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Junjou Teenagers. por Son Yamuri

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Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de Nakamura Shungiku.

Al menos hasta que consiga los derechos de autor.

 

 

 

Notas del capitulo:

¡Hola a tod@s! Son Yamuri Dessu!!


Bien, esto es como la segunda parte de Junjou Babys. Dios, no puedo creer que después de tanto tiempo terminado, ese fic siga teniendo ¡¡Mas de 1000 leídas por semana!! ¡¡No, no me estoy quejando, al contrario!!!

Verán, me tardé mucho, pero MUCHO en decidirme si poner o no segunda parte. Al final me decidí.

 

También no estaba segura si subirlo o no, por ese dicho que dice "las segundas partes no son tan buenas como la primera" pero decidí darle una oportunidad.

¡No saben cuánto lo pensé y cuanto tardé! Porque, tengo miedo a que este fic no resulte tan bueno como la primer parte... 

 

Pero, al igual que con Junjou Babys, decidí arriesgarme. Espero no arrepentirme.

 

¿Pasan a leer?

 

Aún todo estaba oscuro en Japón. A lo lejos se alcazaba a ver apenas unos ligeros rayos de luz dorada. Justo en esos momentos, en una aerolínea privada aterrizó un jet.

Cuando el sol apenas comenzaba a asomarse, la puerta del jet bajó.

Salió corriendo un niño no mayor de 7 años, con cabello castaño y lentes oscuros, riendo y dando vueltas.

 

- ¡Ne, Aniki! ¿Esto es Japón?

 

Detrás de él salió un chico con una pequeña boina cubriendo su cabello y de lentes oscuros. Tenía no más de 16 años y vestía con corbata.

 

- Creo que sí. Al menos es lo que ha dicho mamá

- ¡Aniki! ¿Verdad que es lindo?

 

El chico mayor miró a su alrededor, viendo como la luz del amanecer cubría Tokio.

 

- Sí, luce muy bien, pero si a Onee-san no le gusta, entonces mamá...

- Ojalá le guste...

 

En eso bajó un hombre adulto, con lentes oscuros.

 

- Papá, ¿y onee-san y mamá?

- Ya vienen...

 

Justo en eso salió una chica de al menos 16 años, vestida como una clase de princesa urbana y con lentes oscuros y miró a su alrededor.

 

- ¿Qué pasa? -dijo el chico

 

La chica no dijo nada, solo miraba el amanecer y la ciudad.

 

- Papá, ¿esto es Japón? -dijo la chica sin dejar de mirar la ciudad

- Sí -contestó un hombre al lado de ella

 

Los niños contuvieron la respiración, esperando la respuesta de su hermana, quien parecía mirar con interés la enorme rueda de la fortuna y la torre de Tokio.

 

- Vaya... me gusta -dijo la chica sonriendo

 

Sus hermanos sonrieron aliviados.

 


**********************************

 


Kamijou Hiroki despertó gracias a unos sonidos de risas.

Con bastante pereza se levantó y miró el reloj. Aún tenía mucho tiempo para arreglarse y desayunar. Si se iba a trabajar después de eso, llegaría al menos 40 minutos antes. Y ya no podía volver a dormirse.

Desde que los niños habían crecido, esa era su realidad.

Sin vestirse ni peinarse, caminó hacia el comedor, donde Nowaki se encontraba haciendo el desayuno.

 

- Chicos -decía Nowaki- si siguen así despertarán a...

- Olvídalo, es muy tarde -dijo Hiro

- Hiro-san... -dijo Nowaki con un poco de risa- ¿cómo amaneciste?

- Extrañamente bien -dijo bostezando y estirándose- ¿ya está el desayuno?

- Ya casi

 

Con algo de mal humor, Hiro miró a su alrededor. Su departamento había cambiado bastante los últimos 16 años: las paredes antes vacías ahora estaban llenas de retratos, demostrando el crecimiento de la familia. Desde fotografías de un par de bebés hasta graduación de primaria, y de secundaria. 

Hiro volteó y logró ver a sus dos despertadores: un par de chicos de al menos 16 años sentados juntos, mirando la televisión.

Su hijo Tetsuya, era un chico bastante calmado y amable. Su cabello era castaño oscuro, y sus ojos azules. Le gustaba leer libros, pero prefería estar afuera jugando o haciendo algún deporte a estar dentro de su hogar.

Hiroto también era amable y calmado, aunque cuando se enojaba... En fin, con decir que en su escuela se había ganado el apodo "Demonio Kusama", al igual que uno de sus padres (que por cierto, al enterarse de esto Hiro se había enorgullecido de su hijo). Su cabello era negro, y al igual que su hermano Tetsuya sus ojos eran azules. Hiroto disfrutaba mucho de la lectura, prefería quedarse en su casa leyendo un buen libro a estar con personas poco interesantes. No era tan sociable como su hermano.

Hiroki apenas iba a caminar hacia la mesa, cuando sintió que algo apresaba fuertemente una de sus piernas. Miró hacia abajo, y como todos los días, su tercer hijo, Minato, le daba los buenos días de esa manera tan curiosa.

 

Ah, con el paso de los años, Hiroki se volvió a embarazar. No es que hubiera sido planeado, pero tampoco era mal bienvenido. Cuando Hiroto y Tetsuya cumplieron 7 años, unos pocos días después Hiro dio a luz a un lindo niño, de cabello negro y ojos azules. A diferencia de sus dos hermanos mayores, el pequeño Minato era casi idéntico a Hiroki, a excepción claro del color de sus ojos y cabello.

Cuando estaba decidiendo el nombre del bebé, recordó la promesa que años atrás le había hecho a su suegro, así que ya resignado le puso a su hijo Minato

 

 

- ¡Papi! -dijo Minato sonriendo tiernamente- ¿cómo dormiste?

- Muy bien -dijo Hiro acariciando la cabeza de su hijo- ahora suelta a papi o de lo contrario se caerá

- ¡Papi! ¡Papá está haciendo omelette de oso! ¿Quieres un poco?

- Claro que sí... -dijo Hiro mirando extrañado a Nowaki, quien parecía algo apenado

- L-Lo lamento Hiro-san -dijo Nowaki mientras se enjuagaba las manos en el fregadero- ¿recuerdas aquél libro?

- ... ¿Libro?

- Sí, el libro...

- Ah, ese libro...

 

Cuando Minato cumplió un año, Hiro y Nowaki se dieron cuenta de que sus hijos se estaban interesando por la lectura. ¡Bien para Hiro! ¡Y aún más que a su corta edad estuvieran interesados en leer a Usami Akihiko! Pero...

 

- Hiro-san -había dicho Nowaki- ¿cómo les explicaremos que tu mejor amigo es un escritor reconocido mundialmente? Son pequeños, si los demás niños se enteran serán molestados...

 

Así que ambos acordaron el esconder todos los recuerdos de aquellos tiempos en una caja, la cual tenía llave. Todos los recuerdos de esos agradables 6 meses. Porque tenía que aceptarlo; los 6 meses en esa enorme mansión, rodeado por sus... amigos... fueron geniales.

TODO lo que les recordaba a eso fue guardado en una caja. La ropa que Akihiko les había regalado, los libros que Miyagi le había dado, las fotografías que Misaki había sacado, los pequeños adornos que Shinobu había fabricado, el álbum de cuando viajaron a México, las fotografías de cuando los bebés nacieron...

