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Aeternum. por PauYh796

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Notas del capitulo:

Numero de palabras del capítulo sin notas: 8.641

 

¡¿Marica?! No, gay. Parte II.

Sasuke había pasado una de las peores noches, la ansiedad que sintió toda la noche fue casi insoportable, el ventilador no daba suficiente aire y se había sentido demasiado acalorado como para pensar con claridad, rogó toda la noche para que el amanecer llegara pronto, necesitaba sentir los cálidos rayos de sol para poder sentirse vivo de nuevo.

Al final, como era de esperarse, amaneció y el universo comenzó a moverse de nuevo, Lee se despertó a las seis y media y salió a hacer ejercicio, afuera de la habitación ya se sentía el movimiento; con esa vía libre salió a los pasillos donde los estudiantes ya despiertos se estaban reuniendo en torno a un gran muro; curioso, se acerco para ver una notificación de parte de los instructores que decía que a las ocho esperaban a todos los estudiantes en las canchas de futbol, aparte decía que nadie iría a levantarlos, así que o se levantaban o se levantaban, había una clara amenaza que decía que el que no estuviera en las canchas a la hora indicada se ganaría un castigo para el resto de la semana.

Con aquella advertencia todos comenzaron a movilizarse rápidamente y algunos comenzaron a despertar a los que aun dormitaban, levantarse, bañarse, alistarse, desayudar, ¡Todo eso en poco más de una hora!, para algunas personas supuso todo un reto  y comenzaron a correr de aquí para allá. Sasuke, por su parte, entro a la habitación perezosamente y aprovecho que el baño estuviese desocupado para darse un baño rápido, fue un baño de agua fría debido al ambiente tan caluroso del lugar, cuando salió notó que Idate aun dormía pesadamente en su cama; se debatió internamente en despertarlo o no, al final su lado bueno gano y lo despertó, pero el chico se lo pago dándole una mirada de mil demonios. Con una rápida explicación de la situación dejo a Idate en medio de la confusión y el calor; luego de eso salió y vio como algunos ya se movilizaban hacia el comedor, donde de ahora en adelante serian todas las comidas.

Entre toda la conmoción causada con la amenaza Sasuke se percato en que no veía a dos personas en especial; al fastidioso dobe y al insoportable Kiba, ¿Será que aun dormían?, se sintió confundido entre ir a la habitación de los chicos o no, claro que al final sintió que había suficiente “confianza” con ambos como para irrumpir en la habitación de sus amigos sin remordimiento alguno.

Por ello caminó hasta la puerta de la habitación 202, con algo de duda entró a la habitación que permanecía un poco oscura debido a que aun no habían abierto las persianas para que entrara el sol; hizo un sondeo por la habitación en busca de ambos chicos, primero se fijó en la cama de Kiba y estaba vacía, se extrañó un poco pero sin detenerse a pensar mucho en eso volvió la vista hacia la cama de Naruto.

Y lo que se encontró.

Nada más ni nada menos que ambos amigos durmiendo en una misma cama, muy abrazados a vista de Sasuke; claro que el pelinegro ignoraba la situación sucedida la noche anterior, por lo cual no tuvo ningún remordimiento en comenzar a sentir unos celos impresionables, pero, ¿celos?... ¿De qué?, aun confundido por la escenita que mostraban ambos hombres tosió algo incomodo lo cual hizo que Kiba comenzara a removerse inquieto para justo después abrir los ojos y mirar a Sasuke.

—¡Uchiha! —gritó sorprendido e intento levantarse, pero no pudo.

Naruto se aferraba a su camisa como si su vida dependiera de ello, poco a poco las imágenes de la noche anterior se arremolinaron en su cabeza y se sintió en un rol de algo como hermano mayor que cuidó a su hermanito en una noche de pesadillas. Claro que Sasuke no tenía la misma visión del asunto y frunció el seño molesto al darse cuenta que Naruto era el que estaba abrazado a Kiba, no Kiba a Naruto. —Hubo un anuncio, si no estamos en la cancha de Futbol a las ocho, habrá un castigo del cual nos arrepentiremos, así que alístense rápido —dijo Sasuke con un deje de rabia en la voz y sin más salió de la habitación.

Kiba quedo algo desubicado, lo único que había entendido era que tenía que levantarse e ir a la cancha de Futbol, en seguida se fijó en Naruto que aun dormía, tenía una expresión agotada en su rostro, claro, quien no estaría agotado después de semejante episodio; entonces, Kiba se dijo a si mismo que le preguntaría a Naruto que había pasado una vez que tuviese algo de tiempo, casi le dio pena tener que despertar a aquel chico que dormía aferrado a su camisa.

Pero sin más remedio comenzó a sacudir levemente el hombro de Naruto, este último, negándose a reaccionar siguió durmiendo sobre el pecho de Kiba. —Si no te levantas no alcanzaremos a desayunar —le dijo al oído y eso basto para que Naruto reaccionara y comenzara a removerse inquieto; abrió los ojos lentamente y comenzó a situarse en el ambiente en el que se encontraba, recordó las imágenes, las voces inocultables, la desesperación y las lágrimas; se sintió confundido, y también se sintió débil, pero antes de que cualquiera de estas cosas le afectaran una voz, un poco escandalosa, llegó a su mente.

—Si te sientes tan mal mentalmente que ya ni quieres levantarte recuerda que acá tendrás que sumirte en recuerdos, en cambio, afuera podrás pensar en otras cosas.

Naruto abrió los ojos algo sorprendido, también notó como sus brazos se aferraban a la camisa del otro chico y lentamente se separo hasta quedar apoyado contra la pared, miraba a Kiba con si fuese algo de otro planeta, en seguida no supo qué hacer, Kiba lo había cuidado, aparte ¿Cómo le explicaría lo que había pasado?, Kiba río al notar la incertidumbre de su compañero de habitación y aun riendo se levanto de la cama para justo después encerrarse en el baño dejando a un pobre y confundido rubio.

Se suponía que este era el momento en el que Naruto pensaba en la situación de la noche anterior y después de matarse mucho la cabeza llegaría a una vaga y torpe conclusión de la razón por la cual su cordura se había roto el día anterior; pero no paso, simplemente se vio más y más confundido respecto a la situación, por ello decidió dejar las cosas hasta ahí y lo decidió por dos razones en especifico; la primera fue salvaguardar la poca cordura que le quedaba y la segunda… simplemente le daba pánico saber el por qué de todo.

Al tiempo en el que Naruto decidió no pensar más sobre el tema Kiba salió del baño con ropa típica de clima caliente, miró al rubio que aun se encontraba sobre la cama y le sonrió. —¿Cómo estás? —preguntó en son paternal a lo que Naruto asintió con la cabeza queriendo decir que estaba bien. Era más que obvio que no estaba bien, pero, ahora estaba calmado y Kiba supo que lo mejor era no cuestionar del tema, por lo menos no ahora—. Báñate rápido, por lo que dijo Uchiha, no será nada lindo si llegamos tarde.

