Tu aroma es tan, tan dulce
Key suspiro, soltando pesadamente el aire en sus pulmones, enredo los dedos en el cabello largo y de color chocolate, sus piernas se cruzaron en las caderas firmes y sus manos se clavaron en la musculosa espalda, su boca gemía el nombre que lo volvía loco, una y otra vez “Minho”, buscaba algo a que aferrarse mientras los labios esponjosos del alto, recorrían de forma salvaje su cuello, para subir a sus labios y besarlo desesperadamente, mordiendo, chupando hasta dejarlos rojos e hinchados
-Minho basta- ordeno Key, intentando parecer serio, pero su voz temblaba de excitación, Minho sonrió burlonamente y hundió la nariz en el cabello rubio, aspirando el aroma dulzón del perfume que Key solía usar, dejando que sus pulmones se llenaran de ese aroma adictivo, casi como una droga.
-¿Seguro que quieres que me detenga?- pregunto Minho, con la voz ronca- alguien no parece pensar lo mismo- replico mientras con una mano acariciaba el miembro erecto de Key
-Y-yo…ahh- suspiro en forma de derrota el rubio, el decirle a Minho que se detuviera, que no quería seguir con ese estúpido jueguito, sería decir la mentira más grande del mundo. ¡Por supuesto que no quería que se detuviera! La forma en que el cuerpo de Minho se tensaba y temblaba bajo el, o el aliento mentolado pegándole en la nariz y el cabello suave entre sus dedos, eran su adicción, por más que quisiera detenerlo, siempre se rendía, volviendo a caer entre las redes del castaño una vez mas
Nadie a mí alrededor tiene ese aroma en su cuerpo
Minho sonrió aún más amplio ante la victoria que una vez más acaba de ganar, volvió a enterrar la nariz en el cabello rubio, no pudiendo evitar comparar ese aroma con el de su novio, mientras sostenía las delgadas piernas, buscando esa fricción enloquecedora, Key gimió sonoramente cuando sintió como Minho restregaba su erección contra la suya. Ambos sabían que el tiempo era limitado, se suponía que hace 20 minutos, deberían estar reunidos con sus amigos. Tenían que ser rápidos, así que Minho bajo a Kibum para quitarle los pantalones y quitarse los suyos, ni siquiera se molestó en retirar la playera blanca de Key ni su camisa azul marino.
Volvió a alzarlo agarrando con tanta fuerza las caderas que estaba seguro que dejaría marca, no le importaba, Key era solo de él, era su más preciado secreto, un secreto que no estaba dispuesto a compartir.
Tu maquillaje es tan, tan bonito
Alzo la vista buscando la mirada felina de Key, observando los ojos cuidadosamente delineados, los pómulos cubiertos por una leve capa de rubor rosado y brilloso, los labios aun con un leve rastro del labial sabor uva, las ojeras causadas por los desvelos por trabajos escolares, ocultas por el corrector. Sonrió ante la hermosa vista, beso una vez más los labios deleitándose con el sabor dulce y característico de la uva, su sabor favorito, el mejor que nadie sabía la razón porque Key siempre usaba ese sabor, solo por él, solo porque Minho se lo pedía, Key solía usarlo.
Y sin avisarle se introdujo en el con tanta fuerza que creyó que moriría de puro placer, gruño ante el calor y la estrechez con que fue recibido, mientras Key encajaba sus uñas por el dolor combinado con el placer. Minho no le dio tiempo de ajustarse, sentía que si no se movía, se volvería loco, así que comenzó a embestir de manera frenética, dejando que sus sentidos, su cordura y ese ligero atisbo de culpabilidad en su pecho, fueran desaparecidos por la lujuria del momento.
Aun no puedo creer que esta hermosa persona sea mía
Para Minho no había criatura más hermosa en la tierra, los gemidos que eran emitidos por Key, eran música para sus oídos, el sonido de la piel chocando con piel, era algo simplemente divino, alguien tan hermoso y perfecto no podía pertenecer a este mundo.