Todos esos dulces recuerdos estaban en una caja... Y ni siquiera ellos sabían donde había quedado la dichosa caja.

Pero, Hiroki dejó afuera un libro de su viejo amigo.

"Días con un oso".

Y por lo visto, el pequeño Minato había encontrado ese libro, le habían gustado los osos y comenzó a rogar para que los omelettes fueran de esa forma.

 

- No importa -dijo Hiro- mientras sepan bien...

 

Al notar que su segundo padre estaba despierto, Hiroto y Tetsuya apartaron la mirada de la televisión y lo miraron.

 

- Hola pa', buenos días -dijo Tetsuya con una sonrisa

- Buenos días pa' -dijo Hiroto

- ¿Qué les he dicho? -dijo Hiro frunciendo el ceño y sentándose en una silla

- Pero pa' -dijo Tetsuya- decirte "papi" sonará demasiado ridículo para dos chicos de nuestra edad

- Tienen razón Hiro-san -dijo Nowaki con una sonrisa y poniendo el desayuno en la mesa- déjalos, están a punto de cumplir 16 años...

- Sobre eso... -dijo Hiro- ¿tienen algo planeado?

- No lo sé -dijo Hiroto sentándose frente a Hiro- es Tetsuya quien tiene a sus amigos...

- Pero ya te dije que no pienso tener fiesta alguna sin ti Hiroto -dijo Tetsuya, sentándose al lado de su hermano- si tú no piensas tener ninguna cena, entonces no quiero nada

- Pero tú tienes amigos -dijo Hiroto con un bufido- esto no tiene ningún sentido

- Así es -dijo Hiro mientras le saltaba una vena- será mejor que se pongan de acuerdo

- Son 16 años -dijo Nowaki sonriendo y comenzando a comer- es algo especial, así que creo que deben invitar a personas especiales...

- En ese caso, que sea una cena solo para Hiroto y para mí -dijo Tetsuya- tengo compañeros pero no considero a ninguno lo demasiado especial como para invitarle... Hiroto es la única persona especial que tengo

 

Nowaki sonrió.

 

- ¿Y yo? -dijo Minato mirando con reproche a su hermano mayor- ¿yo no soy especial?

- Sí, tú también eres muy especial -dijo Tetsuya sonriéndole tiernamente-

- Esto será un problema -dijo Hiro suspirando- no importa, solo tomen una decisión, recuerden que falta solo un mes...

- Sí pa' -dijeron ambos hermanos para comenzar a comer.

 


**********

 


Hiroto y Tetsuya llegaron juntos a la preparatoria. Apenas entraron y Tetsuya fue rodeado de chicos y chicas intentando llamar su atención.

Como podía iba atendiendo a uno por uno, sin perder su sonrisa.

Hiroto, acostumbrado ya a eso, siguió su camino.

Hubo un par de personas que intentaron acercársele, pero él les sacó la vuelta. Sí, podían decirle lo que fuera, pero prefería tener su reputación de "Demonio" a estar rodeado de inútiles.

Mientras caminaba su hermano Tetsuya lo alcanzó.

 

- Ah, creí que habías sido sepultado de nuevo -dijo Hiroto

- Conseguí salvarme -dijo Tetsuya sonriendo- ¿qué toca hoy a primera hora?

- Matemáticas

- Demonios... -bufó- odio matemáticas

- Yo también, preferiría literatura

- Como sea, nos vemos a la hora del almuerzo, ¿sí?

- Olvídalo, no quiero estar rodeado de chicos que rien como idiotas...

- Hiroto, no seas así, necesitas amigos...

- Tengo suficiente contigo -dijo Hiroto mirando su reloj- tú y Minato son lo único que necesito

 

Tetsuya se sorprendió un poco, pero luego sonrió tiernamente.

 

- Y yo a ti, Hiroto. Pero, nunca sabes cuándo te puede faltar un amigo...

 

*Timbre*

 

- Sí, sí, ya pensaré luego sobre eso -dijo Hiroto sujetando bien su mochila- nos vemos a la hora del almuerzo

 

Hiroto salió casi corriendo, intentando no llegar tarde a matemáticas.

Tetsuya solo lo vio irse, quedándose algo preocupado.

En fin.

 


*********************************

 


En esa misma preparatoria, había una bola de alumnos reunidos en el patio, ya que saldrían al bosque que estaba por ahí a examinar a los animales. Alejada de esa bola, estaba una chica mirando al suelo y abrazando fuertemente su libreta, un libro y una pequeña bolsa donde tenía sus útiles. Estaba apoyada en un enorme pilar. Debido al clima semi-húmedo, estaba algo oscuro.

Era una chica que pocas personas conocían. Su cabello era largo y grisáceo, suelto. Traía un copete que le cubría los ojos, los cuales eran de un gris muy lindo, casi plateados. Lástima que casi nadie sabía con seguridad el color de sus ojos. Cuando le hablaban, ella jamás miraba a nadie a los ojos, además de que su fleco los cubría. Para las personas, esa chica tenía los ojos o café muy claro, o simplemente grises.

Estaba pegada al pilar, como deseando fundirse en él. Entonces, escuchó la voz de la profesora:

 

- Muy bien chicos, ahora quiero que se junten en equipo...

 

La chica entró en pánico. Se puso detrás del pilar, y después de unos minutos se asomó. Ya todos sus compañeros tenían equipo. Con un suspiro de alivio, se acercó finalmente a los alumnos cuando vio que comenzaban a caminar hacia el autobús. Subieron uno a uno, y todos se sentaron en parejas. La chica se sentó hasta atrás, en la orilla, oculta de todas las cabezas.

 

- Muy bien -dijo la maestra- ahora tomaré lista...

 

La chica intentó concentrarse para escuchar su nombre.

 

- Usami Akira... -dijo la maestra

 

Akira levantó la mano levemente, pero no pareció verla.

 

- ¿Usami Akira? -repitió la profesora

 

Cuando notó que todos los demás alumnos volteaban buscándola, la chica volvió a entrar en pánico y levantó su mano de manera firma.

 

- Ah, ahí estás chica -dijo la maestra- por favor, la próxima vez no me hagas repetir tu nombre...

 

Akira se hundió aún más en su asiento. Aunque ningún chico se rió (no resaltaba lo suficiente para que si quiera se burlaran de ella) escondió sus ojos y se mordió un poco el labio, apretando sus libros y mirando sus pies.

Así se quedó de esta manera hasta que al fin el autobús se detuvo.

Todos los alumnos comenzaron a bajar, riendo y bromeando. Ella bajó hasta el último.

 

- Muy bien chicos, tienen hora y media para anotar en sus libretas cualquier animal que logren ver. Tomen apuntes también sobre la flora, ya que regresando quiero que me hagan un ensayo de dos hojas explicando como vieron a los animales y a las plantas conviviendo

 

Todos los alumnos comenzaron a separarse y cuando Akira se estaba marchando, la maestra le habló.

 

- Usami, ¿no tienes pareja?

- ... No profesora...

- ¿Y porqué no me dijiste? Te pude haber encontrado una...

- ... Está bien profesora... Prefiero trabajar sola...

- ¿Y si te pierdes?

- Tengo un dispositivo GPS insertado en una de mis muelas. Si me pierdo, solo llame a mis padres y ellos se encargarán...

- Ah... Tus... Padres...

