MI AMADO ENCLENQUE
Ese era su dia, su gran dia, el mejor dia de su vida por lo cual todo debía ser perfecto y por primera vez daba gracias por la madre que le había tocado, ya que con ella hasta los mínimos detalles se veían radiantes.
Corrió hasta el despacho de su amado encontrándolo ensimismado mirando a través de la ventana como últimamente hacia. Sin siquiera anunciarse se acercó hasta el abrazándolo por la espalda sobresaltándolo por un segundo mas no alejándolo de sus cálidas manos.
-Wólfram-
El rubio aspiro su aroma como si del más fino perfume se tratara mientras su amado acariciaba la palma de su pálida mano.
-Hoy es el dia, verdad-
-Si-contesto con una cálida sonrisa el demonio que fue devuelta con algo de duda por su compañero-Que sucede amor, acaso aun tienes dudas-El moreno volvió la vista hacia el horizonte lejano tras el gran ventanal de su oficina como intentando evitar la respuesta y solo consiguiendo con esto que su rubio le soltara-¿Yuri?-
-No es eso Wolf-contesto este tomándolo de las manos pero esquivando sus bellas orbes verdes-es solo que-
-Que amor, dímelo, sabes que puedes confiar en mi, ¿verdad?- sentía un nudo en la garganta pero no derramaría ni una sola lagrima, lo había prometido y lo cumpliría, aun si su corazón se rompía en mil pedazos.
-Míranos…tú…yo…-
Y ahí estaba, la duda reflejada en esos esquivos ojos negros nuevamente amenazando su felicidad.
-Si ya no quieres hacer esto lo entenderé, solo se honesto conmigo y yo-
-No Wólfram, no es lo que quiero decir, diantres esto es tan complicado o mejor dicho no lo es, ya ni se lo que quiero decir-dijo el moreno soltando sus manos y agarrándose la oscura cabellera como hacia mucho no lo hacia.
-Cálmate Yuri, solo dime lo que sientes, te prometo que no molestare, aceptare lo que tu desees…pues tu felicidad…es mi felicidad- trago en seco regalándole su mejor sonrisa, evitando a toda costa romper esa armoniosa escena con uno de sus típicos arrebatos de celos. Ya no más, se dijo hace mucho y lo respetaría, pues lo que había dicho era solo la verdad.
-Es solo que tu te ves radiante, solo mírate, dime, has mirado tu imagen últimamente, lo has hecho- el rubio se quedo atónico tras tan galante confesión amorosa, rara pero al fin y al cabo una declaración que el añoraba cada dia desde que conoció a ese enclenque que se hacia llamar Yuri Shibuya.
-No te reías mi demonio-dijo algo molesto el Heika de Shin Makoku al ver por la comisura de aquellos labios color cereza apareciendo una esquiva sonrisa.
-No me rio Yuri pero en serio no entiendo cual es tu punto-
-Mi punto es que yo ya no tengo 16 años, ya no luzco como cuando llegue y con cada año que pase iré envejeciendo un poco mas-Entonces Wólfram lo comprendió todo y supo el porqué del dolor de su madre al ver a su amado ser arrebatado poco a poco por las garras del tiempo y mas al ver que aunque el tiempo de vida del fruto de ese amor seguiría sus pasos en forma mas lenta, aun así terminaría de la misma forma sin la mas mínima opción de poder cambiar aquel trágico destino de aquella valerosa raza.
-Te amo Yuri y nada ni nadie podrá cambiar aquello, entiendes-sostuvo su rostro entre sus manos tan cerca que podían respirar entre si su propio oxigeno.
-Me preguntas si estoy seguro, pero esa debería ser mi pregunta, estas seguro Wólfram, estas seguro de querer pasar el resto de tu vida o mejor dicho parte de esta con un hombre que dentro de un par de años se vera mas viejo que tu propio tío y que cuando tu aparentes la edad que tengo ahora parecerá tu abuelo, lo harás, aun sabiendo de ante mano como la gente hará burla por esto a tu persona, a tu nombre, a tu…-
-¡Ya basta!-grito molesto el rubio dándole un beso que logro acallar no solo las dudas del moreno-¡Te amo grandísimo baka! Y para tu información me importa un rábano como luzcas dentro de cinco años o lo que digan los demás que a todo esto dudo mucho que hablen a las espaldas de su propio soberano por algo tan banal como un par de canas, ¡Eres el Maou que no se te olvide!-
-Y por eso me amas-dijo dudoso el moreno mientras el rubio demonio rodaba los ojos para verlo con algo de superioridad.
-No-
-No-
-No, te amo porque eres mi enclenque-
-Hey-
-Te amo porque aun a punto de cumplir 30 años sigues siendo tan dulce e inocente como el primer dia en el que te conocí-
-Estas seguro de eso- dijo el moreno agarrándolo para su sorpresa de la cadera de una forma bastante indecorosa.
-Sabes a que me refiero-contesto el rubio a punto de soltar una carcajada que fue difícilmente sometida.
-Nop, no lo se-respondió el moreno dándole un beso que el rubio supo tanto recibir como corresponder con mucho gusto.
-¿Me amas?-
-Si no te amara jamás me desposaría contigo-
-Estas seguro de eso-
Un nuevo beso se apodero de esa boca que hace tan poco tiempo reconociera como suya deseando jamás abandonarla.
-No-
Sus suaves risas llenaron el cuarto y solo fueron interrumpidas por la intromisión de un guardia anunciando la llegada de los invitados a palacio.
-Ya es hora-
-si-
-Estas bien-el moreno asintió besando esta vez su frente.
-Ahora si-
Poco a poco se fue separando de su cuerpo, ya era hora de cambiarse, pronto comenzaría su boda y con ella una nueva vida.
-Wólfram-dijo el moreno antes de que se retirara por completo del despacho.
-Si-contesto el rubio girando su cabeza mientras sostenía la perilla de la puerta temiendo un poco lo que diría su amado enclenque esta vez.
-Te amo-
Si ese era su dia, su gran dia y todo saldría perfecto, gracias a él y solo a él.
-Y yo a ti Yuri-
“Mi amado Enclenque”
Fin
