Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aeternum. por PauYh796

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Numero de palabras del capítulo sin notas: 15.569.

¡¿Marica?! No, gay. Parte I.

Hace unos años, Japón.

Los niños Namikaze y Uchiha iban caminando tomados de la mano, Naruto se había autoproclamado novio de Sasuke, y bueno, Sasuke no se había negado. Llegaron a la casa de los Uchiha, aunque hacia poco que el líder del clan había muerto ya todos lo sobrellevaban de mejor manera; había días en los que Naruto se rehusaba a separarse de Sasuke por miedo a que se sintiera triste, eso había hecho que ambos se unieran más y más. Sasuke agradecía la compañía de Naruto, sin duda alguna, y Naruto solo disfrutaba estar al lado de su Sasu-chan.

Cuando entraron a la cocina de la casa Uchiha allí se encontraba Mikoto e Itachi. –Hola. –saludo la mujer alegre a ambos niños.

Itachi noto que venían de la mano y frunció el seño, volvió a mirar para comprobar si no se lo había imaginado, pero no, esos dos iban de la mano. –Sasuke, Naruto, -Comenzó a hablar. –No deberían ir de la mano por la calle, se ven como maricas. –

—¿Maricas? —preguntó Sasuke inocentemente.

—¿Qué es eso? —Lo apoyó Naruto.

—Esa no es la palabra correcta —dijo Mikoto mirando a Itachi con ojos asesinos—. La palabra correcta es gay, una persona gay es un hombre que quiere mucho a otro hombre, y decide estar con él a pesar de que sea del mismo sexo.

—O sea, ¿niño con niño? —preguntó Sasuke.

—Sí.

—¡Entonces soy gay! —repuso con una sonrisa inocente mientras levantaba la mano que estaba libre de la de Naruto en señal de victoria.

Y tanto Mikoto como Itachi quedaron con los ojos tan abiertos que parecía que se saldrían de sus cuencas; Sasuke paso eso por alto y siguió con una sonrisa después de haber confesado su homosexualidad.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Actualidad, Japón, mayo (Después del fatídico día), jueves.

Sasuke despertó confundido… ese recuerdo, no lo tenía nada presente; no recordaba que había confesado ser gay en frente de su madre y su hermano, genial. Hace unos años, cuando Sasuke tenía doce había tenido su primer orgasmo, y había sido viendo a un hombre con músculos bien formados, en ese momento había aceptado que era gay y había procurado esconderlo de su familia; pero ahora había recordado que él ya había “salido del armario”, y se dio un golpe mental. ¿Qué más deshonra podía haber para el clan Uchiha? ¡El futuro heredero era gay!, claro que se podía esperar que Sasuke fuera gay, después de todo hace 10 años Naruto le había dado su primer beso y eran hombres, ambos, de seguro su Naruto también seria gay. ¿Y qué me dicen del beso ocurrido días atrás? Seichi Naruto lo había besado, eso era lo suficientemente gay; claro, Naruto lo había besado, y Naruto es hombre, obviamente, ¿eso quiere decir que Naruto es gay? Pues ya era suficientemente gay lo que había pasado.

Ahora que Sasuke ya había superado el 5 de mayo, que ya había superado el fatídico día en ese instante tenía más dudas, y ahora era por su homosexualidad.

Habían pasado cinco días desde ese día y Sasuke pudo respirar nuevamente, por lo menos respiraría sin impedimentos por unos meses más. Entonces todo el estudiantado del instituto volvía a mirarlo con respeto, ya no había más lastima, ahora era todo un Uchiha. Cabe decir que cuando Naruto volvió a ver a Sasuke al lunes siguiente aún estaba preocupado, pero eso paso rápido ya que ahora Sasuke era fuerte, ya no era el sujeto débil que Naruto había visto en ese momento.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

El salón de clases se veía más animado ese día, los profesores habían tenido una reunión extraordinaria y tenían la hora libre; en medio del desorden Kiba y Sasuke estaban haciendo otra competencia, esta vez sin apuestas, solo la satisfacción de ganar; la tonta competencia consistía en correr y saltar sobre las mesas de los estudiantes de esquina a esquina del salón, ya iba la tercera vez que lo hacían y nunca lograban terminar ya que siempre alguno de los dos se caía o se tropezaba con algún otro estudiante, a causa de esto Sasuke ya se había ganado unos cuantos golpes que de seguro se convertirían en hematomas, pero el pelinegro se la estaba pasando en grande y reía a carcajadas, algo no muy usual en el, pero nadie se quejaba. Entonces comenzó el cuarto intento de la competencia, ambos saltaron de puesto en puesto y justo cuando creyeron que ganarían Sakura empujo a Sasuke e Ino empujo a Kiba, haciendo que ambos cayeran al suelo.

—¡Hey! —dijo Sasuke frustrado.

Las chichas chocaron sus palmas y se rieron de ambos adolescentes para luego seguir en otras cosas. —¿De nuevo? —preguntó Kiba y Sasuke asintió emocionado.

Se volvieron a posicionar sobre la última mesa de la fila y se dieron la salida ellos mismos, justo cuando Sasuke paso por el lado de la puerta del salón esta se abrió de golpe mostrando a un agotado Naruto que apenas lo vio exclamo. —¡Sasuke! —haciendo que el chico perdiera el equilibrio y cayera sobre Naruto, dolió, y es que caerse sin que tus reflejos reaccionen es de lo peor. Sí, Sasuke había quedado con la cara a pocos centímetros de la entrepierna del rubio; todos los estudiantes giraron y vieron a los dos chicos en aquella posición comprometedora, las chicas se escandalizaron y los chicos gritaron toda clase de cosas, Naruto se apresuro a quitarse a Sasuke de encima pero sin querer hizo que a Sasuke le flaqueara el brazo, que era lo único que lo sostenía, y termino con la cabeza enterrada en la entrepierna de Naruto. Ahora sí que se armo toda una revolución y a lo lejos se escucho que alguien dijo. —¡Chúpasela ya! Uchiha —ahora fue turno de Sasuke se apresurarse y pararse totalmente rojo; pero Naruto no se quedaba atrás, ambos estaban totalmente rojos y apenados; después no tardó para que todo el salón estallara en carcajadas incluyendo a Sasuke y a Naruto, después de unos minutos todos superaron el asunto y las jugarretas volvieron.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Al final habían tenido todas las clases de la mañana libres y para la hora del descanso querían jugar algo todos juntos pero nadie se había decidido por nada, así que todo el mundo tomo camino por separado; Sasuke hacia ese árbol que le gustaba, Naruto al no tener nada que hacer lo siguió y se sentó a su lado cuando llego.

—Teme —saludó.

—Hola.

—¿Qué tal el espectáculo que dimos esta mañana? —dijo riendo al recordar lo sucedido.

—Ni me lo recuerdes.

—¿Por qué?, apuesto que te gustó.

—Dices muchas tonterías, por supuesto que no me gustó —mintió, y la verdad era otra cosa el hecho de haber tenido esa parte de Naruto tan cerca había puesto su autocontrol en prueba, aunque honestamente hubiese deseado terminar la labor. Naruto bufó y seguido calló, así se mantuvieron unos segundos; cada uno sumido en sus pensamientos.

—Naruto… —murmuró Sasuke—. ¿Qué piensas de los homosexuales?

Naruto esperó unos segundos para reponer con una sonrisa. —Nada.

—¿Nada?

—Pienso que si quieres estar con una persona y esa persona quiere estar contigo no hay problema, si es mujer con mujer, hombre con mujer, incluso hombre con hombre, no hay nada en contra; si se aman ¿por qué no?

Sasuke sonrió, era verdad, si era para estar con la persona que más querías no importaba que sexo fuera esa persona. —Sasuke —siguió el rubio—. Eres gay, ¿Verdad? —(N/A: y el maldito lo dice como si él no lo fuera ¬¬).

—Sí, creo que es así… —y el pelinegro se contuvo las ganas de mandarle la pregunta de vuelta.

—Yo no soy nada Sasuke —Uchiha lo miro confundido—. No me pondré etiquetas de que soy y que no soy, en el momento en que encuentre a la persona que ame más que a todo no dejare que se vaya, no importa si es hombre o es mujer —sonrió para después agregar—. Por si te lo preguntabas.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Todos los estudiantes gritaban emocionados, tanto que el salón de clases se estremecía, Sasuke aplaudía sin emocionarse tanto, claro que por dentro si saltaba de alegría.  

—Ya, cálmense —decía Iruka-sensei intentando callar a los estudiantes—. No sé porque se emocionan tanto —se dijo a sí mismo. Y la razón de tanto alboroto era simple; Iruka-sensei había llegado a interrumpir clase justo antes de que comenzaran un examen, eso ya era lo suficientemente bueno y perfecta razón para el alboroto de alegría que formaban los estudiantes; pero, lo mejor es que había llegado para informar que el comité administrativo del instituto en busca de forjar lazos entre compañeros y fomentar el ejercicio había aprobado un viaje de una semana fuera de la ciudad rodeados de naturaleza para todo el salón y que perderían clase toda la semana sin consecuencia alguna. Claro que todos se emocionaron y felices comenzaron a gritar.

Cuando todos se calmaron un poco Iruka-sensei volvió a hablar. —Bien, saldremos mañana a la madrugada, por eso deben estar acá a las 5 am en punto, todos deben estar puntuales porque no dudaremos en dejar a alguno si no llega a tiempo, deben traer la autorización firmada de sus padres para poder ir al viaje.

Entonces se fue y los alumnos se emocionaron aun mas gritando por todos lados, se irían de viernes a viernes, una semana completa, en total libertad, sin mucha autoridad; definitivamente en esos días podía pasar lo que fuera. 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Todos recogían sus cosas para irse, el día había acabado y todos se iban emocionados a preparar las cosas que llevarían para el día siguiente, incluso se escucho por ahí a alguna de las chicas que se quejaba de no tener ropa para ir al viaje y que por ello iría al centro comercial para abastecerse de suficientes elementos “necesarios”. Entonces Sasuke, Naruto, Shikamaru, Chouji y kiba estaban hablando de lo que sería el viaje mientras caminaban hacia la salida del instituto.

—Pues yo no sé como hare para levantarme tan temprano —se quejaba kiba con los brazos detrás de la cabeza—. Soy mal madrugador.

—Me pasa lo mismo —dijo Naruto sobándose la mejilla con una mano.

—Para eso existen los despertadores —decía Shikamaru—. Aunque si será molesto tener que levantarse tan temprano y de seguro mi madre me hará empacar de todo para cualquier eventualidad, será muy fastidioso —calló unos segundos—. Será mejor si llego pronto a casa, así salgo más rápido de eso —se despidió de todos y se fue con Chouji, entonces quedaron los tres y kiba noto el ambiente extraño, por ello se apresuro a despedirse y se fue casi que corriendo quedando Sasuke y Naruto solos.

Siguieron caminando juntos y en silencio un rato. —¡Ah!, no sé como hare para levantarme temprano —se quejó Naruto—. Fijo me quedo dormido y no voy al dichoso viaje.

—Pues quédate en mi casa, dobe.

—¿Qué?

—Eso, que te quedes en mi casa, yo te levanto, aunque sea a patadas —rió.

—¿En serio puedo?

—Claro, hay habitaciones de sobra.

—¡Entonces sí!, ah, pero la autorización que debemos llevar —se quedó pensando—. ¡Ya sé!, acompáñame a mi casa le pido la autorización a mis padres y les digo que me quedare contigo. Después me voy contigo a tú casa y ya.

—No me parece mala idea —apoyó Sasuke.

—Entonces vamos.

Así se desviaron hacia la que era la casa de Naruto, caminaron unos pocos minutos y llegaron a un vecindario en el que habían grandes casas. —¿Vives acá? —preguntó Sasuke mientras llegaban al portón de una casa con paredes blancas.

—Sí, fue la casa que mas rápido consiguieron mis padres, la mudanza fue algo de improviso —ahora que lo pensaba, Sasuke no sabía el por qué de que Naruto se mudase a Japón, y ¿En donde vivió antes? —Entremos —dijo el rubio.

