Si no piensas bien las cosas, quién sabe de qué te estés perdiendo.
IRIE RYUEN
Sábado 27 de noviembre del 2010.
Usualmente los sábados son días en los que puedo dormir más allá de las 6 a.m. (a esa hora suelo levantarme entre semana), porque claro, es fin de semana, es raro si me despierto antes de las 9 a.m. En fines de semana generalmente hay 3 factores que pueden despertarme, uno es que alguien de mi familia me despierte, el segundo es el despertador si es que llego a escucharlo de pura suerte ya que tengo el sueño bastante pesado o bien, que el sonido del exterior lo haga y es que aunque vivo en una zona bastante tranquila, no falta algún vecino que esté haciendo ruido de más y se pase de listo despertando a los demás, pero hoy fue la excepción, ni mis padres o hermana, ni el despertador ni los vecinos me despertaron, fue Cynthia, quien sin saber cómo entró a mi cuarto cual vil fiera contra su presa y me comenzó a sacudir y prácticamente a golpear.
-¡Babosa! ¡Despierta!-fue lo primero que le escuche gritarme en cuanto abrí los ojos del susto, aparte de que me saco el aire cuando cayó encima de mí para agitarme-¡He dicho que despiertes, tonta! ¡Imbécil, levántate! ¡Tenemos que hablar ahora! ¡Pero ya! ¡Cómo vas! ¡Que he dicho que te despiertes, tú mensa!
-¿Pero qué demo…-trate de articular palabra, pero no podía, aun no podía respirar bien, además de que estaba yo toda confundida, jamás había visto a Cynthia tan alterada y tan furiosa, ni la había escuchado insultarme en su vida.
-¡Arriba!-sentencio mirándome directamente a los ojos y acercándome hacia ella agarrándome del cuello de mi playera del pijama.
-¿Qué te pasa?-pregunte bastante tranquila pero echándole mi peor cara, aunque al parecer esta vez no pareció afectarle ver mi cara de enojada, lo único que conseguí fue que me lanzara fuera de la cama y me tirara al suelo. Ahora ambas estábamos molestas, y es que sin importar si éramos mejores amigas, eso no era como para no enojarme si ella me avienta de mi cama estando tan enojada conmigo y yo sin saber porqué.
-¡¿Tú lo sabías, verdad?! –me dijo cayendo encima de mí y sacándome el aire del golpe.
-¡I… Idiota!-trate de gritarle pero me faltaba el aire-eso… me dolió…-tosí un poco tratando de jalar aire, eche la mirada a un lado.
-¡Mirarme!-sentencio agarrándome de la boca para verla directamente-¡¿Tú lo sabías, verdad?!
-¡¿Saber qué?!-grite ya más recuperada y quitando su mano de mi cara, ella ya me estaba encajando sus uñas
-¡Lo de Paulina!
-¡¿Pero de qué me hablas?! ¡Explícate!
-¡No te hagas la babosa, bien que sabes, tú la vez todos los días!
-¡Pues ya ves que no, ahora me vas a explicar, tonta!-con todas mis fuerzas la tire de encima de mí y me puse sobre ella, sujetándola de las muñecas y sujetando fuertemente sus piernas con las mías y alejándome lo suficiente de su cara para que no me diera un cabezazo en su intento de zafarse.
-¡Suéltame!
-¡No, hasta que te calmes y me digas que carajos está pasando!
-¡Argh!
Cynthia en esos momentos no entendía con palabras y me fue casi imposible lograr que se calmará, de hecho no lo logre, hasta que debido a nuestros gritos mi hermana fue la primera que se apareció para separarnos y luego llegaron mis papás, todos estaban súper confundidos al vernos pelear, no fue una pelea muy agradable, bueno… ninguna pelea es agradable, pero la nuestra no fue leve, porque terminamos casi golpeándonos y todo, no estoy muy segura, pero creo que la cachetee dos o tres veces.
Como Cynthia y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, ella hasta tiene llaves de mi casa y yo de la suya, así que entro sin problemas y sin despertar a nadie para llegar directo a mi cuarto. Además de que es bien sabido que Cynthia tiene un carácter bien difícil, no se controla fácilmente y cuando se enoja, se queda así por mucho tiempo, y sólo se calma estando sola y dejándola pensar bien las cosas, lo bueno de mi amiga es que sabe cuando se equivoca y después de calmarse se disculpa, aunque debo de admitir que solo he sabido que se ha puesto así de alterada cuando su hermano le dijo a su familia que se iba a casar.
Ellos me quitaron a Cynthia de encima, mi hermana y mi papá agarraron a Cynthia y a mí me agarro mi mamá, yo ya estaba sangrando un poco del labio y Cynthia también aunque ella se veía peor, seguía usando la misma ropa que llevo a la fiesta y se veía muy mal, al parecer algo le había pasado.
-Aquí te vas a quedar hasta que te calmes, Cynthia-dijo mi papá sacándome de mi cuarto y dejamos a Cynthia encerrada ahí mismo para que pensara en lo que había hecho. Azotó la puerta muy enojado, a ningún padre le gusta ver a su hija siendo golpeada por alguien más, bueno, al menos no al mío-Vamos a dejar que se calme por una hora-dijo abrazándome.
-¿Qué paso, Laura?-me dijo mi mamá viéndome el labio.
-¡No lo sé!-dije aun muy alterada-¡No sé qué rayos le pasa! ¡Entro de la nada a mi cuarto, se me fue encima y empezó a discutir conmigo a lo pendejo!
-Cuidado con esas palabras, Laura-dijo mi papá muy enojado-no está bien decir groserías.
-¡Ella empezó!
-Ven, vamos a la sala a curarte-dijo mi mamá mientras mandaba a mi hermana a buscar el botiquín de primeros auxilios en el baño.
Yo estaba muy enojada y confundida, Cynthia se había vuelto loca y nada la hacía razonar las cosas, ella cuando se enoja es muy difícil que se le pase, aunque tiene un método para calmarse más rápido, y es quedarse a solas para pensar las cosas, pero no es de que se queda ahí y se distrae, sino que se sienta en el suelo se cruza de brazos y piernas y así se queda hasta que se calma y sale a disculparse. Y supongo que será ahí cuando podamos hablar ya bien con ella y curarla. Aun no eran ni las 9 de la mañana cuando esto paso.
-¡Auch!-dije en cuanto mi mamá me empezó a curar.
-Sí que te dejo feo el labio-dijo mi mamá haciendo caso omiso de mis quejas.
