Correr, correr era lo único que le dictaba su cerebro… y su trasero. Sehun sabía que se portó mal, también sabía que era una mala idea meterse con Jongdae, en cualquier momento su trasero podría sufrir una descarga eléctrica y el pobre cómo se iba a defender ¿lanzándole airecitos? ¡Pff!
‘¡Oohh…~! si tan sólo lo hubiera sabido’ pensaba.
Sehun se ocultó en el armario del cuarto que compartía con Yixing. Ni Suho ni Kris estaban para controlar a Jongdae.
‘Oh~, si tan sólo no hubiese roto su cámara’, se lamentaba dentro del pequeño espacio. Y no sólo a Jongdae, también al resto de los miembros.
Primero distrajo a Kyungsoo y provocó que se le quemara la comida, casi explotaba la olla en la cocina; después destruyó el ‘bonito cubo de plata’ de Luhan, ese, el tridimensional que planeaba jugar cuando termine los millones cubos de Rubik de diferentes tamaños y colores que tenía. También perdió una moneda de la colección de Jong In; manchó con jugo de uva uno de los caros bolsos Gucci de Tao, pero al que más le dolió fue al bolsillo de Kris. También arruinó el avance en el juego de Pokemon de Yixing, aquél que le tardó tres años. Sin embargo, el unicornio no se quejó, ya que él era muy pacífico.
Sehun escuchó pasos, miró a través de las rendijas y vio que era Minseok. ‘¡Perfecto!’, se dijo a sí mismo.
Comenzó a dar golpecitos a la puerta del armario, Minseok buscaba algún manga que Luhan pudiera prestarle, hasta que escuchó el pum, pum de una puerta cercana.
-¿Quién anda ahí? – preguntó asustado.
-Baozi, ¡soy yo! Sehun.
-¿Sehun-ah? – Minseok miró por todos lados, pero no vio a nadie.
-En el armario – Min se acercó al lugar, y comenzó a reír fuerte, abrió la puerta y el pobre maknae salió sonrojado por el calor que había ahí dentro.
-¿Por qué te escondes? ¿Has hecho algo malo? – el pobre Sehun estaba cabizbajo, jugaba con sus dedos nervioso.
-Ah… hyung… promete que no le dirás a Kris hyung, él sí se va a enojar – Min le miró atento, como indicándole que podía seguir – yo… rompí la cámara de Jongdae hyung – y como por arte de magia, como una especie de ritual en el que se invoca al demonio, apareció Jongdae. Su tierna expresión habitual había sido reemplazada por una que daba definitivamente, más que miedo. Y Sehun pudo jurar ver relámpagos en sus ojos - ¡No, no hyung, no me hagas daño! – gritó asustado el maknae mientras se ocultaba detrás de Minseok – ¡hyung! haz algo… congélalo o no sé… ¡lánzale cubitos de hielo, por favor! – Sehun imploraba porque Minseok lo defendiera de la terrible ira de Jongdae, había hecho muchas travesuras, pero jamás pensó que Jongdae estallara, lo peor de todo es que su poder era el más temible, uno que no iba a poder controlar con simples airecitos.
-Creo que te has portado mal Sehunnie – el maknae, sorprendido levantó la vista y se encontró con el rostro de Minseok.
-¿Hyung?
-Jongdae tiene sus razones, y… - Minseok se giró y quedó de frente a Sehun, y Sehun juró no haber visto algo más tenebroso que a los dos miembros más cálidos y amables de EXO con una pinta más terrible que la de Kris enojado – y creo que debes aprender a portarte bien. – De pronto, todo su alrededor cambió a una especie de cuarto oscuro, detrás de él estaba Jong In.
-¡Kai! Que bueno que estás aquí – las pobres esperanzas del indefenso maknae se vieron desvanecidas al ver que la sonrisa que el chico mágico Kai tenía, era una sonrisa cómplice hacia sus hyungs. Y de repente, se vio rodeado de todos sus hyungs, incluido Tao.
-Deberías dejar de ser tan malo con tus hyungs, Sehunnie-ah. – Le habló Baekhyun, otro de los miembros de cálida sonrisa que se veía temible con el semblante serio.
-S-Suho hyung – Sehun se dio cuenta que la visión tenebrosa de hace unos momentos no se compraba con la apariencia dragona (??) de Kris, el remolino de agua que se formaba en las manos de Suho, los ojos brillantes de Baekhyun, los labios amoratados y rostro pálido de Xiumin, de quien brotaba vapor helado entre sus labios. Los ojos de Chanyeol que emanaban fuego. Los relámpagos que reventaban detrás de Jongdae, la tierra que se desbarataba alrededor de Kyung Soo, la mirada matadora que Tao usaba cuando practicaba el Wushu, la sonrisa maliciosa de Kai y ahora, las manos de Luhan que se elevaban al mismo tiempo que el maknae flotaba por los aires.
Sehun estaba a punto de llorar, cuando alguien encendió la luz.
-¿Por qué está tan oscuro aquí? – de pronto, el cuarto se llenó de quejas y risas burlonas. Lay había llegado de una revisión médica de rutina y se encontraba con Sehun flotando alrededor de los miembros de EXO.
-Hyung… ¡me alegra que estés aquí! – Sehun corrió hasta Lay con los ojos llorosos y se ocultó detrás de él.
-¿Qué le hicieron a Sehun? - preguntó el unicornio, dejó sus llaves en la mesita del buró y su mochila en la cama.
-Estábamos por enseñarle una lección por causar todo tipo de desastres – dijo Luhan – pero llegaste, Yixing, y nos arruinaste la broma. – La expresión de Luhan parecía afligida por el fracaso del plan del resto de los miembros.
-¿Esperen? ¿Era una broma? – preguntó Sehun, los demás asintieron excepto Lay. - ¡Wooah! Ustedes son tan crueles conmigo – Sehun fingió llanto, lo que hizo reír al resto de EXO.
-Sehun-ah – Suho se acercó a él y le habló –espero que esto te haya enseñado a no portarte mal con tus hyungs ¿ok? – dijo con una mano en el hombro del maknae. Sehun asintió con un puchero en sus labios.
Todos los miembros se retiraron a sus habitaciones, mientras que Lay se sentaba en la sala a jugar un rato la play. Iba a retomar el Legend Of Zelda que hace un año no jugaba. Sólo le faltaba el último nivel, pero como EXO estaba por debutar decidió dejarlo para cuando les dieran descanso, así que iba a aprovechar el tiempo de receso que les dieron.
-Ahh, hyung… me alegra que todo haya sido sólo una broma, de verdad creí que iba a morir. – Dijo Sehun sentado en el sillón frente a Lay.
-Sí, a mi también. Después de todo no eres tan mal maknae – Lay sonrió y le apretó una mejilla a Sehun, quien se quejó con otro puchero.
-Mejor me voy, antes que me revientes las mejillas. – Lay rió y la intro del juego comenzó. Pero su sorpresa llegó cuando en su más valioso juego no le indicaba 'Continuar partida', sino 'Nueva partida'. Sabía quién había ocasionado eso, sabía que era aquél chico pálido al que le prestó la play el otro día.
-Espera, Sehun… -se dijo a sí mismo. - ¡OH SEHUN…! –gritó, el maknae sabía que era hora de correr de nuevo.