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BLACK VOW por BeastlyGirl

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Notas del fanfic:

Les dije que haría secuela!

Perdonenme si tardo pero trataré de enfocarme tambien con 

Baby you're my virus...

 

Notas del capitulo:

Tipos de Pov's

 

en tercera persona y en primera

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Eso es un cambio de pov's EN ESTE CASO DE TERCERA PERSONA A DONGWOON.]

Una mujer caminaba de un lado para otro en la habitación haciendo resonar sus tacones por el reducido espacio, estaba bien arreglada entallada con un bello vestido resaltando la belleza de la mujer. El hombre tras el escritorio tan solo la miraba preocupado y algo cansado, le amaba pero aquello ya lo estaba dejando sin energías.

-Nicole por favor tranquila.- era la quinta vez que se lo pedía le hombre pero ella tan solo se paró en medio de la oficina y le miró molesta.

-Es que no puedo creerlo, un mes ¡UN MES! llevamos buscándoles y no hay rastro, la policía no hace nada y yo estoy asustada, sus cosas aún siguen en el departamento.- las lagrimas rodaban ya por las mejillas femeninas y el hombre al verlas se levanto a abrazar a la chica reconfortándola.

-Yo también estoy asustado pero, no puedes ponerte así cada vez que recibimos malas noticias acerca de ellos.-

-No puedo evitarlo Key, es que aún no puedo creer que desaparecieron sin dejar rastro, y sus cosas no dicen nada.-

-Haremos lo posible por encontrarlos, lo prometo.- beso la frente de la mujer y esta sonrío alejándose un poco de él y mirando el ventanal.

-¿Crees que algo malo les pasó?, Junsu es mi amigo el me hubiera dicho si se iba o algo, esto es muy raro.-

-No lo sé Cole, solo esperemos que ambos estén bien.- tomó el rostro de su novia y le obligo a verle los ojos, le acaricio los cabellos con amor pero no sonrío. Observó aquellos ojos que lo traían loco nublados por la tristeza y esa sonrisa triste y forzada. Él estaba preocupado por los chicos pero Nicole mucho más, Junsu era un gran amigo para ella y Dongwoon se había convertido en un chiquillo especial…lo que él daría porque su novia sonriera felizmente de nuevo. Todo empezó cuando Junsu no llegó a trabajar el día siguiente de hace un mes, Nicole le llamó pero nunca contestó, el día siguiente ocurrió lo mismo y la mujer estaba muy preocupada; la acompaño al departamento y entraron ya que tenía llave, el lugar estaba vacío solo sus cosas estaban ahí. La heredera Jung se asustó y llamó a los policías, pero no había pista alguna para hallar a los muchachos. Semana tras semana íbamos por información pero simplemente nada había…fue como si un agujero negro se los había tragado.

El hombre da un suspiro y enfoca su vista en una de las tantas repisas con diplomas y fotografías, recayendo en una en especial…una vieja foto con cuatro hombres en ella sonrientes y alegres. Una sonrisa se llena en el rostro de Key y mira  a su novia la cual lo observa confundida.

-No sé porque no se me ocurrió antes, pero conozco a un detective muy bueno, es un viejo amigo pero si le llamo y le pido de favor nos ayudará.- una sonrisa verdadera se forma en la mujer y salta a los brazos de su novio.

-Gracias…espero que los hallemos.- se suelta dejándole ir a hacer la llamada mientras ella se acerca al ventanal observando como la lluvia comienza a caer.

-Él nunca ha perdido la pista, es el mejor.- sonríe mientras busca el teléfono  entre su agenda. Sonríe al verlo y marca con rapidez.

-Taecyeon, soy Key necesito tu ayuda.-

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Dejo salir un suspiro mientras observo por la ventana caer la lluvia intensamente, no es suave ni ligera, es más bien pesada y estruendosa, dejando decir que se vendrá una enorme tormenta con rayos y truenos. No me gustan las tormentas, son frías y ruidosas, me dan miedo, ¿Qué tal si un rayo me cae en la cabeza mientras duermo?, sé que suena estúpido pero no importa, enserio me asustan las tormentas, más cuando estoy solo…

