Después del tono, deje un mensaje. por Takaptilia

Aun no comprendo que fue aquello que me atrajo a ti. Teniéndote durante 10 años a mi lado izquierdo y justo en este peldaño tan alto se me ocurrió voltear y observarte.

Espero no llegar muy tarde.
Necesito aclararme.
¿Me escuchas?
(…)

Estoy aquí. Donde siempre. Justo a tu lado derecho.

Por favor. Espera un poco. Necesito decirte.
(…)
Decirte que…

No te vayas.



Había terminado de escribir aquellas palabras, Aun no comprendía lo que me había impulsado a prender el MAC y teclear tal declaración.
¿Una declaración de amor?
“¡Vamos hombre! ¿No estamos ya muy grandes para ello? “Podía escuchar la voz de Reita en mi cabeza. Aquella sonrisa altanera que le caracterizaba. Incluso rio ligeramente con solo pensarlo.


La cena había sido ligera, como siempre. Necesito perder peso, a mi edad y dada mi herencia genética no soy del tipo “atlético”, Según el nutricionista, “acúmulo más fuente de grasa que el promedio normal”

Aun no comprendo que quiso decir con ello.

Vi un poco de televisión y recibí dos llamadas.
Simplemente recuerdo la última.

No pude dormir aquella noche.
Ni siquiera pegar un simple pestañazo.
Quedó rondando en mi mente aquella noticia.



00.


“¿Cómo?” Había preguntado cogiendo fuertemente el teléfono. Koron había prestado atención debido al tono tan fuerte que amplié. Uruha, desde la otra línea, aclaró su voz incomodándose.
“¿No es buen momento para una noticia como esta, verdad?” Realizó una pausa y agregó “Creo que me fui de lengua, lo siento” Pude verle claramente sonreír con aires inocentes.
“Te fuiste de lenguas” Le habría confirmado su acotación, más me quedé en silencio.

Él sonriendo de aquella manera en mi mente. Siempre de aquella misma manera.

Si tan solo fuera mentira.

“Felicitaciones” pronuncié con un tono alegre.


“Felicitaciones” Vamos, sabes que estas mintiendo. ¡Dile la verdad! ¡Dile lo que pasa por tu cabeza ahora mismo, cobarde!

No, un no por respuesta.


Tragué saliva y sonreí. Me obligué a sonreír.

“Muchas gracias, te aseguro que nada cambiara… ¿Crees que es algo apresurado? Digo, a estas alturas y darnos cuenta de esto. No somos simples jóvenes, adquirimos una gran responsabilidad con el tiempo…

Con nosotros mismos.

Me quedé en silencio, observando mis pies descalzos, vestidos solo con unos calcetines grises.
¿Qué estoy haciendo?


¿Por qué luces tan feliz? ¿No deberías estar triste?
¿Triste? ¿Por qué debería? Quiero decir, ellos son mis amigos, compañeros, debo estar contento. Necesito estarlo por ellos, por nosotros.


“¿…Ruki? ¿Hombre, estás allí?”
“Si, vigilaba a Koron, últimamente esta inquieto” Koron me miraba desde el sillón, recostado.
“Lo mimas demasiado” Le escuché reír, me alegró notarle feliz.


Claro que lo está, imbécil ¿Como no estarlo si se va de lengua? Y lo reconoce.
Te lo esta restregando en la cara ¿No te parece encantador?

Para nada.


“…Creo que Koron esta demasiado agitado ahora. Te llamaré más tarde ¿vale?”
“Si, eso parece. No mas croquetas de pollo” Sonreí y reí ligeramente. Me duele el pecho. “Bien, te dejaré con el pequeño revoltoso” Rio dulcemente “Dale mimos de mi parte”
“Claro, se pondrá contento” Aprieto cada vez más el teléfono entre mis dedos.
“…Ruki ¿No te molesta? ¿De verdad no causa inconvenientes?”


Dile, dile lo que sientes.
¡Cobarde!
¡Dile lo mucho que quieres romperle la cara! ¡Díselo, cobarde!


“¿Inconvenientes? ¿Cómo puedes decir eso? Tranquilo, reciben mi apoyo”


¿Reciben?
Lo estas dejando ir. Lo estas perdiendo.
¿Renuncias tan rápido?
¿Por qué?

Porque es lo que él desea.


“Muchas gracias” No escucho nada mas “Prometo que nuestros problemas estarán alejados de la banda”
“No digas eso, estaremos allí para apoyarles”
No escucho nada.
No quiero escuchar nada más, pero aun así me encuentro con el oído en el auricular.
Deja de lastimarme.
Deja de restregarme en la cara lo que he perdido.
“Gracias amigo, nos vemos” Se despidió de mi.
“Cuídate”
“igualmente”

Escuché el sonar del timbre de la línea ocupada por más de 5 minutos.
Sigo sin querer escuchar nada.



01.


Han pasado unas semanas, he recuperado el ritmo en mi dieta. Aun no he perdido ni un gramo, pero me mantengo. Aquello me hace feliz, a este ritmo podré mantener los 66 kilos que cargo a cuestas. De solo pensarlo siento una leve vergüenza.

Tomamos un leve receso entre el último álbum salido al mercado y el próximo que lanzaremos en otoño. Nos hemos mantenido encendidos durante el último año, incluso a inicios de este. El último tour nos dejó algo exhaustos, tan solo algunas energías para una que otra entrevista y participaciones esporádicas.

