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Más allá de los recuerdos por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Ah!!! Perdon x la larga tardanza!!! T.T es q he tenido muchos exámenes en la Uni y luego prácticas y así todo bn loco XD y creanme q me tarde un buen en escribir este cap, cuando lo lean se daran cuenta del xq n.n espero no tardarme mucho para escribir la contiiii n.n gracias x leer mi fanfic, saludos.

IRIE RYUEN

El corazón guarda las palabras que siempre nos cuesta trabajo decir.

IRIE RYUEN

 

Miércoles 24 de noviembre del 2010.

 

-¿Karen, por qué no nos dijiste nada? ¿Por qué no dejaste que te escucháramos o que te acompañáramos en tu dolor ese día?-le pregunte muy preocupada por ella mientras Karen solo me miraba con los ojos empapados de lágrimas y muy triste. Aparto la vista de mí-¡Karen!-sentencie-Di algo, por favor.

-¡Yo creí que… Pensé que podía manejarlo sola, que nadie entendería mi dolor, lo que significa perder a quien amas y en mi caso, para siempre, no quería que nadie me viera llorar, ya llore mucho y… y yo estaba… estoy muy triste, mi vida no es la misma sin él! ¡La vida para mí perdió el sentido cuando él murió! ¡Nadie podía entender tan bien mis sentimientos como él! ¡No quiero aceptar que está muerto, quiero creer que vive en mis recuerdos y que… y que cada mañana él está en el departamento de alado preparándose para ir a la escuela! ¡Que sigo siendo su novia! ¡Que me ama más que a nadie! ¡Que sigue vivo!

 

Jamás había visto a Karen tan molesta, tan triste, tan furiosa, tan decepcionada de la vida, era increíble, por supuesto que entendía su dolor, pero su dolor era en mi opinión mucho más fuerte que el mío, perder a quien amas para siempre es lo más devastador que puede pasar. Fue ahí cuando pensé que la vida había sido injusta con Karen, siendo ella tan amable y amigable le había pasado aquello, es horrible.

 

-Karen…-dije poniendo mis manos en sus hombros y atrayéndola hacia mí-tranquila…

 

Karen poco a poco se tranquilizo, no sin antes intentar zafarse de mí, estaba ella tan enojada que no estaba de humor para oír palabras de apoyo, pero a mí no se me ocurría nada mejor que dejarla descargar su ira contra mí, sabía que abrazándola ella se iba a intentar zafar, pero si así sacaba al menos un poco de su enojo entonces eso bastaba para mí, y sí, ella empezó a golpearme pero poco a poco empezó a ceder y se agarro fuerte de mí y lloro.

 

-Lo amaba, Laura, yo amaba a Armando-dijo sollozando-lo amaba más que a nadie, no creo volver a ser capaz de amar a alguien como a él, él era mi todo y ahora… ya no está. ¡Puta madre! ¡Él ya no está!-volvió a golpearme-no está…-se agarro fuerte de mí-no tienes  idea del infierno que fue para mí el día en que se cumplió su aniversario de muerte, luche por no destrozarme de tristeza en su misa, luche contra el sentimiento de llorar a mares. ¡No tienes ni puta idea de lo que es llegar a casa todos los días y saber que no estará ahí para darme la bienvenida! ¡O querer llorar a mares en presencia de alguien o sola porque estoy destrozada!

 

La abrase en cuanto sentí que ya se había calmado todavía más y está vez no me golpeo, sino que se puso como un niño pequeño en los brazos de su madre y se agarro fuerte de mí.

 

-Sabes… odio demostrar mis sentimientos de dolor o tristeza, porque no me gusta que las personas se preocupen por mí, y aunque puede que digan que soy cariñosa o amable, por dentro estoy muy triste y enojada con la vida, créeme que me gustaría ir con él, verlo, abrazarlo, besarlo…

-¿Pero?-pregunte al ver que Karen se había quedado callada.

-Pero… siento que debo de quedarme aquí, siento que aquí está mi lugar, siento que hay algo más para mí todavía, no sé qué sea, incluso una vez intente suicidarme, pero hubo algo que me detuvo, no sé qué fue, pero no fui capaz de quitarme la vida.

 

Me asuste con la idea de pensar de que Karen intento suicidarse, Karen por amor a ese chico había intentado quitarse la vida, no supe qué sentí en esos momentos precisamente, sabía que me estremecí, pero había algo más… quizás un sentimiento de alivio, porque en esos momentos pensé que me gustaba mucho abrazar y ver a Karen y que sin duda verla a ella y a mis amigos  todos los días hacía que me dieran ganas de vivir sin importar lo mal que estuvieran las cosas, me sentí muy feliz de tener a Karen aquí.

 

-Qué bueno que no lo hiciste-dije.

-¿Eh?-Karen levanto la vista enojada hacia mí-¿Dime… por qué sigo yo aquí?-empezó llorar-¿Qué hay de bueno para mí? ¡Dime una sola cosa para que de inmediato deseche todas mis ideas de suicidio para siempre! ¡Solo una maldita frase!

-Por qué no te habría conocido y por qué te quiero, te quiero mucho-le dije lentamente mientras le sonreía-que bueno que te conocí.

 

Karen se me quedo viendo muy impactada y de inmediato se me fue encima y lloro, me abrazo y me dio un beso en la mejilla.

 

-Yo… yo también te quiero-me dijo abrazándome por la cintura.

 

Lentamente la abrase colocando mis brazos en su espalda y atrayéndola fuertemente hacia mí.

 

-Es curioso-me dijo acomodando su cabeza en mi hombro.

-¿Qué?

-Que solo contigo he llorado como una niña pequeña y que solo contigo demuestro mis verdaderos sentimientos.

 

De inmediato razone lo que me había dicho Karen era cierto, ella no solía demostrar lo que de verdad sentía en presencia de los demás, puede que ella tenga más años de conocerse con los demás, pero con ninguno ha llorado o se ha mostrado muy triste como conmigo, sus sentimientos son sinceros y en aparte siento envidia, porque yo solo he llorado en serio con Cynthia y mi familia, con nadie más no. Ni con la maestra de ética he llorado, siento que ya no hay necesidad de hacerlo, me cuesta mucho trabajo llorar, cuando el problema fue reciente no dejaba de llorar todos los días, pero me di cuenta que llorando no iba a conseguir nada, así que deje de hacerlo y no sólo eso, reprimí la mayoría de mis emociones, o al menos las sinceras y ahora es raro si llego a decir lo que realmente pienso, pues esas palabras se queda en mi corazón y me lastiman, no decir lo que siento me lastima pero no me salen las palabras correctas y odio cuando alguien más sí puede.

 

-Gracias-me dijo sosteniéndome más fuerte.

-¿Por qué?-pregunte un poco ida por mis pensamientos.

-Por escucharme y tolerarme, muchas gracias.

 

Y hasta ahí recuerdo lo más importante del día de ayer. Aun no puedo creer que Karen hubiera perdido a quien ella amaba para siempre, eso es tan horrible que hasta me da miedo pensar en eso. Pero no puedo quitarme a Karen de la cabeza. ¿Estará bien? Obvio que no, pero me refiero a si está bien justo ahorita, sí no se arrepiente de algo.

 

Hasta ahora sólo sé dos cosas, que aquel chico se llamaba Armando, que era vecino de Karen y ya. Karen no me dijo nada más, ni su historia ni de cómo se conocieron o de qué paso para que Armando se suicidara, Karen no dijo nada y no se me hizo lo más correcto preguntarle, ella ya me dirá a su debido tiempo, pero ahora lo más importante es ella, no me refiero a hacerla olvidar, porque sé que eso es imposible, pero sí apoyarla lo más que pueda, después de todo es una persona a la que quiero mucho y eso no es algo que yo diga muy seguido de alguien, se podría decir que fuera de mi familia, mis favoritas son Cynthia y Karen, ya después vienen Alma, Paulina, María y otros chicos y chicas  que he conocido en mi vida y que considero amigos, y me preocupo por todos y cada uno de ellos, pero por ahora, quien más me preocupa es Karen, a nadie le gusta ver a una persona amada triste.

 

-¡Laura!-dijo gritándome Paulina-¿Sigues ahí?-paso su mano una y otra vez frente a mí.

-¿Ah? ¿Eh? ¿Qué?-pregunte toda distraída.

