Contra mano.
Cuando me desperté
Y vi a otro tío acostao
De espaldas a mi lao
Me dije: ¿El pavo éste, quién es?.
La noche de Ikki había comenzado bien, sus amigos lo habían tapado para que lograse escaparse de Esmeralda, su novia.
La muchacha era muy dulce y bella, Ikki la amaba como a nadie en el mundo.¡Pero de diversiones, la chica, cero!.¡Y para cosas como esas siempre se tienen amigos!.
La gran excusa había sido un partido de fútbol, a la que le seguiría una cena en la casa de uno de ellos; noche de hombres solos habían dicho. ¡Listo, eso solo había bastado para tener su aprobación!.
Se despidió de ella, no sin antes tomarse unas cervezas en su casa.
El bar que los albergaría esa noche, no era ninguno de los habituales, pues al igual que Ikki, muchos escapaban de sus novias.
Buscaron el lugar más alejado que pudieron, nada concurrido por conocidos que pudieran acabar con su tan planificada farsa.
Luego ya razoné
La culpa es del alcohol
Debí mezclar ayer
Hasta volverme maricón.
Las segadoras luces y el viciado aire, confundían sus sentidos. Ya bastantes aletargados por la acción del alcohol, y la aturdidora música electro.
Si bien el alcohol fue lo único que les importo las primeras horas de llegados al bar, pasándolas pegados a la barra sin siquiera dar vuelta la cabeza.Riendo de su ‘Gran’ hazaña, y de lo confiadas que podían llegar a ser sus novias.
Pero pronto fueron requiriendo de algo más de acción, la música los llamaba, o más bien la multitud de sensuales mujeres que bailaban de un lado al otro de la pista. Y ahora cada uno elegiría a su presa, la mejor que pudiera encontrar.
Era obvio que tales actos no les remordían la conciencia para nada, total... “Ojos que no ven, corazón que no siente.”, dice el dicho popular.
Pero Ikki parecía ser distinto a sus amigos, viendo con desdén a las mujeres que le tocaban el hombro al pasar por detrás suyo.
¿Y qué dirán de mí?
Dirán que eres gay
Lo tendré que asumir
No te apures rey
Me aceptarán tal cual
Verás como si
Stereosexual.
Ninguna de ellas llegaba a la altura de su ‘Amor’. Todas exageradamente maquilladas, oliendo a alcohol y a cigarrillo... realmente asqueroso.
Pero los hombres no dejan de ser hombres; menos cuando se pone en cuestionamiento su virilidad, y en ese momento, ya no había ‘Novia’ que valiera.
“Ikki”. Yoshi le había chistado desde el límite de la pista, a su lado una pelirroja, capaz de causarle un infarto a cualquiera, bailaba pegada a su cuerpo.
Su amigo le había señalado con la cabeza, a dos figuras muy sensuales, al otro lado de la pista.
Ikki se había negado con gesto hosco, a lo que Yoshi enmarcó una ceja, antes de formar una media sonrisa.Sabía lo difícil que Ikki era, más cuando le ponían una mujer en frente. ¡Jamás aria algo que pudiera echara a perder su relación con su novia!.
Con mi novia no sé
Creo que se lo diré
De forma gradual
Para que no le siente mal.
Bien, era obvio que tenía que convencer con mas fuerza a su amigo, de otra forma esa salida sería una pérdida total de tiempo; luego vería que hacer con esa fidelidad ‘asquerosa’ que tenía por Esmeralda.
Levanto sus hombres, con una falsa sonrisa derrotada. “Ni modo”, dijo antes de levantar ambos brazos con sus muñecas juntas, en señal de esposado.
“¡Dominado!”, grito la mente de Ikki.¿Eso era lo que pensaba su amigo de él?. El gesto de Yoshi fue sutil, pero más efectivo que un ejército, preparado para pelear con Ikki. Un cartel luminoso titiló en la mente de Ikki, algo que nunca seria él.
Se levantó de un salto de la silla, pisando seguro y abriéndose paso entre la multitud. Yoshi sonrió satisfecho, volviendo su total atención al ‘Bombón’ que tenía entre sus brazos, y que esa noche de seguro dormiría con él.