Ya nadie volvió a decir una sola palabra, era un ambiente bastante pesado e incomodo para todos, Cynthia jamás se había portado así conmigo, de hecho así se portaba con quienes me hacían daño y verla así sacaba de onda a todos. Una vez que me curaron nos fuimos a desayunar, yo seguía muy enojada, pero estaba segura de que había una explicación lógica para que Cynthia se portará así, ni idea de cuál fuera pero seguro había una y tenía que saberlo ahora, pero no podía interrumpir a Cynthia de pensar las cosas, primero había que dejar que se calmara y después ella diría todo sin perder ni un detalle, la conozco muy bien.
Fue cuando empezamos a recoger la mesa y lavar los trastes que Cynthia llego ante nosotros a disculparse, se veía que había llorado y que aun seguía molesta pero ya se había calmado, nadie la miro con buenos ojos en cuanto la vimos entrar a la cocina, pero no estábamos furiosos, quizás ahora solo confundidos y preocupados por ella.
-Lamento haberme portado así en su casa-dijo Cynthia sujetándose fuertemente un brazo y mirándonos fijamente, estaba muy arrepentida-lo siento de verdad, sé que disculparme no me va a salvar de que estén enojados conmigo por pelearme con Laura, pero créanme que estoy muy arrepentida y enojada conmigo misma, no debí de haberme portado así y me disculpo.
Nadie dijo una sola palabra, dejamos que siguiera hablando, era cierto que Cynthia la había cagado al pelearse en una casa que no era suya y menos frente a mis padres, pero aun así nadie la regaño, simplemente siguió hablando, yo aun seguía molesta con ella.
-Perdónenme-dijo Cynthia viendo a mis papás-no lo volveré a hacer, se los prometo, fui una tonta al golpear a Laura, ella es mi mejor amiga y la lastime, perdón-se cubrió el rostro con su mano para evitar que la viéramos llorar, pero fue inevitable, ya estaba llorando.
Una vez más nadie dijo nada, quizás fue porque aquí las que teníamos que hablar éramos ella y yo. Sin duda Cynthia sí me quería, pero se aloco bien feo y por eso se porto así y ahora estaba muy arrepentida por haberme lastimado, supongo que uno se siente terrible cuando lástima a alguien más, y es peor si se lástima a alguien muy amado, como a una mejor amiga en nuestro caso.
-Laura-Cynthia se dejo de cubrir el rostro y me miro-lo siento-camino hacia mí-perdóname-me sujeto suavemente de los hombros-perdóname, Laura-recargo su rostro en mi hombro-perdón, te hice daño cuando tú no tenías la culpa, lo siento-me miro fijamente-te quiero, perdón.
De pronto la Cynthia tan enojada que me había golpeado ahora era una chica sumamente arrepentida y triste, ella era realmente mi mejor amiga, la chica que se preocupaba por mí y que me quería sobre todas las cosas, sin más que decir la abrase y deje que llorara un poco, y ahí fue cuando mi familia ya nos miro más tranquilos y seguros de que ya todo estaba bien.
Y bueno, mis papás hablaron con ella y sí la regañaron, diciéndole que cual fuera la razón que le haya pasado, no estuvo bien lo que hizo, que no le iban a decir a sus papás pero si la amenazaron con que si lo volvía a hacer ella iba a caer de su gracia, Cynthia los escucho atentamente y les prometió que esto no se iba a volver a repetir. Poco después la curaron también y ya cuando ya estaba mejor ambas nos fuimos a hablar aparte, yo esperaba que Cynthia contará lo que había pasado frente a todos, pero por su rostro no era algo que por ahora pudiera ser público y quizás fue por eso que pidió hablar conmigo a solas y que ya después cuando hubiera oportunidad ella hablaría también con mi familia solo si era sumamente necesario.
-Vamos a mi cuarto-le dije poniéndome de pie del sofá y ayudándola a pararse.
-Vamos-me sonrió y me tomo fuertemente de la mano.
Una vez que llegamos a mi cuarto cerré lentamente la puerta tras de mí mientras Cynthia se sentaba en mi cama y abrazaba fuertemente uno de mis peluches. Sí, aun duermo con peluches y créanme que me viene valiendo si a alguien eso le parece raro.
-¿Qué paso?-le pregunte sentándome a su lado y recargándome en la pared.
-Bueno… emmm… pues… ash, no sé por dónde empezar.
-Piénsalo bien.
-Bueno, en sí todo empezó poco después de que las deje anoche en la fiesta, cuando me fui con un chavo para ligar.
-Ok, entendido.
-Yo estaba ligando ya con él cuando de repente Paulina se planto frente a nosotros y se veía muy furiosa. Al principio pensé que yo la había cagado, porque tal vez el chavo era el novio de Paulina o alguien con quien ella quería andar. Casi termino convencida de eso porque el chavo la reconoció, pero Paulina no le hizo caso y bien emputada me jalo de ahí, me sostuvo fuertemente de la mano y contra mi voluntad me llevo a un rincón del lugar, me dolió mucho que me jalara, otro poco y me encajaba las uñas, intente detenerla pero ella seguía caminando, sin duda ella era muy fuerte, bueno es de esperarse, me saca por lo menos una cabeza de estatura, pero bueno, el caso es que finalmente cuando llegamos a un rincón me aventó contra la pared, me dolió el trancazo, hasta cerré los ojos, pero cuando los abrí ahora Paulina me tenía contra la pared. Lo primero que note fue su rostro, se veía realmente furiosa, quién sabe si conmigo o por qué razón, pero que hasta ese momento yo ignoraba. Con un brazo me sujetaba fuertemente del mío y con el otro se sujetaba fuerte de la pared y una de sus piernas la coloco entre mis piernas para quedarse muy cerca de mí y asegurarse de que yo no escapará a ninguna parte. Yo me enoje y le dije que me dejará ir, trate de hacerla a un lado pero no logre moverla ni un poquito, hasta término acercándose más a mí, podía sentir su respiración en mi rostro y ver como tenía ganas de llorar, ni idea si de coraje o tristeza. Trate de escaparme una vez más pero no lo conseguí y empecé a ver hacia todas partes preocupada buscándote, pero ya te habías ido. Trate de articular palabra, pero cuando abrí la boca ella… bueno… ¡Me besó!
-¡¿Qué cosa?!-dije muy alterada.
-¡Que me beso, carajo!-hundió su cabeza contra una de mis almohadas.