Continuo introduciéndose con fuerza en Key, mientras lo besaba, hasta que sintió ese ligero cosquilleo en la parte baja de su abdomen, indicándole que el final estaba cerca, ese placentero final, estaba a punto de llegar
-Key no aguanto más- gruño y se aferró aún más a las piernas, llegando por fin a ese placer tan prohibido y delicioso, corriéndose dentro de Key mientras este lo hacía sobre su mano. Ambos respiraron agitados, dejando que sus corazón alocados, calmaran un poco su ritmo
-Bájame- ordeno Key, con voz seria y la mirada caída. Minho no tuvo necesidad de preguntar el porqué del cambio tan repentino de humor. Era la culpabilidad lo que carcomía a Key
Cuando estoy contigo, siento como si me hubiera convertido en un hombre. Sin siquiera darme cuenta, mis hombros se levantan con orgullo
Key tomo sus skinny jeans y ropa interior del suelo, colocándoselos en silencio, Minho hizo lo mismo con la suya, ninguno dijo nada. Un silencio se había instalado en ambos, Key abrió la boca a punto de decir algo pero el sonido de su celular lo interrumpió, se agacho buscando en su mochila el aparato rosado y brilloso.
-Habla Key- contesto recargándose en la pared y evitando la mirada de Minho
-¡Key-Umma!- Minho pudo escuchar claramente el grito, y pudo identificar inmediatamente la voz, los ojos de Key se abrieron de manera exagerada y titubeo antes de contestar
-¿Qué sucede Taebaby?
-Te estamos esperando, ¿Cuándo piensas llegar?
-Yo…yo estoy en camino Tae, pronto llegare, me entretuve con…con un asunto- dijo mirando de forma fija a Minho
-¡Ok! Pero ya no tardes, ahh si ves a Minho, también tráelo, también lo esperamos a el
-Claro, nos vemos
-¡Bye, bye!~~- la línea sonó muerta al otro lado y Key colgó guardando el celular en su bolsillo
-Creo que deberíamos irnos ya- soltó el rubio de manera seca, tomando su mochila y echándosela al hombro, emprendió camino hacia la salida del aula, donde Minho lo había acorralado, tomo el pomo de la puerta apunto de girarlo, cuando una mano en su muñeca lo detuvo, y sintió como era atraído al pecho fuerte de Minho, suspiro y ni siquiera intento apartarse.
Cuando pones tus manos sobre mis hombros. Siento como si tuviera el mundo entero
Permanecieron abrazados durante un tiempo, hasta que Key se retiró, colocando sus manos en los hombros de Minho, acariciándolos suavemente, Minho cerró los ojos disfrutando la suave caricia, de esa caricia que transmitía un amor puro y latente, un amor que lo hacía sentir completo.
-Te quiero- susurro sin abrir los ojos, por respuesta obtuvo un silencio y las manos fueron retiradas, abrió los ojos y vio los contrarios ligeramente cristalizados, por las lágrimas que amenazaban con salir. Su corazón se torció y las lágrimas que resbalaban por las mejillas coloridas fueron retiradas por sus pulgares. Key retiro la mirada avergonzado, y cuando logro calmarse, le sonrió delicadamente a Minho, queriendo transmitirle el mensaje de que estaba bien, que esta era su decisión. Y el pecho del alto se inflo de felicidad, cuando estaba con Key, sonriéndole de esa manera, el mundo cambiaba súbitamente, se sentía mejor.
-Sera mejor que nos vayamos, o volverá a llamar- Key evito decir el nombre de su hijo, si así lo traicionaba, sentía que mencionando su nombre mientras estaba con él, la traición era peor.
-Sí, será mejor que nos vayamos- respondió Minho, se separaron y emprendieron camino al carro de Key, nadie hablo en el camino ¿Qué palabras podrías decir después de engañar a una de las personas más inocentes de este planeta, uno de tus mejores amigos, tu novio por 3 años? No había palabras para describir el sentimiento de culpabilidad, ¿y cómo hacías desaparecer ese pequeño sentimiento de felicidad al engañarlo? A pesar de que sabias más que bien que era un sentimiento erróneo, una felicidad impura, manchada.
Cuando Minho se subió al carro, se acomodó la chaqueta y pudo percibir el aroma de Key impregnado en su ropa, esperaba que Taemin no lo notara.