-Es que parecía que estabas abstraída en el Universo-dijo Paulina-¿En qué piensas?

-Ah, no, en nada.

-Hehehe eres rara, oh mira, ahí viene Karen llegando.

-Hola Paulina-dijo Karen dejando sus cosas en su banca.

-Hola-sonrió Paulina.

-Hola… Laura-me dijo un poco triste Karen, aunque a piensas y se dibujaba una sonrisa en su rostro.

-Ho… Hola-dije tímidamente.

-¿Y a ustedes qué les pico?-pregunto extrañada Paulina por nuestra forma de saludarnos.

-No, nada-dijimos Karen y yo.

 

Paulina estaba a punto de sacarnos la verdad a fuerzas cuando llego María seguida de Oscar. Karen y yo les agradecimos mentalmente por su llegada tan oportuna, Karen no estaba como para soltar verdades ni yo para balconearla.

 

-Hola chicas-dijo María saludándonos a todas de beso.

-Hola-dijimos las tres.

-Hola-dijo Oscar sonriéndonos.

-¿Así que maría ya te perdono, verdad?-pregunto muy divertida Paulina.

-Sí-dijo un poco sonrojado Oscar.

-No lo perdone-dijo María-solo le pase por alto esa falta y ya.

-¿Qué no es lo mismo?-me pregunto al oído Karen.

-Creo que sí-dije algo confundida.

-¿Habrá pasado algo?-me pregunto Karen en forma de confidencia.

-No lo sé-dije-parece ser que sí.

-¿Y ustedes que tanto se secretean?-nos pregunto muy sonrojada María.

-Nada-dijimos Karen y yo muy divertidas.

-Más les vale.

-¿Qué sucedió entre ustedes pillines?-pregunto Paulina captando el sonrojo de María y Oscar.

-¡Que nada!-dijo María dejando sus cosas en su lugar.

-Está bien, pero no te enojes.

-Hola-dijo finalmente Julián quien venía entrando al salón y por primera vez, después de tanto tiempo, nos dirigió la palabra.

-Hola-dijimos todas un tanto enojadas con él por haber tratado como trato a María, pero al parecer ni lo noto.

-Oscar-dijo Julián pasando frente a Oscar, a manera de decir “Buenos días” bien enojado.

-Julián-respondió Oscar con el mismo tonito altanero.

-Uhm… bueno… Al menos ya estamos todos juntos de nuevo-dijo Paulina.

-Al parecer sí-respondí.

-Por cierto… ¿Van a ir a la fiesta de este viernes?-nos pregunto Paulina.

-¿Fiesta?-pregunto María.

-Sí, ayer estaba platicando con Cynthia, la amiga de Laura y me conto que una de sus compañeras está organizando una fiesta para celebrar su cumpleaños, pero es de esas fiestas en las que toda la prepa está invitada y pues  Cynthia me dijo que les comentara.

-Vaya, que raro-dije riéndome.

-¿Eh? ¿Por qué?-me pregunto Paulina.

-Es que tenía mucho tiempo que Cynthia no iba a fiestas.

-¿Y por qué?-me preguntaron todos.

-Ah… emm… por nada en especial.

 

Era mentira, Cynthia no había ido últimamente a fiestas por estarse preocupando por mí. De hecho ella y yo íbamos a fiestas por lo menos cada viernes antes de que su hermano se casara y es que incluso él a veces nos acompañaba y recuerdo momentos especiales en los que cuando él me veía hablar con algún chico que me pretendía, se ponía celoso y cuando veía que este iba por alguna bebida o algo para traerme, él hablaba con el chico y le decía que no se acercara a mí más de lo necesario ya que yo era su novia (aunque era mentira, los chavos le creían y ya no se me acercaban más allá de lo necesario) uno puede pensar que era un acto de amor de su parte hacia mí, pero ahora que lo pienso mejor era algo así como monopolizarme y eso no estaba bien, sin importar lo mucho que nos gustáramos y eso lo he discutido mucho con la maestra de ética.

 

Pero dejando de lado un poco este tema, Cynthia es de las chavas que siempre salen a fiestas y tiene novio a cada rato, aunque tampoco ha tenido novio por estar viendo por mí, digamos que el que su hermano jugara con mis sentimientos no le hizo ninguna gracia y pues, se dedico a mí, a ayudarme a salir adelante, y se lo agradezco de todo corazón, supongo que ahora que ve que estoy yendo con la de ética y que me está yendo mucho mejor, ya se está dando la oportunidad de salir a fiestas, y puedo apostar a que para esa fiesta va a entrar sin novio y saldrá de la fiesta con uno.

 

A pesar de que nosotras seamos mejores  amigas, no significa que nos parezcamos siquiera en nuestras actividades. Cynthia es toda una diva, le gusta arreglarse, salir de fiesta, cambiar de novio como de calzón, odia estudiar (supongo que eso se debe a que realmente capta todo muy rápidamente y se desespera en clase y odia estudiar para algo que ya sabe), es de las que siempre está fuera de casa, no es nada paciente y es demasiado grosera cuando algo la tiene de malas. Yo soy todo lo contrario a ella, así que aun muchas personas se preguntan por qué somos mejores amigas, a nosotras no nos importa si somos diferentes, me agrada su forma de ser y me gusta mucho que ella sepa diferenciar bien entre lo que está bien y lo que está mal y que por sobre todas las cosas a mí me quiera mucho como yo la quiero a ella. Con eso a mí me basta para considerarla mi mejor amiga en todo el mundo, no soy capaz de guardarle secretos ni ella a mí y sabemos muy bien lo que pueda estar haciendo la otra en determinado momento, quizás sea porque somos contrarias, ella seguro está dormida mientras yo estoy en la escuela.

 

-¿Entonces van a ir?-pregunto Paulina.

-Claro-dije.

-No hay problema-dijeron Oscar y Julián, quienes al instante se miraron como si dijeran “cómprate tus propias palabras, idiota”.

-Sí-dijeron María y Karen.

-Vale-nos sonrió Paulina-al rato les paso la dirección, dicen que va a ser en un salón que rento la chava, habrá barra libre hasta donde sé-nos miro con una sonrisita de “¡vamos a beber!”-y pues obvio botana y buena música, ya he ido a fiesta s de esta chava y se ponen buenas, uno que otro mala copa pero se ponen buenas.

-Sí sé lo que es una fiesta, Paulina-dijo un poco enojado Julián-gracias por el aviso. También he ido a  fiestas de esta chava.

-Que chocante eres cuando estás de nena-le dijo muy enojada Paulina a Julián.

-Basta los dos-dijo María.

 

Sin duda por el momento Julián no era el más apreciado entre nosotras, aunque sabemos que es él de quien María está enamorada, es cierto que no tiene derecho a ponerse de nena, porque hasta el momento el único que ha mostrado educación es Oscar y Julián está bien enojado. Además de que se pasa de listo, Paulina nos estaba invitando de buena fe a la fiesta de la chava y diciéndonos lo que iba a haber y ahí va Julián de grosero. Yo también he ido a fiestas de la chica, es de las que casi todos los viernes ofrece fiestas, pero no he ido ya por lo de René (o al menos de los eventos recientes) puesto que René cuando estaba soltero solía llevarnos a mí a Cynthia a bailar (aunque me sacaba más a mí a fiestas). No estaría mal volver a tener otra fiesta.

 

-Y que raro está eso de que Cynthia le dijera primero a Paulina lo de la fiesta que a ti, Laura-me dijo Julián con los brazos cruzados y aún encabronado.

-Uhm la verdad no se me hace nada raro-dije sinceramente-Cynthia suele avisarme de las fiestas incluso pocas horas antes de que esta empiece, supongo que le dijo primero a Paulina ya que con ella no tiene tanta familiaridad como conmigo, si te pones a pensarlo de esta manera sería muy grosero que alguien te avise de una fiesta horas antes de que empiece y tú ya tengas planes, es por eso que lo hace, supongo-sonreí.

-Oh-dijo Paulina-interesante.

 

Jueves 25 de noviembre del 2012.

