El pasado me persigue por pandita_chan

Aquella noche se celebraba su despedida de soltero en casa de su mejor amigo, y más que portarse mal como había propuesto Nao, prefirió beber como nunca lo hacía, total estaba en un ambiente de confianza y confidencialidad con sus más cercanos, teniendo en cuenta también que Byou estaría en las mismas en otro lugar por ahí. Quedaban solo dos días para su matrimonio…

Avanzada la noche, unos golpes en la puerta interrumpieron la tranquilidad del ambiente, poniendo a todos los presentes alertas a lo que pudiera ocurrir, pero para el novio había una voz demasiado conocida tras la puerta…

—Nao no abras la puerta— pidió

—¿Por qué?— preguntó a medio camino

—Tengo un mal presentimiento— dijo

—Yo no creo en esas cosas— contestó

Bajo la atenta mirada de Kai, Nao avanzó los pasos que lo separaban de la puerta y abrió, dejando entrar a Shou, Jun y a quién tanto temía el novio, el hombre más significativo de su pasado había vuelto y estaba frente suyo…

—Eres un maldito hipócrita— le dijo él

—¡Cállate!— le gritó

—Vamos, no tienes nada que hacer aquí— trataron de sacarlo sus amigos

—No me iré hasta decirle un par de cosas a éste hombre— dijo mirando a Kai

—No quiero escándalos en mi casa— habló Nao

Él estaba decidido a que Kai lo escuchara no importaba si tenía que gritarle en medio de forcejeos contra sus amigos, tenía que desahogarse antes de que la angustia que sentía terminara de consumirlo…

—Mírame— le pidió

—¡Vete!— gritó Kai

—Escúchame— dijo

—No tengo nada que escuchar— respondió cruzándose de brazos mirando al suelo

Nadie iba a permitir un escándalo por lo que entre todos los presentes lo sacaron a la fuerza de aquella casa junto con sus dos amigos. Aun así no se dio por vencido y siguió gritando desde afuera…

—¡¿Tan poco te costó olvidarme?!, ¡¿Tan poco me querías?!, ¡Eres un maldito cobarde!— gritó

—¡Cállate, van a llamar a la policía!— le gritó Shou

—Y que los llamen, Shou, que me lleven si quieren, que me fusilen si es posible, pero ya no quiero amarlo— respondió

—No tendrías que haber venido a hacer escándalo— le reprochó Jun

—Lo único que pido es que responda mis preguntas— dijo

—A veces hay que saber darse por vencido— lo aconsejó Shou

—Nunca me daré por vencido hasta que el mismo me diga que no me ama— contestó decidido

—¿Qué se vaya a casar con tu hermano en un par de días no te dice nada?— preguntó Jun

Aún habiendo calmado el escándalo no se fue conforme, él quería respuestas por parte de Kai y tenía un par de días más para conseguirlas, aunque fuera lo ultimo que lograra en su vida. De todas formas, sabía que su modo de actuar esa noche solo se debía a las copas demás que llevaba en el cuerpo…

Al día siguiente fue al lugar donde sabía lo encontraría solo y hasta allá dirigió sus pasos maquinando una disculpa en el camino por el escándalo de la noche anterior, tocó la puerta y ahí estaban los dos otra vez frente a frente…

—¿Qué quieres?— le preguntó Kai

—Perdóname, por lo de anoche— dijo

—Te perdono, ahora vete— contestó con claras intenciones de cerrar la puerta

—No me cierres la puerta en la cara, debemos hablar, lo sabes— pidió

Kai tampoco podía seguir haciéndose el tonto con eso, tenía un asunto pendiente con él y si no quería ver otro escándalo por parte suya debía darle la cara y conversar el tema de una vez por todas de frente. Lo hizo pasar a su casa, estaba todo desordenado, cajas con cosas por todas partes, cintas de embalaje, ropa amontonada, papel de diario y adornos revueltos, era obvio que se cambiaría de casa…

—Te irás a vivir con Byou— dijo

—Kai solo asintió—

—¿De verdad eres feliz con él?— preguntó viendo una de sus fotos juntos

—¿Qué clase de pregunta es esa?— desvió el tema

—No es esa la respuesta a mi pregunta— dijo volviendo su mirada hacia él

—Si, soy feliz con él— respondió volviendo a guardar las cosas

—Una última pregunta— anunció

—Pregunte— cedió

—En el pasado que vivimos juntos, ¿De verdad me amaste?—preguntó

Esa pregunta tomó por sorpresa a Kai, algo se le removió dentro ¿Qué si de verdad lo había amado?. Se tomó su tiempo en responder mientras seguía guardando las cosas, mientras él miraba los porta retratos que aun quedaban en su lugar. La respuesta era una sola y tenia miedo a revelarla…