Entraron al gran Hall de la casa y Naruto comenzó a buscar con la mirada algo o alguien. —Es extraño, dijeron que estarían hoy acá —murmuró mientras se rascaba la cabeza.

Subió las escaleras con Sasuke pisándole los talones y comenzó a escuchar a ver si oía algún ruido proveniente de alguna habitación; a lo lejos se escucho un golpe seco y Naruto sonrió, —En el despacho de mi padre —le dijo a Sasuke. Cuando llegaron a la puerta Naruto le dijo al otro que esperara allí, entonces Naruto se perdió en la habitación, Sasuke podía escuchar los murmullos pero no oía de lo que hablaban así que prefirió recorrer el pasillo para ver que más había, miro el interior de una habitación y vio adentro estaba vacía, había un mueble tapado con una sábana blanca, cerró y siguió caminando con la esperanza de encontrar algo interesante pero nada, probó con otra habitación y lo mismo, estaba vacía, se acercó a la habitación que estaba al final del pasillo y la abrió; adentro había ¿una camilla?, eso parecía un hospital ¿por qué estaba eso ahí?

—¿Qué haces? —dijo una voz sobresaltándolo.

—¡Naruto!, yo… estaba explorando un poco —dijo nervioso—. Esa habitación, ¿por qué tiene instrumentaría de hospital?

El de ojos azules de repente se puso nervioso y comenzó a jugar con sus manos inquieto. —N-Nada, no es nada, vamos —lo último lo dijo serio y mirando fijamente a Sasuke que a pesar de que se había quedado con la duda decidió no decir más al respecto, parecía un tema filoso para Naruto.

—¿Qué te dijo tu padre? —preguntó Sasuke.

—No mucho, solo firmó la autorización —mintió.

Sasuke solo asintió. —Acompáñame a mi habitación para alistar las cosas que llevaré —dijo el rubio con una sonrisa y ahora calmado. Sasuke no respondió y comenzó a seguir al otro hasta una puerta un tanto alejada de las demás, entraron; la habitación se veía tan viva, creyó que esos eran los sentimientos de Naruto, felices, calmados, pero no sabía que se equivocaba. 

Naruto se comenzó a mover por la habitación sacando cosas de todos lados, sacó una maleta enorme y comenzó a echar ropa de toda clase, hecho zapatos, ropa interior y miles de cosas más, se dirigió a lo que parecía un baño y de ahí volvió con más de diez frascos, dos cepillos y muchas cosas más.

—Ni que fueras mujer —se burló Sasuke.

—Cállate teme, me gusta tener cuidado con mi cabello.

—Eso sonó muy afeminado.

—Cállate —Sasuke sonrió.  

Pasaron otros minutos, tal vez horas en las que Naruto organizo todas sus cosas, ¡y organizaba cada cosa más de diez veces! Quería que todo quedara “perfecto”, al final Sasuke se desesperó y comenzó a ayudarlo, cuando por fin acabaron se levantaron y se fueron; Naruto no se había despedido de su padre lo que le pareció extraño pero decidió dejarlo pasar y no comentarle nada, de nuevo, sentía que ese era un tema espinoso para el rubio. Cuando salieron vieron que era tarde por lo cual cogieron un taxi que los llevo hasta la carretera que debían subir cuesta arriba para llegar a la casa Uchiha, el taxi los había dejado justo por donde salía Sasuke de ese lugar que años atrás había compartido con Naruto, aquel día no había ido a ver a su Naruto pero no se sintió tan culpable como esperaba. Naru-chan no hubiera querido que me estancara en su recuerdo por siempre, pensó Sasuke, y aunque aun recordaba a Naruto como lo más preciado que tuvo y tiene decidió no estancarse en su recuerdo, decidió sonreír. Y fue porque había recordado una de tantas cosas que había vivido con su Naruto.

Hace unos años, Japón.

—Sa-su-chan —dijo el rubio.

—¿Qué quieres?

—Estas triste, ¿Verdad? —dijo mirándolo con la comisura derecha de la boca levantada.

Sasuke no respondió.

—Ah, estas triste porque nos regañaron ¿no es así? Yo sé que a Ita-san no va a estar molesto por siempre.

—Tú que sabes, aparte, ¿Ita-san?

El rubio se sonrojó. —Itachi-san me dijo que le dijera de una manera más familiar, que le dijera Nii-san, pero eso es raro así que opte por el Ita-san, no te molesta ¿verdad?

—No, para nada.

—Pero, ¡Si ves que estabas triste!

—No me gusta que Nii-san este molesto conmigo.

—Ya lo sé Sasu-chan, pero Ita-san te quiere mucho y no va a dejar que te pase nada malo, por eso se molesto cuando saltaste de ese árbol, aparte a mí también me regañaron.

—Pero, Naru-chan, ¿Qué hago si no me perdona?

—Eso no va a pasar —dijo Itachi apareciendo en escena—. Sasuke Baka, eres mi hermano menor y no te voy a dejar de querer, pero me molesta que hagas cosas tan temerarias, podrías lastimarte.

—Nii-san, entonces, ¿No me odias?

—Claro que no —Sasuke sonrío y salto a brazos de Itachi que lo abrazo y le dio una cálida sonrisa, se quedaron así unos minutos y después Itachi se fue excusándose con un trabajo que debía hacer para el instituto dejando a los dos niños solos, ahora Sasuke tenía una gran sonrisa en la cara.

—Sasu-chan, si ves, Ita-san nunca te odiara.

—Sí.

—¡Que envidia! Quisiera tener un hermano mayor, como sea, Sasuke, no importa que pase siempre sonreirás, ¿verdad?

—No puedo prometerte eso.

—¿Por qué no?

—Un Uchiha no sonríe todo el tiempo.

—Pues tú serás la excepción, tú sonreirás pese a todo.

—¿Y si me siento muy triste?

—Aun así sonreirás; por más triste que te sientas.

—¿Tu lo harás? —le rebatió.

—Sí.

—¿Sonreirás aunque alguien querido tuyo muera? ¿Incluso sonreirías si yo muriera?

El otro espero unos segundos. —Claro que estaría muy triste si murieras Sasu-chan, pero sonreiría porque a ti no te gustaría que yo estuviera triste, lo mismo que a mí, Sasu-chan, nunca estés triste por mi culpa.

—Está bien, te lo prometo, Naru-chan.

 

Actualidad, Japón.

Sasuke se sentía tonto por haber olvidado la promesa que le había hecho a su Naruto, sonreír pese a todo, y aunque era un Uchiha, como había dicho su Naruto él sería la excepción y sonreiría, también había recordado que su Naruto le había dicho que nunca estuviera triste por su culpa, y eso era precisamente lo que había estado haciendo los últimos diez años; siempre se culpaba y se sentía mal por lo que le había pasado a Naruto.

—¡Sasuke! —lo llamaron. Y hasta ese momento se fijo que se había quedado parado y no había caminado más, aparte, Naruto lo miraba preocupado—. ¿Qué te pasa?

Sasuke sacudió la cabeza. —¿A mí?... Nada, estas imaginando cosas, dobe.

—¡Pero te quedaste elevado un buen rato!

—No fue nada, no fue nada.

Siguieron caminando, ciertamente Sasuke se había dispersado un buen rato, habían caminado mientras él no tenía conciencia de lo que hacía y ahora se encontraban a pocos metros de la entrada de la gran casa de los Uchiha.

Esperando en la entrada se encontraba Mikoto Uchiha con una cara preocupada, Sasuke, al verla, apresuro el paso y la alcanzó en cuestión de segundos. —¿Qué pasa? —preguntó.

—¿Cómo que qué pasa? —dijo un tanto enfadada—. Es tarde, no llamaste, estaba preocupada.

—Lo siento —dijo agachando un poco la cabeza, hasta ese momento Mikoto no había notado la presencia de Naruto y cuando lo hizo se sonrojó un poco debido al espectáculo que estaba dando, Naruto por su parte miraba divertido la escena, el gran Uchiha era doblegado por su madre.

—Hola —saludó ella dándose cuenta que no conocía el nombre de aquel chico, más bien nunca lo conoció.

Sasuke notó la situación, miro a su madre y le dijo. —Naruto, se llama Naruto —Mikoto abrió los ojos sorprendida y luego miró a Sasuke, la sonrisa que le dio le dio hizo que se calmara un poco, y como buena actriz viro hacia Naruto para decirle.

—Mucho gusto, no conocía tu nombre, la última vez saliste muy afanado.

—Lo siento por eso.

—No importa —dijo ella sonriendo.

—Mamá, Naruto se quedara hoy, mañana saldremos a un viaje escolar de una semana, ¿no hay problema?

—Ninguno… Sasuke —dijo un tanto confundida aun pero aun haciendo todo un acto, después de todo un Uchiha no perdía el autocontrol en ninguna situación, o al menos eso creía. En seguida Mikoto recostó su cara en su mano para decir.  —Pero tendrá que quedarse en tu habitación.

—¿Qué? —dijeron ambos adolescentes al unisonó.

—Las otras habitaciones están en remodelación, recuerda que la casa es antigua y tenemos que reparar la infraestructura —dijo mirando a Sasuke.

—Ya que…

Entraron a la casa y Mikoto se perdió en alguna habitación, por alguna razón estaba un tanto afectada por conocer el nombre del rubio. Se llama Naruto, pensó, y también se parece físicamente a él. Entonces muchas dudas habían aparecido en su mente, dudas que solo podría aclarar estando sola un rato, por ello poco le importo dejarlos solos y se fue a su habitación.

Por otro lado Naruto comenzó a detallar la casa, la última vez que había estado allí tenía tanta prisa que no notó nada, pero, ¿por qué tenía esa sensación en el pecho?, era como ansiedad, de nuevo su instinto le pedía que huyera.

—¿Quieres cenar? —preguntó Sasuke.

—Sí —repuso sonriente.

Comieron algo sencillo mientras hablaban de cosas banales, Sasuke pensaba en lo que sería la noche que se aproximaba, había invitado a Naruto a su casa sabiendo que dormiría en otra habitación, alejado de él, pero no, el destino de nuevo se burlaba de él. Por ahora lo más maduro era pasar la siguiente noche durmiendo, y nada más. 

Una vez acabaron de comer lavaron los platos usados rápidamente y se encaminaron hacia las escaleras.

—Sasuke —llamó Naruto, el aludido giró y miró al rubio a los ojos—. Tu familia es millonaria, ¿Verdad? —el pelinegro asintió—. Entonces, ¿por qué no hay sirvientes? Se supone que las familias ricachonas se la pasan con sirvientes para todos lados.

—No nos gusta —respondió—. La servidumbre se encarga de mantener la casa limpia y los jardines arreglados, eso lo hacen mientras nadie esta acá, en la casa Uchiha solo deben estar los Uchiha y sus invitados, es un pensamiento que se ha mantenido mucho tiempo.

—¿Y si hay un evento?, o una cena importante, no creo que tu madre se ponga a cocinar, debe tener más cosas en que pensar.

—Claro que para esos casos se contratan cocineros y lo que se necesite, pero en un día como hoy no necesitamos nada de eso.

El rubio asintió con la cabeza haciendo ver que había entendido la situación. Pronto llegaron a la habitación de Sasuke y justo antes de que pudieran entrar Sasuke vio a Itachi acercándose. —¡Nii-San! ¿Estabas acá?

—Sí, no había dormido muy bien en las últimas semanas así que vine temprano —se quedó en silencio unos segundos—. Hola —dijo saludando a Naruto.

—Hola, lo siento por venir tan de repente.

—No importa, Sasuke, ven conmigo un momento.

—Espérame adentro —le dijo Sasuke a Naruto el cual asintió levemente y se metió a la habitación.

—¿Qué quieres hablar? —le preguntó Sasuke a Itachi.

—Acá no, ven.

Caminaron hasta la habitación de Itachi y una vez en la puerta entraron. Hacía tiempo que Sasuke no estaba en la habitación de su hermano; hace años, se habían metido a escondidas con Naruto a pesar de que Itachi les había prohibido no entrar bajo ninguna circunstancia, al final los habían descubierto y se habían ganado un buen regaño.