Antes de llegar hasta las jóvenes señaladas, Ikki pudo ver ya desde lejos, cuan hermosas eran. Ambas vestían un atuendo de ajustado cuero negro, amoldándose a sus gráciles cuerpos.
“Buenas noches”. Su voz grave cortó en seco el estridente bochinche del lugar, dejando notar una galante gentileza en su voz masculina.
Pero por el Squash
Es mejor no volver
No sea que un día en las duchas
No me pueda contener.
Ambas mujeres voltearon para mirarlo, sus reacciones se encontraron divergentes. Mientras un par de ojos verdes le sonreían abiertamente, otro par de ojos idénticos, le dedicaba una fría indiferencia.
“Hola”. Las voces dulces se mostraron cordiales. Ikki abrió bien sus ojos; mismo color de cabello, de ojos, y de piel, casi idénticas en todo. Hasta en su vestimenta.
“Gemelas”. Pensó sonriendo su virilidad, que bien que se vería su hombría si lograba salir del bar con cada una de ellas del brazo, luego inventaría otra mentira; algo como que a Yoshi le había caído mal la comida y tuvieron que llevarlo al hospital.
Extendió su mano, convidándolas a bailar con él. Solo una acepto gustosa su oferta, la otra continuaba renuente a dejarse encandilar tan fácilmente.
Bueno, bailaría con la que sí estaba más que dispuesta, según demostraba por los sensuales movimientos que le dedicaba en su danza.
Mas no logró separarlas en toda la noche, para poder endulzar el oído de una de ellas al menos; les invitó algunos tragos una vezque consiguieron donde sentarse para hablar un poco.
¿Y qué dirán de mí?
--Dirán que eres gay--
Lo tendré que asumir
--No te apures rey--
Me aceptarán tal cual
--Verás como si--
Stereosexual
Ikki ya sentía su ego pronto a explotar, flanqueado por ambas bellezas, ante las picaras miradas y comentarios de sus amigos. Estaba borracho, eso sí se veía a leguas.
Hablaron un buen rato, mientras no dejaban de tomar todo lo que podían pedir, estuviera o no dentro de la lista de tragos, ninguno de ellos se privó de probar lo que más le gustaba.
Ikki levantó su vaso hacia el centro de la mesa. Su ebriedad era más que solo decir que se había pasado por, ‘un’ par de copas de más.¡Para él ya eran ‘demasiadas’ botellas de más!.
Pidió un brindis y un beso de cada una de ellas. ¿Un beso?... o un examen exhaustivo de sus cuerdas vocales, daba igual. Ninguna de las deliciosas bocas se le presento difícil de conquistar, ni siquiera aquella que estuvo tan reacia con él en un principio.
Y la noche tuvo el final que él quería. Despertó en su viejo departamento de soltero; su cabeza dolía y casi no recordaba nada. Sabía que después de todo si tendría mucho que explicarle a Esmeralda.
Puso un pie fuera de la cama, pisando una botella vacía de champagne. Y pensó que debió de cómprala al salir del bar, por que no recordaba que hubiese champagne en su casa.
Y por otro lao
--Por el lao de atrás--
No debe estar tan mal
--Pero si es lo más--
Si hay un tanto personal
--Pruébalo y verás--
Stereosexual.
Miró el reloj de la pared, las 11:00 de la mañana. Uh, ya estaba en aprietos, pero por lo menos debería llamar a su novia antes de que tenga más problemas aun; aunque antes... ¿Quién?.
¡Oh, dios!.
¿De verdad no recordaba nada?. Intentó ver el rostro del cuerpo que adornaba su cama, pero aquella grácil figura, dormía dándole daba la espalda, y su espeso cabello verde le impedía ver algo de su rostro.
¡Memoria, debía hacer memoria!. Ayer le había mentido a su novia.¡Sí, eso estaba claro! ¡Había seguido a sus amigos hasta un bar, ok!. Luego se había dejado influenciar por Yoshi, porque a fin de cuentas había sido su culpa, para acercarse a dos jóvenes mujeres muy hermosas.
Si lo recordaba bien, una de ellas se llamaba Shun, la otra... no, esperen. Algo le habían dicho, algo de que estaba en un error, equivocado con una de ellas.
Shun le había sonreído, diciéndole que se había confundido, que ‘ella’ en verdad era un hombre, afeminado y muy bello, pero un hombre al fin.