—El silencio otorga, ¿Sabías?— le dijo él haciéndolo salir de su burbuja

—¿Qué te dice mi silencio?— preguntó Kai

—El silencio dice muchas cosas, podría interpretarlo de muchas formas, pero yo quiero saber esa respuesta de tu boca— contestó

—En el pasado… Los días mas lindos que viví en mi vida fueron al lado tuyo, haciendo nada a las tantas de la madrugada, caminando sin rumbo hablando puras tonteras tomado de tu mano… Yo te amé, sinceramente te amé— respondió por fin la pregunta

—¿Te puedo pedir un último favor?— consultó

—Depende— respondió Kai

—Antes de que te cases, bésame por última vez— pidió

El beso no se hizo esperar, Kai no le iba a negar algo así si se lo estaba pidiendo con una enorme cara de pena. Enredó los brazos alrededor de su cuello y juntó sus labios en un beso lento y suave mientras ambos cerraban los ojos, por su parte él lo abrazó por la cintura y correspondió el beso de la misma forma, lenta y suave que llevaban los labios de Kai. Había extrañado tanto esos labios, labios que ya no le pertenecían, labios que habían besado a su hermano quizá en cuantas ocasiones…

—Ahora puedo volver a irme en paz— anunció él despegándose de los labios ajenos

—¿Volverás a irte?— le preguntó Kai sin querer soltarlo aún

—Me iré, no sé donde, pero lejos de ti, ya me quedó claro que me amaste, ahora debo dar vuelta la página e intentar seguir sabiendo que ya no me amas y que serás feliz con Byou— respondió

—¿Cuándo te iras?— siguió preguntando

—El día de tu boda, de hecho ya tengo el pasaje— contó

—¿No acompañaras a tu hermano?— consultó

—Muy hermano mío será, pero no soy masoquista como para presenciar en primera fila como el hombre que amo se casa con alguien más— contestó

—Entiendo— susurró soltándolo

—Que te vaya bien, Kai, sé feliz y has feliz a mi hermano— pidió antes de salir por la puerta

—¿Vas a rendirte tan fácil?— preguntó a la nada comenzando a llorar

Cobarde, cobarde, era la única palabra que se repetía una y otra vez mientras seguía guardando sus pertenencias en cajas, él mismo se buscó su destino empujándose a los brazos del hermano de quién en verdad amaba, lo hizo por despecho y ahora recién a un día de casarse se daba cuenta cuán equivocado estuvo en su actuar...

Seguía amando a quién lo haya abandonado en el pasado, seguía amando a su ahora cuñado, pero no haría nada otra vez, se entregaría en el altar, condenándose a intentar ser feliz con alguien a quién nunca le tuvo ni el 1% del amor que le tenía a quién había desaparecido por la puerta de su casa minutos atrás…

Las horas que lo separaban de su libertad pasaron como un parpadeo, y se vio solo en su casa ahora vacía frente a un espejo de cuerpo completo con la mitad de su traje de novio puesto…

Mientras en otra parte estaba él terminando de hacer su maleta bajo la atenta mirada de su hermano, reteniendo las lágrimas a raíz de los sentimientos encontrados en su interior. Por un lado seguía amando a Kai, y si con quién contraería matrimonio no fuese su hermano se lo habría raptado, pero no le haría eso a Byou, además él tampoco sabía, ni tenía porqué saber de su pasado con Kai…

—¿De verdad te irás?— le preguntó Byou

—Debo irme— respondió

—Yo quería que tú me entregaras en el altar— comentó

—Lo siento mucho— se disculpó

—Por favor, hermanito, si quieres yo te pago el pasaje pero pospone tu viaje al menos hasta que termine la ceremonia— propuso

—No, Byou, no me quedaré— contestó tajante

Solo un par de minutos más y las cosas ya no tendrían vuelta a atrás para ninguno de los dos, Kai estaba yendo hacia el altar y él estaba en el aeropuerto, Kai estaba a minutos de un “si” que lo uniría definitivamente con Byou y él estaba a minutos de despegar rumbo a un país del que ni siquiera había escuchado hablar…

Murmullos, más murmullos, los nerviosismos de Byou, los lloriqueos de sus amigos, el eco del lugar y él no estaba concentrado en la palabras de quién presidía la ceremonia…

—¿Qué?— preguntó al notar las miradas sobre él

—Te pregunté si aceptas a Kojima como tu esposo— volvió a repetir

Mientras tanto en el aeropuerto estaba él con su maleta en la mano viendo como despegaba un avión, en tanto esperaba a que su vuelo fuera anunciado, faltaba solo un par de minutos para eso…

—Aceptas ¿Si o no?— insistió

Pero en la mente de Kai no había cabida a palabras ni insistencias, seguía reprochándose lo cobarde que había sido, y lo cobarde que estaba siendo, esa era la ultima instancia para arrepentirse y un diminuto susurro con el nombre de él en la lejanía lo hizo salir de sus pensamientos…

