Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Liveliness por ksjoonah

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pido mil perdones por la espera!!!

Pero bue... jaja todo vale cuando el capitulo llega :)

Espero les guste y ...por favor comenten!!

Capitulo 8

[Kai POV]  

Un gemido brutal salió por mi garganta y antes de que pudiese darme cuenta me corrí precozmente en su mano. Me estaba haciendo llegar más allá de mis cabales -Es decir, me estaba volviendo loco- Quería estar dentro suyo. Hacerlo mío en ese instante. Tener cada centímetro de él.

Se levantó de encima mío y me entró desesperación. No fue a causa de su lejanía sino porque estaba en busca de algo con que limpiarse. Salí rápidamente de la cama y sujeté su mano para evitarlo. Me la llevé a la boca.
-¡¿Qué asco?!- exclamó con expresión desaprobatoria.
-No hagas algo que me haga sentir miserable- respondí sintiéndome muy triste, luego de lamer cada uno de sus dedos. Indirectamente, me hizo pensar que el tener que hacerlo conmigo le daba repulsión, por lo que me produjo que perdiera el interés por tener sexo.
-Lo… siento- se disculpó honestamente.
Antes que pudiese oponerse, lo sujeté del mentón y uní mis labios con los suyos en un beso. Esta vez con sentimientos reales por mi parte. No uno simple como los previos que sólo contenían deseo. Ansiaba ser correspondido y así fue, porque percibí como él reclamaba por más al tomarme por la cintura y permitir que mi lengua entrase en su boca.

El preciado instante se vio suspendido, cuando un inoportuno tocó la puerta -Maldita sea. ¡¿Justo ahora tenían que interrumpirnos?!- y al recordar en que situación nos encontrábamos, me alejé de Jun Myeon y él actuó de la misma forma.
-Esto no quedara así- susurré sonriéndole, para luego revolver los suaves cabellos de su cabeza.
Ambos nos acomodamos la ropa y esperé a que él se acostara en la cama. Luego me dirigí hacia la puerta y la abrí. La madre de Suho venía junto a otra señora que parecía tener aproximadamente la misma edad que la primera.
Miré a Jun Myeon que se agarró la cabeza luego de ver a la señora que acompañaba a su madre. Él parecía consternado por un motivo que desconocí.
-¡Suho!- vociferó su madre -es la tercera vez que te llamo. ¿Te encuentras bien?
-Si, mamá- asintió él -¿A sucedido algo?
-No. Sólo he venido para decirte que es hora de irnos- dijo aliviada al ver que su hijo se encontraba perfectamente -Te esperaremos fuera, así que prepárate- finalizó y salió de la habitación junto a la otra.

Me acerqué a él y le tendí una mano por un nuevo comienzo en nuestra relación.
-Me parece que somos más allegados ahora ¿no?- comenté con grata alegría.
-No te lo tengas tan creído- contestó el muy egocéntrico, luego de apartar mi mano.
-Tú te sientes de la misma forma. De eso estoy completamente seguro. Con el tiempo lo entenderás- dije y le entregué su bolso ya preparado que se encontraba junto a la cama.
-Te equivocas- dijo seguro mientras me quitaba con ímpetu el bolso -Para mí esto fue un simple juego, que sirvió para aplacar la impotencia que ambos sentíamos- dijo algo que me hizo sentir muy decepcionado y lamentable a la vez.
No pude responder, ya que cuando abandoné mis pensamientos, Suho se había volteado y salía apresuradamente de la habitación.

Luego de un largo día, llegué a mi apartamento completamente mojado debido a la fuerte lluvia. Ni siquiera ésta, había sido capaz de aplacar los intensos pensamientos que se dirigían hacia un momento y a una persona en particular.
Por primera vez, me sentía sólo. A pesar de tantos años viviendo conmigo mismo.
-Y contigo, Miso- dije luego de acariciar a mi pequeño gato, que muy meloso había venido a darme la bienvenida y maullaba porque estaba hambriento.
Fui a la cocina a buscar algo con que alimentarnos. Abrí la heladera y lo único que encontré, fueron sobras del día anterior.
-¿Te gusta?- pregunté al gatito, luego de servirle parte de los restos. El mismo comía con desesperación -Despacio- dije con una sonrisa.

