1._
Tomo entre sus manos aquel pañuelo de seda, una aroma a flores secas lo inundo haciendo que su mente reviviera nuevamente la presencia de aquella persona.
-Kibum-susurro sintiendo como aquel nombre raspaba su garganta dejándola seca, Miro hacia el frente el atardecer, aquel paisaje que tanto amaba y que miles de veces compartió con su novio.
Lo habia amado desde que sus miradas se cruzaron en aquella pequeña cafeteria muy cerca de su instituto, lo habia conocido, se habia embriagado de el a tal punto de necesitarlo a cada hora del dia, se enamoraron como unos adolecentes llenos de hormonas y no como los hombres ya realizados que eran. A sus 22 años Choi Minho descubrio el amor, la felicidad de ser correspondido, Kibum se transformo en su todo y sabia que aquella situación era igual para ambos.
Una lagrima bajo por su mejilla, la primera de un ejercito de tristeza que carcomia su alma, aspiro aquel aroma nuevamente intoxicándose con el.
Una accidente de transito, un hombre borracho que manejaba sin sentido habia chocado provocando que otro auto, en un intento de evitar la colisión se estrellara contra un pequeño local, una cafetería. Aun recordaba el sonido de las sirenas, la gente corriendo pero por sobre todo los ojos felinos de su novio llamandole.
-Kibum-solloso, sintiendo como su todo quemara. Lo habia abrazado con fuerzas ¡¿porque?! era lo unico que se repetia "Ire por un cafe, esperame un momento" habian sido las ultimas palabras de su pareja acompañadas de un beso sutil en sus labios y una sonrisa amplia antes de entrar en la pequeña cafeteria, la misma que los vio enamorarse dia tras día con miradas curiosas y palabras torpes, la misma que se lo arrebato de las manos.
Tomo fuerzas mientras avanzaba hasta la cornisa del hospital, veinte pisos eran lo suficiente para que su cuerpo le permitiera ser libre de aquel dolor que lo derrumbaba poco a poco, dia a dia sin el. El viento fuerte soplo arrebatando le aquel pañuelo, sonrio nostalgico. Si tan solo hubiera estado con el, si la ambulancia hubiera llegado antes "Esta en un coma severa""No despertara nunca, el daño revivido es demaciado" Aquellas palabras le hicieron temblar como nunca, con miedo, con ira, con dolor.
Tomo aire, llenando sus pulmones en un ultimo suspiro.
-Si ya no estas aqui...-susurro cerrando sus ojos, recordando aquel cabello castaño como seda, aquellos pomulos altos, una sonrisa sincera, sus ojos felinos como los de un pequeño gatito, sus dedos delgados, su cuerpo delgado y pequeño. Dio un paso al frente, ya no queria sufrir.
Pero algo lo jalo con fuerza, haciendo que su cuerpo se estampara contra el frio suelo de cemento, abrio los ojos encontrandose con su mejor amigo Onew
-¡DESPERTO!¡DESPERTO!-Gritaba el otro llorando-Maldito estupido que pensabas hacer....-Los ojos de su mejor amigo estaban hinchados, rojos por el llanto
El cerebro de Minho tardo casi un minuto en entender aquellas palabras "desperto"retumbana en su mente ¿Era real?Corrio bajando las escaleras a una velocidad casi mortal, tropezo, maldijo, hasta llegar frente a aquella habitacion, la misma que habia visitado diariamente desde hacia 1 año atras, en el momento en que Kibum empezo a dormir.
Entro, conteniendo la respiracion
-Minho-Su nombre en aquellos labios, trago duro, el suelo a sus pies parecia desvanecerce, torpe, casi arrastras se acerco a la cama donde reposaba el cuerpo de Kibum-Minho-llamo de nuevo este
-Te amo..te amo…te amo-repitio mas de un centenar de veces mientras lo abrazaba, depositando miles de veces en aquel rostro palido y delgado.El cuerpo de kibum era fragil aun, un año durmiendo, un año desde aquel accidente que le arrebato a Minho la cordura a pedazos. Un año sin escuchar su voz, ver sus ojos, su sonrisa tierna.