Naruto no peleó contra Kiba y como una mascota obediente se metió al baño, hasta ese momento notó como su ropa estaba pegada a su cuerpo, de seguro producto del sudor, su cara se veía desastrosa, tenía los ojos algo rojos y los sentía cansados, claro, ¿cómo no estar así?; resoplando ante la imagen que mostraba el espejo se despojó de su ropa; el espejo era lo suficientemente grande como para mostrar la parte de arriba de su cuerpo, extrañado notó unas marcas rojizas en su espalda, pero no eran solo eso. Esas marcas… Parecía como si alguien le hubiera estrujado la espalda tan fuerte que dejo su contorno marcado.

Pero eso no era lo más extraño…n por la cual su cordura se hab

Al tiempo en el que Naruto decidió

Naruto no peleóa cansados, claro,

Pero eso no era lo má

Sin duda alguna, esas eran las marcas de las manos de un niño. 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

A las afueras de la habitación Sasuke se debatía entre irse o no, Naruto estaba muy bien acompañado, o al menos eso pensaba Sasuke con los celos invadiéndole, claro que no lo aceptaría, un Uchiha es en extremo orgulloso, al final, en medio de tanta confusión se decidió por esperar a ambos chicos fuera de su habitación, pero el tiempo pasaba y ahora con unos 40 minutos para las ocho se comenzaba a preguntar que tan bien estaba esperarlos, quería comer, y si se seguía demorando en ese lugar  de seguro no alcanzaría a desayunar, y tener que esperarse al almuerzo no le apetecía en lo más minino.

Giró dispuesto a irse pero en ese instante se abrió la puerta mostrando a ambos chicos sonrientes, Sasuke se alivio pero a la vez se extraño, Naruto, parecía diferente; tenía esa misma sonrisa boba en la cara, pero sus ojos, ¿Era cosa de Sasuke o los ojos de Naruto habían perdido su brillo?, sacudió la cabeza en un vano intento de sacarse aquel pensamiento de la cabeza.

—Por fin.

—¡Teme! —gritó un escandaloso Naruto.

Con aquel pensamiento aun en la cabeza Sasuke preguntó. —¿Estás bien?

Con eso a Naruto se le borró la sonrisa inmediatamente, de nuevo estaba esa duda entre mentirle a Sasuke o salir corriendo ¿cuál sería la más cobarde?, ¿cobarde?, pues, en realidad, él no quería que Sasuke se viera involucrado en aquella situación, no quería que el Teme le preguntara “¿Estás bien?”… era como una lucha con su orgullo, no, definitivamente no le contaría a Sasuke lo que había pasado.

—Por supuesto —repuso—. ¿Por qué no habría de estarlo? ¡Todo va de maravilla! —sonrió forzosamente y comenzó a caminar—. Vamos, vamos, que aun tenemos tiempo de desayunar.

Tanto Kiba como Sasuke lo siguieron mirándolo con incredulidad; por un lado Kiba sabía perfectamente que Naruto no estaba bien; y por otro, Sasuke no se creería semejante mentira tan reforzada, sin embargo lo dejo pasar con la promesa a sí mismo de averiguar que era por cualquier medio.

Así se encaminaron hacia el comedor, no hablaban, solo caminaban cada uno sumido en sus propios pensamientos, pensamientos demasiado confusos como para lograr explicarlos de manera coherente. Sasuke, una persona acostumbrada a caminar rápido, se desespero al notar paso lento que llevaban sus dos acompañantes, y bastante frustrado comenzó a acelerar el paso dejándolos atrás en cuestión de segundos; cuando se fijó en lo que había hecho tuvo intención de volver, y lo iba a hacer, de no ser por los celos que volvieron de nuevo, esos malditos celos, pero más allá de eso, ¿Por qué diablos tenia celos de Kiba?

Entonces, en otro lado, con kiba y Naruto; ambos caminaban con paso lento, como quien no quiere la cosa, Naruto iba pensando en la situación; se sintió desubicado cuando Sasuke le había preguntado de la nada como estaba, acaso ¿Sasuke pudo ver a  través de su máscara?, no entendía, pero lo que si entendía era que no quería que Sasuke se enterara, no quería que se enterara de nada.

—Kiba —lo llamó.

El otro, que hasta ese momento seguía sumido en sus pensamientos se despabiló y miro a Naruto con algo de confusión en la mirada. —¿Qué pasa?

—Hazme un favor.

—¿Qué favor?

—Por nada del mundo vayas a decirle a Sasuke.

—¿Decirle qué? —preguntó algo despistado.

El rubio suspiró. —No le digas nada de lo que paso anoche.

—¿Y qué le podría decir? Ni siquiera yo entiendo que paso anoche —mencionó algo frustrado.

—Mira, Kiba… Te agradezco por lo de ayer, y no sabes cuánto… Pero, yo… No puedo, no puedo decirlo; en parte porque ni yo mismo se que fue lo que paso. Sé que fue algo que no le deseo a nadie… Me sentí perdido, no sabía qué hacer, tenía miedo… Desesperación en su estado más puro, sin saber qué hacer, o a donde ir… Me siento confundido, como si en cualquier momento fuese a partirme.

—¿Aun te sientes mal?

—En parte, sí; y te puedo asegurar que si Sasuke llega a enterarse me sentiré aun peor, con ese Teme corriendo de aquí para allá, preguntándome que es lo que pasa, intentando entrar en mi mente, definitivamente no quiero eso.

Kiba quedó en silencio mientras meditaba las palabras dichas por su compañero.

—Kiba —prosiguió Naruto—. Prométeme que no le dirás nada a Sasuke.

La último lo dijo con voz tan amenazante que de seguro a Kiba se le había disparado el corazón, debido a esto no tuvo más opción que asentir lentamente con la cabeza dando a entender que había acatado el mensaje, claro que viese por donde se viese aquello parecía más una orden que cualquier otra cosa.

—Como diría Shikamaru… Que problemático. De acuerdo, no le diré nada a Sasuke.

Entonces Naruto sonrió como siempre, una sonrisa resplandeciente.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

—… ¡Seis! ¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve!... 

—¡Ya basta! —gritó un frustrado Naruto—. No es necesario que cuenten.

—¿Pero por qué? Si es lo más divertido de la situación —le respondió Sakura—. Ahora, Chicos… ¡Sigamos!

—¡Diez! ¡Once! ¡Doce! ¡Trece!...

Naruto suspiró estresado.

Temari se estaba vengando de él. Resultaba que entre el desayuno, las caminatas para llegar de un lugar a otro; habían llegado a las canchas a las ocho y diez, a Temari no le pareció bien, y como forma de castigo hizo que tanto Kiba como Naruto hicieran cien abdominales, en frente de todos; a sus compañeros les había parecido divertidísimo contar causando que Naruto se estresara. 

