Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un bal au loin por Mel_01

[Reviews - 59]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como lo prometí! A leer.

Cada día que pasaba me preocupaba más, al parecer Minho no se daba cuenta, pero yo sí, le observaba todo el día por miedo a que le ocurriera algo. A veces se detenía frente a las cosas por minutos y cuando reaccionaba hacia algo totalmente distinto de lo que estaba haciendo o pensaba hacer en un principio. Me hablaba de cosas que pasaron hace mucho como si hubiesen pasado ayer. Las primeras veces le contradecía e intentaba hacerle entrar en razón, pero el sólo asentía confiando en que sus palabras estaban bien, terco. No sé si fue eso o yo lo estoy exagerando demasiado, pero incluso un día me llamó “tú” dudoso de mi nombre, para ese entonces el miedo tenía de mí hasta lo que yo no tenía de mi mismo.

 

...

 

Lo convencí de ir al médico junto con Sulli, por supuesto le hablé a ella antes de todo lo que ocurría, me encontró la razón, también lo notaba un poco raro y era mejor consultar en caso de que fuera algo más grave de lo que creíamos. El motivo que le dimos fue que lo notábamos confundido y un poco olvidadizo, pero nada de que preocuparse, quizá faltaban algunos suplementos vitamínicos. Minho accedió no muy convencido de todo el asunto, casi lo chantajeé con sentimientos, pero necesitaba salir de dudas, cada día era peor. Para cuando íbamos en el taxi y él preguntó que película veríamos, me espanté.

 

...

 

Durante la semana que siguió le realizaron todos los exámenes, incluso para un diagnóstico diferenciado, pero todos arrojaron un solo resultado, “normal”. El psiquiatra nos recomendó observación, de sus actos, de sus palabras, de todo lo que pudiera observarse en él. También nos dijo que creyéramos en sus palabras, que no intentáramos contradecirle. Y así fue, todo fue normal durante algún tiempo, ya no se olvidaba de las cosas, es más, podría decir que su memoria estaba casi intacta, incluso recordaba detalles de situaciones que vivimos, no se le escapaba nada. Hasta me avergonzaba recordando detalles que yo no quería recordar, como siempre buscando como hacerme sentir tonto, sigue siendo un idiota.

 

...

 

Un mes después visitamos de nuevo al psiquiatra, ambos hablaron en una habitación aparte, mientras mi cerebro estaba a punto de autodestruirse junto con mi corazón. “Todo normal” dijo él especialista. Sonreí tranquilo, pero aún no completamente convencido. Nadie conocía mejor a Minho que yo, nadie y hasta que mi intuición me indicara “normal” no dejaría de darle toda la atención a su comportamiento. Le dio el alta de los controles, pero aún así le citó 3 meses después como algo de rutina. Nos explicó sobre el síndrome de estrés post-traumático, que al parecer es por lo que sufrió Minho. “Como su nombre lo índica, este síndrome afecta a las personas que han sufrido un gran trauma, en el que su vida está en peligro. Se manifiesta de inmediato o meses después y se caracteriza principalmente por pesadillas, períodos de amnesia, lagunas mentales, ésto para evitar recordar los detalles del incidente, así como hay otro período en que se vuelven detallistas, recordando cada cosa de cada lugar o momento. Ésto tiene un tratamiento, pero al parecer los síntomas en Minho han desaparecido. Aún así quiero mantener vigilancia, pero no se preocupen, está todo bien”.  La forma en que lo explicó y como calza todo con los cambios de Minho tranquilizó el resto que no estaba tranquilo de mí. Al salir de la consulta me aferré a su cintura y me quedé así, abrazado a él unos minutos. “Te dije que todo estaba bien”. Tenía que ser pesimista, tenía que tomar el papel del que se preocupa, con todo lo que ya hemos pasado tenía que esperar lo peor.

 

...

 

Creo que lo hizo para tranquilizarme, porque camino a casa no quiso tomar el autobús, quería caminar con la excusa de que necesitaba hacer algo de ejercicio, que excusa más tonta, sólo a él se le pueden ocurrir cosas así. Recordó cada cosa en el camino, me hizo recordar también situaciones vergonzosas otra vez, recordamos otras tristes, incluso hablamos de Jonghyun, de “esos” días.

 

...