Ikki sonrió a los bellos ojos. ¿La información habría llegado realmente a su cerebro sin la interrupción del alcohol, de todas maneras?.
Cuando me había hecho a la idea
El maromo despertó
Y resultó ser una tía
Con el pelo a lo Grace Jones
Golpeó su cabeza repetidas veces con la palma de su mano.¡ Estuvo toda la noche cortejando a un hombre!.¡Y más aún, le había pedido que lo besara!... ¡Por dios!. Jamás había querido creer, eso de que el alcohol causaba estragos en las personas. Pues ahora no dudaba de ello.
Caminó de un lado a otro de la habitación, calculando las posibilidades que tenia de que, ese muchacho, fuera el que haya salido del bar con él, y que ahora estaba acostado en su cama.
Solo recordaba que había salido con ambas del bar... pero su hermana no estaba interesada en él, nada de interés; por eso había volcado sus atenciones en la pequeña princesa de ojos verdes.
¡Lo que daba a pensar que él acepto realmente, por símismo, estar con aquel chico!.
“Maldición”. Murmuró apretando los dientes, ni siquiera había querido enredarse con una mujer, y al final acabó...
Bueno, “Su cuerpo no está nada mal”, pensó. Sus ojos se posaron en la cima de sus nalgas, apreciando la firmeza de las finas curvas.
Y aunque ya se fotocopie
Por delante y por detrás
A mí me sale más a cuenta
Por un lado nada más
“No”. Se obligó a mirar hacia otro lado, las paredes de su cuarto ya necesitaban una nueva mano de pintura. ¡Estaba apreciando el trasero de otro hombre!.¿Qué era lo que estaba haciendo?.
Y lo peor es que no podría ocultar este mal trago por mucho tiempo, sus amigos lo invadirían de preguntas. Si quería salir de esa debía mentir muy bien, tener una historia creíble…
¿Pero que hacia si lo descubrían?.
Otro cartel se encendió en su mente, más luminoso y más grande que el que anteriormente había visto en el bar. ‘Homosexual’,la palabra titiló en chillantes colores de Neón frente a sus ojos.
Bello título, hermoso en realidad, y él se había ganado en una sola noche por engañar a su novia, terminando en la cama con un hombre... ¡Quédivertido!. ¿Cómo se lo tomaría Esmeralda cuando se enterara?
Su mente se debatía entre aceptar todo con verdadera hombría. ¡Él era alguien muy seguro de sí mismo, nada de esto lo afectaría a largo plazo!.
¿Eso estaba claro, no?... tragó en seco, sintiendo el helado dedo de la sociedad apuntándolo. Sudó frio, y pensó que sería bueno esconderse…
¿Y qué dirán de mí?
--Dirán que eres gay--
Lo tendré que asumir
--No te apures rey--
Me aceptarán tal cual
--Verás como si--
Stereosexual.
O correr a los brazos de su ‘heterosexual’ amor. Ella le podría asegurar que su ‘ahora’ vapuleada virilidad seguiría ‘funcionando’.
Su terror fue mayor que su férrea seguridad, vistió lo primero que encontró, saliendo del apartamento lo más rápido posible. No le importo que su amante quedara dentro, en realidad no tenia deseos de quedarse a verlo despertar.
El pálido cuerpo se movió entre las sabanas. El sonidode la puerta al cerrarse lo obligo a erguirse en la cama, y automáticamente después su teléfono celular reclamó su atención desde la mesa de noche.
“¿Hola?”. La voz somnolienta bostezó al contestar. Sin cortar la comunicación miro a su alrededor, sosteniendo las sabanas contra su pecho desnudo. “¡No, parece que esta vació, estoy sola, Shun!. Deja que me cambie y voy para allá”.
«Ok, nos vemos Shaina».
La mujer cerró su teléfono y vistió sus ropas, odiaba salir con su hermano, pues siempre acababa en alguna cama desconocida. Mientras este por su lado aprovechaba y también buscaba a alguien con quien irse.
Y por otro lao
--Por el lao de atrás--
No debe estar tan mal
--Pero si es lo más--
Si hay un tanto personal
--Pruébalo y verás--
Stereosexual.
Fin.