Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SANJI DECIDE MORIR por steve98

[Reviews - 214]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno!! GOMEN D:~ no podia actualizar por el estupido face ¬¬## xD!! Es que me vicie D:... y ademas mi lap murio D:!! POr eso estoy actualizando a las tres de la madrugada y haciendome desmadres con este capi en la lap de mi madrastra haha! ¬w¬

Bueno, no pude poner de Ace y Luffy demasiado... no se me dio la gana -w-

Sale Iceburg-san XD... pero solo un poco ¬¬u... pero mas adelante sale mas!! Asi que no se enojen XD!!!

Sanji decide morir.

 Parte XVII

Ace Pov’s.

Durante tres días, he estadotratando de evitar todo contacto con el otro Luffy, pero yo sabía que era un chico extraño que se hacía pasar por un chico que yo amaba, y la verdad, no se me dificulto como pensé que pasaría, pues de hecho, poco a poco, me olvidaba de su presencia y pensaba en mi amado, al cual raramente no he visto, bueno, quizás salió con Shanks a algún lado, el director pudo haberles dado el permiso sin problemas. Lo único que hacía que me acordase de él, era que a cada rato se me aparecía por todos lados, colgándoseme de los brazos, abrazándome o de repente dándome besos en las mejillas, a lo que siempre trataba de quitármelo y salía corriendo.

Ya era la quinta vez en el día que se me abalanzaba, pero hice lo mismo que las anteriores. Y esta vez, me escondí entre el pasto, en el lugar donde “solo yo conozco”. Me acosté y me acomode a mi gusto, preparándome para darme una pequeña siesta, o ver cómo iba a anochecer tan siquiera.

-¡Ace!… –escuche unos gritos a lo lejos. ¡La voz de Luffy! Levante un poco la cabeza, para ver si es que era por quien moría, o era la copia exacta. Pero al verlo mi ilusión se rompió, era la copia. Así que me volví a acostar refunfuñando cosas incomprensibles hasta para mí.

-¡Ace, lo siento! ¡Si te hice algo, lo siento! ¡Ace, ¿Dónde estás?! –gritaba insistentemente el chico. Escuche como se metió entre los arbustos para comenzar a buscar entre ellos. ¡Me encontraría!

Sentí una mano en mi hombro, y alguien que se abrazaba, tal y como el chico insistente. ¡Me había encontrado! No moví ni un musculo, solo me quede quieto. Y sentí su respiración en mi oreja.

-Ace… ¿Estas enojado conmigo? –pregunto sutilmente, pero me abrazaba con fuerzas, aunque sin llegar a lastimarme. Sentí algo de no sé qué, que me hacia querer besarlo ahí mismo, y hacerle cosas indebidas, pero… ¡El no era Luffy! Solo se parecía, pero no era él, eso era el problema.

-Chico…. Lo siento, pero… no es eso, no te conozco, quizás me confundes con otra persona –trate de decirle suavemente, mientras me quedaba bocarriba, y el abrazado a mí, de lado. No sabía si enserio era él, y si lo era, ¿Tendría que decirle? Lo más posible era que si, aunque le rompiese el corazón. Pero además de que el chico que estaba a mi lado abrazándome me atraía, solo era eso, no me sentía igual.

Mihawk Pov’s.

Llegue al hospital psiquiátrico, donde mi hijo estaba internado, venía a visitarlo de nuevo. O eso se suponía.

Pero de algún modo, en estos momentos me encuentro intentando buscar como acorralar al suculento pelirrojo, en la lavandería del lugar, si, lo se, debo estar loco por intentar hacer esto con ese hombre, pero qué más da. Estaba solo al parecer, el estaba con unos jeans blancos, tenis blancos, camisa blanca de manga larga, arremangada hasta los hombros. Un pañuelo en su frente amarrado, color negro y el sudando, ¿Cómo no querían que me distrajese con tal cosa?