 

“Creo que ya lo sabes, pero él me golpeaba. Cuándo comenzó no lo sé, sólo pasó y así me fui acostumbrando, después de todo en casa había sido igual, papá hacía lo mismo después de que falleció mamá. Nunca oculté el hecho de que era homosexual y por eso, para él, era la escoria más grande del mundo. Cada día que pasaba me hacia sentir desdichado, si no fuese por mi abuela yo no habrá aguantado tanto. Para cuando ella falleció y estuve a punto de venirme abajo apareció Jonghyun, él me ayudo bastante, así como me hizo mal. Al principio todo era color de rosa, incluso me ofreció vivir  en su casa, pero me negué. Luego me obligó cuando un día fue a mi casa a buscarme, había estado días sin hablar con él, ausente del mundo y fue en ese entonces en que descubrió a mi padre golpeándome. Detuvo a mi padre en el acto, le grito unas cuantas verdades y ante las respuestas de éste le dio un golpe, haciendo que huyera a llamar a la policía o eso fue lo que dijo al salir, claramente no lo hizo porque él podría irse detenido también. Tomó una bolsa, guardó unas cuantas cosas que creyó que yo necesitaría y me arrastró con él. Me gustaba mucho eso de él. Después de mamá y la abuela fue lo más cercano que tuve y…” Antes de continuar mi historia de vida, Minho intervino. “Me estoy poniendo celoso”. Reía ante su adorable confesión, Minho a veces podía ser tan infantil como maduro. “Pero continua” Me hizo saber. “Creo que por eso le perdonaba los golpes, por eso y por miedo a quedarme solo. Cada vez que me golpeaba se disculpaba y dime tonto o lo que quieras pero yo sabía que sus disculpas eran sinceras. Su problema era la droga, sólo me golpeaba cuando se drogaba. No sé cómo cayó en eso, pero después de que la droga entró en su vida él ya no era el mismo. Jonghyun me ofrecía el cielo y el infierno juntos y yo creía que no podía aspirar a más, que era lo que merecía, después de todo el dolor de los golpes se iba. Luego conocí a Taemin en un grupo de baile callejero, me sorprendió la edad que tenía para estar en bandas de la calle, a diferencia mía él vivía sólo con su madre, la cuál trabajaba…”. Intervino de nuevo. “Creo que sé esa parte”. Dijo mirando hacia otro lado en el que no estuviera yo. “Pues no tengo más que decir entonces”. Contesté amurrado. “Continua, quiero que me cuentes la parte en que entro yo”. Minho y su ego. Estaba sentado entre sus piernas de nuevo, él tenía las manos en mi cintura y las mías estaban sobre las de él. Mi espalda reposaba por completo en su pecho y mi cabeza estaba levemente inclinada hacia la derecha, desde donde aspiraba su perfume en cada respiración. A veces parecía no escucharme mientras besaba mi cabello, pero a penas yo me detenía él me pedía que continuara. “Bueno, después apareciste tú. La primera vez que te vi te odie, parecías ser todo lo que yo quería, vestías buena ropa, traías libros contigo que indicaba que estudiabas en alguna universidad y que tenías dinero, alguna buena familia, eras guapo, hasta tu voz, ah, realmente te odie con todo mi corazón. Te imaginaba arrogante, casi un príncipe ácido…”. Dije con desgano, recordando también los sentimientos que tuve por él esas primeras veces que le vi. “Ya, ¿vas a decirme todo lo malo que pensabas?”.  Me reprochó serio. “Tú insististe en escuchar, así que debes escuchar todo”. Le respondí serio también. “Al tratar contigo me di cuenta que eras todo lo que yo quería ser y más, no puedo explicarlo bien pero el hablar contigo era cálido, la forma en que mirabas, hasta lo que no hacías. Taemin fue más rápido que yo y se fijo en ti antes pero…”, “¿pero?”, me preguntó curioso y dudoso a la vez. “Me gustabas demasiado para dejarte ir con ese chiquillo…el problema era Jonghyun, cuando quise darme cuenta estaba demasiado comprometido contigo y ya no había vuelta. Yo era demasiado inmaduro en ese tiempo, por eso tomaba las decisiones sin pensar y me dejaba llevar por mis instintos. Te buscaba porque te creía irreal, en algún momento te aburrirías de mí, pensaba que lo único que te podría ofrecer era… sexo. Después de un tiempo y por consejos de una vieja mujer empecé a creer que sí podías ser real para mí, por eso decidí hacer el viaje con Jjong, ganar algo de dinero y tener el valor de decirle que lo nuestro terminaba al final de ese viaje. Así podría rentar algún cuarto, ser un poco más independiente y hacerte frente con todo lo que era… pero bueno, ya sabes que pasó con eso”. Sus besos se repartían por mi nuca, agradables, era agradable sentirle. “En resumen…”, “¿en resumen?”, dijo de inmediato. “Lo mejor de todo, fue conocerte Minho, pasaría peores incluso, si sé que al final estarás conmigo”. Se abrazó fuerte a mi descansando su mentón en mi hombro. “Sueno como a premio”, confesó desganado. “Suenas como a mi premio”. Bromear con él a estas alturas… “Hm, Kibum, no soy una cosa”, me reprochó otra vez apretándome con sus brazos. “Claro que no tonto, eres mi Minho”.