-Gracias por esperarme-musito Kibum aferrándose a la camisa gris que tenia su pareja sintiendo aquellos brazos fuertes, ese pecho trabajado, una lagrima bajo por la mirada felina. Minho lo beso con calma, sintiendo la gloria al rozar aquellos labios, sintiendo como el vacio en su pecho se llenaba con tan solo tenerlo allí entre sus brazos, viendo esos ojos abiertos, destellantes de sentimientos, escucho toques en la puerta observando a sus amigos-Gracias-musito Kibum nuevamente esta vez para los tres chicos que estaban de pie en la puerta mostrando sonrisas felices y algunas lagrimas de emoción. Minho tomo aquel rostro delgado entre sus manos con una sonrisa cargada de emociones, lo tenia allí nuevamente. No lo dejaria mas, nunca mas porque sin aquel chico a su lado su vida era simplemente "caos"
2._
Desde el primer momento en que aquel chico apareció frente a sus ojos sintio lo que habia escuchado de algunas chicas "mariposas en el estomago" claro que aquella idea fue inmediatamente descartada ¡no podia enamorarse de un hombre, mucho menos de su nuevo compañero de grupo! Con aquel pensamiento Kibum siguió adelante dia con dia, y tras miradas, palabras, gestos sutiles no pudo evitar el caer en la trampa que el mismo habia negado .
Choi minho se habia convertido en su adiccion, su obsesión secreta, le cuidaba, lo amaba, sufria por celos que solo el podia entender porque nadie sabia nada, ni jonghyun, ni el pequeño Taemin, ni siquiera su lider, solo el. Pero el ver los coqueteos de las miles de chicas, las risillas enamoradas que el otro daba lo sumergían en una depresión de la que ya no podia salir,talvez si hubiera confiado en alguien, si hubiera dicho a alguien de aquel amor que se convertía en veneno..
Aquella mañana desperto antes que todos, dirigiéndose a la cama de aquel que amaba, lo beso, probo aquellos labios tersos de quien dormia, dejo una pequeña nota en el pecho de este y salio sigiloso observando por ultima vez aquel cuerpo desparramado sobre la cama, siempre bello, pensó con una sonrisa débil..
El frio metal en sus muñecas le quemaba y sentia que ya no podia mover sus brazos, el liquido carmesi se extendía como un manto por sobre las baldosas blancas del baño. "Te amo" susurro, al escuchar como alguien gritaba su nombre reconocia perfectamente aquella voz, la puerta del baño se abrio presurosa, y el maknae dejo salir un grito de horror. Minho lo tomo entre sus brazos impotente, furioso "tambien te amo,tambien" escucho kibum justo al momento de cerrar sus ojos arrepentido, feliz, sintiendo el latir del corazon ajeno acunarle y llevarlo a aquel sueño del que ya no despertaria mas.
3._
De pronto un leve susurro llego hasta sus oidos, su cuerpo se tenso al sentir tras de el aquella fragancia tan familia. Unos fuertes brazos le envolvieron haciendo que las miles de dudas volaran lejos en su mente
"Te amo"susurro aquella voz gruesa dandole un corto beso en su hombro, se volteo encarando le ¿Estaba bien seguir adelante? Porque aquella relacion no estaba bien eran amigos, compañeros de trabajo...hombres " Ya no mas" Susurro sintiendo sus ojos quemar ante las lagrimas que intentaba frenar, debían terminar con aquello pero no podía, la solo idea era dolorosa porque lo amaba, como nunca podría amar a nadie mas "Nunca mas Kibum, escuchame bien, nunca te dejare" No dejo que mas dudas entraran en su mente. Lo beso con suavidad deleitándose con la textura de aquellos labios "Minho, te amo" Confeso por primera vez, el otro solo pudo sonreir Ya no sufrirían mas por las inseguridades de seguir con aquel secreto, no si tenian la mano del otro para ayudarles a continuar aquel camino. Besos, caricias, suspiros y palabras cargadas de amor, un amor que se reservarían solo para ellos, fuera de las camaras y de los escenarios
4._
De pie frente al mar, el sonido de las olas era lo unico que llegaba a sus oidos, lagrimas silenciosas caian de sus mejillas palidas, el viendo rebelde agitaba sus cabellos. Arrugo entre sus manos un trozo de papel, liberando un solloso que parecia haber quemado su garganta
"Te amo..."-resonaba en su cabeza, las ultimas palabras que escucho de aquellos labios perfectos, antes de que el sonido de aquel aparato irrumpiera en la habitacion, dando aviso de que la vida de aquella alma habia llegado a su fin. Se aferro a el, gritando, llorando como un niño pequeño al perderse de su madre.