 

—¡Noventa y ocho! ¡Noventa y nueve! ¡¡Cien!! —gritaron todos emocionados y ambos chicos cayeron rendidos al suelo mientras respiraban agitadamente en busca de aire. Unos cuantos se burlaban de la situación de ambos chicos, pobres desgraciados, Kankurō había llegado casi al final del suplicio de los chicos y ahora todo estaba listo para comenzar un día lleno de actividades.

—Bien —comenzó a hablar Temari—. Acá acaba la primera parte de su castigo —ambos chicos abrieron los ojos como intentando asimilar mejor la información—. ¿De qué se quejan? —prosiguió—. Especificamos muy bien que el que llegara tarde se ganaría un castigo por toda la semana.

Naruto dejo caer la cabeza hacia adelante en señal de derrota.

—Ahora haremos algo típico… Una competencia —habló Kankurō comenzando a moverse por toda la extensión de la cancha—. Todo ya está predispuesto para comenzar, deberán hacer grupos de a cuatro, dos chicas, dos chicos; teniendo en cuenta cuantos son, los equipos quedaran exactos. Una vez hayan formado los equipos les daremos su primera pista, deberán moverse por todo el lugar encontrando y recogiendo diferentes objetos que les servirán para otra actividad que haremos después, cada equipo debe tener todos los objetos para poder buscar el último, el más codiciado; solo hay uno y el equipo que lo obtenga se ganara, como dicen, un pase al paraíso.

Con eso a todos los estudiantes se les ilumino la cara. —¿Cuál es el último objeto? —pregunto alguien de la multitud de estudiantes.

—Es una sorpresa —dijo Temari algo picara—. Con respecto a los otros objetos lo descubrirán con cada pista que encuentren; son un total de seis objetos sin contar el último.

Todos asintieron pausadamente y comenzaron a hacer los equipos; Sasuke que se había mantenido al margen de las situaciones anteriores se acercó a Naruto dispuesto a formar equipo con el chico que parecía algo perdido, después de todo había que recordar que era nuevo en el instituto y aun no tenía la suficiente confianza con sus compañeros.

—Dobe —lo llamó en cuanto llego.

—¡Sasuke Teme! ¡Fue tu culpa!

—¿Qué?

—Por tu culpa nos tocó hacer los cien abdominales, si no nos hubiéramos retrasado buscándote porque creímos que estabas esperándonos, ¡pero no!, tu ya habías venido hacia acá y te burlabas en silencio mientras nos matábamos haciendo ejercicio.

—Es precisamente por eso por lo que eres un Dobe, Dobe —se burló Sasuke.

—Cállate, Teme.

Sasuke se permitió reír de nuevo. —Como sea, hagamos equipo.

—¡No quiero! —dijo el rubio en actitud infantil.

—No actúes como niño.

—Teme —le volteó la cara intentando no mirarlo a los ojos.

Estaban en ese tire y afloje cuando Sasuke, en un intento de convencer a Naruto lo tomó por la espalda causando en el rubio una reacción de aleje, como si intentara huir; Sasuke se extrañó pero no mencionó nada y se sumieron en un silencio algo incómodo. Esta escena no pasó desapercibida para Kiba, que notó la actitud de Naruto y al instante recordó como no quería que Sasuke se enterase de lo que había pasado; aun así, y haciendo caso omiso a su promesa, se dijo que ayudaría Naruto a superar esta situación tan extraña, pero sabía que el de alguna manera el único que podía hacer que Naruto comprendiera la situación era Sasuke. Aunque, ¿por qué las ganas de Kiba de ayudar a su compañero?; era sencilla esa razón, Kiba le había cogido algo de aprecio al rubio, y más aun después de su aventura el día pasado… ¿Qué tenia de especial aquel chico como para que Kiba le tomara aprecio solo después de unos pocos días?

Pero ignorando este pensamiento se acercó a los chicos que aun peleaban.

—¡Uchiha! —gritó Kiba con una sonrisa llegando al lugar—. Hagamos equipo.

—¿Qué?, no, nunca.

—Vamos, Uchiha, di que sí, vamos.

—No, voy a hacer equipo con el Dobe.

—No —dijeron tanto Naruto como Kiba al mismo tiempo y Sasuke solo resopló molesto.

—Ustedes dos llevan una relación de algo así como odio y rivalidad —siguió Kiba—. Entonces hagan esta competencia como rivales, a ver quién es mejor.

Kiba sonrió complacido al notar la reacción de los otros dos chicos y en seguida notar como ambos se deseaban suerte de rivales. Kiba arrastró a Sasuke lejos de Naruto aprovechando la oportunidad antes de que Sasuke cambiara de opinión.

—¿Con quién más nos haremos? —preguntó Sasuke.

—Ni idea —respondió Kiba sonriente—. Debe haber dos chicas sin grupo aun.

En eso iban pasando Sakura e Ino; Kiba sonrió por milésima vez, y con un poco de persuasión logró que ambas accedieran a estar en el equipo; así quedo formado el equipo de Sasuke, Kiba, Ino y Sakura.

Por otro lado, después de que Kiba se llevara a Sasuke, Naruto había quedado un poco perdido, otra vez, aunque eso no duró porque en menos de nada se le había acercado ese chico que siempre tenía una mirada dura, Neji, e hizo equipo con él. Poco después encontraron a Hinata igual de perdida y la unieron al equipo, con eso solo les faltaba una chica, una que no encontraban por ningún lado.

Poco después vieron una cabellera roja que sobresalía entre todos los demás, estaba buscando equipo y ellos otro integrante, todo se complementaba así que caminaron con paso decidido hacia esa chica extravagante.

—Hola —le saludo Neji.

—Karin, únete a nuestro equipo —dijo Hinata con voz baja.

—Claro —aceptó mientras se acomodaba las gafas.

—¿Y ella de donde salió? —le susurró Naruto a Hinata cuando Karin se distrajo.

—No me sorprende que no la hayas determinado Naruto-kun, ella es rara y  bastante asocial por lo cual casi nunca la vemos, pero en estas actividades claro que tiene que estar presente.

El chico asintió lentamente con la vista fija en Karin que se veía perdida en otro mundo, como si estuviese en su propio nirvana que de seguro estaba encerrado en su mente, en su imaginación. Y le gustó… Tal parece que aquella chica, en medio de su rareza y su dispersión había encontrado libertad, no era física, era algo más allá. Con estos pensamientos Naruto se prometió a si mismo hacerse amigo de Karin.

—Vamos a comenzar —anunciaron los instructores.