 

Akira solo asintió y se marchó caminando rápidamente antes de que la maestra le dijera algo.

Sí. Era rica, era la única heredera a la fortuna de Usami Corp. Nunca había visto a su abuelo, pero fue a su funeral. No vio a su padre llorar, así que ella estuvo tranquila. Era inteligente, tenía mucho que decir, pero nadie se acercaba a ella por el simple hecho de que...

Sus dos padres eran hombres.

Su papá era muy serio. Su cabello era entre grisáceo y castaño, y trabajaba en la editorial Marukawa.

Su padre era aún más serio, por no decir frío. Rara vez sonreía, pero cuando lo hacía, Akira se sentía muy tranquila. Actualmente era dueño de la empresa Usami Corp., por lo cual se supone que tendría que estar trabajando todos los días y hasta muy tarde... Usualmente era así, pero había veces en que salía muy temprano o de plano no iba a trabajar.

A pesar de que ambos trabajaban, siempre estaban al pendiente de ella. Usualmente cuando ellos estaban en casa, Akira se sentía muy feliz. Pero odiaba el hecho de tener que ir a la escuela.

No solo no tenía amigos, ni personas con las que hablar... Sino que estaba enamorada de un chico que parecía inalcanzable. Su cabello negro, sus ojos azules, ese carácter que tenía...

Le decían "El demonio Kusama", pero...

- Mi demonio... -dijo en un murmuro mirando hacia abajo-

 

No solo lo veía inalcanzable porque fuera popular y ella prácticamente invisible. Era solo que... Era tan atractivo, y era tan frío con las personas que traía por los suelos a varias chicas, mucho más atractivas que ella, y por supuesto más alegres y mas femeninas...

Para Akira, Kusama Hiroto era su razón de ir a esa preparatoria todos los días en lugar de cambiarse a una en el extranjero. Sentía que aún tenía una oportunidad de poder...

Se detuvo en seco.

En el claro que estaba frente a ella, logró ver a un hermoso ciervo. Sus astas eran enormes, y lucían muy puntiagudas. El ciervo la miró y ella se quedó inmovil. Al lado del ciervo apareció un cervatillo saltando alegremente entre las enormes patas de su padre. De entre unas hierbas, salió una cervatilla, y Akira supuso que era la madre. Tanto la cierva como el ciervo la miraron fijamente, como analizando si era peligrosa o no. El cervatillo, en cambio, siguió saltando por ahí alegremente.

Con mucho cuidado, ella levantó su libreta y anotó: "Cierva". "Ciervo". "Cervatillo". Cuando terminó de escribir, levantó la cabeza y los miró.

Hizo una pequeña reverencia y dio media vuelta, dispuesta a alejarse.

Se sentía muy afortunada. Si hubiera estado en un equipo, los otros hubieran estado hablando y habrían espantado a esa familia.

Durante el recorrido, vio a un conejo, una liebre, un ruiseñor y una juguetona ardilla que intentó trepar por su pierna. Observó satisfecha sus resultados: con eso tendría suficiente.

Escuchó ruidos detrás de ella, y cuando volteó vio al mismo ciervo de antes, solo que estaba a unos cuantos metros de ella. Comenzó a temblar. Le tenía miedo a esas enormes astas...

Justo en eso, aparecieron la cierva y el cervatillo, el cual ahora iba tranquilo. Los tres animales la miraron fijamente. Viendo su oportunidad, sacó lentamente su celular y les tomó dos fotos. Suerte que su teléfono no contaba con flash, o los hubiera asustado.

Cuando volvió a guardar su celular, el ciervo avanzó un par de pasos, como investigando si esa humana era peligrosa o no. En cambio, el cervatillo y la cierva retrocedieron un poco.

Akira se movió a un lado, dejándole el paso libre. La cierva y el cervatillo se adelantaron, y el ciervo fue detrás de ellos. Cuando se marcharon, la chica miró la hora y decidió regresar. Mientras caminaba, le pareció escuchar ciertos ruidos, como de unos cachorros jugando.

Con bastante cuidado se acercó hacia un enorme árbol, y vio algo genial: cachorros de zorro rojo. Eran 5, y todos estaban jugando entre sí. Con algo de emoción les tomó unas cuantas fotos y anotó en su libreta "Zorro rojo". Después, se alejó bastante contenta.

Ella fue de los primeros alumnos en regresar. Muchos se estaban quejando ya que solo habían logrado ver ardillas y uno que otro pájaro. Lo supo porque comenzaron a preguntarse entre sí. Con algo de pánico porque se acercaran a ella, se alejó y se puso detrás del autobús.

 

- Muy bien chicos, hora de regresar -dijo la maestra- y recuerden lo que les dije...

 

Todos los chicos comenzaron a subir. Cuando vio que ya todos habían subido, comenzó a caminar para también subir. La maestra la miró.

 

- Usami -le dijo- ¿has encontrado algo interesante?

 

Akira bajó la mirada y le entregó a la maestra su libreta.

 

- ¿Ciervos y zorros? -dijo extrañada- ¿en serio?

 

Sin ninguna palabra, sacó su celular y lo mostró a su maestra, quien quedó impresionada.

 


- No debería sorprenderme -dijo devolviéndole su libreta- estabas sola y callada, así que era lógico...

 

Akira asintió y subió al camión, el cual ya estaba arrancando. Como simpre, se fue a sentar hasta atrás, donde no había nadie sentado.

Si... Tan solo tuviera un amigo...

 


*****************************

 

Nowaki iba caminando y sujetando al pequeño Minato de una mano. El niño reía alegremente mientras iba diciéndole a su papá todos los sabores de helado que le gustaría probar.

 

- Minato, es posible que encuentres helado sabor plátano, pero dudo mucho que encuentres uno sabor patatas fritas cubiertas de chocolate...

- ¡Si no hay, yo lo inventaré!

 

Ese día, a Nowaki le había tocado llevar a Minato a la primaria de camino al hospital. Lo iba a recoger el abuelo Minato, ya que se quedaría con ellos.

 

- ¿Traes tu almuerzo? -dijo Nowaki al notar que ya estaban llegando-

- Sí, ¡gracias por hacerlo en forma de oso!

- De nada, solo sé un buen chico

- Sí...

 

Cuando llegaron a la primaria, Minato fue recibido por una sonrojada maestra quien le sonreía a Nowaki.

 

- Al rato otra persona vendrá por él -dijo Nowaki sonriendo amablemente- será su abuelo, Kusama Minato

- De acuerdo señor Kusama, no se preocupe -dijo la maestra- el pequeño Minato está en buenas manos

- No dudo de eso

 

Nowaki se retiró.

Iba pensando en que tantas cosas tendría que hacer en el hospital, cuando recibió una llamada de su, ahora compañero, Tsumori.

 

- Tsumori, ¿qué pasa? -dijo Nowaki al contestar

- Hey Nowaki, solo quería decirte que no es necesario que vengas hoy...

- ¿Está seguro? ¿Qué ocurrirá con los niños transferidos?

- Esos niños serán transferidos hasta mañana porque en Osaka hay una tormenta y no se quieren arriesgar. Mejor ven mañana y te doy el domingo de descanso, ¿de acuerdo?

- Pero...

- Está bien, eres tú el que pasa demasiado tiempo en el hospital

- De acuerdo, gracias...

- Sí, sí, nos vemos...