Sin duda eso yo no me lo esperaba y menos Cynthia obviamente, de hecho casi me da un infarto, es que… es que… ¡Paulina quiere con Cynthia! Esto de verdad que no me lo esperaba y sin duda nadie tampoco hubiera pensado eso, quizás sí por algunos detallitos, pero… ¡Por favor! Ósea, Paulina tiene toda la cara de ser una diva rompecorazones y aunque ella no tiene tanta fama como Cynthia entre los chicos, es muy raro ver algo así, no sabía qué pensar ni qué decirle a Cynthia, la pobre tenía hundida su cabeza en mi almohada mientras yo tenía mi bocota bien abierta, de no ser por este momento tan impactante, estoy segura de que Cynthia me habría dicho-Cierra la boca que te vas a tragar una mosca-pero no, la verdad es que sí es bien sabido que Cynthia es una chava muy guapa, quizás de las más guapas que conozco (pero no piensen que por eso yo me considero fea, sino que creo que ella tiene un pegue increíble, raro para alguien que no quiere enamorarse), aun así jamás había sabido de alguna chava que la hubiera besado, que se le hubiera declarado sí, pero como siempre Cynthia salió corriendo, aunque raro, esta vez no lo hizo, hasta me atrevería a decir que quizás… quizás ella llego a pensar mucho en esta situación, quizás por eso llego con la misma ropa de la fiesta a mi casa, no sé, de repente mi habilidad deductiva es nula. Pero entonces… ¿Por qué está tan enfadada? ¿Qué rayos le pasa? Supongo que debería de decirle algo, pero cómo qué.
-Pero que cagado-fue lo primero que dije muerta de la risa-es broma, ¿cierto?-igual y Cynthia exagero o algo así, yo qué sé.
-¿Te parece que bromeo?-me miro muy enfadada-¡Veme! ¡Ósea, sigo con la misma ropa puesta de anoche, no he dormido para nada, me quede toda la maldita noche pensando!
-¿Y en qué?
-¡No lo sé!
-¿Cómo que no sabes?
-Pues así, ni sabía en qué estaba pensando, quizás en que fui una torpe en no darme cuenta nunca de que yo le gusta, si era tan evidente.
-¿Evidente? Pero si yo nunca note algo.
-Es que yo sé más o menos cómo piensa.
-¿Eh?-me quede pasmada-ósea que esto es algo como de… “alma gemela”-le eche mi mirada de “pillina”-porque sabes cómo piensa.
-¡Tonta!-de eso no hablo, sino de qué ella es una chava que le gusta salir con personas y que sabe como acercarse a alguien de manera en la que quede su presencia bien grabada, si por ejemplo yo les llego a los chavos que me gustan tal cual, ella hace lo mismo conmigo, es raro de explicar aun así yo me entiendo, es raro porque jamás me había puesto a pensar en algo así.
-¿Y a que conclusión llegaste? ¿Qué paso después de que te beso?
-Pues salí corriendo empujándola.
-Wow, Cynthia huyendo, eso es nuevo-pensé.
-Y ella se echo a correr detrás de mí, intento detenerme en la entrada del salón y casi lo logra, es muy alta y fuerte, pero justo en ese momento se atravesó un chavo todo ebrio que cayó justo en su brazo lastimándola, sé que hice mal al echarme a correr y no ver si ella estaba bien después de que el chavo casi se cae encima de ella, pero no tenía otra opción. Corrí hasta llegar a un sitio de taxis, donde pedí uno para llegar a casa. Mis papás ya estaban dormidos cuando llegue así que no los desperté. Me metí corriendo a mi cuarto y me iba a bañar, quizás así podría despejar mi mente, pero justo cuando iba a encender el boiler pensé en todas las señales que eran más evidentes para mí en el interés de Paulina por mí, quizás algunos casi poco notables y otros muy evidentes, pero finalmente cada momento me llevo a la misma conclusión, realmente le gusto y por primera vez alguien estaba celosa de mí, bueno… de que estuviera coqueteando con alguien más, lo que me saco de onda, siempre he andado con muchos chicos y luego se pelean por mí, pero a mí siempre eso me había importado poco, hasta que ella llego y esta vez me importo, ni idea de porqué. Entonces ya te imaginaras, me quede parada junto al boiler pensando largo y tendido, hasta que finalmente regrese a mi cuarto y me acosté en la alfombra, girando de un lado para otro en el suelo, atando cabos por todas partes intentando ver la forma de que todo fuera un mal entendido pero no, todo me lleva a lo mismo “Le gusto a Paulina”, hasta hice un mapa de lluvia de ideas tratando de aclarar todo, y no, fue imposible, no me salvaba de la misma conclusión.
-¿Y qué hiciste?
-Estaba a punto de llamarle a su cel, pero eran ya las 5 am e igual ella ya estaba dormida, así que no quise molestarla, pero en cuanto pensé eso de “no quiero molestarla” hasta me dio escalofríos, en cualquier otra situación hubiera llamado a esa persona para decirle lo mal que estuvo en besarme sin mi permiso, pero esta vez hasta me dio miedo hablarle, no sabía cómo podía reaccionar ella, o si incluso me iba a contestar, la deje tirada en la calle cuando me eche a correr, si alguien me hubiera hecho eso, ten por seguro que yo no le volvería a hablar, entonces empezó un dilema horrible en mi cabeza. Finalmente termine enojada conmigo misma, pensando que porqué rayos me traía así otra chava que ni al pedo. Entonces empecé a pensar que igual y ella había obtenido la suficiente confianza de alguna parte para hacer eso, o quizás no, pero no estaba de menos pensar que así había sido, entonces me puse a pensar quién era la posible conexión entre ella y yo, para que ella le hubiera dicho sus sentimientos a esa otra persona sobre lo que sentía por mí, entonces pensé en ti, se me ocurrió pensar que tú tal vez sabías todo desde un inicio y que hasta me dejabas luego a solas con Paulina a propósito, entonces todo mi enojo de ese momento lo recargue en ti. Furiosa me salí de casa maldiciéndote por todas partes, hasta se me quedaron viendo raro en el camino las personas de los negocios, pero no me importo, para cuando llegue a tu casa no sentí ningún temor al entrar a tu cuarto y lanzarme contra ti, y si te das cuenta me dio mucho miedo cuando le intente hablar a Paulina y contigo o con los demás no he sentido miedo de nada, entonces… ya no sé qué hacer, me estoy volviendo loca.