Cuando terminé de comer, fui a mi habitación a cambiarme. Me puse la ropa más cómoda que encontré, una camiseta y un pantalón que me quedaba muy suelto. Luego me dirigí hacia el sofá del comedor y me senté. Tomé el control remoto y encendí el televisor que se encontraba frente a mi. Miso, por su parte, se recostó cómodamente sobre mi regazo y empezó a ronronear hasta quedarse dormido.
Cambié los canales, hasta que me sentí cansado de buscar algo decente que ver, por lo que me conformé con uno de variedades. De cualquier forma no podía prestarle atención ya que todo me recordaba a Suho. La blancura de su piel traslucida, sus delgadas piernas, la forma de sus labios, sus gestos al hablar, y aún más la manera en que me miraba. Sus ojos decían más que cualquiera de sus palabras. No necesitaba decir nada para que yo pudiese entenderlo. Con sólo un encuentro de nuestras miradas pude comprender todo su malestar y también todo lo que le producía felicidad. Como cuando lo había visto junto a ese chico, al cual celé con toda mi alma. El rostro que le había regalado a él, nunca me lo mostraría a mí. Dirigí la cabeza al techo y luego con pesadumbre cerré los ojos un momento.
No creí que fuese posible enamorarme de alguien tan fácilmente. A pesar de haber tenido muchas relaciones, nunca había sentido nada serio por nadie y ese chico lo había logrado en muy poco tiempo. Mi corazón no podía evitar dar un vuelco cada vez que lo tenía frente a mí o escuchaba su nombre -Jun Myeon, mejor dicho Suho- pensé con anhelo. Quería escuchar su voz desesperadamente. Sus gemidos me habían dejado completamente necesitado.

-Tengo que hacer algo- dije con decisión seguido de abrir los ojos. Me levanté de un salto y asusté al pequeño Miso que ahora me miraba alarmado -La próxima vez no lo dejaré escapar- agregué antes de ponerme a juguetear con el gatito.

[Suho POV]

Después de haber tenido la recaída terminando en el hospital, mi relación con Kyung Soo había cambiado mucho. Ya no me hablaba a menos que hubiese alguien más con nosotros. También se buscó otra habitación ya que no parecía tolerar el estar a solas conmigo y menos si se trataba de dormir en la misma cama.
Habían pasado varios días hasta que me sentí agotado de estar en esa situación y lo enfrenté.
-Kyung Soo ¿podemos hablar?- dije luego de la cena, arrastrándolo hasta la habitación en la que yo ahora dormía solo. Una vez dentro, él no me dirigía la mirada.
-¿Prefieres que actúe con impotencia?- pregunté molesto -Supongo que no, pero al menos no deberías evitarme.
-No es eso. Es solo que…- se detuvo -No sé como hablarte después de lo que pasó.
-Al menos deberías haberme pedido una explicación ¿no?- sugerí contrariado.
-Perdóname. Tienes razón- dijo ahora mirándome -No supe como actuar debido a que es la primera vez que alguien se me declara y no me lo esperaba de ti. Quiero decir, tú sabes que me gusta alguien más y que nunca me he fijado en ti de esa manera. Eres mi amigo y no quiero que eso se acabe jamás.
-Lo sé- asentí con tristeza -quería que supieses mis sentimientos. Lo siento.
Con mis últimas palabras, me volteé dándole la espalda y dejé caer mi cabeza.