 

Cuando colgaron, Nowaki se quedó pensando unos minutos. Bien, tal vez era hora de hacer las compras...

Con su sonrisa de siempre, torció a la izquierda en lugar de la derecha y caminó hacia el super. Una vez que llegó, comenzó a comprar comida, verduras... Y galletas y un tarro de helado. No es que hubiera dejado influenciar por su hijo menor, pero... Bien, se había imaginado un tazón de helado con unas cuantas galletas encima...

Fue a pagar, y cuando estaba a punto de salir del super, escuchó a alguien hablando por teléfono:

 

- Sí, hoy llegamos a Japón... Sí, Misaki está muy feliz...

 

Sintió que el corazón se le detenía unos momentos y volteó. Vio a un hombre alto (no tanto como él mismo), de cabello plateado y vestido de traje. Volteó justo en el momento en que ese hombre salía por una de las puertas del super.

Como hipnotizado siguió a ese hombre. Ese caminar, esa aura tan extraña... ¿Era? ¿Sería posible?

 

- Llegamos hoy al amanecer -dijo el hombre aún por el teléfono- los chicos están muy felices, es la primera vez que visitan Japón...

 

El corazón de Nowaki se comenzó a acelerar mientras se acercaba.

¡Era! ¡Estaba seguro de que sí era! Tenía que ser, tenía que...

 

- Sí, estamos en el super. Misaki está comprando provisiones, pasaremos a la playa

 

¿Misaki? ¡¡Tenían que ser!!

Justo cuando llegó detrás de ese hombre, apareció una chica de cabello negro y ojos grises.

 

- Me tengo que ir -dijo el hombre- Misaki ha llegado... Sí, nos vemos en la playa

 

Cuando el hombre volteó, todas las... ¿esperanzas? De Nowaki se derrumbaron. Tenía el cabello plateado, pero no porque fuera Usami Akihiko, sino que parecía un hombre ya mayor.

 

- Papá, ya tengo las cosas, ¿nos podemos ir? -dijo la chica

- Claro Misaki, vámonos...

 

Ahora que lo veía bien, ese hombre no se parecía en nada a Akihiko.

Su corazón volvía a la normalidad, y algo dentro de él estaba desilusionado. Suspiró y dio media vuelta para marcharse a casa.

Bien, lo admitía. Les extrañaba. Era cierto que hubo una temporada donde les tenía unos celos casi obsesivos, pero después de esos largos 6 meses, tantas cosas que había pasado con ellos, que terminó por tomarles cariño. Además, si no hubiera sido por Akihiko, no se hubiera podido casar con su Hiro-san, o si no hubiera sido por Miyagi, nunca hubiera aprendido a cambiar pañales...

Para cuando acordó, ya estaba llegando a su hogar. Entró y dejó las cosas sobre la barra y llamó a Hiro.

 

- ¿Sí?

- Hiro-san, hubo un pequeño cambio de planes

- ¿Qué ocurrió?

- Hoy me dieron el día libre, mañana en la mañana iré

- De acuerdo, ¿estás en el departamento?

- Sí, fui a hacer las compras

- De acuerdo, me aseguraré de llegar temprano

- Bien, entonces suerte Hiro-san

- Sí, nos vemos al rato

- Te amo -dijo Nowaki sonriendo

- ... Idiota... -cuelga

 

Nowaki rió un poco, porque ya sabía lo que eso significaba. Lo había avergonzado, pero traducido en su idioma, era un "yo también".

 

- Bien, hora de hacer la cena... -dijo Nowaki mientras se ponía un delantal.

 


********************************************************************

 


A la hora de la salida, Tetsuya iba buscando a su hermano pero no lo veía por ningún lado. En eso, una chica se le acercó.

 

- Kusama~ -dijo la chica sonriendo cuando se acercó

- Ah, hola Haruhi -dijo Tetsuya sonriéndole como simpre- ¿no has visto a mi hermano?

- No, ¿para qué lo buscas?

- Prometió que hoy regresaríamos juntos a casa... -dijo Tetsuya suspirando

- Hablando de eso, ¿porque casi nunca regresan juntos?

- Porque siempre hay alguien diciendo "voy contigo a casa" -dijo Tetsuya lanzando una clara indirecta- y ya sabes como es Hiroto, no le agradan mis compañeros...

- Oh, ya veo... -dijo la chica algo decepcionada al ver sus planes frustrados- bien, si lo veo, le diré que lo buscas...

- Gracias Haruhi, nos vemos el lunes

- Hasta el lunes

 

Tetsuya siguió caminando por los pasillos, y se encontró con un par de chicas.

 

- Oigan chicas, ¿no han visto a mi hermano?

- Hiroto está en el segundo patio -dijo una chica- lo acabamos de ver ahí

- Gracias -dijo Tetsuya con una sonrisa

- Oye Tetsuya

- ¿Sí?

- ¿Porqué si Hiroto es tan apuesto y popular, siempre está solo?

- Bien... Creo que le encanta ser misterioso. Es más atractivo de esa manera, ¿verdad?

 

Las chicas comenzaron a reír con una molesta y aguda risa. Tetsuya fue hacia el segundo patio (el cual estaba vacio) y vio a su hermano sentado en un pilar caido, leyendo un libro. Con una sonrisa, se acercó a él y se sentó a su lado. Vio el libro que estaba leyendo:
"La luna en el fondo del mar", de Usami Akihiko.

Tetsuya se quedó ahí sentado hasta que, después de unos cuantos minutos, su hermano notó su presencia.

 

- ¿Desde hace cuanto estás aquí? -dijo Hiroto cerrando el libro

- Hace unos quince minutos -dijo Tetsuya sonriéndole- ¿leyendo de nuevo a Usami Akihiko?

- Lo dices porque nunca has leído nada de él -dijo Hiroto guardando el libro en su mochila- si leyeras algo, estarías igual que yo

- Sí he leído a Usami Akihiko -dijo Tetsuya sonriendo- pero que yo sepa, él no está aquí...

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Pues, si estuviera aquí, podríamos conseguir sus libros mucho más baratos y más seguido...

- Lo sé, ahora es muy difícil encontrar sus libros y que cuesten menos de 20.000 yenes

- Sí, desde que está en Londes...

- No está en Londes, está en Inglaterra

- ¿Cuál es la diferencia?

- ¡Mucho!

- Hee, sabes mucho sobre Usami Akihiko...

- Claro que sí

- ¿Qué tanto? -dijo Tetsuya con una sonrisita

- Se que Usami Akihiko se crió en Inglaterra hasta los 10 años, después vino a Japón, comenzó con su carrera de escritor a los 18 años teniendo un gran éxito. Siguió con su carrera hasta que se casó y se fue a Inglaterra a promocionar sus libros. Aún vive allá junto a su esposa y sus tres hijos...

 

- No es tanto como creí, pero si te digo que me digas más terminaremos durmiendo aquí. Será mejor que nos vayamos

- Sí, sí...

 

Ambos hermanos comenzaron a caminar hacia la salida, pero en el camino se detuvieron en los lockers.

 

- Es una suerte que Pa' haya sido fan de Usami Akihiko, ¿verdad? -dijo Hiroto

- Sí, creo que desde que comenzó...

- Incluso tiene su debut... Ahora que lo pienso, ¿a dónde fueron a parar aquellos libros?

- Hmm... Tienes razón, no sé a dónde fueron a parar...