 

Con todo lo que Karen me conto no he podido ni dormir tranquila, pensando que si yo me siento terrible, ella se siente devastada y que deseo con todas mis fuerzas que ella sea feliz, pero no llevo tanto tiempo con ella como para decirle estas palabras ni tengo el valor de hacerlo, yo siento que mi dolor comparado con el suyo es una babosada, no es nada, y que de alguna forma siento lástima por ella, pero créanme que lo digo con buenas intensiones, no como superioridad, y… por primera vez estoy yendo con la de ética en una visita de emergencia, no por mi caso… sino por hablar con la de ética respecto a cómo me siento por Karen, me siento como una basura porqué no tengo ni idea de qué hacer para hacerla sentir mejor, ¿será esto un sentimiento de cariño tanto como el que siento por Cynthia? Estoy segura de que considero a Karen como una amiga muy especial, pero… se siente raro, me siento feliz pensando que me preocupo por ella, pero me da coraje no saber qué hacer.

 

-¿Segura que me quieres esperar?-le pregunte a Karen quien se encontraba parada a mi lado, las dos estábamos justo frente a la puerta de la oficina de la de ética.

-Sí, no me gusta la idea de regresarme a casa sin ti, sin poder platicar contigo-me dijo sonriéndome.

-De acuerdo-dije-prometo no tardarme, dame media hora.

-Tomate el tiempo que quieras, yo te esperare afuera haciendo tarea.

-Vale-dije seriamente.

 

Karen ignora a qué vine con la maestra, de hecho a ella nunca le he hablado sobre René o del porqué estoy yendo con la de ética, pero es seguro que tarde o temprano tendré que contarle, es como dice la de ética, no está bien guardar las palabras, en algún momento te pesarán terriblemente en el corazón y tu alma. Y tiene mucha razón, ya me están pesando, pero ahora, quien más me importa es ella.

 

Suspire resignada, toque la puerta, espere a que me diera permiso de entrar y con seguridad abrí la puerta.

 

-Hola profesora-dije cerrando la puerta tras de mí-perdone si interrumpo su tiempo.

-Para nada-me dijo sonriéndome-toma asiento en lo que yo apago la computadora.

-No será necesario-dije apenada-no quiero interrumpir su tiempo de trabajo.

-Mi trabajo es escuchar a los alumnos, sería una grosería de mi parte estar trabajando contigo aquí presente-me sonrió-no eres una molestia.

-Perdón-le dije aun apenada.

 

Aunque he venido infinidad de veces a su oficina a mis horas de terapia, jamás me había tomado el tiempo de ver su oficina con detalle y ahora que la veo, es agradable, las paredes son de color beige, hay un ventanal justo detrás suyo con vista a una de los jardines de la prepa, las cortinas son de color blanco y dejan entrar mucha luz, aunque no la suficiente para deslumbrar, su oficina está bastante alejada de la calle, así que al hablar con ella no hay de qué preocuparse por si pasa incluso un camión, ya que hasta aquí no llega el sonido. Su escritorio es de metal, donde encima se encuentran pilas de papeles, muchos lápices y bolígrafos, además de la computadora, detrás de ella hay otro mueble, bajo pero largo de color café oscuro, donde hay muchos arreglos florales y juegos para la mente, como rompecabezas, juguetes de madera o la torre de Hanói, y algunas fotos, no pude evitar fijarme en dos especialmente, una donde está una pequeña niña, que intuyo es la hija de la maestra y en la otra una foto familiar, donde están la niña, el esposo de la maestra y la maestra Miriam, sonreí con especial alegría, ver fotos como esa me hace pensar que así como hay familias rotas, hay familias donde hay amor y confianza, en mi caso me toco una familia muy cariñosa y no los cambiaría por nada y por el buen corazón de la maestra era justo que le tocará una familia igual de especial, estoy segura de que su peque es una niña muy activa y alegre.

 

-¿Son su familia?-pregunte inocentemente.

-Ah-dijo distraída-así es-me sonrió viendo las fotos.

-Qué hermoso-dije sinceramente.

-Gracias.

 

La maestra finalmente hizo el teclado a un lado al igual que los papeles en la mesa para verme mejor.

 

-Ahora hablemos-me dijo viéndome directamente.

-Bien.

-¿Sucedió algo? ¿Qué te preocupa? No es usual que traigas ese rostro tan cohibido a clases, ¿René te dijo algo?

-No, esta vez no vengo a hablarle de René-dije suspirando, no pude evitar reírme un poco al ver la cara de sorpresa de la maestra, no se lo esperaba.

-¿No? Bueno-sonrió apenada la maestra bajando la mirada-¿En qué te puedo ayudar?-me volvió a mirar.

-Es sobre Karen.

-¿Karen?-la maestra puso una cara aún más confundida, de no ser porque es mi maestra y encima me está ayudando, ya me estaría riendo por la cara que tiene en estos momentos, es como cuando le dices a alguien algo imprevisto y tú sólo te quieres reír de su expresión.

-Sí-dije mordiéndome un poco los labios de la risa-es que… el martes pasado que vine a recogerla de su cita con usted, ella salió de su oficina corriendo y llorando y sin querer chocamos y ella me conto parte de sus problemas. Al final me quede con ella todo el tiempo que pude dejando que llorara y se desquitara conmigo, hasta que nos fuimos a casa.

-Entiendo.

-El problema por el que vengo a verla es que… yo pensaba que con mis problemas ya era infeliz, pero… al ver a Karen y con sólo saber que el chico al que ella amaba se suicido, jamás pensé que algo así me daría un fuerte golpe, no lo sé, me sentí extraña, como si mi dolor no fuera nada comparado con el suyo. Que quien sufre más es ella y no yo.

 

Por un momento guarde silencio, esperando lo que diría la maestra y aparte para dejarla procesar la situación.

 

-Bueno, aquí primero debes de darte cuenta de una cosa, y es que no existe el concepto de que alguien sufra más que otra persona o que su dolor sea mayor que el tuyo, por supuesto que no, aquí lo que importa son los sentimientos, si bien es cierto que lo que les paso a ustedes duele, no por eso una sufre más que la otra, cada una siente el dolor a su manera, tú misma has observado que Karen expresa sus sentimientos abiertamente contigo mientras tú los callas, y no por eso tú sientes menos, si lo piensas de esta forma es como decir que una amo más que la otra y en eso no estoy de acuerdo, ambas dieron lo mejor de sí y aún lo dan, pensar ese tipo de cosas no está bien.

-Pero… Pero siento que es así, que ella realmente se siente muy mal.

-¿Y tú no?-la maestra arqueo una ceja-¿Entonces crees que ella amo y tú sólo quisiste?

-Eh, no para nada.

-Ahí está, ambas sienten su dolor a su manera, lo que debes aprender tú es que también debes de expresar tus sentimientos abiertamente. Tú dices que lo que más odias es ver a los demás demostrar sus sentimientos e incluso verlos llorar, ya que te sientes incapaz de ello, lo que necesitas es reconocer esos sentimientos y expresarlos.

-Lo sé, y créame que me estoy esforzando.

-Lo he visto-me sonrió.

-¿Entonces qué puedo hacer?

-¿Sobre qué?

-Sobre Karen, siento que debo de hacer algo.

-¿Debes?

-Cierto, usa esa palabra erróneamente. “Quiero” hacer algo por ella.

-Hahaha creo que no me entendiste, me refería que me sorprendió el hecho de que dijeras algo así, ¿A qué se debe?-me sonrió.

-Ah, ya entendí, bueno es que Karen es muy especial para mí y me gustaría ayudarla, me gustaría apoyarla.

-¿A olvidar a su novio?

-No-la maestra se sorprendió de mi respuesta.

-No puedo obligarla a hacer algo tan horrible, olvidar al primer amor es algo que en mi opinión más sincera no está bien. No, yo quiero apoyarla haciéndole saber que no está sola, que esa tristeza no debe de guardársela que puede confiar en mí sabiendo que aun que yo no sepa su historia, haría lo que fuera por verla feliz.

-Ya veo, ¿pero no crees que en ese caso también deberías de aplicar lo mismo en ti? Debes de expresar esa tristeza que sientes.

-Sí, y lo hare, ya no permitiré que un recuerdo me aplaste, debo de ir más allá todavía, superarlo y seguir con mi vida, y así como yo deseo eso para mí, también lo deseo para Karen, me gusta mucho verla sonreír, es tranquilizante-dije expresando una pequeña sonrisa.

-Tienes unos sentimientos muy nobles y eso es admirable-me sonrió la maestra.