Pasó menos de un minuto, antes de que sintiese unos brazos rodearme por la cintura y estrecharme muy fuerte. Una respiración abrasadora que atravesaba mi camiseta, llegó a estremecerme en el centro de mis omóplatos. Kyung Soo había apoyado su boca contra mi espalda e intentaba buscar las palabras indicadas antes de hablar.
-No te des la vuelta- dijo cuando notó que yo forcejeaba un poco -No quiero que me veas así.
-¿Así como?- pregunté sin comprender.
-No es que te estuviera evitando porque no me interesabas- admitió azorado -es que me dejaste tan excitado que me sentía avergonzado y no podía decírtelo. No a ti que eres mi mejor amigo. No quería que malinterpretases mis sentimientos.
-¡¿Qué querías que pensara?!- exclamé apenado, tomando sus brazos que me apresaban por la cintura, para aflojar el agarre y para poder voltearme. Una vez lo logré, lo miré directamente para analizar sus apremiantes ojos.
-Te necesito- declaró Kyung Soo sonrojado.
-¿Pero después de eso que pasara con nosotros? ¿Seguirás pensando lo mismo?- cuestioné ladeando la cabeza.
-No lo sé- se escuchó apenado -Pero al menos debería intentarlo. Yo… te deseo- antes de que pudiese decir algo más, lo tomé por el trasero y lo levante para que se colgara de mí. Lo besé en los labios de forma necesitada y luego en el cuello. Él sujetó por mi espalda, la parte superior de mi camiseta y empezó a quitármela con urgencia. Una vez me encontré con el torso desnudo, recordé lo que había pasado tres días antes. Las manos frías de Kai recorriéndome la espalda y sacándome furtivamente la remera haciéndome ahogar un gemido. Sacudí la cabeza para mitigar esos molestos recuerdos pero estos continuaban fastidiándome sin cesar. Para evitar pensar, llevé a Kyung Soo hasta la cama, que aún seguía colgado de mí, y lo recosté.
Empecé levantándole mínimamente la remera y besé su ombligo para luego hacer lo mismo aún más abajo, justo por arriba del comienzo del pantalón. Éste que me irritaba, fue arrebatado rápidamente y lo lancé muy lejos, quedando Kyung Soo en bóxers. Estos también desaparecieron, mostrándome un pequeño miembro erecto -Esperaba algo más,  como el de Kai- pensé con cierta decepción, pero recordé con quien estaba en ese instante y me concentré en D.O.
Tomé su miembro que entraba perfectamente en mi mano. Dirigí mi boca hacia éste, primero usando mi lengua para rozar la punta y luego dejé que entrara en mi boca. Lo lamí como si fuese una paleta. Nunca había hecho tal cosa, pero supuse que así se hacía. Me pregunté cómo sería con la virilidad de Kai -¿Acaso eso entraría en mi boca?- esto me hizo sentir bastante triste, no por volver a acordarme de él, sino por lo lamentable que lo había hecho parecer, al sentir asco cuando lamió mis dedos con su semen. La expresión amarga de Kai, me había dejado muy afligido e incluso en el momento con Kyung Soo podía rememorarlo.

Volví a la realidad al escuchar un fuerte gemido de D.O y al saborear la sustancia que llenó mi boca. Me lo tragué sin recelo alguno y me lamenté ya que el sabor no era tan malo como creía. Caliente y espeso, pero a la vez dulce.