Iba caminando por ahí, cuando al cruzar la lavandería, lo vi, y di pasos hacia atrás, para observarlo. Se levanto la camisa, y se limpio la cara llena de sudor. De verdad que en esos momentos deseaba tomarlo de nuevo, mis instintos me lo pedían, y no es como si fuera a resistirme mucho la verdad.

Me adentre al lugar, y era gigantesco, y había mucho ruido, como para que él se percatase de que cerré con un portazo la puerta, y le eche seguro.

El cargo una cesta llena de ropa sucia, de uniformes del internado para ser exactos. La mayoría de las lavadoras de repente callaron, pero seguían con su trabajo, y yo solo sonreí y no pude evitar relamerme los labios, por el manjar que tenía en frente, pareciese que se contoneaba en frente mío a propósito.

-Shanks –susurre. El pareció no oírme, porque desde que lo vi, que escuche que tarareaba una cancioncita y si no me equivoco, es una muy idiota e infantil.

-Las ruedas del camión girando van, girando van, girando van, las ruedas del camión, rodando van, rodando van… –susurraba mientras movía felizmente la cabeza de un lado a otro. Definitivamente estaba colado por ese hombre, y lo peor es que no entendía por qué. Me acerque, sin preocuparme de si era cauteloso o no, y lo abrace por la cintura, y la ropa que había estado doblando, cayó al suelo y quedo quieto y en silencio.

-¿Smocker? –pregunto dudoso, el nombre de aquel tipo por alguna razón me hizo que me consumiera un poco la ira y lo atraje posesivamente entre mis brazos. Quizás era que estaba celoso de que tal vez Smocker también lo abrazara como yo a él, si, era eso seguramente.

-Tonto, soy yo, soy “Mihi” –susurre a su oreja mientras con la punta de mi nariz, la roce y sonreí al ver que estas se ponían rojas como tomates. El pelirrojo por alguna razón había tomado la costumbre de decirme “Mihi”, a lo cual me acostumbre y me molestaba cada vez menos que la anterior, hasta comenzaba a gustarme el sobrenombre, pero solo cuando era él, el que me decía así.

-M-mihi, ¿Qué haces aquí? –pregunto mientras me volteaba a ver, pero le seguía abrazando. Su rostro estaba rojo, y podía sentir su piel húmeda pegarse con la tela, y ponerse un poco transparentosa.

Empecé a lamer el sudor de su cuello, y el sabor no era de lo más impresionante, tenía un sabor como al agua normal que bebemos, solo que combinado son su embriagador olor.

-Nghhh, ¿Q-que crees que haces? –pregunto mientras metía mi mano debajo de su húmeda camisa blanca. Toque su pecho con suavidad, y pase mi dedo índice por encima de sus tetillas, las cuales ya estaban erectas, y no me sorprendió, pues me había dado cuenta, que Shanks era muy sensible. Pero sensible en verdad.

-Oh, pero mira que tenemos aquí, ¿Ya estas duro Shanks? –pregunte meloso, mientras me hacia el sorprendido, y apretaba ligeramente su entrepierna despierta, por sobre la ropa, y el solo soltó un jadeo y un pequeño quejido que lo acompañó.

-M-mihawk… n-no… nghh, a-aquí… –gimió mientras hacia su cabeza hacia atrás, logrando que quedara recargada en mi hombro, lo bese de ese modo, y el solo correspondió.

-No parece que no quieras... dime, ¿No te excita el que lo pudiésemos hacer aquí? –pregunte mientras lo volteaba y lo besaba. Se abrazo a mí, con los brazos pasándolos detrás de mi cuello.