Cynthia muy enojada volvió a ocultar su rostro en mi almohada, mientras yo me senté a su lado pensando que quizás con alguien a su lado se sentiría más segura, está era una de las pocas veces en las que no tenía palabras para ella de consolación o de ayuda, de hecho ella es la que siempre me ayuda, pero esta vez… yo estaba en blanco y las ideas no venían de ningún parte, pero al parecer Cynthia no tenía intenciones de pedirme consejo, quizás por el simple hecho de que sabe que no sé qué decirle, aun así lo más correcto era decirle algo.
-Pues… yo creo que lo primero que debes de hacer es bañarte-le dije sonriéndole y levantándome.
-¿Eh?-me miro molesta.
-Vamos-le di la mano-traes la misma ropa de anoche y no has dormido nada, un buen baño y una pequeña siesta en lo que te hago el desayuno y estarás como nueva-le sonreí mientras le daba un desmaquillante.
-Gracias-me dijo empezándose a limpiar la cara, de tanto llorar y de no dormir su rostro estaba muy desgastado, parecía que tenía hasta el ojo morado, daba un poco de risa verla así.
-De nada-le dije volteándome a mi closet-ve a encender el boiler por fa.
-Sí-me dijo saliendo de mi cuarto.
Por lo mismo de que Cynthia y yo somos casi como hermanas, nos hemos quedado a dormir infinidad de noches en la casa de la otra, entonces no hay ningún remordimiento por dejar ropa interior y de calle en el closet de la otra, de hecho hasta un cajón de mi closet es para su ropa, así como un cajón del suyo es para mí.
-Toma-le pase su ropa en cuanto ella regreso.
-Gracias.
-¿Me ayudas a bajar las toallas?
-Sí-Cynthia se puso de espaldas y me cargo para alcanzar la toalla que estaba hasta arriba.
-Gracias-le dije bajándome-un buen baño es lo que te hace falta.
-Creo que tienes razón-me dijo sonriéndome.
-Anda-le di un pequeño empujoncito-ve a bañarte burris.
-Gracias-me dijo tomándome de la mano-eres mi mejor amiga-me abrazo.
-Pero si no pude decirte nada que te ayudara-dije arrepentida-soy un fracaso.
-Pues yo no esperaba que me dijeras algo-ella me sonrió-sólo que me escucharas.
-Ah, bueno, eso pone mejor las cosas-sonreí.
Domingo 28 de noviembre del 2010.
Karen se quedo quizás igual de sorprendida o peor que yo cuando Cynthia le conto lo de Paulina, Cynthia pensó que tal vez Karen tendría idea de lo que pasaba por la mente de Paulina y tal vez ella podría ilustrarla pero se equivoco, además de que yo ya le había dicho a Cynthia mil veces que Karen estaba igual de perdida que yo, sin embargo Karen no digo nada, sólo se sorprendió y ya, aunque dijo que más o menos se lo intuía, lo que me dejo sorprendida porque a mí ni por la cabeza se me paso algo así y a Karen sí, creo que soy un asco en el amor y en sus indicios estúpidos tan incomprensibles.
Cynthia pidió permiso a sus papás desde ayer para pasar sábado y domingo en mi casa y al ser domingo hoy viene a entrenar a mi casa Karen y por eso ella ahora sabe todo. Cynthia le pidió a Karen discreción en el asunto y que aquí solo Cynthia iba a tomar cartas en el asunto para que nadie más estuviera involucrado.
Justo le había dejado a Karen hacer algunos entrenamientos para educación física cuando Cynthia me pidió ir a sentarme con ella a ver cómo Karen entrenaba.
-Se ve que le pone mucho entusiasmo-me dijo en cuanto me senté a su lado.
-Cuando Karen quiere algo, pone toda su alma en ello-dije recargándome en ella.
-Vaya, eso es raro, jamás había visto algo así.
-Ni yo-dije un poco cansada.
-¿Pero sabes que es lo más raro?
-¿Que aunque tú no hagas ejercicio siempre estás delgada?-le pregunte de manera estúpida.
-Aparte-me sonrió-que yo pensé que tú… que tú y Karen… bueno que ustedes terminarían juntas.
-¿Juntas? ¿Cómo?-pregunte confundida.
-Bueno… tú sabes… como algo más que amigas.
-¡¿Qué?!-pregunte atónita-¡¿Pero qué carajos te pasa?!
-Pero tengo razón-me dijo muy segura.
-Sí, claro-dije sarcásticamente.
-En serio, piénsalo, a simple vista se nota que no se ven como amigas, pero tampoco como algo más, como que su relación es rara, están en un punto intermedio.
-¿Y qué te hace pensar eso?-le pregunte muy confundida y un poco enojada.
-Que te comportas con ella como… como si ella fuera mi hermano.
-¡¿Pero qué demonios te pasa?!-le grite muy enojada.
¡¿Cómo se atrevía a decir que me comportaba igual con Karen que con René?! ¡Qué ilógico! Buenos quizás había algo de cierto, pero… pero… Karen y yo… wow, eso sí que era nuevo. Y por alguna razón me sonó lógico, pero en qué rayos estoy pensando, Karen es una muy agradable chica, se esfuerza en lo que hace, es muy especial, es sincera conmigo y por increíble que parezca me demuestra sus sentimientos sólo a mí, quizás sea cierto que muchas de sus acciones indiquen un interés hacia mí, pero… ella está enamorada de alguien más y yo igual y ambas somos heterosexuales, no le veo mucho sentido, a mí Karen no me gusta, a mí… a mí Karen no me gusta, no me gusta…. No… me gusta.
-Laura-dijo Cynthia en tono cantadito haciendo pasar su mano frente a mí-despierta.
-¿Ah? ¿Qué?
-Te quedaste abstraída en tu mundo de fantasía-me dijo muy divertida-se nota que ahí anda algo, picarona.
-No seas babosa-le dije levantándome-ella no me gusta.
-¿Oh? ¿En serio? Bueno-se levanto quedando cara a cara conmigo-entonces vela directamente y dime mientras la vez que no te gusta.
-Pero claro-dije volteándome toda enojada y viendo a Karen-ella no me…-me le quede viendo largo y tendido a Karen recorriendo cada parte de su cuerpo mientras ella entrenaba, quizás nunca le había puesto tanta atención como antes pero sin duda había algo que me sacaba un poco de onda de ella, pero qué…
-¿Y bien?-me miro Cynthia muy sorprendida.
-Nada-dije haciéndola a un lado-olvídalo ya.
-¡Ash! No, justo cuando todo se estaba poniendo tan divertido.
-¿Así? ¿Pero que no la que tenía problemas con una chava eras tú no yo?
-Em… bueno sí-dijo apartando la vista-pero no hablemos de mí ahora, si no de ti.