- ¿Recuerdas que los tenía en un estante?

- ¿Todos los libros? ¿Estás loco?

- No me refiero a TODOS los libros (esos muy apenas caben en la biblioteca), sino todos los de Usami Akihiko...

- ... Tienes razón... Un día desaparecieron...

- Hiroto, mañana no hay clases, ¿qué tal si mañana, con la excusa de hacer limpieza, los buscamos?

- ... No sé... Me da demasiada flojera...

- ¡Anda! Me entraron ganas de volver a leer un libro de ese escritor...

- ... Está bien, está bien -dijo Hiroto suspirando- mañana los buscaremos... Solo porque quiero ver si hay algún libro de Usami Akihiko que no haya leído

- Bien, es hora de irnos

 

Ambos hermanos se marcharon. Iban tan entretenidos que no se fijaron que, escondida entre unos lockers, estaba una chica de cabello grisáceo y ojos plateados que había escuchado todo.

Akira había esperado a que los lockers se hubieran vaciado para poder guardar sus libros e irse a su casa, solo que cuando estaba terminando escuchó voces. Eran solo dos, así que no debío de haber mucho problema... El problema fue que una de esas voces era del chico que le gustaba.

Entró en pánico, no supo que hacer así que se metió entre el espacio que había entre los lockers y la pared y se quedó escondida. Los escuchó hablar, al parecer ambos eran fans de Usami Akihiko...

Akira salió y corrió hasta la entrada, para ver justo el momento en que Hiroto y su hermano Tetsuya daban vuelta hacia la izquierda y desaparecían en un callejón. Con su corazón palpitando un poco, miró el libro que traía entre sus brazos:

 

"El mar bajo la luna negra", de Usami Akihiko.

 

Un poco sonrojada, bajó los escalones que separaban la escuela de la calle. Había aprendido una cosa más sobre la persona que le gusta: él también leía a Usami Akihiko.

 

- Señorita Akira

 

Ella volteó y vio el elegante auto extranjero y a su chofer abriéndole la puerta. Con un suspiro, ella entró.

 

- ¿Cómo le fue hoy señorita?

- Bien Kirishima

- ¿Desea ir a algún lado antes de llevarla a su hogar?

- No, vamos a la mansión

- Como diga

 

Akira suspiraba mientras la llevaban a su mansión. Si tan solo tuviera algún amigo que la acompañara en tan solitario recorrido...

 


**************************

 


Cuando Akira llegó a la mansión, fue recibida por el mayordomo, Tanaka. Ya estaba un poco viejo, pero el hombre se negaba a dejarlos. El mayordomo tomó su abrigo y la acompañó hacia el salón.

 

- ¿Ya llegaron mis padres?

- Aún no, señorita. ¿Desea que le prepare algún té?

- Por favor. Llévalo a la biblioteca

- De inmediato

 

Akira se fue a la biblioteca y se sentó en una de las mesas que había por ahí. Miró hacia una de las ventanas y vio que todo aún estaba nublado. ¿Acaso llovería? Ojalá. Le gustaba mucho la lluvia... No le gustaban para nada los días soleados...

 

"¡No te acerques a ella!" "Sus papás son dos hombres" "¡Qué asco!" "Pobrecita..."

 

Ella sacudió su cabeza en un intento de quitar esos horribles recuerdos.

En eso, de la nada, apareció su papá.

 

- Papá... -dijo Akira en un murmuro- llegaste

- Hola Akira -sonrió su papá

 

Akira miró a su papá a los ojos. Su nombre era Usami Keiichi, antes Sumi Keiichi, hijo del gran escritor Sumi.

Keiichi acercó una silla y se sentó frente a su hija.

 

- ¿Cómo te fue hoy en la escuela?

- Bien. Fuimos al bosque a ver animales...

- ¿Encontraste algo interesante?

 

Akira asintió.

 

- Encontré una familia de ciervos, y unos cachorros de zorro rojo

- ¿En serio?

 

La chica asintió y le mostró las fotografías a su papá. Keiichi sonrió.

 

- ¿Ya viste esto, Haruhiko?

 

Akira se sorprendió al darse cuenta de que su padre estaba a solo unos cuantos metros de ellos. No lo había notado.

 

- ¿Qué pasa? -dijo Haruhiko acercándose 

- Akira ha ido hoy al bosque, y encontró cosas muy interesantes

 

Haruhiko tomó el celular y le sonrió levemente a su hija.

 

- ¿Alguien más encontró?

- No, yo fui la única

- Bien. Vamos Akira, te traje algo -dijo Haruhiko haciéndole una seña a su hija de que le siguiera

- Sí padre

 

Ella se levantó y siguió a Haruhiko. Al notar que Keiichi no los seguía, volteó extrañada.

 

- Papá, ¿no vendrás?

- Enseguida les alcanzo -dijo Keiichi sonriendo

 

Esperó que que ambos salieran de la biblioteca para suspirar y taparse la cara con una mano. Estaba bastante angustiado y preocupado por su hija. Siempre estaba sola, nunca había llevado amigos o hablado de algún chico. Haruhiko solía decir "mejor sola que estar rodeada de idiotas".

Pero, ¿en verdad eso estaba bien? ¿estaba bien que pasara la mejor etapa de su vida tan sola? Necesitaba ser... más como una chica normal.

De nuevo, como decía Haruhiko "ella no es una chica normal. Ella es especial."

Y concordaba con él, pero... ¿En verdad estaba bien que no se juntara con chicos normales? ¿En verdad estaba bien tener los primeros lugares de su escuela en cuanto a calificación y desempeño, y estar sola, sin amigos?

Suspiró de forma angustiada y cerró los ojos. Sintió unas manos en sus hombros y levantó una de sus manos para tomar la que estaba en su hombro izquierdo.

 

- Haruhiko... ¿qué deberíamos hacer? -dijo. No tuvo necesidad alguna de levantar la mirada para saber quién era.

- No lo sé

 

Aunque no quería que su adorada hija se juntara con personas normales e idiotas, Haruhiko tenía que admitir que también le preocupaba que ella estuviera sola tanto tiempo.

 

- Pero... -dijo Haruhiko- al menos lo he arreglado de momento

- ¿Qué quieres decir? -dijo Keiichi mirando a su marido

- Ven a ver el regalo que le traje

 

Ambos caminaron hacia el salón. Algo le dio mala espina a Keiichi, solo esperaba que no se hubiera excedido...

Escuchó las risas de su hija. ¿Qué le habrá regalado...?

 

- ¡¿QUE DEMONIOS ES ESO?! -dijo Keiichi al ver el regalo de su hija

- Un Gran Danés, ¿qué no es obvio?

 

Su hija abrazaba a un enorme perro negro. Pero con decir enorme no era suficiente: era un poco más grande que ella. Y eso que ella medía 1.67 cm.

 

- ¡¿Un gran danés?! -dijo Keiichi alarmado- ¿cuánto tiene?

- 7 meses. No te preocupes, está desparasitado, limpio y es de pedigree

- Señor Usami, dígame, ¿cómo se le ocurrió la "grandiosa" idea de traer a un gran danés a la mansión?

- Pensé que Akira estaba muy sola aquí, así que se me ocurrió que un perro sería buena compañía en lo que consigue amigos

 

Keiichi guardó silencio unos segundos y luego sonrió. Era cierto, un perro era muy buena compañía.