No uses perfume, si lo haces mi novio podría descubrirme
No te pongas cosas con brillos, porque podrían quedarse en mi ropa
Llegaron al pequeño departamento de Jonghyun y subieron las escaleras, discretamente tomados de la mano, pero cuando la puerta se abrió súbitamente dejando ver a un Taemin sonriente, se soltaron de las manos inmediatamente. El menor se lanzó al cuello de Minho, depositando un suave beso y Minho enredo las manos en fina cintura, sonriendo
-¡Por fin llegaron!, tardaron tanto que creí que no vendrían- dijo Taemin tomando la mano de Minho y sonriéndole a Key, quien le devolvió una sonrisa nerviosa
-Lo siento bebe, me entretuve con una cosas de la escuela, sabes que no te abandonaría- dijo Minho mientras los tres entraban al departamento
-Lo sé, lo sé, anda ven la comida aún está caliente, los chicos están esperando, ¿Qué quieres de tomar?- pregunto Taemin con emoción, sentando a Minho a un lado de donde él estaba originalmente sentado, mientras Key se sentaba enfrente.
-Una cerveza estaría bien amor- Taemin asintió y antes de darse la media vuelta, Minho lo jalo hasta sentarlo en su regazo, besándole suavemente, Taemin se ruborizo y se apartó, para ir a la cocina y traerle su cerveza a Minho.
Key aparto la mirada ante la escena, aun cuando Taemin estuvo fuera del comedor, no se atrevió a mirar a Minho, pero cuando sintió la mano del otro tocar la suya, pego un brinco, le pareció ver que Minho abría la boca para decir algo, pero cuando llego Jonghyun un poco ebrio aparto la mano.
Taemin volvió de la cocina con la cerveza y la comida, los deposito enfrente de Minho y paso a sentarse a un lado de él. Intento entablar conversación con Key pero al ver que este respondía con solo susurros, atribuyo que su Key-umma estaba de mal humor, cuando Minho termino de comer, salto a su regazo, hundiendo la cabeza en el hueco de su cuello, buscando el aroma su colonia, pero olio otro aroma, un aroma que no era el suyo ni el de él, el aroma de alguien más.
Observo el cuello la camisa marina ligeramente brilloso y rosado, frunció el ceño, hasta darse cuenta de que era maquillaje.
Noona , eres mi noona, pero si realmente te gusto, entonces
No digas más, haz lo que te digo y hazlo bien
Taemin se apartó un poco, acción que no fue notada por Minho porque platicaba con Jonghyun animadamente acerca del partido de basquetbol de anoche, pero Key palideció al ver la cara de Taemin, tembló “lo va a descubrir” era todo lo que su mente era capaz de procesar, Taemin volvió a acercar el rostro al cuello, buscando aspirar de nuevo el aroma desconocido.
Key quiso apartarlo, quiso evitar que volviera a oler el aroma, quería taparle los ojos para que no siguiera viendo la marca de su rubor en el cuello de la camisa de Minho, quería tomar a Minho e irse lejos, muy lejos.
Taemin se apartó una vez más y su rostro se veía confundido, demasiado, se bajó del regazo de Minho, y volvió a su silla, Minho solo lo tomo de la mano sin interrumpir su plática con Jonghyun que cada vez estaba más ebrio.
Key estaba temblando de puros nervios, estaba en pánico, quería cachetear a Minho, quería gritarle en la cara que se diera cuenta de lo que Taemin estaba descubriendo, Taemin permaneció en silencio, boqueo varias veces como pez fuera del agua, buscando las palabras, pero estas no parecían salir. Hasta que las encontró y hablo
-¿Minho por qué hueles diferente?- pregunto con su voz temblando como a punto de llorar, Minho palideció por un momento antes de contestar
-Ah debió ser cuando la señora que me atendió, me roció perfume- dijo Minho sonriéndole de la forma más natural posible, pero Taemin frunció aún más el ceño confundido- Se me había olvidado darte un regalo que te compre, que bueno que me lo recordaste- Minho aparto la silla y fue en busca de su mochila, cuando regreso traía una caja entre las manos, la deposito en el regazo de Taemin y le dio un suave beso en la mejilla
-¿Y esto?- pregunto extrañado Taemin, mientras rompía el moño rosado
-¿Acaso no puedo darle un regalo a mi novio?