Itachi que hasta ahora se había mantenido fuera de la habitación entró y cerró la puerta. Sasuke giró y no tuvo tiempo para reaccionar porque cuando menos lo pensó el puño de Itachi se estampó en su cara haciendo que cayera al suelo. —¡¿Qué pretendes?! —le grito totalmente histérico mirando a su hermano menor hacia abajo.

—¿De qué hablas? —preguntó Sasuke sosteniéndose la mejilla en la que había recibido aquel golpe. 

—¡Acabo de hablar con mamá! ¿Cómo me explicas que ese sujeto se llame Naruto? —Sasuke entendió para donde iba la cosa, así que esta reprimenda se debía a Naruto.

—¡Yo que sé! —le gritó.

—¡No me contestes así! —le gritó amenazante.

—¡Y tú no puedes pegarme de la nada!

Itachi se agachó y lo tomó del cuello de la camisa haciendo que saltaran unos botones, alzó a Sasuke con una fuerza monstruosa dejándolo de pie de nuevo mirándolo a los ojos fijamente, como si intentara entrar en su mente. —No me provoques —le susurró amenazante.

—¡Yo no entiendo que haces, Nii-san!

—¿Y qué haces tú, Sasuke? ¿Cómo es que de la nada te vuelves amigo de un sujeto que es igual a Namikaze Naruto, es más, lleva su mismo nombre?

—¿Crees que lo estoy usando como remplazo?

—No sé, dime tú —dijo mientras le soltaba la camisa que se había descuadrado completamente a causa de los botones faltantes haciendo que se cayera por uno de sus hombros mostrando la blanquecina piel.

—No lo estoy usando como remplazo —cerró los ojos y cayó suavemente de rodillas al suelo—. He confirmado de mil y un maneras que él no es mi Naruto.

—¿Esperabas que así fuera?

—La verdad es que sí, quería con todas mis fuerzas que él fuera Naruto, pero no lo es y soy consciente de ello.

—¿Entonces…?

—¿Qué?

—¿Por qué andas con él?

—¿No puedo tener amigos? —le dijo alzando la vista entrando en una batalla de miradas.

Itachi entrecerró los ojos. —Sasuke, hacer eso te puede lastimar en un futuro.

—¿Lastimarme? ¿Por qué? —Itachi se quedó callado—. Nii-san, contéstame.

—Sé que aun conservas una mínima esperanza de que el sea Namikaze Naruto y en el momento en que descubras que él en realidad no es te lastimara, incluso podrías…

—¿Qué podría? —dijo incitando a Itachi—. ¿Podría volver a culparme a mí mismo? ¿Crees que podría volver a intentar suicidarme? —dijo bajando de nuevo la vista a sus rodillas.

En ese instante Itachi sintió que dejo de respirar, la forma tan cruda en que Sasuke había dicho eso, la voz tan muerta y los ojos vacios que mostro ¿Sasuke aun se culpaba por la muerte de Naruto? Pero un poco más importante que eso, acaso, ¿Sasuke aun pensaba en el suicido? ¿Aun creía que lastimarse a si mismo era la mejor salida?

Sasuke rió, por alguna razón sintió que esa crueldad con su hermano lo hizo sentir vivo, era como si culpara a Itachi de lo pasado hace tantos años, como si le dijera “Itachi, fue tu culpa que yo intentase suicidarme”, pero Sasuke sabía que no era culpa de Itachi, era culpa de él mismo. Aun sintiendo esa felicidad macabra alzó la vista dispuesto a ver a Itachi con la cara llena de furia, incluso esperaba un puñetazo; pero eso no pasó, al alzar la vista Sasuke se encontró con la cara de Itachi llena de tristeza y sus ojos, de sus ojos emanaban lágrimas que parecían no tener fin. —Nii-san —murmuró Sasuke con voz ahogada.

Itachi solo atinó a caer de rodillas junto a Sasuke para en seguida abrazarlo fuertemente mientras escondía la cabeza en el cuello de este. —Perdóname —dijo.

—¡Tonto!, no fue tu culpa Nii-san.

Itachi se separó de inmediato y recobró la compostura mientras se limpiaba los las lágrimas que aun caían por sus ojos. —No lo volverás a intentar, ¿Verdad?

—¡Claro que no!, no volveré a buscar una salida tan cobarde.

—En cuanto a Naruto…

—Ya basta, Nii-san, el Naruto que espera en mi cuarto se apellida Seichi no Namikaze, eso lo tengo claro.

Sasuke se dirigió a la puerta dispuesto a irse pero antes de que lo lograra sintió una mano en su hombro derecho que era el que había quedado descubierto. —¿Qué haces Nii-san? —preguntó.

—Yo también quisiera que esa cicatriz desapareciera.

—No lo hará —dijo Sasuke sombrío—. Es la prueba de lo cobarde que fui.

Sin esperar respuesta salió de la habitación de Itachi; una vez afuera se apresuro a correr desesperadamente a su habitación. Cuando entro encontró a Naruto sentado al borde de su cama, el rubio al verlo se sobresaltó. —Tu mejilla esta toda hinchada, ¿qué paso? —dijo con preocupación.

—Discutí con mi hermano.

—¿Está todo bien?

—Claro —le dio una media sonrisa—. Mejor vayamos a dormir, mañana tenemos que levantarnos muy temprano.

—Bien.

Sasuke le dio indicaciones a Naruto para que se bañara antes de dormir, este haciendo caso a todo lo que le decían se encerró en el baño lo que le dio un poco más de tiempo a Sasuke para pensar, pero en realidad para pensar ni tanto, solo dejo su mente en blanco y divago un buen rato, por alguna razón se comenzó a sentir realmente triste pero no quiso pensar en mucho hasta que hasta que Naruto volviera a salir. Cosa que no tardó en suceder.

—Teme, ¿vas a bañarte? —preguntó Naruto apareciendo en la puerta del baño secándose con una toalla la cabeza.

—No, no tengo ganas.

—Entonces cámbiate, no vayas a quedarte dormido con el uniforme puesto.

—Mandón.

Naruto rió.

Entonces Sasuke se levanto y comenzó a quitarse el uniforme en frente de Naruto, —¿Q-Que haces? —preguntó el rubio bastante apenado.

—¿Qué? No tiene nada de malo.

—Eso lo sé, pero el baño está muy cerca, puedes ir ahí.

Sasuke rió pero de inmediato se puso serio. Yo también quisiera que esa cicatriz desapareciera, fue lo que dijo Itachi, así que a pesar de todo el hacia sufrir a Itachi. —Dobe, ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro.

Sasuke le dio la espalda y se terminó de quitar la camisa que aun tenia a medio poner, en realidad su espalda no solo tenía esa cicatriz en el hombro derecho, tenía otras más que eran bastante invisibles a la vista rápida de un ojo humano, pero si te acercabas y mirabas con calma se podían apreciar unas pequeñas líneas de un tono moráceo.

—¡¿Qué te paso?! —preguntó alarmado Naruto.  

—Fue un intento de suicidio —dijo como si nada—. Naruto, dime, ¿qué tan cobarde es haber intentado esto?

Naruto sintió que se quedo un tiempo sin aire. —¿Cobarde? —dijo en un susurro casi inaudible, ¿Sasuke había intentado suicidarse? ¿Por qué? Con miles de dudas en la cabeza, poco aire en los pulmones Naruto comenzó a reír estruendosamente, Sasuke no supo si se sintió herido o no, pero lo que realmente sentía en ese momento era simple, confusión. Y rabia, después rabia. —¡¿De qué diablos te burlas?! —preguntó enfadado aun dándole la espalda. 

Hasta ese momento Naruto recordó lo que estaba haciendo, no, no estaba bien reírse de la situación, por ello pero atravesó la habitación y en poco tiempo se encontró a la espalda de Sasuke, cuando llego lo tomó por los hombros y lo obligo a girarse quedando frente a frente.

Le sonrió.

—Teme —le dijo aun sonriendo—…Acabas de decirme cobarde.

Ante la confusión que reflejaba la cara de Sasuke Naruto alzó la cabeza mirando al techo y mostrando toda la piel de su cuello. —Mira —le dijo poniendo el dedo índice en la zona derecha de su cuello. Sasuke se acercó y a la luz eléctrica que mostraba la habitación vio una cicatriz—. La vena yugular drena mucha sangre, si la cortases morirías desangrado en cuestión de minutos —explicó.

—¿Tú…?

—Sí, Sasuke, intente suicidarme cortándome el cuello, cabe agregar que no lo logre.

En ese instante Sasuke sintió que no podía mirar a Naruto a la cara, sintió algo que no pudo describir, era un nudo en el estomago que amenazaba con salir en cualquier segundo. Sin responder Sasuke volvió a darse vuelta dejando a Naruto a su espalda para justo después dejar salir un sonoro suspiro, si no sabía que decir, por lo menos podía afirmarle a Naruto que lo estaba escuchando y no ignorándolo totalmente.

Naruto sonrío, de nuevo. No le molestó en lo más mínimo que Sasuke le hubiese dado la espalda, pero le molestaba ver esa cicatriz. Es como el punto débil de Sasuke, pensó, entonces notó que la sonrisa que tenía en la cara no se iba, estaba sonriendo, y se sentía realmente relajado; entonces, ya que el pelinegro era más alto que él, a Naruto le quedo fácil recostar su cabeza sobre su hombro derecho. —No es nada cobarde haberlo intentado —le susurró con la frente rozando la piel de Sasuke.  

Sasuke se tragó el nudo que se había formado en su garganta y de manera algo hostil soltó un. —Claro que fui cobarde —a lo que Naruto negó aun recostado—. Yo no soy cobarde, Sasuke, y también intente acabar con mi vida de la peor manera, intentar resolver los problemas así es de cobardes, no lo negaré, pero ahora estoy acá, vivo, soy valiente por levantarme día a día, seguir vivos después de un intento de suicidio…  El simple hecho de querer seguir viviendo, todas esas cosas… Son de admirar…

—¿Por qué lo intentaste?

—No es necesario que lo sepas Teme —calló unos segundos—. Y tú tampoco eres cobarde.

Sasuke, en parte, se trago su orgullo y musito un “gracias” que casi ni se escucho pero que sin embargo Naruto escucho y río pausadamente. —No necesito saber tus razones, Sasuke —dijo el rubio al mismo tiempo que se separaba de Sasuke con una tierna sonrisa.

Sasuke volvió a girar encarándolo. —¡Ahora a dormir! —gritó el rubio animado.

—No seas escandaloso, dobe.

—¿Escandaloso yo? ¡Me hieres Sasuke!

—Cállate.

—No pienses más en malos recuerdos, Sasuke —aconsejó.

—No me des órdenes.

—Engreído —esbozó una sonrisa—. Sasuke, eres un engreído.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

—¡Dobe! ¡Dobe! ¡Despierta de una buena vez! —gritó Sasuke dándole pequeños golpes en la cara al rubio que dormía plácidamente totalmente ajeno al revoloteo que estaba causando Sasuke—. Sí que tenía razón en decir que era mal madrugador —se dijo Sasuke a sí mismo—. ¿Tendré que recurrir a medidas extremas? —con una sonrisa un tanto macabra se levantó y al más tipo estilo de lucha salto sobre el rubio haciendo que despertara de un salto.

—¡¿Quieres matarme?! —gritó intentando recuperar aire.

—No te levantabas, tenía que hacer algo —dijo bufando.

—¡No puedes levantarme con un movimiento de lucha libre!

—Puedo y lo hice.

El rubio resopló molesto.

—Ya deja de quejarte y vístete que son las 4 y media, vamos tarde, sería el colmo si no pudiésemos ir al dichoso viaje.

Naruto sonrió pensando en las probabilidades de lograr seguir durmiendo un rato más; la noche anterior se habían negado a decirse más palabras el uno al otro, era como si solo la presencia del otro los ayudase a relajarse, aparte parecía que no querían hablar, puede que por miedo a revelar más de lo que quisieran que el otro supiera, duraron así un buen tiempo, tanto que se hizo tarde. Cuando fue la hora de dormir Sasuke dispuso un futón en el suelo justo al lado de la cama y se dispuso a dormir allí, cabe agregar que se formó toda una pelea por ver “quien dormía en peores condiciones”, ambos querían dejarle la mayor comodidad al otro y era una pelea aparentemente sin ganador; al final, Naruto “ganó” e hizo que Sasuke durmiera en su propia cama.