-N-no debemos hacerlo aquí… ¿Q-que pasa si alguien viene y nos ve? ¿Qué pensaran? –pregunto preocupado. Pero solo le bese pasionalmente. ¡Estaba seguro ahora! ¡Ese hombre… me tenía como loquito desbalagado detrás de el! ¡Un perrito faldero! Pero qué cosa más extraña e irónica. Yo que siempre traía a personas detrás de mí ¡Ahora estoy detrás de alguien! Me enamore de Shanks, quizás fue cuando tuvimos sexo por primera vez, no lo sé, quizás así fue como me enamore de él. Primero por su cuerpo, pero después de eso, no pude dejar de pensar en él, y ahora he visitado todos los días el hospital. Todo porque me enamore de Shanks.

-Cerré la puerta… así que está bien. Tenemos que hablar, pero hablar enserio –susurre mientras mordía su oído y el solo gimió bajito y agarro mi mano, la cual estaba apretando su entrepierna, la cual estaba más que despierta.

-¿Ha-hablar? ¿De qué? –logro preguntar él con algo de dificultad por mi mano en su miembro.

-De lo que hemos estado haciendo –dije un poco más serio, y el dejo hasta de respirar, y note como su piel se puso chinita.

Sanji Pov’s.

Tenía que encontrar rápidamente esas mendigas pastillas, tenía que conseguirlas ya. No podía esperar más tiempo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por Usopp aquel día fue a mi habitación, y me llevo a un lugar donde parecía ser que la mayoría de las personas se reunían el día de hoy. Vi que algunos enfermeros traían a más pacientes y les vi curioso. Mir a Usopp con aire dudoso y curioso. El lugar era gigante y había mesas y sillas por todas partes. Una parte donde había un tapete grandísimo y solo dos sillones rojos, y estaba la televisión. Otro donde estaba como tipo mini cafetería, ¡También había un!... piano…

-Una vez a la semana nos traen acá para que tratemos de “socializar” entre nosotros. Hay muchos que no tienen parientes, o si no estos les tienen miedo por ser locos y estar en este lugar. Así que el director como forma de socialización nos pone a algunos juntos. Por eso el lugar es tan grande, bueno, iré a ver por ahí, intégrate si quieres –dijo lo ultimo alzando los hombros desinteresadamente.  Vi la libreta y mi pluma en mis manos y solo suspire. Me estaba empezando a acostumbrar a hablar por el medio de escritura, pero aun así, eso no significaba que no me hartara hasta la muerte y quisiera desgarrarme las cuerdas vocales gritando cosas.

Ussop se fue, dejándome solo. Y solo mire a mí alrededor, buscando algún grupo al que pudiera integrarme. La mayoría estaba en el tapete negro en frente del televisor, viendo algo sobre animales. Unos se quedaban quietos parados, sentados o acostados, viendo hacia la nada, y otro más, hablando consigo mismos.

Vi algo que llamo mi atención. Un extraño hombre de pelo azul, sentado en una silla y varias personas a su alrededor escuchando algunas cosas que decía, y que no lograba escuchar. Otras personas más llegaban y se sentaban. Por lo que tratando de que no me notasen, me acerque disimuladamente, pero cuando me acerque todos se quedaron callados y me miraron. Sentí algo de nervios, pero sabia como disimularlos, respire profundamente y trate que no se notara demasiado mi suspiro.

-¿Qué es lo que deseas? –pregunto un chico de más o menos mi edad, entre la multitud. Y vi que tenía el pelo extrañamente celeste y con un raro peinado.

“Nada, solo pasaba” escribí.

Todos alejaron sus miradas de mí y empezaron a decirse unos a otros, cosas como “El solo pasaba” y se pasaban la voz de uno a otro, una y otra vez. Algunos note como ya se habían pasado el mensaje como tres veces, y pareciera que fuera la primera vez que la escuchaban y la pasaban de nuevo.

-Nada, el solo va a pasar. ¡El está ahí parado, pero va a pasar! –exclamo uno del grupo. El grupo empezó a reír como a quien le cuentan un chiste muy bueno. Inhale aire fuertemente y sonreí, me aparte y me fui caminando de ahí, para que nadie notara como querían las lagrimas traicionarme, y yo de terco tratando de aguantarme.