 

- Pero, ¿era necesario un perro tan grande? -dijo Keiichi

- Sí, el perro podrá protegerla si se da el caso

- Ya veo...

- ¡Papá! -dijo Akira feliz y sonriente- ¿a que es hermoso?

- Sí, es muy lindo -dijo Keiichi sonriendo- ¿cómo lo llamarás?

- Le pondré Sirius

- ... ¿Sirius?

- Sí

 

Keiichi suspiró. Jamás le quitaría a su hija esa obseción por Harry Potter.

Se acercó para ver de cerca al perro, que por cierto al ver que se acercaba el perro comenzó a mover la cola y miró a Akira.
Haruhiko pensó en unirse al pequeño cuadro, pero cuando iba sonó su celular. Cuando vió el número se quedó extrañado.

 

- ... No puede ser... -dijo mirando su celular y luego contestó- ¿sí? ... Tú...

 

Al notar, Keiichi volteó. Iba a preguntarle lo que ocurría, cuando su propio celular sonó. Cuando vio el número, su corazón dio un vuelco.

Akira se quedó extrañada al ver la cara que traían sus dos padres. Vio que hablaban durante unos minutos y luego colgaron casi a la vez.

Después, se miraron fijamente.

 

- ¿Ocurrió algo? -dijo Akira extrañada

- Akira... -dijo Keiichi- supongo que el domingo no tienes nada que hacer, ¿verdad?

- Pues... el domingo iba a ir a revisar los clubs...

- Eso lo harás después -dijo Haruhiko- cualquier otro plan que tengas, será mejor que lo canceles. El domingo saldremos a visitar a alguien. Keiichi, vamos a hablar a la habitación

- Eh, ¡oigan! -dijo Akira algo ofendida al ver que ninguno de sus dos padres le hacían caso. Ellos simplemente subieron y la dejaron abajo con el perro, quien por cierto ya pedía atención de parte de la chica. - Pero... ¿qué pasa...?

 

 

 

/**/Sábado/**/

 

 

En el departamento Kusama, estaban dos chicos con pañuelos en sus cabezas y moviendo cajas.

 

- Esto es en verdad extraño de ustedes -dijo Nowaki viendo a sus dos hijos limpiar con ahínco- nunca habían limpiado por su propia voluntad

- Digamos que estamos algo... inspirados -dijo Tetsuya sonriendo- no creo que le moleste a pa', ¿verdad?

- No lo creo, pero será mejor que terminen antes de que llegue de la universidad

- Tú irás a trabajar, ¿verdad? -dijo Hiroto mirando a su padre

- Sí, pero saldré temprano, eso me lo han prometido

- Sí, como todas las otras veces...

- No te preocupes -dijo Nowaki sonriendo- yo me aseguraré personalmente de que lo cumplan

 

Nowaki regresó a la cocina a seguir haciendo el almuerzo. Ese día Hiroki no estaba pues tenía que estar dando cursos extras por 4 horas a los alumnos.

Claro, si su adorado Hiro-san no espantara a todos los maestros que habían estado contratando, tendría más tiempo libre...

 


********************************

 

- ... Y por los años 1500 a.c. la literatura...

 

Hiro daba su curso casi sin expreción. A pesar de que los años habían pasado, su apodo de "Demonio Kamijou" había prevalecido, lo cual le agradaba. Los alumnos seguían temiéndole, y sus clases seguían siendo igual de duras.

 

*Timbre*

 

- Para el lunes quiero que lean el resto del capítulo, tengan una sipnosis de al menos tres cuartillas y una clase de mínimo 5 minutos. Son libres de elegir al tema siempre y cuando tenga que ver con este capítulo. No quiero graciosos que traigan otra clase sobre ramen.

 

Hiro miró a sus alumnos.

 

- Y quien no traiga la tarea completa, mejor ni se presenten en mi clase.

 

Los alumnos comenzaron a salir. Unos quejándose y otros aliviados porque era sábado y el curso había terminado.

Hiro comenzó a guardar sus cosas y salió. Sintió la garganta seca y decidió ir a la máquina de sodas. Mientras estaba ahí escuchó a dos alumnas.

 

- ¿Has visto al nuevo maestro? -dijo una de ellas

- Sí, es muy apuesto

- ¿Te parece apuesto?

- La verdad sí. Pero creo que está casado

- ¿Porqué lo dices?

- Porque venía acompañado de una chica que lo llamaba "papá"

- Ash que lástima. ¿Sabes que dará?

- CREO que literatura, ya sabes, dicen que el demonio Kamijou necesita algo de ayuda

- Es cierto...

- Pero dicen que estará en el salón 3A, ¿te parece si vamos a conocerlo?

- ¡Claro!

 

Las dos chicas se marcharon. Hiro suspiró algo frustrado: desde que Miyagi se había ido, se había negado a aceptar a otro compañero.

Cierto que muchas veces tenía que cuidar de Miyagi, limpiar su desastre, soportar sus acosos y apodos "cariñosos" y unas que otras tonterías, pero como trabajador, era bastante talentoso y bueno. Un maestro que pocas veces encuentras.

El antiguo director, el señor Takatsuki, parecía compartir su opinión, ya que desde que Miyagi se fue no pudo ser capaz de encontrar a alguien igual de talentoso que él. Hiro se quedó con todas las clases, y se las apañó él solo.

Entonces, llegó el cambio de director.

El sobrino del señor Takatsuki, Takatsuki Kotaru, tomó su lugar y se convirtió en el nuevo director. A pesar de que Hiro intentó acostumbrarse, se dio cuenta de que ese mocoso jamás le llegaría a los talones a su antiguo jefe, y le inspiraba poco respeto. Aún así intentaba no ser grosero.

El joven Takatsuki intentó contratar otros maestros. Por más que intentó, se dio cuenta de que Hiro lo estaba saboteando.

Y es que apenas contrataba uno, al mes se iba, diciendo que no soportaban a "el demonio Kamijou", que no se puede trabajar con alguien así, que solo alguien con MUCHA paciencia podría...

Pero ahora lo tenía todo planeado.

Eso era lo que pensaba el joven director mientras hablaba con su nuevo maestro. Ese hombre al parecer tenía bastante experiencia en su materia, y su mismo tío se lo había recomendado alegremente.

Además, su currículum era excelente.

Y tenía finta de ser capaz de lidiar con el "demonio" de la Universidad.

Ese demonio ya no podría espantar a este maestro. Por mas que lo intentara, esta vez él ganaría.

 

- Muy bien, ahora es oficial -dijo Kotaru mirando a su nuevo maestro- ¿porqué no se presenta ante su nueva clase, y al final habla con el otro maestro de literatura?

- De acuerdo -dijo el maestro sonriendo- ¿cuál será mi clase?

- La que aún está es el 3A. Llamaré al otro maestro mientras usted se presenta

- De acuerdo

 

El maestro salió de la dirección.

 

Justo cuando eso ocurría, Kotaru tomó su pequeña radio.

 

- Kamijou Hiroki, favor de presentarse en la dirección -dijo

 

Mientras, el nuevo maestro caminó hacia el salón que le habían indicado y sonrió al notar que los alumnos lo miraban sorprendidos.

 

- Hola a todos -dijo- a partir del lunes seré el nuevo maestro de literatura. El director me dijo que viniera a hablar con ustedes antes de que se fueran

 

Una chica levantó la mano.