-Gracias. ¿Tiene algún consejo para mí? Algo que me ayude para ver de qué forma puedo ayudar a Karen, no me gusta verla así.

-Pues, primero debes de entender que sin importar lo que hagas la decisión de cambiar está en ella, al igual que en ti con respecto a tu problema, debes de dejarla decidir, y mi segundo consejo es que sin importar qué pase, no dejes de ser tu misma, personalidades como las suyas ya no se ven muy seguido, sentimientos tan nobles por alguien más como los suyos son admirables, estoy segura que sin importar lo que pase tú no te alejaras de ella y la apoyaras tanto como puedas, porque es así como se debe de comportar un verdadero amigo.

 

Las palabras de la maestra me hicieron apenarme mucho, aunque estaba muy feliz de que dijera algo tan bonito de nosotras y era cierto, sin importar qué sucediera jamás me voy a alejar de quienes amo y los ayudare por siempre, pero hubo algo que me hizo sentir un poco extraña y fue la palabra “amigo” que dijo la maestra. Realmente no tengo muchos amigos, ya que he conocido a personas falsas, personas que solo se interesan en mí si saben que pueden obtener de mí algo, por eso también odio cuando alguien me pide la tarea o me pide algo que usualmente no se pide, por supuesto que cuando algún amigo no hace su tarea se la paso pero porque sé que a mí no me ve de forma que sabe que puede sacarme algo, sino porque me aprecian. Yo considero amigo a alguien que sin importar qué no se aparta de mí lado, los que no confían o no se quieren a sí mismos no los soporto, pues son el tipo de persona que arrastra a los demás hacia el fondo de su dolor. A personas que dañan a los demás no quiero ni acercármeles. Pero por Cynthia y Karen y los demás, haría lo que fuera y estoy segura que ellos por mí igual.

 

-Gracias maestra-dije más segura-ahora ya sé qué hacer-recogí mis cosas-perdone si me voy muy rápido, pero Karen está afuera esperándome y me da pena que esté ella afuera.

-No hay problema.

-Muchas gracias profesora.

-Cuando necesites ayuda recuerda que aquí estaré para ti-me sonrió mientras prendía su computadora.

-Vale, muchas gracias-salí de su oficina y cerré la puerta con cuidado tras de mí.

 

Di un pequeño pero largo suspiro antes de salir hacia donde se encontraba Karen. Abrí la puerta y la vi sentada en una de las jardineras a pocos metros.

 

-Gracias por esperarme-le dije mientras me sentaba a su lado.

-No te preocupes-me sonrió guardando unas hojas que estaba leyendo.

-¿Qué leías?

-El libreto de la obra, es que tantas veces que la hemos ensayado ya está muy gastado mi libreto original así que lo volví a imprimir, aun falta mucho para estrenar la obra, pero apenas estamos logrando captar a nuestros personajes plenamente, nos queda el tiempo suficiente para mejorar.

-Cierto-me levante-¿Nos vamos, señorita Bennet?-le sonreí mientras le ofrecía mi mano para ayudarla a pararse.

-Gracias, Señor Darcy.

 

Viernes 26 de noviembre del 2012.

 

Al finalizar las clases, cada quien se fue a su casa a prepararse para la fiesta, y como era usual, Cynthia me aviso a última hora, solo que esta vez le dije que Paulina ya me había avisado, así que yo ya estaba lista, mi papá se ofreció a llevarnos a Cynthia, a Karen y a mí a la fiesta.

 

Mi padre es quien me lleva a la escuela todas las mañanas, y con mamá me regreso a casa, no sé si a muchos les pase lo mismo que a mí, pero mi papá en el auto pone música de sus tiempos, me gusta mucho, y de hecho la mayoría se las ha dedicado a mi madre, desde que se conocieron hasta la época actual, hay veces en las que voy cantando con él en el auto y hoy no es una excepción. Justo antes de pasar por Cynthia veníamos cantando la de Pretty Woman, que genialísima canción, además como él pone todas sus canciones en su memoria USB, pues la conecta al auto y podemos escuchar desde los Carpenters, Carol King, Óscar Chávez, hasta los Beatles, los Rolling Stones, Kiss, etc. De hecho veníamos riéndonos ya que en un capítulo de Los Simpsons que vimos anoche, Homero había hecho un nuevo amigo y estaban en el bar, y acordaron que la canción que marcaría su amistad sería la de la rocola y era la canción “Do me that one more time” fue tan gracioso, y esa era la que veníamos escuchando justo ahorita, ya veo las grandes y valiosas ventajas de saber inglés a la perfección, le entiendo a todo, aunque aún me cuesta mucho trabajo la pronunciación.

 

-Háblale a Cynthia-me dijo deteniendo el auto justo frente a la entrada de la casa de Cynthia y pasándome su celular para hablarle a mi amiga. Como Cynthia y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, sus padres tanto como los míos son muy buenos amigos y a estas alturas sería tonto si mi papá no tuviera entre sus contactos el número de la casa de Cynthia.

-Ya estamos aquí, vámonos amiga.

-Vale, ahorita salgo-dijo Cynthia del otro lado de la línea.

 

No tardo ni un minuto cuando el enorme portón de su casa se abrió y de ella salió Cynthia acompañada de su mamá que venía a decirnos hola.

 

-Hola, Romelia-dijo mi papá bajándose del auto y saludando de mano a la mamá de Cynthia.

-Hola chicos, les encargo mucho a mi nena-dijo muy cariñosamente.

-Ya no soy una peque mami-dijo Cynthia despidiéndose de beso de la señora Romelia.

-Siempre serás mi niña hermosa-dijo devolviéndole el beso.

-Vale, vale-sonrió Cynthia y se subió al auto.

-Salúdame a tu esposo-dijo mi papá despidiéndose de la señora.

-Y tú salúdame a la tuya-sonrió la señora-que les vaya muy bien chicas, Cynthia no quiero que llegues tarde.

-Sí, mami.

-Hasta luego-dijimos mi papá y yo.

 

En cuanto mi padre subió al auto, lo arranco y nos fuimos a recoger a Karen, puesto que no vive tan lejos.

 

-Te vez despampánate, amiga-le dije sonriéndole y viendo como venía vestida.

-Lo sé-dijo moviendo su cabello de forma presumida-soy una perra-sonrió e hizo ademán de presunción, toda una diva-y una diva buena onda-me sonrió y me abrazo-también te ves súper.

-Gracias-le dije abrazándola.

 

Cynthia llevaba una blusa roja descubierta de los hombros y debajo de esta un top negro, pantalones oscuros y súper pegados, zapatos de tacón negro, el cabello planchado y maquillaje muy bien elaborado pero no al punto de decir “tómame, soy toda tuya”. Yo por otra parte llevaba una blusa azul muy parecida a la de Cynthia solo que un hombro lo tenía descubierto y el otro no, un top negro, jean rotos (pero por ser así el estilo) y pegados, mis converse negros igual de gastados, cabello planchado, no tan maquillada como Cynthia, pero al menos lo necesario, pensé en llevar lentes de contacto, pero recuerdo muy bien que la última vez que los use no los aguante mucho tiempo y me los quite, así que mejor traigo los lentes.

 

-Es cierto que se ven preciosas-dijo mi papá.

-Gracias-dijimos las dos.

 

Sorprendentemente los únicos que opinan que nos vemos raras como mejores amigas Cynthia y yo son nuestros amigos, puesto que nuestras familias opinan todo lo contrario, no creen que existan mejores amigas como nosotras. Y es cierto, opino que mi vida no sería la misma sin Cynthia a mi lado, es la mejor amiga que se puede pedir en la vida, ella dice que somos algo así como “la diablita y el angelito” creo que está de menos decir quién es el angelito y quién la diablita.

 

A Cynthia también le gusta mucho la música que siempre pone mi papá e incluso han conversado durante horas sobre música entre ellos, hasta se pasan canciones de celular a celular, así que tampoco es raro verla cantando con nosotros. “Qué papá tan genial tienes” es lo que siempre me dice Cynthia muy animada.

 

Finalmente llegamos a casa de Karen como a los 15 minutos de haber recogido a Cynthia, mis papás conocen atajos en la ciudad que no cualquiera conoce, así que atravesar la ciudad para ellos les pude llevar una hora y a otros hasta 3 horas. Pero es cierto que desde el punto que se mire Karen vive a 15 minutos de nosotros.

