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Punto de Quiebre por Le Blue

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Notas del fanfic:

Es el primer fanfic, que subo aquí así que espero que les guste.

 

ya lo he subido en otro sitio, pero he decidido compartirlo con más personas.

Kim Kibum uno de los mejores diseñadores de todo corea y Japón; y uno de los mas prometedores en Europa, compitiendo con marcas de renombre.

El es el todo poderoso Key.

Un chico alto de piel blanca y porte delicado, con ojos felinos que desbordan sensualidad.

 

Siempre de apariencia fría e inquebrantable, el mismo lucifer en persona para muchos que habían trabajado para el o con el.

Pero como todo y como todos tiene un punto débil, uno que pocas personas conocen.

 

Lo que nos lleva a Lee Taemin, un chiquillo de tez clara y cabellos castaños, una boca pequeña pero carnosa del color del melocotón.

 

El hijo adoptivo de la diva.

 

Había famoso que compraban mascotas costosas, trayéndolos consigo a todas partes, pero el era Key el no imitaba tendencias, el las creaba.

 

Por eso cuando vio por primera vez aquel hermoso niño abandonado, solo a la deriva del destino, no dudo en adoptarlo.

El pequeño despertaba sus más ocultos sentidos maternales, cosa que ni el mismo Choi Minho había conseguido desde la primera vez que se conocieron eso quiere decir de toda la vida.

Choi Minho, su modelo exclusivo y mejor amigo, ellos habían crecido a la par, siempre pendientes uno del otro.

El y Taemin lo acompañaban siempre aquellas exclusivas fiestas, luciendo sus mejores diseños aquellos que eran creados precisamente para ese par.

 

Esos dos eras sus mejores amigos, su familia y su más grande apoyo en la vida.

A los que siempre acudía cuando tenía un problema, necesitaba un consejo o alguna opinión.

 

Por eso cuando el auto de la gran diva se quedo varado en a carretera no dudo en llamar a los chicos.

 

- Minho, si el auto... Bueno me escuchas- para empeorar la suerte del diseñador, la señal en ese tramo de la carretera era pésima.

 

- Maldición- grito a la nada.

 

Su viaje para conseguir inspiración para su nueva línea de ropa, se había ido al caño.

 

Por eso había escogido aquel destino en las montañas, por que era solitario y tranquilo, pero ni una triste alma pasaba por hay en ese momento.

 

Subió de nuevo al auto, aun con su llanta ponchada, lo puso en marcha, muy conciente de que los rines del auto quedarían totalmente arruinados, pero jamás había cambiado una llanta, ni siquiera tenia idea de que hacer y tampoco llevaba refacción de la misma.

 

A marcha lenta, se quedo a las orillas de la carretera, adentrándose a la primera propiedad, que diviso para ver si podía conseguir ayuda.

 

Apenas aparco fuera de aquella casita de madera, un joven de cabellos castaños salió de la casa para ver al recién llegado.

 

- Disculpe señor, ¿en que puedo ayudarlo?- pregunto amablemente el joven.

 

El joven mas bajo que Key, pero un cuerpo con musculatura bajo aquella camisa de cuadros, una gran y calida sonrisa, adornada con unas blancas y perfectas perlas.

Pero lo que mas le llamo la intención a Key fue su mirada calida, la profundidad de la mirada, le recordó a los ojos de un cachorro.

¿Quien veía a la diva con esa expresión que no fuera su familia?

 

- a mi auto se le a ponchado un llanta, no tengo refacción y mi destino esta lejos, le importaría prestarme su teléfono, el mío no tiene señal.- pregunto con aquel tono altanero que lo distinguía.

 

El castaño arqueo una ceja mientras se cruzaba de brazos, ante lo que rápido distinguió como niño de papi.

 

- claro- declaro después de analizar al recién llegado- Kim Jonghyung- extendió su mano para que   

El otro se la estrechara.

 

-Kim Kibum- el diseñador escruto la mirada canina, para ver si reconocía su nombre, pero se decepciono al ver que el chico no se inmuto ante su nombre.

 

- por aquí esta mi teléfono- señalo la entrada de su casa.

 

Kibum no dudo en seguirlo hasta donde se encontraba un antiguo, pero bien cuidado teléfono frente aun ventana que tenía como paisaje un verde campo.

 

De hecho toda la casa tenía un toque antiguo, pero todo dando un toque de calidez y tranquilidad.

 

Hablo a su casa donde supuestamente deberían estar su hijo y el modelo, pero nunca contestaron.

 

- disculpa ¿puedo llamar a celular?- pregunto educadamente a Jonghyun que tomaba lo que parecía café recién hecho en la pequeña cocina.

 

- si, adelante - contesto con una calida sonrisa.

 

Llamo al celular de Minho y después al de Taemin, pero ninguno de los dos le contesto.

 

-" lo que me faltaba, de seguro es rana se esta aprovechando de mi hijo ahora que no estoy con ellos" - pensaba molesto recordando las veces que se había encontrado a esos a plena acción, la verdad esta feliz que estuvieran juntos, pero Taemin seguía siendo su bebé.

 

 

- pasa algo- le pregunto el dueño de la casa al ver que se había quedado estático viendo el paisaje.

 

-nadie me contesta, no se lo que voy a hacer, mi reservación, todo se ha ido la basura.- suspiro frustrado el rubio.

