-Te amo Cho KyuHyun
Desperté empapado en sudor con el corazón acelerado, ese sueño una vez más.
3 años han pasado desde la última vez que lo vi, sin embargo su recuerdo permanece en mi mente tan claro como si hubiese sido ayer.
Su rubio cabello danzando al compas del viento, sus ojos llenos de sinceridad e inocencia, sus coloradas mejillas y una delicada sonrisa que decoraba su rostro en todo momento.
I love you, baby I’m not a monster…
-El es Lee SungMin- Dijo DongHae presentando a un chico de apariencia algo delicada.- Es nuevo en la ciudad, sean buenos con él.
Caminó hasta el balcón y me pierdo mirando las estrellas, el mismo ritual cada noche.
I love you, baby I’m not a monster…
-¡Deja de seguirme por toda la ciudad Lee SungMin!- Grite percatándome de cómo sus ojos se llenaban de lagrimas.
-Es solo que… Tú me gustas mucho Kyu.- Dijo entregándome un pequeño conejo rosado para después alejarse corriendo.
Babo me digo y una sonrisa se dibuja en mi rostro al mirar en la mesa de noche al mismo conejo.
I love you, baby I’m not a monster…
-Kyu ¿Qué rayos es esto?- Preguntó DongHae con una estupida sonrisa cuando accidentalmente deje caer de mi mochila al rosado muñeco.
-Es solo una estupidez- Respondí guardándolo de nuevo- Ni siquiera sé porque lo conservo.
Algo de té y un poco de televisión, da igual, tu recuerdo seguirá golpeando mi mente.
I love you, baby I’m not a monster…
-Tú me gustas tal cual eres.
-¡Entiende de una vez que yo no soy bueno para ti SungMin, deja ya ese tonto capricho!
Me alejó de él con la tonta esperanza de convencerme de mis palabras, ni yo mismo comprendo este sentimiento que ha despertado en mi.
Salgó al jardín con la ilusión de que la lluvia te saque de mi mente. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.
I love you, baby Im not a monster…
-¿No te das cuenta de lo mucho que te quiero? Por eso te alejo de mí, porque no quiero lastimarte.- Grite al ver a SungMin en el marco de mi puerta empapado con una sutil sonrisa decorando su rostro. Tome delicadamente sus mejillas y uní nuestros labios en un sutil beso. Un beso delicado, necesitado por ambos, deseado por ambos.
Esa noche subimos a mi auto con la loca idea de abandonar la ciudad, escapar de todo. No hacía falta nada mas, nos teníamos el uno al otro y aquello era suficiente.
Quizá fue la lluvia que nublaba mi vista, tal vez el cansancio o quizás debí bajar la velocidad. Cerré mis ojos un momento y un ruido estremecedor me regreso a la realidad. En segundos estaba tumbado en el suelo con un dolor insoportable en el pecho, avanzando como me fuese posible hasta SungMin que me miraba con una triste sonrisa y con lágrimas en sus ojos susurro “Te amo Cho KyuHyun”
-Me estoy volviendo loco Lee SungMin.
Aquella noche deje de amarte, porque fue la noche que comencé a extrañarte…