 

-Háblale a tu amiga-me dice mi papá volviéndome a pasar su celular.

-Gracias-lo tome y marque el número de Karen.

 

Bien podría marcar desde mi celular pero a mi papá no le gusta que gaste mi crédito, así que siempre me presta su celular.

 

-Ya estamos aquí, Karen.

-Que bueno, ahora mismo bajo.

-Vale.

 

Karen vive en un departamento, creo que en el 4 piso, aunque no sé bien en cuál de todos los edificios, puesto que hay 4 en la zona habitacional en la que vive, así que sería lógico que Karen tardará unos minutos en llegar, tiempo que nosotros aprovechamos en cantar con mi papá.

 

A los 4 minutos más o menos, vimos que Karen venía a lo lejos acompañada de su mamá, según tengo entendido los papás de Karen están divorciados, y ella vive con su mamá. Sinceramente esta es la primera vez que conozco a su mamá y de alguna forma estoy nerviosa. Puede que Karen ya conozca a mi familia por todos los fines de semana en los que ha ido a entrenar y a ensayar a mi casa, pero nosotros a sus padres no los conocemos. Acto seguido nosotros bajamos del auto, hasta Cynthia.

 

Sin embargo cuando vi mejor a Karen me le quede viendo largo y tendido, se veía muy bonita, pero de inmediato moví la cabeza de un lado a otro para distraerme ¿Qué fue esa actitud tan rara mía? Que miedo me doy a veces. Pero de que Karen se veía muy bonita, claro que así era, Karen traía puesto una blusa blanca (muy parecida a una gabardina, sólo que en blusa), jeans azul marino, zapatos de tacón bajo negros, su maquillaje era sencillo pero fino, venía peinada con media coleta de caballo y un collar muy bonito con el símbolo del Ying-Yang y pulseras de tela blancas. Me le quede viendo hasta que me di cuenta de que Cynthia y mi papá ya habían bajado.

 

-Hola -dijo Karen acercándose a nosotros-buenas noches señor-le dio la mano a mi papá.

-Buenas noches, Karen-le sonrió mi papá saludándola de mano gentilmente.

-Hola, Cynthia-Karen la saludo de beso.

-Hola, Karen-sonrió Cynthia-te ves muy bien, mira cómo has dejado a la pobre de Laura-se empezó a reír a manera de burla-es broma-pero Karen no pareció entenderle.

-Hola, Laura-me dijo acercándose a mí.

-Ho… Hola, Karen-dije apenas en mí-te ves… emm… estupenda.

-¿En serio?-se miro Karen una y otra vez.

-Claro-dije ya más tranquila.

-Cielos, gracias-me sonrió-ustedes también se ven muy bien.

-Gracias-dijimos Cynthia y yo.

-Quiero presentarles a mi mamá, Ingrid, mami ellos son el padre de Laura-Karen presento a mi papá.

-Mucho gusto, señor, gracias por recibir a mi hija todos los fines de semana en su casa, por favor dígame si hay alguna forma de pagarle este enorme favor-dijo su madre saludando de mano a mi papá.

-El gusto es mío, y no se preocupe, su hija no es ninguna molestia para nosotros, nos encanta tenerla en nuestra compañía-dijo mi papá sonriéndole y estrechando su mano.

-Ella es la mejor amiga de Laura y amiga mía, Cynthia.

-Mucho gusto, señora-dijo Cynthia estrechando la mano de la señora.

-Hola-le sonrió la señora.

-Y ella es la amiga de la que te hable, Laura-finalmente me presento a mí con su mamá.

-Hola-me dijo estrechando mi mano con las dos suyas-muchas gracias por todo lo que has hecho por mi hija, en verdad muchas gracias.

-No hay de qué, señora-dije muy emocionada.

 

Estuvimos algunos minutos platicando con Karen y su mamá en la calle, pero finalmente nos fuimos, ya que empezaba a hacer frío. Ahora que lo pienso, Karen nunca nos había visto a los tres cantando y creo que eso la saco un poco de onda, pero después se nos unió, también conocía algunas canciones, lo cual es muy bueno.

 Finalmente más o menos a las 9 pm llegamos al lugar de la fiesta, un salón que contrato la chava, usualmente a las fiestas que organiza esta chava van muchos estudiantes, pero a ella le choca que a sus fiestas se colen chicos que no son de nuestra prepa, así que el único requisito para entrar es presentar la credencial, sé que se oye raro, pero créanme que es molesto ver luego a  otros chavos que pretenden ser de nuestra prepa y quieren ligar y todo eso y pues es horrible, apoyo eso de la credencial, aunque admito que ella es la única que pide eso en sus fiestas, a las otras fiestas que he ido de otros chicos pues no importa si eres de la prepa o no, todos pasan.

 

Nos despedimos en la entrada de mi papá, Cynthia se iba a regresar por su parte, siempre ha sido así ya que Cynthia se queda con el chavo con el que este ligando, pero por mí y Karen iba a regresar, como máximo nos iba a recoger a las 2 am ya que había que descansar para ensayar y practicar este fin de semana.

 

-Con cuidado, chicas, cualquier cosa nos hablan y venimos por ustedes-me dio un beso en la frente.

-Ok, papi-le sonreí y nos despedimos de beso en la mejilla.

-Gracias, señor-dijo Karen.

-Regresa con cuidado a casa, Cynthia-le dijo mi papá a mi amiga.

-Claro, no se preocupe, gracias por traernos.

-Esperare a que entren-dijo mi papá mientras nosotras nos alejábamos.

 

Nos acercamos a la entrada del salón y presentamos nuestra credencial con los que estaban cuidando la entrada, unos gorilones con lentes negros bien presumidos, que verificaron que realmente fuéramos nosotras en las credenciales y nos dejaron pasar, que nenas.

 

En las fiestas que organiza esta chava generalmente la ayudan otros chavos, pero la que pone casi todo es ella, y con mayor razón en esta fiesta, ya que es la de su cumpleaños.

 

Al entrar nos pusimos a buscar a los demás, pero no fue tan fácil, como siempre había buena música, de hecho la que sonaba en el momento de entrar era la de Danza Kuduro, pero el problema era la iluminación, todo oscuro así que nos pusimos a buscar a los chicos en los sofás que veníamos ahí o en las mesas, sería imposible usar el celular pues sería poco probable que lo escucharan con tanto ruido. Además de que tardamos un rato extra, ya que nos encontrábamos a compañeros de años anteriores que nos saludaban alegremente y nos invitaban a beber y a bailar y más de uno ya se estaba sabroseando a Cynthia, pero como siempre Cynthia no se dejo, “Soy diva, no fácil” era la frase de Cynthia, hasta la tenía escrita en sus cuadernos y en su información del facebook, también intentaron los chicos bailar conmigo y con Karen pero ninguna de las dos estaba de humor para estar con otro chavo con intenciones distintas a la amistad y menos con ese físico que se cargan algunos, sé que suena mal plan cuando digo eso, pero hasta yo tengo un tipo especial de persona que me gusta físicamente, obvio que quien no entre en ese criterio no lo acepto, o al menos eso no ha sucedido hasta ahora.

 

Finalmente los encontramos en uno de los sofás cercanos a la pista de baile, Paulina y Julián platicaban alegremente mientras Oscar y María regresaban con bebidas, al ser barra libre el costo de las bebidas lo pagamos el día de ayer con la chava que la encontramos en la prepa. Además de ellos había otros chicos de nuestro salón ahí sentados, otros en la pista de baile, en lo personal me caen bien los de mi salón pero no tanto como para llamarlos íntimos, aunque claro que platique con ellos un rato mientras bebíamos, a mí Oscar me paso una paloma (sí ya sé, de bebés, no me importa, me gusta esa combinación de bebida) mientras que Karen bebía Vodka con refresco y platicaba con los chicos.

 

Era obvio en cuanto acabamos de beber nos paramos a bailar, Oscar fue tan insistente con María en pedirle que bailara con él, que María acepto,  aunque todos sabemos que lo había aceptado desde que se lo pidió por primera vez, sólo que se estaba haciendo la difícil y más porque Julián también le pidió que bailara con ella. Así que otro poco y se arma un problemón entre esos tres, pero un compañero del salón se llevo a Julián lejos dejando que Oscar y María bailaran, al parecer María está empezando a aceptar más a Oscar, aunque claro, aun le gusta Julián.