Todos se posicionaron dispuestos a comenzar la dichosa competencia. Temari le entregó un sobre sellado a cada equipo con la orden de no abrirlos aun; una vez todos tuvieron los sobres se acomodaron en filas a la espera del anuncio de salida. Como cosa del destino el equipo de Naruto había quedado justo al lado del equipo de Sasuke, lo que ocasionó que se dieran miraditas de odio como toda una rivalidad. Con sonrisas de yo seré el mejor, yo ganaré, sonó el anuncio para comenzar la competencia, todos se apresuraron a abrir los sobres para obtener la pista que los conduciría hacia su primer objeto.

—Les daré un consejo —dijo Kankurō atrayendo la atención de la mayoría—. Aunque no ganen procuren obtener los seis objetos, si no los obtienen pueden prepararse para pasar un suplicio el resto de la semana.

Todos asintieron y volvieron a concentrarse en la pista.

—¿Qué dice? —preguntó afanada Hinata.

Después de una gran fiesta, los invitados se van a dormir pero al mismo tiempo se levanta alguien más.

—¿Y que se supone que quiere decir eso? —Naruto se tomó el cuello intentando masajearlo debido al estrés que recién comenzaba a aparecer, los cuatro se quedaron en silencio ante la pregunta de Naruto, y es que era verdad, ¿Qué se supone que quiere decir eso?...

Neji, una persona distinguida por su competitividad, por querer ganar todo; se comenzó a impacientar y alzaba la vista hacia los demás equipos en busca de algo que pudieran usar, tal parecía que los demás equipos tenían los mismos problemas. Según lo explicado por los instructores, solo había un equipo aparte de ellos que tenía esa pista, eso quiere decir que solo hay un equipo con la misma incógnita; tal parece que los demás equipos tienen pistas para encontrar otro objeto primero. Pero, ¿cuál era el equipo que tenía su misma pista? ¿Sera el equipo de Sai? ¿O el de Kiba? En ese momento Neji quiso tener a Shikamaru de su lado; lo que notó en seguida fue como el equipo en el que estaba Shikamaru salía corriendo ya con un objetivo en mente, y es que con lo inteligente que era Shikamaru debía ser muy fácil descifrar aquellos papeles.

Sacando los pensamientos sobre los demás equipos de su mente, Neji se volvió a fijar en su propio equipo, tanto Naruto como Hinata se veían desesperados en busca de una respuesta, en cambio, Karin se veía bastante relajada.

—¿Acaso ya sabes la respuesta? —preguntó Neji algo hosco.

—¿La verdad?, sí.

—¿Entonces qué esperabas para decirla? —dijo algo suplicante Naruto.

—Quería ver cuánto se demoraban ustedes en descifrarla.

—No tenemos tiempo para estos juegos, di la respuesta rápido.

La chica suspiró y a la vez sonrió. —Es más sencillo de lo que parece, primero hay que fijarse que menciona que después de acabada la fiesta… ¿Qué es lo que más se caracteriza de una fiesta al final?

—¿El desorden? —respondió pero a la vez preguntó Hinata.

—Exacto, entonces… ¿Qué es lo siguiente que se hace una vez acabada la fiesta?

—Se limpia el desorden.

—Exactamente eso, entonces… terminen de descifrarlo, ¿A dónde tenemos que ir?

Se quedaron en silencio pensando unos segundos para después exclamar al unisonó. —¡Al lugar donde guardan las cosas de limpieza!

Karin asintió satisfecha y en seguida todos se echaron a correr siendo el segundo equipo en descifrar la respuesta.

Lo bueno del asunto era que la choza vieja en la que guardaban las cosas de limpieza se encontraba cerca y no les tocó correr mucho. En cuanto llegaron se tomaron unos segundos afuera apreciando el lugar, se veía un poco tenebroso aparte el hecho de que la choza fuese tan pequeña causaba cierto recelo a la hora entrar, pero ignorando temores absurdos entraron ahora fijándose en el interior, todo lleno de artículos de limpieza y demás, no vieron nada muy sospechoso, pero volviendo a pasar la vista por los objetos y mirando bien habían dos bolsas que en medio de tanto desorden que no cuadraban bien, se acercaron, tomaron una y sonrieron victoriosos al notar que aquel era el primer objeto, y sonrieron aun más satisfechos al saber que el otro equipo aun no había llegado; tomaron la bolsa y sacaron de ella el sobre de la siguiente pista, también…

—¿Alcohol etílico? —se preguntó Naruto algo extrañado.

—Debe ser el primer objeto, es obvio, no importa, tenemos que movernos rápido. Hinata lee la siguiente pista.

El mejor lugar en donde conseguir alcohol etílico.

Todos, confundidos de nuevo voltearon a mirar a Karin que estaba un poco ajena a la situación, sintió la miradas que le mandaban sus compañeros de equipo y los volteo a mirar. —¿En serio no lo saben?, si esa está más fácil que la anterior.

Los tres negaron con la cabeza lentamente a lo cual Karin suspiro algo harta, —El alcohol etílico se usa para desinfectar heridas mayormente, entonces… Si alguien se hiere, ¿A dónde lo llevamos?

—La enfermería.

—Sí —Neji tomó la bolsa y se apresuraron a salir de la choza. Justo cuando salían llegaba otro equipo, nada más ni nada menos que…

—Sasuke —dijo sorprendido Naruto.

—¿Ya se van? —preguntó un tanto sorprendido Kiba.

—Ya no tenemos nada que hacer acá, así que si nos disculpan.

En seguida los cuatro salieron corriendo dejando a Sasuke y a Kiba confundidos. —Si ellos estaban acá significa que estamos bien, Sakura, Ino, busquen la pista. —ordenó Sasuke.

Ambas chicas, como fieles sirvientas, obedecieron y se internaron a la vieja cabaña dejando a ambos chicos fuera. Kiba se debatió en si era el mejor momento para hablar con Sasuke o no, pero, como dice el viejo dicho, ahora o nunca. —Esto… Sasuke —comenzó, a lo cual Sasuke lo volteo a mirar algo extrañado, Kiba nunca le decía por el nombre, siempre era Uchiha, Uchiha—. –ay algo que debo decirte, pero no sé cómo.

Sasuke se extrañó aun más, ¿Por qué esas palabras le sonaban a una confesión romántica? ¿Acaso Kiba…? ¡No!, imposible… Totalmente imposible. —Habla —ordenó algo brusco, pero en realidad se comenzaba a poner nervioso.

Kiba, por su parte, comenzó a darse valor a sí mismo, pero no servía, no servía. Pero, era ahora o nunca, eso sí. —Bueno, yo…

—¡Sasuke-kun! —interrumpió una escandalosa Sakura saliendo de la choza mostrando una bolsa al aire en son victorioso. Llegó hasta donde se encontraban los chicos totalmente ajena a lo que interrumpía, ambos chicos suspiraron y dejaron pasar el teio del juego, por ello ahora ambos equipos tenían que ir a diferentes lugares. Pero en medio de todo descubrieron que la pista los conducía a la piscina, y la piscina estaba bastante lejos de donde se encontraban.

