- Hombre, por fin te encuentro – dice Kyuhyun desde la puerta -. ¡Vamos a jugar!
HyukJae le tira la almohada a la cara con toda la fuerza que es capaz, pero se arrepiente cuando se da cuenta de que ya no tiene nada donde ocultar sus lágrimas. Se incorpora un poco en la cama y se sienta de forma que le dé la espalda a la puerta. El pequeño es a la última persona a la que quiere ver, con la que quiere hablar y con la que quiere jugar, sobre todo. Idiota.
- ¿Hyukkie?
Se adentra sin permiso en su habitación y se sienta tras él, colocando una mano en su hombro que el rubio rechaza echándose hacia adelante. Escucha un profundo suspiro de Kyu y siente verdaderas ganas de matarlo.
- No me digas que estás enfadado por lo que pasó en Strong Heart.
No, le gustaría decirle firme y cortante, mirándolo de la forma más fría posible. Pero las lágrimas y el sollozo incontenible le rompen la voz, así que no le ayudaría demasiado a mostrarle que no está enfadado. Bueno, es que no está enfadado. Más bien la palabra sería dolido. Mucho. No es la primera vez que se meten con él en un programa – ni será la última -, tampoco es eso lo que le afecta pues sabe que es el blanco de todas las bromas de sus compañeros. No hay problema con eso, ya se ha hecho a la idea.
Lo que no soporta es que KyuHyun lo haga delante de las cámaras de esa forma tan natural y tan espontánea, sin vacilar tan siquiera, seguro de sus palabras. Lo dijo de verdad y eso es lo peor de todo. No es que le importe mucho ser “más feo que Wookie”, por así decirlo, le importa muy poco lo que diga él o lo que digan los demás, pero no lo que piense KyuHyun. Y él, tan idiota y despistado, no puede darse cuenta de cuánto hiere su sinceridad.
Su relación había cambiado en los días anteriores. Desde el accidente, HyukJae había sentido una opresión en su pecho ante la idea de perderlo que no desapareció cuando el pequeño despertó. El miedo de perderlo se había anidado en él y no pensaba abandonarlo, porque se había sentido vacío sin él, porque no imaginaba la vida sin tenerlo a su lado. Era raro, porque nunca hasta entonces había pensado que fuesen tan cercanos. Desde ese momento las cosas cambiaron, HyukJae tenía las cosas claras, se había dado cuenta apresuradamente de lo que le pasaba por dentro. Se había enamorado de KyuHyun sin ni siquiera percatarse.
Empezó a acercarse más a él, a convertirse en amigos y no ser solo compañeros. Descubrió que debajo de su irritante faceta de chico rebelde y caprichoso, estaba otra mucho más divertida, siempre alegre, más como él. KyuHyun empezó a referirse a él como su mejor amigo, y HyukJae era feliz con tan solo esas dos palabras. Nunca esperó nada más de él, porque sabía que no había nada que esperar… Hasta que el mismo maknae se había acercado a él, en una de sus noches de insomnio, se había metido en su cama, lo había abrazo por atrás escuchando las quejas del rubio y le había susurrado:
- Por favor… Solo a tu lado me siento bien – había dejado un beso sobre su hombro -. Si no duermo, al menos tengo la sensación de estar soñando.
HyukJae agradeció entonces que no le viera su cara porque era un completo tomate en esos momentos. El que no durmió fue él, porque no podía dejar de sonreír ante las palabras del más pequeño.
Desde esa noche las cosas fueron aún mejor, no es que tuviesen una relación especial ni nada parecido, de hecho, KyuHyun seguía molestándolo como siempre, pero comenzaron a dormir juntos todas las noches, hablando de todo un poco hasta altas horas de la madrugada, afianzando un poco más su amistad, porque de todas formas no pasaban de esa fase.
Aún así, las cosas eran distintas y era normal que empezara a ilusionarse, dentro de lo que cabe, pero entonces habían grabado Strong Heart como parte de su promoción de Mr. Simple y KyuHyun había tenido que decir eso, además recalcando su historia con la enfermera. ¿Realmente era necesario decir tanto?
- HyukJae… no te enfades, era una bromita sin importancia.
- ¡¿Una broma sin importancia?! – le grita girándose para mirarlo por primera vez. La sonrisa del menor le pone aún más histérico -. Eres… eres de lo peor.