-Estás loca-le dije riendo.
-¡Laura!-me grito Karen a lo lejos-¡¿Puedes venir a ayudarme?! ¡Es que creo que me lastime la muñeca!
-Sí-dije parándome rápidamente-ya voy.
-Vaya-dijo Cynthia antes de irme-ni así de rápido te levantabas cuando mi hermano te hablaba, ex cuñada-me sonrió de manera picarona.
-Babosa-le dije de broma.
No sé si esto sea un avance o no, pero por primera vez, después de mucho tiempo, el que Cynthia me llame ex cuñada ya no me pone triste ni deprimida, al contrario, hasta sonreí con esa frase, quizás estoy olvidando a René, aunque es algo bueno, obvio que no lo olvidaré nunca porque él fue mi primer amor, aun así no es fácil, aunque odie admitirlo aun pienso en él, ya no tan seguido como antes, pero lo sigo haciendo, sólo que ese sentimiento de tristeza se está yendo, en su lugar hay un fuerte deseo por seguir mi camino y quién sabe, quizás hasta para darme otra oportunidad en el amor y estoy segura de que el concepto que yo tenía por amor, o lo que según yo sentía por René, no es el verdadero amor, sé que se oye cursi y hasta me da escalofríos, pero es cierto, sé que me volveré a enamorar aunque eso por ahora me tenga un poco asustada… ¿Qué tal si la vuelvo a cagar? ¿Qué pasaría si dejo ir a la persona que amo por una estupidez mía? Dios, me volvería tan infeliz.
-Estás bien-dije arrodillándome a lado de Karen y tomando gentilmente su muñeca.
-Sí, creo que sí, es que me duele porque sin querer caí sobre ella.
-Vale-la ayude a levantarse-te llevare adentro y ahí te curaré.
-Haces de todo Laura-me dijo sonriéndome Karen y tomándome de la mano con su mano que no estaba lastimada.
-Es que soy multiusos-dije en broma y Karen y yo nos comenzamos a reír.
No sé si a muchos les ha pasado que de repente van caminando y sienten una mirada encima de ustedes, bueno, así como cuando me metí a mi casa para curar a Karen, sentí una mirada encima de mí, no de enojo o desaprobación, sino una simple mirada, voltee a ver de quien se trataba, aunque la respuesta era clara, se trataba de Cynthia que nos veía entrar a la cocina de mi casa, ella nos veía con mucha atención y se veía algo confundida y pensativa, algo sumamente raro en ella. Una mirada de confusión y reflexión profunda era lo que podía verse a simple vista en ella, y me atrevo a pensar que está pensando en lo que le sucedió con Paulina.
-Laura-me dijo calladamente Karen.
-¿Sí?
-¿Qué crees que pase mañana en la escuela con Cynthia y Paulina?
-No lo sé, pero seguro que algo no muy agradable y si no pasa eso mañana, pasará el día del ensayo en la clase de teatro.
-Que mal… ¿Por qué el amor tiene que ser tan complicado?
-No lo sé-suspire-creo que a Cupido se le hace gracioso estar haciendo que las personas se enamoren y que de vez en cuando les rompan sus corazones, debería de enamorarse él algún día para que vea lo que se siente y así pueda ir a burlarme en su cara-comencé a reír.
-Eso suena cruel-me dijo Karen riendo también-pero es cierto, Cupido debería de saber lo que se siente.
-Es horrible cuando alguien te lástima-dije dejando a Karen en la barra de la cocina y yo me iba por el botiquín.
-Yo no permitiré que alguien te lastime, Laura-me dijo Karen sentándose y sin quitarme la vista de encima.
-Gracias-dije viéndola cariñosamente-es bueno saberlo-sonreí-yo tampoco permitiré que algo malo te pase.
-Bien-cerro los ojos y sonrió de oreja a oreja.
Que rara escena, aunque rara en el buen sentido, quizás a este tipo de escenas se refería Cynthia en cuanto a mi relación con Karen, ya veo porqué dice eso, pero si soy sincera, me vale lo que digan los demás, yo pienso que no es correcto meterse en la vida de las otras personas y mucho menos opinar y eso, no es que desapruebe lo que hizo Cynthia, sino a adelantarse a conclusiones que seguro no ocurrirían nunca… bueno, tal vez nunca, no niego que exista una diminuta posibilidad y miren que lo estoy considerando, pero primero debo de organizar bien mi cabeza, no quiero pensar que estoy aceptando que me gusta Karen solo para sacar a René de mi cabeza, la frase “Un clavo saca a otro clavo” se dice fácil, pero tiene un peso horrible cuando se piensa mejor y sin duda yo no quiero causarle ningún disgusto a Karen, es muy especial para mí. Además, ambas somos mujeres y yo en mi vida he pensando que me podría enamorar de otra mujer, ser bisexual o lesbiana juro que no estaba en mis planes y que de repente este considerando esto de un día para otro me saca demasiado de onda y si le pasa lo mismo a Karen, no dudo en que ella esté pensando igual, esto sí que es de risa, dos chicas que se creían heterosexuales terminan siendo todo lo contrario, o igual sea yo la que se lo esté pensando, quién sabe, se mire por donde se mire es arriesgarle mucho, quizás más de lo que me imagino, decir las cosas es fácil, el problema es hacerlo, y encima de todo, pienso que cuando uno se enamora enserio, uno es capaz de hacer cualquier cosa por quien ama.
-Ha-dije ingenuamente y en un tono orgulloso-ya quiero verme haciendo estupideces.
-¿Dijiste algo, Laura?-me pregunto Karen un poco confundida.
-No, nada-dije algo asustada-hable en voz alta, perdón-me acerque a ella con el botiquín.
-Bueno.
-Dame tu mano-le dije sosteniendo gentilmente su muñeca-seré cuidadosa, lo prometo-dije viendo su cara un tanto insegura.
-Vale-me dijo como si mi voz la hubiera calmado.
Miércoles 15 de Diciembre del 2010.
Han pasado ya casi tres semanas desde que Paulina se le declaro a Cynthia, y aun ahora no deja de ser un hecho increíble, al principio de esto sólo sabíamos Karen, Paulina, Cynthia y yo, pero ahora también lo saben María, Julián y Oscar, yo le insistí mil veces a Paulina que comentarle eso a ellos, y en especial a María y a Julián no era buena idea, pero no me hizo caso y se los dijo, Paulina deseaba obtener ideas sobre cómo acercarse a Cynthia, es justo que pida ayuda, pero aun no le veo el caso de pedirle ayuda a los chicos más estúpidos en el amor que he conocido, sé que decir eso no está bien, pero créanme que no me arrepiento de decirlo, son unos imbéciles.