Una vez estuvieron listos para salir, Sasuke tomo la mochila que había preparado mientras Naruto aun seguía durmiendo, lo malo fue que cuando salieron faltaban unos 15 minutos para las 5 de la mañana y no había muchas probabilidades de llegar si caminaban, por ello, estaban dispuestos a buscar un taxi, pero, ¿un taxi a esa hora?, era algo casi imposible. Entonces, como si el destino quisiera ayudar a Sasuke (Por una vez en la vida) Itachi justamente salía y al verlos en semejante situación se ofreció a llevarlos hasta el instituto en un lujoso automóvil.

—¿Por qué vas temprano al trabajo, Nii-san? —preguntó Sasuke mientras acomodaba ambas maletas en la parte trasera del auto.

—Hay mucho por hacer, aparte la oficina es más calmada a esta hora, no me gusta trabajar con tanta gente revoloteando a mi alrededor. 

Sasuke solo se limitó a asentir con la cabeza, Naruto parecía ajeno a toda la situación, tal vez estaba muy pensativo o tenía mucho sueño, más posibilidades no habían. Entonces se subieron e Itachi comenzó a conducir como un loco haciendo que Naruto se pusiera pálido, y con eso logrando que Sasuke se burlara de él. Con semejante velocidad no pasó mucho tiempo para que se encontraran en la entrada del instituto, varias personas se escandalizaron al ver el lujoso auto que llevaba Itachi, otras por ver a Naruto y a Sasuke llegar juntos. Itachi se despidió rápidamente y se fue igual de rápido, casi parecía como si estuviera huyendo. —Ni se despidió —murmuró Sasuke en voz baja.

Ya la mayoría de personas se encontraban reunidas, parecía que todos se habían vuelto expertos madrugadores debido a la emoción que causaba el viaje, ahora solo faltaban unos cuantos, todos se veían excitados y las chicas parecía que llevaban equipaje para quedarse en aquel lugar durante un buen tiempo, pero, nadie las entiende… mujeres, ver lo vanidosas que podrían llegar a ser, menos mal soy gay, pensó Sasuke con un poco de burla pensando en una situación en la que él fuese novio de alguna de esas mujeres plásticas y que lo hiciera cargar todo el equipaje durante todo el viaje, definitivamente nadie entendía a las mujeres.

—Bien —dijo Iruka-sensei hacia los estudiantes que estaban reunidos—. Nos iremos en unos minutos, le daremos un poco más de tiempo a los dos alumnos que faltan por llegar.

—¿Quiénes faltan? —le preguntó Naruto a Shino, al cual se lo había encontrado después de bajar del auto de Itachi.

—Parece que Sakura y Kiba —respondió el sombrío sujeto.

Naruto resopló molesto y se recostó contra una pared cercana, por otro lado Sasuke mantenía un aspecto serio y casi amenazante por lo cual nadie se le acercaba, y ahora ¿por qué Sasuke estaba de mal humor?, tal vez era así todo el tiempo.

—¡Llegué! —gritó una voz chillona a lo lejos que todo el mundo identificó.

—¡Sakura!, por fin —dijo Iruka-sensei aliviado.

—Lo siento sensei, pero aquí alguien es muy lento —respondió Sakura mirando asesinamente hacia atrás donde aparecía un agotado Kiba con varias maletas a cuestas.

—¿Para qué tantas maletas? —preguntó Hinata a kiba.

—¡Ni siquiera son mías! —gritó frustrado—. Me encontré a Sakura por el camino y me hizo cargar todas sus maletas, aparte de la mía claro está.

—Y tú que te dejas —se burló Sasuke.

—¡No me jodas Uchiha!

—Cálmense —dijo Iruka-sensei—. Ahora que estamos todos podemos irnos, será un viaje bastante largo hasta el lugar al que vamos, se estima que estemos allá para las 11 de la mañana, a mitad de camino haremos una parada para descansar un poco.

Justo cuando acababa de hablar un gran bus de viaje se parqueaba en la entrada del instituto, todos alzaron las manos en señal de victoria, el conductor se bajó y abrió un compartimiento al costado del bus donde todos comenzaron a dejar sus maletas, mientras los chicos dejaban de a una o dos a lo mucho, las chicas de dejaban de a cuatro cada una, tenían suerte de que el bus fuese grande y que pudieran meter harto equipaje. Una vez que todo el equipaje estuvo guardado los estudiantes comenzaron a subirse, fue toda una pelea por ver quién cogía la parte trasera del bus, al final ganaron Kiba, Naruto, Sasuke que fue obligado a sentarse allí, Hinata y Shino; Naruto pidió el lado de la ventana y Sasuke se sentó a un lado quedando entre Naruto y Kiba, una vez todos los alumnos estuvieron acomodados se subieron los maestros que acompañarían en el viaje, los cuales eran Iruka, Asuma, Gai-sensei y  Ebisu-sensei quien les impartía clase de informática.

—¡Estamos listos para partir! —gritó emocionado Gai-sensei, el conductor, como obedeciendo una orden arranco el bus y todos se emocionaron.

Durante los primeros minutos del recorrido todos corrieron divertidos por los pasillos del bus, corrían y cantaban las canciones de moda, incluso inventaron un juego que nadie entendía pero aun así todos lo jugaban, pero faltando unos 20 minutos para el amanecer todos parecían agotados, después de todo madrugar a nadie se le daba bien, todos se habían acomodado en sus lugares y habían caído dormidos, todos menos Sasuke, quien veía la escena, todos profundamente dormidos, podría hacerles alguna broma y nadie se enteraría, pero se sentía cansado y hacer esa clase de bromas era infantil. Y entre la lista de alumnos dormidos inclusive se encontraba Naruto que dormía pesadamente contra la ventana, respirando sonoramente debido a la mala posición, todo iba bien hasta que el bus paso por un bache haciendo que Naruto se golpeara fuertemente contra la ventana despertándolo de un golpe.

—Maldita ventana —murmuró por lo bajo.

—No deberías dormirte ahí, dobe.

Naruto le mandó una mirada asesina a Sasuke que lo miraba con una ceja levantada, un suspiro de parte del rubio y se volvió a acomodar contra la ventana quedando dormido en segundos, pero la felicidad no duró mucho ya que el bus volvió a removerse repitiendo la escena anterior. —¡Joder! —gritó frustrado a lo que Sasuke lo miro con aire de superioridad y con una cara de “te lo dije”.

—¡Sí sigue así no podre dormir! —se quejó.

—Hmp —en tanto el pelinegro se reacomodo recostando su cabeza contra la parte más alta del espaldar del asiento, quedando bastante mal sentado, pero de que era cómodo, era cómodo. Naruto, que vio las acciones de Sasuke, de repente le brillaron los ojos.

—¡Déjame dormir en tus piernas, Sasuke!

—¡¿Qué?!

—¡Por favor! ¡Por favor! —dijo mientras hacía ojitos “tiernos” que convencerían a cualquiera.

Sasuke suspiró y se maldijo por lo siguiente que iba a decir. —De acuerdo.

Naruto, aprovechando el momento de duda de Sasuke, y antes de que cambiara de opinión recostó la cabeza en las piernas de Sasuke, no fue algo muy duro quedarse dormido de nuevo, y ahora sin el estorbo de golpearse cada nada Naruto dormía plácidamente, en tanto Sasuke no tenía ni un poco de sueño, comenzó a meditar lo sucedido la noche anterior… así que Naruto alguna vez intento hacer la misma tontería que hizo él, pero, ¿cuáles fueron sus razones? ¿Qué pudo haber pasado para que Naruto quisiera suicidarse? Acaso, ¿sucedía algo de lo que Sasuke no podía enterarse?, pero, un momento, ¿por qué Sasuke creía que debía enterarse de lo que paso?, Naruto tiene su vida por otra parte, así que no hay razón, entonces, ¿por qué estoy tan preocupado?, se dijo a sí mismo, y era verdad, si nada tenía que ver con él, ¿por qué se preocupaba?

El rubio se removió en medio de las piernas de Sasuke murmurando algo, claramente aun seguía dormido. Por alguna razón a Sasuke le dio nostalgia verlo, ¿por qué estaba recordando a su Naruto en ese instante? Entonces la verdad cayó como un balde de agua fría en la cabeza de Sasuke. Itachi tenía razón, acaso, ¿su subconsciente piensa que este Naruto es su Naruto?, pues no tiene sentido, aunque, sentir nostalgia por volver a ver a Naruto en ese momento no era nada bueno, pero, si pensabas de forma un tanto siniestra, tenias a un Naruto muy parecido al Naruto del pasado sentado en tus piernas. Entonces Sasuke, corriendo el riesgo de ser descubierto por alguno de sus compañeros se agacho hacia la cara de Naruto y aspiro el aroma de su piel para justo después dejar un fugaz beso en su mejilla, pidió disculpas en su mente y se volvió a alejar.

Pasó un buen rato en el que Sasuke se auto convencía y repetía en su mente todas las diferencias entre ambos seres, comenzó a recordar como su Naruto era tierno y cuidadoso con él, siempre lo ayudaba y le sonreía, de seguro la escena era típica de pareja. En cambio, este Naruto era lanzado, dobe y fastidioso, sobretodo fastidioso.

Sin querer pensar más se durmió contra el espaldar de la silla, y todo eso mientras se sumía en recuerdos del pasado.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Todos los estudiantes se bajaban del gran bus, unos bostezando, otros estirando las piernas y otros con cara de aburrimiento; habían pasado tres horas desde que había comenzado el dichoso viaje y ahora se habían detenido en un lugar en medio de la carretera donde había algo muy parecido a un restaurante donde podrían desayunar.

Naruto bostezaba sonoramente, después de todo había dormido todo el camino hasta que Ebisu lo había levantado casi que gritando avisando que habían llegado al lugar donde descansarían, y para más colmo aun faltaban poco más de dos horas para llegar al lugar en donde se quedarían.

Una vez dentro del restaurante todos los estudiantes comenzaron a hacer sus pedidos de comida y los trabajadores del restaurante corrían como locos de un lado a otro haciendo la comida, Sasuke, se sentía bastante cansado después del viaje, por lo cual no tenía ni un poco de apetito y decidió aguantar hasta el almuerzo más tarde.

En una mesa de plástico estaban Kiba, Sakura, Hinata Naruto y Sasuke; Sakura tenía poca comida porque “debía mantener la línea”, Hinata comía algo simple, pero, Naruto y kiba habían pedido de todo lo que se les atravesaba en el camino, causando así que toda la mesa estuviera llena de platos y platos de comida, aunque, si fuese una competencia, Naruto ganaba con creces.

—¿En serio pretendes comer tanto? —le preguntó Sasuke.

—¡Claro que sí!, no desayune nada y ayer si apenas cene.

—Vas a terminar gordo, dobe.

—¿Y eso qué?, si engordo lo suficiente podría convertirme en luchador de sumo —todo eso lo dijo mientras de atragantaba de comida, incluso había galletas de chocolate. Sasuke bufó, como siempre. Y Naruto le dio poca importancia, como siempre—. Deberías comer algo —prosiguió.

—No, no tengo ganas de comer.

—Luego no te quejes, Teme.

—Ustedes dos se la pasan peleando y contradiciéndose —comentó kiba.

—¡Claro que no! —gritaron ambos aludidos al tiempo.

Todos en la mesa rieron. —Kiba, debes saber que los polos apuestos se atraen —agregó Sakura.

—¿Qué insinúas? —preguntó Hinata.

—Que cuando menos lo pensemos esos dos podrían convertirse en algo más que amigos —afirmó sonriente.

Naruto que a pesar de estar concentrado en su comida escuchaba la conversación casi se atraganta al escuchar eso, con Sasuke se miraron unos segundos y después miraron a los demás. —¡Claro que no! —gritaron al unisonó.

Y todos rieron de nuevo.  