No he sabido nada de Reita, hable con él hace un par de días. Habíamos quedado en juntarnos pero nunca recibí su llamada. Aoi mantuvo el trote hacia Mie y extrañamos las llamadas de Sakai-san. Donde quiera que este, deseo que no le esté fastidiando las vacaciones a ningún otro pobre diablo.


Había comenzado a adentrarse la tarde. Otra simple y normal tarde como las demás. Pero una llamada, la primera en el día, me hizo temblar ligeramente.

No quise contestar. Dejé el trabajo a la contestadora.


“¿Ruki? Es una lástima que no estés allí. Me había comenzado a preguntar como irían tus vacaciones. Lo sé, es extraño de mi parte ¿Creerías que he comenzado a pensar que estamos desempleados? haha Siempre el trabajo fastidiando salidas, reuniones y justo cuando tengo libre como desearía volver a la acción, agitar un poco el viejo paño y de pasada retirar el polvo de las baquetas con unos rápidos movimientos.  (…) Okey, dejaré de pensar en el trabajo. En fin, no te llamaba para esto. (…) Estoy siendo pesado ¿verdad? Okey, dejaré los rodeos. Espera. ¿Estas ocupado? Digo, cuando vuelvas de donde quiera que hayas ido, es más que seguro que comprando haha fundiendo lo poco y nada de plástico dorado de aquella tarjeta entregada por la compañía hahah si regresas y estas de ánimo... ¿Pasarías un rato por el depto.? No tengo a nadie más a quién recurrir y creo que eres el correcto.


¿Y ahora si te dignaras a responderle? Sabes que quieres hacerlo. ¡Vamos, Hazlo!
No.

Cobarde. Y ahora si lo dejarás ir completamente.
No quiero.

(…)
No puedo.


…Bueno. Nos vemos Ruki.”


El sonido de la contestadora guardando el mensaje.


¿Aún quieres seguir sin escuchar nada?



02.


Aquel día no me presenté en su departamento.
Ni al día siguiente.
Ni al día siguiente.
Simplemente… No me presenté.

¿Qué ganaba con esto? Nada. Nada ganaba, lo sabia bien.
Pero… ¿Qué podía hacer? Nada al respecto.
Aunque sonara inmaduro y tonto. Él se encontraba bien con Uruha ¿Verdad?

Mierda. Ni siquiera puedo aclararme. Siento un hormigueo extraño en el estómago. Hormigueos desesperantes que intentan ponerme en pie y obligarme a salir por la puerta. Correr a su dirección y frente a frente aclarar lo que siento.

Es fácil hablar de sentimientos por medio de melodías. Crear historias de amores no correspondidos. Uniones para siempre. Esperanza o simplemente añoranzas.
Pero. Incluso si vivo toda clase de estas emociones contradictorias. No soy capaz de llegar al fondo de esto. No quiero perderlo. Pero simplemente no quiero hacer nada para cambiar esto.

Tienes razón.
Soy un cobarde.



Aquella mañana contesté el móvil sin siquiera ver quién era. Aún me encontraba acostado. No quería saber nada del mundo exterior. Pero mi estupidez fue tal que olvidé lo más importante al dejar este mundo cruel: apagar el teléfono celular.


“…Te pudrirás ¿lo sabes?” Ese tono altanero.
“Lo sé. Déjame morir trágicamente” Aun con la cabeza apoyada en la almohada.
“Hahaha ¿Acaso es inspiración para un nuevo single?”
“ ”La joven enamorada no correspondida que prefiere quedarse en pijama. Durmiendo 14 horas seguidas y comiendo toda clase de dulces y snacks para olvidar” Si justamente” me recosté de espalda. Observando el blanco techo.
“Vamos Ruki, esa clase de canciones ya no pegan. Ya no estamos en los 90”
“Habla el más antiguo”
“No te llamaba para esto. Te llamaba porque las vacaciones terminan y al parecer no las has disfrutado para nada”
“¿Qué te hace pensar eso?”
“…” Se quedó en silencio. Y pude ver su expresión al otro lado de la línea. “Tu no puedes mentir” me acusaban sus ojos.
“…No tengo ánimos” Cerré mis ojos.
“Te daré algunos.Pensábamos juntarnos hoy en el depto de Uruha.Como una despedida del corto tiempo de
“disfrutarlevantarsemástardeaunquesospechamosqueesonovaconKai”


¿Qué clase de nombre era ese? Me hizo sonreír.
Kai siempre ocupado. Amando el trabajo.
Incluso muchas veces me quedé en la puerta en silencio. Observándole trabajar.

Se nubla mi vista.
No quiero recordarle de esa manera tan distante.
No quiero.


“¿Ruki? ¿Estas?” La voz de Reita suena preocupada.
“…Si, si…Koron, correteando por allí” Nuevamente observe a mi can. Durmiendo tranquilamente sobre los pies de la cama.
“Todos concordamos. Lo tienes demasiado mimado”
“Están celosos de él”
“En parte. Bien ¿Y?”
“…” Estoy dudando.
“Yo te paso a buscar. Incluso si se hace muy tarde te iré a dejar a casa. Tu sabes, los jovencitos castos deben estar temprano en sus casas”
“No soy casto”
“Hahaha Buena respuesta. Como sea. ¿Iras?”