—Ino, Sakura, vayan primero que nosotros —les dijo Kiba, y las chicas, un poco enfadadas habían aceptado la petición de Kiba y se habían ido corriendo dejando tras de sí un ambiente cargado de tensión.

—Habla —volvió a ordenar Sasuke a sabiendas del por qué de que Kiba corriera a ambas chicas, era porque tenía que hablar con Sasuke, y el hecho de tener a Sakura y a Ino cerca no le facilitaba la tarea.

—Esta mañana, estabas celoso —afirmó Kiba al recordar la escena en la que Sasuke los había levantado y ellos estaban bastante abrazados.

Sasuke supo que no tenía sentido negarse, ya que Kiba no estaba preguntando, estaba afirmando. —¿Y eso qué?

—No, eso no tiene nada de malo, pero estoy seguro que no estarías nada celoso si supieras la razón de porque estábamos así esta mañana.

—No me interesa.

—Yo creo que sí.

En ese intento de despertar la curiosidad de Sasuke, Kiba sonrió al ver como este comenzaba a mirarlo con ojos curiosos; aun así no se atrevía a decir nada. Se sumieron en silencio, Kiba esperaba una afirmación para continuar y Sasuke pensaba si debía dar una afirmación o no. Para no perder tiempo y sin decirse nada uno al otro emprendieron marcha hacia la piscina, su paso era lento e incluso estresante pero ahí iban, uno al lado del otro, sumidos en sus pensamientos, Sasuke imaginándose mil cosas, Kiba pensando que decir. —Sigue —afirmó por fin Sasuke.

Kiba suspiro, ya no había marcha atrás. —Pienso que Naruto es más frágil de lo que parece, parece que se esconde tras una máscara de chico fuerte, y así mismo parece que esta máscara se puede caer de un momento a otro, ya sabes, como si su cordura se rompiera y se perdiera en un letargo de malos recuerdos; Naruto me pidió, me suplicó… me ordenó, no contarte nada de esto, en especial a ti, “No le digas a Sasuke”, fueron sus palabras, ¿Cuál es la razón?, no sé, pero ayer, cuando todos dormían a Naruto le dio no se qué, que sé yo, que hizo que entrara en un colapso nervioso; nunca había visto a alguien temblar tanto; lloraba y lloraba, solo encontré una pequeña manera de calmarlo, atrayéndolo a mis brazos y haciendo que durmiera allí, pero no entiendo, ¿Por qué parecía que se fuera a partir en cualquier segundo?, se veía tan frágil y tan débil que hasta me dieron ganas de llorar, él me dijo que fue como si estuviese en una vorágine de desesperación, y le creo; fue como si su alma no pudiese estar en paz, ¿Conoces esa sensación?, ese vacío tan atrayente. Ayer, en medio de su desesperación se tomaba la cabeza con ambas manos buscando la forma de acallar esos sentimientos, él no me ha contado bien lo que pasó, parece que ni el mismo lo entiende, tal vez, y solo tal vez tú puedes lograr que entienda, Sasuke.

Uchiha Sasuke unió sus manos como si fuera a rezar y las apoyo contra la punta de su nariz, cerró los ojos de igual manera e intento asimilar lo que Kiba le estaba diciendo, por alguna razón sentía ese dolor como propio. —¿Qué ganas diciéndome esto? —alcanzó a gesticular con un poco de voz.

—No tengo ni idea, a mi vista, creo que ustedes dos se parecen, Sasuke, estoy seguro que puedes ayudarlo, y estoy seguro que lo harás.

Negándose a pensar demasiado en el asunto asintió con la cabeza. —No te prometo nada, pero lo intentaré.

—Pero inténtalo de manera sutil… Creo que si Naruto se entera de que te conté me mata, y la verdad quiero conservar mi vida un poco más.

—Lo intentaré —terminó de decir mientras aceleraba el paso hacia la piscina.  

—¡¿Solo lo intentaras?! ¡Eso no es justo! ¡Nada justo!...

Sasuke sonrió, pero casi inmediatamente borró su sonrisa, ¿qué le había pasado a Naruto? ¿Y por qué no quería que él supiera?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Todos los equipos estaban reunidos de nuevo en la cancha, algunos se mostraban cansados, furibundos, aburridos, inclusive algo asesinos. Miraban fijamente hacia adelante donde Akimichi Chouji alzaba victorioso una bolsa con una gran etiqueta que tenía el número siete en ella.

Al final el equipo de Shikamaru había ganado, y es que con el gran cerebro prodigio de Shikamaru cualquiera gana. Lo más curioso fue la lucha que se había desatado por el último objeto; tanto el equipo de Naruto como el equipo de Sasuke habían logrado descifrar la última pista y al mismo tiempo habían hecho una carrera de vida o muerte hasta donde suponían se encontraba la bolsa con el preciado objeto en ella, pero al verse unos a los otros comenzaron a pelear, Hinata, tan recatada que parecía se había comenzado a dar puños contra Sakura, Naruto contra Sasuke y así, todo fue una lucha un tanto sangrienta, puños contra puños; tan ensimismados estaban en no dejar pasar al otro equipo que no vieron como llegaba el equipo de Shikamaru y se apropiaba del objeto antes que ellos.

Una derrota digna de ver.

—¡No es justo! —se quejaron al mismo tiempo ambos equipos, por otro lado, Shikamaru sonreía aliviado de poder terminar aquella competencia tan fastidiosa.

Naruto se tiró al suelo, totalmente derrotado y agotado; Sasuke, que se encontraba cerca, imitó sus acciones y se acostó en el suelo.

Al frente, los tres instructores los miraban en parte, burlándose de lo gracioso que era ver a aquellos adolescentes tan frustrados. De un silbido Temari logro que todos centraran su atención en ella. —Bien —comenzó a hablar—. Ahora que acabamos la competencia explicare lo siguiente que va a pasar —esperó unos segundos como agregando tensión al ambiente—. A excepción del equipo ganador, desde mañana y durante dos días todos  tendrán que ir al bosque y pasar allí estos días sobreviviendo con los objetos que obtuvieron de esta competencia; los seis deberían ser suficientes.

Un abucheo por parte de los perdedores se escuchó y no paró en seguida, se tardo unos minutos, lo suficiente como para que todos perdieran el aliento. —¿Cómo nos quedaremos en un bosque con solo seis cosas?

—Tienen alcohol, una caja de cerillas, una carpa de acampar, una linterna, un cuchillo y una brújula —apuntó Gaara algo molesto.

—¿Qué pasa con los equipos que no encontraron todo?

—Por eso se les aviso antes de comenzar la competencia; “consigan todos los objetos o la pasaran mal”; eso se dijo.