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Todos se bajaban de nuevo del bus ya por fin en el lugar, era un gran terreno en donde se veía una gran casa y había diversas cosas, desde canchas para hacer deporte hasta salones de entretenimiento donde desde la lejanía se podía divisar una mesa de billar; todo muy bien arreglado, parecía de familia rica, aun así, el instituto al que asistían no era para familias adineradas, más bien era para gente normal. Al momento de iniciar el instituto Sasuke se negó a asistir a un instituto para la elite del país, él solo quería ser normal y no tener que preocuparse de los asuntos de la multinacional Uchiha sino hasta que tuviese edad suficiente.

Todos tomaron sus maletas, y algunos chicos las maletas de las chicas; caminaron guiados por los profesores hasta cierto punto donde se sentaron en un círculo en medio de un gran pastizal y esperaron a que los maestros terminaran de arreglar todo antes de comenzar las actividades.

—Bien —comenzó Asuma—. Hemos terminado de arreglar como serán las habitaciones, en unos momentos los instructores que se encargarán de ustedes en toda esta semana les darán toda la información… por ahora nosotros nos retiramos —y como había dicho el profesor de física todos los maestros se fueron dejando a los estudiantes solos, entonces todos se pusieron a hablar y contar anécdotas en lo que esperaban que aparecieran los dichosos instructores.

Después de unos minutos por fin pudieron ver como unas personas uniformadas se acercaban a donde se encontraban sentados, caminaban a la par y no pasó mucho hasta que se posicionaran a la cabeza de todos los estudiantes. Naruto estaba recostado viendo al cielo sin prestar mucha atención a las personas que habían llegado.

—¡Hola! —dijo animada una mujer a lo que los estudiantes respondieron con un insulso saludo—. Les daremos la organización de sus habitaciones —prosiguió la chica. Así comenzó a dar las habitaciones, Sakura con Ino y Hinata, Shikamaru con Chouji, y así siguió y siguió ubicando a todos. —Seichi Naruto con Inuzuka Kiba —Naruto le sonrió a Kiba que se encontraba a su lado también acostado—. Rock Lee, Morino Idate y Uchiha Sasuke —Sasuke maldijo por lo bajo, le había tocado con ese maldito de Idate, pero que se le hacía, tenía que aceptar el cruel destino.

Sasuke alzó la vista hacia la mujer que aun daba la lista de compañeros de habitación y vio que no estaba sola; a cada lado de aquella chica respectivamente habían dos hombres, uno tenía la misma altura de la chica y el otro era más alto por unos diez centímetros, no parecían Japoneses, era más que obvio que eran extranjeros.

Una vez la chica termino de dar las habitaciones todos se dispusieron a pararse pero una voz se los impidió. —Antes de que vayan, las reglas —dijo uno de los acompañantes de la chica con voz ruda y una mirada intensa, incluso parecía una mirada asesina—. No pueden dañar nada de lo que haya en la habitación, es simple, si lo dañan lo pagan, hay toque de queda después de las diez de la noche, el que se encuentre afuera recibirá un castigo… —y siguió dando reglas y más reglas.

Naruto, que aun seguía recostado sobre el pastizal se extrañó. —Esa voz… —susurró para sí mismo; esperó unos segundos—. Yo la he escuchado antes —afirmó de nuevo en un susurro; aun confundido y con una vaga esperanza rondando su mente se sentó lentamente para ver al sujeto que aun hablaba fuertemente. Abrió los ojos desmesuradamente y se termino de levantar con rapidez para correr hacia el sujeto en un intento de darle un abrazo que no funcionó ya que el sujeto reaccionó y puso su abdomen en la dirección de la cabeza del rubio, al final se convirtió en una tacleada que los dejo a ambos en el suelo.

—¡Gaara! —gritó el rubio feliz.

—¿Naruto? —lo miró detenidamente—. ¿Qué haces acá?

—¡Nos mudamos a Japón!

—Y no me dijiste —le mencionó con dedo acusador—. Mal amigo.

Ambos rieron tranquilamente ignorando las miradas confundidas de los estudiantes, en especial del pelinegro Uchiha que miraba con ojos afilados que se debatían entre mirada asesina o indiferente, Naruto giró hacia sus otros dos instructores y los saludó aun desde el suelo. —Temari, Kankurō, tiempo sin verlos.

La chica llamada Temari le sonrió a Naruto y acto seguido lo abrazo. —¿Cómo ha ido todo? —le preguntó un tanto preocupada.

—Igual —murmuró el rubio a lo cual Gaara apretó las manos en puños notablemente enfadado.

—Pueden irse a sus habitaciones —anunció Kankurō y todos los estudiantes asintieron y mecánicamente se pararon tomando su equipaje y se perdieron hacia donde se suponía eran los dormitorios, todos menos uno, Sasuke, que aun miraba al sujeto que Naruto había llamado Gaara, pero sin ser percibido por los dos chicos que estaban en su mundo. Naruto se levantó del suelo aun riendo y ayudó a Gaara a levantarse.

—Quien diría que terminaría acá —mencionó Naruto divertido.

—Es verdad, nadie se lo había imaginado —apoyó Temari—. Ve a tu habitación, Naruto, y descansa un rato.

—No te preocupes, él no ha hecho nada últimamente —los cuatro ignoraban que Sasuke escuchaba atentamente la conversación, ¿de qué hablaba Naruto? ¿Y por qué esa chica se mostraba tan preocupada? ¿Él no ha hecho nada? ¿Eso qué quiere decir?

—Tú tienes mucho que contarme —sentenció Gaara mientras jalaba a Naruto del brazo y se lo llevaba rápidamente  dejando a los hermanos del pelirrojo bastante confundidos.

Temari sintió que alguien la veía y se viro para encontrarse con Sasuke y su mirada afilada. —¿Sigues acá?

—¿Qué quiso decir Naruto con lo último que afirmó? —fue directo al punto y sin muchos rodeos hizo la pregunta que tanto le rondaba la mente.

—¿Eres su amigo?

Sasuke lo pensó. —Algo así.

Temari se acerco a Sasuke y le puso una mano en el hombro. —Si no te lo ha dicho es por algo, yo no te puedo decir, y aunque pudiera no lo haría, después de todo es la vida de Naruto y de nadie más.

Antes de que Sasuke pudiese decir algo tanto Temari como Kankurō se fueron de ese lugar dejándolo solo y confundido. Entonces sin mucha emoción ni nada, Sasuke se dirigió hacia lo que sería su habitación los próximos días.

 -.-.-.-.-.-.-.-.-.-

—No quiero hablar de eso, Gaara —dijo Naruto mientras se ponía de pie y tomaba su gran maleta.

Gaara suspiró. —De acuerdo, no hablaremos de eso, pero no te vayas.

El rubio asintió y volvió a tomar asiento junto a su acompañante. —¿Cómo te ha ido? —le preguntó.

—Bien, venir a Japón no fue mala idea, por fin nos libramos de nuestro padre y podemos trabajar libremente —dijo sonriente Gaara a lo que Naruto se sorprendió un poco, Gaara no era una persona que se la pasase sonriendo, siempre era frio, incluso hiriente, aunque en el fondo era mucho más sentimental que cualquier otro.

—No volví a escuchar noticias de tu padre, Gaara —mencionó—. Parece que despareció después de que se entero que sus hijos se habían ido del país.

—No me importa, si lo mataron, si está dándose una gran vida sin nosotros, no me importa, ya suficiente daño nos hizo como para que nos sigamos preocupando por él.

—Pero un padre es un padre.

—¿Y qué me dices del tuyo, Naruto? ¿Eso es un padre?... permíteme estar en contra —dijo lo último con un deje de frustración en la voz.

Naruto no respondió nada y simplemente se dedicó a observar todo su alrededor, hace tiempo que no estaba con Gaara pero en ese instante sentía que quería irse y refugiarse de los ojos inquisidores de su amigo, de los ojos que sabían todo lo que sentía y todo lo que le pasaba, maldijo a Gaara por conocer tanto de él, pero aun así lo agradeció, Gaara era una persona importante que lo había ayudado en los peores momentos, no podía ser desagradecido y odiar a Gaara por lo que hacía… si lo único que hacía era preocuparse por él.

—Gracias… Gaara —dijo el de ojos azules con una sonrisa torcida.

—No sería buen amigo si no me preocupase por ti —sonrió para después agregar—. Debemos aprovechar esta semana y estar juntos de nuevo como buenos amigos, después no tendremos oportunidad.

—¿Lo dices por mi padre?

—Sí, pero no pensemos en eso por ahora… Hay que disfrutar la semana.

—¡Sí! —gritó entusiasmado mientras se levantaba de nuevo.

—Por ahora me voy, tenemos que organizar las actividades de la semana —dijo, se paró y se fue dejando a Naruto allí parado que después de unos segundos se cansó y camino hacia las habitaciones donde algunos estudiantes se podían ver corriendo de un lado a otro.

—Habitación 202 —susurró recordando la habitación que le habían asignado, entro y vio a Kiba que se encontraba recostado mirando al techo, en realidad, se veía bastante aburrido y cuando vio a Naruto pego un salto de felicidad. —¡Por fin! —exclamó aliviado.  

—¿Por qué tan exaltado? —dijo el rubio con una sonrisa burlona.

—¿Cómo que por qué? ¡Llevo todo este tiempo muriéndome de aburrimiento! ¡Y el que se suponía era mi compañero no llegaba!

—Ya, ya, no te alteres… Estoy acá —repuso con una sonrisa.

—Menos mal.

—¿Acaso me necesitabas?

—Sí, tienes que ayudarme a hacer algo.

  -.-.-.-.-.-.-.-.-.-

—Si sigues caminando harás un hueco en el piso —dijo Idate en tono pedante.

—Cállate —dijo Sasuke mirándolo asesinamente a la vez que seguía caminando un lado a otro en la pequeña habitación, hay que tener agallas para hablarle a un Uchiha si está molesto, como lo estaba Sasuke en ese momento… ¿Por qué se sentía tan nervioso?, esa ansiedad que sentía en ese instante no tenía sentido alguno, al menos no para Sasuke.

Derrotado, y sin querer gastarse más la cabeza pensando se tiró sobre la que era su cama, por lo menos para los siguientes días, miró al techo sin mayor atención, su cabeza estaba perdida en otro espacio, un espacio que era incoloro e insonoro.

Para suerte de todos los estudiantes, ya había pasado el suficiente tiempo y ahora todos se disponían a ir a almorzar, pero hacia bastante calor así que todos se dispusieron a cambiarse por ropa que fuese más adecuada para el ambiente; los chicos se arreglaron rápido, y como era de esperarse muchos de los chicos se vieron afuera de las habitaciones de las chicas esperando a que salieran, es que “ponerse la ropa adecuada” era “complicado”. Al ver la escena Sasuke pensó de nuevo, —menos mal que no tengo novia y no tengo que soportar esa clase de cosas— Para llegar al gran lugar donde les darían el almuerzo tenían que atravesar unos caminos de piedra durante unos minutos, y después aquel camino los llevaba a un lugar con techo y varias mesas en su interior.

Sasuke quería caminar solo pero esa visión se vio interrumpida cuando de la nada salió Sakura acompañada de Sai que se le pegaron como garrapatas y comenzaron a caminar junto a él. —¿Qué tal ha ido el día? —preguntó Sakura.

—Hmp —se permitió bufar Sasuke. 

—Nada bien por lo que veo —apuntó Sai con una sonrisa que se veía falsa desde el ángulo que se viese.

En silencio caminaron el resto que les quedaba del camino, se sorprendieron al llegar al comedor y ver a casi todos los estudiantes ya comiendo desesperadamente, se acercaron a una gran barra llena de comida y comenzaron a servirse lentamente, solo hasta aquel momento Sasuke se dio cuenta de cuanta hambre tenia, después de todo no comía hace más de doce horas, se permitió servirse bastante comida y fue a sentarse junto a Sakura y Sai buscando con la mirada a una persona en especial, persona que no encontró.