-¿por que no llamas a una vulcanizadora? - sugirió el castaño - que tanto puede ser, es solo una llanta.

 

El gran Kibum se quedo pensativo unos momentos, el otro parecía tener razón.

 

-¿pero tendrán las llantas? - pregunto con sarcasmo ya que su auto no era cualquier auto.

 

El castaño miro un tanto incrédulo.

 

- solo es una llanta, mientra gire y no se desinfle esta bien, ahora si lo que te preocupa es que no son de la misma marca, cuando llegues a donde tienes que ir se la mandas cambiar y listo- el castaño, no entendía por que tanto drama.

 

Los niños ricos siempre se ahogaban en un vaso de agua.

 

Key se sorprendió por el tonito en que le hablo, pero lo dejaría pasar ya que esa persona no sabia quien era, pero antes de  irse se encargaría de dejárselo bien claro.

 

Con el seño fruncido y algo indignado

-¿tienes el número de una?-

- si...

 

Las palabras del castaño quedaron ahogadas bajo el sonido de un trueno poco después se desato una  fuerte lluvia.

 

-bueno creo que no habrá servicio hasta mañana- dijo Jong- ¿que te gustaría tomar? Tengo leche, agua, juego de naranja, te, café...

 

- un café esta bien - dijo algo derrotado el diseñador.

 

Así fue como acompaño al castaño a la cocina mientras este le servia café recién hecho.

 

- esto esta muy bueno- dijo el diseñador sorprendido por la calidad del café.

- verdad que si, mi madre me lo envío,- dijo con una hermosa sonrisa.

 

Después de un rato conversando tranquilamente la fachada fría de Kibum había cedido, dejando ver su lado amable, pero sin olvidar el sarcasmo y su actitud de diva que lo distingan.

Esa noche Key descubrió lo agradable que era el mayor.

Lo bien que se sentía que no trataran de impresionarte cada segundo.

La lluvia paso y la llanta del auto fue reparada.

Pero Kim Kibum no se fue de la pequeña casa campirana, ya que hay encontró algo mas que la inspiración que buscaba.

Encontró una paz y una calidez que solo una vez había sentido.

Pero su orgullo y sus aspiraciones no le permitieron decir lo que su corazón guardaba.

A las dos semanas Kibum se fue de la casa para comenzar  su nueva línea de trabajo.

 

Cada vez que veía esa nueva línea, recordaba al castaño, un total extraño que saco lo mejor de él, aquel que con una sola mirada le había robado el corazón

 

-Vamos Key llegaremos tarde  a la fiesta- Le grita el alto al otro lado de la puerta de su cuarto.

 

- Que importa, soy el invitado especial de la fiesta, no pasara nada interesante hasta que yo llegue- grito mientras se terminaba de acomodar el cabello.

-Como quieras- soltó un bufido- te esperamos abajo.

 

Después de volver acomodar su cabello, dar algunos retoques a su maquillaje y a su ropa, por fin salió de la habitación.

 

Ya en la alfombra roja estaba lista para su llegada, la mirada felina lista y una sonrisa totalmente falsa sobre sus labios.

 

La mejor línea que ha diseñado hasta el momento, toda absolutamente toda basada en sus dos semanas en aquella pequeña casa, perdida en el campo.

 

Pero no crean que no sabían uno del otro aun que hayan perdido el contacto.

 

Kim Jonghyung era un artista en asenso y también esas dos semanas había ido a relajarse antes de darse a conocer por primera vez.

Con una voz magnifica, la fama no se hizo esperar. Recibiendo contratos en todo el mundo.

 

Key arto de todas las hipocresías y de sonreír falsamente, se acerco al mini bar.

 

- ¿Lo de siempre?- le pregunto el barman, un chico de ojos pequeños y de amable sonrisa.

 

- Si Onew lo de siempre-

 

 

- Sabes el chaleco que lleva el joven Choi, me recuerda mucho al sillón de mi abuela- dijo una voz de tras de él.

 

Kibum se giro para gritarle al ofensor de su diseño.

 

-tú… - pero la represalia murió en sus labios al ver de quien se trataba.

 

Un chico bajo, con el cabello decolorado y una gran sonrisa.

 

Esa sonrisa.

 

- Jonghyung- dijo en un susurro apenas audible.

 

- Ese sillón me trae, muchos buenos recuerdos- dijo con un brillo de picardía en sus ojos.

 

-Jonghyung – grito para después tirarse a sus brazos.

 

Y si hay toda su actitud fría y de superioridad se fue al trataste.

Los presentes anonadados, ya que nunca habían visto tal muestra de afecto por parte de la diva asía otra persona que no fuera su hijo.

 

El lugar se quedo en silencio, todos observaban el beso que se reglaba la pareja.

 

 

- Ves te dije que ahora tendría un Appa- dijo Taemin al modelo, rompiendo el silencio en aquella exclusiva fiesta.

 

El beso termino y una horda de aplausos no se hizo esperar.

 

Kibum les regalo una sonrisa a las cámaras, una que no era fría ni calculada y ensayada frente al espejo.

Si no una natural y resplandeciente.

Una que solo pocas personas habían conocido.

 

Pero Jonghyun, se encargo de que todo el mundo la viera y de que supieran que solo era para él.

Notas finales:

Espero que aya sido de su agrado.

 

dejen comentarios, :D

 

 


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