Después de aquel beso, tanto Key como Minho pusieron todo de si, para que la relación funcionara, y las cosas salían con tanta facilidad, con suavidad, como si el mundo les dijera que estaban destinados a estar juntos, hasta que la madre de Key decidió llevárselo de Seúl, por mas que Minho intentara convencer a Key de irse a vivir con el, este no quiso, ya que su madre lo había amenazado que si no se iba con ella, aria que algo malo le pasara a Minho y eso era algo que Key, si podía evitar, lo haría por todos los medios posibles.
Así que muy a su pesar tuvo que separarse de su amor, diciéndole que lo esperara, que volverían a estar juntos, el tiempo paso, hacia exactamente dos años que Key se había marchado junto con su madre, y ahora estaba de vuelta, lo primero que hizo fue buscar a Minho, pero nadie sabia que había sido de él, Kibum empezaba a desesperarse ¿Cómo era posible que nadie supiera que había sido de Minho?
Después de pasar días y días buscándolo, llego por casualidad a aquel karaoke en donde había cantado aquella canción que había hecho que el y Minho volvieran a estar juntos, entro al local sentándose en la barra, pidió un vaso con agua, no quería emborracharse, solo quería volver a ver al amor de su vida, a su dulce y tosco Minho.
Soltó un suspiro lleno de frustración, sintió sus ojos humedecerse, quería volver a besar aquellos carnosos labios, quería volver a sentir aquellos brazos trabajados apresarlo, solo quería volver a sentirse amado por Minho… ¿acaso esa era mucho pedir?
- ¿Kibum?- una voz ronca lo llamo.
- ¿eh?- dijo volteando, encontrándose con ese alto que tanto quería ver- Minho…
- Key- dijo sonriendo abrazando con fuerza al mayor- te extrañe mucho, amor, nunca vuelvas a irte.
- Nunca lo hare- dijo correspondiendo el abrazo, dejando salir esas lagrimas que le quemaban los ojos- te amo Minho
- Yo también te amo Key- le dijo besándole la frente- pero no llores, ya estamos juntos, nada nos separara, te lo prometo.
- ¿Dónde estuviste todo este tiempo?, ¿Por qué nadie sabia que había sido de ti?- dijo Key, limpiándose las lagrimas.
- Porque me fui de aquí, todo me recordaba a ti, era demasiado doloroso, pero aun cuando me fui me di cuenta que nunca te podría olvidar, estas clavado en mi mente y tatuado en mi corazón.
- Minho…- dijo el mayor besando al alto- te amo, nunca me dejes.
- Nunca te dejare Key, te amo.
Compartieron un beso que confirmaba que aquel amor podía resurgir de las cenizas al igual que el fénix, porque lo que Minho y Key tienen es amor verdadero y duradero.
Después de aquel rencuentro se dedicaron a recuperar el tiempo de estuvieron lejos, una tarde de otoño Minho llevo a Key hasta un parque hermoso, allí le pidió a Key que cerrara los ojos.
- Espero que no sea una tontería- dijo Key mordiéndose el labio, para no reír, ya que estaba seguro que tenia el ceño fruncido.
- Claro que no- dijo sacando una caja de su pantalón- Key abre los ojos.
- Cuando los abrió, vio a Minho arrodillado frente a él con un hermoso anillo frente a el- Minho…
- Kim Kibum, ¿te quieres casar conmigo?- dijo el alto sonriéndole.
- Yo…claro que si- dijo Key lanzándose sobre Minho, haciendo que cayeran al suelo- te amo Minho
- También te amo Key- susurro el alto, colocándole el anillo, muestra de su infinito amor.