Uno de los enfermeros trato de convencerme en volver a adentro diciendo que me enfermaría, pero vino otro, le susurro algo, y me dejaron en paz. Fui al jardín, donde estaba nevando –si, algo impresionante, pero como me encontraba no me daba mucha sorpresa– y me senté en una fuente, abrazando mis piernas fuertemente mientras mordía mis labios. De nada servía cuidar la salud de una persona condenada a morir en unos días… de seguro era lo que pensaban, y no les guardaba rencor ni nada parecido, pues estaba bien pensar así, supongo, si no fuera yo el que estuviera en esta posición también hubiese pensado así. Aunque no lo acepte del todo, creo que también pensaría así.

Las lagrimas salieron y empecé a intentar gritar de frustración y de ira, pero ningún sonido salía de mi boca, aun no podía hablar, gritar, susurrar, nada. Me sentía tenso, confundido e irritado. Mi “yo” del pasado jamás se hubiese dejado llevar por las provocaciones. Desde pequeño, aprendí que había situaciones en las que había que mantenerse frio e indiferente para sobrevivir en el mundo. Pero aquellos locos… ¡Esos! Lograron que me sintiera avergonzado, miedoso y rabioso, tenia deseos de matarlos, con palabras que no acostumbraba a usar, ni siquiera con el asqueroso marimo.

Quizás las pastillas me afectaron demasiado, ¡No había podido controlar mi llanto y los gritos mudos que pegaba! En mi adolescencia quizás hubiese presentado cosas peores o menores a estas, –lo más posible es que fuera lo primero– y nunca, ¡Nunca! ¡Nunca me había pasado que no pudiese controlar mis lagrimas! Tenía que volver en mi, volver a ser yo mismo. El chico que era antes de intentar el suicidio. El chico que a los que le trataban mal, el les respondía irónicamente, sarcásticamente, con sorna y hacia como si los comentarios ofensivos no pudiesen tocarme. Porque, ¡Yo era superior a todos!

Díganme, ¿Quién de aquel grupito tenía el coraje de desear la muerte? ¿Quién de ellos podían enseñarme sobre esta cruel vida, si solo se escondían tras las paredes de Shichibukai Yard? ¡Jamás tendría que depender de ellos, aunque viviese unos días más! ¡Jamás les pediría ayuda!

Ya pasaron 6 días… me faltaban once. Si es que pasaba de esta semana claro está.

Me levante de ahí y sentí la nieve colarse entre mis calcetines y calarme hasta los huesos, pero no me importo. No había dejado de llorar, apretaba los puños, me mordía el labio inferior fuertemente –aunque sin llegarme a sangrar– y miraba el suelo, borroso a causa de las lágrimas.

¿Desde cuándo había tomado importancia a los comentarios de la gente? Y mucho más, comentarios de gente que ni conozco y en unos días más jamás volveré a ver. Nunca lo había hecho. Siempre me importaba un comino lo que me dijesen o lo que susurraban a mis espaldas.

¡Solo estaba gastando mi tiempo en bobadas! Porque no eran más que eso, ¡Bobadas!

-Oi, Sanji, ¿Estás bien? –preguntaron mientras ponían una cálida mano en mi hombro y me quede estático al sentir la presencia del marimo, que hasta las lagrimas habían parado. Me limpie frenéticamente como si quisiera borrarme algún marcador de la cara, con la camisa de manga larga, color blanco. Voltee a verlo y estaba con un rostro preocupado, suspire y asentí con una pequeña sonrisa. Lo que siguió me dejo descolocado y sin palabras.

El cabeza de alga me abrazo y empezó a acariciar mis cabellos. Por un momento pensé y quise resistirme, pero desistí de ello y me deje hacer, abrazándolo un poco, y algo avergonzado. ¡Estábamos locos! No tenía nada que avergonzarme… o sí? Lo abrace un poco más fuerte y escondí mi rostro en su pecho.