Pasaron varios minutos y Sasuke ya había terminado de comer pero aun no había ni un poco de rastro del de cabello rubio, lo cual hizo que Sasuke se desesperara un poco, aparte de la frustración y la sensación permanente de ansiedad. Al final, todos habían acabado y ya no había mucho que hacer en el gran comedor por lo cual todos comenzaron a desplazarse afuera del lugar; hacia bastante calor lo que hacía que todos se vieran de un tono rojizo con unas pequeñas gotas de sudor cayendo de sus frentes.

—¡Que calor! —se quejaba Ino con varias chicas apoyándola.

En ese justo instante pasaba la instructora de la mañana que al ver la frustración de los jóvenes se acerco. —¿Qué pasa?

—Hace calor —aclaró Shino con voz neutral. 

Temari pensó unos segundos. —¿Por qué no van a la piscina? —a todos se les iluminó la mirada a la posibilidad de poder acallar el calor.

—¡Piscina! —gritó un chico escandaloso y en seguida salió corriendo hacia donde quedaban las habitaciones, de seguro a cambiarse de nuevo. No pasó mucho tiempo y el resto de adolescentes aun distraídos que estaban entre la multitud salieron corriendo al igual que el primer chico, Sasuke había quedado solo. Y es que, no tenía ganas de meterse a la piscina.

Temari se fijó en Sasuke. —¿No correrás igual de abatido que los demás?

—Tengo suficiente orgullo como para no dar esa clase de espectáculo.

—No hay que ser tan orgulloso —aconsejó.

—¿Y por qué no? Es la mejor manera de alejar a los interesados.

Temari río por lo bajo. —¿Has hablado con Naruto?

—No, no se apareció en el almuerzo.

—Quien sabe por qué no, Naruto no se perdería nada que involucrara la palabra “comida” —suspiró—. De seguro irá a la piscina, una persona como él, que sigue siendo un tanto infantil, no se perdería por nada un juego de niños como es ir a una piscina.

Y se fue. Definitivamente ya era una mala costumbre de aquella chica irse a medio de una conversación dejando a Sasuke confundido. La piscina, se dijo Sasuke, así que a fin de cuentas tendría que ir a la piscina.

Y él que quería evitar a toda costa tener que dar explicaciones con respecto a su cicatriz.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

En la piscina todo era una fiesta total, a algún gracioso se le había ocurrido poner música a todo volumen convirtiendo aquella actividad para bajar el calor en todo un clímax de adolescentes corriendo a todos lados; una piscina, un jacuzzi, y mucho ruido hacia que todos los jóvenes se volvieran locos y saltaran por todos lados, ¿y quien dijo que una fiesta no se podía poner caliente sin alcohol?

A pesar de que Sasuke tenía puesto traje de baño no se había metido a la piscina, tenía una camisa que mantenía abierta debido al calor pero que cubría su espalda, Naruto no había aparecido en todo el día y él ya se estaba aburriendo de esperarlo, quería irse de allí pero no se lo permitían, cada nada llegaban chicas fastidiosas pidiendo un baile o simplemente hablando de babosadas. —Si no te vas a mojar por lo menos quédate sentado —le habían dicho, y no es como si el hiciera caso a lo que los demás decían, pero la pereza le ganaba y no quería moverse ni un poco de allí.

Shino llegó y se sentó al lado de Sasuke, quien diría que aquel chico que siempre tenía la mayoría del cuerpo cubierta escondiera semejante cuerpo tan marcado por el ejercicio. —¿No se te hace raro que ni Naruto ni kiba lleguen? —le dijo a Sasuke.

—Sí, quien sabe que estarán haciendo.

Cada uno se sumió en sus pensamientos; la tarde estaba en su auge y todos se divertían, Sasuke no combinaba mucho con esa clase de cosas, prefería la soledad a las cosas tan escandalosas, sin embargo, ahí estaba, a la expectativa, a la espera… Estaba a punto de rendirse cuando vio a dos sujetos acercarse hacia la piscina con grandes objetos, ¿eran inflables de piscina?

Eran ellos dos, Naruto y kiba, por fin habían aparecido, venían con solo el traje de baño y descalzos, cada uno sostenía un inflable, Naruto tenía uno que parecía una isla flotante y kiba uno que parecía un tiburón gigante, lo que  hacía que la situación se viera  más extravagante era que  traían los inflables totalmente llenos de aire, casi parecía que se explotarían por no poder contener todo el aire. A penas llegaron al borde de la piscina tiraron ambos inflables al agua y en seguida se lanzaron ellos saliendo a los pocos segundos del agua con pequeñas gotitas resbalando del pecho de cada uno, todos habían puesto la mayor atención a la entrada de los chicos y les aplaudieron.

Sakura que se encontraba cerca les dijo. —Vaya cuerpazo que tienen —todas estuvieron de acuerdo, y es que Naruto hacia mucho ejercicio, antes con el Basketball y ahora con clases de defensa personal, a causa de eso tenía el abdomen bien marcado pero eso no le quitaba la apariencia flacucha que tenía, aun así más de uno había quedado con la boca abierta y todos se habían distraído de las actividades que realizaban.

—¡Súbanle a la música! —gritó kiba sonriente.

Le hicieron caso y la música aumento el ritmo mostrando una canción movida que todos comenzaron a corear mientras saltaban y comenzaban a jugar con los inflables que habían llevado Naruto y kiba.

Naruto salió por las escaleras de la piscina mientras recibía las felicitaciones de los demás por su “grandiosa” entrada, buscó con la mirada a Sasuke y no tardó en encontrarlo; si la fiesta parecía animada faltaba que miraras a Sasuke para deprimirte por completo, tenía un aura asesina alrededor, daba miedo acercarse. A pesar de eso Naruto se acercó y al llegar tomó asiento donde minutos atrás había estado sentado Shino.

—No sabes lo desanimado que te ves —le molestó.

—¡Ja! Es que no quiero perder mi tiempo saltando a la par de todos esos adolescentes hormonales.

—Lo dices de manera tan despectiva —lo miró mal—. Esta clase de situaciones son para que pierdas la cordura un rato y te diviertas sin inhibiciones.

—No puedo hacer esa clase de cosas cuando estoy pensando.

—¿Y en que tanto piensas?

—No entiendo.

—¿Qué cosa?

Sasuke decidió no seguir dándole vueltas al asunto y pregunto directamente. —¿Por qué conoces a los instructores? ¿Y por qué se ven preocupados de algo que pueda estar pasándote?

Naruto no supo si salir corriendo o mentirle a Sasuke, se decidió por negar con la cabeza con una sonrisa. —Una fiesta no es ambiente para hablar de esa clase de cosas.

—No me importa —masculló Sasuke tercamente—. Quiero saber.

—Y yo no te diré nada si sigues con esa actitud tan amarga —esperó unos segundos dándole tensión al ambiente—. Te propongo un trato, te metes a la piscina, te diviertes un poco y más tarde te contaré algo de eso, pero solo si haces lo que te digo.

—No me rendiré a tus juegos —sentenció.

—Entonces no sabrás, Sasuke.

Sasuke pensó un poco el asunto, si quería ser el siguiente heredero de la multinacional Uchiha tenía que saber cómo manipular a su contrincante y saber cómo lograr sacar el mejor partido de cada situación. —Bailaré un poco, hablaré y saltaré como los demás, pero no me meteré a la piscina —negoció.

—¡Pero si la piscina es la mejor parte!

—No —se negó rotundamente Sasuke.

—¿Por qué no?

Sasuke no tenía que ocultarlo de Naruto así que se acerco a su oído. —No quiero que nadie vea mi espalda —le susurró. En ese instante Naruto entendió y se sintió un poco culpable, pero, ¿por qué avergonzarse de aquellas marcas?

Con una sonrisa se levanto y se posicionó en frente de Sasuke, le tendió la mano a lo cual el pelinegro la tomo un tanto confundido y se paró quedando por muy poco más alto que Naruto; de nuevo toda la atención se puso en Naruto, solo que esta vez también en Sasuke, ambos, ajenos a lo que pasaba a su alrededor siguieron. Naruto puso sus manos en los hombros de Sasuke y lentamente hizo que la camisa que portaba el segundo se deslizara por sus hombros; las chicas, atentas a cada movimiento se emocionaron al ver el pecho desnudo de Sasuke, las fantasías de más de una se habían quedado cortas al ver aquel cuerpo, claro que la escena se había visto un tanto homosexual pero a los dos implicados no les importó, Naruto tenía una sonrisa confiada y Sasuke, por alguna razón, sentía que moriría de nerviosismo, por ello cuando sintió que no tenía la camisa solo atinó a retroceder unos pasos hasta quedar contra una pared cercana, Naruto lo siguió y como acorralándolo contra la pared le susurró al odio. —Confía en mí.

¿Quién no se derrite a tales palabras?, por eso Sasuke se despegó un poco de la pared y volvió a tomar la mano de Naruto quien lo guió por en medio de los adolescentes hasta el borde de la piscina donde de un solo tirón hizo que Sasuke cayera al agua junto a él.  

¿Hace cuanto Sasuke no entraba a una piscina? Y solo por miedo, temor absurdo de que alguien viera su espalda, en ese momento no le importó. No le importo que alguien lo viera, se sentía rodeado de agua en magnitud, se sentía libre, refrescado y con ganas de quedarse allí para siempre. Claro que tuvo que salir a tomar aire, cosa que no le agradó mucho, pero sin más remedio tuvo que hacer. Salió a la superficie y muchos miraban asombrados, el amargado Sasuke había decidido unirse a la diversión.

Idate miró desde un lado de la piscina con envidia, ¡el maldito Uchiha se estaba robando toda la atención!, quiso destruir el momento de gloria del pelinegro y comenzó a mirar detalladamente al chico que sonreía y jugueteaba en el agua con varias personas alrededor, un momento, ¿qué era eso que se veía en su espalda? Idate se acerco cual felino y noto la espalda del otro ¿cicatrices?

Una sonrisa maquiavélica se posó en su boca y dijo con voz suficientemente fuerte. —¿Pelea de gatos, Uchiha? ¿Qué son esas marquitas de tu espalda? –señaló irónico.

Sasuke, en ese momento, se sintió un poco vulnerable, claro que no lo mostraría, pero eso no le quitaba la sensación, y en ese momento, las personas que no se habían fijado en su espalda lo hicieron, comenzaron a murmurar entre ellos, ¿qué eran esas extrañas marcas?  Sakura, que conocía la mayor parte de la historia y que conocía el por qué de esas marcas se aterró al imaginarse como reaccionaria Sasuke, después de todo, esa era una herida abierta todavía.

Pero antes de que Sasuke pudiera decir nada alguien habló. —¿Y qué importa? Verán, hace tiempo Sasuke era un súper héroe que salvaba ancianitas y gatos; salvar tanta  gente y enfrentar tantos villanos hizo que Sasuke perdiera sus súper poderes, entonces, en la batalla final el enemigo ganó haciendo que Sasuke quedase mal herido, producto de eso quedaron esas cicatrices, ¡Son cicatrices de guerra! —contó Naruto sonriente. Por supuesto que nadie se iba a tragar semejante historia pero esa fue otra manera de decirles que no se metieran, que eso no era asunto de ellos. 

—¡¿Y qué paso con la música?! —gritó kiba desde la piscina haciendo que todos recordaran la situación.

De nuevo la música sonó y todos se olvidaron de la situación, incluso, algunos quedaron maravillados ante Sasuke, a pesar de que la historia no fuese creíble, sentían que de seguro se había hecho esas cicatrices en una pelea, de seguro salvando una pobre chica de caer en manos de un criminal.

Una vez todos estuvieron distraídos Sasuke solo atino a decirle a Naruto. —Gracias, por mentir por mí.

Naruto sonrió, sin embargo dijo. —¿Mentir? ¿Yo? ¡En serio eres un héroe de guerra! —lo dijo en voz un poco alta pero luego se acerco y le susurró. –Tal vez si fuiste un súper héroe en tus vidas pasadas y te quitaron tus súper poderes, tal vez, por eso ahora tienes mirada triste, pero, quien sabe, tal vez recuperes tus súper poderes algún día, y yo estaré ahí para felicitarte por ser tener una mirada de felicidad de nuevo.