 

Por otra parte, en cuanto Paulina vio llegar a Cynthia se fueron las dos a beber y después a bailar. Y a mí como mis compañeros ya me tenían algo harta, puesto que decían otra cosa más que “Que buena fiesta, ¡viernes social!” intente escabullirme pero siempre me abordaban con la misma maldita frase, afortunadamente Cynthia que volvía con algunas bebidas se dio cuenta y me saco de ahí.

 

-Tú salón está loco-me dijo mientras bebía-tenían que ser del turno de la mañana.

-Lo sé-dije agarrando la bebida que me había traído.

-Vámonos a bailar, anda, hace mucho que tú y yo no salimos a una fiesta, ya te extrañaba amiga-me dijo abrazándome.

-Yo también te extrañaba-le dije abrazándola.

-Vamos-me dijo jalándome del brazo a la pista de baile.

-¿No vas a ir a conseguir novio?-le pregunte con una sonrisa picarona.

-Naaaaaa, más al rato-me sonrió-hoy quiero estar con mi mejor amiga mucho tiempo-sonreí con esa frase, sin duda ella era mi mejor amiga.

-Vale.

-¿No quieren venir con nosotras?-pregunto Cynthia a Karen y Paulina que platicaban animadamente.

-Claro-dijeron las dos al mismo tiempo y las cuatro nos dirigimos a la pista de baile.

 

He visto a Paulina y a Karen en la mayoría de sus facetas, pero nunca las había visto en una fiesta, ambas son muy sonrientes y Paulina al ser diva baila medio raro, espero que muchos me entiendan a lo que me refiero-diva bailando- y Karen se mueve bastante bien, además de bonita baila bien… rayos, sí que me doy miedo.

 

Se podría decir que bailamos sin parar al menos dos horas, y digo se podría, ya que entre ratitos íbamos a la barra a pedir una bebida, aunque les daré un tip, si van a beber, siempre pidan lo mismo ya que no sé qué cosa les pude pasar si beben mucho de distintas bebidas, les juro que lo sabía pero ya se me olvido, el punto es que es malo, afortunadamente a mí se me baja bien rápido si bailo o hago algo más que beber durante ese tiempo, aunque eso no quita que me sienta medio mareada, sin embargo hacía mucho calor ahí dentro, así que nos salimos las cuatro a tomar algo de aire al jardín del salón, pero en serio que la música estaba tan buena que incluso afuera estábamos bailando y no éramos las únicas, otros chavos también estaban ahí mismo bailando. En ese momento estaba la canción Ai seu te pego.

 

Aunque admito que jamás nos esperamos encontrar a María y a Julián afuera besándose. ¡Casi nos da un paro cardiaco!

 

-¡¿Pero qué no ya le estaba gustando Oscar?!-dijo muy espantada Paulina.

-No lo sé-le dije prácticamente atónita.

-Calma-dijo Karen-seguro que solo es un simple beso y ya.

-Pues eso no me parece un simple beso-dijo Cynthia de manera cachonda.

 

Y tenía razón, Julián ya la andaba toqueteando mientras María lo abrazaba muy fuerte y besaba una y otra vez su cuello.

 

-¡Carajo!-grito Paulina.

-¡¿Qué?!-preguntamos todas.

-¡Ahí viene Oscar!-Paulina señalo hacia el otro extremo del jardín donde venía llegando Oscar con bebidas en la mano.

 

Me atrevo a inferir que Oscar fue por bebidas para él y María, pero seguro algo paso en el inter en el que Oscar se fue por las bebidas que María y Julián ahora se estaban besando. ¡Qué miedo!

 

-¡¿Qué hacemos?!-grito muy asustada Karen-¡Si Oscar ve esto seguro se le rompe el corazón en mil pedazos!

-¡Hay que detenerlo!

-Yo voy-dijo Cynthia saliendo y dirigiéndose a Oscar-las veo en la pista de baile.

 

Atentas y escondidas vimos como Cynthia se acercaba a Oscar y con ademán de coquetearle se lo intento llevar a la pista de baile, pero al parecer Oscar se resistió, y mejor Cynthia volvió a razonar con él y al parecer ya Oscar siguió a Cynthia a la pista de baile, aunque no estábamos del todo lejos como para no escuchar la conversación, había mucho ruido y no pudimos escuchar nada, ahora sólo quedaba alejar tanto a Oscar como fuera posible de ese jardín, pero sería imposible, en algún momento todo se sabría.

 

Se nos vino a la mente separar en ese momento a Julián y María, pero eso sería también muy grosero de nuestra parte, pero aquí los de la culpa eran Julián y María, y más de María en nuestra opinión, ¿Por qué besarse con Julián cuando él sólo juega con sus sentimientos y no con Oscar que realmente la quiere? Cielos, a veces la vida puede ser muy injusta.

 

Al final terminamos volviendo a la pista de baile donde Cynthia intentaba hacer que Oscar bailara sin ningún éxito pues él insistía en encontrar a María.

 

-Te juro que María estaba aquí-dijo Cynthia intentando hacer bailar a Oscar.

-Pues ya viste que no-dijo algo irritado.

-Es cierto-dijo Paulina interviniendo-te juramos que aquí estaba ella.

-¿De verdad?-Oscar pareció creerle más a ella.

-Sí-dijo Paulina fingiendo una sonrisa.

-Vale, les creo-dijo él ya más convencido.

-¿Por qué no la esperas aquí bailando con nosotras?-le pregunto Cynthia.

-Bien-dijo él aún algo irritado.

-Esto no me gusta nada-me dijo Karen bailando conmigo.

-Ni a mí, pero por ahora no se nos ocurre nada mejor-le dije.

 -Pobre de Oscar-dijo Karen abrazándome-me siento mal por él, él la quiere mucho y María de alguna forma juega con sus sentimientos cruelmente.

-Sí, pero este no es nuestro problema-dije sosteniéndola gentilmente.

-No es cierto, ya lo es, le acabamos de mentir a Oscar para encubrir a María cuando debió de haber pasado que Oscar se diera cuenta.

-Pero eso no habría sido justo para ninguno de los dos y seguro se habría armado una escena, por ahora dejemos que esto siga, ya después nos disculparemos con ellos.

-Pero una disculpa no arregla las cosas.

-Lo sé, pero no hay nada más que podamos hacer-dije bastante enojada por la situación.

 

Al final de todo nosotras tuvimos que entretener mucho tiempo a Oscar, hasta que Paulina se harto de tener que estar encubriendo a los otros dos y fue a buscarlos, a los 5 minutos regresaron los 3 y claro que eso Oscar lo noto muy bien, pero fingió que no había visto nada y simplemente se dejo llevar por la música, mientras María estaba tan apenada que se notaba que en cualquier momento iba a llorar y el más cínico de todos era Julián, pues no deja de tener la misma cara de “Me acabo de tirar a María y tú no, Oscar”. A veces me da coraje saber que la necesidad de vengarse de alguien nos vuelve estúpidos y digo vengarse porque seguramente Julián se está vengando de la paliza que le puso Oscar, aunque igual puedo equivocarme y tal vez Julián tenga sentimientos hacia María, y por su bien espero que así sea, de lo contrario no solo Oscar estaría encantado de agarrarlo a golpes.

 

Pero bueno, dejando ese tema de lado ya nos quedamos entre los siete bailando y bebiendo, quizás se me llego a subir un poquito la bebida, pero no tanto como para tambalearme, de lo que sí estoy segura es que Karen no aguanta tanto el alcohol, la pobre ya estaba un poco la mareada a la segunda bebida,  así que la acompañe a sentarse un rato mientras se le bajaba, por lo que me conto (y quien sabe cuánto fue verdad, pues estaba medio mareada) ella no bebe mucho ya que no le gusta y casi no va a fiestas, creí que era porque no le gustaba beber, pero me dijo que realmente no iba a fiestas ya que su mamá se lo tenía súper prohibido, puesto que la señora odia ver como los chicos y chicas deshacen sus vidas en el alcohol y pueden terminar en nefastos accidentes, eso lo entendía perfecto, pero me dijo que a esta fiesta sí la dejo asistir, en primer lugar porque Karen le rogo a más no poder y en segundo porque mi papá nos iba a traer y a recoger, así que no iba a haber ningún problema, además la señora tiene muy buena impresión de mí y de mi familia y confió en nosotros para cuidar a su hija y eso vale mucho.