—No puedo casarme contigo —dijo mirando a Byou— lo siento, lo siento mucho— se disculpó retrocediendo los pasos hacia la salida

—Kai, no— le dijo

—¡Corre, Kai!— gritó Jun

Entonces uno de los novios se fugó sin dar mayores explicaciones, corrió sintiendo como alguien iba tras suyo, y aceleró la carrera sin querer saber si era Byou o no quien lo perseguía…

—¿Quién me llama ahora?— preguntó él en voz alta sintiendo su celular vibrar insistentemente

Junto con Kai salió Jun y Shou tratando de alcanzarlo, pero al ver que era inútil corrieron de vuelta hasta el auto del mayor y lo alcanzaron a mitad de camino…

—Súbete, Kai, corriendo no llegarás nunca— le dijo Shou abriendo la puerta del copiloto

De camino al aeropuerto nadie dijo una sola palabra, solo se escuchaba el tono de marcado del celular de Jun que llamaba insistentemente a su amigo, pero éste no contestaba…

—Lo siento, pero debe apagar su celular estando dentro del avión— le pidió una azafata

—No hay problema— respondió él, y antes de ver quien lo llamaba lo apagó a la fuerza desarmándolo y guardándolo en su bolsillo

Él estaba ya a bordo del avión y ellos iban a un par de cuadras. Jun furioso por no recibir respuesta y al darse cuenta que después él había apagado el celular, tiró el suyo por la ventana en un arranque de histeria por su mala suerte…

—¿Por qué hiciste eso?— le preguntó Shou sorprendido

—Apagó el celular— contestó casi echando humo por la orejas

Más palabras no hubieron porque llegaron al lugar y Kai salió corriendo aun sin saber a donde ir, por lo que preguntó en todo lugar que se le ocurrió por el vuelo de quién buscaba, hasta que alguien se apiado de su alma y le dio la respuesta…

—Es el avión que acaba de despegar— indicó la ventana del frente

—¡NOO!— gritó y despertó

—¿Qué pasó?— le preguntó una voz adormilada a su lado

—Fue un sueño— respondió

—Una pesadilla diría yo— comentó

—Eso mismo, pero estás aquí— dijo dándose vuelta y abrazándolo

—Aquí estoy, amorcito— le respondió él abrazándolo también

Había sido un sueño, una pesadilla nada más, él estaba al lado suyo, no a bordo del avión que acababa de despegar, estando más tranquilo entre sus brazos volvió a quedarse dormido…

Ya al día siguiente él se levanto dejando el cuerpo de Kai acomodado en la cama mientras preparaba el desayuno para los dos y para sus hijos. Era fin de semana, el clima estaba lindo como para salir, por lo que aprovechó su ánimo para consentir un poco a su familia…

A los pocos minutos Kai despertó sintiendo la cama vacía y aun con el miedo presente a raíz del sueño que había tenido, se levantó y lo primero que vio en el espejo mientras se refregaba la cara fue su anillo en la mano izquierda…

—¿Me casé?— le preguntó al reflejo y alguien afuera lo escuchó

—Estás casado, pero si te arrepientes te puedo dar el divorcio— respondió él entrando con el desayuno

—Perdón, por un momento pensé que estaba en otra realidad— contestó

—Pensando en el sueño aun— dijo

—Sip, fue tan real— comentó ayudándolo

—¿Con quién pensabas que estabas casado?— preguntó

—Con Byou— contestó 

Entre el desayuno Kai le contó a él de que había tratado su sueño arrancándole un par de risas en el proceso. Aun así su sueño no era del todo errado, Kai si había tenido que ver con el hermano de su esposo y hasta había tenido una hija con él, solo que no quería acordarse de eso por la forma fatal en que todo terminó entre los dos a raíz de un pequeño gran mal entendido. Lo que realmente importaba era que estaba casado con quién amaba y era feliz por eso…

—Nosotros estamos desayunando ¿Y los niños?— preguntó Kai de pronto

—Les llevé desayuno también— contestó él

—¿Los dejaste solos? ¿Y si se atoran?— se alarmó

—Kai, los niños ya no son bebés, están grandes y saben comer solitos, además Seba los supervisa— lo calmó

—Para mi nunca dejarán de ser bebés— dijo

—Lo sé, amor, pero dales un chance de confianza a tus bebés— opinó

—Nos estamos haciendo viejos— comentó

—Tú eres mas viejo que yo— le contestó riendo

A raíz de ese comentario comenzó una batalla de comida entre los dos, dejando un desastre en la cama. Nada importaba en ese escenario en donde ambos disfrutaban de sus arranques de locura como cuando eran más pequeños. Al final terminaron lamiéndose la cara para sacar el yogurt y el cereal que se habían tirado encima…