-No debiste acercarte al grupo de Iceburg-san, si nadie te invita es como una grosería ir a ver –dijo como si fuera una suave reprimenda, pero ni me inmute, solo alce los hombros ligeramente, restándole importancia.

Me separe ligeramente de él, lo tome de la mano y regresamos así a aquel lugar. Busque con la mirada el grupo, que estaba desbalagado anteriormente y ahora estaban todos en una esquina. Solté la mano del marimo y fruncí el ceño enojado. Camine rápidamente, hacia una mesa en la que estaba el hombre que había dicho aquello de “Nada, el solo pasaba. ¡Está ahí parado, pero va a pasar!”, me puse enfrente de el, y todos se voltearon a verme.

Nada más sentí el ardor en la palma de mi mano al haberle dado tal cachetada. Lo mire furioso, y el solo me miro un poco sorprendido, pero no demasiado. Lo mire insistente, y con los puños cerrados, como esperando que me diera pelea y fuese como en las películas que con cualquier cosita el loco empezaba a gritar y golpear a todos, pero eso no ocurrió.

-Usted no nos molestara mucho tiempo –solo dijo eso y paso su mano por su rostro. Levante ligeramente la cara con orgullo y me dirigí caminando hacia un descolocado y shockeado cabeza de alga. Le agarre de la mano y lo saque de ahí.

Cuando estuvimos de nuevo en una parte del jardín, pero con sombra y algo que pudiese evitar que nos cayera la nieve, me senté en el suelo y lo invite a sentarse a mi lado, lo que hizo sin rechistar, para segundos después quedarse viendo al vacio. Lo mire curioso y pase mi mano varias veces por su rostro, pero pareciese que no me podía ver. Le reste importancia, le di un beso en la mejilla y me abrace a su brazo. Estaba feliz. Jamás me había sentido tan bien. Aunque me pregunto si la mejilla de aquél hombre estará bien. ¡Pero qué va! Eso es lo de menos. Me mecí un poco mientras sonreía.

De verdad me estaba volviendo un “demente” mas, de aquel lugar. ¡Tan feliz que bese al marimo en la mejilla! ¡Aquel que se me insinuó! Y nada de eso me importa ahora, solo se que me gusto hacer aquello, darle una cachetada al tipo y salir triunfante tal cual ganador de campeonato. Y con Zoro aqui, el tipo al que siempre le doy pelea, pacifico a mi lado, todo es perfecto asi.

Notas finales:

Yo creo que quedo... aceptable xD... asi que no se si se van a quejar pero buee XD

BUeno perdon por no haber actualizado, como veran ya no estoy pegado al face todo el dia como antes cuando mi lap vivia u.u... peor bueno no importa xD! El face es vicio y el vicio gordura D:! en algunos casos ¬¬ xD

Total, espero les haya gustado. Spoiler del sig capi XD:

Sanji y Zoro vuelven a platicar de "ser pareja" que pasara xD? Puede que responda si o no, pero, quizas pase algo que Sanji haga que tome una desicion dificil para el mismo y su reputacaion de Don Juan galancito. Que decidira nuestro rubio XD?

Esto y mas! en el proximo capi!! xD

parezco de esos que promocionan cosas xDU

Y en el capitulo 19!!

KiddxLaw~~!!! Que pasa cuando Kidd razona y Law se acerca al pelirrojo?

Bueno solo era eso XD!! Los dejare con la duda del sig capi y el que le sigue jajajajaj >:3

Los quiero mucho >//<!! Y por eso me desmadrufuse (?) ok eso no existe en realidad, solo lo invente -__-u tengo la mala costumbre de inventar palabras y usarlas muy a menudo, pero "desmadrufuse" es como "joder" o bien, "fregar" XD

Ciaossu~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).