 

- ¿Sí?

- ¿Eso significa que el "demonio Kamijou" ya no estará con nosotros?

 

Todos los alumnos rieron. Incluso el maestro.

 

- ¿"Demonio Kamijou"? -dijo

- Sí, es el otro maestro de literatura. Es bastante rudo, se enoja con facilidad y lanza cosas

- Ya veo. ¿Aún tiene buena puntería?

- ¿Disculpe?

- Que si tiene buena puntería

- Vaya que sí -dijo otro chico, causando la risa de los demás

- Sensei, tenga cuidado -dijo otro chico- que sepamos, los otros maestros que han estado con él han dimitido después de un mes

- ¿En serio?

- Sí, nadie lo soporta

- Ya veo... no se preocupen, tendré cuidado -sonrió

- ¡Sensei! ¿Cuál es su nombre? -gritó otra chica

 

El maestro sonrió.

 

 


******************************

 

 

Con la familia Kusama, Tetsuya y Hiroto seguían buscando sin descanso el lugar donde todos los libros de Usami Akihiko habían ido a dar. Le hubieran preguntado a Hiro, pero si él los había escondido, había tenido una razón para eso, y por obvia se negaría a decirles.

Justo en eso sonó el teléfono. Como Nowaki estaba en la cocina, Tetsuya corrió a contestar.

 

- Casa de la familia Kusama -dijo Tetsuya mecánicamente

- Buenas tardes, ¿se encuentra Kusama Hiroki?

- Él no se encuentra -dijo Tetsuya algo extrañado, pues cuando preguntaban por su "pa' " siempre lo hacían con "Kamijou Hiroki".

- De acuerdo, entonces, ¿está Kusama Nowaki?

- ¿Quién lo busca?

- Soy un amigo, me gustaría saludarle

- De acuerdo, espere por favor

 

Tetsuya dejó el teléfono y fue a por Nowaki.

 

- Oye papá, te buscan

- ¿Quién es?

- Dijo que es un amigo, pero preguntó primero por Pa' ...

 

Nowaki se quedó un poco extrañado.

Por su parte Hiroto, debajo de un montón de ropa vieja, en el fondo de un armario, habría encontrado una caja.

 

- Habla Kusama Nowaki -dijo Nowaki al contestar en teléfono

 

Tetsuya dejó a su papá hablando y regresó hacia donde estaba su hermano.

 

- Oye Tetsuya, mira esto -dijo Hiroto al ver a su hermano

- ¿Qué es?

- Una caja que estaba aquí abajo. Está muy bien cerrada, ayúdame a abrirla

- Sí

 

Entre los dos comenzaron a abrirla. Era muy grande y estaba muy empolvada. Cuando la abrieron, encontraron un montón de libros.

Felices, comenzaron a sacarlos.

 

- Son los libros de Usami Akihiko -dijo Hiroto- al fin...

- Oye Hiroto, mira esto...

 

Su hermano le mostraba unas fotografías de unos hombres que no conocían. En una estaba un hombre de cabello negro y un chico rubio, que lucía mucho más joven. Ambos traían 3 bebés. Las demás fotografías eran de unos bebés. Ambos se reconocieron a si mismos de bebés, pero no sabían quienes eran los otros bebés.

 

- Oye, mira este bebé, que lindo -dijo Tetsuya sonriendo. En la fotografía venía un bebé de cabello plateado y ojos bicolor: uno verde y otro morado.

- Pero, ese hombre que está cargando al bebé... ¿no es papá?

- Hmm creo que sí, pero más joven... ¿de quién es ese bebé?

- Mira, en esta foto salen todos ellos...

 

Encontraron una foto donde salían sus padres, el hombre de cabello negro y el chico rubio, y aparte un chico castaño y de ojos verde esmeralda. En el espejo detrás de ellos se veía reflejado a otro hombre tomando la fotografía.

 

- ¿Quienes serán? ¿amigos de ellos? -dijo Tetsuya

- No lo sé -dijo Hiroto revolviendo entre las demás fotografías- nunca nos han hablado de ellos...

- ¡Hey, mira esta!

 

En la fotografía que Tetsuya traía salían 3 personas: Hiroki, con un enorme bote de helado y mirando hacia la cámara... y traía un enorme estómago.

 

- ¿Es cuando apenas estaba embarazado de nosotros? -dijo Hiroto extrañado

- Sí, pero mira, no es el único.

 

También en esa misma foto venía el chico rubio intentando esconder unas paletas, sonrojado, y el chico castaño, sonriendo y un poco manchado de algo que parecía chocolate. Ellos 2 también traían un enorme estómago. Los 3 estaban viendo (a juzgar por la cursi escena de beso) una novela.

 

- ¿Qué es esto? ¿Quienes son ellos? -dijo Hiroto

- ¡¿QUE?! ¡¿EN SERIO?!

 

Ambos chicos saltaron al escuchar ese grito, había sido su papá.

 

- ¿Qué pasó? -dijo Tetsuya

- Deja voy -dijo Hiroto levantándose

 

Cuando el chico llegó, se encontró a su padre un poco pálido, con los ojos muy abiertos y bastante sorprendido. Traía el teléfono en la mano y parecía incapaz de hablar.

 

- ¿Papá? ¿Papá, qué ocurre? -dijo Hiroto preocupado

- Ah... -Nowaki reaccionó y miró a su hijo- no... nada... lo siento Hiroto, deja termino la llamada... -volvió su atención al teléfono- el... ¿el domingo...? Sí, de acuerdo... yo... avisaré a Hiro-san... bien...

- ¡Hiroto! -escuchó la voz de Tetsuya que lo llamaba- ¡ven!

 

Hiroto regresó para encontrarse a su hermano bastante sorprendido , con una fotografía en la mano y un libro de Usami Akihiko boca abajo.

 

- Tetsuya, ¿qué pasa?

- ¡Mira! Es que... imposible, ¡no lo puedo creer!

- ¡¿Qué ocurre?!

 

Tetsuya le mostró la fotografía a su hermano: Salían un hombre peligris y su papá, Hiroki, sentados en un sofá grande, el peligris con una vena saltándole y Hiro abrazando a un enorme oso, ya que parecía estar burlándose de ese hombre.

Frente a ellos salía el hombre mayor de cabello negro con una copa de vino, quien a su vez miraba hacia un lado con cara de "WTF?!" ya que olía a quemado.

Y eso fue porque también salía su papá, Nowaki con el chico castaño de ojos verdes y el chico rubio. Su papá traía un delantal y flores en una mano, ya que parecía estar limpiando la barra, mientras miraba al chico castaño quien traía un bol en su mano, ya que parecía estar mezlando algo y lucía como si le estuviera preguntando "¿así está bien?" y delante de ellos, estaba el chico rubio de ojos grises con cara de WTF?!" ya que por lo visto, había quemado las galletas.

 

- Bien, son los mismos hombres -dijo Hiroto-¿pero que tiene de especial?

- ¡Mira!

 

Le mostró un libro de Usami Akihiko, que en la parte de atrás venía una fotografía del escritor.

 

- ¿Qué pasa?

- ¡Mira a ese hombre, el que está al lado de Pa'!

 

Hiroto lo miró... Y se quedó en shock. ¿Acaso era Usami Akihiko?

 

- Imposible... No creo que sea...

 

Ambos se pusieron como locos a seguir sacando libros y fotografías.