Me recosté a un lado de Kyung Soo y éste me contempló indagatorio.
-¿Qué sucede?- cuestionó mirándome -¿Por qué te has detenido?
-No creo que sea muy buena idea seguir con esto- dije, cerrando los agotados ojos un instante.
-¿Debería hacer algo por ti?- preguntó poniendo su mano en mi rostro para que lo mirara, luego de acercarse a mí.
-No es nada- negué acariciando la mano que él había depositado amablemente en mi rostro -No me siento con ganas de seguir.
-Está bien- dijo amargamente.
-Lo lamento- me disculpé sinceramente -Algo en mi ha cambiado, eso creo- declaré incómodo.
-¿Qué?
-No lo sé. Ni siquiera yo mismo puedo entenderlo- me detuve a cavilar, luego de alzar un brazo y con la mano taparme los ojos -Sólo pensaba en… ¿por qué?- volví a lamentarme.
-Cuéntame. Estoy un tanto preocupado por ti. Este definitivamente no eres tú- aseguró y yo quité la mano de mi cara para poder verlo.
-No te angusties- dije ladeando la cabeza y le mostré una risa natural para hacerlo sentir mejor.
Lo tomé por el cuello y lo acerqué para darle un pequeño beso. Hasta un simple roce con él, me había hecho pensar en Kai.
Me alejé de Kyung Soo y me volteé quedando de espaldas a él.
-Quiero dormir. Si quieres puedes quedarte- no iba hacer que se fuera, a pesar de desear un momento de soledad. Sólo me apetecía descansar.
Mi amigo no dijo nada más ya que a los pocos minutos se había quedado profundamente dormido.
No podía entender que sucedía con mi mente y los pervertidos pensamientos que rondaban mi cabeza, ahora hacia un sujeto que prácticamente apenas conocía y que era un degenerado.
Me enloquecía cada parte de él, desde su falsa sonrisa hasta la punta de sus pies. Sus ojos lucían poderosos e insaciables. Recordé como con estos, me miraba de forma sugerente, con ansias de dar el gran paso. Y lo peor, mañana lo vería de nuevo, y tal vez pasado y el día siguiente a ese. Como podría olvidar lo que sucedió, si lo seguía viendo y tan sólo como podría explicárselo a Kyung Soo. Me estaba rompiendo la cabeza en buscar una solución al asunto, pero Kai no lo dejaría pasar, lo cual me volvía desquiciado -Porque no lo olvida y ya- pensé -Es muy probable, que haya ido a regodearse con sus colegas de lo que pasó.

Fue una larga noche, pensando -maldita sea la hora, que fui a caer en esta ciudad- y ahora Kyung Soo a la mañana siguiente, empezaba a comportarse muy raro. No tuvo que venir mi madre a despertarme, ya que él muy contento vino junto con un suculento desayuno a mi cama. Eso había sido realmente raro, él no acostumbraba levantarse temprano y menos antes que yo lo hiciese. Me hizo creer que me había quedado dormido. De cualquier manera, su actitud la pasé por alto ya que tenía cosas más importantes en las que pensar. Más específicos, el mayor trascendental asunto llamado ‘Kai’, el cual no me interesaba tratar, pero del que debía hacerme cargo rápidamente.

Una vez ya despierto y muy lleno debido al continental desayuno, me fui trastabillando con los excesivos muebles del pasillo. Supuse que habrían estado haciendo una venta de garage, ya que cambiaban los artefactos de la casa por nuevos cada vez que tenían la oportunidad. Nada llegaba a tener más de medio año antes de ser cambiado por uno más moderno -¡¿Cómo pueden vivir de esta manera?! Mientras hay personas que no tienen ni lo mínimo y necesario para sobrevivir- protesté para mis adentros y recordé mis últimos pensamientos -Lo necesario para sobrevivir… ¿Acaso ahora estoy dudando? ¿es que mi decisión puede cambiar en tan poco tiempo?- cavilar esto me trajo muchas confusiones. Recordaba perfectamente lo que había hablado la última vez con el señor Do sobre mi enfermedad. No quería hacer nada con respecto a ese asunto, pero ahora había algo que me estaba haciendo cambiar de parecer, pero no podía entenderlo claramente.
No creí que fuese por Kyung Soo ya que entre nosotros nada había cambiado, prácticamente hablando. Había una sola persona que me estaba haciendo ver las cosas de otra manera, pero no le había dado tal ocasión ya que nuestra relación era bastante mala, a mi parecer. Él había querido llevarse bien conmigo, pero yo lo trataba muy mal.
-Tengo que hablar con él- dije con valor -Eso es, por mi propia cordura debo hablar con Kai- finalicé y me encontré con mi madre para ir al hospital.