 Ha pasado exactamente un mes desde la muerte de Junsu, desde que toda mi vida cambio, desde que conocí a Doojoon- he contado los días-. Pensarán que estoy loco, demente, que he perdido la cordura por irme con un asesino –incluso yo lo llegue a pensar-, pero, las cosas no son lo que parecen; pensé que él me trataría como su esclavo, que me tendría encerrado y con cadenas y que en poco tiempo me mataría, pero fue todo lo contrario, me trajo a su casa, me cuido, y aunque sigue trabajando en eso, no me hace nada malo a mí, es muy diferente ahora, al principio casi ni nos dirigíamos la palabra, pero poco a poco fuimos abriéndonos los unos a los otros, el sonreía más y yo simplemente me contagiaba por aquella –hermosa- sonrisa, él comenzó a hablarme más y sus ojos brillan con más frecuencia, el fue cambiando desde el momento que nos conocimos y una parte de mí me dice que yo le hago bien a él. ¿Yo?, yo no sé qué pasa conmigo, sé que debería temerle pero después de enterarme de todo lo que Junsu hizo, el daño que causo y las mentiras que me dijo no siento tanta consideración con el difunto Junsu, y con Doojoon bueno, yo no puedo temerle, además hay algo en él que…me hace sentir bien. Me alejo de la ventana y camino al sofá de la sala sentándome entre los cojines y cogiendo el control remoto encendiendo la televisión.… Doojoon tiene una casa muy grande y debo decir muy hermosa, tiene una sala, comedor, cocina, dos baños, tres recamarás y un cuarto donde guarda sus ¿cosas?, la primera vez que me trajo aquí me dijo que era el único lugar de la casa que estaba restringido porque había cosas peligrosas y podía lastimarme, recuerdo que la primera vez que me trajo a su hogar estaba realmente maravillado, nunca creí que el viviera en semejante casa, supuse que ganaba buen dinero además cuando regresamos a Seúl fue en primera clase; sonrío recordando ese día: El viaje de regreso a Seúl fue muy silencioso, yo aún seguía algo traumado por todo, pero supongo que estaba empezando a tratar de entender y asimilar las cosas, él tenía el ceño fruncido pero nunca en todo el viaje soltó mi mano, fue extraño pero de los nervios no lo noté hasta que llegamos a su casa y me tuvo que soltar para abrir la puerta. Como dije los primeros días fueron duros pero al cabo de una semana me había acostumbrado a él, fue extremadamente rápido pero algo en mí me decía que estaba bien confiar en él, él no me haría daño. Enciendo el televisor buscando algo que ver, Doojoon fue a trabajar y me tengo que quedar encerrado, no puedo salir si no está él y obviamente tengo que salir acompañado, él dice que es muy peligroso ahora que estoy con él, pero que sería peor si estuviera por mi cuenta y sinceramente le creo –soy tan crédulo ¿verdad?-.

Se podría decir que he estado feliz estos días, Doojoon cambio mucho y aunque me incomoda su trabajo supongo que es algo que ya no puede dejar. Me pongo a ver unas caricaturas no hay nada más interesante que hacer.

Un trueno me hace saltar de mi asiento, las caricaturas ya han acabado desde hace un rato pero estaba pensando tan profundamente que ni cuenta me di y ahora están pasando comerciales, miro al reloj que está arriba del televisor dejo salir un bostezo, veo que ya pasan de las 2 de la mañana y Doojoon no ha llegado, sinceramente me preocupa y aunque otros en mi situación desearían la muerte para él, yo no puedo….no puedo.

Me levanto del sofá y camino por un pasillo arrastrando los pies, no tardo mucho en llegar al cuarto principal…donde dormimos, si me escucharon bien, DORMIMOS –no hemos vuelto a hacer eso desde que lo conocí-, él no me deja dormir en ninguno de los otros cuartos no sé porque pero no le quiero preguntar el porqué, al principio lloré e hice berrinche pero, ahora no me molesta, es más cuando llega tarde del trabajo no puedo dormir, me he acostumbrado a su calor corporal y ahora lo necesito. Me meto bajo las sabanas, justo cuando un trueno seguido por un relámpago resuena por toda la casa, me tapo los oídos con mis manos y escondo mi rostro en la almohada…enserio odio las tormentas, más porque esta casa está demasiado enorme y siento que algún día alguien entrara y me llevara lejos de Doojoon, ¿no debería querer eso? ¿Alejarme de las garras de un monstruo? ¿Un asesino?, se supone, debería, sería lo correcto, pero no quiero. Además Junsu también era un asesino la única diferencia es que yo no lo sabía, y la verdad ahora prefiero saber que Doojoon lo es, porque sé y  siento que él no me dañará.

Me siento seguro con él, feliz, protegido, es como una droga a la que me volví adicto que tal vez con él tiempo me haga daño, o tal vez me cure, nada es seguro ni certero en este camino que elegí al tomar su mano, pero quiero correr el riesgo…en verdad  quiero correr el riesgo.

Otro relámpago se hace presente y me encojo entre las sabanas con lagrimas amenazando salir de las esquinas de los ojos y tiemblo, no importa si estoy tapado aún tengo frio y miedo, pero pronto se van ambos, porque dos fuertes brazos se enroscan en mi cintura y me atrae contra su cuerpo, instintivamente me agarro de su camiseta y entierro mi rostro en su pecho mientras él se acomoda mejor. –Lo siento- murmura y yo sé porque lo hace…porque se siente culpable de llegar tarde, él sabe que yo no puedo dormir hasta que él llegue, me besa la cabeza y yo solo me encojo más y aspiro su aroma; huele a sangre, y no  me gusta pero no me muevo, no me importa porque él ya está aquí conmigo y me cuidará de que sea…lo sé porque lo veo en sus ojos y porque me lo dice mi corazón. Y me acurruco cerrando los ojos tranquilamente, ahora puedo dormir tranquilo, se que en sus brazos las tormenta es una suave brisa.

~Lo saben…saben que cargan un pecado mortal…no importa la caja de pandora ya abierta está.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Corto lo sé...trataré de mejorar lo prometo


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