—Estás pegajoso— dijo Kai para después lamer los labios de su esposo

—Tú también— le contestó tendiéndose en la cama con Kai encima

—Bañémonos juntos— propuso

—Bueno, pero primero arreglemos a los niños— condicionó él

Entre ambos arreglaron el desastre que hicieron en su habitación, más específicamente en su cama, luego fueron a levantar a sus niños, los bañaron y les dejaron la ropa sobre la cama para que se cambiaran, mientras ellos mismos se iban a duchar juntos tal como había propuesto Kai…

—Pero ducharse, amor, sólo ducharse— le advirtió él mientras se desvestía

—Bueno, sólo ducharse— repitió Kai desvistiéndose también

Pero estando los dos en un espacio tan pequeño, ambos sin ropa y muy juntos el uno del otro, ¿Era una instancia que se diera sólo para ducharse?, Realmente no, menos cuando se enjabonaban mutuamente el cuerpo, sin dejar de tocarse ni mirarse…

—Solo ducharse, amor— susurró Kai contra sus labios

—Él solo asintió sintiendo las manos de Kai recorrer su torso hasta llegar a tomar su miembro

—Solo ducharse— repitió y le mordió el labio inferior

Patrañas, Kai no quería solo ducharse, quería hacer el amor en la ducha, eso estaba claro por lo que antes de que se arrepintiera de su propio juego lo acorraló contra las baldosas frías y atacó su cuello recibiendo un pequeño gemido directo en su oído…

Avanzando rápidamente en su propósito, tras un par de mordiscos en el cuello de Kai le indicó que se diera vuelta. No había tiempo que perder, los niños podían interrumpirlos en cualquier minuto…

Kai se acomodó de espaldas a su esposo afirmándose en las llaves del agua que seguían abiertas, inclinándose un poco hacia delante y dejando su entrada a entera disposición, así mismo lo entendió él y sin mayor preparación acomodó su miembro en la entrada de Kai introduciéndose lentamente mientras que con su otra mano sostenía firmemente su cadera…

Al contrario de la lentitud con que se introdujo en él, comenzó a embestir de manera rápida y firme sintiendo la estrechez que envolvía su miembro en el interior de Kai, recibiendo gemidos poco disimulados de su parte, mientras a la par de esas embestidas su esposo se movía en sentido contrario a sus caderas para sentirlo cada vez más profundo dentro suyo…

¿Cuánto tiempo que no lo hacían en la ducha? Ninguno recordaba, pero la adrenalina de saber que podían descubrirlos los hacia estar al limite en todo momento. No podían gemir mucho y Kai lo sabia, pero era incontrolable el placer que sentía, no podía no gemir si tenía a su esposo embistiéndolo tan rápida y duramente, no podía no gemir si el miembro en su interior salía casi al tope y rozaba su próstata cada vez que volvía a ingresar, aun mordiendo sus propios labios lo gemidos se escuchaban fuertes y claros…

—No gimas tan fuerte, amor— le pidió su esposo, con esa voz grave susurrándole al oído

—Hazme terminar rápido entonces, no puedo no gemir si te tengo dentro de mi— trató de explicar

Su ducha ya se había alargado más de lo presupuestado por lo que terminar pronto era la opción, no podían dejarlo ahí. Él ancló la pierna derecha de Kai a su antebrazo dejándola en el aire y se detuvo un momento para con esa misma mano tomar su miembro y comenzar a masturbarlo. Teniendo a Kai con una pierna en el aire, el trasero alzado y el miembro de este mismo entre su mano retomó sus embestidas más fuertes y profundas que antes haciéndolo gemir aun más alto…

—Ahh ya casi, amor— gimió contrayendo su entrada a propósito

—Yo igual estoy a punto— le respondió él para después morder su cuello

Mantuvo sus embestidas un poco más y sintió su orgasmo llegar a la misma vez que Kai gimió alta y prolongadamente apoyando la cabeza sobre su hombro, ambos habían terminado a la misma vez y se mantuvieron par de segundos en la misma posición esperando a que el estremecimiento de sus cuerpos pase un poco…

—Amorcito, ya puedes salir de mi interior— anunció Kai intentando regular su respiración

—Ya salgo— dijo embistiéndolo un par de veces más

—Ahh, ya sal de una vez— pidió gimiendo

—Mgh… Ahh, ya listo salgo, salgo— respondió saliendo lentamente de su interior, arrancándole un último gemido

—Y ahora es cuando viene alguien a tocar la puerta— anunció Kai saliendo de la ducha

Y no se equivocó tanto, al par de minutos el pequeño Hikaru forzó la cerradura y entró desesperado a hacer pipi, arrancándoles una buena risotada a sus padres, en la que los habría pillado de haber entrado un par de minutos antes.