Cuando llegamos, mi madre se fue a pagar los gastos médicos, que gracias al señor Do eran casi regalados. Yo, por mi parte, me detuve frente a la puerta del consultorio antes de entrar. Había perdido cierto coraje cuando vino a mi mente quien era el que estaba al otro lado. Alguien, que de algún modo no quería ver, pero al mismo tiempo sentía una necesidad contraria. No sabía si se trataba de odio o simpatía, probablemente fueran ambos sentimientos. Una persona con la cual no me sentía obligado a ser alguien más sino yo mismo. Es decir, me comportaba como nunca lo había hecho, ya que él me hacía decir lo que realmente pensaba y me hacía actuar con impotencia. Siempre había tolerado que me dijesen lo que sea sin replica alguna, pero él lograba que perdiera el control.
Mi mano instintivamente tocó la puerta y ante mi arrebato, me sacudí los cabellos con desesperación.

-¡Mierda! todavía no estoy listo- musité por lo bajo y seguidamente escuché unos pasos al otro lado que cada vez se hacían más notorios. Me sentí aún más impacientado y entonces me acomodé el revuelto cabello junto con una rápida mirada que le di a mi ropa en busca de alguna arruga que estirar -¡¿Qué diablos estoy haciendo?! ¿Desde cuándo me ha importado mi aspecto?- volví a desbaratar mi cabello y me sobresalté porque al levantar la cabeza que anteriormente sólo contemplaba el suelo, me encontré con Kai. Este estaba apoyado contra el marco de la puerta con una ceja enarcada y con ojos indagadores analizándome. Echó un resoplido y se alejó del umbral al ver que yo me había dado cuenta de su aparición.
-¿Es que no piensas entrar?- cuestionó antes de voltearse y encaminarse adentro del consultorio nuevamente.
-Si- asentí por fin y entré.
-¿Te sucede algo?- preguntó debido a que yo me encontraba frente a él, pero no lo miraba sino que mi vista no se levantaba del suelo.

Estaba muy avergonzado y no sabía que decirle, ya que recordaba plenamente lo que había pasado entre nosotros en el último encuentro que tuvimos.
Decidí no razonarlo demasiado y en lugar de decir lo que guardaba, preferí darle una demostración.

Empecé a caminar hacia donde él se encontraba, esta vez mirándolo directamente a los ojos. Cuando estuve lo suficientemente cerca, lo tomé por la cintura y lo acerqué hacia mí. Mis labios se juntaron con los suyos y él se quedó tieso de la sorpresa. Una risilla se escapó de mi boca, mientras lo besaba. Él, por su parte, reaccionó al escucharla y pude notarlo rápidamente ya que ahora yo ya no era el que lideraba la situación. Sujetó con ambas manos, los cabellos que descansaban en mi nuca y dejó entrar su lengua en mi boca, la cual se enlazó con la mía como si no pudiesen existir la una en falta de la otra.

Respondí gratamente a su beso y luego nos separamos debido a la falta de aire, pero él aún no me soltaba del cabello. Se acercó nuevamente, aunque esta vez fue por mi cuello. Sin embargo, su intentó se vio interrumpido, ya que fui yo quien lo frenó poniendo una mano en su boca.
-Te dejaré algunas cosas en claro- no podía evitarlo siempre terminaba hablándole descaradamente  -Esto lo hago simplemente porque me siento en la necesidad, pero yo amo a alguien más así que no te lo tomes seriamente. En fin, sólo te estoy usando para calmar mi sensación de impotencia.
-Es decir, que quieres jugar y después lavarte las manos- dedujo en lo que luego se convirtió en una carcajada sonora -¿Estás hablando enserio?- cuestionó con una repentina calma y con un gesto severo.
-¿Acaso me ves poco serio?- dije con incredulidad -Bueno… tal vez lo sea, un poco- reí pero Kai no pareció hacerle gracia.
-Estas haciendo que pierda mi tiempo- replicó enojado, mientras se dirigía a su asiento para continuar con su trabajo.
-No voy a discutir contigo. Puedo decir que tú también lo quieres por lo sucedido hasta ahora, así que ¿Estás de acuerdo o no?
  

Notas finales:

Nos vemos y sigan leyendo!! :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).