Y todos comenzaron a quejarse, no se entendía nada, entre chillidos, insultos y gritos, no se entendía. —No hay discusión, tendrán que hacerlo y punto.

Dejaron caer la cabeza, derrotados, y asintieron levemente.

Lo siguiente que pasó durante el día se fue como un exhalación, después de la competencia se hicieron actividades recreativas y otras competencias pero de menos nivel que la primera; Naruto, había decidido olvidar por unas horas los pensamientos que le atormentaban; comenzó a jugar y a molestar al son de los demás, al final no fue muy difícil hacerlo, puesto que su naturaleza de ser divertido y no muy arrogante encajaba fácilmente en los lugares. En cambio, por otro lado, y en una personalidad totalmente diferente se encontraba Sasuke, que desde lo que había dicho Kiba se había sumido en sus pensamientos y estaba ido, y con una expresión totalmente indiferente, inclusive habían dejado de hablarle, porque, ir a hablarle para no ganarse ni una mirada.

Así habían pasado hasta la hora de almorzar; justo después los instructores habían dado vía libre a todos para que “hicieran lo que quisieran”; bueno, vía libre a todos menos a dos.

Naruto y Kiba se habían visto limpiando la cocina como parte del castigo impuesto por los instructores.

Y no era poco trabajo; cerros y cerros de platos sucios, pisos para limpiar, hacer inventarios, limpiar los utensilios y más. Además de eso, tal vez en un acto de maldad Temari había llegado a decir que también limpiarían el comedor; un comedor que estaba totalmente sucio producto de todos los adolescentes que habían comido allí horas antes.

Con eso había caído la noche y por fin parecía que el trabajo se reducía; con unas pocas mesas para limpiar los chicos vieron su libertad, con toda ansia acabaron el trabajo y se sentaron pesadamente en unas sillas.

—¡Maldito Sasuke! —se quejó Kiba.

—¿Desde cuándo le llamas Sasuke?

—Ni idea —mencionó con una sonrisa algo divertida.

—Eso no importa, ¡Pero es verdad!, maldito Sasuke, por su culpa estamos haciendo este trabajo.

—Y él de seguro divirtiéndose de lo lindo.

—Necesitamos una venganza.

—¿Contra Sasuke?, no, yo paso.

Naruto se levantó abruptamente y tomó a Kiba por los hombros. —¿Por qué? ¡Necesitamos vengarnos de Sasuke!

—Ya lo intente una vez, y no salió muy bien… Prefiero no volver a tentar mi suerte.

Kiba rió y Naruto hizo un puchero infantil; aun riendo Kiba se levanto y camino hacia la salida haciéndole una seña a Naruto para que lo siguiera, el último obedeció, en seguida camino detrás de Kiba. Iban caminando por aquella ruta de piedra en silencio cuando de repente a Kiba se le iluminó la mirada.

—¡Tengo una idea!

Naruto lo miró curioso.

—Vamos a jugar un poco.

—¿De qué hablas?

—Tú ve a la cocina; mientras hacia el inventario note unas botellas de Vodka en las repisas, trae dos, y nos vemos en el salón de juegos.

—¿En serio? Nos podemos meter en problemas.

—No seas miedoso, tráelo.

Naruto asintió levemente y giró en dirección opuesta para después irse corriendo. Kiba sonrió casi malvadamente y después salió corriendo al salón de juegos; salón donde había mesas de billar y demás cosas para entretenerse.

Cuando llegó, llegó un poco agitado lo cual captó la atención de varios de los presentes.

—Esto no esta tan lleno como esperaba —murmuró algo decepcionado—. ¿Dónde están todos?

—La mayoría en sus habitaciones —contestó Sakura sentada en el suelo.

—No importa, con ustedes me basta.

Kiba miró a los que serían victimas de su gran idea, eran los mismos de siempre; la ya nombrada Sakura, Ino (esas dos siempre juntas), Neji, Lee, Shino, Karin que se encontraba algo alejada de los demás sin poner real atención a la conversación, Hinata, y en un rincón —incluso más alejado que Karin— se encontraba Sasuke, viendo el cielo nocturno sin pensar realmente en nada.

—¿Dónde está Shikamaru? —preguntó curioso Kiba.

Ino se encogió de hombros y respondió un no lo sé. Kiba suspiró. —No importa, tal vez entre menos mejor.

Se quedaron en silencio, Karin había alzado la vista de su libro para ver al recién llegado, le prestó poca atención y se concentro de nuevo en las palabras.

Pasó poco tiempo y se pudo divisar a Naruto en medio de la espesura de la noche; como lo planeado venia con dos botellas en las manos, los presentes se miraron entre sí extrañados; cuando Naruto entro al salón de juegos por fin se pudo ver la etiqueta que traían las dos botellas, todos comprendieron la situación y gritaron emocionados.

Debido a que estaban muy lejos entre sí, todos se acercaron y se ubicaron lo más alejado a la puerta del salón, se sentaron en el suelo. Todos menos dos, tanto Karin como Sasuke se encontraban aún lejos, y aun no se habían movido. Kiba, negándose a dejar que eso pasara se acercó a Karin, le quitó el libro de las manos y prácticamente la arrastró hasta donde todos estaban sentados.

Pero no hizo lo mismo con Sasuke.

Kiba, como ignorando al pelinegro, le quitó una de las botellas a Naruto y se sentó, no le costó mucho abrirla, así todo comenzaron a tomar, no eran necesarias las copas. Se pasaban la botella de mano en mano; después de una ronda todos se comenzaron a animar un poco.

Naruto no se había sentado, aun permanecía de pie con una de las botellas en las manos, intercaló la vista entre el grupo que seguía tomando y Sasuke; lo hizo varias veces para al final decidirse por Sasuke.

Con paso decidido atravesó la habitación y en menos de nada estuvo con Sasuke.

Una vez al lado de él no hablo; pensó que sería mejor esperar a que Sasuke diera el primer paso. Pero no sucedió.

Aburrido, Naruto abrió la botella que aun tenía en manos y comenzó a beber; en ese momento Sasuke por fin volteo a mirar a Naruto, que para ese momento estaba pegado a la botella como si fuese un vaso de agua o algo así. Por otro lado, Naruto, al notar que Sasuke le prestaba atención le tendió la botella, Sasuke la aceptó lentamente y también tomó. Siguieron así unos minutos, solo se pasaban la botella y tomaban, de vez en vez hacían un gesto gracioso debido a esa sensación del líquido entrando en la garganta, como si quemara.

La botella iba a la mitad y ambos chicos comenzaron a sentirse un tanto mareados; el Vodka comenzaba a hacer estragos. —¿Qué nunca me vas a hablar? —preguntó Naruto con la voz algo patosa.

Sasuke no respondió. —¿Qué haces solo? —preguntó de nuevo.

—Pensando.

—¿Sobre?