 

...

 

“Minho, ¿puedo preguntar?”, dije tan rápido creyendo que me diría que no.”Puedes hacerlo, pero es que no hay mucho que te pueda responder”. Aflojó el abrazo y esperó. “Cuéntame”, pedí tímido. “Soy huérfano, eso te dará idea de toda mi vida. Ni siquiera puedo decir que conozco el rechazo materno, porque según los antecedentes del orfanato me abandonaron cuando tenía días de nacido. No tengo sentimientos de rabia hacia nadie, ni menos odio, así sucedieron las cosas para mí.” Al escuchar esa primera parte me arrepentí tanto de mis palabras acerca de su dinero o de su posición familiar, no sabía nada. “Por suerte, creo, el orfanato era dirigido por un buen hombre. A veces su esposa nos visitaba y nos traía dulces, nos traía libros, nos enseñaba de la vida y nos alentaba a ser mejores. Debo agradecer a mi madre por dejarme en ese lugar”. Quería golpearlo y salir llorando. ¡¿Cómo iba a agradecer a su madre?! ¡Dios Santo! Minho definitivamente es un idiota, nadie es tan bueno ni piensa así de alguien que lo abandonó. “Al hombre le gustaban las películas, así que siempre llevaba algunas para ver, creo que de ahí nació mi gusto por el cine. Siempre había con quien conversar si te sentías triste, pero yo era más reservado, no hablaba mucho. No me llevaba mal con nadie pero tampoco tenía amigos. Sólo me dedicaba a estudiar y a los deportes, eso es algo que me gustaba mucho, pero después cambie algunas tardes de deportes por ir a visitar a un chiquillo lindo que trabajaba en una cafetería”. Qué cursi, me hacía sonrojar, en primera instancia me puse celoso, es un tonto por hacerme sentir así mientras le escucho. “Conseguí entrar a la universidad por una beca de deportes, pero eso sólo cubría el primer año.” Esta vez intervine yo. “¿Cómo pagaste los demás años?”. "La esposa del hombre dueño del orfanato falleció y me incluyó en su testamento. Eso fue una real sorpresa para mí. Su esposo estuvo de acuerdo así que cada mes llegaba una suma de dinero que alcanzaba para todos los gastos. La ropa que vestía no la compraba yo, llegaba cada mes junto con el dinero y lo que no se ajustaba a mi talla lo regalaba”. Me impactaba un poco escucharlo hablar esas cosas, yo no sabía nada de eso, después de cuatro años y más tiempo recién me enteraba del tiempo en que yo no aparecía aún. “No solía interesarme por muchas cosas, pero me interesé en ti, realmente lo hice. En mi vida no tenía otra motivación más que trabajar en lo que me gustase para poder vivir y llevar una buena vida. Tú has sido la primera y única motivación en mi vida”. Ahora entendía todo sobre él, sobre sus actitudes despreocupadas sobre la vida, sobre su comportamiento conmigo todas esas veces que lo dejé, la capacidad que tuvo para perdonarme, el porque siempre intenta hacerme sonreír. Me alegraba haberme enamorado de una persona como él. Nunca tuvo conceptos de nada, por lo que enamorarse de un hombre no le produjo ninguna confusión. Para él yo era la primera persona en todo, pero para mí no. Saber eso se sintió dulce y a la vez amargo.

 

...

 

 Levanté mi cuerpo y ayudé a levantar el suyo. “Vamos que es tarde, mañana comienza tu nuevo proyecto”. Se levantó pero más bien impulsó su cuerpo hacia mí y ambos caímos sobre el pasto, me sujetó como pudo para que no me golpeara contra el piso. “Este premio declara una revolución, se apoderará de su dueño…”. Primero lo miré asustado por la voz que hizo, casi de militar, pero a continuación reí bastante y respire aliviado, sujeté con cuidado sus cabellos estirándo las mechitas por mis dedos. “¿No está un poco largo?”, comentó Minho. “Está bien, déjalo crecer un poco mas, me gusta así”. Hice que me cargara hasta llegar al departamento, tantas emociones y recuerdos en un día me habían dejado completamente agotado, al borde de desmayarme. Le pedí que tarareara una canción para mí, su voz grave era perfecta, me gustaba oírlo para dormir. Se sentía inexplicablemente bien saber que era la adoración de un hombre que nunca tuvo nada propio, soy lo único y lo primero que él amó y ama. Qué pensamiento más egoísta pero me hacía indescriptiblemente feliz. Minho era sólo mío. 

 

 

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Espero les haya gustado el capítulo, está como romántico. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).