Para empezar María finalmente le dijo a Oscar que se olvidará de ella, porque ella no podía olvidarse de Julián y que al fin él le estaba empezando a hacer caso, (aunque a parecer de todos eso no es cierto). Oscar aún con el corazón roto acepto la decisión de María y aunque al principio decidió hundirse yendo a beber y andar por quién sabe dónde, Karen y yo terminamos llevándolo a la fuerza con la maestra de ética, y solo basto una sesión psicológica de dos horas con ella, para que Oscar saliera decidido a olvidar a María, o más que olvidarla, a superarla, puesto que no es fácil olvidar al primer amor, y debo de decir que él tiene mucha suerte, su caso es bastante leve en comparación del mío o el de Karen, siendo que ambas éramos correspondidas o quizás en parte (en mi caso), sin embargo me alegro mucho por él, y concuerdo con las otras chicas del salón, desde que Oscar reemplazo esa forma de ser suya tan tímido y afable, ahora es más alegre, amable, estudioso y se está concentrando más en otras cosas, María dejo de ser su prioridad, o al menos eso está pasando, y sí, al igual que las otras chicas, pienso que así, Oscar hasta es más guapo, pero no me malinterpreten, solo pienso que es un mejor chico ahora.
Pero volviendo al caso, a pesar de que Paulina también pidió ayuda a Oscar, él tampoco pudo ilustrarla mucho que digamos, sólo le dijo que cualquier acción que ella hiciera, nunca sería lo incorrecto, al principio Paulina no entendió sus palabras, de hecho yo tampoco, fue Karen la que nos ilustro y claro, con más razón sigo pensando que soy un asco en el amor, pero bueno. Karen y yo intentamos convencer a Paulina de ir con la maestra de ética, pero ella no quiso, dice que ella solo parara en el psicólogo cuando Cynthia le diga que no será su novia nunca (y que realmente Cynthia esté decidida) y que hasta entonces Paulina no dejará de intentar que Cynthia salga con ella.
Pero bueno, tocando el tema de estas dos desastrosas, debo de decir que desde que Paulina se le declaro a mi amiga, Cynthia ni se ha aparecido a los ensayos de teatro (Beltrán está más que furioso), ha venido a clases, pero siempre llega tarde para evitar ver a Paulina, puesto que ella siempre espera a Cynthia en su salón, pero ahora con Cynthia llegando tarde no se ven, también Cynthia bloque el número de celular de Paulina, la eliminó de Messenger, facebook y cuanta cuenta social la haya agregado, yo pienso que eso es muy cobarde de mi amiga, pero igual son las decisiones que ella toma y no considero correcto meterme en ese aspecto, además de que el problema es entre ellas dos y en lo personal, yo odio cuando hay terceros en los problemas.
Cada vez que estoy con Cynthia intenta desviar cada tema que pueda llevarnos a Paulina, sobre el amor y de hecho últimamente Cynthia hasta ha estado yendo a fiestas entre semana, ignoro la razón, ella no me ha querido contar. Lo que sí sé es que está muy molesta, y hace todo lo posible por huirle a Paulina y esto pone muy triste a Paulina. Uno nunca ve como son los demás realmente sino hasta que están en problemas y ves cómo son, yo a Paulina la había considerado una chica agradable, sonriente y poco consciente de las cosas, algo imprudente en muchos de sus comentarios aunque vayan con la mejor intención, sin embargo, con todo esto de Cynthia me doy cuenta de que Paulina también tuvo un conflicto interno muy fuerte antes de declarársele a Cynthia, me di cuenta de sus verdaderos sentimientos y pensamientos ayer que yo estaba esperando a Karen a que saliera de su cita con la de ética.
Yo estaba cómodamente sentada comiendo un chocolate cuando me pareció ver a Paulina parada en el centro del patio que estaba frente a las oficinas de psicología. Me le quede viendo porque ella estaba parada toda ida mirando al cielo y de repente al suelo y otra vez al cielo, movía la boca como si hablara pero al parecer eran sus pensamientos, fue un poco divertido verla así, pero se veía que estaba en problemas, así que me levante y me le acerque.
-¿Estás bien?-le pregunte poniendo mi mano en su hombro para sacarla de sus pensamientos-das miedo estando así parada.
-Ah, hola-me dijo aun un poco ida y seria-perdona, es que… uhm… no sé en qué estoy pensando la verdad, bueno… no sé a qué conclusiones he llegado.
-¿Quieres hablar de ello?-mi padre siempre me ha dicho que lo mejor para apoyar a alguien es escucharle y eso tenía pensado hacer con Paulina.
-Lamento tenerte que estar metiendo en problemas que no te incumben-me dijo Paulina empezando a caminar a mi lado hacia donde estaban mis cosas, a lado de la entrada al área de psicología.
-No hay problema-le dije sentándome.
-Gracias-me sonrió amablemente.
-Supongo que sería estúpido de mi parte preguntarte sobre qué te preocupa, si la respuesta es obvia.
-Hahahahaha creo que sí, lamento estarte metiendo en todo esto.
-Tranquila, Cynthia se te adelanto.
-¿En serio?
-Sí, después de lo de la fiesta llego a la mañana siguiente a mi casa y me golpeo.
-Oh, con que por eso traías el labio lastimado-dijo Paulina con un tono bastante inocente.
-Sí-dije un poco divertida, supongo que es poco creíble pensar que mi mejor amiga intento partirme la cara.
-Perdóname-me miro fijamente-yo tuve la culpa, si no me le hubiera declarado a Cynthia, nada de esto estaría pasando, tú tendrías bien tu labio, no tendría yo que estar dando explicaciones y lo más importante, Cynthia me seguiría hablando.
-Ah-dije asintiendo.
-¿No me vas a preguntar nada?
-No-dije sinceramente-prefiero que tú me cuentes todo y ya si hay algo que no entienda te pregunto.
-Vale. Me preguntó… ¿Por dónde debería de empezar?
Paulina se quedo callada unos minutos muy pensativa, demasiado diría yo, tanto que hasta asustaba, tan concentrada y seria jamás la había visto, siempre muestra su lado alegre y un poco impertinente, pero jamás uno donde diera siquiera rastro de razonar sus acciones, no es que le diga tonta, sino que ella actúa por impulso, y dudo mucho de que ella se le hubiera declarado por impulso a mi amiga, se ve que se la pensó mucho, pero la desesperación la orillo a hacerlo.