—Nada —respondió cortante.

—Dicen que si cuentas tus problemas a alguien más estos se dividen en dos así que ya no tienes que cargar todo el peso completo.

—Ya no sabes lo que dices, estas borracho Dobe.

—No, sé perfectamente lo que digo, Teme.

—Si lo quieres saber… —esperó unos segundos—. Sé lo que te paso anoche. Sé lo que sufriste, y el colapso nervioso… Todo eso, y no sé qué pensar al respecto. Naruto, ¿Qué te paso?

Hasta ahora Naruto había mantenido una sonrisa en la cara, pero, al escuchar a Sasuke su sonrisa se borró inmediatamente. Por su cabeza pasaron millones de explicaciones, ninguna lo suficientemente coherente como para darla. De nuevo, pensó en salir corriendo; o decir mentiras. O lo que fuese, no le podía explicar a Sasuke algo de lo que ni él tenía idea. —Eso no te importa —respondió al final.

—Eso mismo me estaba diciendo a mi mismo; no me importa. Pero no es verdad, me importa, y no sé por qué.

—Olvídalo, no es necesario que sepas nada.

—¿Puedo ayudar?

—¿A qué? ¿A qué quieres ayudar, Sasuke?, ¿Por qué quieres ayudarme?

—Me pregunté lo mismo, ¿por qué quiero ayudarlo?, al final, lo único que pude pensar fue en dar lo que yo ya he recibido. Tú me ayudaste, me ayudaste cuando me sentí perdido, por ello siento que es mi deber ayudar ahora.

—No te sientas comprometido —dijo  igual de frio y cortante—. No necesitas ayudarme para superar tu deuda.

—¿Por qué pasó lo que pasó? —preguntó negándose a desistir.

—No sé. Solo pasó.

—Eso no es una respuesta. Debe haber alguna razón; algo que disparó la situación.

Naruto se rió al ver a Sasuke en actitud detective, Sasuke no lo notó. —No quiero saber la respuesta, Sasuke.

—¿A qué te refieres?

—No hagas preguntas de las cuales no quieres saber la respuesta —esperó unos segundos—. Y yo no sé si quiero saber la respuesta… ¿Qué fue lo que paso?

—Pero, ¿Acaso prefieres quedarte así? ¿Ignorando la situación?

—Sí.

—Pero…

—Cállate Sasuke —interrumpió—. No necesito saber, no quiero saber… Prefiero cerrar los ojos e ignorar la situación, después de todo eso es lo que hago siempre.

Sasuke quedó confundido por la última parte, pero no quiso preguntar.

—Prométeme que me lo dirás —casi suplico Sasuke.

—¿Decir qué?

—Que me dirás que es lo que pasa… El por qué del colapso nervioso y el por qué de la sobreprotección de los instructores, porque ese tal Gaara hace esa clase de preguntas… ¿Por qué te preguntan si estás bien? ¿Por qué escaparon del país?... Todo eso…

—Yo…

—No hoy —se apresuró a decir—. No quiero que lo digas hoy, tal vez mañana, tal vez dentro de una semana, un mes… Voy a esperar, pero prométeme que me lo dirás.

Naruto apartó la vista. De repente el suelo se había vuelto lo más interesante.

—Lo prometo.

Sasuke sonrió y no dijo más. Por ahora eso era suficiente.

Volvieron al son de la botella, comenzaron a pasársela uno al otro y seguían tomando. Así durante unos minutos, no hablaban; no había nada que decir. Pero esa paz artificial se vio rota con el sonido de una risotada al fondo de la habitación.

Parecía que todos se estaban divirtiendo.

Allá, en el fondo, donde todos reían —Incluso Karin—, se notó la ausencia de dos personas. Por lo cual Kiba se levanto tambaleándose un poco y fue donde aun se encontraban Sasuke y Naruto.

—Vengan —les dijo una vez llegó.

Ellos negaron con la cabeza.

—Vengan —dijo más a orden.

Tal vez en ese instante la cara de Kiba fue terrorífica porque sin más ambos chicos asintieron y siguieron a Kiba.

—¡Tengo una idea! —exclamó Kiba una vez quedaron parados al lado del grupo.

Todos los presentes lo voltearon a mirar algo curiosos. —Pásame la botella —le dijo a Sakura.

La chica obedeció y le tendió la botella a Kiba el cual se tomó de un solo trago lo poco que quedaba en ella, así ganándose quejidos desaprobatorios de los que aun permanecían sentados. Pero Kiba les sonrió y de un rápido movimiento le quitó la otra botella a Naruto para después levantarla en el aire algo victorioso, aun tenían más alcohol. Pero lo que paso en seguida fue lo más curioso, Kiba volvió a sentarse haciendo que Naruto y Sasuke imitaran sus movimientos; quedaron en un círculo imperfecto.

—¿Qué haces? —se aventuró a preguntar Hinata.

—Vamos a jugar.

—¿A jugar? —preguntó más de uno al unisonó.

—Sí, ya saben… Te sientas en un círculo, consigues una botella, la giras en medio del círculo y a los que les toque se dan un beso, aparte de eso a los que les toque tomaran un poco de Vodka.

Todos miraron incrédulos. —¡Que infantil! —gritó alguien.

—Vamos, no sean aburridos.

—No —se negaron varios.

—Vamos —comenzó a suplicar Kiba con ojos de cachorro bajo la lluvia.

Después de mucho suplicar todos aceptaron, incluso Sasuke, que no se veía nada feliz de tener que participar en esos juegos de niños.

Comenzó el juego y Kiba giró la botella. Cuando se detuvo habían quedado Hinata y Neji, que, a pesar de ser primos se dieron un beso que a vista de todos fue bastante apasionado. Después de todo el alcohol estaba haciendo estragos en los cuerpos de los adolescentes, así que todos se habían vuelto incluso más escandalosos de lo habitual. Antes de que el juego siguiera tanto Hinata como Neji se vieron obligados a tomar de la botella.

El juego siguió, y ahora fue turno para Karin y Shino. Ambos, que eran tan callados, y que de lejos se veía que nunca harían una pareja se habían negado, no querían ni iban a besar al otro pero tuvieron que ceder a la presión del grupo cuando comenzaron a gritarles y demás. Se dieron un beso tímido que solo fue un pequeño roce de labios, luego se separaron y tomaron una gran bocanada de Vodka. 

Antes de seguir con el juego comenzaron a hablar, lo cual ocasionó que por unos minutos olvidaran el juego y se pusieron a reírse a carcajadas, a Sakura se le ocurrió poner música animada así que todo se volvió una fiesta. Comenzaron a bailar unos con los otros, pero aquellos bailes no tenían nada de inocente, nada. Frotando sus cuerpos como intentando entrar en la piel del otro. Incluso Sasuke estaba bailando, y bailaba con Karin que se ponía roja cada vez que Sasuke se le pegaba más.