Sasuke sonrió, se sintió libre en ese momento, no había ataduras, las cicatrices de su espalda dejaron de pesar unos minutos y respiró sin ahogarse.

Todo lo siguiente, a pesar de ser irrelevante, para Sasuke tuvo gran significado, sin pena, ni el carácter que caracterizaba a los Uchiha comenzó a saltar y a bailar al son de los demás, jugaba en la piscina, salía y se lanzaba de nuevo, hacia tontas competencias con personas con las que pensó nunca se hablaría. Idate, sentado en una esquina de toda la diversión refunfuñaba y maldecía, si en su momento quiso que Sasuke “perdiera” y saliese huyendo como la vez del partido de Basketball pero obviamente no lo logró y ahora Sasuke se veía totalmente animado y sin rastro alguno del chico amargado que siempre aparentaba ser.

Naruto miraba todo mientras sonreía pero a la vez se estremecía de pensar que pronto Sasuke le pediría explicaciones, y él aun no estaba preparado a darlas.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

—¡Que no!

—¡Que si!

—¡Te repito que no! ¡Es imposible!

Kiba miro desafiante a Sasuke. —Sí —sentenció.

Sasuke resopló molesto y giró dispuesto a irse. —¿De nuevo huyendo? —Sasuke, al escuchar tal acusación giró hacia kiba que lo miraba victorioso.

—Te digo que la gente inteligente no tiene más Zinc y cobre en su cabello.

—¡Claro que es posible! Yo debo tener mucho Zinc y cobre ya que soy muy inteligente.

—Solo un idiota alardearía de su inteligencia.

Kiba se vio derrotado y suspiró. —Pero lo que digo es cierto —dijo intentando salvar algo de dignidad.

—Como sea —dijo el pelinegro poco interesado en ese momento.

Resultaba que después de que los instructores los sacaran de la piscina alegando que ya era muy tarde todos se habían visto demasiado agotados y muy pocos habían decidido ir a cenar, de nuevo, Naruto se había perdido y no había ido a cenar, Sasuke que no tenía mucho apetito había decidido darse una larga ducha en la que se sacaba todo el cloro de la piscina y después ir a la habitación de Naruto y kiba para esperar a que el rubio apareciera; pero tan mala suerte tuvo que cuando llegó solo se encontraba Kiba que se puso a hablarle de cosas innecesarias. Ahora se encontraban sentados uno al frente del otro, después de la tarde en la piscina la mayoría habían decidido ir a dormirse temprano ya que los instructores habían pasado a decir que al siguiente día tendrían un día lleno de actividades y demás cosas, pensando en toda la energía que gastarían al día siguiente la mayoría quiso guardar energías.

La mayoría menos Sasuke que no se conformaría de ninguna manera sin hablar con Naruto y aclarar las dudas que habían aparecido y que habían estado titilando en su mente desde la mañana. Pero ya era tarde, llevaba soportando dos horas a Kiba y a sus estupideces, ¿qué tal que a Naruto se le ocurriera llegar más tarde?, solo pensar en tener que seguir soportando a Kiba hacia que a Sasuke le diera dolor de cabeza.

Se sumieron en un silencio casi sepulcral, afuera hacia demasiado calor como para querer salir, era mejor estar bajo el viento refrescante del ventilador, pero en aquella pequeña habitación, sin televisión ni nada con que entretenerse, el verse las caras era lo único que podían hacer. Había dos camas en esa habitación, cada una ubicada a cada lado de la pared quedando como camas gemelas, en una, recostado contra la pared, estaba Kiba; y en otra, igualmente recostado contra la pared, se encontraba Sasuke, mirando fijamente a Kiba, intentando sacarle información.

—¿Qué tanto estaban haciendo hoy? ¿Por qué desaparecieron todo el día? —preguntó Sasuke con voz dura.

Kiba pensó unos segundos. —Estábamos por ahí, resolviendo temas importantes.

—No se supone que podamos salir de este lugar, ¿Acaso se escaparon?

—No, todo lo resolvimos directamente desde acá.

—¿Qué era?

—¡Como si fuera a decírtelo, Uchiha!

Y como cosa rara (nótese el sarcasmo) Sasuke bufó y se sumió en silencio nuevamente.

Pasaban los minutos y nada pasaba, solo se escuchaba el sonido insistente del ventilador, fastidioso, pensó Sasuke tentado a levantarse a apagar aquel ruidoso aparato, pero si lo apagaba tendría que enfrentarse a la ira de Kiba y aparte al calor que de una vez entraría a la habitación, como un demonio a la espera de una muestra de debilidad del enemigo… Más minutos pasaban, nada. Al final Sasuke se fastidió, aun más de lo que ya estaba, y se levanto molesto. —Me voy —anunció.

—¡¿Qué?! —dijo Kiba sentándose en la cama—. ¡No! ¡No me quiero quedar solo!

—¿Qué? ¿Acaso te da miedo?

—No, para nada.

—Eso no sonó creíble.

—¡Como sea! ¿No te ibas?

Sasuke se encogió de hombros y se encaminó a la puerta de la habitación para después salir lentamente con pereza, pero, quería ir a dormir, y quedarse a dormir en aquella pequeña habitación no estaba en sus planes. Mientras caminaba por un pasillo de madera al aire libre que daba con hartas puertas de varias habitaciones escucho un murmullo; curioso, se acerco para saber quiénes eran.

—¿Vas a seguir escapando?

—No, pero por ahora es mejor si no salgo a la luz —Sasuke abrió los ojos intentando enfocar mejor al notar quienes eran, nada más ni nada menos que Naruto y Gaara, en ese instante Sasuke se sintió torpe por haber estado esperando a Naruto tantas horas en su habitación y que al final él estuviera tan solo a unos pasos. Pero dejando eso de lado Sasuke se concentro en la conversación.

—Lo siento —se disculpaba Naruto.

—¿Por?

—Sabes perfectamente de que hablo Gaara… por mi culpa….

—Basta, deja de decir que fue tu culpa y esa clase de babosadas, si al final nos fuimos del país fue cosa nuestra, nuestra decisión.

—Pero fue para protegerme.

—Eso no lo negaré —dijo mientras se le acercaba un poco más a Naruto—. Pero me alegro de esa decisión y a la vez me maldigo, si ese bastardo no…

—No lo digas, Gaara… no sabemos quién puede estar escuchando —apuntó mientras observaba su alrededor, Sasuke se sintió descubierto y retrocedió unos pasos hasta llegar de nuevo a las afueras de la habitación de Naruto.

Se quedó esperando unos minutos, Naruto tenía que volver.

Como lo dicho, luego de unos minutos Naruto venia en dirección a su habitación sobando su cuello en clara señal de estrés. —Dobe —lo llamó Sasuke a lo cual el rubio alzo la mirada para justo después bajarla mientras seguía sobando su cuello.

—No quiero hablar —dijo fastidiado.

—Tienes que hablar, un trato es un trato.

—¿Sabías que hay personas que no cumplen con los tratos?

—No me jodas, si tuve que soportar eso ahora tú tienes que soportar esto.

—No estoy de ánimo para tus juegos mentales, Sasuke, solo no quiero hablar, eso es todo, ¿Acaso no puedes dejarme en paz una noche? —Suspiró—. Aparte de eso, ¿soportar?, que yo sepa te vi divirtiéndote de lo lindo allá.

—Ahora si estas cansado, ¿no?, pero allá con ese sujeto pelirrojo si hablaban y se decían de todo.

—No sé a qué viene la escena de celos, Sasuke, pero para que sepas, con Gaara las cosas son diferentes.

—¿Diferentes en qué sentido? Y, ¿Cuál escena de celos?

Naruto suspiró, de nuevo. —¿Podemos dejar la pelea para después?

—No.

—¿Por qué?

—Una promesa… Prometiste algo y quiero que lo cumplas, las promesas son valiosas para mí.

Y aunque a Naruto aun no le apetecía hablar del tema se vio acorralado por las palabras de Sasuke, era verdad, él hizo una promesa, y debía cumplirla; pero, como lo dicho anteriormente, no se sentía listo para hablar del tema, no sabía qué consecuencias traería contarle a Sasuke. —¿Qué quieres saber? —dijo rendido.

Era más que obvio que Sasuke tenía la cabeza llena de preguntas, pero preguntarlas todas de golpe no sería nada lindo, así que comenzó por una que le llevaba sonando en la cabeza todo el día. —¿Qué relación tienes con ese tal Gaara?

—Es un amigo de hace tiempo.

—¿Y por qué estaban separados?

—Él y sus hermanos tuvieron que salir del país en el que vivíamos de manera inmediata, eso hace unos dos años.

—¿Por qué tuvieron que salir del país?

—Si no lo hacían puede que  hubieran muerto.

—¿Por qué?

—Estaban amenazados so pena de muerte.

—¿Por quién?

Naruto esperó unos segundos. —…Mi padre —volvió a esperar unos segundos—. Los hermanos Sabaku no se enteraron de algo que no debían.

—Gaara dijo que fue para protegerte, ¿Es verdad?

—¡¿Estabas escuchando nuestra conversación?! —solo hasta ese momento Sasuke se dio cuenta de su error y maldijo internamente—. Como sea —dijo Naruto—. Sí, fue para protegerme… se fueron del país y prometieron no comentar nada de lo que se habían enterado con la promesa de que a mí no me pasara nada.

—¿Y de que se enteraron?

De acuerdo, ese jueguito de la pregunta y la respuesta estaba siendo mortificante para ambas partes, Sasuke preguntaba siempre “¿Por qué?” y Naruto respondía solo lo necesario, de nuevo Sasuke preguntaba y así, pero qué más daba; si así conseguía la información que necesitaba valía la pena. 

En el instante en el que Sasuke soltó su última pregunta Naruto se comenzó a sentir realmente nervioso, no quería hablar, no quería decirle a Sasuke, no quería que una persona más lo mirara con lástima. Sin darse cuenta comenzó a temblar, cosa que no paso desapercibida por Sasuke que se comenzó a cuestionar que tan bien había sido someter al rubio a aquel interrogatorio, por otro lado Naruto se vio sumido en recuerdos y casi sin actuar por voluntad propia se llevo una mano a la cabeza como intentando acallar los gritos de su alma, claro que no mostró tanta vulnerabilidad frente a Sasuke, luego de unos segundos se tragó su angustia y dejo caer ambos brazos a cada lado de su cuerpo. —¿Estás bien? —atinó a preguntar Sasuke.

—¿Por qué no habría de estarlo? —respondió Naruto en actitud fría.

—No eres bueno mintiendo, dobe; sé muy bien los síntomas de malos recuerdos… es como si tu cabeza nunca se callara, como si tu cordura se fuera a romper en cualquier segundo, te sientes culpable.

—¡No estoy mintiendo! —gritó girando para quedar frente a frente con Sasuke y a la vez levantando un poco la vista para poder mirarlo a los ojos.

—Si tú lo dices…

—Cállate.

Sasuke sonrío quedamente; justo después sin pensárselo de a mucho alzó la mano y la dirigió hacia la mano de Naruto que aun lo miraba con ojos enfadados, primero sus manos se rozaron para después quedar totalmente aferradas una a la otra.

—Mejor no hables de temas que dejan mal sabor de boca —dijo Sasuke, y para Naruto ese fue su pase de libertad, se sentía feliz de no tener que decir más del tema y aunque Sasuke se moría por saber toda la historia del pasado del rubio, tomó la decisión más madura y no obligó a Naruto a decir más.

Sin decirse ni una palabra más Sasuke soltó lentamente la mano de Naruto y con pasos lentos se encaminó a su habitación; cuando entró notó que sus compañeros ya estaban totalmente dormidos, Lee estaba desparramado en la cama murmurando cosas en sueños e Idate estaba totalmente tapado con la sabana hecho un ovillo. Sasuke, solo se quito las sandalias y la camiseta quedando solo en el pantalón corto que llevaba y se tiró en su cama donde no paso mucho tiempo para que quedase dormido.

Sería bueno decir que esa noche durmió plácidamente pero se vio rodeado de sueños, más bien de recuerdos.