 

-Creo que ya me siento mejor-dijo Karen al cabo de unos minutos y se incorporo-al menos puedo pararme-se empezó a reír-lamento que me vieras así.

-No, está bien-le dije parándome a su lado-¿Puedes caminar bien?

-Sí-dijo dando algunos pasos manteniendo el equilibrio-no bebí tanto-volvió a reírse.

-De acuerdo.

-¿Ya te sientes mejor, Karen?-pregunto Cynthia que llegaba con Paulina.

-Sí-dijo Karen-muchas gracias, ya me siento mejor.

-Vale-dijo Paulina sonriente-pero ya no vuelvas a beber más de la cuenta si no lo aguantas.

-Yo la controlaré-dije.

-Vigila que no se vuelva a acercar a la barra-Cynthia se río a carcajadas mientras Karen se ponía roja de la pena.

-Lo tendré en cuenta-mire a Karen-tranquila, es una broma-le dije.

-Más te vale-me hizo pucheros.

 

Karen borracha (bueno, no tan borracha) era divertida de ver, toda roja y apenada por todo, sin duda se veía tierna, aunque obvia me agradaba más sobria, sus ojos se ven brillantes.

 

-Oigan ¿Y María y Julián?-pregunto Cynthia.

-Ni idea-dijo Paulina-pero ahí está Oscar-dijo señalando a el sofá donde nos sentamos por primera vez.

-¿Qué hace?

-Creo que… está llorando-dijo algo asustada Karen.

-¿De verdad?-pregunte impactada y viendo mejor a Oscar-sí es cierto, está llorando.

-Seguro es por María.

-¿Qué hacemos?

-Vamos con él.

-Vale.

 

Las 4 nos acercamos a Oscar, quien al vernos llegar se quiso limpiar las lágrimas pero ya era muy tarde, lo habíamos cachado.

 

-¿Por qué lloras Oscar?-pregunto Paulina.

-¿Es por María?-pregunto Karen.

-Sí-dijo muy decepcionado-no creo que ustedes me entiendan-dijo secándose las lágrimas que aun el caían por el rostro-no creo que entiendan lo cruel que es ver a quien te gusta con alguien más-nos miro furioso.

 

No sé en el caso de las demás si han sentido esto que siente ahora Oscar, pero en mi caso sí y me doy una idea de lo mal que se siente, es muy cruel ver a quien te gusta con alguien más.

 

-Además-agrego Oscar-no sirvió que me trataran de alejar de María y Julián cuando llevaba las bebidas, Julián me conto hace rato lo que paso y es por eso que ahorita ninguno de los dos está, María corrió a Julián de aquí en lo que ustedes platicaban y yo trate de hablar con ella, pero al irse Julián a otra parte, ella se echo a correr a no sé dónde y me prohibió seguirla, así que aquí estoy. Aunque les doy las gracias por tratar de evitarme un coraje. Además con lo sucedido, hay que decir que también la canción que está en estos momentos no ayuda mucho.

 

Puse más atención a la música y era cierto, la canción que estaba justo ahorita no ayudaba para nada, era la de Te doy mi corazón de Cali y El Dandee. Vaya que a veces la música puede ser muy cruel con el corazón.

 

-¿Saben qué?-dijo Oscar levantándose-ya me harte. Aunque María me guste muchísimo, no puedo obligarla a que se enamore de mí y si insiste en seguir enamorada de ese idiota yo no puedo hacer nada-seguía llorando-me voy a casa, si la ven díganle que me fui y ya, no quiero hablar con ella.

 

Oscar empezó a recoger su chaqueta mientras nosotras nos le quedamos viendo bien espantadas, jamás habíamos visto a Oscar así, no creo que eso fuera efecto del alcohol,  pero tampoco creo que fuera por que se le ocurrió ahorita y ya, se nota que ya lleva harto mucho tiempo de esto, pero supongo que el deseo de estar con María era más fuerte que su deseo de dejarse vencer por Julián pero finalmente está cediendo a la derrota, le deseo mucho éxito superando su problema, me gustaría ayudarlo, pero no tengo ni idea de siquiera qué decirle ahora.

 

-Bye-nos dijo despidiéndose de beso en la mejilla de todas.

 

Así como nos dijo adiós de rápido, así se fue, pronto se perdió entre la multitud mientras nosotras nos quedamos ahí paradas sin saber ni qué onda, finalmente Cynthia sugirió que nos distrajéramos del problema y nos pusimos a bailar. Muy buena idea, al menos ya estábamos distraídas, pero este estado no duro mucho, al cabo de otros minutos llego María, quien preguntaba por Oscar, pero le dijimos que Oscar ya se había ido, al principio María quiso ir a perseguirlo y hablar con él, pero la detuvimos y le dijimos que no debía de ir tras él ahora, ya que Oscar estaba más que furioso y tal vez solo iban a empeorar las cosas, así que María acepto pero ya no quiso bailar con nosotras, sino que se fue a la barra a beber. Tratamos de detenerla pero fue en vano, al cabo de poco tiempo ella ya estaba en la barra ahogando sus penas. Simplemente la dejamos ahí, ahora que lo pienso no fue lo más correcto, pero ella se rehusaba a estar con nosotras ¿Qué más podíamos hacer?

 

Decidimos dejar todo este tema de líos amorosos de una buena vez y nos pusimos a bailar así bien padre, o al menos eso digo yo, nos unimos al principio a los chavos de nuestro salón pero nos cayeron gordos y mejor nos fuimos con los del salón de Cynthia y como en este grupo me inscribí yo antes de cambiarme de turno, pues yo ya conocía a muchos de ahí, así que nos divertimos mucho con ellos, Karen y Paulina también nos acompañaron y como me lo esperaba, a esa fiesta no fue Alma.

 

Ame la música, es de esas fiestas en las que la mayoría de las canciones ya las conoces y las que no igual las bailas, las que más me gustan y que  bailamos fueron Like a G6, Love comes around, ai seu te pego, Saturday night, chuntaro style, dragostea din tei, I know you want me, Shabadabada , etc. Eran un buen de buenas, casi todos estábamos en la pista de baile cantando y bailando, pero hubo otras canciones con las que casi nos ponemos a llorar como la de She will be loved, amargo adiós, morena mía, nada valgo sin tu amor, rosas, Te regalo, Torero, etc. En fin, era una lloradera de algunos borrachines y todo el mundo cantando, me dio risa vernos a todas cante y cante, pero aun faltaba bailar lo que se dice ya las de salsa, cumbia, etc. Y es que como ya éramos muchos en la pista de baile, como que bailar no iba a ser tan buena idea, así que más o menos a la 1 am ya se puso salsa, cumbia y todo eso, pero claro, nosotras no teníamos parejas y Cynthia aun seguía con nosotras, pues me dijo que ella ya se iría a buscar novia casi cuando yo me fuera, así que yo me puse a bailar con Karen mientras ella bailaba con Paulina, cuando Cynthia le dijo a Paulina que si quería bailar con ella, Paulina no se la creía, y sonrio cuando acepto bailar con ella, al instante se pusieron a bailar, la que estaba en esos momentos era la Que bello, y vaya, sí que amabas demostraron ser buenas en el baile, de por sí Cynthia baila muy bien, y verla con Paulina que bailaba casi tan bien como ella era como de wow, Karen y yo las miramos largo y tendido hasta que la invite a bailar conmigo.

 

-Emmm pero te advierto que no bailo tan bien como Paulina-me dijo tomándome de la mano.

-No te preocupes-le dije- yo tampoco bailo tan bien como Cynthia, pero sé al menos lo básico.

-Bueno-me sonrio y me sostuvo con seguridad de la mano. Yo al dirigí hasta la pista.

 

Quizás fue mi nerviosismo de que no bailo tan bien como Cynthia o que estaba bailando por primera vez con Karen (que no fuera en los ensayos de la obra) que me sentía muy nerviosa, pero sin dudarlo ni un solo momento decidí bailar como nunca, así que simplemente le dije a Karen que si no sabía qué hacer, que hiciera lo que le decía, ella acepto y se dejo guiar por mí, al principio si me seguía el paso pero al parecer yo sabía un poco más que ella, así que sí hubo momentos en los que le decía que hiciera una cosa y otra, punto bueno, le gusta bailar entonces no se pone toda tiesa al bailar así que realmente lo único que la delataba que no sabía muchos pasos era que yo le decía algunos fuera de eso ni quien opinara algo distinto.