-Sí, pero…- Taemin volvió a dudar- nada olvídalo- y continuo abriendo la caja, retiro el papel y saco de ella, un perfume. Key abrió los ojos sorprendido al darse cuenta de que perfume se trataba, era el mismo que el usaba
-Espero que te guste, la de la tienda dijo que era la fragancia más nueva en el mercado
-Gracias Minho, huele delicioso- el menor le deposito un suave beso en los labios, lo miro unos segundos más y volvió a guardarlo en su caja, Key observaba la escena aun conteniendo el aliento, rezando a cada Dios que recordaba, que Taemin no recordara, que no reconociera que ese era el perfume que el usaba, Taemin miro a Key unos segundos y después bajo la mirada, se paró dejando la caja den la mesa- Iré a fumar un cigarrillo
Salió sin siquiera mirar a Minho, y Key pudo notar su mirada triste, como si algo dentro de él se hubiera roto, sin dudarlo salió tras de él, temblando pero tenía que saberlo, tenía que saber si Taemin se había dado cuenta.
Casi corrió por el pasillo que lo separaba de la salida, cuando abrió la puerta pudo notar el sofocante aroma a cigarro a su izquierda y frunció la nariz ante la incomodidad del aroma. Giro la cabeza y vio la cabeza pelirroja agachada mientras daba una larga bocanada al cigarro, se le quedo observando en silencio, el pánico lo había paralizado, llevándose su capacidad de hablar, Taemin alzo el rostro y Key pudo ver las delgadas líneas de agua salada, indicando que una lagrima había pasado por ahí
-Siempre lo sospeche, pero nunca quise creerlo- dijo de repente Taemin, agitando el cigarro
-Yo…- intento decir Key
-¿Lo sientes? Creo que es un poco tarde para decir eso Kibum- Key quiso llorar, su hijo, su preciado Taeminnie, jamás lo había llamado de esa forma tan cruel, tan vacía- Soy un estúpido ¿verdad?
-No eres un estúpido, el que es el estúpido soy yo- Taemin soltó una carcajada burlona, Key nunca había visto ese lado de Taemin
-No, el estúpido soy yo, porque a pesar de que lo sé, por más que intento odiarlo no puedo, lo amo demasiado como para que mi corazón albergue un sentimiento de odio hacia el
-No lo odies por favor, no fue su culpa, yo lo seduje, él no tiene la culpa de nada- y Key no mentía, después de todo era el quien lo había seducido aquella noche en el aula del salón de diseño, jamás deseo que las cosas terminaran de esta manera, jamás deseo herir a su bebe Tae así, pero deseaba tanto a Minho, deseaba con desesperación sentirse querido, que no le importó, por un momento fue egoísta, asquerosamente egoísta
-Me hubiera gustado que estuvieras ahí, cuando nos casáramos, que estuvieras a mi lado, pero supongo que eso no pasara- susurro Taemin, mientras jugaba con el cigarro casi extinto entre sus dedos
-Perdóname
-No puedo Kibum, no puedo. ¿Cómo pudiste hacerme esto? Sabes cuánto lo amo, ¡Dios! Eres la persona en que más confió, eras la última persona que pensé que podría traicionarme de esta manera
-Lo sé, y no sabes cuánto me arrepiento, no tienes una idea
-Ya no puedo creerte, ya no puedo confiar en ti, ya no más Kibum- tomo aire antes de continuar- para mí estas muerto, ¿me oíste? Muerto Kibum- y aventó el cigarro a un punto de la calle, le dio una última mirada de odio a Key y desapareció en la oscuridad del pasillo, Key casi pudo escuchar como su corazón se partía. Pero decidió no llorar, si esto estaba pasando, era porque el mismo se lo había buscado, se arrepentía infinitamente, había lastimado de una forma irreparable a una de las personas más amadas para él.
Subió a su auto de manera rápido, sin mirar atrás, manejo sin siquiera fijarse a donde iba, necesitaba alejarse. Cuando sintió que estaba lo suficientemente lejos, tomo su celular rosa y tecleo rápido y de manera segura
Para: Minho
De: Diva Key
Ya lo sabe, el juego se acabó Choi, adiós
No le interesó saber si le respondería o no, le saco la batería y lo aventó al asiento trasero, se iría lejos de Seúl, lejos de Taemin, lejos de Minho, se iría a un lugar donde podría estar solo, y seguiría amando a Minho en secreto, tal y como siempre debió haber sido.
No más el ceño fruncido en tu cara
Eres la más bonita cuando sonríes
Así que no digas nada sobre esto, nunca
Solo escúchame a mí, eres lo mejor que tengo