Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AGUILA Y SERPIENTE por Mahozahamy Arisugawa

[Reviews - 91]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia ya la venía planeando con anticipación pero solo ahora me he aclarado como se irá desarrollando. Y tenía que publicarla pronto, por que comienza justamente el día de las elecciones en México.

Esta historia podrá parecer un UsxMex, pero no lo será. Mexico será un caracter original creado por mi. Y ustedes decidirán quien quieren que sea su pareja.

(Yo voto por Russia, pero ustedes deciden) (Si nadie opina será Russia)  

 

Notas del capitulo:

Bienvenidos, notas al final, disfruten.

Era primero de julio de 2012.

---En lo alto de una bruta serranía… acampado se encontraba un regimiento…y una mosa que valiente lo seguía… locamente enamorada del sargento—Cantaba México a todo pulmón, desafinando claro, pero es que estaba sin nada que hacer realmente, con los pies en sobre el escritorio, solo quedaba esperar— Y se oía… que decía… aquel que tanto la quería…--Oyó como se abría la puerta de su despacho, pero al darse cuenta de quién era siguió cantando—Y si Adelita se fuera con otra… la seguiría por tierra y por mar… si por mar en buque de guerra si por tierra en un tren melitar…

---Ehm… ¿Mexico-kun? Así no va la letra de esa canción ¿te sientes bien?—preguntó el recién llegado que era nada más y nada menos que su jefe. Felipe Calderón Hinojosa, que ahora mismo estaba muy alarmado, México conocía esa canción desde que era un niño ¿Cómo podría estar olvidando la letra?

--- ¿Si Adelita se fuera con otra? Tú siempre tan conservador. Solo estoy intentando asimilar el cambio de la legislación jurídica, aquí en mi propio corazón—dijo México, pero obviamente su jefe no lo entendió, el país desvió la mirada triste, no su jefe nunca lo entendía.

---El matriomonio entre personas del mismo sexo… ya veo—dijo el presidente y México volteó a verlo, sorprendido de que se hubiera dado cuenta— ¿Con quién te casarías tu Mexico-kun? --Inmediatamente México se sonrojó un poco y apartó la mirada—No veo a que viene esa pregunta, señor presidente. Yo no puedo casarme soy un país.

---Incluso los países forman alianzas, grandes imperios…

---Yo no necesito de nadie en ese sentido—le respondió de malos modos, terco—Para lo demás… pues para eso se inventaron los tratados internacionales ¿No?

--- ¿Y por eso permitiste que Estados Unidos se le dieran tantas ventajas en el TLC?

--- ¡Yo no sabía! Ese imbécil de Salinas de Gortari…

---Claro…

 

México se acordó de aquel día, 17 de diciembre, 1992. Estados Unidos estaba ahí, riéndose de todo como siempre. Acompañado de Canadá, tan transparente como siempre. Recordó lo que sintió al verlo. Odio al verlo portar sus lentes. Extrañeza al darse cuenta que aún los tenía, lo que significaba que los cuidaba… Lo cual era raro en alguien como Estados Unidos. Y cuando le tendió la mano para saludarlo, esos ojos tan azules… Sacudió la cabeza. Volviendo a la realidad.

 

 

---Hoy es un día importante, Mexico-kun y tú tienes un ánimo muy extraño.

---Estoy dividido, ya lo sabes. Siempre en conflicto conmigo mismo. Solo estoy esperando para ver qué bando ganará hoy. El centro o la izquierda. Quizá como siempre gane el que tenga más dinero y como siempre yo no me dé cuenta de eso. Pase lo que pase… Los próximos seis años de mi vida dependen de esa decisión.

--- ¿Ya sabes lo que pienso, no?

---Si, lo has repetido hasta el cansancio, pero eso ya no es importante. Muy pronto dejarás de ser mi jefe así que tu opinión ya no cuenta mucho y tus ordenes tampoco.

--- ¿Y has decidido ya? ¿Quién será mi sucesor?

---Estoy decidiendo ahora mismo con quien compartiré todo esto los próximos seis años, ahora mismo todavía no lo sé—dijo abriendo las manos para enfatizar su punto—. No sé qué es lo que quiero. Solo sé que no quiero ser engañado de nuevo. Ya no quiero sentir más dolor. ¿Sabes que se siente cuando matan a tantas personas? ¿Sabes que significa morir tantas veces, sentir la muerte de cada uno de mis ciudadanos y no poder morir con ellos? No, no podrías saberlo, solo eres un hombre.

---Mexico-kun, siento no haber estado a la altura de las circunstancias.

---Creí en ti, pero no pudiste salvarme, en lugar de eso…--de un golpe abrió su camisa, los botones saltaron en todas direcciones— ¿Lo reconoces?—preguntó. Ahí en el pecho de México, cerca de su cuello había muchas heridas pequeñas la mayoría de ellas estaban frescas y algunas eran viejas, pero todas sangraban—Lo hiciste tú, con tus propias manos has hecho esto.

---Lo hice por tu bien—casi gritaba el todavía presidente—estás enfermo, México, el narcotráfico ha infectado tu cuerpo, corrompe lo que más quiero, a ti, mi país, mi patria. Tengo que exterminarlo. O tarde o temprano morirás o serás devorado por él.

---No vengas con discursos patrióticos ahora. Ya no es necesario que digas nada. Solo vete.

---Yo te quiero de verdad México. ¿Lo sabes? Te quise mucho, siempre quise conocerte, estar aquí en esta casa, sentado contigo. Te quiero, México.

---Y lo demuestras matando a mi gente, empobreciéndola… ¡Eso no es amor, carajo!

--- ¡Esta guerra tenía que comenzarla alguien!

---Pues a lo mejor, pero no de la manera en que lo has hecho tú. ¡Esto no me ayuda en nada, no me sana, me debilita todavía más!

---No sé qué decirte, nunca pensé que te sintieras así, nunca me dijiste nada.

--- ¿Cómo chingados quieres que te diga algo?—gritó México definitivamente harto de esto se levantó de su silla, gritando, pero finalmente libre, había dejado salir por su ira contenida— ¡Nunca estas! siempre te vas por ahí, entre discursos, eventos, y más discursos, tu guerra pendeja contra el narcotráfico ¿Cuándo carajo hay tiempo para mí?

 

Se quedaron en silencio un largo rato, luego, México se sentó. Una pequeña parte de su corazón, lentamente desarrollaba el sentimiento de que algo tenía que hacerse, ya no iba dejar que lo trataran de esa manera, siempre sin hacer nada, dejándolo todo en manos de un simple hombre, de un grupo de hombres… y ese sentimiento se iba extendiendo poco a poco por todo su cuerpo. Pero su presidente aún estaba ahí y México sintió debilidad y pena por él. Le puso una mano en el hombro. Y aún en contra de sí mismo lo abrazó. Este hombre había hecho lo mejor que sabía lo mejor que podía, lástima que no fuera suficiente.

 

Era un sueño pendejo, pretender que un solo hombre, un solo humano lo salvara. México quería ser rescatado, pero ya no había héroes en este mundo… ¡Y él no era ninguna damisela en desgracia, chingado! Se las arreglaría como pudiera, como siempre…

 

Pero su gente, su gente era la que sufría las consecuencias… El solo sentía el dolor.

Notas finales:

Esto ha sido tan solo una pequeña introducción. Lo mejor esta por venir. Sera una historia larga. Lamentablemente no tengo mucho tiempo para escribirla, después de todo DARK RING esta casi terminada,  espero ser puntual, aunque no prometo nada. Nos leemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).