Mientras lo hacían, encontraron ropa de bebé y algunos adornos. Entre ellos, lo que parecían invitaciones a un Baby Shower.

 

- Escucha esto Tetsuya -dijo Hiroto con sus manos temblando un poco, sujetando una invitación en forma de oso- "Estamos felices de invitarlos al baby shower de nuestros hijos, el cual se celebrará el día..."

- ¡Revisa los nombres, revisa los nombres! -dijo Tetsuya emocionado

- Espera... a ver, dice "cordialmente; Takahashi Misaki y..."

 

Hiroto no pudo creerlo.

 

- ¿Qué es?

- ... Takahashi Misaki y... Usami Akihiko

 

Ambos hermanos se quedaron sin habla.

 

- ... Usa... ¿Usami Akihiko...? -dijo Hiroto con un hilo de voz- nuestros... padres... ¿conocen a Usami Akihiko...?

- Sí -dijo Tetsuya pasándole una fotografía a Hiroto- y por lo visto se llevaban muy bien

 

En la fotografía estaban su papá, Nowaki, el mismo hombre mayor de cabello negro, y el peliplateado, que identificaron como Usami Akihiko.

Los 3 estaban sentados en un sofá y miraban hacia la cámara sonriendo, con una lata de cerveza en sus manos.

 

- Solo hay una forma de aclarar todo esto -dijo Tetsuya levantándose y ayudando a su hermano

 

Ambos llegaron a la sala, a donde estaba su papá, solo para verlo muy ocupado y algo histérico hablando por teléfono.

 

- ¡Hiro-san! -Nowaki parecía agitado- ¡Hiro-san! ¡No lo creerías! Es que... ¡Es imposible! ¡No puedo...! ¡No tiene nada que ver con los chicos! ... Hiro-san, ¿qué pasa?

 


Tetsuya y Hiroto se miraron a los ojos.

 

 

****************************************

 

 

- ¿Me llamabas? -dijo Hiro entrando a la dirección y sentándose

- No te preocupes. Pasa y ponte cómodo -dijo Kotaru con sarcasmo

- Toqué antes de entrar -dijo Hiro

- No esperaste a mi permiso

- Como sea. ¿Qué deseas?

- Pues, verá Kamijou-sensei, he contratado otro maestro...

- Ya veo...

- Esta vez no será capaz de sabotearle

- ¿Sabotearle?

- No se haga. Yo sé que usted a estado saboteando a sus antiguos compañeros para que se vayan

- No lo hago

- Sí lo hace

- ¿Puede llamarte "sabotear" el decirle a su compañero que recoja todo el desastre que tiene en su escritorio?

- No, pero sí a un "No seas un maldito flojo y recoge todo el desastre que tienes en la oficina maldito bastardo de mierda"

- No sé a qué se refiere -dijo Hiro tranquilamente mirando hacia la ventana

- Como sea, en estos momentos el maestro se está presentando con su clase. Cuando todo finalize se presentará en la oficina, y usted le dará la bienvenida como es debido

- Sí, sí

- Un poco más de respeto, que yo soy su superior

- Sí, tendría más respeto si fueras igual de talentoso que tu tío

- Usted...

- Bien, me voy a cumplir mi nueva orden -dijo Hiro comenzando a salir de la dirección- aunque no espere que sea amable con ese nuevo maestro si demuestra ser un idiota

 

Cerró la puerta. El joven director comenzó a rechinar los dientes. ¡Si no fuera porque era un excelente maestro, desde cuando hubiera echado a patadas a ese tipo!

Hiro en lugar de ir a la oficina se puso a vagar y a espantar a unos cuantos alumnos en su camino. Que el nuevo maestro esperara, no le importaba.

Cuando pasó alrededor de media hora, decidió entrar por fin a la oficina. Pero cuando lo hizo estaba vacía. Se molestó un poco, ya que se dio cuenta de que ahora él tendría que esperar.

Se puso a acomodar un poco las cosas. Le sorprendió un poco ver una taza de café encima de un libro. La tocó. Estaba tibia y tenía menos de la mitad.

Eso significaba que su nuevo compañero andaba cerca.

Suspirando, se puso a acomodar los libros. Vio uno en especial, estaba debajo de las tazas. Traía encima algo de ceniza de cigarro.

"Genial, un tipo que fuma" pensó antes de leer el título...

Qué cosas...

Ese libro era el favorito de Miyagi. Por supuesto, antes de que se fuera a Australia y...

Sacudió su cabeza, intentando aclarar su mente. El teléfono sonó.

 

- Oficina de Literatura, habla Kamijou Hiroki -dijo Hiro casi mecánicamente

- ¡Hiro-san! -Nowaki parecía agitado- ¡Hiro-san! ¡No lo creerías!

- ¡Nowaki, cálmate! -dijo Hiro asustado- ¿Qué ocurrió?

- Es que... ¡Es imposible! ¡No puedo...!

- ¡Que te calmes te digo! Respira y dime que ocurrió, ¿Minato está bien?

- ¡No tiene nada que ver con los chicos!

- ¿Entonces?

 

La puerta de la oficina se abrió. Hiro volteó para encararle (seguramente otro de sus estúpidos estudiantes) antes de que sintiera que el alma se le salía del cuerpo.

 

- ¡En verdad Hiro-san, no lo creerías... ! ¿Hiro-san?

 

Hiro veía con sopresa al hombre parado frente a él. Cigarro en mano.

Cabello negro con una raya plateada que lo hacía lucir más varonil. Sonrisa burlona. Unas cuantas arrugas que lo hacían lucir muy apuesto.

 

- ¡Hiro-san! -dijo Nowaki ante la falta de respuesta de Hiro

- ... ¿Miyagi? -dijo Hiro paralizado de la impresión. El mencionado sonrió aún más.

- ¿Qué pasa, Kamijou? -dijo Miyagi- ¿Después de tanto tiempo así me recibes?

- ¿Hiro-san? ¿Qué pasa?

- ... Nowaki... -dijo Hiro sin dejar de mirar a Miyagi- Miyagi... Él está aquí...

- Oh, ¿es Nowaki-chan? -dijo Miyagi bastante alegre y acercándose a Hiro para hablar por el teléfono- ¡Nowaki-chan~! ¡Cuánto tiempo!

- ¿Qué? -dijo Nowaki, que parecía igual de sorprendido que Hiro- ¿Miyagi-san también?

- ¿"También"? -dijo Hiro extrañado- ¿Qué quieres decir con eso?

 

Miyagi también se extrañó un poco.

 

- Pues... Acaban de llamar... Usami-san nos está invitando a cenar... Pero Miyagi-san...

 

Hiro y Miyagi se quedaron mirando bastante sorprendidos.

 

 

 

 

 

 

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Notas finales:

¿Qué tal? ¿Les gustó? ¿No les gustó?

 

Por favor díganme, en verdad es muy importante para mi el saber si voy bien o no con la continuación de mi fic más exitoso.

 

Como sea, les haya gustado o no, muchísimas gracias por leer.

Si no les gustó, una lástima, lo intentaré para la próxima ñ//ñ

 

Si les gustó, pues espero que sean lo suficientemente pacientes como para soportarme un tiempo mas ñ////ñ.

 

En verdad, por favor díganme que les pareció. Necesito saber si voy bien o no.

 

Muchas gracias por haber leído.

 

 

Ja ne~!!!


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