Ring ring!!!
-Consultorio Salud y Virilidad, ¿en qué puedo ayudarlo?
-…Am… si, el delega…!! el doctor Fujiwara me pidió que me hiciera unos análisis y los resultados ya me han llegado me gustaría hacer una cita por favor
-Con mucho gusto ¿a nombre de quién?
- Madarame Yonekuni
- ¿Qué día le sería conveniente Madarame-san?
-Lo más pronto posible estaría bien.
-Le parece que pueda venir mañana a eso de las 4?
-Si eso estaría bien gracias
-Con mucho gusto estamos para servirle
FIN DE LA LLAMADA
-Ah… ¿qué demonio estoy haciendo? Me siento como una quinceañera enamorada o algo así-me dije a mi mismo en un susurro. No puedo dejar de pensar en él, y por si fuera poco tampoco puedo concentrarme en el trabajo, solo han pasado dos días desde la última vez que lo vi y ya estoy tan ansioso… ¿por qué no me pasaba esto en la preparatoria cuando estábamos juntos?- pensé.
-Juntos… ahora que lo pienso creo que fui muy cruel con él cuando todo termino, aunque… ese desgraciado lo tomo bastante bien-me repetía molesto en mis pensamientos- Incluso me sonrió y me dio las gracias.
-¿Pero quien se cree que es?-bufe en voz alta
-¿De quién hablas?-me pregunto una chica tras de mi
-Ah, Suzuki Hitagi-san, no me había dado cuenta que estabas aquí. Era una mujer muy hermosa con la que frecuentemente salía a divertirme antes, cuando aun no contaba con ese problema.
-Entre al elevador justo detrás de ti -me dijo sonriendo-¿Tienes que ir al médico? ¿Estás enfermo o algo?
-No!!! No, para nada, es algo de rutina solamente, en nuestra familia solemos cuidarnos mucho de salud y esas cosas “es mejor prevenir que lamentar” es lo que mi madre dice-respondí apresuradamente
-Oh, ya veo espero que no tengas ningún problema entonces…
-Sí, gracias- le dije, y ambos intercambiamos sonrisas.
-Por cierto hace un tiempo que no salimos que te parece si…
-Ah, lo siento pero hoy estoy muy ocupado y ya ves, mañana tengo la cita con el médico tal vez en otro momento estaría bien (en cuento arregle este problema)-pensé
-Es verdad, bueno entonces en otro momento será- dijo y salió del elevador junto a mí, yo la seguí por un momento y luego me desvié rumbo a mi oficina. Ser gerente en una despacho de abogados no es tan fácil y puede que el estrés este causando este problema en mi… realmente espero que eso sea.
-Mañana a las 4…-le susurre al viento, ligeramente emocionado.
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-Yonekuni… -Inchou repetía mi nombre con esa voz ronca tan sexy en el- Yonekuni…-decía una y otra vez, mientras lo sostenía entre mis brazos y besada desesperadamente su cuello, pasando mis manos por todo su ser. Podía sentir el estremecimiento de su cuerpo bajo el mío cuando llegaba a sus áreas más intimas. Sabía que lo disfrutaba y yo también lo disfrutaba, me hacia feliz darle placer y al mismo tiempo me excitaba tenerlo conmigo.
-Yonekuni- dijo una vez más y lo mire a los ojos, sus lágrimas habían comenzado a caer, sus mejillas sonrojadas y esa boca lujuriosa que me pedía más, incluso el potente aroma de sus feromonas era hermoso.
-Apresúrate- se quejo y después se cubrió el rostro con el brazo. Sabía perfectamente lo que eso significaba, lo voltee para que estuviera con el pecho contra la cama, introduje en su interior uno de mis dedos lubricados y pude ver un leve signo de dolor en su rostro, el cual desapareció rápidamente siendo remplazado por un alarido de placer. Introduje un segundo y un tercero. Para el momento en que estuvo listo, saque mis dedos y levante más sus caderas
-Empezare ahora- anuncie, y el asintió mientras me mirada sobre el hombro. Entre lentamente
-Ah!! Itai-dijo el delegado
-Ya casi esta, Shiro. Una vez entre completamente, empezamos un vaivén que incremento su fuerza cada vez mas.
-Ah.., NNNnnn AAhh!!-Podía oír el placer en su voz- Mas!!! Ah, mas rápido!!... Ousho…
-¡!!!!!!
Fin del sueño
Desperté sobresaltado. ¿Qué demonios había sido eso? Todo iba tan bien y de repente esto. ¿Por qué?
-Ah! es cierto!!- le dije al aire mientras me sentaba en la cama. -Dado que lo abandone, ese mocoso de Ousho bien abría podido hacer su movimiento.
-…Na.. No es posible, a Shiro no le gustaba en absoluto ese chico-me dije tratando de reconformarme, pero de repente me di cuenta de algo -Puede… puede que el despecho lo haya hecho aceptarlo.. ¡! Oh puede incluso que ya estuvieran saliendo y por eso el tomo tan bien que nuestra relación hubiera terminado. ¡Ese desgraciado!!!-le grite a mi reflejo en el espejo, el cual podía ver desde la posición donde estaba- De seguro es eso, posiblemente ahora esos dos están juntos. Tch, no puedo soportarlo, definitivamente no- me decía a mí mismo, pero de repente sentí una ligera incomodidad que me hizo desviarme de ese pensamiento. Era una sensación que ya conocía, pero que hace mucho tiempo no experimentaba, esa incomodidad venia de mis pantalones. Quite la sabana lentamente como si lo que esperaba encontrar era algo de otro mundo, pero no. Era verdad, tenía una erección, era grande y palpitante. No podía creerlo, ¿porque de repente?...
-Bueno eso ya no importa significa que todo volverá a la normalidad- pensé felizmente por lo ocurrido. Ya no abría por que preocuparme. Eran las 6 de la mañana cuando me desperté así que para pasar el tiempo me dispuse a experimentar mi condición para saber que tan bien o que tan mal estaba.
Lo tome y lo estimule, pero en vez de causar un buen efecto este disminuía rápidamente, empecé a preocuparme de nuevo, imagine varias cosas que no causaban efecto en mi, recordé acciones pasadas para ver si funcionaba, incluso use revistas con imágenes eróticas, pero no ocurría nada. ¿Por qué? ¿Cuál era el problema? Algo debió causar mi erección en primer lugar.
-Que fue lo que…-Claro! el sueño con el delegado!…- Pero… podría ser que...-Me dispuse a intentar. Tome mi miembro y lo frote, primero lentamente y después fui incrementando la rapidez, recordaba el sueño que había tenido con el, las veces pasadas en que lo habíamos hecho incluso imagine algunas otras cosas, me sentía realmente bien, podía sentir el calor que recorría mi cuerpo y como mi miembro comenzaba a hacerse mas y mas grande, goteaba y palpitaba, la sensación era tan buena que no podía detenerme, hasta el momento del clímax
-Shiro- dije en voz baja y caí sobre la cama- Entonces… eras tú- me dije con voz entrecortada- No es mi problema… todo este tiempo tú has tenido la culpa…- Pensé y me quede dormido.