En realidad… entiende también que KyuHyun no comprenda por qué se lo ha tomado de esa manera, está claro que no sabe que cada vez que se acomoda junto a él en la cama, no duerme porque sus propios latidos se lo impiden de lo fuertes y rápidos que van.
- ¿Pero por qué te pones así? Venga, hombre… si en realidad el que va a sufrir el ataque de tus fans soy yo.
- Vete a la mierda.
- Oye… no me hables así, tampoco he cometido un crimen.
El mayor de los dos se levanta para alejarse de él, KyuHyun frunce el ceño, está perdido con su actitud, ¿pero qué esperaba? ¿Que le riera la gracia? Pues no, esta vez no, porque esta vez no se ha metido con él solamente, esta vez ha roto cualquier ilusión que pudiera tener. ¿Y si tan desagradable es mirarlo, por qué está siempre con él?
- No… - dice simplemente. No puede justificar su reacción ante él, no puede decirle por qué le molesta tanto, por qué está llorando por sus palabras, por qué ahora le parece que nada tiene sentido.
- Hyuk… - Kyuhyun también se levanta y camina hasta él, colocando las manos a ambos lados de la cintura del rubio, sonríe -. Yo no creo que seas feo… Creo que eres muy atractivo.
- Ya, claro – lo empuja para alejarlo de él, su cercanía no le deja pensar bien -. Me da igual qué es lo que pienses de mí. Yo creo que tú eres amorfo y no te lo digo.
KyuHyun se echa a reír y eso le desespera un poco más. ¿De verdad no ve que todo lo que han logrado se está rompiendo ahora mismo delante de ellos? ¿Tan poco le importa herir sus sentimientos? ¿Acaso no ve que sigue llorando y que no puede parar?
- Estás llorando, Hyuk – dice sonriendo -. Y estás llorando por lo que he dicho.
- No es por eso, es…
- Déjalo ya – vuelve a abrazarlo, juntando sus frentes y suspirando sobre su boca -. Dime qué es lo que te molesta, Hyukkie.
El menor sonríe de medio lado y sus lágrimas se detienen por completo. La sorpresa no deja espacio para ningún otro sentimiento. Jamás, en toda su vida, ha conocido una mente más retorcida y manipuladora que la de Cho KyuHyun. Lo vuelve a empujar, más enfurecido que antes, sin poder creer de verdad que lo haya hecho todo a propósito, calculando cada una de sus reacciones y, lo peor de todo, acertándolas de lleno. ¿Era esto lo que buscaba?
- ¿Solo querías asegurarte que…? ¿Has hecho que pase por esto solo para…? – no puede terminar la frase, sus palabras se agolpan en su garganta -. ¡Fuera de aquí, Kyuhyun!
- Oh, HyukJae, si no jamás te hubieses atrevido, solo quería asegurarme. No quería perderte.
De nuevo esa naturalidad y ese desparpajo. ¿Por qué lo dice todo como si no tuviera importancia cuando sí la tiene? Lo peor es que ya no puede enfadarse con él, que ahora se sonroja como un adolescente que se declara por primera vez, por haber sido descubierto. ¿Tan evidente era todo? Pues claro que sí, HyukJae. Ahora solo puede sentir un alivio enorme al saber que no todo está perdido, que no tendrá que esconderse más y que KyuHyun parece corresponderle.
HyukJae cierra la puerta y no tarda más de un segundo en llegar hasta el menor y acaparar sus labios, desahogando en ellos los tres años que lleva aguantando para no hacer esto precisamente. KyuHyun le corresponde torpemente por la sorpresa, acostumbrándose al ritmo impuesto cuando se separan un momento para tomar aire.
- ¿No querías perderme? Bonita forma de demostrarlo…
KyuHyun sonríe, besándolo de nuevo en la cara, cerca de sus labios.
- Así queda claro quién es el guapo de la relación…
HyukJae se sonroja, captando perfectamente la segunda intención de sus palabras. Y KyuHyun vuelve a reírse, afianzando su abrazo.
- Tú eres amorfo – Hyuk lo empuja sin demasiada fuerza.
- Sí, pero bien que te gusto.
- No me gustas.
- Claro que sí – repone totalmente seguro.
- No, no me gustas. Puede que te quiera y todo eso, pero no me gustas. No soporto tu cara.
La sonrisa de Kyu se borra, parece trasladarse al rostro de HyukJae, que ahora sonríe satisfecho con su ataque. Aún está dolido por lo que ha dicho y tendrá que pagárselo.