Después de un sueño-recuerdo se levantó un poco sobresaltado, se sentía vacio y no entendía muy bien el por qué, su respiración estaba agitada y podía sentir el sudor caer por su frente; se llevó una mano hacia el pecho, justo en su corazón que latía desbocadamente como si hubiera corrido una maratón. 

—¿Desde cuándo esa clase de recuerdos me alteran a este punto? —se preguntó Sasuke en un susurro mientras recordaba su último sueño.

 

Minato Namikaze había tenido que salir del país de forma urgente, y sin querer dejar a su hijo con algún empleado debido a las recientes circunstancias fue personalmente y le pidió a Mikoto Uchiha y a Fugaku Uchiha que cuidaran a su Naruto una semana; para ese entonces el pequeño tendría unos cuatro años. Claro que los Uchiha habían aceptado a Naruto en su casa, y los dos amigos no podrían estar más felices.

La primera noche de la semana que Naruto se quedaría allí Mikoto hizo personalmente la cena, y como una familia totalmente unida cenaron los cuatro Uchiha más el invitado de honor; comieron hasta hartarse, justo cuando acabaron Fugaku se disculpó y fue a su despacho a trabajar, Itachi se fue alegando que tenía que preparar una exposición sobre la Edad media para presentarla al día siguiente en clase de historia; quedando así tres personas, como aun Naruto y Sasuke eran pequeños Mikoto dispuso todo para que fueran a dormir temprano, obviamente dejando a Naruto en una habitación de invitados.

Después de la cena ambos niños se habían puesto a jugar a los piratas, haciendo toda una aventura en una isla remota en donde tenían que derrotar a monstruos inimaginables para poder robar el gran tesoro que se había robado el jefe de la isla; pero el juego no les duró mucho tiempo porque el cansancio había hecho estragos en ellos y totalmente agotados habían subido a sus habitaciones.

Una vez en la puerta de la habitación de Sasuke ambos de despidieron uno del otro y Sasuke entró a su habitación; como era de esperarse Naruto fue a la que le habían dado y cuando entró se acostó en una gran cama, aun más grande para el pequeño cuerpo del rubio. 

Como efecto del cansancio, Naruto había caído dormido casi de inmediato pero no tardó en levantarse de nuevo, sentía que esa habitación era muy grande, que cualquier cosa podría salir de algún rincón oscuro en cualquier momento, en conclusión… tenía miedo. Pero tenía que recordar que no estaba en su casa, normalmente, cuando tenía miedo iba con Minato o con Kushina y ellos aliviaban sus pesadillas; pero en aquella casa extraña ¿a quién debía recurrir?, solo podía ir con su mejor amigo, así que con un poco de miedo se bajó de la gran cama y salió de aquella habitación con pasos largos; prácticamente estaba corriendo.

Pero hubo un problema.

No recordaba donde era la habitación de Sasuke, probando suerte se puso a abrir puerta a puerta a ver en cual se encontraba su amigo, pero solo se encontró con habitaciones totalmente oscuras y que daban miedo. Por fin después de muchas puertas abiertas llegó a una en la que estaba seguro que del otro lado se encontraba su querido Sasuke.

Abrió y efectivamente así era, allí se encontraba la cama de Sasuke de la cual sobresalía un pequeño bultito que subía y bajaba con el ritmo que normalmente lleva una respiración; con algo de miedo por lo que pudiese decir Sasuke Naruto se acercó y subió lentamente a la cama, descubrió que su amigo estaba totalmente dormido, le daba culpa despertarlo pero sin más remedio comenzó a sacudirlo levemente mientras lo llamaba por su nombre. —Despierta —le susurró pero el niño se negaba a abandonar su mundo de sueños—. Sasu-chan, despierta, por favor —y nuevamente, nada; en eso sonó un ruido proveniente de quien sabe dónde y Naruto se aterro, nunca en su corta vida había sentido tanto miedo.

Con el miedo corriendo sus venas, su cerebro y su corazón, comenzó a sacudir más agresivamente a Sasuke. —¡Despierta! —dijo aun más fuerte mientras sus ojos comenzaban a inundarse de lágrimas producto del temor; Sasuke comenzó a abrir los ojos lentamente pero queriendo cerrarlos de inmediato, y lo hubiera hecho de no ser por los sollozos que escuchó a su lado. Terminó de abrir los ojos para encontrarse con un Naruto totalmente asustado, temblaba y de sus ojos caían lágrimas sin cesar. Entonces Sasuke se preocupó y se sentó de golpe en la cama.

—¡¿Qué pasa?! —preguntó alterado.

Sasuke se imaginó de todo, se preguntó si la causa del llanto de su amigo era la muerte de su madre, después de todo no hace mucho que Kushina había muerto y podía ser que Naruto aun se sintiera triste por eso; por otro lado, Naruto no podía hablar, su llanto no lo dejaba, cada que intentaba decir algo un sollozo se tragaba sus palabras. —T-tengo m-miedo —logró articular entre los sollozos.

Naruto aun seguía llorando y Sasuke no sabía qué hacer ¿debía despertar a Mikoto?, lo consideró pero pensó que si Naruto había recurrido a él era porque no quería molestar al resto de la familia Uchiha. Entonces con un poco de temor tomo una de las manos de Naruto con las suyas y la apretó con fuerza; —Naru-chan, cálmate, no pasa nada —poco a poco los llantos cesaron e igualmente poco a poco ambos cayeron dormidos en la cama de Sasuke.

A la mañana siguiente, cuando Mikoto fue a despertar a Sasuke se encontró con ambos niños y no pudo hacer más que sonreír.

Toda la semana que Naruto se quedo en casa de los Uchiha durmió con Sasuke, y de ahí en adelante, cada vez que podía tomaba la mano de Sasuke para tranquilizarse, cada vez que dormían en el mismo lugar se acercaba a Sasuke y tomaba su mano; aquello se volvió costumbre para ambos niños, el roce de sus manos era lo más tranquilizador que tenían.

Entonces, volviendo a la actualidad, Sasuke seguía algo alterado, después de separarse de su Naruto Sasuke si había tenido dificultades para dormir solo, quería tomar la mano de su amado una vez más; pero con el paso del tiempo aquella necesidad había disminuido hasta quedar casi nula, ¿Y ahora? ¿Por qué en ese justo momento quería tomar la mano de su Naruto? ¿Por qué sentía que no podría dormir si no tomaba la mano de aquella persona una vez más?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

En otro lugar, horas antes, justo después de que Sasuke de separara de Naruto y se fuera este se había quedado un rato embobado recordando la calidez que recibió del pelinegro cuando tomó su mano. Pero negándose a estar como un tonto parado en la mitad del pasillo decidió caminar a su habitación.

Cuando entró se encontró a kiba bastante aburrido, jugaba con una pelota de goma como si fuera un perro, en el momento en el que Naruto entro a Kiba se le ilumino la mirada. —No te acompañaré a otra aventura —sentenció el rubio mirándolo fijamente.

—¡Pero qué aburrido!

—Estoy cansado.

—¿Un día ajetreado?

—¡Sí! Y en parte es tu culpa.

—¿Mi culpa? —dijo inocentemente como quien no sabe la cosa—. Admite que fue divertido.

—No, no lo admitiré.

—¡Aburrido!

—Como sea. Mejor vayamos a dormir.

—Como quieras —dijo mientras se acercaba a la pared y apagaba la luz dejando el ventilador encendido, Naruto con pereza se acostó en la cama sin cambiarse de ropa ni nada, Kiba no objetó y así ambos se durmieron.

Pasaban las horas y el ambiente de repente se había tornado caliente, asfixiante, y condenadamente pequeño, al menos eso creyó Naruto al despertarse de golpe todo sudado y con la respiración agitada, sentía que alguien lo estaba tomando del cuello e intentaba asfixiarlo; aun en aquel estado Naruto logró sentarse y se aproximo a la pared que estaba pegada a la orilla de la cama subiendo las piernas a esta y apoyando la cabeza entre sus rodillas.

Su respiración era agitada, sentía que no respiraba y sentía que su cabeza se agolpaban de imágenes, no reconoció ninguna pero sentía que eran imágenes de sí mismo, intentando hacer que esas imágenes se fueran de su mente se tomó la cabeza con ambas manos y comenzó a apretar su cabeza como intentando exprimirla, comenzó a respirar más fuerte en busca de mas oxígeno, intento respirar pausadamente pero no funcionaba, intento tomar bocanadas de aire pero tampoco funcionaba, sentía que se estaba ahogando, su ropa estaba pegajosa y de seguro su cuerpo expedía un calor infernal y de repente sus ojos se volvieron ríos de lágrimas, ¿qué le pasaba? Pronto sintió como las imágenes paraban pero en seguía las imágenes se remplazaron por voces, ¿voces? No entendía lo que decían, se sentía en un vórtice de desesperación.

Volvió a respirar agitadamente en busca de calmarse, esas malditas voces no paraban, eran lamentos, se escuchaban como lamentos pero, ¿de quién? ¿Por qué aquellas voces estaban tan desesperadas? ¿Por qué habían aparecido en la cabeza de Naruto?, el rubio, negándose a perder la cordura comenzó a intentar calmarse, intentó tragarse las lagrimas, pero si se tragaba unas otras aparecían; aun intentando acallar su cabeza comenzó a pegarse contra sus propias rodillas. Dolor, solo veía dolor en aquel mundo de desesperación.

Con tanto ruido que estaba ocasionando Naruto Kiba se despertó, y es que estaba acostumbrado a dormir prestando atención a su alrededor; abrió los ojos adaptándolos a la oscuridad primero, después hizo un sondeo por la habitación para encontrarse con la imagen del rubio en medio de un colapso nervioso. —¿Naruto? —preguntó en medio de la oscuridad; no obtuvo respuesta pero sí que pudo escuchar los sollozos provenientes de la cama del rubio. Preocupado se levantó de su cama y atravesó la habitación hasta llegar a la esquina de la cama de Naruto, sin pena alguna se precipitó y subió a la cama para quedar arrodillado junto a la figura del otro adolescente.

—¿Qué pasa?

Naruto no pudo responder, aun intentaba sacar las voces de su cabeza. “Váyanse, váyanse”. Intentó que con eso las voces se extinguieran, mientras susurraba en un vano intento de hacer que las voces pararan, alzó la cabeza que aun tenia escondida entre sus rodillas, cuando Kiba vio la cara de Naruto sintió algo que le removió el pecho, se veía tan… frágil.

Sin saber muy bien que hacer tomó a Naruto de los hombros y acercó la cabeza de este hasta depositarla en su pecho, Naruto no objetó en lo más mínimo y se dejo llevar aun soltando gruesas lágrimas que comenzaban a empapar la camisa que llevaba Kiba. Kiba no supo que más decir, solo veía a aquel chico teniendo un colapso mental y no sabía cómo reaccionar.

Entonces pasó el tiempo, Naruto siguió susurrando la misma palabra todo ese tiempo “váyanse, váyanse”, se sentía cansado, aun tenía las manos contra su cabeza pero su frente estaba contra el corazón de Kiba, el cual se negaba a alejar al rubio de su pecho, Naruto a pesar de no estar calmado comenzó a tener sueño, se sentía agotado mentalmente. Entonces pronto comenzó a cerrar los ojos, las lágrimas aun no paraban pero él solo quería dormir, no sabía si se estaba quedando dormido o se estaba quedando inconsciente, Naruto no era capaz de pensar con coherencia, y justo antes de caer rendido a ese mundo negro por fin pudo entender algo de  lo que esas voces decían.

Vuelve, por favor… Te necesito.

 

Notas finales:

 

Me gusta este capitulo por todas las cosas que pasan. Desde lo de Itachi hasta la piscina n.n ... Ya ven que es larguisimo... 

Estoy trabajando en el 6 capitulo, ya casi acabo n.n ... Bueno, ¿Qué tal este capitulo? ...

¿Por qué el colapso nervioso de Naruto? ... ¿Y qué relacion tiene Gaara en todo esto? ...

Respuesta a esta y más preguntas en el siguiente capitulo. *Voz de narrador*

n.n ... Bueno, sin más dejen un Rr, y si es largo mejor! n.n ... Me gusta leer Rr's largos. ^^

Ciao.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).