninguna de las dos dijo algo, no por incomodidad, sino porque no había nada que decir, simplemente deje que Karen se recargara en mí, nos habían dejado bastante tarea ayer y Karen no había dormido bien, así que deje que se recargara en mí.

 

-Debo de admitir…-dijo Karen tiempo después-que jamás me espere que entraras a terapia con la maestra de ética.

-Ni yo tampoco esperaba que tú te metieras a terapia con ella-dije.

-Uhm… supongo que aun no te conozco bien del todo-me dijo sonriendo y acomodándose mejor en mi hombro.

-Ni yo a ti-la abrace-pero tenemos toda una vida para conocernos mejor.

-Cierto-me tomo de la mano con la cual la estaba abrazando-¿sabes?

-Dime.

-Siento que Paulina y Cynthia también se quieren mucho.

-Cierto-dije alegremente-Cynthia me ha comentado que Paulina le agrada mucho.

-Y Paulina me ha dicho lo mismo-me sonrió-supongo que entre ellas se quieren igual que nosotras.

-Ni idea-reí-a diferencia de nosotras, ellas están locas.

-Es verdad-amabas nos pusimos a reír.

Notas finales:

Y se acabo... q bonito... :3 ame escribir este cap n.n

Y saben??? Hace poco me paso eso de estaba cn una amiga y el silencio q había en la atmósfera era muy tranquilo y lindo tanto q ninguna d las dos dijo algo para no arruinar el momento... :3 como quiero a mi amiga n.n amo cuando m dice lo especial q soy para ella :D y spss obviop tambn amo cuando los demás m dicen eso XD

En fin... hoy trampoco les traigo sorpresitas.. aún sigo reparando mi compu.... así psss no hay nadita u.u y luego como ia estoy en la uni.. psss me están dejando mucha tarea.. se supone q debí de empezarla esta mañana... pero no XD me puse a actualizar XD En fin, esperen pronto la actualización n.n se les quiere!!!!!

IRIE RYUEN


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