"El escribio esto para ti..."Una pequeña hoja, reconocio de inmediato de quien era la caligrafia "Te amo como a nadie en mi vida, pero debes soltar mi mano ya, Minho. Te amo por siempre , kibum"
¿Dejarlo ir? Sonrio ante aquello, no podria ni aunque fuese el mismo kibum quien se lo pidiera. Dejo que el viento le arrebatara aquel papel. Lo amaba demaciado, tanto que dolia. "Kibum" susurro, cerrando sus ojos dio un paso al frente, dejando que su cuerpo cayera libre al mar, sin fuerzas para luchar, de seguir, solo tenia en mente un ultimo deseo "Esperame Kibum, estare alli pronto" Penso al sentir su cuerpo golpear el mar enfurecido, testigo de su pecado, de su amor.
5._
Se miraron con ternura, los ojos grandes de su pareja parecian abrazar su alma y darle el conforte que necesitaba, el valor que parecia irse corriendo muy lejos de aquel lugar. Se escucharon las campanas de la iglesia dar repique, Kibum temblo escuchando los gritos de los guardias muy cerca de donde se encontraban
-¿Confias en mi?-Pregunto Minho sosteniendo entre sus manos dos pequeñas botellas de color verde. Kibum asintio acercándose, detallo el rostro hermoso de el hombre frente a el, sus labios gruesos, su piel lisa, sus cejas marcadas, sus ojos grandes y profundos
-Te amo-respondio con una sonrisa, sintiendo como respuesta los labios de Minho unirse a los suyos en un beso suave que se transformaba rápidamente en uno desesperado, con miedo.
Sostuvieron entre sus manos aquel veneno que acabaria con la vida de ambos en solo segundos ¿Porque? ¿Porque morir? Ambos chicos habia nacido en un tiempo equivocado, en una sociedad materialista y cruel que veia la homosexualidad como un pecado de Dios y era castigada con la muerte ¿Para que vivir? Kibum sonrio mientras se abrazaba al cuello de su pareja, Minho acaricio aquellas mejillas humedas y sonrojadas.
-¡Abran la puerta!-Ambos saltaron al escuchar como los guardias del palacio los habia encontrado. Talvez si Kibum no hubiera sido el hijo de la reina, si no hubiera desobedecido a su madre e ir solo hasta la cuidad no hubiera conocido a Minho quien trabajaba como cantinero en un bar de mala muerte, talvez sus vidas hubieran seguido monótonas, hubieran formado una familia y alargado sus vidas pero, no habia un momento de arrepentimiento, aun en ese instante en el que ambos entrelazaban sus manos sabiendo que el final estaba cerca
-Te amo Minho, te amo demaciado-Susurro Kibum abriendo aquella botella mirando su contenido, el aludido beso la frente de su amado mientras apretaba el agarre que mantenian sus manos-Nos veremos en otra vida~-susurro soltando una traviesa lagrima
-Nos volveremos a encontrar, lo prometo Kibum, te seguire amando siempre-
Cerraros sus ojos bebiendo de un sorbo aquel veneno amargo, una mueca de asco se dibujo en sus rostros. Minho se acerco abrazando fuertemente a Kibum recostándose en el suelo frio de aquella habitacion olvidada en el gran palacio, sus labios se rozaron, degustando por ultima vez el sabor adictivo de quienes amaban
-No me olvides-susurro Minho, cerrando sus ojos contemplando por ultima vez las ordes felinas sucumbían al sueño eterno, queriendo creer en una nueva vida done ambos pudiesen encontrarse nuevamente y amarse con la libertad que no se les permitia, porque eran hombres, de diferentes clases sociales, educación. Los ojos profundos se quedaron fijos en la sonrisa sincera que estaba grabada en los labios de auqel chico al que amaba, sintió una punzada fuerte en su pecho y el como respirar se volvia cada vez mas difícil, entrelazo su mano con la de Kibum-Te amo-volvio a susurrar cerrando sus ojos, dejándose guiar a un sueño del que no había vuelta, teniendo como ultimo pensamiento la imagen de Kibum, creyendo en poder volver a verle en otra epoca
Cuando los guardias pudieron abrir la puerta era demaciado tarde, entraron quedándose de pie junto a la entrada de la habitacion, sintiendo como una lanza de hielo atravesaba sus cuerpo como si alguien tomara su corazón y lo lanzara con fuerza al suelo, se escucho un grito de dolor, de culpa las lagrimas fueron imposibles de contener, quemando por salir, contemplando frente a ellos a dos chicos, abrazados fuertemente, sus manos entrelazadas, con lagrimas en sus ojos, una sonrisa en los labios y un amor que superaba a la misma muerte