- ¿No la soportas? Vale, pues aleja esa boca de mono de esta preciosa cara.
Está claro que en rencoroso nadie gana a KyuHyun. Él ya puede quedarse tranquilo, habiendo conseguido devolverle el ataque. Se acerca a él e intenta besarle, pese a sus palabras, pero el menor retira la cara, convencido.
- No, no – sonríe de nuevo posando sus manos en el pecho del rubio para alejarlo -. Te he dicho que no.
- Oye, tú dijiste antes que soy feo y bien que me has besado. Vicioso.
- ¡Si has sido tú, asqueroso!
- ¿Asqueroso? ¡Pues bien que has metido la lengua!
KyuHyun abre la boca para replicar, pero parece quedarse sin palabras. HyukJae sonríe y se cruza de brazos, orgulloso de sí mismo. Ha ganado la primera ronda.
- Tendré que saber qué sabes hacer con ella…
- A ti, da por sentado que nada.
- Oh, pero si solo tenías problemas con mi cara, ¿no?
Un ligero rubor cruza sus mejillas y esta vez es KyuHyun quien sonríe. Se acerca a él y lo besa de nuevo, levantando su propia restricción. HyukJae se olvida de su tonta discusión y le corresponde gustoso, tienen que recuperar mucho tiempo perdido.
- ¿No decías que nada? – murmura KyuHyun alejándose de nuevo de él -. Mira que te vendes fácil, Hyukkie.
- Eres un desgraciado.
- Pero eso ya lo sabíamos todos.
En eso debe darle la razón. HyukJae recoge la almohada que sigue en el suelo y le da un golpe con ella en el brazo al menor antes de dejarla de nuevo sobre la cama. KyuHyun lo abraza por detrás, pegándose totalmente a su cuerpo, como suele hacer por las noches.
- ¿Has dicho que me quieres, por cierto?
- Sí, pero veo que te ha dado igual.
- No me da igual, solamente lo creo insignificante para lo mucho que te quiero yo.
Hyuk se da la vuelta para mirarlo, sin saber si sigue bromeando o se lo está diciendo de verdad. Su sonrisa dulce y tierna le indica que está hablando en serio, que ha dejado atrás las estúpidas rivalidades de hace unos segundos y que está dispuesto a hablar como una persona adulta.
- ¿Y por qué tu forma de decirlo tiene que ser contraria a la tradicional?
- Porque soy amorfo – responde riendo -. Quizás se me haya pegado de juntarme tanto contigo…
El mayor vuelve a apartarse de él, de nuevo enfadado. ¿Acaso tiene que romper todo por naturaleza o algo parecido?
- ¿Sabes que eres un estúpido?
- Pero aún así me quieres…
- Sí, porque yo también lo soy de estar tanto contigo.
KyuHyun sonríe, pero de la forma en la que lo hace siempre, de esa forma que parece esconder algo, y nada bueno, por supuesto.
- Pero lo que entra por los ojos no es la inteligencia.
- ¡Sal de mi cuarto ahora mismo, pesado!
- Pero si feo y todo, con cara de mono o no, yo también te…
- ¡Que te vayas!
Le señala la puerta por si acaso no sabe dónde está la salida y KyuHyun no se opone más y camina hasta allí, un tanto sorprendido por su reacción. ¿Y de nuevo qué esperaba?
- Oye, pero entonces… tú y yo… ¿qué? – pregunta tras abrir la puerta.
- ¿Qué de qué?
- ¿Estamos saliendo, no?
- ¡Pues claro! – casi grita Hyuk -. Y ahora vete sin mirar ningún culo por el camino.
KyuHyun sonríe y se despide con la mano antes de salir de la habitación. HyukJae se tumba de nuevo en la cama, sonriendo también, sin poder dejar de hacerlo. Estas absurdas peleas las tienen continuamente, aunque por diversos motivos, y no puede reprimir la sensación de que nada va a cambiar entre ellos, porque ambos han tenido claro desde siempre que sentían algo más por el otro…
Unos golpes en la puerta hacen que se incorpore un poco, su forma particular de tocar a la puerta no deja duda de quién se trata. Hyuk intenta ocultar su sonrisa pero le es imposible cuando KyuHyun se vuelve a asomar por la puerta entreabierta.
- Em… a todo esto… Vamos a jugar, ¿no?
Por supuesto, el motivo principal de su visita sigue siendo tener a un compañero de juegos, que esta vez no puede ni quiere negarse.