-Uhm, supongo que podría empezar diciendo que ella llamo mi atención a primera vista-dijo finalmente, sacándome de mis pensamientos.
-Cynthia tiene un raro hábito de causar raras primeras impresiones-dije sonriendo.
-No, ósea, cuando nos la presentaste yo aunque la vi siquiera pocos segundos, esos pocos segundos me bastaron para pensar que tenía unos ojos muy bonitos, y ya. Pero conforme fue pasando el tiempo mis sentimientos comenzaron a cambiar, pronto ya no sólo pensaba que tenía ojos bonitos, sino que una maravillosa voz, una piel muy suave, créeme, me muero por tocarla, un cuerpo despampanante y un carácter retador, del tipo “Te reto a que consigas que te ame” y eso para mí es tan maravilloso, despertó muchos sentimientos en mí, sentimientos que no creí llegar a tener en mucho tiempo. Al principio no me di cuenta muy bien, pero fue poco a poco que me di cuenta de que ya estaba cayendo en lo más hondo, sin embargo eso no me importo, pensaba que podía salir de esta, sin embargo con forme fueron pasando los ensayos de la obra y fui pasando tiempo con ella, me di cuenta de que ya me era imposible pensar solo en su físico, sino que aparte es muy divertida, atrevida y sobre todo inquieta, muy distinta a ti-me sonrió de manera incrédula.
-Lo sé-dije-somos una rara combinación.
-En fin, Cynthia ya tenía cierta fama desde antes de que la conociera, una chica cuya belleza atonta a cualquier hombre y ella es capaz de arrastrarlos a sus redes para engatusarlos, hacer con ellos lo que le plazca y después deshacerse de ellos, o al menos eso se dice de ella entre otros estudiantes, cuando la conocí Cynthia sí tiene la pinta de ser una chica retadora y que ama andar con cuanto chico se le pase en frente. Se me hizo raro que ella no anduviera con nadie, pero después ella sólo me dijo que no salía con alguien porque quería pasar tiempo contigo, o al menos más a tu lado para apoyarte.
Ahora veo, Cynthia le dijo eso a Paulina porque en esos momentos ella pasaba más tiempo conmigo por lo de su estúpido hermano.
-Entonces pensé que así sería mejor para mí, porque aunque sé que Cynthia sale con cuanto chico le plazca, mientras estaba contigo ella estaría soltera y eso me así sentir bien, porque así no tenía que soportar verla con otro… otro hombre-dijo viendo al suelo.
En esos momentos llegamos justo al problema del asunto, el detalle de que Paulina es una chica y quiero pensar que esto de que le guste otra chava es nuevo para ella, y realmente quiero saber todo lo que piensa ella de esto, es muy interesante.
-¿Cómo fue que aceptaste que Cynthia te gustaba?-dije. Pude escuchar el sonido de la puerta de las oficinas de psicología abriéndose, no vi a nadie salir así que pensé que era el viento. Paulina no pareció notarlo y siguió hablando.
-Bueno… no fue tan fácil, al principio yo decía “Que chica tan bonita” y ya, pero conforme pasé más tiempo con ella todo iba cambiando, hasta que una vez que la fui a dejar a su salón, afuera estaba un chico de su grupo esperándola. Él se le declaró a Cynthia justo cuando me fui, yo pude escuchar como el chico le decía que quería andar con ella, porque ella era una chava muy guapa y que quería salir con ella. Ahí fue cuando me enoje terriblemente, cuando escuche de eso de “Eres una chava muy guapa, quiero salir contigo” me enoje tanto que cerré muy fuerte los puños. Para mí Cynthia sí es una chava muy guapa, y aunque yo antes solo salía con chicos porque me parecían guapos, jamás me había puesto a pensar en sus sentimientos o en su forma de ser, sin embargo yo de Cynthia ya tenía la mejor opinión y cuando pensé que el chavo sólo quería salir con ella por su físico me enoje y en parte me sentí mal conmigo misma, porque fue ahí cuando me di cuenta de lo cruel que fui saliendo con chicos que ni me interesaban solo por su físico, y pensé que a mí no me gustaría que me hicieran lo mismo, pero lo que más odie fue pensar en las razones del chico, era algo así como jugar con los sentimientos de Cynthia, yo a Cynthia ya la quería y fue ahí cuando me di cuenta de que la quería algo más que una amiga, la sola idea de imaginármela con alguien más que no la quisiera como se merece me hizo sentir tan mal que me voltee furiosa hacia el chico y aunque él me vio, le valió mi mirada y hasta se acercó más a Cynthia y ella, con toda la seriedad del mundo le dijo que no estaba interesada en él, ni en salir con nadie. Sentí un alivio tan grande, que te juro, casi me tiro al suelo a dar gracias a cuanta deidad existiera porque ella le hubiera dicho que no.
-¿Tanto así?-pregunte muy divertida.
-Sí, después de eso me fui, y toda la tarde me la pase pensando en si a mí realmente me gustaba Cynthia o era una simple admiración y ya, sin embargo no pude sacármela de la mente, pensando que ella era la chica más sexy que había conocido en mi vida, tan divertida y tan amable, una persona libre, indomable y creo que fue todo eso lo que más me gusto, esa independencia que siempre demuestra. Me volví loca de solo pensar en ella y ahí fue cuando me decidí a decirle.
-¿Pero el hecho de que ella es mujer no te saco de onda?
-Sí, al principio sí y hasta me asuste porque algo así jamás me había pasada, hasta salí de mi casa varias tardes a ver a las chicas pasar y ver si de plano alguna me gustaba y más o menos ver cómo iba la cosa y a pesar de que pase muchas tardes en un café cerca de mi casa, ninguna chica de las que paso fue de mi agrada y terminaba a todas comparándolas con Cynthia y para mí, Cynthia les gana a todas por mucho en el aspecto físico y estoy más que segura que en los sentimientos y forma de ser también. Además, me puse a pensar en las cosas que teníamos en común, igual y llegaba a la conclusión de que solo me gustaba físicamente, pero hay cosas en las que nos parecemos tanto que no pude evitar que también me gustaba lo que a ella le gustaba y eso me hizo muy feliz, jamás había compartido tanto como con otra persona y fue muy hermoso. Y bueno, por el detalle de decirle a mis padres de que me gusta una chica, de eso no me he preocupado, en mi casa dentro o fuera yo hago lo que quiero y realmente no pienso que mis papás tengan que quejarse, igual si no les gusta la idea se tienen que aguantar, a mí me gusta quien me gusta y se acabo.