Pero después de un tiempo todos se cansaron y terminaron sentados de nuevo. Kiba propuso seguir el juego y todos aceptaron; de nuevo se giró la botella saliendo Karin de nuevo y nada más que Sasuke. Gritaron emocionados y Karin aun más, ahora sí que no tenia pena de nada por lo cual se acerco a Sasuke de manera sensual, o al menos eso creía ella.

Llegó rápidamente y se posiciono en frente de Sasuke, antes de darle el beso Karin comenzó a pasar su boca por el cuello de Sasuke respirando lentamente, se acercó a su oreja tomando el lóbulo de esta entre sus dientes y mordiendo suavemente, luego su cara, dejó un ligero beso en la comisura de los labios del otro y justo después ya sin ninguna lentitud atrapó los labios de Sasuke entre los suyos y comenzó a succionar. Pero el beso no fue tan apasionado como todos esperaban, Sasuke se separo de Karin bastante rápido y la aparto de un ligero empujón. Luego tomaron Vodka como decía la regla, solo que Sasuke tomó más y para ese momento ya sentía como su cabeza daba vueltas.

Volvieron a jugar, esta vez saliendo Ino y Sakura que sin ninguna represalia se dieron un beso bastante largo y en el que de seguro se vio implicada mucha saliva.

—Esto se vuelve aburrido —se quejo Sai.

—Un poco, sí —apoyó Naruto.

—Queda poco Vodka —anunció Kiba.

—Juguemos una vez más y después busquemos algo más que hacer —propuso Sai.

Todos asintieron y volvieron a girar la botella.

Y salió una pareja interesante.

Naruto y Sasuke se miraron mutuamente sin ninguna expresión en singular. —Vaya —sonrió Sakura.

—Esto será interesante —dijo Ino divertida mientras buscaba un lugar donde pudiera ver la escena con mayor amplitud.

—¿Es en serio? —se preguntó Sasuke.

Naruto por su lado comenzó a reír a carcajadas, parece que el alcohol lo tenía bastante mal.

Después de unos segundos Naruto calló y miro fijamente a Sasuke. —Acabemos con esto de una vez.

Sin avisar ni nada se abalanzó sobre Sasuke y con un rápido movimiento lo sostuvo por la parte posterior del cuello para justo después impactar sus labios con los de él.

Nada de un beso suave y romántico. Desde el primer momento el beso se torno lujurioso y pasional, abrieron sus bocas a lo que más pudieron, jugando con la lengua del otro respectivamente, explorando en tierras desconocidas, con el aliento del otro inundando sus sentidos. Perdidos en su propio universo. Poco a poco el ritmo del beso disminuyo y ahora solo se saboreaban lentamente el uno al otro.

Quien sabe cuando duró aquel beso, cuando se separaron los demás presentes los miraban embobados, de seguro que alguien se había excitado de más con semejante demostración.

Ignorando las miradas embobadas de los demás Naruto tomó la botella y tomó un trago, luego se la paso a Sasuke que de otra bocanada se la acabo. —No hay más Vodka —anunció Naruto con la voz algo temblorosa.

—¿Hay más en la cocina? —preguntó Kiba saliendo de su ensueño.

—Creo que dos botellas más.

—Iremos por ellas.

—No —se apresuro a decir Sakura—. Si nos ven a todos podemos meternos en problemas.

—Entonces que vaya solo uno.

—¿Quién?

—Sasuke —dijo Kiba en un impulso.

—¿Por qué yo? —se quejó el aludido.

Todos lo miraron presionándolo con este acto, entonces Sasuke asintió levemente, se levantó y caminó hacia la salida con paso nervioso.

Entre los que quedaron se sumieron en un silencio sepulcral, no era incomodo, pero nadie se atrevía a romperlo. Aunque, al final uno tuvo suficiente coraje como para preguntar lo que todos estaban deseando saber. —¿Qué pasó con ese beso con Sasuke? —le preguntó Sai a Naruto.

—¿Qué paso de qué?

—Todos vimos claramente como se comían, literal. Ese beso, revela algo más.

—¿Qué podría revelar? —preguntó algo nervioso Naruto.

—Quien sabe —afirmó Sakura en tono misterioso.

Naruto comenzó a recapacitar acerca del beso; ese beso, que delicia solo recordarlo. Se habían sumido en su propio mundo, nada de restricciones, hicieron lo que tenían que hacer. En ese momento lo único que querían era comerse mutuamente, cosa que sin duda habían logrado. Entonces, ¿eso qué significaba? Solo había una forma de saberlo.

—Saldré a tomar aire —mintió Naruto.

Todos asintieron tendiendo conciencia de la mentira que había dicho el rubio.

Naruto sonrió y salió del salón… Primero caminando, luego comenzó a trotar, por último corrió con todas sus fuerzas, como si su vida dependiera de ello.

A lo lejos vio a Sasuke caminando con paso lento, se acercaba a la puerta trasera de la cocina, por lo cual caminaba al lado de una pared totalmente perdido del mundo de su alrededor. Armándose de un valor que no tenía, Naruto corrió hacia Sasuke. Llegó y sin previo aviso estampo a Sasuke contra la pared.

—¿Qué diablos haces? —preguntó Sasuke notablemente enfadado.

—Tengo que confirmar algo.

Sin esperar respuesta volvió a unir sus labios, esta vez suavemente, primero solo los dejo ahí a la espera de que Sasuke reaccionara. No pasó mucho y Sasuke comenzó a corresponder el beso, y lentamente se sumieron en una batalla que no tendría ganador. De nuevo, exploraron la boca del otro intentando conocer todo lo que pudieran. El olor a alcohol era algo embriagante, pero incluso excitante.

Cuando se separaron se quedaron viéndose el uno al otro unos segundos. —Sasuke —comenzó Naruto—. Creo que soy gay.

—¿Qué? —preguntó Sasuke en una vana esperanza de haber escuchado mal.

—Me gustas.

—¿Qué? —preguntó de nuevo totalmente confundido.

 

Notas finales:

 

Con esto estoy a la par en la historia. n.n

Ahora a subir cada que tenga capitulo listo. El proximo capitulo es el final de esta serie de 3 capitulos. Adelantaré que esta quedando bastante largo, bastante. Pero bueno, ya veran como queda genial n.n

Amo la escena del final, solo imaginensela. xD ... Como dije en FF, les digo que se fijen en esos pequeños detalles que hay escondidos en medio de la trama. Haran que se descubran varias cosas.

Y bueno, creo que no es más. Gracias por los Rr's e.e ... Son lo maaaximo.

Ahora a esperar el siguiente !! *Musica de suspenso* xD... Aunque como ya lo tengo adelantado, creo, creo.. Que subire mañana.

Ciao. ^^

Pd. Rr's Largos! xDD


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