 

-Ahora en cuanto cuente tres vas a acercarte a mí, luego como que te empujas y después te vuelves a acercar a mí y al final te daré una vuelta, ¿va?-le dije al oído mientras bailaba con ella.

-Bueno…-me dijo con una risita y algo apenada.

-1… 2… 3… ahora-deje que Karen obedeciera lo que le dije y cuando la vi regresar de nuevo a su posición me dio gusto ver que le salió muy bien-perfecto-le dije volviendo a tomar sus manos entre las mías-te salió muy bien-le dije al oído.

-Gracias-me respondió dejándose llevar-es porque me ayudas mucho, no tienes ni idea de cuánto.

-No hay de qué.

 

Dios, ame su bello rostro lleno de alegría y energía mientras bailábamos, no es usual que yo baile con la misma pareja más de 3 canciones seguidas más que con René, pero con Karen fue la excepción, con ella hasta perdí la cuenta de cuántas baile con ella. Bailamos la de Que bello, la Cita, amor de mis amores, que precio tiene el cielo, yo no sé mañana, porque yo en el amor soy un idiota, Mi Bom Bon, etc. Todas esas son las que recuerdo, pero sé que bailamos muchas más o al menos hasta que casi nos dieron las 2 am,  puesto que Karen ya estaba cansada y dentro de poco iba a venir mi papá por nosotras. Además de que ya casi al final ni le tenía que decir a Karen qué hacer, ella hasta me llego a guiar en algunas ocasiones. Así que nos sentamos, e incluso Cynthia y Paulina nos hicieron compañía, Paulina venía fuertemente agarrada del brazo de Cynthia mientras que Cynthia caminaba toda presumida, pues sabía muy bien que fue plenamente admiraba por medio mundo mientras bailaba.

 

-Ya casi son las 2 de la mañana-dijo Cynthia.

-Ya te quieres ir a ligar ¿Verdad?-la mire toda picarona.

-Sí-sonrió.

-Pues ve, nosotras ya casi nos vamos.

-¿No hay problema?

-No, sí quieres de una vez nos despedimos, amiga-le sonreí.

-Vale, gracias-se levanto y se despidió de mí de beso-adiós chicas-dijo Cynthia despidiéndose de Paulina y Karen.

-Adiós-dijo Karen.

-¿Ya te vas?-la miro muy confundida Paulina.

-Sí, es que hace mucho que no ligo en una fiesta y al menos se me antoja u novio de media hora-se comenzó a reír a carcajadas mientras se despedía de beso de ella-xiau.

 

Cynthia comenzó a alejarse hacia la pista de baile, Karen y yo nos pusimos a platicar pero vimos a Paulina fuera de sí, toda impactada como si le hubieran dicho una cruel verdad.

 

-¿Paulina, estás bien?-le pregunto Karen, pero Paulina no respondía.

-¿Paulina?-le hable-Paulina, responde.

-¡Paulina!-le hablo muy fuerte Karen-oye, ¿sigues viva?

-¿Eh? ¿Qué?-pregunto Paulina volviendo en sí.

-¿Qué tienes? Te ves toda rara ¿Sucede algo?-le preguntamos.

-Emmm yo… ah… Cynthia… eh… bueno… ¿Cynthia siempre se consigue novio en cada fiesta a la que va?

-Sí-asentí sin ninguna duda-es como un deporte para ella.

-¿Por qué?-me pregunto Karen.

-Pues no lo sé-dije-ha sido su costumbre desde hace muchos años, ella cambia de novio como de calzón, ya le he dicho muchas veces que no debe de hacer eso, aún así lo sigue haciendo, supongo que es porque ella no se ha enamorado de alguien y prefiere divertirse con el amor que caer en sus redes.

-¿Jamás se ha enamorado?-pregunto Paulina.

-Pues no que yo sepa-asentí-ella asegura que el día en que se enamore será cuando los cerdos vuelen, puesto que ella dice que nació para jugar con el amor y no para ser su esclava, es divertida su forma de ver el amor y la entiendo, y si a ella le gusta comportarse así pues no puedo detenerla, así que ya me acostumbre a verla comportarse así, además de que generalmente los novios que se consigue son de mínimo una hora hasta máximo una semana. Pero no lo vean como amor de una noche-me comencé a reír-Cynthia no consigue novio para tener relaciones, a ella eos no le llama la atención por ahora, así que digamos solo tiene novio por diversión pasajera y ya, con el chavo con el que duro una semana, fue tanto tiempo debido a que se le olvido que tenía novio, hasta que se encontró con el chavo en otra fiesta y él estaba de insistente en estar con ella y ella ni sabía por qué hasta que recordó que jamás había roto con él y pues lo corto, sólo por eso duraron una semana ese supuesto noviazgo.

 

Era cierto que mi amiga y yo éramos muy distintas entre nosotras, pero Cynthia era mi mejor amiga en todo el mundo y no la cambiaría por nadie, esas actitudes suyas tan independientes y salvajes pueden irritar a muchos (en especial a sus exnovios) pero a mí me dan risa y la dejo ser, ahora mismo está ya platicando con un chavo en la barra, se ve que ya está muy contenta de volver a las fiestas, que bueno que se está volviendo a divertir, además de que pasamos una noche increíble juntas y como yo ya casi me voy, pues es justo que se divierta ya un rato, el tipo de diversión que ella prefiere.

 

-Qué extraña es-dijo Karen riéndose un poco-está bien ser así, creo.

-Sí, lo sé-dije-está bien loca y por eso la quiero mucho.

-Ahora vuelvo-dijo Paulina incorporándose de golpe.

-¿A dónde vas?-preguntamos asustadas Karen y yo al verla tan enojada, tenía sus puños fuertemente cerrados y estaba más que enojada, lo cual es muy raro pues siempre está sonriente.

-Si quieren váyanse, nos vemos el lunes en clases-dijo muy furiosa y comenzó a caminar hacia Cynthia.

-¿Pero qué está pasando?-me pregunto Karen más que confundida.

-Ni idea-le dije sosteniéndola pues de la sorpresa de que Paulina se levanto, Karen y yo casi nos caemos.

-¿Pero qué está haciendo Paulina?-me pregunto Karen.

-¿Dónde?

-Ahí-señalo hacia Cynthia-mírala, va bien encabronada.

-Cierto-dije-que miedo.

-Oh, está llegando a Cynthia. La… la está jalando lejos del chico.

-¿Pero qué demonios está pasando?-pregunte sacada de onda viendo como Paulina jalaba a Cynthia contra su voluntad hacia otra parte del salón, mientras el chico con el que Cynthia estaba coqueteando se quedaba confundido.

-¿Qué paso?-me pregunto Karen.

-Ni idea-dije haciendo énfasis en ambas palabras.

 

Si no es por mi celular que estaba sonando Karen y yo nos hubiéramos quedado embobadas toda la noche, era mi papá que me avisaba que ya había llegado por nosotras. Así que Karen y yo recogimos rápido nuestras cosas y yo ya iba a buscar a María para ver cómo estaba pero Karen me detuvo, me dijo que ella ya había visto a María ser llevada por unos compañeros del salón a la entrada del lugar con su familia que había venido por ella ya que estaba bien borracha.

 

-Que noche tan rara-dije poniéndome el suéter ya en la calle.

-Sí-dijo Karen intentándose poner el suyo pero se le atoro un poco en el cabello.

-Déjame ayudarte-le dije ayudándole a ponerse el suéter.

-Gracias-me dijo tomándome de la mano-bailas bien.

-Tú tampoco te quedas atrás-le dije sonriéndole y dirigiéndonos al carro de mi papá.

Notas finales:

Y bien??? un cap digno d tanta espera??? :3 espero m digan q les pareccio xq este cap ha sido aun más largo q el anterior XD y tenía pensado seguir escribiendolo pero cuando vi ya cuantas páginas tenía escritas en word me quede así d 0.0 q miedoooo


XD En fin... Cuidense!!!! Saludines!!!! Oooo y si alguien me pregunta d donde saque esas canciones XD sn d las q recuerdo d las fiestas a las q he ido, está buena la música pero se me olvidan sus nombres XD

Nos vemos

IRIE RYUEN


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