-“A mí me gusta quien me gusta y se acabo”-repetí sus palabras en voz alta-que hermosa frase-dije.
-¿Verdad que sí?-me comento divertida-igual a las consecuencias me voy a tener que atener en un futuro, ya sea si Cynthia me rechaza o no. Y cuando pensé en eso, me decidí a declarármele a Cynthia, primero pensé en esperar un poco, para asegurarme de ir ganando su corazón poco a poco, pero cuando la vi en la fiesta coqueteando con el otro chico, ya no pude más y me fui por ella, y aunque no me le declare, la bese.
-¿Y qué tal?
-Uhm, pues me dejo tirada en la calle.
-No me refiero a eso-dije divertida-esa parte ya me la sé. Me refiero a qué tal se sintió el beso.
-Pues… fue raro, pero fue muy bonito, no lo sé, cuando besaba a mis novios era algo que yo realmente no sentía, dijo, sí sentía el beso físicamente, pero no había emoción, no había chispa que me pusiera emocionada o alegre, pero esa vez, fue tan wow, podía sentirme viva, era como una descarga de energía, como si una fuerte corriente te recorriera el cuerpo y te hiciera sentir tan bien. Siempre me había puesto a pensar en qué se sentiría besar a Cynthia y lo relacionaba algo suave y tierno, pero no, fue todo muy diferente, al besarla me sentí emocionada, agitada, inquieta, alegre, muchas cosas comenzaron a para por mi cabeza. Pero la magia se rompió cuando ella me empujo y salió corriendo, la perseguí pero un tipo todo idiota ebrio se nos atravesó y se me fue, el resto de la historia Cynthia ya te lo conto.
-Sí, ya lo hizo-dije poniendo una mano en mi labio.
-Perdona las mo0lestias que les cause a las dos.
-No hay problema-le dije poniendo mi mano sobre la suya-¿Y qué piensas hacer ahora?
-Pues, quiero seguir intentando hablar con ella, aunque últimamente me ha estado huyendo y ni a los ensayos ha ido y créeme que tengo miedo de perder su amistad, pero tengo más miedo a perderla a ella-me miro fijamente y se paro-Sé que no puedo obligarla a que ande conmigo, de hecho no es normal ni para ella ni para mí, y aunque me siento un poco extraña, ella me gusta mucho y me gustaría que ella sintiera lo mismo por mí, me gustaría escucharla diciéndome que también le gusto.
-Ya veo-dije parándome viendo que ella agarraba sus cosas para irse-¿Ya te vas?
-Sí-se puso la bolsa al hombro-debo de llegar temprano a casa, gracias por escucharme Laura-me dio la mano-de verdad gracias. ¿No me vas a regañar o a decir algo para que deje en paz a Cynthia?
-No, la verdad no, pienso que no debo de detenerte en tus intenciones porque tus sentimientos son buenos y justos, pero sí te voy a detener si le haces daño a mi amiga.
-Tranquila, ella para mí es una persona muy especial y querida, créeme que lo último que haría sería lastimarla.
-Más te vale-le dije riéndome.
-Vale, hasta mañana, te debo una, ya cuando te guste alguien yo con gusto te daré consejos.
-Ok, lo tendré en cuenta-sonreí-Hasta mañana-dije viendo como ella se iba caminando hacia la salida.
Yo siempre había esperado que siendo Cynthia mi mejor amiga, Paulina me llenaría con peticiones para ayudarla o algo así, o bien, con pláticas interminables sobre mi amiga, pero no, ella se porto de lo más decente y me dejo en claro que realmente le gusta Cynthia, incluso lo suficiente para enfrentarse a sus padres en un futuro valiéndole lo que ellos piensen, y yo creo que de eso se trata realmente el amor, hacer las cosas sin que te importe la opinión de los demás, es hacer algo porque uno así lo quiere, y en el caso de Paulina, ella haría lo que fuera por mi amiga y no lo dudo, sin embargo ella aunque ya aclaro sus sentimientos y los acepto sin sentirse mal consigo misma, para Cynthia no ha sido nada fácil, ahora está más que perdida, no sabe ni lo que quiere y de alguna forma el tema de Paulina la vuelve loca, aunque no sé si sea de felicidad o de coraje, realmente no la entiendo, a veces cuando hablamos de ella Cynthia se emociona y a veces se enoja y de broma dijo que es bipolar y ella termina regañándome y pidiéndome que no le saque el tema de Paulina, pero siempre al poco tiempo ella termina sacándolo. ¿Qué raro no?
Vi la hora en mi celular ya era tiempo de que Karen saliera de su cita con la maestra, así que voltee hacia las oficina y vi un peluche asomándose justo en la parte baja de la puerta. Era un peluche que yo reconocía perfectamente, era de Karen, ella lo había puesto para que adornara su mochila y hasta donde yo sé, ese peluche se lo dio el chico al que ella amaba, cada vez que veo a ese peluche me dan ganas de arrancarlo y aventarlo lejos, pero es muy importante para ella, así que no puedo por más que lo desee.
-¿Qué haces ahí, Karen?-dije parándome a lado de la puerta, cruzándome de brazos y sonriendo.
-¿Fui tan obvia?-me pregunto sonriéndome Karen saliendo de las oficinas-perdón, no quería espiarlas.
-No hay problema-dije acercándome a ella-¿Cuánto escuchaste?
-Lo suficiente, desde el momento en el que Paulina hablo sobre cómo fue que se dio cuenta de que Cynthia le gustaba.
-Oh, justo desde la parte buena-sonreí.
-Sí, aun así no estuvo bien de mi parte escucharlo, si la plática era entre ustedes dos, mañana le pediré disculpas a Paulina.
-Tú siempre preocupándote por todo y por todos-dije sonriéndole y abrazándola.
-Lo siento, no puedo evitarlo, aún así… las razones de Paulina me pareces convincentes, tanto como para creer que realmente ella quiere mucho a Cynthia, más que como una amiga.
-Muy cierto.
-Eso es muy bonito-me sonrió y se abrazo aun más fuerte de mí acurrucándose en mi hombro-estar con la persona que te gusta.
-¿Hay alguien que te guste?-pregunte como si me pesará la pregunta.
-Pues creo que no.
-¿Cómo que crees?
-Pues sí, la verdad no lo sé.
En esos momentos me enoje pensando que había alguien a quien Karen le gustaba, que raro de mí. Sin embargo no deseo ni preguntarle si hay alguien en quien esté interesada, no quiero saber la respuesta, quizás… quizás… ha, ni pensarlo.